Ecoloxistes n’Aición d’Asturies denuncia que El PMUS no es un plan de movilidad: es una trampa cuidadosamente diseñada para que los ovetenses paguen sí o sí y durante décadas a una serie de empresas.
Ecoloxistes n’Aición d’Asturies ha presentado públicamente sus alegaciones al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) del Ayuntamiento de Oviedo/Uviéu. Se denuncia en particular que el documento no pretende reducir la contaminación, sino obligar a las y los ovetenses a pagar sí o sí a empresas privadas, ya sea mediante aparcamientos subterráneos, la zona azul y el sistema de control por cámaras.
Una ZBE convertida en negocio
La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) propuesta no impulsa el transporte público, ni crea aparcamientos disuasorios, ni otras alternativas. En su lugar, se ampliarán los aparcamientos del centro (a través de la creación de una serie de aparcamientos subterráneos de gestión privada como el de La Escandalera y El Campillín), permitiendo que entren más coches siempre que paguen, que es el verdadero objetivo. No es una medida ambiental, es un peaje encubierto.
Casi toda la ciudad será zona azul
El PMUS plantea extender masivamente la zona azul: Tal y como aparece en el documento del PMUS se prevé convertir todas las calles de la ciudad de pago excepto una parte de La Corredoria, La Florida, Montecerráu y Prados de la Fuente. De esta forma se garantiza la viabilidad y beneficio económico de las empresas de los aparcamientos subterráneos de La Escandalera y El Campillín. Esta expansión obligará a miles de vecinos sin garaje a pagar por aparcar en la calle en casi toda la ciudad, sin que el Ayuntamiento ofrezca alternativas como reforzar el transporte público o crear aparcamientos disuasorios gratuitos. Es evidente que el objetivo es el enriquecimiento de la empresa que gestiona la zona azul, no el desincentivar el uso del coche.
Un modelo para que las y los ovetenses paguen siempre
Los contratos de los aparcamientos subterráneos de gestión privada garantizan su rentabilidad durante décadas. Si Uviéu reduce el uso del coche en el futuro y los aparcamientos subterráneos dejan de obtener una rentabilidad, el Ayuntamiento deberá indemnizar con millones a las concesionarias por las obras ejecutadas. Por lo que se crea un negocio sin fisuras que impide a futuro establecer verdaderas medidas ambientales y que reduzcan la contaminación.
Principales zonas contaminadas ignoradas
Otra evidencia de que el PMUS no persigue la reducción de la contaminación es que no plantea cómo soluciones de ningún tipo en las zonas del concejo con mayores problemas como Trubia, Olloniego/Lluniego o el entorno del Bulevar de Santuyano.
Conclusión
El PMUS antepone el negocio privado al interés general. “No es una medida ambiental, es una trampa cuidadosamente diseñada para que los ovetenses paguen sí o sí y durante décadas a una serie de empresas.
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