La película argentina está basada en un hecho real: una mujer fue presa por un aborto espontáneo. La actriz Dolores Fonzi la retoma y cuenta cómo un nombre anónimo se volvió bandera de una lucha que todavía incomoda al poder.
El primer informe del Observatorio de Violencias Institucionales Machistas pone en el punto de mira las vulneraciones de derechos a mujeres e infancias por parte de las instituciones públicas españolas.
Las mujeres que comparten públicamente testimonios de violencias sexuales se enfrentan a represalias que pueden derivar hasta en un proceso judicial por cometer un delito contra el honor.
L'Associació de Drets Sexuals i Reproductius ha publicado un informe en el que explica el papel de organizaciones surgidas en el Estado español como líderes de una ofensiva internacional “antigénero”. “Los derechos sexuales y reproductivos son el corazón de la disputa de poder”, explican las impulsoras del estudio.
Kultura patriarkalak mendeak daramatza sexu erasoak erakusten harreman desiragarriak balira bezala. Emakumeek eutsi behar diotela eta gizonek tematu behar dutela ulertarazten du. Zalantzaren alde egiten du emakumeek salatzen dutenean —ziur zaude ez zenuela nahi?—. Fantasiak dituzten edo menderatuak izan nahi duten emakumeek errua senti dezakete ideia horrekin kitzikatzeagatik, batez ere emakume feministak badira.
Google ha lanzado al mercado Nano Banana Pro, una actualización de su inteligencia artificial generativa que es capaz de hacer imágenes más realistas, con lo que las imágenes 'fake' serán más difíciles de identificar.
Una ruta, organizada por la Asamblea feminista de València, ha recorrido varios espacios en los que operó el Patronato de Protección a la Mujer en la ciudad.
Impulsado por Bitartez de la Universidad del País Vasco (EHU), Pikara Magazine y Comunicadoras 8M, el proyecto documenta con un enfoque didáctico 195 coberturas sexistas.
Noemí López Trujillo dedica en ‘Me dibujaron así. Por qué el mundo odia la feminidad’ un canto amoroso a las mujeres y disidencias castigadas por una cultura misógina que nos impone decoro, vergüenza, docilidad y sumisión.
Sexu-indarkerien lekukotzak publikoki partekatzen dituzten emakumeek errepresaliei egin behar diete aurre, eta errepresalia horiek prozesu judizial bat eragin dezakete ohorearen aurkako delitu bat egiteagatik.
Un informe de Amnistía Internacional señala los obstáculos con los que se encuentran las víctimas de violencia sexual para ser atendidas de manera integral en los centros de crisis 24 horas. El documento analiza la atención dispar que reciben en estos centros, fundamentales para su recuperación, las víctimas y supervivientes, en las Comunidades de Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña y Galicia.
Save the Childrenek helduentzako edukien plataformen eta sugar dating webguneen bidez haurrak arriskuan jartzen dituen sexu-esplotazioko dinamika berriez ohartarazi du.
La secretaria de organización del sindicato de trabajadoras sexuales OTRAS desgrana las violencias que más frecuentemente sufren las prostitutas por parte de los clientes y cómo la indefensión legal las potencia.
Las periodistas Ana Marcos, Ana Requena y Zuriñe Rodriguez señalan que la investigación de violencias sexuales se hace con fuentes anónimas pero comprobadas y en un entorno muchas veces hostil que señala a las periodistas que destapan estos casos.
…feminismoa bai. Jule Goikoetxearen hitzak dira, 2015ekoak. Urte berean aldarrikatu zuen Bilgune Feministak “Hau ez da gure bakea”, ETAk behin betiko su etena iragarri eta lau urtera. Bakea zer den eta norentzat bideratuta dagoen pentsatzeak ezinbestean dakar gatazka politiko armatuen irudikeria androzentrikoa zein giza eskubideen dotrina unibertsala gainditzea.
Para abrir procesos de restauración lo primero es reconocer el daño: nombrar el racismo antinegro, la misogynoir, la islamofobia, las políticas migratorias, el control policial, el silencio mediático, la indiferencia institucional.
El anuario número 13 en papel tiene vida propia porque no lo hemos pensado nosotras, se ha pensado solo. Es el fruto de un año arrollador que nos asalta de evento histórico en evento histórico. Este anuario es un viaje que por momentos nos vuela la cabeza, pero también nos agita y da esperanza.
El grooming cultural lo forman las películas, series, libros y todos esos productos culturales que hacen que las mujeres crezcamos erotizando la agresión o el abuso sexual. El problema de estos relatos no son las prácticas sexuales en sí, si no mostrar la falta de consentimiento por parte de las mujeres como una práctica sexual más.
Susan Brownmiller, la activista feminista estadounidense que habló de la violación como el instrumento sistemático de control y poder masculino sobre las mujeres, ha muerto a los 90 años en un hospital de Nueva York. Sus reflexiones a este respecto la convirtieron en la década de los 70 en la precursora de un nuevo lenguaje para hablar de la violencia sexual que ha llegado nuestros días.
Aquellas tesis disruptivas y atípicas para sectores conservadores de la sociedad de la época fueron la base de su libro ‘Against Our Will: Men, Women, and Rape’ (Contra nuestra voluntad: hombres, mujeres y violación), publicado en 1975.
En él, Brownmiller plasmó una definición de la violación como una cuestión política y social, y no solo legal o individual, y colocó la violencia sexual en el centro del discurso feminista de la segunda ola. Con ello, contribuyó a importantes reformas legislativas en EE.UU., incluyendo la penalización de la violación dentro del matrimonio.
La neoyorquina está reconocida como una de las intelectuales feministas más influyentes de su tiempo y su obra está incluida en la Biblioteca Pública de Nueva York entre los 100 libros más importantes del siglo XX.
Un legado que cambió el feminismo
La influencia de Brownmiller, apellido que adoptó como seudónimo en los años 60, es incontestable y perdura tanto en el activismo feminista como en el desarrollo de los estudios de género, además de en la legislación sobre violencia sexual actual.
Como cofundadora del colectivo Women Against Pornography en los años setenta, defendió una crítica feminista a la representación degradante de las mujeres en los medios. No obstante, nunca apoyó la censura. Una visión que está cobrando fuerza en la cuarta ola del feminismo vigente en la última década.
Susan Brownmiller no se casó ni tuvo hijos. En varias entrevistas señaló que fue una decisión consciente en el contexto contracultural y feminista de su época. Fue nombrada ‘Mujer del Año’ por la revista Time en 1975, y su legado es ampliamente reconocido en el feminismo contemporáneo. Gracias a él se establecieron centros de ayuda y atención para las víctimas de violación.
Susan Brownmiller nació el 15 de febrero de 1935 en el barrio neoyorkino de Brooklyn. Su andadura periodística le llevó a medios como el ABC News, Newsweek y The Village Voice. Además, se involucró activamente en el movimiento por los derechos civiles y en las protestas contra la guerra de Vietnam durante los años sesenta.
Además, es autora de varios ensayos como Femininity (1984); Waverly Place(1989), una novela basada en un caso real de asesinato infantil; In Our Time: Memoir of a Revolution (1999), una autobiografía sobre el movimiento feminista, o My City High Rise Garden (2017), sobre su experiencia cultivando un jardín en un rascacielos de Nueva York.