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AnteayerSalida Principal

Panchita Uchis y la fuerza de la red afectiva

19 Noviembre 2025 at 11:08

‘Casarse por papeles es… verdadero amor’ es una obra de teatro cabaret latinoamericano de la Colectiva Caguama y el Colectivo Amapolas (Nicaragua), que invita a tejer redes de apoyo contra el racismo institucional

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¡Para este viaje no hacian falta alforjas! Rufián y el pacto racial

19 Noviembre 2025 at 11:06

Cuando el diputado de ERC se enuncia como hijo de migrante para hablar de inmigración en clave de seguridad e integración, marca su posición de buen migrante asimilado, que ha llegado lejos por portarse bien en términos nacionalistas. Su discurso muestra los malabarismos que hacen unas izquierdas temerosas de su blanquitud.

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Ellas vivirán de otra manera

12 Noviembre 2025 at 12:05

La organización Lumaltik Herriak ha publicado el libro 'Ellas vivirán de otra manera'. Aquí os compartimos un extracto.

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“La extrema derecha está unida y a nosotras nos dejan solas”

5 Noviembre 2025 at 13:37

Las periodistas Khadija Amin, de Afganistán, Valeria Guzmán, de El Salvador, y Luciana Peker, de Argentina, exiliadas en el Estado español, participan en el IV Congreso de Periodismo Feminista Lucía Martínez Odriozola, organizado por Pikara Magazine.

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Ez da beste profil bat: maliarrak errefuxiatuak dira eta hemen daude

5 Noviembre 2025 at 13:35

Gazte hauek Malitik Gasteizera iristeak agerian utzi du "euskal harrera-eredua" deritzonak diskurtsotik errealitatera igaro behar duela.

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No es otro perfil: los malienses son refugiados y están aquí

5 Noviembre 2025 at 13:34

La llegada de jóvenes desde Mali a Vitoria-Gasteiz revela que el llamado “modelo vasco de acogida” necesita pasar del discurso a la realidad.

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¿Por qué me asocié a Open Arms?

Imaginen un barco patrullando el Mediterráneo para garantizar el salvamento en caso de que un crucero se hunda o sufra un incidente. ¿Quién podría oponerse a que haya personas dedicadas a salvar a estos cruceristas?

La ONG Open Arms está dedicada a salvar náufragos en el mar. Su objetivo principal no es salvar a ricos turistas despreocupados por la contaminación con la que su crucero de lujo desgarra las bases de la vida. Los socorristas de Open Arms pretenden salvar a los inmigrantes que se lanzan desesperados al mar en botes tan precarios que solo tiene sentido navegar en ellos si en tierra firme no tienes nada; nada de nada; ni siquiera un futuro. Ahora, repitamos la misma pregunta del párrafo anterior: ¿Quién podría oponerse a que haya socorristas dedicados a salvar a estas personas?

Es la misma pregunta, pero con respuestas distintas para algunos Sapiens. Un líder político en España ha llegado a pedir que se hunda el barco de Open Arms; que no se salve a los náufragos; que se incumpla la ley del mar; que dejemos que se ahoguen miles de personas cada año solo en el Mediterráneo, posiblemente el mayor cementerio de la humanidad.

En cuanto supe de esas declaraciones tan repugnantes, me fui a la web de Open Arms y me hice socio (www.openarms.es/es). Un pequeño grano de arena puede evitar que el fondo del mar siga llenándose de muertos. Y luego pensé: si un líder político siembra odio, seguro que ese odio germina en algún lugar. Pero a veces, plantar odio provoca tal rechazo que solo brota amor. No siempre se recoge lo que se siembra.

Ante esa realidad, nos surgen unas dudas. En este blog pretendemos sembrar respeto a la naturaleza, a los paisajes y especialmente a todos los seres sintientes. ¿Estamos avanzando? ¿O estamos provocando ese tipo de rechazo que desencadena lo contrario de lo que pretendemos?

El mismo personaje que pide que se hunda un barco de socorro, sería el primero en esperar auxilio si su yate naufragara. Y no tengo duda ninguna de que los socorristas del Open Arms le ayudarían.

Por cierto, si quieres conocer la historia del nacimiento de Open Arms, te recomendamos ver la magnífica película de Marcel Barrena: Mediterráneo (2021) con Eduard Fernández, Dani Rovira y Anna Castillo. La tienes gratis para España en RTVE Play.

Rescatar vidas en el mar no debe ser una opción política, sino un deber humano; para que el Mediterráneo deje de ser un cementerio y se convierta en un puente de esperanza que nos recuerde que siempre podemos elegir entre la indiferencia y la compasión.

♦ Sobre amor, odio y migrantes:

blogsostenible

¿Por qué me asocié a Open Arms?

Imaginen un barco patrullando el Mediterráneo para garantizar el salvamento en caso de que un crucero se hunda o sufra un incidente. ¿Quién podría oponerse a que haya personas dedicadas a salvar a estos cruceristas?

La ONG Open Arms está dedicada a salvar náufragos en el mar. Su objetivo principal no es salvar a ricos turistas despreocupados por la contaminación con la que su crucero de lujo desgarra las bases de la vida. Los socorristas de Open Arms pretenden salvar a los inmigrantes que se lanzan desesperados al mar en botes tan precarios que solo tiene sentido navegar en ellos si en tierra firme no tienes nada; nada de nada; ni siquiera un futuro. Ahora, repitamos la misma pregunta del párrafo anterior: ¿Quién podría oponerse a que haya socorristas dedicados a salvar a estas personas?

Es la misma pregunta, pero con respuestas distintas para algunos Sapiens. Un líder político en España ha llegado a pedir que se hunda el barco de Open Arms; que no se salve a los náufragos; que se incumpla la ley del mar; que dejemos que se ahoguen miles de personas cada año solo en el Mediterráneo, posiblemente el mayor cementerio de la humanidad.

En cuanto supe de esas declaraciones tan repugnantes, me fui a la web de Open Arms y me hice socio (www.openarms.es/es). Un pequeño grano de arena puede evitar que el fondo del mar siga llenándose de muertos. Y luego pensé: si un líder político siembra odio, seguro que ese odio germina en algún lugar. Pero a veces, plantar odio provoca tal rechazo que solo brota amor. No siempre se recoge lo que se siembra.

Ante esa realidad, nos surgen unas dudas. En este blog pretendemos sembrar respeto a la naturaleza, a los paisajes y especialmente a todos los seres sintientes. ¿Estamos avanzando? ¿O estamos provocando ese tipo de rechazo que desencadena lo contrario de lo que pretendemos?

El mismo personaje que pide que se hunda un barco de socorro, sería el primero en esperar auxilio si su yate naufragara. Y no tengo duda ninguna de que los socorristas del Open Arms le ayudarían.

Por cierto, si quieres conocer la historia del nacimiento de Open Arms, te recomendamos ver la magnífica película de Marcel Barrena: Mediterráneo (2021) con Eduard Fernández, Dani Rovira y Anna Castillo. La tienes gratis para España en RTVE Play.

Rescatar vidas en el mar no debe ser una opción política, sino un deber humano; para que el Mediterráneo deje de ser un cementerio y se convierta en un puente de esperanza que nos recuerde que siempre podemos elegir entre la indiferencia y la compasión.

♦ Sobre amor, odio y migrantes:

Personas o cosas

En Ébano, Ryszard Kapuściński relata sus viajes por África con una mirada lúcida y empática. La historia de Madame Diuf en un tren arranca sonrisas, pero pronto el tono cambia cuando el convoy atraviesa el barrio pobre de una ciudad, con grandes similitudes respecto a cualquier otra urbe del mundo, africana o no.

La guerra, la sequía, la pobreza o la verde esperanza en una vida mejor hacen que la gente emigre: del campo a la ciudad, de un país a otro… Lo ha hecho el ser humano desde que existe y no va a dejar de hacerlo. Y ahora se añade un factor que lo cambia todo. Podría ser la desbocada desigualdad, pero nos referimos a la crisis climática y sus inquietantes efectos.

Kapuściński se deja sorprender por los barrios apretados con personas desamparadas que dependen del azar y de la solidaridad, que solo tienen lo puesto y, a veces, es prestado. Estas personas no se quejan porque no tienen dónde hacerlo. Su única posesión de valor es su cuerpo. Entonces, este periodista y escritor reflexiona:

«Se vuelve cada vez más importante para el mundo la pregunta no de cómo alimentar a la humanidad —hay comida suficiente, a menudo solo se trata de organización y transporte—, sino de qué hacer con la gente. Qué hacer con la presencia en la Tierra de millones y millones de personas. Con su energía sin emplear. Con el potencial que llevan dentro y que nadie parece necesitar. ¿Qué lugar ocupa esa gente en la familia humana? ¿El de miembros de pleno derecho? ¿El de prójimos maltratados? ¿El de intrusos molestos?»

Estas preguntas resuenan con fuerza en un mundo marcado aún hoy por la exclusión. Hubo un tiempo en el que defendíamos limitar la población mundial. Ahora comprendemos que es mejor actuar de forma indirecta. Centrémonos en proteger los derechos de las personas más pobres, con especial atención a niñas y mujeres. Es esencial mejorar la educación, eliminar la discriminación y reducir la desigualdad.

Uno de los problemas más graves de la humanidad —la desigualdad explosiva— tiene, a la vez, mecanismos fáciles de solución. Se trata de limitar los enormes beneficios de unas élites económicas que son las principales responsables de los mayores desastres ambientales, amén de otras injusticias. No se trata solo de subir los impuestos a los mega-ricos y de eliminar sus paraísos fiscales. También hay que prohibir ciertas actividades de altísimo impacto ambiental que simbolizan el despilfarro extremo, tales como los jets privados, los megayates, las motos de agua, el turismo espacial y el antártico, los trofeos de caza exóticos, usar helicópteros para comprar el pan, o practicar deportes que deberían estar prohibidos.

Además, debemos asegurar que los beneficios del avance humano lo sean para la humanidad en general, y no solo —como ocurre a menudo— para quienes menos los necesitan. Algunos ejemplos de lo que deberíamos ir haciendo antes de que sea demasiado tarde son:

  • Reducir la jornada laboral y evitar las horas extras.
  • Aprobar una Renta Básica para mayores de edad
  • Aplicar una fiscalidad justa y verde con impuestos a robots y ordenadores industriales.
  • Valorar tareas ahora no remuneradas (como voluntariado, cuidado de niños o de mayores, etc.).
  • Controlar la deslocalización y el abuso de las multinacionales exigiendo el mismo comportamiento en todos los países en los que operen.
  • Adoptar prácticas agrícolas basadas en la agroecología
  • Reducir el consumo de carne y pescado, así como el presupuesto militar.

En todos estos asuntos, o bien avanzamos poco, o bien retrocedemos. Y mientras tanto, debemos recordar que emigrar es un derecho humano fundamental que debe ser respetado. Tener miedo a perder lo que tenemos es algo natural, pero no debemos permitir que ese temor derrote a nuestra empatía y solidaridad. Sin duda, todos podemos imaginar una situación en la que nosotros mismos querríamos hacer uso de ese derecho a emigrar para buscar un futuro mejor.

No hay soluciones simples, pero sí caminos adecuados. Actuemos con responsabilidad y coherencia, aunque el resultado no sea inmediato ni perfecto. Lo imperfecto siempre será mejor que lo inhumano.

♦ Sobre solidaridad y emigración:

blogsostenible

Personas o cosas

En Ébano, Ryszard Kapuściński relata sus viajes por África con una mirada lúcida y empática. La historia de Madame Diuf en un tren arranca sonrisas, pero pronto el tono cambia cuando el convoy atraviesa el barrio pobre de una ciudad, con grandes similitudes respecto a cualquier otra urbe del mundo, africana o no.

La guerra, la sequía, la pobreza o la verde esperanza en una vida mejor hacen que la gente emigre: del campo a la ciudad, de un país a otro… Lo ha hecho el ser humano desde que existe y no va a dejar de hacerlo. Y ahora se añade un factor que lo cambia todo. Podría ser la desbocada desigualdad, pero nos referimos a la crisis climática y sus inquietantes efectos.

Kapuściński se deja sorprender por los barrios apretados con personas desamparadas que dependen del azar y de la solidaridad, que solo tienen lo puesto y, a veces, es prestado. Estas personas no se quejan porque no tienen dónde hacerlo. Su única posesión de valor es su cuerpo. Entonces, este periodista y escritor reflexiona:

«Se vuelve cada vez más importante para el mundo la pregunta no de cómo alimentar a la humanidad —hay comida suficiente, a menudo solo se trata de organización y transporte—, sino de qué hacer con la gente. Qué hacer con la presencia en la Tierra de millones y millones de personas. Con su energía sin emplear. Con el potencial que llevan dentro y que nadie parece necesitar. ¿Qué lugar ocupa esa gente en la familia humana? ¿El de miembros de pleno derecho? ¿El de prójimos maltratados? ¿El de intrusos molestos?»

Estas preguntas resuenan con fuerza en un mundo marcado aún hoy por la exclusión. Hubo un tiempo en el que defendíamos limitar la población mundial. Ahora comprendemos que es mejor actuar de forma indirecta. Centrémonos en proteger los derechos de las personas más pobres, con especial atención a niñas y mujeres. Es esencial mejorar la educación, eliminar la discriminación y reducir la desigualdad.

Uno de los problemas más graves de la humanidad —la desigualdad explosiva— tiene, a la vez, mecanismos fáciles de solución. Se trata de limitar los enormes beneficios de unas élites económicas que son las principales responsables de los mayores desastres ambientales, amén de otras injusticias. No se trata solo de subir los impuestos a los mega-ricos y de eliminar sus paraísos fiscales. También hay que prohibir ciertas actividades de altísimo impacto ambiental que simbolizan el despilfarro extremo, tales como los jets privados, los megayates, las motos de agua, el turismo espacial y el antártico, los trofeos de caza exóticos, usar helicópteros para comprar el pan, o practicar deportes que deberían estar prohibidos.

Además, debemos asegurar que los beneficios del avance humano lo sean para la humanidad en general, y no solo —como ocurre a menudo— para quienes menos los necesitan. Algunos ejemplos de lo que deberíamos ir haciendo antes de que sea demasiado tarde son:

  • Reducir la jornada laboral y evitar las horas extras.
  • Aprobar una Renta Básica para mayores de edad
  • Aplicar una fiscalidad justa y verde con impuestos a robots y ordenadores industriales.
  • Valorar tareas ahora no remuneradas (como voluntariado, cuidado de niños o de mayores, etc.).
  • Controlar la deslocalización y el abuso de las multinacionales exigiendo el mismo comportamiento en todos los países en los que operen.
  • Adoptar prácticas agrícolas basadas en la agroecología
  • Reducir el consumo de carne y pescado, así como el presupuesto militar.

En todos estos asuntos, o bien avanzamos poco, o bien retrocedemos. Y mientras tanto, debemos recordar que emigrar es un derecho humano fundamental que debe ser respetado. Tener miedo a perder lo que tenemos es algo natural, pero no debemos permitir que ese temor derrote a nuestra empatía y solidaridad. Sin duda, todos podemos imaginar una situación en la que nosotros mismos querríamos hacer uso de ese derecho a emigrar para buscar un futuro mejor.

No hay soluciones simples, pero sí caminos adecuados. Actuemos con responsabilidad y coherencia, aunque el resultado no sea inmediato ni perfecto. Lo imperfecto siempre será mejor que lo inhumano.

♦ Sobre solidaridad y emigración:

¿Prisión dorada o refugio forzado? El drama de los migrantes expulsados por Trump

27 Mayo 2025 at 10:32
Por: JDF

1. LA NUEVA ERA DE LAS DEPORTACIONES EN EE. UU.

El regreso de Trump a la Casa Blanca está marcado por el inicio de duras medidas de repatriación forzada de migrantes, prometidas durante su campaña electoral. En la historia de Estados Unidos, las políticas de repatriación se han aplicado con frecuencia: según un análisis del Migration Policy Institute , durante la presidencia de Clinton fueron repatriadas más de 12 millones de personas, y durante la de Obama, alrededor de 5 millones. Ahora, la nueva presidencia pretende superar las cifras de las políticas anteriores, gracias también a los cambios normativos que amplían el número máximo de personas deportadas, a pesar de las restricciones impuestas por los tribunales locales.

2. LOS “PAÍSES TRAMPOLÍN”

Además de recibir desde hace tiempo a sus propios ciudadanos expulsados de Estados Unidos, actualmente los países de América Central se ven obligados por la administración Trump a aceptar también ciudadanos de otros países. Estas medidas de expulsión, en las que los migrantes son trasladados a refugios aislados sin un destino claro, han desviado inevitablemente la atención hacia estos “países trampolín”, como Panamá y Costa Rica. Unos 300 migrantes procedentes de países asiáticos, árabes, africanos y otros más llegaron el mes pasado a Ciudad de Panamá en tres vuelos, y fueron aislados en el hotel Decapolis de la capital bajo custodia policial. Algunos de ellos pintaron o colgaron carteles con mensajes de auxilio en las ventanas del edificio. Días después, un vuelo con 135 personas aterrizó en Costa Rica.

Hasta ahora, el número de migrantes expulsados a América Central sigue siendo bajo, aunque se espera un peligroso aumento. Los líderes de estos países afirman estar simplemente cooperando con el ejecutivo estadounidense, minimizando el alcance de las deportaciones. Analistas advierten que los presidentes han sido amenazados con aumentos arancelarios en caso de no colaborar, y que probablemente otros países de la región también se sumen a la recepción de ciudadanos expulsados, como lo demuestran las señales de apertura de El Salvador y Guatemala . El presidente guatemalteco anunció : “Hemos decidido aumentar en un 40% el número de vuelos con personas deportadas, tanto de ciudadanos repatriados como de expulsados de otras nacionalidades”, durante una rueda de prensa junto al secretario de Estado estadounidense Marco Rubio.

Pero ¿por qué el ejecutivo estadounidense está utilizando a estos países para llevar a cabo sus medidas de repatriación? Los analistas sostienen que estas expulsiones permiten al nuevo presidente deshacerse de problemas que surgieron durante su primer mandato, en un intento por bloquear la migración legal . Las nuevas medidas de la presidencia Trump permiten resolver el problema del hacinamiento en las cárceles, ya que la deportación de ciudadanos de países con los que Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas tensas –como China, Irán o Afganistán– acelera los procedimientos. Además, mediante estas medidas, Estados Unidos puede eludir sus obligaciones jurídicas internacionales de ofrecer la posibilidad de solicitar asilo a personas que corren riesgo en sus países de origen. Las deportaciones rápidas también permiten evitar otro obstáculo especialmente espinoso: según la legislación estadounidense, las autoridades no pueden retener a menores durante más de 20 días, estén acompañados por sus padres o no. La mayoría de los migrantes deportados a América Central hasta ahora han sido familias con niños.

3. LA AMENAZA A LOS DERECHOS HUMANOS

Juan Navarrete, abogado de derechos humanos de Amnistía Internacional, considera que la mayoría de los migrantes necesita protección internacional, ya que en muchos casos provienen de países afectados por conflictos armados o gobernados por regímenes autoritarios que no respetan los derechos humanos.

Muzaffar Chishti, investigador del centro de estudios Instituto de Política Migratoria en Estados Unidos, explica cómo el gobierno estadounidense se ha desentendido de sus responsabilidades hacia los deportados, debido a la inaplicabilidad de sus leyes: “Una vez que trasladas a estas personas, las leyes, la Constitución y los reglamentos estadounidenses ya no se aplican. Si estas personas tenían algún derecho según la ley estadounidense, al llegar a Panamá o a Costa Rica ese derecho desaparece”, declaró Chishti a BBC Mundo.

Pero esta no será la parte más difícil del proceso para los dos países, considerando que aún deben negociar con los llamados estados “recalcitrantes”. Se trata de países que no están dispuestos a colaborar en la acogida de migrantes, lo que obligaría a buscar nuevos destinos.

Acratador 6 Junio 24

6 Junio 2024 at 21:44

Las personas migrantes son la munición que está usando la extrema derecha para convertirse en una fuerza política cada vez más relevante en Europa.  El miedo es gratis y la explotación de los mitos securitarios también, así que este programa es un monográfico que pretende desmontar ideas preconcebidas sobre la inmigración irregular. Aparte de datos […]

La entrada Acratador 6 Junio 24 se publicó primero en Radio Topo.

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