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✇Radios Libres

Taller redes sociales sin odio

Por: Radios Libres

Este próximo sábado 22 de Marzo, RadiosLibres junto al CoMeCuCo y ALT Cooperativa, convocan esta fedifiesta para aprender a manejar herramientas libres.

Desde la 17’00 de la tarde, entre mate y mate, conoceremos el Fediverso, un universo de redes sociales libres y conectadas entre sí que se oponen al modelo de redes corporativas privadas convertidas en amplificadores de bulos y discursos de odio.

El Fediverso es una gran red descentralizada donde existen múltiples aplicaciones que funcionan de forma similar que las comerciales: Mastodon, un microblogging como Twitter en sus inicios; PixelFed para compartir tus imágenes; PeerTube para difundir videos; CastoPod o Funkwhale para escuchar podcasts; Friendica o Diaspora similares a las redes tradicionales para publicar posts; ¡y muchas otras!

Aprende en este taller práctico cómo abandonar las redes sociales que promueven el odio y migrar al Fediverso. De forma dinámica, sabremos cómo funciona internet, debatiremos sobre la tecnopolítica de las redes y abriremos una cuenta de Mastodon.

Prepara la matera y trae algo para compartir en la merienda. El taller es libre y gratuito y solo tienes que completar este formulario de inscripción previamente para que te enviemos la dirección del lugar que será en la 4ta sección de la Ciudad de Mendoza.

Inscripciones en: https://comecu.co/fediverso | Más información sobre el Fediverso.

El taller será un espacio de aprendizaje colectivo, respetuoso y diverso, donde todes nos sintamos seguras. ¡Colabora para lograrlo!

Si quieres organizar una fedifiesta similar, escríbenos y podemos compartirte la metodología del taller. ¡Y no olvides sumarla al mapa de las fedifiestas que mantiene Critical Switch

✇Elbinario

Fedifiesta internacional !!!!

Por: pietre

Holaa!!!

Después de escribir el cartel para la Fedifiesta en la EKO por el hacklab 0day https://elbinario.net/2025/01/27/fedifiesta-en-la-eko/, me contaron que no solo se realizaba en la EKO, no solo se realizaba en Madrid y no solo se realizaba en España:

El 1 de febrero, diferentes colectivos por todo el mundo han organizado la Fedifiesta, un encuentro para que las personas que no conozcan las redes sociales libres y descentralizadas las descubran, se creen una cuenta y, quien quiera, aprenda a montar su propia instancia, es decir, su propio servidor utilizando estas tecnologías. El llamamiento viene del colectivo Critical Switch. Su web: https://critical-switch.org

Es algo precioso porque actualmente, en su web tienen agendados seis eventos casi simultáneos para realizar esta fiesta de las redes libres y descentralizadas. Es la mayor coordinación que yo he visto entre colectivos hackers.

Quisiera agradecer al colectivo Critical Switch, que ha realizado el llamamiento, y a los colectivos implicados, ya que, juntos, se crean cosas muy bonitas.

Los actos son los siguientes (ordenados alfabéticamente):

Alacant

1 de febrero a las 17:00 h
C. San Leandro, 6
https://www.casalpopulartiocuc.cat

Barcelona

31 de enero a las 17:00 h
Concepció Arenal, 165
https://sindominio.net/lafurgo

Buenos Aires

1 de febrero a las 16:00 h
Solís 217
https://vagancio.partidopirata.com.ar

Madrid

1 de febrero a las 17:00 h
Calle del Ánade, 10
https://0day.lol/

Murcia

1 de febrero a las 17:00 h
Simón García, 45
https://veenk.org/es

València

1 de febrero a las 17:00 h
C/ de les Danses, 5, Ciutat Vella
https://critical-switch.org

Espero que estos encuentros se repitan ,se multipliquen , se amplíen a más colectivos y la gente tenga en cuenta que existen formas de comunicarse socialmente más humanas.

Feliz día!!!

✇Radios Libres

Y ahora, ¿quién podrá defendernos? ¡La Inteligencia Artificial!

Por: Santiago Garcia Gago

Un reflexión acerca del desarrollo tecnológico y lo que podemos esperar de la Inteligencia Artificial. Este artículo se publico originalmente en el número 12 de la revista Internet Ciudadana, donde puedes leer más artículos sobre este tema.

Internet Ciudadana es una iniciativa en construcción que apuesta a generar un espacio latinoamericano y caribeño, donde las organizaciones que trabajan por la justicia social, la democracia, la democratización de la comunicación, el software libre y abierto, la neutralidad de la red o la amplia gama de los derechos humanos, así como para el empoderamiento de la ciudadanía, puedan confluir para construir agendas comunes hacia la Internet de los pueblos.


A lo largo de la historia, un buen número de inventores avezados y empresas pioneras desplegaron diferentes tecnologías y, en la mayoría de ocasiones, acompañaron su distribución con desproporcionadas promesas de progreso y modernidad.

En lo que se refiere a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), tanto el telégrafo como las radiocomunicaciones en el siglo XIX y, en época más reciente, Internet, se erigieron por sus promotores como soluciones, cuasi mágicas, para el desarrollo y la democratización de la sociedad. Para dotar de convicción este discurso, revistieron a las tecnologías con una infalible cualidad: su “neutralidad”. Un paradigma reforzado por los medios de comunicación que se ocuparon de destacar sus incalculables beneficios. Cualquier cuestionamiento acerca del modelo de desarrollo tecnológico hegemónico sería tildado de apocalíptico o ludita. TIC a TIC, los profetas tecnologicistas comerciales nos persuadieron de que ése, y no cualquier otro, era un camino i-ne-vi-ta-ble del cual era irracional dudar ya que, la presupuesta neutralidad, terminaría imponiendo socialmente los “usos buenos” de esas tecnologías.

Este planteamiento parte de un supuesto errado al ignorar que cualquier desarrollo tecnocientífico contiene sesgos heredados de las personas, de la sociedad, del momento histórico y del sistema político-económico donde se inventó o promovió. Por lo tanto, no pueden ser “neutras” ya que están fuertemente condicionadas por todos esos factores. Por ejemplo, la carrera por llenar el espacio de satélites artificiales tuvo su etapa álgida en plena Guerra Fría entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, años de aguda tensión bélica que dividieron el mundo en dos bloques. En paralelo, el uso civil de los satélites se extendió y actualmente dependemos de ellos para comunicarnos o geolocalizar algún lugar. Pero como las potencias globales los siguen valorando más por sus usos militares que por cualquier otro, restringen el uso de determinados componente que, aunque no sean estrictamente considerados como armamento, podrían ser utilizados por terceros países con ese fin. Es decir, que los elementos técnicos más avanzados que existen se reservan exclusivamente para la defensa y la seguridad nacional. Lentes de ultraprecisión, sistema de radiocomunicación punteros o componentes que aguantan radiación, no son accesibles para las empresas civiles-comerciales o para otros países. [1] Los mejores satélites, por tanto, siempre serán los que sirven para hacer la guerra, no los empleados para “hacer el bien”, previniendo la deforestación, observando la meteorología o actuando ante catástrofes climáticas.

Viejos argumentos para nuevas tecnologías

Desde hace una década, las principales empresas tecnológicas se han lanzado en una carrera desenfrenada por dominar el sector de la última tecnología digital en alza: la Inteligencia Artificial. Inversiones multimillonarias han inflado esta nueva burbuja especulativa mientras los medios de comunicación nos convencen de sus ilimitadas bondades. La posibilidad de aplicación en múltiples áreas como la medicina, la comunicación, la programación informática o en el análisis de datos, incrementa hasta el infinito las promesas de evolución y prosperidad: desde detectar y erradicar enfermedades hasta optimizar el trabajo en cualquier sector como asistente personal, a crear música, videos o imágenes, traducir textos o redactar tareas escolares. Y aunque existen voces de alarma sobre la necesidad de algún tipo de regulación, los lobbies ya están diseñando políticas a la medida de las Big Tech que no afecten sus intereses. De hecho, estas compañías tecnológicas han aumentando considerablemente su inversión anual en cabildeo. Entre Alphabet, Meta, Microsoft y Amazon ya gastan 64.2 millones de dólares.[2] Del otro lado, como sociedad, no salimos del asombro. Es imposible no deslumbrarse con lo que estos algoritmos y programas informáticos pueden lograr.

Sin embargo, para quienes asistimos al despliegue de Internet en los años 90, ésta es una historia repetida. El argumentario con el que se promociona la IA se asemeja enormemente al que escuchamos entonces. Es como revivir el discurso de Al Gore, vicepresidente de los Estados Unidos, prometiendo en 1994 que con las “autopistas de la información” llegaría una “nueva era ateniense de democracia”.[3] Internet también se vendió como la panacea para erradicar enfermedades incurables o para la modernización y desarrollo de los países más pobres. Y del mismo modo que con la IA, también nos deslumbraron sus posibilidades. ¡Cómo olvidar la primera vez que hicimos una videollamada!

Más de tres décadas después de que se popularizara Internet, la evidencia desmiente aquellos augurios tan optimistas. La brecha entre pobres y ricos se amplió aún más, también la digital. El mundo es más desigual que entonces y quienes ocupan ahora la punta de la pirámide son, paradójicamente, las empresas del sector de las TIC. ¿Es culpa de la sociedad que no supo usar correctamente esta nueva tecnología? ¿O más bien es fruto de una tecnología que se engendró en el seno de una sociedad capitalista que antepone el lucro y la extracción de ganancias a cualquier otro beneficio o valor?

Ciertamente, Internet nos ha permitido conectarnos, articularnos o enterarnos de cómo muchos ambientalistas e indígenas del Cauca murieron defendiendo sus territorios. Pero ninguno de ellos se han convertido en “influencer” global. Las plataformas más usadas de Internet encumbraron a personas individualistas y consumistas que reflejan el modelo de sociedad capitalista en el que convivimos con dichas tecnologías. Espacios que, en vez de ágoras democráticas terminaron convirtiéndose en el vehículo idóneo para amplificar bulos y discursos de odio y segmentaron la discusión pública hasta reducirla a pequeñas burbujas donde entramos para ratificar nuestras propias convicciones.[4]

A pesar de que Internet es casi inabarcable en cuanto a tipos de aplicaciones y servicios, el 68% del tráfico en América Latina lo acaparan 8 plataformas: Alphabet (Google), Meta (Instagram/Whatsapp/Facebook), TikTok, Netflix, Microsoft, Apple, Amazon y Disney. Y lo más llamativo es que entre un 15% y un 30% del tráfico que se genera dentro de esos espacios es spam o publicidad no solicitada por sus usuarios.[5] Otra promesa incumplida, la de democratizar las voces y las industrias culturales que hoy están más concentradas que nunca: “existe mayor capacidad de los individuos para expresarse por sí mismos y alcanzar una audiencia distante, creando una sensación de mayor pluralismo, a la vez que se verifican mayores niveles de concentración tanto en los medios tradicionales como en los online”.[6]

¿Qué podemos esperar, entonces, de la IA?

Desechando el precepto de la neutralidad, es evidente que cuánto más poderoso y consolidado sea el sistema político-económico que nos gobierna y dentro del que se desarrollan sus avances tecnocientíficos, más limitados serán los márgenes de reapropiación de esas tecnologías. Teniendo en cuenta que, actualmente, la riqueza económica se extrae del sector especulativo tecnológico, hay pocas esperanzas de que la IA se desvincule de esos intereses o se regule para propiciar un despliegue más democrático.

Sin duda alguna, muchos de sus usos estarán enfocados en mejorar los tratamientos médicos o evitar tareas rutinarias que se podrán realizar de forma más eficiente. Pero primarán los usos militares o comerciales y las empresas con poder de decisión descartarán las iniciativas que, a pesar de sus posibles beneficios, no generen rentabilidad. Al igual que el ejemplo expuesto anteriormente con la tecnología satelital, Estados Unidos ya impuso sanciones en 2022 para restringir el acceso de tarjetas de video –esenciales para el entrenamiento de la inteligencia artificial– a Rusia y China.[7] Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, personajes como Elon Musk que lo apoyaron abiertamente durante su campaña, tendrán un mayor protagonismo en esta batalla por la supremacía estadounidense en el avance de la IA.

Se evadirán también los cuestionamientos incómodos que evalúan sus impactos, por ejemplo, los medioambiantales. Un reciente estudio publicado en la revista científica Nature Computational Science, estimó que solo la inteligencia artificial generativa (IAG), triplicará los desechos electrónicos de 1,2 a 5,0 millones de toneladas en la década de 2020 a 2030.[8]

¿Nos rendimos entonces? Todo lo contrario. Sugerimos abandonar los debates desde el abordaje instrumental de la neutralidad que nos conduce a dicotomías inútiles como tecnologías buenas o malas o ciberutópicos versus apocalípticos, para llevarla al terreno de la economía política: ¿quiénes son los dueños de las tecnologías y qué intereses tienen? ¿qué tan concentrada está su propiedad? ¿quiénes intervienen en su desarrollo? ¿por qué se priorizan unas y no otras? ¿hay posibilidades de otro desarrollo al margen del hegemónico capitalista especulativo? Y, por qué no, también del campo de la sociología: ¿nos ubicamos como simples consumidoras o usuarios o nos preguntamos si es ésta la tecnología que necesitamos para el mundo que queremos construir?[9]

Notas

[1] Estados Unidos, por ejemplo, cuenta con el Reglamento sobre el Tráfico Internacional de Armas (ITAR), un conjunto de leyes que controlan la exportación de tecnologías militares y de defensa con el fin de salvaguardar la seguridad nacional.  Más información en: https://www.thenewatlantis.com/publications/the-future-of-satellites

[2] En Estados Unidos, donde las empresas y organizaciones deben registrar y publicar las actividades de cabildeo que realizan sus grupos de presión con los diferentes actores políticos, se comprueba cómo ha crecido el interés en el tema. Solo en 2023 se triplicaron el número de grupos de lobby que incorporaron Inteligencia Artificial en sus temas de incidencia política, pasando de 158 en 2022 a 458.

[3] Al Gore realizó este anunció en la primera Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones celebrada en Buenos Aires en 1994 y las recogió Armand Mattelart en su libro Geopolítica de la cultura (2002).

[4] Este mercado de “creadores de contenido” seguirá creciendo y amenaza los medios tradicionales de creación y difusión de noticias. La cifra que recaudan por publicidad y patrocinio “podría duplicarse en tamaño durante los próximos cinco años hasta llegar a los 480.000 millones de dólares en 2027, frente a los 250.000 millones de dólares actuales”, calcula la consultora Goldman Sachs.

[5] The Global Internet Phenomena Report, en el Informe sobre el uso de Redes Móviles en América Latina de GSMA (2024).

[6] Frase de Eli Noam, recogida por Martín Becerra y Gillermo Mastrini en su libro La concentración infocomunicacional en América Latina (2000-2015): Nuevos medios y tecnologías, menos actores. Universidad Nacional de Quilmes (2017).

[7] https://www.escudodigital.com/

[8] E-waste challenges of generative artificial intelligence (2024). Peng Wang, Ling-Yu Zhang y Wei-Qiang Chen Wang. Nature Computational Science.

[9] Para profundizar sobre un abordaje desde la economía política recomendamos autores como los mencionados Becerra y Mastrini, o Fernando Quirós, Francisco Sierra, César Bolaño o Bernadette Califano. Y de la sociología crítica de la tecnología la obra de Langdon Winner y Andrew Feenberg.

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Taller Chau X, hola Fediverso

Por: Radios Libres

Este viernes 24 de enero asiste a esta capacitación práctica e introductoria sobre redes sociales libres, descentralizadas y federadas para abrir tu cuenta en el Fediverso.

En consonancia con lo anunciado en la Declaración sobre la salida de la plataforma X de Internet Ciudadana, espacio en el que participa Radios Libres, se han organizado dos talleres prácticos de introducción al Fediverso.

Los talleres son libres, gratuitos y no es necesaria una preinscripción.

Taller 1. Viernes 24 de enero 2025:

  • 14’00 Centroamérica y México
  • 15’00 Ecuador, Perú, Colombia, Panamá y Cuba
  • 16’00 Bolivia, Venezuela, Dominicana
  • 17’00 Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay.
  • 21’00 Europa (CET)

Taller 2 (repetición). Sábado 8 de febrero 2025: 

  • 08’30 Centroamérica y México
  • 09’30 Ecuador, Perú, Colombia, Panamá y Cuba
  • 10’30 Bolivia, Venezuela, Dominicana
  • 11’30 Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay.
  • 15’30 Europa (CET)

El enlace para ambos talleres será: https://meet.jit.si/TalleresFediversoInternetCiudadana

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Chau X…¡Hola Fediverso!

Por: Radios Libres

La arremetida neocoservadora, colonial, misógina, homofóbica y racista se extiende y contagia por todo el planeta. Los más ricos del mundo han dejado de creer en la democracia y como son, al mismo tiempo, dueños de las principales plataformas tecnológicas de información y comunicación, están empleando estas herramientas para instaurar sus ideas.

Elon Musk apoya abiertamente al partido nazi alemán; Mark Zukerberg suavizará considerablemente las moderaciones y verificaciones en las aplicaciones de Meta al tiempo que aboga por más “energía masculina” y menos políticas de diversidad que “castran” la agresividad de la cultura corporativa; y Jeff Bezos ha sido el último en sumarse a esta oleada reaccionaria anunciando que suprimirá sus políticas corporativas de protección hacía las personas negras y LGBTQ.

Hace dos años, cuando Musk compró Twitter, ya reflexionamos sobre las implicaciones que tendría para los medios comunitarios la adquisición de esta red social privativa por parte del magnate. Creemos que nos quedamos cortas en el análisis. Queda claro que no hay resquicios ni grietas en las BigTech comerciales y privativas para resignificarlas o reapropiarlas. A través de ellas, este patriarcado revitalizado esta ganando su “batalla cultural” promoviendo la erradicación de cualquier política pública que proteja los derechos de quienes no encajen en el protohombre que estos personajes representan. Usarlas es fortalecer el poder, la influencia y la riqueza de quienes están en contra del medioambiente, de las diversidades, en definitiva, de los derechos humanos. ¿Qué hacer? Abandonarlas definitivamente y usar otras que sintonicen con los principios que defendemos.

Desde 2018 que abrimos la cuenta de Radios Libres en Mastodon habíamos dejado de usar X, en aquel momento aún Twitter, aunque republicábamos lo que anunciábamos en el Fediverso. Pero este lunes 20 de enero de 2025, fecha en que Trump y Musk asumen el gobierno de los Estados Unidos, nos sumamos a la campaña global para irnos de esa red (anti)social…¡vámonos juntas!

Son muchas organizaciones las que han adherido esta iniciativa, entre ellas Internet Ciudadana, con quienes facilitaremos un taller el próximo viernes 24 de enero para aprender a sacar el máximo provecho a las redes sociales libres, federadas y descentralizadas del Fediverso. ¿Te anotas? Dile adiós a X/Twitter

¡Enviaremos los detalles en el boletín de la próxima semana!

Mastodon: mejor tootear que tuitear

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