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‘Buscando a Pedro Baigorri’, cocinero y guerrillero

Por: Manuel Ligero

Hay personas que viven vidas «de película». Una de ellas es, sin duda, Pedro Baigorri, un hombre que cocinó para Franco, participó en los movimientos revolucionarios de su tiempo y acabó siendo asesinado en una emboscada en la selva colombiana. El periodista y cineasta Unai Aranzadi presenta ahora un documental sobre su azarosa vida: Buscando a Pedro Baigorri. El estreno tendrá lugar mañana, en el cine Maldà de Barcelona, dentro del marco del XXII Festival de Cine y Derechos Humanos.

«La película habla del sentido de la lucha, de la clandestinidad y de las raíces, en muchos casos, cristianas de eso de sacrificarse cual “Cristo con un fusil al hombro”, que diría Kapuscinski», explica su director. Aranzadi ha dedicado a esta historia casi 20 años de investigación que le han llevado a Cuba, Francia, Venezuela, España, México, Suecia y Colombia tras la pista de Baigorri.

Todo empezó en Navarra, en la década de 1950. Baigorri era hijo de guardia civil y se crió en diferentes casas cuartel hasta que, gracias a sus dotes de cocinero, fue contratado en el Hotel María Cristina de San Sebastián. Trabajando allí, fue llevado al buque Azor para cocinar para el mismísimo Francisco Franco. Aunque políticamente hablando no podía estar más alejado del dictador. Tanto, que en 1959 se marcharía a Francia para eludir el servicio militar obligatorio.

En la capital francesa comienza su etapa guerrillera, en las filas del Frente de Liberación Nacional argelino. Luego se traslada a la meca revolucionaria de la época: Cuba. Allí trabó amistad con los hermanos Castro y con el Che Guevara. Tras unos años de trabajo en la isla, hace un curso de guerrillas y es enviado a Colombia. En ese país todos sus proyectos revolucionarios fracasan y, finalmente, es asesinado en 1972 a manos del Ejército colombiano. En la trampa que le tendieron cayeron otros tres compañeros de armas, pero uno sobrevivió. Unai Aranzadi consiguió entrevistarlo antes de su muerte.

Por su documental desfilan varias personas que conocieron y trabajaron junto a Baigorri, como su paisano Lucio Urtubia (célebre anarquista exiliado como él en París), el escritor y guerrillero Alfredo Molano o el fotógrafo mexicano Rodrigo Moya (cuya hermana fue pareja de Baigorri).

Recomponer la historia del chef y revolucionario navarro ha sido una tarea muy ardua. Tras su martirio en Colombia se perdió toda pista de él, hasta el punto de que no se sabía muy bien si se trataba de una leyenda o era un personaje real. Pero era muy real. El primero que empezó a tirar del hilo fue Fermin Munarriz, periodista de Gara que en 2005 se propuso rastrear sus huellas a la manera tradicional: agarró la guía telefónica y empezó a llamar a todos los Baigorris navarros hasta que dio con su hermano Pablo, compositor de textos en la rotativa del Diario de Navarra durante más de 40 años. Gracias a él, la historia de Baigorri empezó a tomar forma.

Pedro Baigorri
Pablo Baigorri muestra una foto de su hermano mayor en sus últimos años de vida. UNAI ARANZADI

El documental será presentado mañana al público por el propio director, que se refiere a su obra como algo concienzudo y artesanal, «hecho con pocos medios, pero con mucho fondo». Aranzadi, reportero de guerra y colaborador habitual de La Marea, ha recibido premios en festivales de cine de Houston, México, Italia, Barcelona o Bahía entre otros. En la presentación de su nueva película le acompañarán los hermanos y sobrinos de Baigorri.


‘Buscando a Pedro Baigorri’ se estrena mañana, 6 de diciembre, en el Cinema Maldà de Barcelona, a las 18.00 horas.

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✇Conciertos en Albacete

XVII Jornada Cultura Cubana

Por: Discos Ruidosos

 

XVII Jornada Cultura Cubana

Del lunes 13 al lunes 20 de octubre de 2025

José Oliva, Imaginalia, Sala Zizú, El Rincón

Actividad abierta con muchas actividades gratuitas, en algunas se necesita inscripción

 

 

Albacete se convierte en punto de encuentro entre culturas con la XVII Jornada por la Cultura Cubana, organizada por la Asociación Cultural Amigos de Cuba.

Más de veinte actividades de música, danza, literatura, cine y talleres.

Las actividades son en su mayoría gratuitas y abiertas al público, y toda la información sobre horarios, sedes y reservas puede consultarse en la web www.jornadaporlaculturacubana.albaceteporcuba.com

Desde hace más de dieciséis años, este colectivo viene impulsando proyectos sociales y culturales que promueven la identidad cubana, el intercambio artístico y el conocimiento de la diversidad cultural en Castilla-La Mancha. 

Masterclass de Folklore Campesino Cubano 

Miércoles 15 de octubre, 20:30 h 

Centro sociocultural José Oliva 

 

Fiesta clausura

Domingo 19 de octubre, 18:30 h

Nativa

Entrada: gratuita

 

✇Radio Topo

Colombia, Haití y Cuba vistas desde otra perspectiva

Por: Radio Topo

Hoy estamos con Carlos Olaya, un habitual colaborador del programa. Hablaremos con él de la evolución de la lucha en las calles de Colombia, de los últimos acontecimientos en Haití y de la tán comentada situación en cuba. Todo ello desde un punto de vista distinto al que los medios nos tienen acostumbrados.

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✇Radio Topo

Alberto Guerra en Radio Marmota

Por: Radio Topo

En el undécimo programa de Radio Marmota (Radio Topo 101.8 ) tenemos el honor de entrevistar a Alberto Guerra Naranjo, Licenciado en Historia y Ciencias Sociales, guionista de cine, y uno de los más importantes narradores cubanos de la actualidad. En la sección de literatura, Alba nos recomienda a Laura Gallego, una autora española de […]

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✇Rebelion

Los «megas» de Cuba

Por: JDF

1.

El acceso a internet en Cuba marca la vida cotidiana del país desde los años 2018 y 2019. Ya en 2020 y 2021, con la pandemia de Covid-19, buena parte de las prácticas de socialización tuvieron el ámbito digital como el básico —y a veces único—.

Las redes virtuales devinieron, con fuerza, una «plazuela electrónica», una «ciber-esquina caliente». En diferentes escalas, la existencia ―de facto― de una «esfera pública supletoria» se multiplicó y diversificó. Incluso la consigna y aspiración de un «gobierno electrónico» recibió la venia de las principales autoridades del país.

Pero, en rigor, nada de eso es «nuevo». Algo similar vivimos, por ejemplo, con la llamada guerrita de los emails, hacia 2007, cuando un grupo de intelectuales protestaron por esa vía ante la aparición en televisión nacional de personajes que protagonizaron el «quinquenio gris».

Ya entonces Desiderio Navarro hablaba de esa «esfera pública supletoria» —a saber, el ámbito digital— ante la «inactividad e inoperancia de los espacios de expresión o debate… ya existentes».[1]

Pues bien, esa esfera pública supletoria ha vuelto a hacer acto de presencia como medio de expresión del descontento popular ante el reciente aumento de precios decretado por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).

Dicha esfera mantuvo su condición de suplente porque, salvo momentos como el debate constitucional, el referendo sobre el Código de las Familias o las jornadas que siguieron a julio del 2021 ―en todos los casos con una sostenibilidad limitada en el tiempo―, la riqueza de discusiones acontecidas en espacios de expresión o debate —tanto institucionales como públicos— ha sido sepultada por la incapacidad vinculante de las organizaciones sociales en que tales discusiones suceden. «La inactividad e inoperancia de los espacios de expresión o debate… ya existentes», por tanto, se ha agravado hasta el estado de coma. Ello no acusa, empero, la muerte de la capacidad crítica del pueblo de Cuba, de pensar con cabeza y corazón propios los desafíos de su proyecto social, antes bien señala la ya crónica debilidad del tejido político cubano.

Por estos días regresa ―una vez más― el espacio digital «sustituto» para desafiar lo inoperante. Con alcances sociales diferentes, hoy le ha tocado el turno a ETECSA. Obligados por la protesta social, la propia Empresa y los directivos del Ministerio de las Comunicaciones han debido reaccionar con comparecencias en espacios informativos, incluido el de la Mesa Redonda; se han organizado encuentros en los planteles estudiantiles, principalmente universitarios; y a través de la red virtual X se han pronunciado algunos de los principales dirigentes del país. Sin embargo,

esos modos de transmisión de mensajes —más que de comunicación— han mostrado que no pueden ser «sustitutos» de los canales de comunicación directa con la gente, no solo porque sus naturalezas difieren, sino porque la eficacia de las discusiones cara a cara y masivas con la ciudadanía, no ha podido ni podrá ser superada por ágoras virtuales.

Un detalle de interés es que, como en algunas de las recientes discusiones con el sector del arte y la literatura, han sido dirigentes mujeres quienes han debido responder de manera más directa, sin mediaciones digitales, a las demandas planteadas, lo cual contrasta con el hecho de que la mayor parte de la dirigencia del país está compuesta por hombres.

2.

En medio de la discusión actual sobre las tarifas de ETECSA, es importante considerar que el debate no es meramente «económico», si de una economía con horizonte socialista hablamos, sino esencialmente político.

O, para decirlo de manera resumida, su contenido económico ―para lo que nos interesa aquí― radica en el impacto para la reproducción de la vida de los millones de cubanos que se «conectan» a través de esa empresa. Si el socialismo continúa siendo la orientación del movimiento social, del cual el gobierno es y ha de ser parte servidora —y, ojalá, parte guía—, y si convenimos que el horizonte socialista domina —pero no se somete— a la economía, que adquiere, bajo la égida de aquel, funciones nuevas, entonces, resulta incontestable la significación política de los hechos recientes en Cuba. Decir lo contrario es guardar complicidad con el aplazamiento y ocultamiento de discusiones que nos debemos como sociedad, sobre el modo en que se administra la riqueza producida en común.

Este no es un problema técnico: es un problema político.

No lo va a resolver la economía realmente existente, es decir, la economía capitalista. No lo van a resolver los indicadores al uso, ni la ciencia al uso, ni el pensamiento al uso, ni las conductas al uso. Lo va a resolver el pueblo, con su inventiva e histórica disposición a reformular el pacto social.

Muchas interrogantes atraviesan los problemas de las relaciones económicas —que son relaciones de producción y reproducción de la vida, y que, por consiguiente, no le conciernen de manera exclusiva a los economistas profesionales— y la participación del pueblo en el control y conducción creciente de dichas relaciones en su favor, si de un proyecto de transición socialista se trata. Una de dichas interrogantes es la rentabilidad.

En la última década —como expresión de la confluencia entre crisis económica y crisis político-cultural que algunos se empeñan en negar― el discurso de los dirigentes del país y una parte de los economistas acude una y otra vez al argumento de la rentabilidad. Desde esa noción se defiende la tan cuestionada reforma —¿comercial?— de ETECSA.

Cabe preguntarse si, de acuerdo con el pacto social que sostiene al Estado cubano desde 1959, la rentabilidad es un criterio absoluto.

¿Qué debe ser rentable y para qué en Revolución? ¿Cómo se financian los derechos conquistados que no admiten sometimiento a las lógicas del mercado? ¿Cuáles se asumen como derechos y qué estrategias necesitan para sobrevivir en su cualidad de «conquistas»?

No son preguntas que se puedan responder desde oficinas. No son preguntas que consideraciones tecnocráticas puedan satisfacer o cuyas respuestas puedan regularse desde ese lugar, porque, según el pacto social de la Revolución, hay respuestas que solo le corresponde dar y decidir al pueblo. A los técnicos y administradores les correspondería, en todo caso, «traducir» el reclamo popular en modos factibles de garantizar y proteger los derechos conquistados. Es en ese trabajo de «traducción» —y no en optar por otro idioma: el de la rentabilidad en este caso— donde recae el mandato que les delega el pueblo.

El proyecto revolucionario ha vivido de convertir las necesidades en posibilidades; no de plantearse qué es posible, con independencia de lo necesario. Si la pregunta que prima es la de las posibilidades, entonces, bajo las condiciones que impone el capitalismo, no es posible la justicia social, no son posibles la libertad ni la democracia popular, no es posible la revolución, ¡no es posible Cuba!

Vale la pena recordar la advertencia de Fidel, que no fue tecnócrata ni administrador, en su «Proclama» del 31 de julio del 2006: «Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados, como he venido haciéndolo personalmente».[2] Consciente como era de que los dólares no entienden de dolores; de que hay bienes y causas que son incomprables, incosteables e intangibles —¡qué bueno!— para la lógica de la ganancia, Fidel era intransigente al sustraerlos de cualquier esquema basado en la rentabilidad, donde para sobrevivir esos bienes tuviesen que alterar su misión, su naturaleza, su cometido.

Fidel entendía que los recursos dinerarios para el sostenimiento de las conquistas más caras -en los dos sentidos del vocablo- del pacto social revolucionario había que sacarlos de otra parte.

Ciertamente, la de ahora no es una pelea por la rentabilidad de la salud o la educación —pese a que la clase, el territorio y los recursos monetarios cada vez recortan más, de facto, las posibilidades de acceso a ambas conquistas, las cuales, por cierto, han sufrido progresivos recortes disfrazados de «redimensionamiento»—. Tampoco se trata de una pelea por la rentabilidad de la energía ―pese a que en el incremento de la demanda sobre un sistema tan deteriorado no participan por igual el jubilado que abanica sus esperanzas de rentabilidad y los dueños de negocios, probadamente «rentables»—.

El asunto es que ETECSA no es solo una empresa, sino, sobre todo, una instancia que media el acceso de la ciudadanía a la información y la comunicación.

Entender tal acceso como conquista requiere darnos una discusión que no hemos tenido y que alteraría por completo el abordaje del actual problema de las tarifas.

3.

Tres significantes de interés acompañan la definición de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba: «empresa», «estatal» y «socialista». Como se desprende de lo dicho hasta ahora, uno de esos significantes ―el empresarial― tuerce el brazo de los otros.

Si sostenemos que el enfoque no puede ser solo económico, consideramos también que no debe constreñirse a la perspectiva jurídica individualizada. Enciende las alarmas que una parte de los reclamos se centre en el «cumplimiento de los contratos firmados con ETECSA», como si la aspiración cultural del proyecto que triunfó en 1959 se basara en la conformación de acuerdos individuales. Es otra expresión ilustrativa de la actual crisis y de la laceración del pacto social revolucionario, donde el bien colectivo fue siempre lo primordial.

Quienes gusten de los documentos contractuales, pudieran ir al Artículo 18 de nuestra Constitución: «En la República de Cuba rige un sistema de economía socialista basado en la propiedad de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción como la forma de propiedad principal, y la dirección planificada de la economía, que tiene en cuenta, regula y controla el mercado en función de los intereses de la sociedad».[3] ¿Acaso no es el terreno de los derechos a la información y la comunicación uno de especial interés social, en el que resulta central el control del mercado? O al Artículo 24: «La propiedad socialista de todo el pueblo incluye otros bienes como las infraestructuras de interés general, principales industrias e instalaciones económicas y sociales, así como otros de carácter estratégico para el desarrollo económico y social del país».[4] ¿Acaso no es la red de ETECSA una infraestructura de interés general? ¿No es evidente que tiene un carácter estratégico para el país?

Las razones económicas de la ruina de una empresa como ETECSA, rentable en su momento, generan otra pregunta: ¿hasta cuándo va a persistir la política de parches y enmiendas? Lo de ETECSA, como el pseudomercado cambiario, la bancarización y las «medidas para corregir distorsiones» han derivado en eso: parches, abordajes parciales e incompletos, trocitos de esparadrapo para sostener la grieta en el muro. Los parches son como los árboles que, parafraseando al Che, impiden mirar al bosque.

Tenemos una política económica que ha privilegiado, en la práctica, la acumulación por la vía de la comercialización y no del fortalecimiento de capacidades productivas, que ha premiado a quienes compran fuera y revenden dentro, que ha hecho de las inversiones en el sector del turismo una onerosa carga —con muy bajo rédito, si de rentabilidad hablamos— frente a necesidades apremiantes. Esa política económica, digámoslo de una vez, ha tenido innumerables costos y casi ningún beneficio.

Ella ha venido configurando el escenario en que los trabajadores cubanos no se sienten compelidos a cuestionar la grosera explotación de sus «empleadores» privados, pues ella les permite niveles de ingresos superiores al empleo estatal. Esa política económica —cuyos peores efectos son reforzados por la política agresiva de los Estados Unidos, una de cuyas expresiones es el bloqueo— los ha compelido a elegir entre la miseria estatal y la explotación privada. Y ha logrado que se confundan campesinos e intermediarios, importadores mayoristas y revendedores minoristas, empleados y empleadores bajo la categoría de «actores no estatales», como si la economía se tratara de una comedia o de una farsa teatral.

En suma, los efectos unitarios de la política económica obran en contra del consenso socialista. Ni la empresa estatal socialista, ni el sector privado, ni las cooperativas, ni la ciudadanía:

todos somos castigados y limitados de un modo u otro por el arreglo macroeconómico resultante de la Tarea ordenamiento, aunque, parafraseando a George Orwell: unos son más castigados que otros.

A propósito, con respecto al fracaso de la Tarea ordenamiento, hemos adolecido la ausencia de una autocrítica integral, honesta y pública en alguno de los órganos políticos colegiados de nuestro país. Y esto tampoco es un problema técnico de la economía: es un problema estrictamente político.

El discurso económico oficial de los últimos quince años bautizó al turismo como «la locomotora de la economía». En términos concretos, ello significaba que dicho sector debía garantizar una rentabilidad global del sistema que permitiera sostener el mal llamado «gasto» social, es decir, aquellos sectores esenciales para el sostenimiento del pacto de la Revolución. Orientado por esa hipótesis, el Estado ha mantenido como prioridad la inversión turística, en detrimento del resto de los sectores productivos, como la ciencia o la agricultura.

Todavía en 2024, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) indicaba que el turismo y la hostelería seguían siendo prioridad al haber captado el 37,4 por ciento de la inversión estatal. Nada indica hoy que persistir en esa estrategia sea sensato si tenemos en cuenta los pobres resultados del sector. Quizás algo de ese dinero pudo usarse en hacer a ETECSA una empresa más rentable, de manera que su modelo de negocios no terminara circunscribiéndose de un modo tan grotesco a mendigar divisas de los emigrados cubanos. Quizás parte de ese dinero pudo emplearse en acelerar la transición energética hacia una mayor capacidad de generación con fuentes renovables de energía o hacia el mejoramiento de las termoeléctricas —a fin de cuentas, sin energía tampoco es viable el turismo—.

Todo eso nos lleva a otra cuestión absolutamente política en torno a la conducción de la economía nacional.

¿Cómo, dónde y con quiénes se deciden las prioridades de inversión? ¿Cómo, dónde y con quiénes se decide en qué se usa el dinero del pueblo de Cuba?

Son asuntos de nación que atañen a todos.

Las preguntas tienen mayor resonancia si se piensa en la manera de hacer política económica en tiempos de Fidel.

Hay, en efecto, una forma revolucionaria de imponer decisiones económicas difíciles y, a la vez, acordarse integralmente de los más humildes y perjudicados, sin dejar de asumir toda la responsabilidad por una medida obviamente impopular.

Rememorar esa forma de hacer política — de hacer revolución — no es arqueología, aunque a estas alturas del partido, aquello parezca que fue hace muchos años; es señalar que hay una cultura política de la Revolución, que es la que resuena, por ejemplo, entre las jubiladas o entre la juventud.

5.

Hasta aquí insistimos en llevar la discusión al ámbito de la política. Pero existe otra arista: ETECSA no es un ente aséptico en el escenario cubano. Un grupo de condicionantes debieron considerarse antes de adoptar una medida previsiblemente impopular, que afecta de manera directa políticas promovidas o reconocidas por el Estado. Tal es el caso de la promoción del trabajo a distancia —que en las condiciones de deterioro de infraestructuras, transporte, servicio eléctrico, etcétera, se ha vuelto necesario—, o de la reconocida necesidad de hacer políticas para las juventudes —no es necesario insistir mucho en la sensibilidad que para este grupo tiene el acceso a la información y la comunicación, como un derecho ganado—.

No obstante, la salida «gremial» en las actuales circunstancias es un tiro en el pie. Si la protesta se encamina por soluciones para todos y todas, lejos de impugnarlas, deberían celebrarse como una manifestación saludable de resistencia frente al individualismo rampante en nuestra sociedad. Conocemos de sobra las amenazas internas y externas que tendremos que encarar, pero ellas no nos pueden marcar la agenda. Sabemos que han existido, y seguirán ahí, los surfistas de la fuerza colectiva, que buscan instrumentalizarla para que ella les conquiste lo que sus grupos de pertenencia no pueden, pero ansían. Suprimir por los surfistas de la tabla corta el debate, llamar por ellos al orden a las ideas revolucionarias —que no tienen manual para expresarse—, hacer moción al espíritu comunista por el concierto normalizador de las relaciones internacionales, nada de eso enaltece la tradición heroica del pueblo cubano, ni hace honor a la mayoría de edad de ese pueblo para conducir su propio destino.

Si la agresividad del imperialismo y sus lacayos es impedimento para que Cuba sea una democracia socialista, ya fuimos derrotados.

6.

El pueblo de Cuba no se dio órganos colegiados y organizaciones políticas en Revolución para ritualizar al Estado ni para adornarlo: se los dio como vehículo de una democracia de los humildes, para hacer valer sus intereses en el camino de resolver las muchas contradicciones que surgen en el empeño de hacer a un país independiente en medio de la agresión imperialista.

Entre esas contradicciones, es importante identificar cuándo ha de tomarse una medida audaz. A lo largo de estos más de sesenta años, han sido muchas. En la mayoría de los casos, la audacia de la medida se definía a lo largo del proceso pedagógico, participativo y de consulta que se echaba al ruedo. Hoy, los amagos «pedagógicos» acaecen tras la asonada del látigo social, para intentar contenerlo, para intentar contener en él cuanto de revolucionario y rebelde le debe a la historia que lo formó, de la que es hijo. Si el pueblo de Cuba tiene que llegar a hacer la revolución «por cuenta propia», lo hará, sin duda. Los estudiantes universitarios y no pocos profesores están dando pruebas dignísimas.

Tal vez, como nunca antes, es más duro levantar un parlamento en una trinchera. Y, sin embargo, como siempre, sigue latiendo en este pueblo la sabiduría rebelde y el legado socialista que ningún poder ha logrado extinguir: ahí reside nuestra fuerza.

Notas:

[1] Navarro, Desiderio: «¿Cuántos años de qué color? Para una introducción al Ciclo», en La política cultural del período revolucionario: memoria y reflexión, Centro Teórico Cultural Criterios, 2007, p. 17.

[2] Castro Ruz, Fidel: «Proclama del Comandante en Jefe al pueblo de Cuba», Granma digital, <https://www.granma.cu/granmad/secciones/siempre_con_fidel/art-021.html>. Consultado 04/06/2025.

[3] Constitución de la República de Cuba, en http://media.cubadebate.cu/wp-content/uploads/2019/01/Constitucion-Cuba-2019.pdf. Consultado 04/06/2025.

[4] Ídem.

Fuente: https://medium.com/la-tiza/los-megas-de-cuba-bfd46a9cb037

✇Rebelion

Redes sociales, uno de los principales flancos de ataques contra Cuba

Por: JDF

No hay una sola información oficial de las autoridades de la isla caribeña que no sea manipulada o tergiversada en las plataformas digitales, que mienten a diario y llaman a la desobediencia civil, y la violencia.

La ofensiva desesperada hacia Cuba en los diferentes medios sociales, entre ellos Facebook y X (antiguo Twitter), tiene su principal cuartel en la ciudad estadounidense de Miami, un viejo enclave terrorista, además de en varias capitales europeas, entre ellas Madrid, España.

Mercenarios de origen cubano reclutados y financiados por Washington son los principales protagonistas de esas acciones subversivas dirigidas a desestabilizar y crear el caos en el decano archipiélago antillano.

Tras el regreso del mandatario Donald Trump a la Casa Blanca y el nombramiento del rancio anticubano Marco Rubio como su Secretario de Estado, las embestidas en las redes se han intensificado, aprovechando la compleja situación económica que vive la nación caribeña por causa del bloqueo que le arrecia Washington.

Tan es así que a esas agresiones se ha sumado el encargado de negocios de la embajada de EE.UU. en La Habana, Mike Hammer, violando la Convención de Viena sobre las Relaciones Internacionales.

Hammer y su legación han incitado a ciudadanos de la isla a cometer actos delictivos de marcada gravedad, atentar contra el orden constitucional o estimularlos a enfrentarse a las autoridades, entre otras conductas provocadoras.

Por ese comportamiento injerencista, el citado diplomático de Washington, cercano colaborador de Rubio (dime con quién andas y te diré quién eres), fue convocado este 30 de mayo por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba en protesta por su proceder irrespetuoso.

Ante esa actitud hostil, la mayoría del pueblo cubano es partidario de que el jefe de la legación de EE.UU. sea expulsado de La Habana de continuar con su cólera.

Por cierto, reportes trascendidos en los últimos días refirieron que Hammer, durante su etapa de embajador en África y luego enviado especial del Departamento de Estado para el cuerno africano, estuvo vinculado a grupos terroristas.

✇La Haine - La Haine

Cincuenta años sin Roque, pero con Roque

El poeta revolucionario salvadoreño Roque Antonio Dalton García iba a celebrar su cumpleaños número 40 el 14 de mayo de 1975. La mentira, la infamia y la envidia lo impidieron

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✇Rebelion

Otra guerra encubierta y venenosa contra Cuba

Por: JDF

En su empeño por derrocar a la Revolución cubana, el régimen de turno de Washington le ha intensificado su criminal cerco económico, comercial y financiero con todo tipo de medidas y sanciones, le desata intensas cruzadas mediáticas, y utiliza a sus diplomáticos en La Habana para interferir groseramente en los asuntos internos de la isla.

Pero como si fuera poco, EE.UU. está apostando al mismo tiempo por los estupefacientes con el propósito infectar la sociedad de la nación caribeña, especialmente a sus adolescentes y jóvenes.

Utiliza para ello a inescrupulosos traficantes de drogas que por diferentes vías tratan, y no en pocos casos lo consiguen, introducir esas malignas sustancias, a pesar de la batalla que libran las autoridades del decano archipiélago antillano por impedirlo.

Desde el mismo triunfo de su Revolución, el 1 de enero de 1959, Cuba siempre ha mantenido una política de tolerancia cero ante los estupefacientes, y ha sido vanguardia y ejemplo internacional en la lucha frente a ese mal que actualmente constituye una cada vez más mortífera pandemia para la humanidad.

Como parte del enfrentamiento a ese flagelo, en la isla caribeña se están aplicando severas sanciones a ciudadanos culpables de narcotráfico.

Recientemente el tribunal provincial de La Habana impuso penas de hasta 20 años de privación libertad a tres ciudadanos que infringiendo la ley obtenían beneficios a través de la comercialización de drogas, entre ellas la cocaína.

Similares condenas fueron impuestas en marzo pasado en la central provincia de Santi Spíritus a otros cinco individuos por idénticos delitos.

Al unísono, en Cuba se desarrolla una fuerte campaña a lo largo y ancho del país para explicar a las poblaciones más vulnerables y a las familias cuan dañinos son los estupefacientes.

Es bien sabido que EE.UU. es el país mayor consumidor de drogas del mundo, y sus gobernantes conocen perfectamente que la adicción a tales productos tóxicos envenena a las sociedades, y claro que se utiliza como instrumento de dominación.

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En Argel

Discurso pronunciado por el Che en el Segundo Seminario de Solidaridad Afroasiático, el 25 de febrero de 1965, en Argelia :: Su tesis revolucionaria sobre el Tercer Mundo

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✇Rebelion

Cuba y Azerbaiyán, una sólida amistad

Por: Caty R

¿Cómo se encuentra la economía de Azerbaiyán al celebrar su Fiesta Nacional este 28 de mayo?

Ruslan Rzayev.- Gracias a la visión estratégica del presidente Ilham Aliyev, Azerbaiyán ha consolidado una economía fuerte y autosuficiente. El año pasado fue otro período de éxito en el desarrollo económico del país, con un crecimiento constante a pesar de los desafíos globales. El PIB aumentó más del 4 %, un resultado positivo en el contexto actual. Sin embargo, al evaluar los indicadores económicos generales, nos centramos principalmente en el desempeño del sector no petrolero. En este ámbito, los avances han sido aún más notables, con un crecimiento superior al 6 %, demostrando el potencial de nuestra economía.

Nuestra situación financiera ha experimentado avances significativos durante el último año, destacando el aumento de nuestras reservas de divisas que crecieron en más de 5 000 millones de dólares, alcanzando hoy los 72 000 millones de dólares, cifra impresionante para un país con 10 millones de habitantes. Otro indicador clave es la relación entre el PIB y la deuda externa, la cual representa solo el 7,2 % del PIB, consolidando la estabilidad económica y la prudente gestión financiera de Azerbaiyán.

Además, la restauración de las regiones de Karabaj y Zangezur Oriental en Azerbaiyán avanza con proyectos estratégicos en agricultura, energías renovables y turismo, que también impulsarán el crecimiento del sector no petrolero y fortalecerá la diversificación económica.

¿Cómo considera las relaciones entre Cuba y su país?

Ruslan Rzayev.- Las relaciones entre Azerbaiyán y Cuba se han construido sobre una base de respeto mutuo y una amistad sólida. Este año celebramos el 33º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas, caracterizadas por una colaboración estrecha en diversas áreas. Además del diálogo político bilateral, la cooperación en foros multilaterales ha desempeñado un papel clave en la consolidación de nuestros vínculos. Las visitas reciprocas de alto nivel han reforzado aún más estos lazos, permitiéndonos avanzar en iniciativas conjuntas y fortalecer el entendimiento entre nuestras naciones. La afinidad existente representa una gran oportunidad para impulsar una cooperación beneficiosa para ambos pueblos.

¿Cómo se encuentran las relaciones de Azerbaiyán con América Latina y Caribe?

Ruslan Rzayev.- Han experimentado un fortalecimiento significativo en los últimos años, con un enfoque en la cooperación política, económica y cultural. Azerbaiyán ha trabajado para estrechar lazos con Latinoamérica mediante acuerdos bilaterales, intercambios de visitas de alto nivel, consultas políticas, relaciones interparlamentarias y cooperación en el marco de foros multilaterales.

En los últimos años, hemos ampliado la presencia diplomática en América Latina mediante la apertura de embajadas y oficinas diplomáticas en Argentina, Brasil, México, Cuba, Chile, Uruguay, Perú y Colombia. A su vez, varios países latinoamericanos, incluidos Argentina, Brasil, Cuba, Colombia, Venezuela, México y Chile, han establecido sus propias embajadas en Azerbaiyán, fortaleciendo así los lazos diplomáticos y la cooperación bilateral.

Existe un gran potencial para fortalecer las relaciones económicas, pues las oportunidades de cooperación son prometedoras en sectores como la energía, la tecnología y el comercio, áreas que pueden impulsar el desarrollo mutuo y generar beneficios para ambas regiones.

En su relación con los países del Caribe, Azerbaiyán ha demostrado un fuerte compromiso con los Estados Insulares en Desarrollo (SIDS) en el Caribe. Durante su presidencia en el Movimiento de Países No Alineados (NOAL), Azerbaiyán brindó asistencia financiera y humanitaria a más de 80 países, incluidos unos 20 del SIDS y ha sido un firme defensor en la  lucha contra el cambio climático en la región. Como anfitrión de la COP29, ha priorizado la inclusión de estos países en las discusiones globales sobre financiamiento climático y mitigación de desastres. En este contexto, se ha organizado una cumbre especial para los SIDS en el marco de la COP29 en Bakú y les ha proporcionado apoyo técnico y educativo, incluyendo becas para estudiantes en universidades azerbaiyanas, fortaleciendo así la cooperación académica y el desarrollo profesional de jóvenes caribeños.

Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional.

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Eduardo Galeano: Una entrevista con el Che Guevara

Agosto de 1964: "Estadista brillante, economista, sombrío profeta; aquel intelectual refinado que hablaba con admiración de las novelas de Carpentier y se reía del realismo socialista"

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El Che comprendió que la revolución de Cuba necesitaba un pensamiento propio, y lo elaboró

Una conferencia, una provocación y seis telegramas de Fernando Martínez Heredia, uno de los más grandes marxistas de Cuba, sobre el Che Guevara

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✇La Haine - La Haine

Capítulo del libro "Enemigo": La polémica intelectual

Fragmento del libro 'Enemigo', del escritor y ex agente de la Seguridad del Estado que se infiltró en la CIA, Raúl Capote, y entrevista con el escritor

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✇El Libertario: Anarquismo y movimientos sociales autónomos

Cuba: la economía cambia, el Estado autoritario sigue...

Por: periodicoellibertario

Octavio Alberola
 
Aunque la historia oficial fija el inicio de la Revolución Cubana con la entrada triunfal de los Barbudos en La Habana el 1 de enero de 1959, no es hasta el 16 de abril de 1961 que Fidel Castro declara el carácter socialista de esa Revolución. Pero la realidad de la vida cotidiana de los trabajadores cubanos ha desmentido desde entonces el pretendido objetivo emancipador de esa revolución. No solo por ser el socialismo castrista una simple expresión caribeña del socialismo soviético -en realidad capitalismo de Estado- sino también por ser una excusa dialéctica de Fidel Castro y la burocracia castrista para apoderarse y mantenerse en el Poder.

Más allá de los discursos y proclamas, la realidad es que esa Revolución no ha intentado cumplir en ningún momento la promesa de erradicar la explotación capitalista ni suprimir las diferencias de clase. Por eso en Cuba los turistas y los cubanos con dólares han podido disfrutar de todo, mientras la mayoría ha vivido en la escasez y algunos hasta en la miseria desde los primeros tiempos de la Revolución hasta ahora, como lo han podido comprobar todos los que han viajado a Cuba (1) a lo largo de estos 62 años de Revolución.

Una realidad agravada durante el "Periodo Especial" -provocado por el derrumbe de la Unión Soviética- en el que los cubanos no podían entrar, y aún menos comprar, en las Diplotiendas. Esa práctica de apartheid, que llegó a abarcar mercados, hoteles, hospitales y centros de recreación, además del apartheid político. Una práctica autoritaria constante de la Revolución que ha impedido todos los cambios propiciados -desde el interior como del exterior de ella- para democratizarla y hacer posible un socialismo verdaderamente emancipador. De ahí que los únicos cambios producidos hayan sido solo los necesarios para que todo siga siendo lo mismo y sin alterar la tradicional relación entre la élite y la sociedad.

Límites y dirección de los cambios

No es pues de sorprender que los cambios -que comienzan a producirse en la década de los noventa por la caída del campo socialista y más desde que Fidel deja en 2006 la dirección del Estado a su hermano Raúl- se hayan concentrado en la esfera económica para abrir mayores espacios al mercado en la asignación de recursos. Pero solo para eliminar las excesivas prohibiciones que saturan la vida cotidiana y la administración en la Cuba "socialista", obligando a la mayor parte de la población a refugiarse en un sinnúmero de practicas sociales de supervivencia y simulación. Sobre todo durante los años del Periodo Especial; aunque el triunfo de Chávez en Venezuela incita a las autoridades cubanas a volver a privilegiar el modelo centralizado y estatizado.

Una vuelta al centralismo y a la letanía del socialismo estatista que entra de nuevo en crisis en julio de 2006 con la virtual desaparición de escena de Fidel -por graves problemas de salud- y su reemplazo provisional por su hermano Raúl, consciente de la critica situación económica y de apatía social reinantes en Cuba pese a los alegres subsidios venezolanos. Una situación, difícil de mantener, que le obliga a apelar al cambio y convocar en 2007 un "debate popular" de para fijar los Lineamientos de la Política Económica y Social de Cuba. Un debate intrascendente, pero necesario, para justificar el alcance y ritmo de los nuevos cambios que Raúl anuncia en su discurso de investidura: "En diciembre hablé del exceso de prohibiciones y regulaciones, y en las próximas semanas comenzaremos a eliminar las más sencillas".

Efectivamente, en marzo se eliminan las prohibiciones más "sencillas" y absurdas para que los cubanos puedan alojarse en cualquier hotel de su país, alquilar un vehículo o una moto de turismo y pasar sus vacaciones en un establecimiento turístico de la isla, incluido Varadero (en función de sus recursos), así como vender una propiedad sin autorización previa. Pero no es hasta 2011 que las autoridades deciden dar un nuevo impulso a la actividad por cuenta propia aprobando 181 actividades, y dos años después 201 oficios más, además de autorizar a los cubanos a salir legalmente del país por dos años sin perder el derecho de residencia. Un reformismo gradual que alcanza un nuevo hito con las nuevas medidas migratorias, de 2016 y 2018, facilitando las visitas temporales de los cubanos que salieron ilegalmente del país antes de 2013.

Hitos reformistas y aperturistas a los que hay que agregar el nuevo plan de medidas económicas anunciado por el actual Presidente de la República, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, avalado por Raúl en tanto que presidente del PCC desde que le cedió la Presidencia del Estado el 10 de octubre de 2019.

Un Plan que, además de la "unificación monetaria y cambiaria", y de eliminar la lista de actividades permitidas en el sector privado, dejándolas vedadas a solo 124 ocupaciones, se aplicará "sobre la base de garantizar a todos los cubanos mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social, la cual no será posible mediante el igualitarismo, sino promoviendo el interés y la motivación por el trabajo".

La deriva de la Revolución hacia el capitalismo privado

Ante un tal balance, de los límites y la dirección en que han ido los cambios en Cuba, ¿cómo no concluir que la Revolución socialista cubana es cada vez menos socialista (capitalismo de Estado) y de más en más capitalismo privado?

Una deriva decidida por esa dirigencia frente a las propuestas y tentativas -del interior como del exterior del movimiento revolucionario- para democratizar y orientar el proclamado socialismo de esa Revolución hacia objetivos realmente emancipadores. Propuestas y tentativas rechazadas y reprimidas con igual o mayor celo que el puesto en rechazar y reprimir las de la derecha exiliada en Miami para volver a instalar en Cuba la democracia burguesa.

Una deriva que el nuevo Plan de Diaz-Canel pretende justificar con la invocación de la "eficiencia económica" y la "eliminación de subsidios excesivos y gratuidades indebidas" para poder justificar cínicamente la "transformación de los ingresos" y celebrar en "familia" el nuevo año y el 62 aniversario de la Revolución en función de las potencialidades de cada bolsillo: unos en palacetes y otros en chozas, como en cualquier país capitalista.

Las perspectivas

A pesar de los frecuentes retrocesos en la historia y de que nada permite asegurar si ella tiene un sentido, el devenir de ella parece ir hacia horizontes cada vez más democráticos y emancipadores; pero, en Cuba, nada indica que las perspectivas inmediatas sean ésas.

Sea por el efecto de los cambios producidos durante los 62 años de la Revolución o por la represión (en algunos casos extrema) de la disidencia y el éxodo masivo provocado por la imperiosa necesidad para la mayor parte del pueblo cubano de buscar cómo sobrevivir en un país en donde todo depende del Estado, en Cuba no se ha podido articular una oposición capaz de ser una alternativa real al régimen. Y aún más en estos momentos con un espectro político tan fragmentado y polarizado.

Por ello, aunque en un tal contexto se produzcan explosiones sociales y haya mucha frustración y descontento, el cada uno a lo suyo impide a las oposiciones que se manifiestan ser perspectivas realmente emancipadoras para la sociedad cubana. Tal es el caso del Movimiento de San Isidro y las movilizaciones para exigir diálogo a las autoridades, como también el de la última protagonizada por 300 cubanos -de diferentes estratos profesionales e ideológicos residentes en Cuba o en el extranjero- enviando una "Carta abierta al Presidente Joseph R. Bilden, Jr." para pedirle poner fin al bloqueo de Cuba. Una Carta, publicada por La Joven Cuba, en la que, a pesar de reconocer que "EE UU no es el único responsable de los problemas que enfrenta el país" y que aún se está lejos de "una Cuba totalmente democrática", no se dice claramente (aunque algunos de los firmantes lo reconozcan en lo privado) que es el bloqueo interno el que impide solucionar esos problemas y conseguir ese objetivo. Además de que ninguna de estas iniciativas cuestiona la deriva del capitalismo de Estado imperante en Cuba hacia el capitalismo privado. Deriva que, además de ser promovida por el sector empresarial de la Revolución, es el principal reclamo de la Oposición derechista de Miami.

De ahí que, por mucho ruido mediático que se haga en torno de tales iniciativas, no sea a partir de ellas que se abrirán perspectivas emancipadoras o siquiera democratizadoras para el pueblo cubano. No solo por no serlo la deriva hacia el capitalismo privado sino también por ser esta deriva compatible con el mantenimiento de la dictadura. Pues, aunque se dice frecuentemente que capitalismo rima con democracia, la verdad es que hay muchos ejemplos de que rima muy bien con dictaduras de todo tipo.

Ante tal evidencia, la única perspectiva es la del statu quo revolucionario autoritario, del gobierno de Partido único, con extensión de la economía empresarial a todos los sectores de la actividad económica (salvo los 124 prohibidos), en un proceso gradual controlado por la élite que no ha cesado de controlar el gobierno y el partido durante los 62 años de la pretendida "Revolución cubana".

Claro que ser consciente de ello no impide seguir deseando una "sociedad donde todos los asuntos públicos sean resueltos mediante la auto-organización de quienes convivimos, trabajamos, creamos y amamos, en Cuba y el planeta", como lo desean los libertarios cubanos (2). Una sociedad "donde no exista el trabajo asalariado, la imposición de la autoridad, el culto de la personalidad, las diversas violencias directas, estructurales ni simbólicas, la hiper-competitividad, el burocratismo, las decisiones en manos de una élite, la concentración de la riqueza y la apropiación desigual del conocimiento", como la que deseamos y por la que luchamos todos los libertarios del planeta. Pues, a pesar de que "el actual deterioro organizativo de la clase trabajadora y los segmentos más precarizados de la sociedad cubana" y del mundo vuelven irrealista un tal deseo en un futuro inmediato, la historia de los pueblos no ha cesado de demostrar que nada está escrito definitivamente para siempre y que, por consiguiente, no es utópico desearlo. Además de ser cada vez más necesario avanzar hacia ella -por razones de justicia social y de supervivencia de la humanidad frente a las actuales amenazas sanitarias y medioambientales- en todos los países del planeta ante el catastrófico fiasco del capitalismo privado y de Estado.

Notas:
 
(1)https://www.fifthestate.org/archive/383-summer-2010/cuba-state-private-capitalism/

(2) https://www.portaloaca.com/opinion/15348-sobre-el-comunicado-del-taller-libertario-alfredo-lopez-de-la-habana.html

[Tomado de http://rojoynegro.info/articulo/ideas/cuba-la-econom%C3%ADa-cambia-el-estado-autoritario-sigue.]


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