La energía solar fotovoltaica, por sus características técnicas y su modularidad, puede ser instalada de forma masiva sobre cubiertas y espacios urbanos o periurbanos. Existen estudios a nivel europeo, como el llevado a cabo por el Joint Research Center que dan como resultado que en España se puede cubrir el 28 % de la demanda de electricidad mediante instalación de fotovoltaica en cubiertas. Sin embargo, el modelo que se está implantando está basado en la instalación de grandes superficies sobre suelo, a menudo en regiones alejadas de los puntos de consumo. Un modelo que, además de su impacto sobre el territorio, genera la necesidad de desarrollar líneas de evacuación cada vez más largas, así como subestaciones eléctricas, y que da lugar a mayores pérdidas en las redes de transporte y distribución.
El estudio presentado en este informe se centra en la región de la Comunidad de Madrid, que consume el 11 % de la electricidad del estado, y es proporcionalmente la que menos electricidad genera, siendo un sumidero de consumo de la electricidad generada en las regiones limítrofes. La Comunidad de Madrid cuenta internamente con importantes asimetrías, de forma que el municipio de Madrid concentra a la mitad de la población y consume la mitad de la electricidad de la región. Junto con otros municipios limítrofes que conforman el área metropolitana albergan al 85 % de la población y consumen el 85 % de la electricidad de la región, mientras que una gran mayoría de municipios, más alejados y pequeños, consumen el restante 15 %.
Los resultados del estudio están en línea con los efectuados por el Joint Research Center, y apuntan a que se podría cubrir el 26 % de la electricidad que se consume en la Comunidad de Madrid mediante instalación en cubiertas, y el 31 % de la misma si se añade suelo urbano, ya sea directamente o bien sobre infraestructuras como pérgolas o infraestructuras en aparcamientos, plazas, rotondas o grandes avenidas.
Estos porcentajes de generación se obtienen teniendo en cuenta la instalación en tan solo tres cuartas partes de las superficies identificadas en este estudio, como escenario realista. La utilización del 100 % de las superficies es considerada inviable por diferentes motivos (socioeconómicos, de protección patrimonial, o de utilización para otros usos), y por lo tanto se ha establecido el 75 % de utilización como el escenario más viable a medio-largo plazo. El informe incluye más detalles teniendo en cuenta diferentes grados de utilización de la superficie. Por otro lado, ha de tenerse en cuenta que la evolución reciente de la tecnología está posibilitando la mejora continua en el rendimiento de los módulos, lo que significa que, con la misma superficie de paneles, la potencia instalada y por lo tanto la energía generada, será mayor en un futuro.

Una parte importante de los municipios podrían generar el 100 % de la electricidad que consumen mediante fotovoltaica sobre cubiertas y zonas urbanas. No obstante, los municipios del área metropolitana, que son los que mayor consumo concentran, tendrían dificultades para alcanzar porcentajes tan significativos de generación mediante fotovoltaica en cubiertas. Por ejemplo Madrid, que consume la mitad de la electricidad de toda la región, sólo sería capaz de generar hasta el 12,9 % de la energía que consume usando el 75% de sus cubiertas, un porcentaje que subiría hasta el 13,6 % si se añaden instalaciones sobre suelo urbano.
Metodología del estudio y Superficies identificadas
Para realizar el estudio se han muestreado mediante imágenes de satélite 1.500 hectáreas (ha) de zonas urbanizadas, divididas en 7 áreas industriales y 9 áreas residenciales, dando como resultado que en las áreas industriales un 30 % de la superficie total sería apta para la instalación de fotovoltaica en cubiertas, mientras que en las áreas residenciales este porcentaje varía entre el 7 % y el 13 % dependiendo de la densidad de población. Si se añade además el suelo urbano con potencial de instalación, el porcentaje sube al 38 % de la superficie en zonas industriales y entre el 15 % y 21 % de la superficie en zonas residenciales.

Potencial de generación: cubiertas, suelo urbano, y suelo rústico
La energía que se genera en los escenarios considerados viables varía entre los 2.704 GWh para un aprovechamiento del 25 % de las superficies identificadas y los 8.112 GWh para un factor de aprovechamiento del 75 %, lo que significa una cobertura de la demanda total entre el 10,40 % y hasta un 31,20 % respectivamente. Del total de la energía generada, aproximadamente el 80 % se genera sobre cubiertas y el 20 % sobre suelo o infraestructuras.

Se ha estudiado la utilización de suelo rústico en los municipios o fuera de ellos para alcanzar un mayor grado de generación mediante fotovoltaica. Por ejemplo, para alcanzar el objetivo de generación del 40 % del consumo del municipio de Madrid sería necesario ocupar aproximadamente 3.200 Ha, que representan el 13,4 % de su suelo rústico. Si sumamos al territorio que necesitaría el municipio de Madrid el del resto de municipios que no llegan al objetivo de generación serían necesarias 4.150 ha de fotovoltaica en suelo rústico, adicionales al suelo urbano identificado.
Considerando que la ocupación de tal cantidad de suelo rústico es probablemente inviable en el propio municipio, se han considerado los límites del 1 % y el 5 % del mismo. En estos escenarios, por ejemplo, el municipio de Madrid sería capaz de generar hasta un 15,6 % de su consumo utilizando el 1 % del suelo rústico del municipio, y hasta un 23,5 % si se utiliza el 5 % de su suelo rústico (además del 75 % de la superficie urbana identificada).
En el conjunto de municipios, la utilización de un 1 % de superficie rústica municipal hace que se eleve de 155 a 167 el número de municipios que son capaces de generar al menos el 40 % de su demanda mediante fotovoltaica instalada en su término municipal. Si se utiliza el 5 % de la superficie rústica municipal, este número asciende a 175 de los 179 municipios de la Comunidad de Madrid. Madrid (23,5 %), Fuenlabrada (34 %), Coslada (30,5 %) y Alcobendas (37,4 %) serían los municipios que, en estas condiciones, no alcanzarían el 40 % de cobertura.
Por último, se ha estudiado la potencia adicional que sería necesario instalar en suelo de otras regiones para cumplir distintos objetivos de penetración de fotovoltaica (entre un 40 % y un 100 %). Los resultados varían en función de distintos factores, como el grado de utilización de las cubiertas, el suelo rústico municipal empleado como máximo, y el objetivo de generación que se plantee. Por ejemplo, para un 40 % de cobertura, 75 % de utilización de cubiertas y utilización del 5% de suelo rústico en cada municipio de Madrid sería necesario instalar 500 MW en suelos de otros municipios. En el otro extremo, para un 100 % de cobertura fotovoltaica, un 25 % de utilización de cubiertas y la utilización del 1 % de suelo rústico de cada municipio, sería necesario instalar 12.500 MW adicionales en suelo de otros municipios.
Conclusiones
Pese a que la Comunidad de Madrid es una zona densamente poblada y con un consumo elevado de electricidad, existe un alto potencial de generación mediante fotovoltaica en cubiertas y zonas urbanas. Esta fuente podría cubrir entre el 26 % y el 31 % de la demanda de electricidad de la región utilizando el 75 % de las superficies identificadas, límite que se ha considerado como máximo debido a diversos condicionantes.
Un objetivo mínimo del 40 % de cobertura fotovoltaica, acompañada de la incorporación de tecnologías de almacenamiento, haría posible que la energía generada se consumiera íntegramente en la región. Para llegar a ese objetivo de autonomía sería necesaria la instalación de aproximadamente 6.500 MW de potencia sobre suelo, lo que puede suponer un consumo de terreno de entre 10.000 y 12.000 hectáreas. Utilizar las superficies urbanas identificadas reduce la necesidad de instalación en suelos rústicos entre un 65 % y un 80 %, y más aún si se añade instalación en una parte reducida del suelo rústico de cada municipio.
La transición energética nos ofrece una ventana de oportunidad única para abrirnos a la democratización, descentralización y concienciación energética y climática de la sociedad a través de la participación ciudadana. Autoconsumo individual o colectivo, comunidades energéticas, inversión pública en producción de energía renovable y gestión de la demanda son los nuevos ejes que nos pueden ayudar a transformar el mercado energético y nos ayuda a poner en valor, real y no solo como un concepto económico, la energía.
Sin embargo, la principal barrera al desarrollo del autoconsumo, tanto individual como colectivo, se encuentra en los requerimientos desproporcionados, trámites administrativos innecesarios y demoras injustificados por parte de las distribuidoras eléctricas, como se puede concluir del informe “Autoconsumo en España: diagnóstico, retos y propuestas” realizado por la Alianza por el Autoconsumo. Por otra parte, como se señala en el informe de CECU “La protección de las personas consumidoras vulnerables en el modelo de comunidades energéticas locales”, las comunidades energéticas ofrecen un nuevo modelo de oportunidades a la ciudadanía. La generación de energía procedente de comunidades energéticas y autoconsumos colectivos nos facilitará influir de manera justa en los precios de la energía, como integrantes activos del sistema y reducir los precios de la energía.
En todo caso, todo lo anterior debe basarse en una premisa: la sustancial reducción del consumo energético y material de nuestra sociedad. Sin una estrategia de decrecimiento planificado y socialmente justo, la llamada transición energética solo supondrá un intento por mantener unos años más el actual sistema económico ecocida antes del previsible colapso.
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La entrada [Informe] Consumo de fotovoltaica en la Comunidad de Madrid aparece primero en Ecologistas en Acción.