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AnteayerSalida Principal

Cinismo de clase en Estados Unidos

12 Junio 2025 at 06:35

En Estados Unidos está en marcha una guerra contra los migrantes pobres, a los que se cataloga de personas indeseables, una calificación que hace referencia a los humildes del mundo no importa del país de donde vengan, ni las condiciones de violencia, miseria, hambre, destrucción ambiental que los obliguen a dejar su suelo natal, condiciones que son propiciadas en gran medida por Estados Unidos. Todos los días se conocen nuevas disposiciones jurídicas, restricciones legales y económicas, anuncios amenazantes, con mucha dosis de crueldad, clasismo y racismo.

Quedaría la impresión de que en Estados Unidos ‒un país de inmigrantes‒ se rechaza a todos los extranjeros, con independencia de sus extracción de clase. Esto no es cierto, porque en los Estados Unidos se acoge a ciertos migrantes, que hagan parte del club de los ricos del planeta, predominantemente blancos.  Esto lo evidencian dos hechos de índole clasista: la venta de visas doradas y el asilo de afrikáneres que proceden de Sudáfrica. 

VENTA DE VISAS DORADAS [GOLDEN CARD]

En Estados Unidos existe la Green Card [Carta Verde], una visa especial que se concede a ciertas personas que quieran vivir y trabajar en ese país y quienes la obtengan gozan de los mismos derechos de cualquier ciudadano estadounidense. Los que quieran esa visa deben hacer una solicitud, realizar unos trámites y esperar aprobación oficial del gobierno de Estados Unidos. Donald Trump ha propuesto una nueva visa, la Golden Card [Tarjeta Dorada], la que puede comprarse sin realizar ningún trámite, simplemente desembolsando la “modesta cifra” de cinco millones de dólares [equivalentes a unos veintidós mil millones de pesos colombianos].

Trump es un típico capitalista que ve a Estados Unidos como una gigantesca empresa en la que pueden obtenerse jugosos réditos, a costa de la explotación y miseria de la gran mayoría de la población de ese país y del resto del mundo. Trump demuestra una sólida conciencia y solidaridad de clase, con los de su clase, los capitalistas, multimillonarios y poderosos no importa donde hayan nacido, siempre que tengan como identidad el capital del que dispongan. Con esa perspectiva, Trump ha dicho que esa Tarjeta Dorada va a atraer a inversionistas con dinero líquido, los cuales van a crear empleos y a pagar impuestos, para beneficio de esa economía, a diferencia de los migrantes pobres que son, para esos ricos, un incómodo estorbo, que hay que quitar del camino. A los millonarios que compren su Tarjeta Dorada se les garantiza la ciudadanía de Estados Unidos, pero eso si deben ser de “clase mundial”, gentes de muy “alto nivel”, agregó Trump, del nivel delincuencial que a él lo caracteriza y que forma parte de la identidad de la lumpenburguesía de cualquier lugar del planeta.

ASILO Y REFUGIO A “BLANCOS PUROS” [AFRIKANERES] DE SUDAFRICA

El otro hecho que expresa el claro carácter de clase del gobierno de Donald Trump es el de la acogida jubilosa de 59 “refugiados” de la etnia blanca afrikáners de Sudáfrica. Son “blancos puros” que pertenecen al minoritario sector que mantuvo el Apartheid en ese país durante décadas y sometió con brutalidad a la población negra, la mayoría absoluta, de ese territorio. Descienden directamente de los holandeses que llegaron al sur del continente africano desde 1652. Aunque solo constituyen el 7% de la población de Sudáfrica, acaparan el 50% de la tierra, lo que indica su poder económico.

Para obtener refugio en Estados Unidos han alegado que están siendo sometidos a un genocidio, ejercido contra ellos por ser blancos, por parte de la mayoría negra del país. Y Trump ha usado este argumento como excusa para darles asilo, indicando que “es un genocidio lo que está ocurriendo y “están matando a los granjeros. Da la casualidad de que son blancos”. A lo que había que agregar que no solo son blancos, sino que pertenecen a una fracción de la clase dominante de Sudáfrica.

De ahí que se les acoja como refugiados, se envíe un avión chárter de Estados Unidos para llevarlos hacia ese país y se invente un genocidio. Este término, en boca de genocidas de larga data como son los asociados al poder en Estados Unidos, es falaz, cuando ese país es responsable directo del genocidio de Palestina. Mientras que Israel asesina cada segundo a hombres, niños y mujeres, a los que bombardea en escuelas y hospitales, los acorrala y los mata de hambre, los palestinos [claro pobres y de color oscuro] ni siquiera gozan del derecho a que se reconozca que ellos están viviendo a flor de piel un genocidio sin precedentes en la historia reciente del mundo.

La medida del gobierno de Trump tiene un sesgo genocida de clase y de raza, porque al tiempo que se inventa un genocidio, niega el real, el de Palestina, e incluso acusa a Sudáfrica por haber interpuesto una demanda contra el estado sionista y asesino de Israel. 

Como para que no queden dudas de su clasismo, Trump dispuso que los afrikáneres recién llegados sean alojados en hogares que cuenten con mobiliario y artículos domésticos esenciales. Algo que se les niega a los millones de migrantes que hace años malviven en Estados Unidos y a los que se les encarcela en jaulas o se les expulsa a las cárceles de Bukele en el Salvador.

No solo a los palestinos se les niega cualquier ayuda ‒salvo la humanitaria de bombardearlos a diario‒-sino que se niega el asilo a personas procedentes de Afganistán, Sudán o El Congo, asolados por guerras, guerras que llevan la marca Made in Usa.

La importancia de la clase social

En síntesis, para los multimillonarios todos los privilegios porque se les considera como humanos de primera clase, que merecen las atenciones del gobierno de Estados Unidos y de sus clases dominantes, mientras que a los migrantes pobres, que se les concibe como una plaga indeseable, sucia y apestosa,  se  les persigue con una crueldad de clase, propia del capitalismo realmente existente y no de los manuales de economía neoliberales, que aplauden la “libertad de elegir” que supuestamente proporciona el capitalismo.

Esto indica que la C-L-A-S-E [en inglés C-L-A-S-S], esa impronunciable palabra de cinco letras al decir de Noam Chomsky, es una realidad material que sigue existiendo y su consideración es fundamental para entender lo que sucede hoy en la primera potencia del mundo. En consecuencia, aunque sean importantes otros aspectos, entre ellos el racial y el de género, en última instancia Donald Trump y compañía, con su cinismo y desprecio de clase (CLASISMO) ‒ expresión de la lucha de clases que libran desde arriba los poderosos del mundo contra los trabajadores, los desvalidos, los migrantes pobres‒ evidencian la importancia de la conciencia y solidaridad de clase por parte de los capitalistas de allá y acullá, algo que deberían aprender los miembros de las desorganizadas clases subalternas, tanto en el corazón del imperio como en nuestro heterogéneo mundo periférico y dejar a un lado tanta ideología woke, que despolitiza e inmoviliza en la lucha contra el capitalismo realmente existente.

Publicado en papel en El Colectivo (Medellín), No. 108, junio de 2025.

Libertad: ¿libre mercado o sociedad libre?

12 Junio 2025 at 06:30

En América Latina se ha producido una exitosa apropiación del concepto “libertad” por parte de las derechas políticas y económicas. Con distintas variaciones como “libre mercado”, “libre empresa”, “economía libre” e incluso, muy recientemente, tras la ideología “libertaria” y al mismo tiempo “anarcocapitalista”, lo que se pretende sostener es que una economía basada en el mercado y la empresa privada es la expresión genuina de la libertad humana, en general. Con ese redondeo, sus seguidores e ideólogos juzgan al progresismo latinoamericano, al marxismo y a cualquier postulado de izquierda o socialista, como teorías contrarias a la “libertad”.

Pero la apropiación conceptual no es más que un recurso ideológico, ya que en nada se ajusta a las realidades históricas de la región. Aunque el término libertad es anterior al capitalismo, adquirió la connotación contemporánea asociada al mercado y la empresa, bajo las condiciones creadas por la primera revolución industrial. Tuvo su mayor expresión en los pensadores ilustrados del siglo XVIII y se consolidó con las revoluciones burguesas entre las que sobresalió la de Francia, en 1789.

El mismo pensamiento ilustrado se difundió en América Latina y permitió formulaciones propias, como la asociación entre libertad e independenciaanticolonial, que movilizó los procesos independentistas latinoamericanos a inicios del siglo XIX. Sin embargo, durante la época republicana y de edificación de los Estados nacionales, la “libertad” y sus connotaciones (libre mercado, etc.) tuvieron desarrollos contradictorios y hasta conflictivos. Liberales y radicales del siglo XIX asumieron representarlos auténticamente; pero expresaron, inevitablemente, a sectores modernizantes y a burguesías emergentes, que confrontaban contra el dominio terrateniente y las oligarquías agrarias y regionales. Se referían más al campo político y legal, a fin de consagrar los derechos individuales y las instituciones civiles, que finalmente se incorporaron en las Constituciones liberales desde mediados del siglo XIX. En lo económico, hablar de mercado libre o libre empresa no tuvo la fuerza que hoy tiene, aunque se asociaban a la teórica visión de los derechos individuales y de propiedad, además de orientarse, ante todo, a las relaciones de comercio internacionales.

No por ello la situación social cambió, pues si bien fue abolida la esclavitud, el sometimiento campesino, indígena y de los trabajadores a formas serviles y otras relaciones precapitalistas propias de los regímenes oligárquicos de la época, se mantuvo largo tiempo y en buena parte de los países hasta por lo menos mediados del siglo XX. La “libertad” no llegó. Por eso los desarrollismos de las décadas de 1960 y 1970 son los que realmente modernizaron a las sociedades latinoamericanas en su conjunto y afirmaron definitivamente las relaciones capitalistas, lo cual tampoco significa que la “libertad” se haya afianzado en la región que, de todos modos, pasó a ser la más inequitativa del mundo.

A partir de la Revolución Mexicana (1910) y particularmente de su Constitución de 1917, la libertad adquirió un carácter social de liberación: contra la pobreza, la explotación, el subdesarrollo. Con ese impulso, el desarrollo de las izquierdas latinoamericanas durante el siglo XX afirmó la lucha por la libertad como superación del capitalismo como sistema opresor del ser humano. Al mismo tiempo fue esclareciéndose que la libertad tiene dos concepciones distintas y en disputa para el tiempo presente. De un lado, la libertad y sus variantes económicas, tal como provienen de la ideología neoliberal y de la libertaria, se refieren al dominio empresarial privado, cuestionan al Estado y alientan la flexibilidad laboral, que implica recortar los derechos laborales históricamente alcanzados. Incluso, desde la perspectiva libertaria anarcocapitalista, el Estado, como órgano opresor y “ladrón” de recursos privados a través de impuestos, debe desaparecer. Desde estas filas parece olvidarse que en la historia latinoamericana no ha existido mercado “libre” y que, además, la empresa “libre” no ha generado bienestar social y ha acudido al Estado tantas veces cuantas ha sido necesario para obtener subsidios, descuentos, reordenamiento o alivio de deudas, supresión de impuestos, etc. El “corralito” en Argentina (2001) y el “feriado bancario” en Ecuador (1999) salvaron a banqueros corruptos, a costa de la sociedad y de los recursos estatales.

De otro lado, la “libertad” planteada desde las izquierdas no se agota en la liberación social, porque se comprende que, librada la sociedad de la dominación capitalista, el individuo puede ejercer, como no ocurrió antes, su plena libertad. Está claro, desde estas filas, que la libertad individual no debe ser confundida con la libertad de mercado o de empresa. Estas “libertades” económicas son las que tienen que sujetarse a las regulaciones del Estado y, ante todo, de la sociedad, para garantizar la efectiva libertad individual y no solo de las élites minoritarias del poder, que acumulan riqueza aprovechando del trabajo socialmente generado.

En última instancia, lo que desde esta otra óptica se plantea para un futuro diferente es no solo cuestionar el poder del Estado como órgano opresor, sino el poder del capital. Si se sigue a los libertarios anarcocapitalistas, al desaparecer el Estado solo queda la actividad privada que, en definitiva, se materializa en los “emprendimientos”, cuyo exponente central son las empresas que emplean trabajadores bajo una supuesta relación “libre” y voluntaria entre partes iguales. Si se sigue a las izquierdas latinoamericanas, es, finalmente, la abolición del poder opresor del capital el que asegurará la verdadera libertad del ser humano.

En esta contraposición de ideales, lo que en la vida efectiva sucede en la América Latina del presente es la contraposición entre dos “modelos” de economía: uno afincado en la libertad del mercado y la acción exclusiva de la empresa privada y otro que se construye con dificultades, entre avances y retrocesos, para lograr una economía de tipo social, en la cual el Estado cuente con fuertes ingresos, redistribuya la riqueza, imponga regulaciones y normas al sector privado, proteja los derechos laborales, sociales y ambientales, y multiplique la atención prioritaria en bienes y, sobre todo servicios (educación, salud, medicina, vivienda), para el bienestar de la población y su libertad social e individual frente al poder del capital.

Este contraste de caminos tiene experiencias históricas demostrables bien sea con los gobernantes neoliberales y empresariales o bien con los gobiernos progresistas. En la actualidad, México está a la vanguardia en la edificación de una sociedad con economía social; mientras en Argentina se afectan seriamente las condiciones de vida y trabajo de la población y en Ecuador la sucesión de tres gobiernos empresariales desde 2017 ha institucionalizado la segunda época plutocrática en la historia del país, en la cual reviven viejas condiciones del subdesarrollo y dominio oligárquico, en medio de una inseguridad ciudadana inédita. América Latina sigue en disputa por la libertad: del individuo y la sociedad, en un extremo, o del mercado y las empresas, en el otro.

Blog del autor: Historia y Presente
www.historiaypresente.com

¿Y nuestros derechos?

12 Junio 2025 at 06:20

El problema no es que el presidente no respete nuestros derechos; es que nosotros no nos hacemos respetar. La Constitución del Ecuador tiene 74 artículos sobre nuestros derechos y es el segundo capítulo de la Constitución, sin hablar de nuestras “garantías constitucionales”, que son el tercer capítulo con 10 artículos más. ¿Qué más queremos? Todo está escrito para que se nos respete. Pero, ¿quiénes de entre nosotros se dedica a leer la Constitución que es la base de nuestra dignidad personal y del convivir nacional? Tenemos a la mano las herramientas necesarias para defendernos y conducirnos, y las despreciamos. Esperamos que otros resuelvan nuestros problemas. Por eso los que nos gobiernan no tienen ninguna vergüenza ni moral para hacer lo que les da la gana con nuestros derechos y garantías constitucionales. Si nos atropellan es porque nos dejamos atropellar. ¡Qué poca dignidad tenemos!

            Claro, en general la escuela y los centros de educación, los grandes medios de comunicación, las iglesias, la misma familia hacen todo para que seamos sumisos y obedientes a un sistema neoliberal que nos hace pedazos, olvidándose de los que debería ser su misión: ayudarnos a crecer como personas, familias, grupos y sociedad, facilitarnos el conocimiento de nuestros derechos y garantías, hacernos conocer la Constitución, darnos los medios para desarrollar nuestra dignidad personal y nuestra convivencia ciudadana. ¿Cuántos nos dedicamos a estas tareas? ¿Cuántos nos dedicamos siquiera a conocer lo que es nuestra dignidad, nuestros derechos y nuestras garantías? Entonces dejemos de quejarnos que no nos respetan, que nos atropellan y hacen lo que les da la gano, si nosotros se lo permitimos y los elegimos para que así lo hagan.

Seamos un poco más serios, dignos, conocedores de nuestros derechos, capaces y decididos a vivir conscientes y prestos a organizarnos para hacernos respetar. Los derechos, la dignidad y la convivencia se defienden personal y colectivamente, sino… estamos como estamos por culpa nuestra y no por culpa de los demás y de los gobiernos. Culpar a los demás es cobardía y comodidad individual. Nos acomodamos con una vida de tercera categoría… desacomodando a los demás, a costa de ellos colaborando a su destrucción… que nos destruye también a nosotros. ¿Cuándo decidiremos a salir de este vicioso e infernal? Por eso somos un montón de inconscientes, una masa de indiferentes, una cantidad enorme de inútiles: Eso ha posible porque hemos elegido los últimos tres presidentes que hemos tenido: un traidor que hemos aceptado sin reclamar, un corrupto que lo hemos dejado robarnos y un dictador que hemos reelegido…  los 3 “a imagen y semejanza” nuestra.

            La dignidad es nuestra esencia de seres humano, nuestra identidad fundamental: flor de las más bellas y frágiles que no cultivamos ni cuidamos, por eso que se marchitó hace tiempo. La dignidad nos viene de la vida. Es la vida que tiene derechos, porque la vida es el mejor regalo. Toda vida tiene derechos. Cuando no respetamos la vida, no trabajamos por ella, no la cuidamos ni la fortalecemos… esto nos lleva a la indiferencia y la maldad. El derecho de toda vida es ser amada y cuidada. Todo está en el amor y la ternura. Venimos del amor que anida en el universo. Vida y amor son la misma unidad. Si vivimos amando, somos ya plenamente felices. Eso es nuestra espiritualidad como seres humanos. Trabajemos por los derechos de todo lo que vive y por nuestros derechos que son a la vez deberes.

Leonardo Boff escribe: “Esta dimensión espiritual de nuestra naturaleza ha sido sofocada por nuestra cultura que venera más el dinero que la naturaleza, más el consumo individual que el compartir, que es más competitiva que cooperativa, que prefiere el uso de la violencia al diálogo para resolver conflictos y recurre a la amenaza y al eventual uso de armas de destrucción masiva.”

Les comparto también partes del mensaje que acabo de recibir de un amigo sacerdote del Perú:

“Seamos sembradores de esperanza,

Con fe que la humanidad rota se puede restaurar,

Y que sí puede existir paz y bienestar para todos,

Pero con otro modelo y orden social’; un mundo más justo, más humano.

Sí, es posible una verdadera fraternidad globalizada,

Con el espíritu de ‘Jesús y sus Bienaventuranzas’.

¡Ánimo! La historia evoluciona, según Teilhard de Chardin,

Hacia la plenitud del ser humano humilde dentro de la creación

Con un Cristo universal cósmico. Bendiciones.”

            Derechos, dignidad, vida, amor, espiritualidad son las aguas vivas del pozo donde tenemos que beber para vencer nuestra cobardía y todo mal.

Pedro Pierre: Sacerdote diocesano francés, acompaña las Comunidades Eclesiales de Base (CEB ) urbanas y campesinas de Ecuador, país adonde llegó en 1976.

¿Dónde nos llevan los designios celestiales del imperio?

12 Junio 2025 at 06:16

“En cuanto termine la guerra [Primera Guerra Mundial] podremos someterlos a nuestro modo de pensar, entre otras cosas porque estarán financieramente en nuestras manos”. William Wilson, presidente de EE.UU., en carta al coronel House.

Toda la historia de EE.UU. cabe en una gota de petróleo, en un dólar, en una bala, y la de su clase dirigente para hacer lo que hace, cabe en una sola mentira, la continua remisión de sus quehaceres a su designio divino como raza. No es un asunto menor, no es una casualidad, es el propósito elaborado a partir de una práctica que da como consecuencia una filosofía, un sistema de pensamiento fruto de una guerra permanente que busca “la solución final”.

En la guerra contra España, Doménico Losurdo explica cómo la dirigencia estadounidense reclamaba la libertad y la independencia de la isla de Cuba aduciendo que es que es “tan vecina a nuestras fronteras”, y de paso acusaba al viejo imperio de emplear medidas que son una “desgracia para la civilización cristiana”, mezclando de es manera la idea de pertenencia a EEUU en una llamada atribuyéndose la “democracia, la moral y la religión” apartando o condenando a el viejo imperio español de todo ello por más católico que éste se hiciese llamar. De semejante modo el imperio naciente se daba la autorización sagrada de intervención.

El autor se detiene en McKinley cuando toma la decisión de anexionarse Filipinas declarando que ha tenido un encargo de “Dios Todopoderoso”, pues había rezado para que le iluminase y fue eso lo que hizo que el designio le liberase de toda tribulación, ni siquiera de la posibilidad de permitir que se encargase de la tarea “a Francia o a Alemania, nuestros rivales comerciales en Oriente”, y continua diciendo el autor del ensayo que los filipinos no podían tampoco hacerse cargo porque eran “ineptos para el autogobierno”, y se hundirían en la “anarquía y (el) mal gobierno” peor que lo que hacía el imperio español:

“No nos quedaba más remedio que conservar Filipinas, educar a los filipinos elevándolos, civilizándolos y cristianizándolos, y -con ayuda de Dios- hacer lo mejor para ellos, como nuestros hermanos, para los que también murió Cristo. Y entonces me fui a la cama, me amodorré y dormí profundamente.”

Ha quedado en la historia la destrucción sembrada por el ejército estadounidense, la matanza de la población, la hambruna y las enfermedades causadas de manera general, el encierro de la población en campos de concentración, “y hasta recurriendo en determinados casos al asesinato de todos los varones mayores de diez años.”

El imperio experimenta un gusto por la guerra mezclando robo con encargo divino, la verticalidad de las cuentas y la vara religiosa, y con ese espíritu acomete la primera Guerra Mundial. Entrando en ella es cuando el presidente Wilson, ese que parecía tan “demócrata”, escribe a su coronel House sobre sus “aliados”: “En cuanto termine la guerra podremos someterlos a nuestro modo de pensar, entre otras cosas porque estarán financieramente en nuestras manos”. La grandeza imperial se funda en la degradación de sus mismos aliados, y reforzará semejante “grandeza” con el encargo celestial elaborando la mística con la que educa a los suyos en el afán de conquista sin dar pie a cuestionarse lo hecho mientras anulan los 5 sentidos de la población embutiendo en su ideario las palabras paz, democracia, valores humanos, todo tan manoseado que desaparece el significado.

A partir de aquí Losurdo presenta declaraciones de los presidentes del imperio, todas como se verá insistiendo en la misma elaboración fundamentalista economica-política-religiosa con la que desentenderse de la responsabilidad que cae sobre ellos como clase y aparato de sojuzgamiento mundial. En la Guerra fría Eisenhower, en 1953, declara: “La libertad está en lucha contra la esclavitud; la luz contra las tinieblas”. En otra ocasión ordena a sus oyentes que inclinen la cabeza ante “Dios todopoderoso” y como si se dirigiese a ese su Dios dice: “Que todo se desarrolle para el bien de nuestro amado país y para Tu gloria. Amén”.

Foster Dulles -·un puritano riguroso”, según Churchill-, declara con orgullo: “en el Departamento de Estado nadie conoce la Biblia mejor que yo”. (Éste es el que declaraba que a la juventud había que introducirla en el mundo de la drogadicción, la música sin sentido, y todas las perversiones para controlarla mejor, ese era su “lado práctico”). Aseguraba: “Estamos convencidos de que es necesario hacer que nuestro pensamiento y nuestras prácticas políticas reflejen del modo más fiel posible la fe religiosa según la cual el hombre tiene en Dios su origen y su destino”. Mientras Dulles sostiene que los que se niegan a ponerse de su parte contra la Unión Soviética viven bajo “pecado”, los EEUU dirigen la cruzada como “pueblo moral” que son.

Ronald Reagan, desde 1983 será el conductor moral añadiendo que su “pueblo” es el más fiel a Dios, haciendo de cartel para lanzar la lucha contra “el enemigo ateo” y combatiendo” el pecado y el mal” como manda la “Escritura” y “Nuestro Señor Jesús”.

Clinton comenzó su mandato con las siguientes palabras: “Hoy celebramos el misterio de la resurrección americana”, para luego traer a colación “el pacto de nuestros padres fundadores y el Todopoderoso”. Y añadió: “Nuestra misión es intemporal”. Terminó declarando: “Desde esta cumbre de la celebración escuchamos una llamada de auxilio en el valle. Hemos oído las trompetas, hemos realizado el cambio de guardia. Y ahora, cada uno a su modo y con la ayuda de Dios, debemos responder a la llamada. Gracias y que Dios os bendiga a todos”. Cuando fue reelegido dio “gracias a Dios por haberle hecho nacer americano”.

George W.Bush hizo su campaña electoral con el dogma: “Nuestra nación ha sido elegida por Dios y tiene la misión histórica de ser un modelo para el mundo”.

Todo indica que los imperialistas toman la religión bajo sus intereses expansionistas y exterminadores como medio para dominar a los pueblos y hacer de ellos esclavos.

Para terminar Doménico Losurdo escribe: “Incluso la aniquilación atómica de Hiroshima es ocasión para ensalzar al Todopoderoso, que ha reafirmado clara y justamente su confianza en el pueblo elegido, garantizándole en exclusiva la nueva y terrible arma de destrucción masiva. Así es como argumenta el presidente Truman: “Damos gracias a Dios por haberla puesto a nuestra disposición y no en manos de nuestros enemigos, y le rogamos para que nos enseñe a usarla según Sus disposiciones y Sus designios”. Como se ve, la legitimación y la asistencia divina están garantizadas también para las nuevas Hiroshima Después han figurado como presidentes otros tantos, son figurones que cambian porque el gran capital culebrea para agrupar fuerzas en dirección del objetivo que define a la clase imperial. En situaciones de crisis sistémica como es la que sufre hoy, comprobamos diariamente que su apoyo en ese mandato divino que se atribuyen se infla junto a su mal estado, y busca la Tercera Guerra Mundial, ¿nuclear?, con “aspiraciones de conquista y designio celestial”, en el Norte, en el Sur, en el Este y en el Oeste.

En la actualidad tenemos como emprendedor mercenario de la tarea imperial, con los mismos presupuestos de exterminio, de genocidio, de “Solución final”, bajo el manto bíblico y toda la fraseología “democrática y celestial”, al ente colonial que cuida y arma EE.UU. El último escándalo “civilizatorio divino” fue hace dos días en la ONU votando contra un acuerdo de paz en Gaza.

Toda la historia de EE.UU. cabe en una gota de petróleo, en un dólar, en una bala, y la de su clase dirigente para hacer lo que hace, cabe en una sola mentira, la continua remisión de sus quehaceres a su designio divino como raza.

Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.

Rebelión y guerra en Los Ángeles

11 Junio 2025 at 06:57

Como instrumento de las élites estadounidenses y expresión de las ideas más nefastas del supremacismo yanqui, el programa político que encabeza Donald Trump busca recuperar el cercenado poderío imperial de Estados Unidos. Su estrategia: combinar la guerra total a escala global contra los países enemigos, exacerbar la sumisión de países y entes político económicos ya subordinados y construir y eliminar a un enemigo interno en lo nacional.

A través de identificar a los inmigrantes como el enemigo interno, Trump construye el relato de que esa población– en especial la latina, asiática y africana– es la causa de todos los problemas del país. Las redadas contra migrantes se iniciaron bajo el argumento que sólo se deportarían a personas con una situación migratoria irregular que hubieran cometido algún delito. Pronto esto se demostró falso. Las deportaciones al centro de detención en El Salvador y a otros países incluyeron incluso a ciudadanos estadunidenses y a personas sin siquiera una multa de tránsito. Entre los criterios para identificarlos como delincuentes, además de aplicar el criterio racial, era que ellos tenían tatuajes (¡uno de cada tres estadunidenses tiene tatuajes!).

Desde el fin de semana pasado, la política antimigrante de Trump topó con la realidad: una rebelión espontánea de latinos –principalmente mexicanos– en la ciudad de Los Ángeles. Las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fueron directamente a centros de trabajo en busca de personas “indocumentadas”. Eso detonó la ira popular. Cientos de personas las enfrentaron, impidiendo sus labores. Los combates se extendieron contra policías, personal de la FBI, de la DEA y de la oficina de seguridad del suelo patrio. Fue entonces que Trump envío a 2 mil tropas de la Guardia Nacional y 500 marines para sofocar la rebelión y, hasta ahora nada han podido hacer.

La Guardia Nacional es la reserva militar de Estados Unidos. Ese cuerpo represivo y de ocupación, fundado en 1663, antes de que Estados Unidos existiera como país independiente, fue enviado sin la anuencia del gobernador de California (algo que no ocurría desde hace 60 años). Su presencia en las calles, atacando a la población, pone en evidencia una guerra civil en curso, que había permanecido soterrada. Los inmigrantes, como enemigo interno, son el objetivo de la guerra interna.

El estado de California representa por sí solo la quinta economía más grande del mundo y Los Ángeles la ciudad más desigual de Estados Unidos. Un tercio de sus residentes viven en la línea de la pobreza. Mientras el precio por metro cuadrado de tierra está entre los 10 más caros del mundo, 80 mil ciudadanos viven en las calles. Es una de las ciudades en que el proceso de desindustrialización de fines del siglo XX avanzó de manera ejemplar con la gentrificación de barrios, la especulación inmobiliaria y la superexplotación de los trabajadores, sacando una renta extraordinaria de los inmigrantes sin papeles.

En la década de 1990, el urbanista crítico Mike Davis en Ciudad de Cuarzo resaltó su carácter de promesa utópica y de vertedero posmoderno del sueño americano. Alertó sobre los desastres sociales que podían venir a causa de la estructura imperante. En 1992, ante la exoneración de cuatro policías que habían golpeado casi hasta la muerte al taxista afro Rodney King, estalló en esa ciudad una revuelta de enorme magnitud: 63 personas fueron asesinadas por la policía, miles fueron detenidas y decenas de miles de negocios fueron incendiados. Por aquel entonces, Los Ángeles era la segunda ciudad con mayor población afro de Estados Unidos. Hoy la revuelta migrante alerta sobre un conflicto de proporciones inéditas: más de 40 por ciento de su población es latina.

No todo es rebeldía. La gente también tiene miedo. El terrorismo de Estado sigue siendo funcional. Los restaurantes mexicanos registran poca afluencia.

Mucha gente teme ser deportada. Algunas personas han dejado de salir de sus hogares. Esta guerra interna amenaza con quebrar lazos comunitarios muy profundos.

La rebelión rebasó a las organizaciones sociales. Los sindicatos están paralizados y sumidos en su periodo de negociación contractual. Las fuerzas más activas y beligerantes son las de las agrupaciones vecinales que luchan por la vivienda, defienden a la población inmigrante y fortalecen la vida comunitaria. Para ellas el desafío de hoy radica en combinar el alzamiento espontáneo con estrategias de resistencia a largo plazo. Identifican que la verdadera batalla será en los barrios y por periodos prolongados.

Si el conflicto se sostiene o aumenta, lo más probable es que las élites políticas intentarán decantar las contradicciones a través de las disputas político electorales entre demócratas y republicanos y sus ONG afines, tratando de hacer discreta una guerra interna que, como ocurre con las guerras externas, requieren tanto del garrote como de la zanahoria.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/06/10/opinion/rebelion-y-guerra-en-los-angeles

Dos multimillonarios enfrentados por más dinero y poder

11 Junio 2025 at 06:10

Se acaba de cumplir lo que no pocos analistas políticos auguraron: el fin del romance del presidente de EE.UU., Donald Trump, y su controvertido asesor Elon Musk, considerado el hombre más rico del mundo.

Luego de varios meses de amoríos intensos entre los dos multimillonarios, la bronca estalló entre ambos la pasada semana, y de que manera.

Musk anunció su abandono de la Casa Blanca y pocas horas después arremetió con severas críticas y ofensas contra el gobernante de Washington.

Por su parte, Trump, ni corto ni perezoso, respondió a su “expareja” acusándole de consumir drogas, y por esa razón su comportamiento.

En pocos días ya se han dicho de todo, hasta del mal que van a morir, y es de esperar que el enfrentamiento se caliente aun más, a juicio de los analistas.

Detrás de las divergencias, y también delante, están el dinero y la sed de supremacía de dos maniáticos que ansían el trono de un imperio que transita hacia su fin, como le ocurrió al romano en su tiempo por las luchas de poder.

Los mismos expertos alertan que la batalla campal entre los referidos multimillonarios corre el peligro de terminar en una grave crisis política sin precedentes en EE.UU.

Vaticinan, de otro lado, que las ambiciones entre los integrantes de la Casa Blanca pueden dar al traste con el segundo gobierno de Trump.

Concuerdan además en que, igual a Musk, el secretario de estado, Marco Rubio, termine por salirse o sea expulsado del gabinete estadounidense por el actual mandatario.

Las mismas fuentes subrayan que Rubio es otro arribista, y recuerdan que compitió con su ahora jefe por la candidatura a la presidencia por el partido Republicano.

Aunque se den caricias hoy, como antes Musk y Trump, el responsable de la diplomacia de EE.UU. tiene conocidas aspiraciones de convertirse en inquilino de la Casa Blanca.

La confrontación entre ese trio solo ha comenzado, y parafraseando contrariamente a lo que reza un viejo refrán popular, puede que la sangre sí llegue hasta el rio.

Los «incivilizados» pueden aprender a cultivar la tierra

9 Junio 2025 at 06:03

El lunes 12 de mayo de 1919, el ministro de Guerra del Reino Unido, futuro ministro y héroe de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill, refiriéndose a su propia práctica de gaseo de manifestantes y rebeldes árabes, escribió:

No entiendo esta reticencia al uso de gas. En la Conferencia de Paz, hemos adoptado la postura definitiva de defender su mantenimiento como método de guerra permanente… Estoy firmemente a favor del uso de gas venenoso contra tribus incivilizadas. El efecto moral debería ser tan positivo que la pérdida de vidas se reduzca al mínimo. No es necesario utilizar solo los gases más mortíferos: también se pueden utilizar gases que causan grandes inconvenientes y siembran el terror…

De los hindúes dijo que eran animales que adoraban elefantes. Consecuente, fue responsable directo y consciente de la hambruna que mató millones de personas en Bengala, en 1943, poco antes que firmase un acuerdo de alianza con Stalin en Irán para luchar contra el nazismo.

Estas palabras del héroe británico y defensor de la libertad y los Derechos Humanos, estas ideas y acciones supremacistas por entonces no eran una novedad ni provocaron ningún escándalo. El racismo supremacista y mesiánico, como el Destino manifiesto de O’Neill y El sacrificio del hombre blanco de Kipling que en el siglo XIX justificaron y promovieron matanzas de “pueblos incivilizados” y de “razas inferiores” fueron el antecedente de Hitler y el nazismo. Hitler le plagió párrafos enteros a Madison Grant para Mi Lucha y le agradeció la inspiración. La popularidad del nazismo en países como Inglaterra y Estados Unidos era profunda y extensa, sobre todo entre los empresarios ricos y entre políticos poderosos, hasta que comenzaron a perder la Segunda Guerra y, de repente, los criminales nazis fueron apenas un puñado de locos, no una masa cómplice y cobarde de hermosos y superiores civilizados con amnesia súbita.

Cien años después la historia de suprimir incivilizados, razas inferiores, pueblos maldecidos por Dios, es mil veces peor y, como entonces, parece que no es para tanto. Pero también es mil veces superior la información disponible en tiempo real, por lo cual también la responsabilidad y la vergüenza (o desvergüenza) se multiplican por mil.

Actualmente, Uruguay es uno de esos ejemplos que no alcanzan a ser trágicos por el solo hecho de su incapacidad militar y propagandística de hacer tanto mal. No porque seamos un pueblo superior, como su gobierno tan amablemente insiste en dejarlo en claro con su propio ejemplo. Lo cual no nos exime de la vergüenza por la cobardía de la negación o los titubeos morales ante los hechos más trágicos de la historia contemporánea. Cobardía y negación de la cual se eximen aquellos miles de uruguayos que no se inclinan temblorosos ante los fascistas de turno, esos que aterrorizan con total impunidad de derecha a izquierda―en ese orden.

Luego de que el presidente de Uruguay Yamandú Orsi se negó a la petición de su partido (la coalición de izquierda Frente Amplio) a definir las matanzas en Gaza como genocidio, se defendió diciendo que lo suyo son las acciones, no las palabras, y que prefiere no hablar sobre “la guerra” y aportar “soluciones concretas”, como enviar leche en polvo y arroz a Gaza… La embajada de Israel en Uruguay calificó la crítica del Frente Amplio al genocidio en Gaza como “expresiones de odio disfrazado” y advirtió de “consecuencias peligrosas”. La B’nai B’rith calificó el breve comunicado del FA como “gravísima falta moral”.

Debido a la previa crítica de artistas y militantes de la izquierda a los titubeos de su propio gobierno, el presidente volvió a intentar apagar el fuego con más combustible. En una nueva declaración a los diarios, dijo que condenaba la “escalada militar” y que la ofensiva de Netanyahu “alimenta el antisemitismo” y genera “hartazgo” en “sectores importantes” del pueblo israelí.

Es bastante obvio que el genocidio sionista puede alimentar, entre otras cosas, el antisemitismo, ya que han sido desde siempre los mismos sionistas quienes, por razones políticas, geopolíticas e ideológicas se encargaron de confundir e identificar estratégicamente sionismo con judaísmo (como identificar al KKK con el cristianismo), por lo cual hasta los cientos de miles de judíos que se oponen activamente a las matanzas de palestinos y al apartheid en Israel pueden terminar siendo víctimas responsabilizadas por algo que condenan.

¿Pero qué hay de los cientos de miles de palestinos masacrados, mutilados, traumatizados y hambreados? ¿No son ellos las víctimas directas del odio y de la violencia que insiste que “en Gaza no hay inocentes, ni siquiera los niños”, por lo cual se justifica exterminarlos antes que se conviertan en “terroristas”? ¿No serán los colonos europeos que dicen ser descendientes de un hombre llamado Abraham que vivó hace 4.000 años en lo que hoy es Irak, los verdaderos antisemitas? Un hombre que primero tuvo un hijo con su esclava a petición se su esposa infértil. Pero el hijo de Abraham y la esclava produjo el linaje de los árabes. Como algo salió mal, Sara tuvo su hijo a los 90 años por milagro del Señor, el que produjo el linaje de los israelíes (según la misma tradición que identifica a aquellos israelíes de hace 3.000 años con los actuales) una versión mejorada de la raza de su hermano. Pero dejemos esta línea surrealista de razonamiento que es sólo obvia para los fanáticos en trance perpetuo.

La sola idea de enviar leche y arroz a Gaza bajo el lema de “acciones y no palabras” oculta la profunda ignorancia de lo que ocurre con la ayuda humanitaria en Palestina o, más probablemente, el negacionismo y un conocido temor a criticar al poderoso que está cometiendo un genocidio ―digamos masacre, para no ofender la sensibilidad de los asesinos y sus apologistas.

Claro, si lo mencionas, el argumento automático es “no te he visto condenar el ataque del 8 de octubre”. Lo cual es falso y paradójico, ya que siempre es dicho por quienes jamás condenaron ni condenarán las repetidas masacres y violación sistemática de Derechos Humanos contra los palestinos y otros vecinos desde la Segunda Guerra mundial, cuando los mismos sionistas, con orgullo, se reconocían como terroristas.

El canciller uruguayo, Mario Lubetkin (ex Director de Comunicación Institucional de la FAO para América Latina) ha salido a apagar el fuego (ahora incendio) de las críticas de sus bases políticas anunciando planes para permitir la llegada al país de “algunos jóvenes palestinos de Cisjordania” para que puedan formarse en agricultura sostenible. En otro programa de radio afirmó que los jóvenes palestinos podían “pensar en el día después” convirtiéndose en entrepreneurs y comenzar su propias start-ups.

¿El día después de qué? ¿Por qué tenemos que decirles, los amos occidentales, qué deben hacer para civilizarse, como adoctrinarse y adaptarse al progreso y sumisión al capitalismo anglosajón? Claro, volver a exiliaros, lejos de su tierra y de sus propias y soberanas decisiones como individuos y como pueblo.

Aparte de la conciencia turbia de la cancillería de Uruguay, muchos no entienden ni imaginan que en Palestina hay miles de profesionales y académicos bilingües cuyas escuelas y universidades fueron bombardeadas hasta los escombros. En Israel los consideran animales de carga y en Occidente creen que pueden enseñarles a plantar olivos.

A principios del 2024 me reuní con encargados de Asuntos Internacionales de mi universidad en Estados Unidos para proponerles la creación de “becas humanitarias” para estudiantes afectados por los conflictos bélicos. Aparte de que la idea fue muy bien recibida, se hundió en la desidia de los donantes. ¡Pero qué buena idea, eso de sacar palestinos de Palestina para enseñarles a cultivar otras tierras! ¿Cómo no se les había ocurrido antes? No se trata de darles una beca a los jóvenes que lo perdieron todo bajo las bombas para que se preparen y den una lucha internacional por la soberanía de su pueblo, sino para que aprendan a cultivar la tierra, otras tierras que no tienen nada que ver con la suya que conocen como la palma de la mano y la han cultivado por miles de años de forma más que sostenible.

¿Dónde está la cantaleta que escuchamos los profesores de Occidente con una frecuencia tóxica sobre la necesidad de “formar líderes mundiales”? Cada vez que en alguna reunión critico este lema colonialista, a muchos les cuesta entenderme.

Desplazar jóvenes palestinos para que aprendan “agricultura sostenible” en Uruguay es tan buena idea que se parece a la de la “Solución final”, de la que tanto hablan miembros del gabinete de Natadasco ―y la mayoría de los israelíes; según una encuesta del periódico israelí Haaretz, el 82 por ciento de la población apoya la expulsión forzada de los palestinos de Gaza.

A esta altura no sé qué es peor, si tener un Trump en Argentina o un Biden en Uruguay.

Explotación laboral de personas campesinas migrantes en invernaderos de Canadá

7 Junio 2025 at 07:00

• En esos lugares trabajan aproximadamente 30 mil mexicanas y mexicanos, precisó Aaraón Díaz Mendiburo
• Las jornadas en la nación norteamericana se extienden de 12 a 16 horas, alertó Luz María Hermoso Santamaría
• Olivia Doggett mencionó que ese país depende de la fuerza laboral temporal extranjera
• Marcela Juárez Morales dijo que ese abuso también sucede en Sinaloa y Querétaro, por ejemplo

En Canadá hay invernaderos altamente tecnificados y productivos para cultivar frutas, verduras, flores y recientemente cannabis; pero no se sostienen sin la mano de obra de personas provenientes de países en desarrollo, quienes llegan en busca de mejores condiciones económicas.

Aaraón Díaz Mendiburo, investigador del Centro de Investigaciones de América del Norte de la UNAM, explicó lo anterior y añadió que en esa nación existe, a partir de 1966, el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT), al que se sumó México en 1974 con una participación de 206 personas campesinas; hoy en día son aproximadamente 30 mil: 97 por ciento hombres y tres por ciento mujeres.
Durante el conversatorio “El presente y futuro de la migración y el trabajo en los invernaderos de alta tecnología en México y Canadá”, el doctor en Antropología consideró que aun cuando se ha descrito como un programa ejemplar, tiene algunas contradicciones.

En ese sentido, abundó el académico, las personas migrantes son clasificadas como de bajas habilidades, pero dominan sus labores y realizan actividades especializadas; son estructuralmente indispensables e irremplazables por empleados canadienses, pero lo son por provenir, sobre todo, del sur global; y reciben salarios.Díaz Mendiburo recordó que en marzo de 2020 el entonces primer ministro canadiense, Justin Trodeau, declaró cerrar las fronteras para todos aquellos que no fueran ciudadanos o residentes, a excepción de los estadounidenses. Pero tres días después se anunció la entrada de los trabajadores migrantes reclutados bajo los distintos programas de empleo.

A decir de la profesora de la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, Marcela Juárez Morales, la explotación en ese tipo de lugares no es exclusiva de Canadá, sucede también en México.
Presentó un modelo que se aplica en Sinaloa, en el cual prevalecen prácticas tradicionales como “acasillamiento” (acción de establecer de forma permanente a un trabajador en una hacienda o granja, dándole vivienda y considerándolo un jornalero permanente); prevalecen preocupaciones empresariales por la tecnificación, pero no por las condiciones laborales.

En el caso de Querétaro impera la rotación de personal, carecen de apoyos de vivienda y de mayor salario, aunque amplíen sus actividades. “Los incentivos a la productividad son sobre el salario mínimo y se cuenta por fruta o cultivo cosechado, en condiciones muy precarias”, sostuvo.

De acuerdo con la profesora-investigadora de la Universidad Autónoma de Chapingo, Luz María Hermoso Santamaría, las jornadas formales en los invernaderos son de ocho horas diarias, pero en realidad se extienden a 12 y hasta 16, manteniendo una “esclavitud moderna”.Manifestó que existen 200 mil granjas para diversos cultivos, y en ellas se desempeña gente del sur global (entre ellos mexicanos) en precarias condiciones, pese a la alta tecnificación que se tiene en esas instalaciones donde usan, por ejemplo, energía eólica y monitores de televisión para controlar la productividad.
“A la fecha, vía el PTAT se contrata a 27 mil 318 personas que siembran, cultivan y cosechan en la agricultura primaria canadiense (apicultura, flores, frutas, hortalizas, procesadoras de alimentos, tabaco y viveros), de los cuales 26 mil 699 son hombres (97 por ciento) y 619 mujeres (2.26 por ciento), con salarios que fluctúan entre 15 y 18 dólares canadienses por hora”, señaló.

En tanto, Olivia Doggett, de la Universidad de Toronto, reconoció que Canadá depende de la fuerza laboral temporal extranjera a la que se somete a una “esclavitud moderna” en los invernaderos, donde laboran personas de 25 a 40 años. “Hay una gran explotación y quieren que trabajen como máquinas”.

DGCS UNAM

Bases militares extranjeras a la vista: ¡Nos vemos en las urnas!

7 Junio 2025 at 06:20

“Sin soberanía, una nación no puede existir” –Juan Montalvo (1832-1889)

La Asamblea Nacional, en un segundo debate, el día 3 de junio, al apuro, con una discusión menos que mediocre, dio paso a la eliminación de la prohibición constitucional que impide el establecimiento de bases militares extranjeras en Ecuador. El siguiente episodio, luego del dictamen de la Corte Constitucional, se dirimirá en un referéndum, tal como dispone la Constitución de Montecristi [2], en su artículo 442, dedicado a reformas constitucionales parciales.

Con esta acción parlamentaria, respaldada por la mayoría oficialista y inclusive por asambleístas del Pachakutik, el gobierno caminó en línea con las pretensiones de algunos grupos, que siempre estuvieron en contra de dicha decisión constitucional, a través de la que se cristalizó la salida de la base norteamericana en Manta. En síntesis, con una sociedad agobiada por la violencia criminal, se quiere retroceder la rueda de la historia abriendo nuevamente el territorio nacional para el establecimiento de tropas extranjeras. En concreto, se pretende derribar la esencia del artículo 5 de la carta magna:

“El Ecuador es un territorio de paz. No se permitirá el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. Se prohíbe ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras.”

            Artículo que quedaría con un texto declarativo:

“El Ecuador es un territorio de paz.”

El gobierno de Daniel Noboa, que avanza con este proceso de desmantelamiento de la soberanía nacional iniciado por Guillermo Lasso, en el marco de su conflicto interno armado, justifica esta medida para combatir el narcotráfico, inclusive la pesca ilegal, sacrificando la soberanía nacional. Como veremos a continuación, recuperando incluso experiencias de la historia ecuatoriana, al ceder soberanía, a la postre no se consigue la seguridad y la Paz, tampoco se logra reducir el narcotráfico. Pero antes revisemos algunos elementos de una Constitución redactada en una gran minga democrática, aprobada masivamente en las urnas, para impulsar “la cultura de la Paz”.

ELEMENTOS DE LA “CULTURA DE LA PAZ” CONSTITUCIONALIZADA…

Recordemos que, entre los cinco primeros artículos aprobados en el pleno de la Asamblea Constituyente en Montecristi, el día viernes 29 de febrero del 2008, estaba el hoy es el artículo 5, que establece que el Ecuador es un territorio de Paz. Irónicamente, al día siguiente de su aprobación, en la madrugada del sábado 1 de marzo, se produjo el bombardeo de la fuerza aérea colombiana, con evidente apoyo militar norteamericano, en Angostura, territorio ecuatoriano. Entonces, violentando nuestra soberanía nacional, se asesinó a un grupo de personas, que incluso no formaban parte de las fuerzas insurgentes de Colombia.

Esa ya fue una clara advertencia de lo difícil que es construir un territorio de paz, impulsado por el sentir pacifista de nuestra sociedad, que se plasmó en el preámbulo de la Constitución, que reza así:

“Nosotras y nosotros, el pueblo soberano de Ecuador, decidimos construir… Un país democrático, comprometido con la integración latinoamericana… la Paz y la solidaridad con todos los pueblos de la tierra.”

En consecuencia, con lo establecido en la primera página de la carga magna, aprobada en las urnas mayoritariamente por el pueblo ecuatoriano, el 28 de septiembre del 2008, se fija que

“Son deberes y responsabilidades de las ecuatorianas y los ecuatorianos, sin perjuicio de otros previstos en la Constitución y la ley: (…) 4. colaborar en el mantenimiento de la Paz y de la seguridad.” (artículo 83)

En la lista de reclamos por la paz en el texto constitucional, teniendo en el horizonte la construcción de un mundo que erradique la violencia, en el artículo 276, se establece que,

“El régimen de desarrollo tendrá los siguientes objetivos: (…) 5. Garantizar la soberanía nacional, promover la integración latinoamericana e impulsar una inserción estratégica en el contexto internacional, que contribuya a la paz y a un sistema democrático y equitativo mundial.”

No cabe duda que, en la Constitución de Montecristi se optó por visualizar un mundo que condene las pretensiones imperiales de cualquiera de las grandes potencias y que impulse la integración y la convivencia pacífica entre los pueblos.  Esta preocupación se plasma de forma categórica en el artículo 416:

“Las relaciones del Ecuador con la comunidad internacional responderán a los intereses del pueblo ecuatoriano, al que le rendirán cuenta sus responsables y ejecutores, y en consecuencia:

1. Proclama la independencia e igualdad jurídica de los Estados, la convivencia pacífica y la autodeterminación de los pueblos, así como la cooperación, la integración y la solidaridad.

2. Propugna la solución pacífica de las controversias y los conflictos internacionales, y rechaza la amenaza o el uso de la fuerza para resolverlos.

3. Condena la injerencia de los Estados en los asuntos internos de otros Estados, y cualquier forma de intervención, sea incursión armada, agresión, ocupación o bloqueo económico o militar.

4. Promueve la paz, el desarme universal; condena el desarrollo y uso de armas de destrucción masiva y la imposición de bases o instalaciones con propósitos militares de unos Estados en el territorio de otros. (…)

8. Condena toda forma de imperialismo, colonialismo, neocolonialismo, y reconoce el derecho de los pueblos a la resistencia y liberación de toda forma de opresión. (…)

10. Promueve la conformación de un orden global multipolar…”

Cabría traer a colación otro punto fundamental en la Constitución relacionado con “la cultura de Paz”, expresamente establecido para las regiones fronterizos (artículo 249) e inclusive para impulsar la seguridad humana, que propone “la convivencia pacífica de las personas” (artículo 393).

Esta cuestión está expresamente establecida como deberes primordiales del Estado en su artículo 3: “Garantizar a sus habitantes el derecho a una cultura de paz…”; artículo en el que, adicionalmente se establece, como otro deber fundamental: “Garantizar y defender la soberanía nacional”, que a todas luces se verá atropellada con el establecimiento de una base militar extranjera en territorio ecuatoriano. [3]

Otro punto medular. El Estado tiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza. La presencia de tropas extranjeras, por más que estén cobijadas con algún acuerdo por el Estado, podría terminar por asumir al menos parte de las funciones exclusivas de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, establecidas en los artículos 158 y 159 de la Constitución. Lo que no impide buscar una cooperación respetuosa de nuestra carta magna con otros Estados para enfrentar el crimen organizado transnacional.

En síntesis, con el intento por eliminar la esencia de una Constitución pacifista y soberana, se quiere echar por tierra la Constitución de Montecristi.

LA HISTORIA, ESA GRAN Y OLVIDADA MAESTRA…

En nuestro país tenemos una amplia experiencia de lo que ha significado la presencia de tropas extranjeras.

La base norteamericana en Manta -Puesto de Operaciones de Avanzada (FOL, Forward Operating Location)-, establecida en el marco del Plan Colombia, el año 1999, no contribuyó a disminuir el flagelo del narcotráfico. Durante los 10 años de su existencia los envíos de droga se triplicaron. La tasa de criminalidad se disparó. Decenas de personas, particularmente pescadores, denunciaron abusos de parte de soldados yanquis. En suma, se registraron varias violaciones a los Derechos Humanos y la respuesta de la sociedad mantense, en su mayoría, era contraria al mantenimiento de dicha instalación militar extrajera, como informó el INREDH, en el año 2007. [4]

Las acciones de los aviones norteamericanos no se ciñeron a los términos del convenio pactado, pues en muchos casos estaban orientadas a la lucha contra la insurgencia en Colombia y la interdicción de emigrantes ecuatorianos; muchas veces en acciones sin conocimiento de las autoridades ecuatorianas. Lejos quedó el sueño de transformar a Manta en una suerte de Miami en el Pacífico. Y como sucede en estos casos, las tropas allí instaladas gozaron de privilegios diplomáticos.

En territorio ecuatoriano, ya tuvimos anteriormente la presencia de tropas norteamericanas. Soldados yanquis desembarcaron en Baltra y Salinas en diciembre de 1941, luego del ataque japonés en Pearl Harbor, con la provincia de El Oro ocupada por tropas peruanos, sin autorización expresa del Estado ecuatoriano. Recién el 24 de enero de 1942 se firmó el convenio para normalizar la presencia de tropas de los EEUU en Salinas y el 2 de febrero en Baltra. Entre estas dos fechas, con la presencia de soldados peruanos en territorio ecuatoriano y con una enorme presión panamericana, el 29 de enero de 1942, se firmó el Protocolo de Paz, Amistad y Límites de Rio de Janeiro. En suma, su presencia no sirvió para precautelar la soberanía nacional. [5]

Recuérdese que los norteamericanos construyeron dos pistas de aterrizaje y alrededor de 200 edificios en la isla de Baltra. Cuando esas tropas abandonaron el lugar, el destrozo ecológico era general, pues su presencia no buscaba proteger el entorno; destrozos similares se registran en otras islas en donde hay instalaciones militares. [6] Sería una ingenuidad creer ahora que una nueva base, construida en clave de los intereses geopolíticos de Washington, cumpliría un papel protector de las islas, amenazadas por muchos factores, como puede ser la masiva presencia de flotas pesqueras chinas o el mismo turismo desbocado. [7]

Es más, cabría tener presente las disposiciones del artículo 258 de la Constitución, que prohíbe actividades que pongan en riesgo el frágil ecosistema de Galápagos. Las obras militares lesionarían de manera grave la flora y la fauna, todo el medio natural y, por tanto, también a los seres humanos. La actividad de navios y aviones militares aumentaría el tráfico marítimo y áreo afectando aún más el hábitat y la movilidad de especies únicas.

Finalmente, cabría traer a colación que luego del desmantelamiento de la Base de Manta, los norteamericanos establecieron dos bases más en Colombia, en donde en la actualidad ya existen 7 bases, sin que se haya logrado parar el narcotráfico. Es más, la producción de cocaína sigue en alza en el territorio colombiano y también en el peruano, en donde ya funcionan 5 bases militares norteamericanas, a las que se suma la base para control espacial en Talara, que es una suerte de respuesta yanqui a la construcción por parte de China del mega-puerto de Chancay.

Una potencial base en Galápagos y esta base en Talara están relacionados a nivel geoestratégico y constituyen nuevos enclaves militares para fortalecer la posición de dominio y control de los Estados Unidos en la región, sobre todo en el conflicto con la República Popular China y sus aliados. [8] Debe quedar claro que el retorno de las tropas yanquis a Ecuador responde a intereses geoestratégicos de Washington, que se expresa incluso geográficamente en el ámbito del “Corredor Marino del Pacífico Tropical Oriental”, que incluye las Galápagos, la isla del Coco (Costa Rica), las islas Malpelo y Gorgona (Colombia), y la isla Coiba (Panamá). [9]

Es bueno conocer que, el Imperio norteamericano cuenta con cerca de un millar de bases e instalaciones militares de diverso tipo en todo el mundo, con las que asegura su poder y bienestar económico. Con ese despliegue de poderío militar Washington no ha conseguido restringir la expansión de la droga. En realidad, como afirmó el embajador norteamericano Todd Chapman, el año 2019, al finalizar sus funciones en Quito, con nuevos mecanismos, nuevas tecnologías y nuevas disciplinas, los desafíos en la lucha contra el narcotráfico, no requieren de una base militar estadounidense, como ocurría con la base de Manta. Este diplomático, en esa entrevista, afirmó categóricamente que “no es del interés de EEUU usar los métodos del pasado para confrontar los desafíos de hoy”, en suma, que “no se requiere una base militar (norteamericana) en Ecuador”, para combatir el narcotráfico. [10]

Entonces, es evidente que una nueva base norteamericana en Galápagos o el regreso de una base a Manta estarían orientados por los intereses geoestratégicos de Washington en medio de la disputa del poder mundial con las otras grandes potencias imperialistas, particularmente con China. Estas pretensiones norteamericanas han sido expuestas repetidamente por la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los EEUU, quien ha manifestado catagóricamente el interés del coloso del Norte por el control de zonas de influencia y fuentes de recursos naturales estratégicos para su seguridad geopolítica y energética.

CAMINO DE UN REFERÉNDUM HISTÓRICO…

Es el momento de reflexionar con calma y de tomar decisiones que no ahonden los problemas. Al crimen y la delincuencia hay que combatirlos con firmeza, siempre con la Constitución y la ley en la mano, pues el Estado no puede actuar con la misma brutalidad que el crimen organizado. Así, para garantizar una genuina seguridad ciudadana y caminar en Paz, tenemos que defender y hacer realidad conjuntamente la justicia social y la justicia ecológica, con una permanente radicalización de la democracia, sin sacrificar la soberanía nacional.

El reto es complejo. Lo constatamos a diario. A pesar de que la militarización y el populismo penal fracasan, el gobierno puede volver conseguir el respaldo popular para continuar por esa vía. Entonces, ahora, para impedir este retroceso histórico y enfrentar oportunamente el creciente autoritarismo en marcha, es indispensable abrir el debate y enfrentar con responsabilidad el referéndum. ¡Nos vemos en las urnas!

Notas:

[1] Alberto Acosta: Economista ecuatoriano. Presidente de la Asamblea Constituyente del Ecuador (2007-2008).

[2] Constitución de la República del Ecuador

https://www.lexis.com.ec/biblioteca/constitucion-republica-ecuador

[3] Posibilidad está textualmente vedada en la Convención Internacional contra el reclutamiento, la utilización, la financiación y el entrenamiento de mercenarios: Convención contra Reclutamiento de Mercenarios, Registro Oficial Suplemento 950 de 22-feb.

https://www.defensa.gob.ec/wp-content/uploads/downloads/2024/08/071.-CONVENCION-CONTRA-RECLUTAMIENTO-DE-MERCENARIOS.pdf

[4] INREDH (2016); “¿Cuál es el saldo que deja la Base Militar Norteamericana en sus 10 años en Manta?”.

https://inredh.org/cual-es-el-saldo-que-deja-la-base-militar-norteamericana-en-sus-10-anos-en-manta/  

[5] Alberto Acosta (2025); “La mira imperial puesta en Galápagos – Breve repaso de amenazas y agresiones recurrentes”, disponible en el libro de varios autores y varias autoras: La mirada imperial puesta en Galápagos.

https://www.accionecologica.org/wp-content/uploads/LA-MIRADA-IMPERIAL-PUESTA-EN-GALAPAGOS.pdf

[6] Elizabeth Bravo (2025); “Impactos ambientales de las bases militares – estadounidenses en ecosistemas tropicales”, disponible en el libro de varios autores y varias autoras: La mirada imperial puesta en Galápagos.

https://www.accionecologica.org/wp-content/uploads/LA-MIRADA-IMPERIAL-PUESTA-EN-GALAPAGOS.pdf

[7]  Anamaria Varea (2025); “Galápagos, santuario natural profanado”, disponible en el libro de varios autores y varias autoras: La mirada imperial puesta en Galápagos.

https://www.accionecologica.org/wp-content/uploads/LA-MIRADA-IMPERIAL-PUESTA-EN-GALAPAGOS.pdf

[8] Luis Córdova Alarcón (2025); “nuevos enclaves militares de Estados Unidos en Perú y Ecuador”, disponible en el libro de varios autores y varias autoras: La mirada imperial puesta en Galápagos.

https://www.accionecologica.org/wp-content/uploads/LA-MIRADA-IMPERIAL-PUESTA-EN-GALAPAGOS.pdf

[9] Darío González Posso, Catalina Toro Pérez ; “¿Una ‘base militar´ en la isla Gorgona?”

https://www.revistaciendiascinep.com/home/una-base-militar-en-la-isla-gorgona/

[10] Ver las entrevista en VISTAZO, 10 de junio del 2019: “No se requiere una base militar (americana) en Ecuador”. https://www.vistazo.com/actualidad/no-se-requiere-una-base-militar-americana-en-ecuador-IEVI139331

Sobre el mito de que Washington abandonó la hipocresía

7 Junio 2025 at 06:15

Tras la visita de Donald Trump a los Estados árabes del Golfo, hubo muchos comentarios sobre un cambio radical que el recién estrenado presidente de EE.UU. supuestamente introdujo en la política exterior estadounidense, en particular hacia la región árabe. Los comentarios se basaban en las declaraciones de Trump durante la visita, en particular sus elogios a lo que describió como los notables éxitos de los regímenes exportadores de petróleo y gas del Golfo, y su insinuación de que la principal fuente de su riqueza es su habilidad para gestionar los asuntos. Acompañó sus elogios con su repetida afirmación de que había puesto en marcha un cambio radical en la política exterior de Washington, de modo que Estados Unidos ya no da lecciones de democracia a otros Estados, ni intenta reconstruir algunos de ellos sobre bases democráticas, en referencia a los fracasos estadounidenses en Irak y Afganistán.

En realidad, el único periodo de la historia moderna en el que se produjo un cambio real, aunque limitado, en la política árabe de Washington fue durante el primer mandato de George W. Bush (2001-2005) y la primera mitad de su segundo mandato (2005-2009). La arrogancia de Estados Unidos en el apogeo de la hegemonía mundial unipolar que experimentó en la última década del siglo pasado, tras el colapso del sistema soviético, dio lugar a la llegada de los neoconservadores al poder en la nueva administración. Los neoconservadores promovieron una ingenua política idealista que fantaseaba con una réplica del papel que Estados Unidos desempeñó en la reconstrucción de Europa Occidental y Japón sobre bases supuestamente democráticas, pero esta vez en la región árabe. De hecho, la ideología neoconservadora proporcionó a la administración Bush un pretexto para su ocupación continuada de Iraq, pretexto que adquirió mayor importancia cuando el pretexto principal original (la mentira de que Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva) se vino abajo.

Washington se embarcó entonces en un intento de construir un sistema democrático en Iraq que se ajustara a sus intereses, tratando de imponerlo al pueblo iraquí a través de legisladores de su propia elección, hasta que el movimiento popular convocado por la autoridad religiosa chií le obligó a aceptar una asamblea constituyente elegida en lugar de una designada por el ocupante. En ese momento, en un esfuerzo por afirmar la sinceridad de sus intenciones, la administración Bush, especialmente a través de Condoleezza Rice tras su ascenso de Consejera de Seguridad Nacional a Secretaria de Estado, declaró que la época en la que se daba prioridad a la estabilidad autoritaria frente a las exigencias de la democracia había terminado, y que había llegado el momento de invertir la ecuación. Esta afirmación fue acompañada de presiones sobre el reino saudí, Kuwait y Egipto para que aplicaran reformas limitadas. En Egipto se desvaneció rápidamente cuando Hosni Mubarak, en la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias de 2005, cerró la limitada ventana democrática que había abierto en la primera ronda, sabiendo que los Hermanos Musulmanes serían los principales beneficiarios. Los resultados de la primera vuelta fueron suficientes para respaldar su argumento ante Washington, que posteriormente dejó de ejercer presión sobre él.

Toda la perspectiva idealista de los neoconservadores se vino abajo con el estallido de la guerra civil iraquí en 2006. La administración Bush se deshizo de los neoconservadores más destacados en la segunda mitad del segundo mandato del presidente (2007-2008). Volvió al rumbo que Estados Unidos había seguido a escala mundial desde el comienzo de la Guerra Fría. En el Norte Global, este curso dirigía un discurso ideológico democrático casi exclusivamente a la esfera soviética (Washington acogió al régimen cuasi-fascista portugués entre los miembros fundadores de la OTAN en 1949, y el golpe de Estado en Grecia en 1967 no impidió que este país siguiera siendo miembro de la alianza durante todo el gobierno militar que terminó en 1974).

En el Sur Global, el rumbo realista constituyó la norma. De hecho, Washington desempeñó un papel clave en el derrocamiento por la fuerza de varios regímenes democráticos progresistas y su sustitución por dictaduras de derechas (quizá el más famoso de estos numerosos casos sea el golpe militar de 1973 contra Salvador Allende en Chile). Tanto Barack Obama como Joe Biden han seguido el mismo rumbo hipócrita, independientemente de sus pretensiones. De hecho, la hipocresía alcanzó su punto máximo con Biden, quien tanto en 2021 como en 2023 convocó una «Cumbre por la Democracia» que incluía a figuras prominentes de la galaxia neofascista, como el brasileño Bolsonaro, el filipino Duterte y el indio Modi, por no mencionar, por supuesto, al israelí Netanyahu.

En la región árabe, las pretensiones democráticas de Washington desde la época de la Guerra Fría no le impidieron patrocinar el establecimiento de un régimen impregnado de extremismo religioso en el reino saudí mientras explotaba su riqueza petrolera. Más bien, presionó para que se endureciera o se volviera a endurecer ante la «Revolución Islámica» de Irán en 1979. Así lo señaló el príncipe heredero Mohammed bin Salman en una famosa entrevista tras asumir el cargo, en respuesta a una pregunta sobre el extremismo religioso en el reino, que se había propuesto desmantelar. El pretexto utilizado por Estados Unidos y otros países occidentales con intereses en la región árabe para justificar su silencio sobre el despotismo fue el «respeto a las culturas locales». Es el mismo pretexto utilizado por Donald Trump para justificar su priorización de los intereses estadounidenses y de sus intereses personales y familiares por encima de cualquier otra consideración.

Si Trump ha introducido algún cambio en el rumbo de la política exterior estadounidense, es en el abandono del discurso democrático que esta política había practicado en combinación hipócrita con un realismo que priorizaba los valores materialistas​​ sobre cualquier otro valor. Trump ha abandonado así una de las herramientas de poder blando que Estados Unidos imaginaba poseer sobre el mundo entero hasta su llegada a la Casa Blanca. Sin embargo, el rumbo neofascista que Washington ha adoptado durante el segundo mandato de Trump no es menos hipócrita que antes. El vicepresidente J.D. Vance sermoneó a los gobiernos liberales europeos sobre la «democracia» en defensa de las fuerzas neofascistas en sus propios países, y hemos visto al propio Trump apresurarse a ofrecer asilo a un puñado de granjeros blancos sudafricanos con el pretexto de que estaban siendo sometidos a un genocidio, producto de la imaginación de sus compañeros supremacistas blancos, mientras incitaba a un genocidio real, ciertamente terrible, en Gaza. La moraleja de todo esto es que la hipocresía ha sido la constante más destacada de la política exterior de Washington durante décadas y hasta el día de hoy.

Gilbert Achcar es un académico y escritor socialista libanés.

Traducción: César Ayala para viento sur.

Fuente: https://vientosur.info/sobre-el-mito-de-que-washington-abandono-la-hipocresia/

Imagen de portada: [Waleed Zein – Anadolu Agency]

«Bola de confusión»: la depresión que viene

6 Junio 2025 at 06:35

Cuando pensamos en la economía, la mayoría de nosotros sentimos una «bola de confusión»; esto no es solo una gran canción de la época de R & B (Ritmo y Blues). La frase significa que están sucediendo cosas alrededor que no dejan de confundirnos y por lo tanto, de desestabilizarnos.  Porque al estar confundidos, no es posible moverse. Psicológicamente es ser como un venado inmovilizado por los faros.

Pensemos en la economía de hoy. Estamos entrando en la «era de las tarifas», casi sin precedente en la historia moderna estadounidense. Según los tipos del Fondo Monetario Internacional –especialistas en obtener y guardar dinero que hablan de la acumulación capitalista– la caída en la actividad económica en Estados Unidos se está acercando a tasas comparables a las de 1932. Cuando escuché estas palabras, un escalofrío me recorrió los huesos, porque 1932 marcó la Era de la Gran Depresión.

Escucharán en cada canal, con la posible excepción de Fox o Newsmax, a un economista diciendo que nos estamos acercando a una recesión.  Una recesión significa dos trimestres de actividad económica a la baja, o sea, varios meses, seis meses o más.

Nadie se atreve a usar “la palabra con d”, y no me refiero a la democracia. “La palabra con d” es depresión, una de las palabras más temidas en el idioma inglés, pero el FMI acaba de hablar de esto.  Sus voceros no simplemente sacaron cualquier número al decir 1932.  Hablaron en lenguaje económico  para decirles a otros economistas, historiadores y analistas que la economía se está acercando a una depresión.  Y esta noticia debería preocupar a todos los que vivimos en este país.

Es cierto que la gran mayoría de la actividad económica en Estados Unidos es generada por los consumidores. Esto significa que cuando la gente sale a comprar, se convierte en el motor de la economía estadounidense. Y por eso la economía estadounidense es tan robusta. Pero si eso es cierto, lo contrario también lo es. Cuando haya una falta de ese tipo de actividad económica, entonces la recesión y, sí, la depresión, están en el futuro.

No es nada que celebrar, sino algo en lo que pensar y considerar muy seriamente.

Con amor y sin miedo, soy  Mumia Abu-Jamal.

Estos comentarios se graban por Prison Radio. prisonradio.org

13 de mayo de 2025

The Temptations. Ball of Confusion

Latinoamérica debe brindar apoyo humanitario y alimentos a Gaza

6 Junio 2025 at 06:30

El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, anunció que su gobierno está evaluando el envío de alimentos a la población palestina de Gaza para brindar apoyo humanitario real y efectivo, propuesta que tendría mayor repercusión si fuera compartida por todos los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

Entre los productos considerados por Orsi están la leche en polvo y el arroz, y se busca asegurar que la ayuda llegue correctamente a su destino. El presidente uruguayo subrayó que lo que Gaza necesita no son solo anuncios, sino acciones concretas que alivien la crisis humanitaria creciente por los bombardeos constantes de la ocupación israelí.

La iniciativa uruguaya podría dirigirse a la presidencia protempore de la CELAC (hoy Colombia), fundando con argumentos sólidos la propuesta de una acción conjunta  solidaria humanitaria elemental  ante la  destrucción  y la situación de  ghetto con inanición salvaje.

Uruguay dio el primer paso. El desafío es trabajar por una posición común latinoamericana en la reunión en la Asamblea General de Naciones Unidas el 18 de junio para impedir que los gazatíes no sigan muriendo por los bombardeos y masacres, sino también por hambre. 

Demás está decir que la crisis humanitaria en Gaza, marcada por la extrema inseguridad alimentaria y el riesgo de hambruna, ha generado preocupación en nuestra región. La ONU declara que toda la población de Gaza (2,2 millones de personas) se enfrenta a niveles de inseguridad alimentaria graves y que el 100% de la población está en riesgo de hambruna. 

Se estima que 470.000 personas en Gaza están en situación de hambruna catastrófica (fase 5 del CIF) y toda la población sufre inseguridad alimentaria aguda.  El bloqueo israelí a la entrada de ayuda humanitaria y la escasez de alimentos han exacerbado la crisis. 

Los discursos y comunicados no alcanzan, no detienen la hambruna: Es hora de demostrar en los hechos y no sólo en los discursos  la característica solidaria de .los pueblos latinoamericanos y caribeños.

Se comprende que entre los países de la región hay  posiciones distintas sobre los motivos/responsabilidades de conflictos internacionales, pero de lo que se trata es de una prioridad superior, y además enormemente urgente. La región, gran productora de alimentos para el mundo, no debiera ser indiferente en nombre de posicionamientos.

Y si acaso hubiera países de la región que plantearan no sumarse a la ayuda humanitaria, por su proclamación de lealtad incondicional a Israel. tendrían  derecho a no hacerlo ya que CELAC es una instancia  voluntaria de acuerdos no compulsivos.

La convocatoria a un posicionamiento común de la CELAC no debiera ser inhibido  porque «el problema de  Palestina y de Gaza es muy complejo» que sin dudas lo es, sino por razón humanitaria elemental mucho más significativa  y prioritaria. Impulsar una acción común elemental unitaria de la CELAC ayudaría a avanzar concretamente, y no solo discursivamente, en la perspectiva aspirada de integración regional.

Orsi se distanció de la declaración del Frente Amplio, que calificó de genocidio la situación en Gaza, señalando que esa es la postura de una fuerza política (la suya), pero condenó la escalada de violencia y enfatizó la importancia de evitar discursos que solo compitan en intensidad, insistiendo en la necesidad de soluciones prácticas para la población afectada.

El canciller uruguayo Mario Lubetkin también expresó la solidaridad del gobierno uruguayo con la población palestina y pidió un cese inmediato al fuego, defendiendo la existencia de dos Estados como camino hacia una paz duradera. En paralelo, la embajada de Israel en Uruguay criticó al Frente Amplio por su postura, responsabilizando a Hamás del conflicto.

*Cuerpo de redactores, analistas y corresponsales del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)

Rechazamos los ejercicios de guerra en Chile y la complicidad de EE.UU. en el genocidio en Palestina

6 Junio 2025 at 06:25

1 – Rechazamos los ejercicios de guerra “Estrella Austral 2025” que por estos días se desarrollan en diversos lugares de nuestro país y que son organizados por el Estado Mayor Conjunto de las FFAA y por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales con el respaldo y participación del Comando Sur de Operaciones Especiales del Ejército de los Estados Unidos y donde participan otros países de la región como de Europa. Entre ellos, manifestamos nuestra preocupación por los ejercicios militares desarrollados junto al Grupo de Operaciones Especiales de Carabineros (GOPE) para la práctica de “combates urbanos”.

2 – En un contexto de tensiones mundiales, por las guerras en curso, seguir con la retórica y la preparación práctica para escenarios de “combate” es seguir alimentando la resolución violenta de los conflictos regionales y mundiales y la lucrativa industria militar. Nuestro país debe rechazar la guerra como forma de resolver los conflictos y debería usar los enormes recursos que se desperdician en estos ejercicios militares para invertirlos en dar soluciones a tantas demandas insatisfechas que tiene nuestra población y que son urgentes para la seguridad humana.  Chile, luego de Brasil, México y Colombia, es el cuarto país de nuestro continente latinoamericano con el mayor gasto militar el que llega a la cifra de 5.105 millones de dólares.

3 – Al mismo tiempo, Chile debería poner fin a la relación y dependencia militar que tiene con el ejército de Estados Unidos que, como es de conocimiento público, instigó el golpe de Estado en Chile y entregó apoyo, de diversas formas, a la dictadura militar chilena. Por otro lado, es el principal cómplice de los crímenes que se comenten contra el pueblo palestino ya que proporciona asistencia militar y armamento a Israel.

4 – En ese sentido, vemos positivamente que el presidente Gabriel Boric haya anunciado el retiro de los agregados militares de la Embajada de Chile en Israel pero lo llamamos a romper completamente las relaciones diplomáticas con el estado de Israel que está cometiendo un verdadero genocidio contra la población palestina que la historia de la humanidad no podrá olvidar.

Al mismo tiempo, Chile debe poner fin a los contratos vigentes que tienen las Fuerzas Armadas chilenas con empresas israelíes y debe tomar todas las medidas para que nuestros puertos no sean cómplices de ninguna guerra en ningún lugar del mundo.

¡¡Que Chile y América Latina sean una Zona de Paz!!

¡¡Solidaridad con Palestina!!

Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas en Chile

Atentamente,

Alicia Lira, Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos

Patricio Vejar, Comunidad Ecuménica Martin Luther King

Hervi  Lara, Comité Oscar Romero,  SICSAL–Chile

Carlos González, Corporación Campo de Concentración 3 y 4 Álamos

Félix  Madariaga, Corporación Campo de Concentración 3 y 4 Álamos

Pablo Ruiz, Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas – Chile

PDF https://www.derechoalapaz.com/wp-content/uploads/2025/06/declaracion_Observatorio.pdf

https://www.derechoalapaz.com/rechazamos-los-ejercicios-de-guerra-en-chile/

Foto: www.ejercito.cl

La multilateralidad como oxígeno en Latinoamérica

6 Junio 2025 at 06:10

Estados Unidos se ha caracterizado, desde su nacimiento, en impulsar una política exterior destinada a concretar y hacer efectiva su visión y conducta de un supuesto Destino Manifiesto. Sobre todo, en el siglo XIX, época de dominio e influencia sobre el continente americano, bajo la consigna derivada de la Doctrina Monroe (1)

Una escuela de pensamiento determinada en esa máxima colonial de “América para los americanos” que, en esencia, implicaba el apropiarse incluso del nombre y dominar el conjunto del continente americano. Esto, en función de los intereses políticos, económicos y hasta ideológico de Estados Unidos. Presentada públicamente por el quinto presidente de Estados Unidos James Monroe, pero cuyo autor intelectual fue su secretario de Estado John Quincy Adams quien sería, posteriormente, el sexto presidente estadounidense

Estados Unidos representa desde aquella época, un peligro para las relaciones internacionales y sobre todo cuando la referencia son los pueblos de Latinoamérica, concretando en nuestra región la mencionada concepción hegemónica que ha determinado, hasta este siglo XXI, la forma de entender los vínculos que Washington exige tener con los países al sur del Río Bravo. En esta zona del mundo se han concretado ciertas concepciones, que han explicitado una particular forma de entender los vínculos que la sociedad estadounidense y sus administraciones de gobierno sostienen, debe ser los que hay que llevar a cabo, aunque ello signifique un dominio inaceptable.

La escuela política que signa la esencia imperialista de Estados Unidos, entendida como una traza de impedir el dominio europeo y signar la preeminencia de esa “América” (es decir Estados Unidos) de lo que consideraban su patio trasero. Ese motor de señorío se expresará en la de la denominada Unión Internacional de las Repúblicas Americanas (UIRA) en la Conferencia Internacional Panamericana celebrada entre 1889 y 1890 en Washington, la capital estadounidense. Esa UIRA se convertirá en que pasa a llamarse la Unión Panamericana el año 1910, precursora de la actual Organización de Estados Americanos (OEA)

La OEA se funda el 30 de abril de 1948 con el objetivo de ser un foro político para la toma de decisiones, el diálogo multilateral y la integración de los países americanos. Eso en evidente teoría pues, la OEA se convertirá en el ministerio de las colonias de Estados Unidos (2) que tendrán en la mencionada ciudad de Washington la oficina de su secretaria general. Una institución que, hasta el día de hoy ha servido para los fines de presiones, desestabilización y obediencia a las líneas de política exterior de Estados Unidos y, al mismo tiempo, contender contra las intenciones de otros países extra americanos que desean tener relevancia en el continente, a través de mecanismos de intercambio político y comercial, preferentemente.

Para lo mencionado se ha utilizado, no sólo a la OEA, sino también a la hoy alicaída Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés) la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) y múltiples agencias públicas y privadas, destinadas a desequilibrar el orden político de los países, generar invasiones, golpes de estado, comprar conciencias y voluntades, que es lo que suele estilarse cuando hablamos de Estados Unidos y los suyos: casta política de nuestros países, grupos empresariales, medios de comunicación entre otros.

Hacia la Multilateralidad

En los últimos 25 años, la política exterior impulsada por la República Popular China y la Federación Rusa, fundamentalmente, ha ido cambiando el rumbo del desequilibrio del poder imperante. Estas potencias, en materia de expandir sus relaciones políticas y económicas, no sólo en Latinoamérica, sino que, en el conjunto del mundo, van en la dirección correcta. En la idea de promover y concretar una necesaria reforma de la gobernanza global, que refleje mejor los intereses de todos los países. 

Eso lo sabe y resiente Estados Unidos, que a todas luces desea que esa vieja doctrina monroista vuelva a florecer y no perezca bajo el ímpetu renovador, vigoroso y justo de hacer un mundo multilateral y no seguir esta vía de unipolaridad que ha intensificado la brecha entre nuestros países y aquellos que poseen gran parte de los beneficios de las riquezas que proporciona el mundo.

En un artículo referido a esta idea de dominio a la baja de Estados Unidos señalé (3) “La caída de la ex URSS y la conformación de un Nuevo Orden Mundial, a partir del año 1991 concretó ese trabajo hegemónico de Estados Unidos, atizado por el sometimiento de una Europa constituida en el nuevo patio trasero de Washington, el control de vastas zonas del planeta…ricas en petróleo, gas y rutas marítimas. Indispensables para el comercio mundial y esa pretensión que el modelo neoliberal fuera la única divinidad posible de venerar…Sin embargo, poco a poco dos países y su política de encabezar una nueva visión y práctica en múltiples planos: militar, económico, financiero, en materia de relaciones internacionales multilaterales, ha ido cambiando esa hegemonía occidental: La República Popular China y la Federación de Rusia. Hoy, tras esos interminables años, el viraje de ese dominio es incuestionable”

El mundo muta, va en camino inexorable a la multilateralidad. Esto a pesar de los manotazos de ahogado de Estados Unidos y los suyos. La globalización neoliberal tiene fuerza aún y se requiere que, ese bloque de países que trabajan por cambiar el rumbo de dominio occidental debe intensificar su labor, que termine de dar un golpe de gracia a una manera de llevar adelante las relaciones internacionales, en provecho de un grupo reducido de países.

Los BRICS son un camino, al igual que la Organización de Cooperación de Shanghái, bloques regionales que a pesar de sus dificultades han mostrado caminos de cierta independencia de los centros de dominio como MERCOSUR en el sur del continente americano. Estados Unidos a través de la segunda administración de Donald Trump trata de restablecer el viejo sistema y ello implica tratar de sojuzgar a los países del Sur Global y ello obliga a los países latinoamericanos, a seguir ejemplos como los estados del Sahel africano (Mali, Níger, Burkina Faso) de apostar por la independencia, deshacerse de las ataduras neocoloniales.

Latinoamérica efectivamente trabaja por búsqueda de alternativas de autodeterminación. Entre el 7 al 10 de abril de este 2025, en la ciudad de Sao Paulo en Brasil, se llevó a cabo el encuentro internacional denominado “Dilemas de la Humanidad: Perspectivas para la Transformación Social». Valiosísimo ejercicio de difusión y organización, que reunió a líderes políticos, intelectuales y movimientos populares para debatir “soluciones económicas y sociales concretas frente a las crisis generadas por el capitalismo y el neoliberalismo. Búsqueda de soluciones, pero también reflexionar sobre sus experiencias en la formulación de políticas públicas y en la gestión de gobierno” (4)

Este tipo de encuentros permiten influir en las administraciones de gobierno, amplificar un discurso de cambio en nuestras sociedades que den cuenta, por ejemplo que aquellos que hablan de liberalización del comercio internacional, son los mayores proteccionistas y cuando se ven constreñidos en su afanes de dominio establecen alzar arancelarias, políticas de sanciones, bloqueos, embargos que implican, por ejemplo, el impedir que ciertos países sean parte del sistema de transferencias bancarias. De esa manera limitan el acceso al comercio internacional, que es exactamente lo que hace estados Unidos y Europa como herramientas de guerra económica.

Tenemos, como países, la necesidad de buscar mercados que favorezcan a nuestras sociedades crear alianzas zonales que, unidas a acuerdo más amplios unan los recursos del “Sur Global” (5) acompañado de una clara concordancia política económica. Nuestros países, miembros de este núcleo de recreación conceptual, con sus propias dinámicas y problemas, requiere alternativas. Establecer proyectos de inversión innovadores, establecer bancos regionales que vinculen nuestras economías con instituciones financieras más globales como es el creado por los BRICS (4) denominado Nuevo Banco de Desarrollo. Esto, junto al Acuerdo de Reservas Contingentes que supere las limitaciones del Banco Mundial como del Fondo Monetario Internacional dominados por Occidente.

América Invertida. Dibujo del uruguayo Joaquín Torres-García en 1943.

El unificar acuerdos comerciales regionales, como también políticos, por tanto, alejados de esa noción errada de la teoría de las cuerdas separadas (5) Con institutos más integrales, los países del “Sur Global” pueden comenzar a concretar gestiones propias, de beneficio y de gran autoridad. De esta manera se puede contender con una Organización Mundial de Comercio (OMC) más útil a las políticas de las potencias occidentales, que a los beneficios de la gran mayoría de los pueblos.   

Repensar y construir un mundo distinto requiere reforzar decisiones políticas y económicas más globales, inclusivas, como es el caso de los BRICS, que puede y debe desempeñar un papel clave, central, dinamizador de construir una arquitectura financiera, política y hasta cultural distinta, que permita retar la hegemonía del dólar y con ello avanzar hacia la desdolarización de nuestras economías. El reemplazo del sistema SWIFT (6) sistema financiero de las potencias hegemónicas, permitirá evitar la influencia nefasta a la políticas sancionatorias, violentas, ilegales que se impulsan contra países como China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Venezuela, Cuba, entre otros.

En Latinoamérica la situación de Brasil, como barómetro de los cambios necesarios despierta interés entre los partidarios de la multilateralidad (recordemos que Brasil es miembro fundador d ellos BRICS) ya aquellos que como Trump ven en el mandatario brasileño un escollo en sus afanes de mantener cierto dominio en lo que sigue considerando “su territorio exclusivo”. No en vano las primeras opiniones y decisiones respecto a dos grandes del continente como México y Brasil fueron en extremo duras: temas migratorios y arancelarios con México, incluyendo el tema drogas.

Y, en el caso de Brasil – país en el cual las simpatías de Trump están con el bolsonarismo y no con Lula, que ha criticado con firmeza los afanes hegemónicos de Trump, la prepotencia del mandatario estadounidense es incuestionable. Consultado respecto a la relación con el gigante sudamericano y Latinoamérica en general, el blondo multimillonario fue tajante “La relación estará bien, pero nosotros no los necesitamos, ellos nos necesitan más a nosotros. Todos nos necesitan» (7). Para Trump, el presidente Lula da Silva, en el Palacio de Planalto (sede del poder ejecutivo​ del Gobierno Federal brasileño) es un escollo que requiere ser removido y no cabe duda de que, para las próximas elecciones el papel de injerencia de Washington será de enorme magnitud.

El actual estado de desequilibrios, de amenazas arancelarias, de imposición de políticas de máxima presión contra una parte d ela humanidad llevadas a cabo por una administración estadounidense, que es contradictoria, ambivalente y con ello peligrosísima para la supervivencia de la humanidad. Una realidad que demanda modificaciones estructurales en amplios campos. Avanzar en dirección contraria a este mundo unipolar agonizante, nefasto, insoportable. Tenemos la necesidad y la voluntad de avanzar en alianzas regionales y hasta globales, que impulsen un Nuevo Orden Mundial.

Notas:

  1. Un evangelio político diseñado por el país del norte bajo la creación intelectual de John Quincy Adams y atribuida erróneamente al quinto presidente de los Estados Unidos James Monroe cuando éste la presentó en el Discurso ante el Congreso el año 1823. Una Doctrina, que en esencia proclamaba a Estados Unidos como líder de la oposición de los países americanos a la amenaza de la posible restauración monárquica en Europa y la llamada Santa Alianza tras las guerras napoleónicas y el temor que pretendieran recuperar algunas posesiones en América. La idea de “América para los americanos” como oposición al colonialismo, se transformó en América para los estadounidenses – que incluso tomaron para sí el nombre de América – expresando de ese modo su verdadero objetivo: transformar a los países del sur en su patio trasero, países dependientes de Estados Unidos, en todos los planos: económico, militar, político y hasta cultural. América no es Estados Unidos y un acto de soberanía y de exigencia a quienes se refieran a Estados Unidos es dejar de mencionarlos con nuestra denominación. América es Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica, pero no Estados Unidos. Un acto de independencia cultural comienza por este sencillo paso de autodeterminación. https://www.elciudadano.com/columnas/que-se-entienda-de-una-vez-america-de-los-americanos/11/08/
  2. La frase «Ministerio de las Colonias» en referencia a la OEA es creación del fallecido líder d ela revolución cubana, Fidel Castro quien la usó el año 1962, tras la decisión de este organismo regional dominado por Estados unidos de expulsar a Cuba de su seno con la afirmación que “los principios del comunismo son incompatibles con los principios del sistema interamericano
  3. https://www.elciudadano.com/columnas/washington-y-la-perdida-del-poder-hegemonico/07/10/
  4. El objetivo de Dilemas de la Humanidad, que celebra su cuarta edición, es que los participantes puedan debatir y proponer soluciones económicas y sociales concretas a las diversas crisis provocadas por el capitalismo y el neoliberalismo en todo el mundo, así como emprender acciones para combatir el hambre, las desigualdades sociales y la crisis medioambiental. https://dilemmasofhumanity.org/es
  5. El «Sur Global» aparece, así como una etiqueta a la vez múltiple y neutra para designar a Estados históricamente relegados a los márgenes del orden mundial. En 1926, en un ensayo titulado Alcuni temi della questione meridionale, el comunista y teórico revolucionario italiano Antonio Gramsci utilizó el término para referirse a las desigualdades entre el norte y el sur de Italia. Al hacerlo, según Garland Mahler, Gramsci aplicó un marco político que más tarde sirvió de base para la teorización del Sur en el Norte: «una geografía desterritorializada de las externalidades del capitalismo … para dar cuenta de los pueblos subyugados dentro de las fronteras de los países más ricos, de modo que hay Sur en el Norte geográfico y Norte en el Sur geográfico».

El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y el Acuerdo de Reservas Contingentes (CRA) del grupo buscan imitar y superar al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI), respectivamente. Los miembros del BRICS esperan que las instituciones de crédito alternativas puedan dinamizar la cooperación Sur-Sur y reducir la dependencia de las fuentes de financiación tradicionales. “según Kloß, una de las razones por las que se añadió el adjetivo «global» a «Sur» fue «para subrayar que el concepto no debe entenderse como una mera clasificación geográfica del mundo, sino como una referencia a las relaciones de poder globales desiguales, al imperialismo y al neocolonialismo.  https://legrandcontinent.eu/es/2023/10/20/que-es-el-sur-global/

  • El sistema SWIFT es una cooperativa formada por una serie de partes interesadas que participan activamente. Como organización, SWIFT está controlada por los bancos centrales de Bélgica, Francia, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Italia, Países Bajos, Suecia, Suiza, Japón y el Reino Unido. es una red de mensajería financiera que conecta bancos y otras instituciones financieras en todo el mundo. Permite la comunicación segura y estandarizada de mensajes financieros, como instrucciones de pago, para transferencias internacionales.
  • https://www.lapoliticaonline.com/internacionales/trump-anticipa-tensiones-con-lula-no-necesitamos-a-brasil-ellos-nos-necesitan/

La alucinación deshumanizante del tecnofetichismo

4 Junio 2025 at 06:35

Ciertamente ha habido invenciones que incidieron radicalmente en la modificación del paisaje social. Creaciones humanas, que inspiradas en un propósito persistente de superación,  consiguieron avances científicos o tecnológicos emancipadores. 

La rueda, el papel, la imprenta, la electricidad, las vacunas, la radio, la píldora anticonceptiva, el aeroplano, el motor de vapor o la penicilina, por solo mencionar algunos, contribuyeron sin duda a la ampliación de posibilidades de las personas. Posiblemente la red internet, más allá de su procedencia y sentido inicial ligados a objetivos militares, también pueda encuadrarse en esta categoría.

Bien vistas las cosas, ninguno de esos portentosos descubrimientos pueda ser adjudicado a una única persona. Pese a lo que señala cierta historiografía ingenua, individualizar estos inventos omite el entorno social en el que se producen y la enorme acumulación de intentos y aportes colectivos que las preceden.

Del mismo modo, pretender que estas innovaciones tengan el poder de transformar por sí solas las cosas, es otorgarles cualidades mágicas que oscurecen otros factores en el orden político y espiritual, en el campo de las ideas, la organización económica, la demografía o el desarrollo humano en general. Factores que actúan en estructura con la ciencia y la tecnología y son fundamentales para operar transformaciones sociales.

Atribuir excesiva virtud a tal o cual tecnología, es colocar en los objetos un influjo similar al que hechiceros de otros tiempos otorgaban a ciertos amuletos, confiriéndoles propiedades transmutativas de distinto tipo. Y quizás fuera la fuerte creencia de los pueblos en dichos conjuros, la carga energética de fe que depositaban en ellos movidos por necesidad y justificados por la autoridad que poseían los respectivos taumaturgos, la que efectivamente lograba su cometido. 

Algo similar ocurre hoy con las tecnologías digitales, a las que se adjudica, de modo cuasi místico, la prodigiosa capacidad de resolver la acumulación de problemas sociales y la consecuente crisis multidimensional de la actualidad. Una forma moderna de fetichismo, cuya fascinación permea hoy estamentos dirigenciales, pero que también encuentra extendida adhesión en las poblaciones.

No por nada la palabra fetiche significa, a partir de su origen en portugués y su paso por el francés, hechizo o encantamiento.       

El tecnofetichismo corporativo

La técnica, hermana menor de la ciencia, no siempre ha sido un vector de evolución humana. Basta destacar el interés de los gobernantes a lo largo de la historia por lograr supremacía tecnológica para dominar a otros. 

El desarrollo de la metalurgia en la Mesopotamia antigua permitió a imperios sucesivos un mejor equipamiento armado. De similar importancia fue la experiencia y destreza en la construcción naval, clave en la expansión colonialista posterior. Así, hasta llegar a las maquinarias de destrucción masiva que amputaron millones de vidas, desembocando en el horror del armamentismo nuclear.

La automatización digital, comandada hoy desde los altos mandos corporativos, no distingue sino una única moral, la del rédito a cualquier precio. Por ello, lejos de servir exclusivamente al bienestar público, se enfoca en servicios y aplicaciones en las que prima la extracción y mercantilización de datos, la vigilancia, la manipulación, la desinformación, la explotación y, cómo no podía ser de otro modo, el perfeccionamiento de máquinas de matar.

Sin embargo, la propaganda corporativa – potenciada a su vez por esta misma tecnología –se introduce en nuestra esfera más íntima a través de dispositivos individuales sofisticados, intentando convencernos de que constituye una panacea integral para superar todo problema y conflicto social. 

Como un mantra de tipo religioso, la “innovación” tecnológica aparece en cada discurso como única respuesta para paliar la crisis generalizada del sistema. Así, por ejemplo, la degradación ambiental y climática encontraría supuestamente remedio en la venta de refinados sistemas de menor consumo energético, en vez de pensar en proporcionar equitativamente el consumo irracional de las regiones ricas del planeta, para saciar las necesidades de las poblaciones empobrecidas.

Del mismo modo, se precia la capacidad lingüístico-conceptual en las interacciones de algunas aplicaciones de la llamada “inteligencia artificial”, al tiempo que la desinteligencia y magra voluntad política de las cúpulas impiden ejecutar programas de eliminación del hambre y la miseria.

La salud al alcance de todos decae o no existe en muchos lugares, siendo que en otros, la sofisticación tecnológica en el sector sanitario alcanza cotas de asombro. La educación, que debería repensarse como una metodología de elevación humana, amenaza estar recluida cada vez más en las cárceles de pensamiento de los programas de aprendizaje empresariales. Distintos tipos de violencia continúan extendiendo sus tentáculos sin importar que se anuncie un grandioso “metaverso”, una suerte de paraíso digital donde todo es posible. 

Y por supuesto que chatear con bots amables de nombre humano no paliará en lo más mínimo la intensa sensación de soledad que sufren cada vez más personas, ante la evaporación creciente de los lazos sociales.

Mientras tanto, esas mismas tecnologías sirven a la precarización laboral, la monopolización comunicacional, la mega especulación financiera, la extensión latifundista, la sobreexplotación de recursos, la continuidad del supremacismo cultural o la expansión delictiva a través de la web.

Es evidente que el discurso de las Big Tech, que publicita su gama de productos como el único futuro posible, facilita solo la expansión de sus negocios y profundiza la dependencia de sus tecnologías, en un círculo vicioso que representa una nueva etapa neocolonial.

¿Puede la Humanidad confiar su destino a las intenciones de los ejecutivos, accionistas y desarrolladores de esas empresas, imbuidos de la misma ideología tecnofetichista e interesados primariamente en su bienestar individual? Sin duda que no.

El tecnofetichismo progresista

Para no “quedar atrás”, y quizás con la mejor de las intenciones, muchos gobiernos, dirigentes y agrupaciones populares, caen también en la trampa tecnoadictiva. Piensan en una lógica de progreso única, lineal e irreversible, que los condena a sucumbir a falsas dádivas (servicios y aplicaciones básicas sin costo) y a seguir los caminos que trazan las grandes corporaciones de negocios, sin percatarse que ello conduce a nuevas encerronas de aun mayor dependencia.

Conminados a dar respuestas cortoplacistas, los (hoy menos) gobernantes intentan reaccionar así al embate del gran capital, cuyo ariete de demolición es ahora la “convergencia” de tecnologías como las redes neuronales, la computación cuántica, la robótica y la digitalización del mundo físico.

Por un lado, las prominencias políticas deben mostrarse “modernizadoras” so pena de no pasar el exigente juicio popular en una próxima escenificación electoral,  pero al mismo tiempo, estos actores siguen atrapados en las lógicas del industrialismo del siglo anterior, solo que con herramientas más livianas, pero igualmente potentes.

Pero incluso algunos círculos intelectuales toman los mismos elementos y en algunos casos, llegan al extremo deshumanizante de dirimir diferencias o elaborar conclusiones en base a las aplicaciones diseñadas por organizaciones que se encuentran en las antípodas de su posicionamiento político. ¿Dónde queda allí el pensamiento crítico, dónde el debate y la deliberación? ¿Dónde queda la capacidad humana de inspirarse y aportar criterios y propuestas nuevas? 

¿Acaso los jeques que dominan los circuitos binarios que deciden que habrá de mostrarse y qué no en las llamadas “redes sociales” se mostrarán favorables, en un rapto de compasión y lucidez, al empuje revolucionario de los movimientos sociales?

¿Trasladarán sus algoritmos con fuerza contenidos tendientes al cambio verdadero o dejarán deslizarse, junto a una avalancha de propaganda comercial y material de relleno, apenas tenues motivos que los hagan parecer democráticos y pluralistas?

De lo que no hay duda, es que estos interrogantes deben ser tomados con máxima seriedad por aquellas y aquellos que deseamos un mundo completamente diferente.

La tecnofobia

Los “luditas” fueron un movimiento de protesta en la Inglaterra de principios de siglo XIX que usó, entre otras tácticas, la destrucción de maquinaria para oponerse a la instalación de telares y máquinas de hilar industriales que amenazaban con reemplazar a los artesanos con trabajadores menos cualificados y que cobraban salarios más bajos.  

Esa modalidad activista tomó su denominación de Ned Ludd, personaje real o imaginario de un trabajador que habría incendiado o destruido varias máquinas textiles a modo de respuesta a las represiones que el proletariado estaba sufriendo. 

Dicho antecedente histórico suele ser esgrimido en la actualidad para equiparar una actitud crítica y consciente sobre ciertos riesgos que presentan los intensos y rápidos cambios técnicos con una enfermiza resistencia al cambio o directamente con posturas tecnofóbicas. Se desalienta así cualquier mirada equilibrada, exenta de fundamentalismos a favor o en contra de determinadas metodologías tecnológicas.

Por supuesto que en este análisis debe ser considerado el efecto de extrañeza que produce hoy la modificación acelerada de herramientas y modalidades, reñidas con usos y costumbres que solo perviven en la memoria de anteriores generaciones. La sospecha de cierta nostalgia y oposición a los nuevos tiempos es sin duda una nube que debe ser despejada con espíritu autocrítico.

Pero esto no contradice en lo más mínimo la necesidad de observar con lente de gran aumento las intenciones – sobre todo aquellas de carácter mercantil o de control – y la arquitectura de diseño lógico que subyacen a los desarrollos tecnológicos que presentan a diario las corporaciones monopólicas.

Tampoco es menor observar las implicancias en la concentración de poder económico y político, concentración que invariablemente atenta contra el ejercicio universal y la ampliación de los derechos humanos. El progreso será de todos y para todos o no será.  

El tecnofetichismo alternativo

En paralelo al incremento de la digitalización en los distintos campos, se generó a partir de la década de los 80 un movimiento que no solo formuló críticas a la dirección capitalista y meramente utilitaria de los principales servicios y aplicaciones digitales, sino que desarrolló alternativas de uso eficaces.

Se multiplicaron así progresivamente las “tecnologías libres”, cuyos principios básicos son la libertad de usar, estudiar, distribuir y mejorar los programas informáticos. Tales libertades fomentan la desconcentración del poder, la producción de conocimiento colectivo, la adaptabilidad y facilidad de distribución y, más allá del ámbito estrictamente tecnológico, estimulan la sana costumbre de compartir solidariamente con otros aquello que resulta de utilidad para uno. 

Para cada uso habitual existen ya aplicaciones, servicios y plataformas libres, desarrollados y sostenidos por personas, colectivos y hasta estados que han comprendido la importancia de despegarse del yugo comercial corporativo, sin dejar de proporcionar salidas positivas.

Aun así, debe alertarse sobre un posible “tecnofetichismo alternativo”, que pudiera reducir la rebelión contra el sistema capitalista a un simple cambio de hábitos de consumo tecnológico. En términos analógicos, sería como “hacer la revolución por dejar de beber una determinada bebida cola”.

El individualismo que corroe la convivencia humana no habrá de ser superado por el reemplazo de códigos informáticos, sino por actitudes solidarias y acciones en común que atraviesen el muro de egoísmo.

La tecnología es tan solo un frente de lucha para superar el sistema. No debe perderse de vista que la actual preponderancia del negocio digital tenderá a cambiar en cualquier momento por el agotamiento de su rentabilidad frente a otros modelos que los fondos de inversión que administran el capital consideren más lucrativos.

Por otra parte, es preciso evitar como un dañino malware, la tendencia a quedar recluidos en la comodidad del especialismo informático. Por el contrario, compartir el impulso revolucionario con otras luchas sociales y políticas es fundamental. En esa dirección, aportar saberes desde el campo tecnológico es una contribución importante a los cambios por venir. 

El sentido de la tecnología o una tecnología con sentido

La tecnología solo tiene sentido si contribuye a superar el dolor y el sufrimiento del conjunto humano. Tales avances no pueden quedar restringidos por clausulas o murallas comerciales, ni tampoco limitado a determinadas regiones geográficas, perpetuando así inequidades.

La idea del “derrame”, que asegura que el desarrollo científico y técnico de algunos lugares se expande luego a otros, es tan solo una fórmula de postergación utilizada por la ideología capitalista para justificar desigualdades. 

Humanizar la tecnología puede sonar para algunos a redundancia – ya que toda tecnología es un producto humano – o para otros una proposición contradictoria, si es que se ubica a lo “humano” en una esfera contrapuesta o alejada de la fría mecánica.

Sin embargo, este es exactamente el parámetro a seguir, si es que se pretende construir un mundo social acorde a la dignidad humana. Humanizar la tecnología quiere decir ponderar el beneficio que un sistema aporta en la dimensión no solo práctica o económica, sino también a favor del bienestar psicológico y emocional de las personas.

Ampliar solidariamente la libertad humana en sentido multidimensional es la ética que debería acompañar a toda innovación tecnológica, ya que es justamente la superación de las dificultades y los impedimentos, lo que está en la esencia del avance en el conocimiento.

Finalmente, la comprensión del ser humano como un ser histórico cuyo modo de acción social no solo modifica el paisaje circundante, sino su propia condición, su aparentemente inmutable naturaleza, será la que guiará nuestros pasos valientemente hacia nuevos horizontes.

Pero este nuevo paisaje no se producirá por el simple expediente de cambios tecnológicos externos, sino que requerirá una esencial transformación simultánea en nuestro interior hacia nuevos valores, conductas de relación y objetivos vitales. Humanizar la tecnología, entonces, quedará como una particularidad de la noble misión de Humanizar la Tierra.

Javier Tolcachier es investigador en el Centro Mundial de Estudios Humanistas y columnista y co-editor de agencia internacional de noticias con enfoque de Paz y No Violencia Pressenza   

Ciencia y pensamiento crítico: el irresistible «mal» de las universidades

4 Junio 2025 at 06:25

En medio del conflicto entre el presidente Donald Trump y la Universidad de Harvard, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, criticó a esta por no promover valores “estadounidenses”, afirmando que EE.UU. necesita “más electricistas y fontaneros” y menos graduados LGBTQ (https://t.ly/b2pZ4). Esta postura recuerda lo dicho por un millonario y candidato presidencial ecuatoriano años atrás, cuando opinó que las universidades debían formar mejores obreros y carpinteros.

La política actual de EE.UU. hacia sus universidades es inédita. Instituciones como Columbia, Princeton, Pensilvania, Cornell y más de 50 universidades han sido acusadas de antisemitismo, de no promover valores del mercado y de fomentar el pensamiento crítico. Esto ha dado lugar a “auditorías ideológicas”, recortes financieros y amenazas de eliminar programas educativos. Una de las últimas medidas de impacto mundial es la suspensión de visas estudiantiles. Alemania aprovechó la oportunidad para invitar a estudiantes extranjeros a inscribirse en sus prestigiosas universidades públicas y gratuitas.

Aunque en el pasado EE.UU. también ejerció presiones —como durante el macartismo o la oposición a la guerra de Vietnam— sus universidades conservaron prestigio internacional y se mantuvieron como instituciones de avance científico y cultural. A diferencia del modelo estadounidense de universidades privadas, en Europa las reconocidas universidades públicas son dominantes y forman parte del sistema de bienestar social.

En América Latina, la educación superior republicana nació como pública, y entre sus universidades más antiguas se destacan: U. Autónoma de Santo Domingo (UASD) de República Dominicana (fundada en 1538); U. Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) de Perú (1551); U. Pontificia (1551) y hoy la U. Nacional Autónoma de México (1910); U. de Buenos Aires (UBA) de Argentina (1821); U. de Chile (1842); y varias en Brasil: U. de São Paulo (USP), U. Federal de Río de Janeiro (UFRJ), U. de Brasilia (UnB). Han jugado papeles decisivos en cuestiones sociales, políticas y culturales. La Reforma Universitaria de Córdoba de 1918 fue clave para instaurar la libertad de cátedra, evaluación docente y participación democrática en la vida universitaria, inspirando movimientos estudiantiles en toda la región.

Durante los años 60 y 70, las universidades públicas latinoamericanas fueron blanco de dictaduras militares adoctrinadas en el anticomunismo. Estas las consideraban centros subversivos y actuaron clausurándolas o interviniéndolas, como ocurrió en Guatemala durante la prolongada guerra civil entre 1960-1996; y también en Ecuador, donde la Junta Militar (1963-1966) cerró universidades para «sanearlas» del comunismo. En el Cono Sur, bajo la doctrina de Seguridad Nacional y el Plan Cóndor, las universidades fueron intervenidas, los libros “subversivos” quemados y se perseguía a profesores y estudiantes, muchos de los cuales fueron torturados, desaparecidos o asesinados.

Con el auge del neoliberalismo en las décadas finales del siglo XX, surgieron numerosas universidades privadas, muchas de baja calidad, llamadas “de garaje”. Mientras las públicas mantenían el pensamiento crítico, las privadas adoptaron los valores del mercado, alineándose con las derechas políticas. Este fenómeno se ha consolidado en el siglo XXI. Con los recortes al gasto público, las universidades estatales sufren limitaciones financieras y estructurales, mientras que el sistema privado se expande, amparado por intereses económicos y gubernamentales.

En este contexto, universidades privadas de elite ganan influencia, frecuentemente ligadas a sectores de poder y a estudiantes que pueden costear su formación. A su vez, universidades públicas, masivas y gratuitas, intentan competir con menos recursos. Un caso destacado es el de la red jesuita AUSJAL, que incluso ha tenido un rol importante en conflictos sociales como en Ecuador, cuando la PUCE se convirtió en refugio para los manifestantes indígenas en 2019.

Hoy, el pensamiento crítico resulta “inconveniente” para el orden neoliberal. Gobiernos contemporáneos, como los de Jair Bolsonaro en Brasil, Javier Milei en Argentina, o como sucedió en el pasado reciente de Chile, han promovido políticas de desfinanciamiento o reformas estructurales que debilitan la autonomía universitaria. En Ecuador, desde 2017 se desmontó el sistema de evaluación estatal del desenvolvimiento universitario autónomo, debilitando el crecimiento de las universidades públicas que no pueden atender la creciente demanda estudiantil.

En las universidades se reproduce así la misma tensión que existe en la región entre modelos económicos: uno de libre mercado y otro basado en el bienestar colectivo. Esta dualidad se refleja en el papel ideológico de las universidades. Los gobiernos empresariales atacan las públicas y protegen a las privadas. Aquellas que siguen defendiendo la academia científica y el pensamiento crítico resultan incómodas para las élites que buscan uniformidad ideológica y hegemonía del discurso oficial.

Las ciencias sociales y las humanidades son las más afectadas. Su función analítica para revelar las causas estructurales del subdesarrollo, la desigualdad y el abuso de poder es vista como amenaza. Durante las dictaduras de los 60 y 70 fueron cerradas muchas facultades de filosofía, historia o sociología. Bolsonaro recortó programas de filosofía y Milei ha acusado a las ciencias sociales de ser herramientas de “adoctrinamiento socialista”.

Desde las academias conservadoras se impulsa el revisionismo histórico y un pensamiento económico ajeno a la realidad latinoamericana. Milei, por ejemplo, cita autores de la escuela austríaca y del libertarismo norteamericano, mientras que en historia proliferan lecturas antibolivarianas e hispanistas, se reivindican dictaduras que cometieron crímenes de lesa humanidad como la de Augusto Pinochet en Chile, mientras en Argentina cierran el Instituto Belgraniano.

Hoy, tanto las universidades como Harvard en EE.UU. y las públicas en América Latina enfrentan el cuestionamiento de los poderes conservadores. Gobernantes que no tienen idea de las labores académicas universitarias asumen la orientación de la educación superior como un asunto relativo a las necesidades prácticas del trabajo y los negocios, además de creer que deben coincidir con la visión política que conduce al Estado. La razón es clara: el pensamiento crítico, la academia con identificación social y la investigación científica, resultan incompatibles con los modelos de dominación ideológica, empresarial-neoliberal y oligárquica. Sin embargo, es justamente el pensamiento crítico el que responde al curso de la historia por construir una nueva sociedad, con progreso, bienestar y equidad.

Blog del autor: Historia y Presente
www.historiaypresente.com

La Tercera Guerra Mundial sobre el escritorio

3 Junio 2025 at 06:35

Como cada atardecer en Colonia del Sacramento, estaba sentado bajo los olivos de los abuelos, descansando de una larga jornada en la recogida de tomates en la granja, con mi por entonces amada Historia Universal del Arte de José Ráfols en las rodillas. Alguien (creo que uno de mis tíos, pero no pude ver su rostro) se acercó y me dijo que no estaba sabiendo explicar el problema porque no me estaba haciendo la pregunta correcta.

Me desperté inquieto y pensando en el mismo problema que me había agotado el día anterior. Supe a qué se refería aquel tío desconocido, tal vez el tío muerto en un misterioso accidente hace cuarenta años. En principio era un problema irrelevante: el mismo circo global producido en una casa de gobierno de un poderoso país. Pero la pregunta ausente iba acompañada de una respuesta trágica.

Intentaré explicarme.

La pregunta ausente

Las discusiones sobre las políticas del gobierno de Trump giran en torno a las posibles consecuencias de sus medidas arancelarias que han revuelto medio mundo: las bolsas de valores, la inflación, la reindustrialización, “una prosperidad nunca vista antes”. Todas parten de los decretos y declaraciones de intención del presidente.

Hay algo que está ausente en los medios dominantes en los análisis académicos, y no son las consecuencias ni las intenciones declaradas, sino el origen de todo. No es un origen histórico, sino su opuesto. Es un origen teleológico, un origen y una causa que está (de forma precaria) en el futuro.

Al proceder de esta forma, no sólo encontraremos consistencia de la orgía de aranceles con otras políticas del mismo gobierno, como la guerra contra la inmigración y las universidades, sino también una conclusión dramática.

Antes, resumiré las (significativas) contradicciones de estas políticas y narrativas.

Tarifas

Estados Unidos tiene déficit comercial y un endeudamiento real, aunque no tan grave como Japón. Los genios de los negocios siempre han basado su éxito, a punta de cañón, en la irresponsabilidad propia y las obligaciones ajenas. Es algo muy viejo, pero, como toda crisis, es usada como cortina de humo para el ajuste de los de abajo.

En teoría, los aranceles tendrían el objetivo de equilibrar la balanza financiera, pero las medidas reales revelan algo difícil de etiquetar como ignorancia. Como bien saben los economistas, todos tenemos déficit con nuestro supermercado y superávit con nuestro empleador. Sin embargo, la idea anunciada en abril de 2025 (“El día de la liberación”) consistió en una tabla rasa de aranceles a prácticamente todo el mundo.

En 1890 McKinley produjo la mayor recesión del siglo con una política arancelaria. En 1930, el presidente Hoover agravó la crisis con más políticas arancelarias, produciendo la gran Depresión de los años treinta que obligó al país a socializarse para salir de la catástrofe. Un factor central de esa crisis anunciada por Marx e iniciada en 1929 con el hundimiento de Wall Street, se debió a la sobreproducción de productos industriales que no se podían vender porque los obreros no tenían capacidad de compra.

Ahora, traigamos estas lecciones históricas al presente e imaginemos que se produce un milagro y Estados Unidos se reindustrializa con salarios que nadie aceptaría hoy. ¿A quién le vamos a vender los productos industriales que nuestra clase media no podrá comprar y tampoco el 96 por ciento del mundo debido a las barreras arancelarias?

Ahorro

El Objetivo Real necesita esa clase obrera, servil e incondicional, en situación de necesidad perpetua. Para eso se debe radicalizar su pérdida de derechos políticos (como la libertad de expresión) y sus beneficios sociales, creados por Roosevelt en los 30s y Johnson en los 60s, luego reducidos por la ola neoliberal y libertaria a partir de la Era Reagan-Thatcher, como la educación pública y los programas de salud estatales, como el Medicare y el Medicaid.

¿Qué mejor, para una población sufriente y embrutecida con la propaganda políticoreligiosa que más circo? La motosierra de Elon Musk es uno de los artilugios de bufón que para nada inventó el presidente argentino Javier Milei; ya lo había usado en los 90s otro neoliberal en Uruguay, el presidente Lacalle Herrera. Esta motosierra (DOGE) ya ha destrozado cientos de miles de puestos de trabajo sin alcanzar sus objetivos. Por el contrario, su maquinaria destructora ahorró 150 mil millones de dólares y, por su propia burocracia, produjo un gasto muerto de 130 mil millones, además de erosionar la producción y el consumo.

No hay que olvidar que, aparte del fanatismo anglosajón escondido detrás de excusas patrióticas, estas políticas están escritas por un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos. El uno por ciento de la población estadounidense posee 50 billones de dólares, es decir, el doble del PIB de Estados Unidos.

Pero hay que ahorrar quitándole la asistencia médica a los jubilados pobres. Ellos no son productivos ni lucharán ninguna guerra.

Inmigración

Las políticas de deportación indiscriminada y las declaraciones racistas de Trump, son un agregado personal y cultural de este país. Son parte del circo y de la clásica incitación fascista, pero también coinciden con el Objetivo Real. Se podría legalizar a esos millones de trabajadores (y consumidores) altamente necesarios y productivos, como hizo Ronald Reagan en 1986, pero, para el Objetivo Real, no se confía en la sumisión incondicional de extranjeros no caucásicos. (Recordemos que más allá de los billones de dólares invertidos por las superpotencias en análisis de Inteligencia, todo se reduce a la escasa inteligencia de un pequeño grupo de psicópatas con un coeficiente intelectual más bien mediocre. Alguien con conexiones un poco más arriba me ha dicho que me odian por esta “arrogancia” y, honestamente, me importa un carajo.)

El propósito declarado no es que son negros y mestizos, sino la reducción de la criminalidad, al tiempo que se crean empleos en el sector manufacturero para los ciudadanos. Un contrasentido por donde se lo mire. Actualmente, en el sector industrial existe medio millón de puestos eternamente vacantes, y ese número va en aumento. Como no se puede decir que los hispanos son improductivos, se los acusa de asesinos y violadores, a pesar de que la tasa de criminalidad en este grupo es, por lejos, inferior a la de los nacionales.

La excusa tradicional siempre fue “No estamos contra la inmigración, sino contra la inmigración ilegal” (ver “El racismo no necesita racistas”). Ahora, como estos argumentos racistas y xenófobos no son suficientes para el Objetivo Real, se continúa por criminalizar a los inmigrantes legales: profesores y estudiantes extranjeros, todos legales, usando dos excusas anticonstitucionales: (1) expulsar, desmoralizar, desacreditar o silenciar a los críticos de Israel acusándolos de antisemitas; (2) los chinos son comunistas por nacimiento y, por lo tanto, son un peligro para Estados Unidos. ¿Y los Nazis? Bueno, bienvenidos, como siempre.

Universidades

Es el mismo problema de la base laboral, pero en la cúspide de la pirámide: cualquier reindustrialización, aparte de difícil por los salarios nacionales, será doblemente imposible por las mismas medidas tomadas: para una reindustrialización se necesitan universidades, ciencia, tecnología. Pero, para el Objetivo Real, en palabras del vicepresidente Vance, “Los profesores son el enemigo” y para el Proyecto 2025, “Las universidades son el enemigo”. Cuando Eugene Debs y otros estadounidenses antimperialistas comenzaron a dar discursos contra el ingreso a la Primera Guerra Mundial, fueron encarcelados por cometer el “delito de opinión”. Ahora, un siglo después, como lo expliqué en P = d.t, cuando el poder tiembla, la tolerancia a la diversidad-disidencia-democracia disminuye de forma proporcional.

A pesar de que la retórica se centra en “solo los estadounidenses importan”, los mismos estudiantes estadounidenses no quieren ir a universidades sin estudiantes internacionales. ¿Por qué? Por la ahora peligrosa diversidad. Porque no son estúpidos. Los estudiantes saben que en la diversidad de experiencias y perspectivas radica el progreso científico y académico en todas las áreas. Por otra parte, también saben que si quieren hacer una carrera más allá de la mera sobrevivencia animal deben relacionarse con gente de todas partes del mundo, aunque ni siquiera se tomen la molestia de viajar a otro país.

Hace unos años estuve en el MIT invitado por Noam Chomsky para una conversación y, recorriendo sus edificios, encontré una abrumadora mayoría de estudiantes y profesores hablando una diversidad de idiomas o hablando inglés con acento extranjero. Lo mismo Harvard y casi cualquier otra universidad que se precie de algo. Desde hace muchas décadas, la mayoría de las patentes en Estados Unidos es creada por extranjeros. Pues, justo esa ventaja que sobrevive en este país es la que los propulsores del Proyecto 2025 y de el Objetivo Real quieren destruir.

El Objetivo Real

La obsesión de Trump de una imposible reindustrialización con obreros con salarios de los 60, esconde un problema global y una advertencia oscura: la idea es hacer a Estados Unidos autosuficiente en previsión de una guerra global

¿Por qué deberíamos llegar a este extremo? Por la explicación que hemos desarrollado por años: porque, diferente a otras culturas y continentes, Noroccidente sólo se desarrolló por la brutalidad imperial y la fuerza de eliminar la prosperidad ajena con el discurso contrario. En particular, el mundo protestante y anglosajón no puede ver a nada ni a nadie sin clasificarlo como ángel o demonio. Obviamente, los demonios (los salvajes, los terroristas) son siempre los otros, y es urgente eliminarlos antes de que se les ocurra la misma idea a ellos.

Este Objetivo Real (seguro que en este momento está sobre una mesa de roble y caoba con un nombre más poético) está previendo y promoviendo la Tercera Guerra Mundial en base a datos concretos recogidos de los actuales campos de batalla. Sería abusar de la inocencia de los pueblos si descartamos esta hipótesis que, entiendo, es el mayor problema desde el año 850.000 AC, cuando solo sobrevivieron 1200 humanos en todo el planeta por una razón que los científicos todavía intentan aclarar.

La Segunda Guerra mundial no solo desarrolló la industria en Estados Unidos, sino que fue el factor que extendió la hegemonía anglosajona ante la decadencia del Reino Unido. La posguerra (la Guerra fría) demostró la eficacia del imperio Noroccidental (la OTAN) basado en la agresión y el acoso, no en la negociación o la convivencia. 

Estos son dos de los principales escenarios de estudio, ahora en las mesas de roble y caoba:

I

Rusia es el ejemplo más temido y más deseado. Las notas y discusiones sobre Rusia deben ser selváticas en este momento, ya que son una prueba sorpresiva e irrefutable de un país mediano que logró atravesar un largo conflicto bélico, bajo el bloqueo y acoso unánime de la OTAN, sin destruir su economía sino todo lo contrario. La clave no ha sido solo su poderío tecnológico, que no es superior al de Estados Unidos, sino su autosuficiencia industrial y agrícola. 

Karoline Leavitt, la vocera de la Casa Blanca declaró: “Necesitamos más plomeros y menos graduados en estudios culturales”. Estas ideas repetidas no sólo apelan al manual fascista creando falsas dicotomías para mantener a los de abajo en un permanente conflicto, sino que tienen un propósito doble: Si un plomero no escucha las criticas al sistema que lo mantiene en estado de necesidad, no sólo continuará en estado de obediencia sino que culpará a los críticos de su situación y (2) para el Objetivo Real, los esclavos funcionales serán cruciales, ya que no habría cárceles para tantos críticos saboteadores como Eugene Debs.

II

Gaza es el otro laboratorio donde esta mentalidad anglo-sionista, psicópata a extremos impensables, estudia cómo reacciona la población mundial ante repetidas matanzas surreales y cómo se controlan la indignación, las protestas y la opinión pública.

Sobre este tema, enorme, hemos escrito libros. No tengo espacio aquí para volver sobre los detalles, pero creo que la explicación sobre esta oscuridad ha sido bastante clara.  

www.youtube.com/watch?v=xEY97bHIAU4&feature=youtu.be

www.youtube.com/watch?v=EetW4qTYeD0&feature=youtu.be

La política interna de Estados Unidos

3 Junio 2025 at 06:20

Los italianos

El escritor Ross Barkan publicó en 2021 el libro The Prince, en el que relata las aventuras de Andrew Cuomo, discutido primogénito de Mario Cuomo, ex gobernador del Estado de Nueva York, perteneciente a una de las clásicas dinastías familiares que se mueven en torno y dentro del Partido Demócrata.

Andrew Cuomo, como su padre, también ocupó el cargo de gobernador de Nueva York, desde 2010 hasta agosto de 2021, cuando tuvo que dimitir por las múltiples acusaciones de molestias sexuales, que son solo un eslabón de la cadena de ilícitos que jalonan su carrera. Lo que diferencia esta acusación de las otras es el enfoque periodístico de los grandes medios, en este caso con seriedad y claridad.

La parábola de Cuomo es importante para entender los sectores burgueses y ricos que componen el ala conservadora del Partido Demócrata.

Cuomo también se ha preocupado por mantener una imagen progresista mientras en realidad se entendía con los republicanos. En su primer mandato, creó bajo cuerda el Independent Democratic Conference; los ocho miembros del esta agrupación votaban siempre con los republicanos. La derrota electoral de los componentes llevó a su disolución.

En 2014, Cuomo clausuró arbitrariamente la Moreland Commission, instituida por el mismo Cuomo para investigar hechos de corrupción en el estado de Nueva York.

Pero lo peor llegó con el COVID cuando algunos parlamentarios denunciaron los millares de muertos en las casas de reposo; Cuomo, garantizando la inmunidad penal retroactiva a las corporaciones sanitarias, sus fieles financiadores, autorizó a los hospitales a retirar a los ancianos internados por COVID, aun cuando todavía eran positivos.

Cuando los inevitables fallecimientos comenzaron a llevar a Nueva York a los primeros puestos de este ranking macabro, Cuomo falsificó las cifras.

Esta colección de ilícitos no ha conseguido todavía desplazar a Cuomo del partido y su participación en las primarias. 

En el mes de abril pasado se realizó un encuentro de fundraising en Nueva York, organizado por la Columbus Citizen Foundation y la Italian American Democrats, donde se pagaba el ingreso.

Obviamente, se recaudaron decenas de miles de dólares apuntando a las primarias democratas del 24 de junio para el cargo de intendente. Andrew Cuomo es el favorito en los sondeos con el 38%; su principal antagonista es Zohran Mamdani, del Democratic Socialists of America, actualmente diputado en el Parlamento del Estado; los sondeos le adjudican un 17%.

Un participante del encuentro al que se le garantizó el anonimato aceptó responder a un periodista de Jacobin USA; entre los asistentes se encontraban muchísimos hombres de negocios conservadores, se podían fotografiar con Cuomo en un cuarto especialmente preparado, hablaban directamente con él explicando ideas y proyectos, sabiendo que después el candidato los recordaría.

La atmósfera era familiar porque había muchos viejos sostenedores que habían apoyado al padre y ahora sostienen a Andrew en un clima que recuerda el film El Padrino.

Cuomo pronunció un discurso donde criticó a la izquierda que “considera reaccionaria a la comunidad italoamericana”. Sostiene que todos los grandes líderes americanos poseían esclavos, entonces existe una rabia selectiva contra los ítaloamericanos, “perseguidos porque Cristóbal Colón era italiano y los italianos son un blanco fácil”.

Esta frase desencadenó un aplauso estruendoso por parte de esta multitud rica, conservadora y predominantemente anciana.

Uno de sus blancos favoritos es Alexandria Ocasio-Cortez, a quien considera responsable de que Jeff Bezos haya renunciado a abrir en Queens un cuartel general de Amazon que habría significado 25.000 puestos de trabajo.

Con la retórica usual que acompaña los grandes proyectos edilicios (progreso, áreas saneadas, trabajo) argumentó que el proyecto había sido aprobado por el mismo Bill de Blasio; el proyecto cayó porque Ocasio-Cortez denunció que se trataba de un corporate welfare, un regalo a las corporaciones; en efecto, el proyecto comportaba exenciones fiscales gigantescas.

El estado y la ciudad de Nueva York son tradicionalmente democráticos; Cuomo, que es esencialmente un republicano, se debe mover con un código cifrado que los conservadores democráticos comprenden y aplauden, de allí los ataques al ala izquierda del Partido Demócrata, “que tiene todas las características de los socialistas porque son anti negocios, contra la riqueza y contra el desarrollo”.

Y dijo que le hará juicio a Democratic Socialists of America por apropiación ilícita del término demócrata. 

La comunidad ítaloamericana es también responsable del proceso de gentrificación; es notorio el cambio del perfil de Brooklyn, que ha pasado de ser una ciudad horizontal a vertical; con sus torres, ahora compite con la vecina Manhattan. El cambio ha producido la expulsión de miles de residentes y las cuotas de casas prometidas no han sido respetadas.

Algunos de estos empresarios estaban en el evento de Cuomo, como Carlo Scissura, presidente del New York Building Congress, que representa a centenares de empresas del sector. También estaba John Viola, hijo del millonario Vincent Viola, que, además de constructor, es CEO de la National Italian American Foundation (NIAF), la organización no profit italoamericana más prestigiosa e influyente, fundada en los años ‘70.

El tour opositor

Mientras Trump y su banda operan según sus particulares impulsos destructivos, el tour Fighting Oligarchy recorre el país encabezado por sus líderes, el octogenario Bernie Sanders y Ocasio-Cortez; pertenecen al restringido grupo que en Estados Unidos practica una oposición severa y popular.

Las cuestiones que básicamente interesan a la población son sanidad, salario mínimo y aborto, argumentos que tienen un impacto significativo en la vida cotidiana.

Una de las cuestiones es cómo el Partido Demócrata podrá reconquistar el voto de los hombres, en especial de los blancos, sin abandonar las comunidades marginales.

Sanders sostiene que, si bien hay argumentos que separan a las personas, hay otros, en especial económicos, que las unen, uno especialmente: la ineficiencia de la sanidad pública.

El problema es traducir el éxito de las concentraciones masivas del tour en votos; ninguno del dúo compite en sedes electorales (los dos son parlamentarios); la organización tiene una plataforma nacional que recoge pequeñas donaciones para tener en pie la lucha. Una de las posibilidades de enrolar estas voluntades podría ser el arma del referéndum, dado que en las elecciones generales la gente común no tiene ocasiones de intervenir en el debate legislativo.

En cambio, las medidas electorales promovidas por los ciudadanos en el ámbito de cada Estado funcionan; han sido aprobadas en el 55% de los casos. En el caso de políticas igualitarias para conseguir una sociedad más equitativa, se aprobaron en el 65% de los casos; las medidas centradas en la redistribución económica han superado el 75% de los votos.

Los puntos son siempre los mismos: aumento del salario mínimo, ampliar el acceso a Medicaid, reducción del recaudo abusivo de las deudas y tasación de los ricos para financiar el servicio público.

La cosa más importante es que estas victorias se verifican tanto en Estados azules (demócratas) como en rojos (republicanos). En los Estados republicanos, las iniciativas por justicia económica han sido aprobadas en un 92%, lo cual es un gran suceso. Quiere decir que cuando los electores republicanos tienen la posibilidad de elegir políticas más justas, nueve de cada diez votan “sí”.

Los republicanos han hecho blanco de su batalla el Affordable Care Act de Obama, pero cuando los electores de ocho Estados republicanos han votado sobre la ampliación del Medicaid, la propuesta fue aprobada en siete con una media del 60%; es el único modo de ampliar el servicio en los Estados republicanos.

En el ámbito del salario mínimo, las iniciativas han tenido un éxito notable: de veintiocho votaciones estatales, veintisiete fueron aprobadas, siempre con una media del 60%. Con el costo de la vida alto y con el endeudamiento de las familias, el electorado, votando de esa manera, solamente ha hecho una cosa lógica: ha actuado en favor de sus intereses.

El aborto ha sido una causa de división del país prácticamente a la mitad; empero, cuando la cuestión apareció en 2022 en las listas electorales de diecisiete Estados, catorce eligieron la libertad reproductiva, incluyendo Estados republicanos como Arizona, Missouri y Montana.

El Partido Demócrata se comporta como si aprobar políticas dirigidas a las personas comunes fuera un esfuerzo de acrobacia política casi imposible; las iniciativas ciudadanas a veces obtienen resultados mayores que los políticos vencedores de la misma lista.

Obviamente, los grandes partidos trabajan para recortar el poder a los ciudadanos, como comenta Quentin Savwoir, director de Programas y Estrategia del Ballot Initiative Strategy Center (BISC), un think tank que opera en las campañas de iniciativa electoral progresista, y agrega “principalmente el partido republicano, pero para ser honesto, en algunos casos también el Partido Demócrata”.

Claramente, estas victorias no pueden basarse en la popularidad de un argumento; se necesitan campañas estratégicas bien organizadas. De esto se ocupa el Fairness Project, que ha conseguido 29 resultados en 32 presentaciones en la última década.

Cuentan con un pequeño equipo y su modelo es simple: concentrarse en cuestiones realizables, de gran impacto y popularidad en los Estados republicanos; Kelly Hall, dirigente del Fairness, dice: “Nos liberamos del aspecto de perfomance y nos concentramos sobre lo que es altamente eficaz”.

Un ejemplo fue la campaña por el derecho al aborto en Arizona, que recogió tantas firmas, donde la oposición antiaborto, que contaba con un presupuesto imponente, fracasó totalmente. La Propuesta 139, como se llamaba, venció con el 62% de los votos, centenares de miles de votos más que los que obtuvieron Trump y Kamala Harris en el Estado.

Sucedió algo similar con Medicaid, donde el protagonista es Josh Hawley, senador republicano de Missouri, famoso por haber sido fotografiado delante del Capitolio el 6 de enero de 2021 con brazo y puño alzado en dirección a la manifestación que negaba la victoria de Biden.

Hawley, enemigo jurado del Medicaid, realizó una inversión en U cuando su Estado, Missouri, votó por la ampliación del Medicaid en 2020. Ahora es uno de los republicanos que lo defienden de Trump.

Los triunfos de las iniciativas populares no garantizan la realización de las propuestas; algo similar sucedió en Italia con el referéndum a favor del agua pública: la propuesta ganó, pero no consigue imponerse en el mundo real por el fuerte rechazo de los poderes fácticos y algunos partidos.

En Estados Unidos, colocar una iniciativa en la boleta electoral es difícil y costoso; mientras tanto, las reglas se han complicado y se vuelven más restrictivas. Son los anticuerpos del sistema, que a través de parlamentarios y poderosos grupos de intereses atacan las iniciativas populares.

Las victorias que podrían traer alivio a los ciudadanos en dificultad son atacadas por los parlamentos del Estado y a veces por los tribunales, como sucedió con la iniciativa del 2020 en Arizona, que proponía tasar los réditos altos para financiar la instrucción pública.

Los estudiosos de la democracia desde abajo consideran que la fuerza disruptiva del tour de Sanders y Ocasio-Cortez podría ser la herramienta que conecte los esfuerzos de los Estados en un único movimiento en todo el país, que consiga consolidar esta fuerza en un programa nacional coherente.

Los Jóvenes Turcos

En 2002 apareció un network radial llamado The Young Turks (TYT); en 2005 cambió formato, entrando en YouTube. Es uno de los canales de difusión progresista más seguido en Estados Unidos.

Su creador hoy tiene 55 años; es Cenk Uygur, nacido en Turquía y crecido en Estados Unidos. Uygur tiene fama de fogoso y apasionado, y se le reconoce además su sinceridad.

Su trabajo no es solo mediático; también actúa en el mundo real. En 2016 fue cofundador de Justice Democrats para desafiar a los pesos pesados del establishment americano. En 2018, el grupo llevó a la victoria a Ocasio-Cortez al Capitolio y a Zohran Mamdani a la asamblea estatal (rival de Cuomo en Nueva York), lo que recuerda la acción de los fundadores de Podemos en España, hacer política desde el programa La Tuerka.

Cenk Uygur ha lanzado un nuevo movimiento, Populist Takeover of the Democratic Party, con el que piensa atraer también a “populistas” de derecha-centro para las elecciones de medio término de 2026.

Uygur tiene opiniones propias y claras respecto a los próceres del Partido Demócrata, admira a Bernie Sanders y ha denunciado el falso progresismo de Barack Obama: “Obama ha dañado el movimiento progresista, finge serlo y actúa subrepticiamente. En 2020 consiguió que el establishment demócrata apoyara a Biden en detrimento de Bernie Sanders, aunque nunca lo dijo públicamente porque no tiene el coraje de decir lo que piensa”.

En 2020, los sondeos daban a Sanders adelante de Trump, así como en 2016, cuando medía 12 puntos más que Hillary Clinton; en cambio, las emisoras de TV sostenían que solo Hillary podía vencer. Evidentemente, el candidato progresista fue boicoteado.

“Obama ama más a los donantes que a los electores”, dice Uygur; además, los demócratas ricos tienen terror de Sanders, de un aumento de impuestos y una regulación de los negocios.

“Obama, pero también Nancy Pelosi, después del desastroso debate con Trump, presionaron a Biden para que se retirara; querían una convención abierta porque consideraban a la Harris una candidata terrible, y en esto estoy de acuerdo con ellos”.

Las cosas se complicaron dentro del Partido Demócrata porque Biden, según Uygur, es una de las personas más egocéntricas y vengativas de la política. Por eso dio su apoyo a la candidatura de Harris solo el día de su retiro porque sabía que sería muy difícil contrastar su decisión.

Tanto Obama como Pelosi y Biden sabían que Harris era solo una word salad, capaz de hablar y hablar sin llegar a ninguna conclusión coherente; Biden lo había comprobado en más de tres años de presidencia y todo el establishment demócrata lo sabía.

Esta operación fue una montaña de mentiras hasta imponer la idea de que Harris era la candidata perfecta. Pelosi, velozmente, el día sucesivo formalizó su apoyo a la candidatura; después pasaban los días y el silencio de Obama era siempre más opresivo. Finalmente, después de cinco días, Obama se pronunció en una llamada telefónica con su esposa Michelle y dieron su respaldo a Harris.

Uygur sostiene que en el Partido Demócrata existen tres tendencias o corrientes: los corporate democrats, que hacen lo que quieren sus electores y financiadores; esta corriente sostiene un discurso progresista que en la práctica de gobierno llega al máximo al 15% de su cumplimiento, como el Obamacare o un mínimo del Green Deal en la administración Biden.

Después vienen los progresistas, donde Uygur ubica a Sanders y The Young Turks; y después vienen los “populistas”, que pueden ser de derecha, de centro o de izquierda.

Los populistas de izquierda se interesan en las cuestiones económicas y en la guerra, y son el punto de referencia principal de Populist Takeover, el movimiento que está lanzando Uygur.

Pero también existe dentro de los progresistas la corriente que puede definirse (según Uygur) farleft, que forma parte de su movimiento, donde militan muchos marxistas; es una corriente focalizada en problemas sociales y luchas culturales. El mismo Uygur se considera far-left.   

En este momento histórico es imposible romper la estructura bipartidista, por la enorme cantidad de dinero que requiere; el único que lo logró fue un millonario, Ross Perot. Este debate está siempre vigente por la cuestión de la posible reformabilidad del Partido Demócrata. Uygur piensa que practicar una especie de entrismo en las primarias democratas sea más realista que la creación de un tercer partido; el antecedente es una vez más Bernie Sanders, que casi lo logró en dos ocasiones.

Pero Sanders tiene un problema, una cuestión de personalidad: es demasiado buena persona, es educado, y en los debates no mete el dedo en la llaga. “En los debates de 2020 con Joe Biden, el equipo le había preparado una lista de escándalos y mentiras para desenmascarar a Biden”. Sanders lo intentó, pero atacar de manera brutal a Biden (o cualquier otro) no pertenece a su estilo, lo que en estos tiempos hace de Sanders una persona especial.

Fuente: https://www.elcohetealaluna.com/conservadores-y-progresistas/

La Educación Intercultural Bilingüe en Ecuador, ahora

3 Junio 2025 at 06:15

 Por acuerdo entre la Conaie y el Ministerio de Educación, en 1988, se estableció la Educación Intercultural Bilingüe como instancia dentro del Estado y con un alto grado de independencia de aquella frente a este. Luis Montaluisa, lingüista quichua, fue el fundador y el director de la Dineib (Dirección Nacional de la Educación Intercultural Biingüe).Su trabajo se enfocó en dar a la nueva Institución un carácter especifico y científico. Planificó todo un sistema para la educación intercultural bilingüe: se elaboraron currículos, se escogieron docentes, se planearon acciones e investigaciones, se prepararon cuadros pedagógicos. La Dineib fue reconocida en 1992 como un espacio de autonomía dentro del Estado ecuatoriano y dio impulso a una educación apropiada y anhelada, y los indígenas la consideraron como parte de su trayectoria histórica y como logro político frente al Estado excluyente.

La Dineib estuvo vigente hasta 2009 y, a pesar de haberse declarado ya al Ecuador Estado Plurinacional en 2008, fue eliminada mediante el decreto ejecutivo 585 por Rafael Correa. Así, terminó con la descentralización del sistema educacional en el Ecuador. Correa justificó su decisión diciendo que “fue tomada para preservar la unidad nacional”.

Los indígenas, y especialmente la Conaie se pronunciaron en contra de la medida que violaba el derecho de pueblos y nacionalidades a una educación propia y a participar en el Estado con espacios autonómicos. En 2013 se oficializó el Moseib, modelo del sistema de la EIB, pero fue criticado acertadamente por el excesivo predominio del Estado y la ausencia de rigurosidad para entender las culturas y las lenguas de los pueblos indígenas.

Lenin Moreno acentuó la subordinación al sistema nacional, y con Guillermo Lasso se debilitó la conexión de la EBI con las comunidades indígenas. Frente a tanto menoscabo la Conaie ha protestado, pero no ha propuesto nada esencial puesto que su presidente en funciones no habla el quichua y no asume los profundos conocimientos ancestrales de los pueblos indígena.  Entre más autonomía tenga la Educación Indígena será más fácil enseñarla aprenderla y será más fuerte su relación con las comunidades y más claro su carácter reivindicativo frente a un Estado dominante y ajeno.

Ileana Almeida: Filóloga, profesora universitaria y escritora. Entre sus libros figura Mitos cosmogónicos de los pueblos indígenas del Ecuador.

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