Un grupo ciudadano convoca para el 15 de noviembre una marcha conmemorativa que recreará el recorrido de la Columna Durruti durante la defensa de Madrid en 1936. La iniciativa, abierta y sin adscripción a organizaciones, busca rendir homenaje a los milicianos que frenaron el avance de las tropas sublevadas en la Ciudad Universitaria y mantuvieron la capital bajo control republicano.
En noviembre de 1936, con el frente fascista cruzando el Manzanares a la altura del Puente de los Franceses y avanzando por la Ciudad Universitaria hasta el Hospital Clínico, la caída de Madrid parecía inminente. El Gobierno de la República reclamó entonces el apoyo de la columna dirigida por Buenaventura Durruti, que dejó el frente de Aragón para reforzar la defensa de la capital.
El 15 de noviembre, los milicianos desembarcaron en Príncipe Pío y, en rápida progresión, alcanzaron puntos clave como el cuartel de la Montaña (actual Templo de Debod), Argüelles, el Parque del Oeste, la antigua Cárcel Modelo (hoy Cuartel General del Ejército del Aire) y el Hospital Clínico, hasta tomar posiciones en las Facultades de Medicina y Filosofía. La batalla fue durísima y dejó innumerables víctimas, entre ellas el propio Durruti, pero el avance sedicioso quedó contenido.
La convocatoria y el recorrido
Los promotores proponen repetir la marcha histórica el 15 de noviembre, deteniéndose en diversos puntos simbólicos para recordar los hechos y a sus protagonistas. “Tanto sacrificio, tanta sangre y tanto dolor no merecen ser olvidados; merecen ser recordados y ensalzados”, señalan.
Inicio: Estación de Príncipe Pío
La Columna Durruticomenzó su travesía en los alrededores de Príncipe Pío, un lugar que en aquel entonces representaba un punto estratégico de acceso a la ciudad. Los milicianos se preparaban para organizar la defensa de Madrid ante la inminente amenaza fascista.
Templo de Debod (antiguo cuartel de la Montaña):
El Templo de Debod, que hoy en día es un lugar turístico y cultural, fue uno de los lugares por donde pasó la Columna Durruti. En su tiempo, este lugar representaba una posición estratégica en el frente madrileño, escenario de enfrentamientos decisivos durante la contienda.
Argüelles y Parque del Oeste
El Cuartel General del Ejército del Airefue otro de los lugares clave que la Columna Durruti atacó para neutralizar las fuerzas sublevadas. Este sitio fue escenario de enfrentamientos fundamentales para frenar el avance de los franquistas en Madrid.
Entorno del Hospital Clínico:
El Hospital Clínico San Carlosdesempeñó un papel crucial durante la Guerra Civil. Fue un lugar clave para atender a los soldados y milicianos heridos en los combates. La Columna Durrutituvo contacto con este hospital, brindando apoyo a los caídos en batalla.
Final: Facultades de Medicina y Filosofía
La Facultad de Medicina de la UCMfue otro de los puntos estratégicos en el recorrido de la Columna Durruti. Este centro, además de ser un lugar de formación académica, se convirtió en un bastión de la resistencia republicana, donde se llevaron a cabo diversas actividades relacionadas con la defensa de Madrid.
Participación abierta
La iniciativa es colaborativa: se invita a quienes deseen unirse a aportar ideas, ayudar en la organización o simplemente caminar la ruta conmemorativa.
En Nepal, un movimiento de protesta iniciado a principios de septiembre de 2025 se intensificó hasta convertirse en una insurrección espontánea en respuesta a la violencia policial, que culminó con la quema del parlamento y una serie de oficinas gubernamentales, comisarías, sedes de partidos y mansiones de políticos. En un día y medio, el primer ministro Khadga Prasad Oli había huido y el gobierno se derrumbó. Pero derrocar a un gobierno es solo la primera etapa de una lucha mucho más larga; dentro de este malestar, monárquicos, neoliberales y radicales compiten para determinar el futuro de Nepal. Para comprender mejor los antecedentes de la insurrección y la dinámica dentro de ella, las compañeras estadounidenses de Crimethinc entrevistaron a Black Book Distro, un colectivo anarquista y biblioteca en Katmandú.
La insurrección en Nepal forma parte de una serie de levantamientos que han azotado Asia en los últimos años. Desde el derrocamiento del presidente de Sri Lanka en 2022 hasta el levantamiento de 2024 en Bangladesh y en Indonesia en agosto de 2025, por no mencionar la guerra civil en curso en Myanmar. Desde la caída del gobierno nepalí, también han estallado feroces protestas en Filipinas. Todas ellas responden a las duras condiciones económicas y a las promesas incumplidas de los políticos.
La complicidad de los partidos comunistas institucionales en la masacre que catalizó el levantamiento debería recordar a todos los aspirantes a revolucionarios que es imposible resolver los problemas del capitalismo simplemente ejerciendo la violencia del Estado, incluso si tienen la palabra «comunista» en el nombre de su partido. Los desafíos que el capitalismo está creando para la gente requieren cambios más radicales que los que pueden lograr el armamento policial y las políticas que están dentro de los márgenes del poder.
Asimismo, esta insurrección debería dar que pensar a políticos y policías de todo el mundo que piensan que pueden saquear y aterrorizar con impunidad. Hoy, el dinero que ganan puede protegerlos de las consecuencias de sus actos, pero mañana, las apuestas van en su contra.
Ninguna de estas revueltas ha logrado aún todos sus objetivos, pero mientras la gente de todo el mundo luche contra la oligarquía y la represión estatal, cada una de ellas ofrecerá valiosas lecciones. Como lo expresó un comentarista en redes sociales: «Solo un joven que se viste con la piel del enemigo».
Somos Black Book Distro, un colectivo y biblioteca anarquista con sede en Katmandú, Nepal. Nos dedicamos a radicalizar educando sobre la historia de la izquierda, y también participamos de forma activa en luchas y movimientos populares que creemos que se alinean con nuestros objetivos (la protesta de la Generación Z, el movimiento Meter Byaj1, el movimiento Guthi2). Nos dirigimos a ustedes como un movimiento anarquista bajo la represión de un régimen comunista fallido y corrupto y del Congreso.
Dadnos una breve visión general de los movimientos y luchas sociales en Nepal durante las últimas dos décadas. ¿Cuáles han sido las principales preocupaciones que han impulsado el malestar popular?
Tras la revolución maoísta3, Nepal ha experimentado varias oleadas de agitación social, económica, geográfica y política. Entre los problemas clave están la tremenda discriminación por castas, una epidemia mortal de tráfico de trabajadores migrantes (alimentada por la falta de oportunidades en el país), los conflictos fronterizos rutinarios con nuestros vecinos, que tienen armas nucleares, y una corrupción política tan descarada que ha permitido que los sentimientos promonárquicos en el país resurjan con una fuerza aterradora.
Algunos de los movimientos populares han sido la lucha de los Madhesh por sus derechos y su dignidad4, las protestas contra la corrupción de la era de la COVID bajo el lema «Ya basta», las disputas nacionalistas sobre zonas fronterizas como Lipulekh5, las huelgas de hambre del doctor KC para mejorar la infraestructura sanitaria6, la resistencia a los intereses hipotecarios predatorios y la defensa de las tierras comunales pertenecientes al pueblo Newar. Estas luchas se ven impulsadas por un complejo tejido social aún moldeado por el patriarcado, las castas y la religión, entre demandas constitucionales por la representación, la libertad de expresión, la libertad económica y el federalismo.
Las principales organizaciones políticas son el Congreso, los partidos maoístas y marxista-leninistas, así como las facciones monárquicas. Por debajo de estos se encuentran grupos juveniles independientes, espacios de izquierda y grupos comunitarios indígenas. Históricamente, la mayoría de las protestas han sido lideradas o influenciadas por los principales partidos políticos, aunque las iniciativas espontáneas juveniles y de base están actuando de forma cada vez más independiente (incluido el reciente levantamiento de la «Generación Z»).
¿Cómo valoráis los objetivos de los participantes de base en este levantamiento? ¿Hay múltiples corrientes con objetivos diferentes o contrapuestos?
El actual movimiento de la «Generación Z» tiene sus raíces en el movimiento juvenil «Ya Basta» de 2019, que se focalizó en la justicia social y los problemas medioambientales, en el contexto de la mala gestión económica durante la crisis de la COVID-19. Este levantamiento inicial consistió en múltiples grupos juveniles independientes apoyados por ciudadanos comunes, progresistas y sectores de extrema izquierda, sin un liderazgo central. Desde entonces, el gobierno ha intensificado continuamente su vigilancia en la red y la represión contra los jóvenes, avivando el movimiento hasta convertirse en lo que es hoy. Sus principales demandas son la libertad de expresión, medidas anticorrupción y la plena rendición de cuentas del gobierno, sin involucrar a los partidos políticos establecidos. El trágico tiroteo de manifestantes pacíficos, incluyendo estudiantes inspirados en la filosofía de la serie de anime «One Piece», desató una indignación generalizada.
La insurrección fue descentralizada y espontánea, y culminó con el incendio del parlamento y la mayoría de las oficinas gubernamentales, casas de políticos, comisarías y sedes de partidos, logrando el derrocamiento del gobierno en menos de 35 horas. Existen diversas corrientes dentro del movimiento: monárquicos que buscan restaurar al rey en el trono, centristas que buscan ganar influencia dentro de un nuevo gobierno neoliberal y radicales de extrema izquierda que abogan por un federalismo real, por el laicismo y la inclusión de las comunidades marginadas. Esta multiplicidad de objetivos refleja las complejas aspiraciones y tensiones dentro del movimiento.
Según tenemos entendido aquí, desde muy lejos, los comunistas en Nepal sostuvieron un movimiento de resistencia durante muchos años antes de tomar el poder estatal en 2006. Tenemos la impresión de que los conflictos internos dentro del movimiento revolucionario en su conjunto dieron lugar a una serie de concesiones de los comunistas ante la clase dirigente nepalí. ¿Cómo han afectado estas concesiones a la sociedad nepalí, y en concreto a los movimientos de base radicales que participaron en la lucha popular, sindicatos y otros grupos?
El éxito de la insurgencia maoísta se basó en su oposición a los remanentes del sistema «Panchayat», una estructura agrícola feudal de opresión sobre el pueblo, ejercida por las élites de castas altas aliadas con la monarquía, que había sido oficialmente abolida en 1990. Sin embargo, una vez en el poder, muchos líderes maoístas transigieron en sus objetivos revolucionarios para mantener el control, adoptando gradualmente prácticas capitalistas que reflejan el mismo sistema de opresión Panchayat que afirman haber destruido. Estas transigencias han socavado su credibilidad ante las masas, y los maoístas ahora son vistos ampliamente como políticos corruptos en lugar de revolucionarios.
Mientras tanto, los abusos de derechos humanos por parte de las fuerzas militares y policiales han sido generalizados, y la justicia sigue siendo esquiva para las víctimas en todos los bandos. La imagen empañada de la política de izquierdas ha dado espacio al movimiento monárquico; incluso el reciente movimiento de la Generación Z ha prohibido la participación de partidos políticos y sindicatos, por temor a que impongan sus intereses. Si bien esto ha protegido la integridad del movimiento, también ha dificultado la organización de los verdaderos radicales de izquierda que buscan el cambio. Afortunadamente, el movimiento anarquista está emergiendo discretamente, contando cada vez con mayor aceptación, a pesar de algunas ideas erróneas que equiparan el anarquismo con el caos.
¿Cómo surgió la coalición gobernante? ¿Qué diferencias veis entre los dos partidos comunistas y cuál es el papel del Partido del Congreso en esta coalición?
La coalición gobernante surgió para asegurar una mayoría parlamentaria en medio de un sistema multipartidista fragmentado tras la guerra. Ambos partidos comunistas han abrazado la corrupción y las prácticas capitalistas, siendo el UML [Partido Comunista de Nepal (Marxista-Leninista Unificado)] el más organizado actualmente. Debido a su ejecución errónea de las ideologías comunistas y a sus antecedentes de corrupción, el movimiento comunista está perdiendo terreno rápidamente, y sus miembros son objeto de burlas a menudo cuando se identifican con el comunismo. El Partido del Congreso, con su papel histórico en poner fin «oficialmente» al régimen de Rana y al sistema Panchayat, sigue siendo la principal fuerza neoliberal en el gobierno. En 2008, los maoístas y los marxistas-leninistas se aliaron para derrotar en las elecciones al Partido del Congreso, y en 2024, el Partido del Congreso y los marxistas-leninistas se aliaron para derrotar a los maoístas. Si bien las diferencias ideológicas alguna vez los dividieron, estas distinciones han desaparecido casi por completo ante los ojos del pueblo.
Tanto India como China pertenecen al poderoso bloque industrial y comercial conocido como BRICS. ¿Cómo afecta esto a la ciudadanía nepalí? ¿Qué grupos aspiran a sacar provecho del derrocamiento del gobierno nepalí?
Los círculos políticos e intelectuales aún están divididos en cuanto al impacto que tendrá la pertenencia a los BRICS en la ciudadanía nepalí. Algunos los ven como un medio para reducir la hegemonía estadounidense, mientras que otros los ven como una extensión de la influencia autoritaria china. El gobierno nepalí ha estado siguiendo con cautela la evolución de la relación entre India y China y aún no ha decidido si participará en los BRICS.
Sigue siendo incierto qué grupos se beneficiarán finalmente del derrocamiento del gobierno, pero ninguna decisión política en Nepal se toma sin la participación de la agencia de inteligencia india RAW (Ala de Investigación y Análisis). Es probable que la CIA (Agencia Central de Inteligencia) también desempeñe un papel, en consonancia con su historial en revoluciones globales. Entre los principales peligros está la posibilidad de que las facciones monárquicas ganen poder con el respaldo de India, impulsadas por políticas nacionalistas hindúes extremistas, y el resurgimiento de las antiguas élites políticas sin un cambio sustancial. La amenaza de un golpe militar era real, pero afortunadamente no ocurrió.
Nepal, al ser un país sin costa, depende social y económicamente de la India y ha experimentado cierto cambio en relación a la inversión por parte de China, que ha abierto autopistas a través de Nepal. Mientras China e India intensifican su rivalidad, Nepal, a diferencia de otras naciones fronterizas con estos gigantes geográficos, se convierte en un espacio de control y equilibrio…
Ambas potencias han evitado hasta ahora un conflicto abierto, convirtiendo a Nepal en un escenario en equilibrio geopolítico entre India y China. Geográficamente atrapado entre estos dos gigantes nucleares, Nepal tiene pocas posibilidades para resistir su interminable tira y afloja. El bloqueo de combustible de la India tras el terremoto de 2015 fue claramente una maniobra de poder vinculada al movimiento madhesi, al que India apoyó extraoficialmente. China ejerce influencia instando al gobierno nepalí a controlar las protestas relacionadas con el Tíbet. Los lazos culturales y la apertura de fronteras hacen que la influencia de la India sea más pronunciada, mientras que las inversiones chinas, como los proyectos de autopistas, son bien recibidas por la población como oportunidades para la independencia económica de la India.
Desde la izquierda occidental muchos analizan la relación de Nepal con China e India —ambos socios comerciales de Estados Unidos e Israel, aunque China es percibida como un antagonista geopolítico de Estados Unidos— y concluyen que las insurrecciones en Nepal e Indonesia deben ser revoluciones de color respaldadas por la CIA, diseñadas para instaurar dictaduras alineadas con Occidente. ¿Qué opinas de esto?
Si bien la influencia extranjera de India, China y Estados Unidos es innegable, reducir el levantamiento a una revolución de color respaldada por la CIA minusvalora la verdadera ira y los sacrificios del pueblo nepalí. Millones de personas se movilizaron para incendiar edificios del parlamento, oficinas gubernamentales y casas de líderes políticos, no porque organizaciones extranjeras o nacionales se lo ordenaran, sino debido a décadas de fracaso gubernamental y corrupción. Etiquetar este movimiento como una revolución de color socava nuestra solidaridad con movimientos de base similares en todo el mundo. Activistas de Bangladesh, Indonesia y Sri Lanka celebran las luchas de los demás sin menoscabarlas como conspiraciones extranjeras. Este es un levantamiento popular nacido de la injusticia sufrida. Si estos levantamientos son revoluciones de color, entonces otros poderosos movimientos globales como la Primavera Árabe y Black Lives Matter también lo serían. Es hora de que los observadores occidentales apoyen estas luchas en lugar de deslegitimarlas.
¿Veis alguna conexión entre el levantamiento en Nepal y los levantamientos anteriores en Sri Lanka, Bangladesh e Indonesia? ¿De qué forma influyeron estos en el imaginario popular que propició esta revuelta? ¿Cuáles son las diferencias entre el contexto nepalí y esos otros contextos?
Los levantamientos comparten claros puntos en común, como la corrupción generalizada, la exclusión, el poder arraigado en manos de familias nepotistas, la censura gubernamental y una fuerte injerencia extranjera. Sri Lanka, Indonesia y Nepal tienen todos antecedentes de movimientos comunistas y su eventual fracaso. Una conexión interesante entre Nepal e Indonesia es la presencia de movimientos anarquistas activos y la influencia cultural del anime «One Piece», que simboliza para la juventud de ambos países su lucha contra el autoritarismo.
La diferencia clave radica en que el movimiento comunista de Nepal llegó al poder con éxito, pero posteriormente se corrompió y abandonó sus promesas, alimentando el descontento popular, mientras que en Indonesia y Sri Lanka, el gobierno comunista no llegó al poder.
Basándoos en vuestra reciente experiencia en Nepal, ¿tenéis algún consejo para quienes participan en la resistencia popular en otras partes del mundo?
Una resistencia eficaz debe combinar la educación organizada con la agitación y estar preparada para la insurrección masiva espontánea. Preparar a la gente para impulsar los movimientos sociales en la dirección correcta es fundamental, especialmente para gestionar los vacíos de poder que se crean cuando un gobierno colapsa, los cuales a menudo son aprovechados por las fuerzas capitalistas que buscan restaurar el antiguo orden. Las antiguas élites intentarán recuperar el poder, pero la población revolucionaria de Nepal ha demostrado un firme rechazo, destruyendo infraestructuras y enfrentándose físicamente a los líderes.
Sin embargo, este levantamiento no estaba completamente preparado para lo que sucederá después. Hasta ahora, nuestros esfuerzos se han centrado principalmente en la educación y las protestas, sin prever las estructuras posteriores al colapso. Nuestro consejo a los compañeros de todo el mundo es que se preparen no solo para la revuelta, sino también para las estructuras no jerárquicas y la reconstrucción social tras la caída de los regímenes.
¿Qué están haciendo los grupos anarquistas y antiautoritarios en Nepal? ¿Qué podemos hacer concretamente para apoyar los esfuerzos anarquistas y antiautoritarios en Nepal?
Los grupos anarquistas y antiautoritarios en Nepal están realizando talleres, charlas, proyecciones, exposiciones, eventos musicales y acciones directas en la calle. La mayoría de nuestros colectivos anarquistas creen en la organización sin jerarquías, fomentando el diálogo abierto incluso con radicales comunistas que buscan de verdad sociedades igualitarias. Creemos que la solidaridad dentro de los movimientos de izquierda es esencial, por lo que juzgamos por las acciones y no solo por la ideología. Para apoyar el movimiento, instamos a difundir las continuas violaciones de derechos humanos que estamos sufriendo, incluyendo la muerte de al menos 72 manifestantes, muchos de ellos jóvenes, asesinados por exigir el fin de la corrupción y el totalitarismo. Los responsables deben rendir cuentas y se debe hacer justicia sin demora.
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1Meter-byaj es una forma de préstamo con tasas de interés exorbitantes. En los últimos años, ha cobrado fuerza un movimiento de protesta contra el mismo.
2En junio de 2019, miles de personas salieron a las calles para protestar contra un proyecto de ley que nacionalizaría fundaciones comunitarias y religiosas centenarias. Conocido como «guthi», este sistema para mantener templos y espacios públicos tradicionales, así como para organizar festivales, tiene sus raíces en la comunidad newar, autóctona del valle de Katmandú.
4 Un movimiento por los derechos de los pueblos Madhesis, Tharus, musulmanes y Janjati, que ha tenido momentos de mayor actividad en 2007, 2008 y 2015
5Lipulekh es un paso fronterizo en el Himalaya, entre India y el Tibet bajo dominio chino. El gobierno nepalí reivindica la parte sur del paso, que lleva estando bajo la administración india desde los tiempos en que era colonia británica.
6El doctor Govinda KC es un cirujano y activista sanitario que ha llevado a cabo 23 huelgas de hambre reclamando reformas del sistema sanitario.
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El 28 de septiembre de 1905 en San Luis, Misuri, se fundaba la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano sobre el objetivo de articular a las fuerzas opositoras a la dictadura porfirista en México. Tiene su antecedente desde finales del siglo XIX en la tradición liberal mexicana, cuya corriente venía participando en luchas estudiantiles y sociales contra las reelecciones del dictador Porfirio Díaz. Los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, en esa estela liberal habían entrado ya en contacto con las ideas del comunismo anarquista de Piotr Kropotkin y Errico Malatesta, y habían fundado el periódico Regeneración en el año 1900, lo que les costó su encarcelamiento temporalmente.
En el 1901 hubo el Primer Congreso de Clubes Liberales en la ciudad mexicana de San Luis de Potosí, del cual nace una primigenia confederación, que será duramente reprimida por el gobierno dictatorial de Porfirio Díaz, y encarcelados muchos de sus miembros, además, de suprimir el periódico Regeneración. Estos círculos liberales radicalizados y con postulados por parte de los hermanos Magón cercanos al anarquismo comunista organizado siguen siendo reprimidos al año siguiente, lo cual obliga a su exilio al otro lado de la frontera mexicana. Los hermanos Magón marchan a la ciudad de San Luis, en Misuri, donde sería fundado definitivamente el Partido Liberal Mexicano.
Durante casi un año a lo largo de 1905 se estuvieron teniendo discusiones profundas sobre la situación política, económica y social mexicana, e igualmente conectada a la realidad obrera estadounidense. El programa fue presentado en el periódico Regeneración el 1 de julio de 1906, que tuvo una tirada de 250 mil ejemplares, y se reprodujo igualmente en medio millón de pliegos distribuidos tanto en México, Estados Unidos, Europa, y algunos países de América Latina. Ese programa agrupó a centenares de organizaciones liberales y, principalmente, obreros contra la dictadura de Porfirio Díaz. Incluía objetivos políticos, sociales, y también laborales y en el ámbito económico, con una finalidad estratégica revolucionaria conectando acuerdos de mínimos con una subversión completa del sistema de dominación. Igualmente, años más tarde reconocía el propio Flores Magón, que este programa incluía puntos claramente reformistas para atraer a la organización y a la lucha al movimiento de masas. Considerado un primer paso para acercar a la revolución social, expresado de manera mucho más evidente en el Manifiesto del 23 de septiembre de 1911 con una postura abiertamente anticapitalista y socialista anarquista que traería el lema «Tierra y Libertad».
Huelga e insurrección minera en Cananea y lucha del textil en Río Blanco
Antes de la Revolución Mexicana de 1910, este programa tuvo su reflejo práctico en las huelgas e insurrecciones en los años previos. Sin esa acumulación de fuerza social y de experiencias de revuelta no hubiese sido posible el inicio del proceso revolucionario posterior y su plasmación en la alianza zapatista-magonista con un plan transformador desde la raíz. Debido a la organización clandestina que tenía el Partido Liberal Mexicano, estaba presente en numerosas ciudades y puntos estratégicos de la lucha contra el Porfiriato, debiendo defenderse de la brutal persecución. Se potencian varias sublevaciones contra la dictadura de Porfirio Díaz, en el poder desde 1876, y que había implementado las políticas económicas del capitalismo a finales del siglo XIX en México profundizando las desigualdades sociales.
Los posicionamientos políticos del PLM influyeron directamente en el estallido en junio de 1906 de la huelga minera de Cananea, en Sonora, un levantamiento obrero de varios días contra la empresa «Cananea Consolidated Copper Company», propiedad del empresario y coronel estadounidense William C. Greene. Esta huelga la organizaron los trabajadores mexicanos luchando contra la explotación laboral y la miseria de la vida a la que estaban sometidos. La policía rural porfirista reprimió a los mineros con el apoyo de Rangers del estado de Arizona enviados a petición del cónsul estadounidense para defender sus intereses capitalistas. Miles de trabajadores se levantaron en insurrección, mientras veintitrés obreros fueron asesinados y otros veintidós heridos; y pese a la represión esta Huelga de Cananea fue una muestra de que la clase trabajadora mexicana estaba acumulando capacidad de autoorganización en defensa de sus intereses.
Durante ese verano el PLM organiza una rebelión generalizada en México programada para septiembre de 1906, coincidente con el Día de Independencia (16 de septiembre), y que la compondrían una cincuentena de grupos guerrilleros bien armados. Se levantarían en armas en distintos puntos del interior de México, incluidos rebeldes Yaquis, comunidad indígena de Sonora, mientras que otros grupos de apoyo desde Estados Unidos tomarían las principales ciudades aduaneras, y consolidarían el abasto de armamento. Sin embargo, la primera semana de septiembre, muchos magonistas fueron detenidos por la policía estadounidense, decomisadas sus armas y descubiertos documentos fundamentales para la rebelión.
La rebelión programada había sido desarticulada pero aún así se produjo un levantamiento el 26 de septiembre en distintos municipios del estado de Coahuila principalmente, sofocado por fuerzas federales. El 30 de septiembre de 1906 estalla la rebelión de Acayucan, Minatitlán y Puerto México, todas ellas en el estado de Veracruz, impulsada igualmente por delegados del PLM. Los enfrentamientos contra el ejército federal duraron cuatro días completos, bastantes rebeldes murieron, otros encerrados en cárceles políticas y otros huyeron a la zona de la sierra para reorganizar guerrillas que estuvieron en combate hasta 1911. Muchos de los indígenas capturados por fuerzas federales fueron deportados a Valle Nacional, una zona tabacalera en las montañas del noroeste de Oaxaca donde eran esclavizados por los hacendados.
Estos intentos insurreccionales no estaban desconectados de la realidad social, política y el clima cada vez más incrementado de oposición al Porfiriato. Y en enero de 1907 estalla una nueva huelga del movimiento obrero mexicano en la fábrica de huaraches (sandalia mexicana que procede lingüísticamente de la lengua purépecha) de Río Blanco en Veracruz. Esta era una de las fábricas más grandes y buque insignia del Porfiriato. En abril de 1906 se había constituido el Gran Círculo de Obreros Libres, promovido por dos trabajadores militantes del PLM magonista. Sus estatutos se mantenían clandestinos por la represión porfirista, y tenían relaciones directas con la Junta Revolucionaria que para entonces ya estaba constituida en San Luis, Misuri.
Tras un paro patronal en el mes de diciembre ante el incremento de la lucha obrera, la vuelta al trabajo tras el año nuevo se produce con la represión porfirista a la libertad de asociación y de prensa. Miles de obreros y sus familias se reunieron en Río Blanco, y solicitaron en la tienda de abastos de la empresa que se les entregase suficiente maíz y frijol hasta que percibieran sus salarios. Ante la negativa del tendero, que era protegido por los dueños de la fábrica, fue una mujer llamada Margarita Martínez, quien animó al pueblo a que se tomasen por la fuerza las provisiones negadas. Tras el saqueo de la tienda se prendió fuego a la fábrica, pero los huelguistas no sabían que batallones de soldados estaban a las afueras del pueblo. Comandados por el general Rosalio Martínez, el subsecretario de Guerra, estos soldados entraron al pueblo disparando a quemarropa contra la multitud sin resistencia posible y dejando centenares de muertos entre mujeres, menores y hombres.
Redes y resistencias en el crecimiento del PLM, la relevancia histórica de su lucha
Todas estas insurrecciones previas están conectadas con el programa del PLM publicado en 1906, es decir, los numerosos clubes liberales que surgieron en muchas ciudades mexicanas trasladaban los principios políticos de este programa, y se coordinaba la autoorganización obrera y campesina. Sin embargo, se tenía enfrente a una dictadura implacable como el Porfiriato, aliado con la burguesía y el clientelismo capitalista internacional, pero sobre todo, con la inserción del incipiente imperialismo estadounidense que venía practicando sobre México esa explotación con un carácter expansivo y neocolonial. Es por ello, que los intentos insurreccionales y huelgas en la primera década del siglo XX, detrás de las cuales estuvo siempre el PLM, estaban completamente conectadas a los movimientos de masas. No fueron intentos individualizados, ni desprovistos de una organización social y política detrás que conectaba con las reivindicaciones obreras y campesinas, y esa es una de las claves principales para comprender por qué se dieron, y la manera en que sumaron para que fuese posible una Revolución pocos años después. Las huelgas insurreccionales son necesarias en la lucha socialista libertaria, pero deben conformar parte de un todo estratégico, y no deben de dar la espalda a la clase trabajadora, de la cual, los magonistas como trabajadores y militantes, integraban por completo.
Este movimiento anarquista en México, encabezado por el PLM para luchar contra el Porfiriato y el capitalismo no fue posible sin alcanzarse previamente un alto grado de redes transnacionales, es decir, un anarquismo sin fronteras. La prensa, la propaganda, la solidaridad internacional que sostuvieron cientos de hombres y de mujeres. Y es que la historia oficial, pero también la falta de voluntad memorialista entre nuestras filas de la izquierda libertaria, no ha valorado y analizado suficientemente el impacto político de las redes de mujeres implicadas en este entramado del PLM. La clandestinidad tampoco, es cierto, ayuda a conocer datos o informaciones, desgraciadamente nuestros hilos rojinegros en la historia tornan invisibles por pura supervivencia del movimiento, pero se tejen por manos femeninas y disidencias. Su labor particularmente fue notoria en mantener vivo el proyecto revolucionario, incluso en los momentos de mayor represión.
Todos estos centenares de redes y miles de integrantes de la clase dominada se unieron bajo la lucha por la emancipación total, ese era su objetivo y por ello se organizaban en torno al Partido Liberal Mexicano. Un ejemplo valioso en nuestra historia anarquista sobre la necesidad de una organización fuerte con redes bien establecidas y un programa claro integrado en las reivindicaciones de la clase trabajadora y con una clara intención revolucionaria. Si bien el anarquismo nace en el siglo XIX en Europa de los movimientos de lucha de clase, su desarrollo, revisiones y mejora en otras latitudes lo único que han hecho ha sido engrandecer su pasado y aportarnos nuevas herramientas de combate. Por siempre tierra y libertad, que no se diluya en la noche de los tiempos oscuros.