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¿Está a punto de estallar la burbuja de la IA?

Por: Guillem Pujol

Este artículo fue publicado originalmente en Catalunya Plural. Puedes leerlo en catalán aquí.

Hace apenas unos años, Silicon Valley parecía haber tocado techo con la fantasía del metaverso y la fiebre de las criptomonedas. Pero el capitalismo tecnológico nunca muere: solo cambia de disfraz. Ahora, la nueva utopía se llama inteligencia artificial, y su promesa ha vuelto a encender los mercados, las conferencias y las imaginaciones. Todo vuelve a empezar: discursos redentores, inversiones multimillonarias y una fe colectiva en el progreso automático. La pregunta es hasta cuándo puede crecer una promesa antes de colapsar bajo su propio peso.

La nueva fe digital tiene cifras de epopeya. El gasto global en proyectos de inteligencia artificial podría alcanzar 1,5 billones de dólares antes de que acabe 2025. Solo en la bolsa estadounidense, las empresas vinculadas a la IA han generado el 80% del crecimiento total de este año. Nvidia, el fabricante de chips más poderoso del mundo, ha superado los tres billones de capitalización, mientras que OpenAI, una empresa privada que aún no es rentable, ronda ya los 500.000 millones. Incluso Sam Altman, su director ejecutivo, ha reconocido que “hay partes de la IA que son, literalmente, un poco burbuja”. No es una confesión menor en un sector acostumbrado a convertir la duda en una cuestión de fe.

Una burbuja alimentada por el reflejo del capital

Lo que hoy se vende como una revolución puede ser también una ficción colectiva. La industria de la IA se ha convertido en un ecosistema de dependencias circulares, donde los mismos actores invierten unos en otros para mantener viva la ilusión del crecimiento. OpenAI está en el centro: ha firmado un acuerdo de 100.000 millones de dólares con Nvidia para construir centros de datos, otro multimillonario con AMD, y recibe financiación masiva de Microsoft y Oracle. A su vez, Nvidia invierte en start-ups que necesitan sus propios chips para sobrevivir. Es un circuito cerrado, un bucle financiero que confunde la demanda con su reflejo. El valor se reproduce sobre sí mismo como un espejo infinito.

Ese mecanismo ya se ha visto antes. Las burbujas siempre comienzan con un relato convincente y terminan sosteniéndose sobre su propia sombra. “Cuando estalle, será mucho peor, y no solo para la IA”, advertía hace poco Jerry Kaplan, pionero de la informática. Los síntomas son claros: proyectos faraónicos sin financiación real, inversores minoristas persiguiendo el oro digital y una infraestructura que crece más rápido que la necesidad que debía justificarla. El auge de los megacentros de datos es el ejemplo más visible: instalaciones que devoran energía y agua a un ritmo insostenible y que podrían quedar obsoletas antes de amortizarse. “Estamos creando un desastre ecológico fabricado por el ser humano”, alertaba el propio Kaplan, recordando que detrás de la pantalla hay un paisaje que se calienta y se seca.

Los límites técnicos del sueño artificial

Pero el problema de fondo no es solo financiero, sino cognitivo. La burbuja de la IA se infla también sobre una promesa tecnológica que empieza a mostrar sus límites. Los modelos de lenguaje que sostienen la euforia —como GPT o Claude— ya rozan el techo de sus capacidades. Su aparente inteligencia no es comprensión, sino estadística: no piensan, predicen. Operan dentro de los márgenes del lenguaje, sin ningún acceso real al mundo. Son sistemas que correlacionan palabras, no que entienden ideas.

El crecimiento exponencial de datos y parámetros no ha generado un salto cualitativo, sino repeticiones más sofisticadas de lo mismo. Es como si estos modelos hubieran llegado al límite de su propia lógica, atrapados en una espiral autorreferencial. Eso hace aún más frágil la narrativa que los rodea. La idea de que la inteligencia artificial pueda razonar o descubrir por sí misma ha sido la gran fantasía que ha justificado su financiación desmesurada. La palabra “singularidad” —ese punto en el que la máquina supuestamente superará al ser humano— se ha convertido en el eslogan de un capitalismo de la fe, donde los inversores compran un futuro que la propia ciencia empieza a cuestionar.

Mientras tanto, los datos materiales siguen hablando de exceso. OpenAI todavía no ha obtenido beneficios. Nvidia vive de una demanda que ella misma contribuye a generar. Microsoft y Amazon intentan transformar la ola de entusiasmo en suscripciones o servicios en la nube. Todo parece crecer, pero lo que crece es la especulación. No hay industria capaz de sostener indefinidamente este ritmo de inversión sin un retorno real. El precedente es conocido: Nortel, el gigante canadiense de las telecomunicaciones, financiaba a sus propios clientes para mantener la demanda artificialmente alta antes de desaparecer con el estallido de la burbuja puntocom.

Los defensores del sector aseguran que, aunque haya exceso, la infraestructura quedará para el futuro. Es el argumento clásico: la burbuja de internet también dejó la fibra óptica que hizo posible la red global. Pero el problema no es invertir en tecnología, sino hacerlo sin criterio ni límites, como si el planeta fuera infinito y la energía inagotable. La actual fiebre de inversión está provocando un traslado colosal de recursos hacia proyectos privados que prometen innovación, pero externalizan sus costes ecológicos y sociales. La disrupción, como siempre, es para unos pocos; la factura, para todos.

Todo esto se parece más a una crisis espiritual que a una tecnológica. La industria habla de “revolución cognitiva”, pero lo que ha producido es un capitalismo cada vez más dependiente de una infraestructura opaca, centralizada y energéticamente insostenible. No hay nada más humano que sobrevalorar nuestro ingenio y subestimar sus límites. La IA no es una excepción, sino la última expresión de esa vieja arrogancia.

Las burbujas no estallan por falta de potencial, sino por exceso de fe. Y esta, la fe en una inteligencia artificial capaz de hacerlo todo, empieza a agrietarse. Cuando la realidad vuelva a pedir cuentas —cuando los beneficios no lleguen, cuando los modelos dejen de mejorar, cuando el relato ya no se sostenga— descubriremos si la IA era, como aseguran sus profetas, la clave del futuro o simplemente el último espejismo de un sistema que solo sabe reinventar sus propias promesas.

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UE-Mercosur: cheque en blanco para violar derechos humanos y devastar el planeta

Por: Nuria

Concentración en Bruselas en contra del tratado con Mercosur. Foto: Tom KucharzConcentración en Bruselas en contra del tratado con Mercosur. Foto: Tom Kucharz

Fotografía: Concentración en Bruselas en contra del tratado con Mercosur. Foto: Tom Kucharz.

Artículo originanl publiado en osalto.gal por Tom Kucharz

«Histórico” fue el adjetivo manoseado hasta el infinito para anunciar a bombo y platillo un acuerdo comercial de la Unión Europea (UE) con los gobiernos del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay). Primero se publicó el acuerdo en principio, con tan sólo 17 páginas y que no era un “texto legal», con la intención de confundir a la opinión pública mientras aún se está terminando de redactar el tratado final, que tendrá más de 1500 páginas.

Como en las últimas dos semanas se habían multiplicado las críticas por la falta de transparencia de las negociaciones, el gobierno de Uruguay empezó a publicar partes de los textos consolidados del tratado. Presionada por esta circunstancia, la Comisión Europea tuvo que publicar también una parte de los textos legales en su página web. Lo hizo el viernes a las 23:00.

 Una vez finalizada la letra pequeña, habrá una revisión legal del tratado, la traducción en los idiomas de la UE y luego comenzará el proceso de ratificación que puede durar años.

En una entrevista en El Mundo, la comisaria de comercio de la UE, Cecilia Malmström, dijo que «El acuerdo con Mercosur no se puede reabrir ni mejorar». Afirmando así la naturaleza antidemocrática de la política comercial de la UE y enviando una señal clara de que los parlamentos no pintan nada (ni el europeo ni los nacionales), y que ni siquiera los gobiernos puedan modificarlo.

Una cosa parece segura: cuando en octubre se retira la actual Comisión Europea dejará un regalo envenenado. Y se está viendo ya.

Una semana caliente

Las protestas y el debate político en Francia se están extendiendo. El Parlamento holandés ha adoptado 2 mociones sobre el acuerdo comercial, instando al gobierno que se haga público todo y obligándole a evaluar el impacto para la agricultura familiar antes de que el tratado se discute en el Consejo de la UE.
También hubo movilizaciones de agricultoras/es en Irlanda y Bélgica. La manifestación de miles de personas en Dublin fue decisivo en el voto simbólico del parlamento de Irlanda que expresó mayoritariamente su oposición al acuerdo con Mercosur.

Por su parte, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha viajado a Bruselas para trasladar a la comisaria de Comercio, Cecilia Malmström, el temor del sector citrícola por los perjuicios económicos que el acuerdo provocaría a la región de Valencia.

En clave geopolítica

No fue casual que la noticia se divulgase justo el día que empezó en Osaka la cumbre del G20. La UE, y muy especialmente la canciller alemana, Angela Merkel, pretendían restarle protagonismo al presidente estadounidense, Donald Trump, y a su política de amenazas constantes, en un momento en el que toda la atención mundial está centrada en las negociaciones EE.UU.-China. Las élites europeas intentan —desesperadamente— recuperar cierto poder económico y político y muy concretamente para el capital transnacional europeo y la economía digital (incluso asumiendo los riesgos por hacerse la foto con el ultra Bolsonaro el mismo día, por cierto, del Orgullo LGTBIQ+).

Un regalo para la oligarquía latinoamericana

El retorno de la derecha a los gobiernos de Argentina y Brasil —gobernados por políticos neoliberales, autoritarios y sumisos a los intereses extranjeros— así como la expulsión ilegal de Venezuela del bloque, habían permitido acelerar el proceso negociador con Bruselas. Pero la mayoría de sus poblaciones sufre una crisis económica que sacude la región y va a peor.
Al presidente argentino Mauricio Macri le puede ayudar a mejorar sus posibilidades en las elecciones presidenciales el 27 de octubre de 2019. En el contexto brasileño, este acuerdo forma parte de un proyecto del golpe institucional contra Dilma Rousseff que continúa. Y al presidente ultraderechista brasileño, Bolsonaro, le ayuda a limpiar su pésima imagen internacional cuando enfrenta varios escándalos. Entre ellos, las revelaciones sobre Sérgio Moro, ministro de Justicia, su falta de parcialidad como juez y amaños con la fiscalía para encarcelar a Lula da Silva. O la detención de un militar de la comitiva presidencial con 39 kilos de cocaína cuando viajaba a Osaka. Ambos utilizan ahora el acuerdo como medio para evitar que la izquierda vuelva a gobernar y blindar las reformas neoliberales que impulsan en la región (como las privatizaciones).

Neocolonial

El mandato con el que la Comisión Europea negocia con Mercosur es de 1999 y se basa en la vieja doctrina que busca reafirmar el papel dominante y neocolonial de la UE en el mundo a través de su política comercial común.
Ambas regiones ya sufren ese modelo comercial depredador. Los países del Mercosur exportan mayoritariamente materias primas —que generan por ejemplo importantes impactos sobre la agricultura y el mundo rural europeos—. A su vez son inundados con productos y servicios de las empresas transnacionales europeas, lo que genera más desempleo, desigualdades, desequilibrios económicos y una concentración de la riqueza.

El modelo Brumadinho

El 25 de enero la empresa minera brasileña Vale, el mayor productor de mineral de hierro del mundo, causó la rotura de una de sus represas con desechos en el estado de Minas Gerais, provocando la muerte a más de 300 personas y derramando millones de metros cúbicos de lodo tóxico que afecta a más de 100 municipios. Sólo tres años antes, una negligencia similar de la multinacional en un pueblo llamado Mariana provocó el peor desastre ecológico en la historia de Brasil y dejó 20 muertos. No son casos aislados. Es el modelo de extractivismo que impera en el Mercosur y el mundo. Los accionistas de VALE, aseguradoras como Mapfre o la industria que compra el hierro (una buena parte llega a Europa), se llenan los bolsillos y las comunidades cargan con todos los impactos sociales y ambientales.
El gobierno español y el IBEX35 sólo piensan en la venta de coches, farmacéuticas o bienes de consumo, la importación barata de soja y minerales o en sacar petróleo en las costas de Brasil o la “Vaca Muerta” de Argentina, sin preocuparles las poblaciones, sus derechos, ni el etorno. Esto completa una forma de genocidio que comenzó con el colonialismo español a partir del siglo XIV.

UE cómplice de Bolsonaro

El acuerdo es una amenaza para los derechos humanos. En el caso de Brasil, ampara a Bolsonaro, quien desde el 1 de enero de 2019 ha arremetido contra los defensores de los derechos humanos y los movimientos sociales, cumpliendo su promesa electoral de «poner un punto final a todos los activismos» del país. Se han registrado un aumento dramático de los ataques contra pueblos indígenas, comunidades afrobrasileñas, líderes comunitarios, campesinos y activistas.
Es muy sintomático que la policía brasileña haya encontrado vínculos entre el asesino de Marielle Franco y la familia Bolsonaro. La feminista, política brasileña y militante de los derechos humanos fue asesinada el 14 de marzo de 2018 por criticar e investigar la intervención militar y policial en las favelas de Río de Janeiro y asesinatos y abusos contra sus habitantes.

Violencia machista y homofobia

Bolsonaro ha declarado la guerra contra las personas LGTBIQ+ y defiende un proyecto político contra las mujeres que busca lapidar derechos y conquistas del movimiento feminista y LGTBIQ+. En su primer discurso tras jurar el cargo, ha prometido “combatir la ideología de género” igual que la extrema derecha en Europa. Pregona impunemente su homofobia (“Brasil no puede ser un paraíso para el turismo gay”) y misoginia (reivindicó el turismo sexual). Sus discursos y políticas que fomentan el odio y la violencia, deberían ser perseguidos y no premiados con un acuerdo de asociación.

Una bomba climática

El acuerdo comercial exacerbará la deforestación al legitimar el desmontaje de regulaciones ambientales y seguir exportando masivamente productos agrícolas a Europa. Por el otro lado, favorecerá la explotación y la quema de combustibles fósiles así como la exportación de automóviles europeos al Mercosur, especialmente de vehículos 4×4 que tienen una gran huella ecológica. La Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA) está encantada.

Deforestar la Amazonía

Se prevé aumentar la exportación de carne, soja y agrocombustibles a Europa. En 2018, el 78,5 % de las importaciones de vacuno de la UE ya procedían del Mercosur, uno de los mayores impulsores agrícolas de la pérdida de bosques y un sector responsable además de trabajo esclavo.
Más de 600 científicos europeos y 300 grupos indígenas alertaron a la UE de la deforestación en Brasil. Bolsonaro ha desmantelado protecciones ambientales y ha facilitado el dramático incremento en las tasas de deforestación en la Amazonía, socavando así años de progreso en la materia. Solo el procesador de carne más grande del mundo, la multinacional brasileña JBS, emitió en 2016 más gases con efecto invernadero que Holanda.

Las mentiras de Macron

El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió ante la asamblea general de la ONU que no firmaría más acuerdos que comprometieran la lucha contra el cambio climático. En mayo su gobierno dijo en el parlamento francés que no permitiría un tratado con Mercosur.
Macron creía que enfatizando con que Brasil cumpliera con el Acuerdo de París iba ser suficiente para esquivar las críticas por apoyar el tratado con Mercosur. Pero no. El debate en Francia está cogiendo impulso. Manifestaciones de agricultores, protestas de ecologistas, sindicatos y ONG de derechos humanos y división interna en la mayoría gubernamental. La extrema derecha de Le Pen e incluso los republicanos critican el texto como «traición». Acusan a Macron de desproteger la agricultura familiar francesa, un tema muy sensible en el país. Solo el fallido acuerdo comercial con Estados Unidos (TTIP) había suscitado tanta oposición en Francia.

La trampa con el Acuerdo de París

El pre-acuerdo habla de “implementar efectivamente el Acuerdo de París”, pero no es vinculante, como tampoco las alusiones a la deforestación o la biodiversidad. Incluir un lenguaje engañoso sobre clima, derechos laborales y género en los tratados comerciales, proporciona a la élites una coartada perfecta para decir que han abordado el problema, sin realmente hacer nada.
Aunque Bolsonaro haya dicho a Macron que Brasil permanecerá en el Acuerdo de París (a pesar de la presión de Washington), tanto el Ministerio de Medio Ambiente como el Ministerio de Asuntos Exteriores están encabezados por quienes niegan el calentamiento global. Es improbable que tomen las medidas necesarias para implementar el acuerdo.
En estos acuerdos comerciales las medidas para frenar la emergencia climática son consideradas «barreras no arancelarias». Penalizan, por ejemplo, la salida de las energías fósiles, el fomento de la agricultura sostenible o favorecer empresas locales en la contratación pública para los planes de transición energética.

Negocios para la agroindustria, pobreza para el resto

Todos los países involucrados en el acuerdo se encuentran en una situación agronómica catastrófica, con cierre de explotaciones y pérdida masiva de empleos, con la concentración y conflictos por la tenencia de tierras, con suelos esterilizados por el uso masivo de productos fitosanitarios, impactos del cambio climático, así como graves problemas para la salud y la biodiversidad por los pesticidas tóxicos.
Este acuerdo complace los intereses de las multinacionales de la agricultura industrial, pero mina los esfuerzos por una la agricultura sostenible. Cuestiones urgentes como la soberanía alimentaria, la transición al modelo ecológico, el vaciamiento del territorio rural, planes para adaptación al cambio climático o los derechos campesinos son vendidas en el altar del comercio internacional. Se rebajarán o incumplirán aún más las normas sanitarias y ambientales. Las organizaciones agrarias españolas advierten que muchos sectores quedarán desprotegidos.

¿Quién puede tumbar el acuerdo?

Aunque la política comercial sea una competencia exclusiva de la UE, el Acuerdo de Asociación UE-Mercosur será en principio de competencia compartida, al incluir elementos de diálogo político y cooperación. Eso significa que debe ser adoptado primero por el Consejo de la UE (los gobiernos) y por unanimidad (si un sólo gobierno se opone, el tratado cae). Luego, el Parlamento Europeo decide por mayoría. Finalmente, al igual que con el acuerdo comercial con Canadá (CETA), los parlamentos nacionales (y regionales en el caso belga) tendrán la posibilidad de pararlo.
Podría pasar que la Comisión Europea divida el acuerdo en dos partes para acelerar la ratificación. Los gobiernos de la UE decidieron en mayo de 2018 que Bruselas puede dividir los acuerdos comerciales para aprobar sus partes de comercio por una vía rápida excluyendo a los parlamentos nacionales. Este procedimiento ya se aplicó para los acuerdos con Japón, Singapur y Vietnam. Sin embargo, el Consejo decidió el año pasado que México, Mercosur y Chile sigan siendo acuerdos mixtos.
La trampa está en que mientras llegue a los parlamentos nacionales (pueden pasar años e incluso décadas), las partes de “competencia exclusiva” podrían aplicarse de forma provisional después del voto del Parlamento Europeo, sin esperar a la decisión del poder legislativo. Antes de eso, los gobiernos y los parlamentos del Mercosur tendrán que ratificarlo y no está nada claro que eso ocurra sin dificultades.
En marzo el Parlamento Europeo rechazó abrir negociaciones comerciales con Trump. ¿Por qué no puede repetirlo?

Necesitamos movilizarnos

Es posible frustrar el acuerdo y hay muchas oportunidades. Primero, de cara al Consejo de la UE (donde decide el gobierno de Pedro Sánchez), luego en el Parlamento Europeo (donde Iratxe García preside al grupo socialdemócrata S&D) y, si no ha dado frutos, en Las Cortes. Si hay una mayoría para investir a Sánchez como presidente de gobierno, debe haber una mayoría para vetar a estos tratados neoliberales. Necesitaremos un frente amplio entre movimientos ecologistas, feministas, LGTBIQ+, campesinos y organizaciones en defensa de los derechos humanos. Nuestros aliados son los movimientos de resistencia en Europa y América Latina.

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Amazondas: galardonado como Mejor Podcast Experimental en la 3ª edición de los Ondas del Podcast

Por: Paula Gonzalo

Nos llena de alegría saber que el talento y esfuerzo de todo el equipo responsable de poner en marcha Los podcast de Amazondas (@amazondas_), ha sido reconocido en la 3ª edición de los premios Ondas del Podcast como mejor Podcast Experimental.

Un reconocimiento que destaca el impacto y la creatividad de esta producción radiofónica, que ha sabido combinar la autentidad de la voces de sus protagonistas con la profesionalidad de sus creadoras entre las que se encuentra Fátima González Donado (@fgdonado), periodista, comunicadora social y directora de esta iniciativa que nace con el apoyo y compromiso de Andrea Suárez (proyecto Iquitos) y Pía Desulovich.

En entrevista con PC, Fátima nos contaba cómo este proyecto surgió con la intención de generar un impacto social en una comunidad desfavorecida como es Santa Clara del Ojeal, un pequeño pueblo de 300 habitantes ubicado en la selva Perú, a orillas del río Amazonas.

Este reconocimiento confirma la fuerza de la radio comunitaria y el periodismo social. No en vano el jurado de los premios destacaba Los podcast de Amazondas por su capacidad para multiplicar las posibilidades de la radio comunitaria a través del podcast, así como su habilidad para combinar formatos, diseño sonoro y voces en primera persona de manera excepcional.

https://twitter.com/fgdonado/status/1778810432834228482

La propuesta sonora de Los podcast de Amazondas destaca por elevar relatos cotidianos de los miembros de estas comunidades indígenas de la selva de Perú en episodios corales, con entrevistas y en los que incluso hay espacio para mostrar el making of, dando forma a una experiencia sonora totalmente innovadora, que ha cautivado a audiencias tanto locales como internacionales.

Como nos contaba Fátima González Donado en Periodismociudadano.com, Amanzondas no es solo un podcast:

es un proyecto de empoderamiento comunitario que busca que las propias personas puedan adquirir el conocimiento necesario para usar ellos mismos las herramientas que les permitan alzar su voz.

Amazondas es mucho más que un podcast ya que todo su equipo trabaja impartiendo cursos de formación, talleres de radio y comunicación para lograr que «la radio pase a manos de sus habitantes» fomentando así el empoderamiento de estas comunidades más desfavorecidas.

Amazondas continúa su camino como pionero en el podcast experimental, explorando nuevas formas de contar historias. Puedes escuchar los reportajes sonoros de “Los podcast de Amazondas” en YouTube, Spotify y Apple Podcast y colaborar directamente a través del crowfunding con el quieren mejorar las instalaciones comunitarias y «becar a los jóvenes que han demostrado verdadero talento con la comunicación», además de otras iniciativas más a largo plazo como la grabación de un documental.

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Las 10 Noticias Más Destacadas del 2023 en Participación y Contenido Generado por el Usuario

Por: Paula Gonzalo

Como cada año, ofrecemos un repaso por las diez noticias más significativas en el ámbito de la participación y el contenido generado por el usuario en este 2023:

1. Index Index Advierte del Retroceso de la Libertad de Expresión en el Reino Unido: El año comenzó con la publicación del Index Index , un proyecto del Index on Censorship, (@IndexCensorship), que reveló un retroceso en la libertad de expresión en el Reino Unido. Este índice global de censura mapea el panorama de la libertad de expresión en todo el mundo. El análisis destacaba la caída del Reino Unido clasificado como «parcialmente abierto» tras aprobar el proyecto de ley de seguridad en línea del gobierno.

2. Mapathon de OpenStreetMap para Ayudar en el Rescate Tras el Terremoto en Turquía:  Open Street Map LATAM, (@OSMLatam), una organización humanitaria de mapeo participativo y datos abiertos, puso en marcha un Mapathon para contribuir en las labores de rescate y emergencia tras el terremoto que asoló Turquía gracias a la colaboración ciudadana. El Equipo Humanitario de OpenStreetMap (HOT) movilizó a más de 1,640 voluntarios para contribuir en las labores de rescate. Esta iniciativa demostró el poder del mapeo participativo y los datos abiertos en la respuesta humanitaria.

3. Geochicas: Mapeadoras Trabajando en Favor del Empoderamiento Femenino: Descubrimos el trabajo de Geochicas, (@GeochicasOSM) es un colectivo de mujeres mapeadoras en al menos 3 continentes, que trabajan en favor del empoderamiento femenino y  la reducción de la brecha de género en las comunidades hispanohablantes de #OpenStreetMap y en otras asociadas al mundo del software libre y los datos abiertos. Entrevistas con las coordinadoras, Celine Jacquin y Selene Yang, resaltaron la importancia de la perspectiva de género en el ámbito de datos y software libre.

4. Desinformación y Fakenews: La desinformación fue un tema destacado del año. Raúl Magallón, (@raulmagallon ), periodista, escritor y profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, abordó este problema en su libro UPDATING NEWS: Información y democracia. Magallón exploró la fatiga informativa, el papel de las redes sociales y la normalización de la desinformación en la sociedad actual. En entrevista con el autor señalaba: «Más información no ha traído un mundo donde nos sintamos mejor informados, pero tampoco un mundo donde más información sea sinónimo de un mundo más democrático«.

5. Radio Free Asia se hacía eco de la situación de Fang Bi, uno de los activistas chino encarcelado en secreto tras grabar y hacer públicos vídeos de los cadáveres apilados en Wuhan en los primeros días de la pandemia a principios de 2020. Fang Bi fue «sentenciado en secreto por el Tribunal Popular del Distrito de Jiang’an a más de tres años de prisión». Fang Bin se hacía eco de la posible liberación del activista, uno de los primeros periodistas ciudadanos represaliados por el gobierno chino por informar de la dimensión real de la pandemia.

6. Radio Rozana: Periodismo Profesional y Ciudadano en Siria : Radio Rozana, un canal de radio independiente nacido en los primeros días de la revolución en Siria, destacó por su valioso trabajo en medio del acoso informativo en el país. Fundada por Lina Chawaf, la emisora se trasladó a Turquía para garantizar la seguridad de sus periodistas. Además, capacitó a periodistas ciudadanos para informar sobre conflictos y emergencias, demostrando la importancia del periodismo independiente.

7. La justicia ambiental continúa ampliando territorio frente a la emergencia climática. Witness y su Guía para la Defensa Medioambiental nos acercaron un ejemplo práctico de cómo esta organización internacional de defensa de derechos humanos, continúa trabajando en la defensa medioambiental. Esta guía, bajo licencia CC, proporciona información efectiva sobre cómo utilizar vídeos ciudadanos como evidencia jurídica para la defensa de los derechos medioambientales, contribuyendo al activismo y la rendición de cuentas.

8. El desvastador Terremoto de Marruecos registrado gracias a los Vídeos Ciudadanos: Después del devastador terremoto en Marruecos, más de 2,900 muertos y 5,500 heridos, la ciudadanía compartió videos impactantes que ilustraban la magnitud de la catástrofe. Estos vídeos, generados por usuarios, no solo sirvieron para informar en tiempo real, sino también para concienciar sobre la importancia del contenido generado por el usuario en situaciones de emergencia.

9. Twitter se convierte en X ante las numerosas críticas internacionales por la Gestión de Elon Musk: El periódico Los Angeles Times cuestionó abiertamente la efectividad de la red social X (anteriormente Twitter) bajo la dirección de Elon Musk. Críticas surgieron en torno a la veracidad de la información compartida en la plataforma, y se expresó preocupación sobre la disminución de la fiabilidad de las fuentes verificadas desde que Musk asumió un papel más prominente en la toma de decisiones.

10. Nuevos tiempos piden nuevos proyectos informativos basados en el periodismo social. AmazOndas: Radio Comunitaria en la Selva Peruana: AmazOndas (@amazondas), un proyecto de radio comunitaria en la selva peruana, se destaca por promover el diálogo y la integración. Dirigido por Fátima González Donado, este proyecto nace con el objetivo de convertir la radio en un instrumento en favor del diálogo y la integración en Santa Clara del Ojeal, un pequeño pueblo en la selva peruana.

Puedes consusltar aquí las noticias más destacadas de 2022.

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AmazOndas: radio comunitaria desde la selva peruana en favor del diálogo y la integración

Por: Paula Gonzalo

AmazOndas (@amazondas_), es el nombre de un proyecto de radio comuntaria que nace vinculada a la participación de los ciudadanos y al deseo de convertir la radio en un instrumento en favor del diálogo y la integración. Esta es una de la razones por las que este proyecto se pone en marcha en Santa Clara del Ojeal, un pequeño pueblo de 300 habitantes ubicado en la selva Perú, a orillas del río Amazonas.

Fátima González Donado (@fgdonado) es Periodista, comunicadora social y directora de esta iniciativa que nace con el apoyo y compromiso de Andrea Suárez (proyecto Iquitos) y Pía Desulovich. En entrevista con PC, Fátima nos cuenta cómo surgió este proyecto tras una conversación informal con Andrea hace cinco años.

Su pasión por el periodismo social hizo que esta idea calara en ella de tal modo que decidió dejarlo todo: su trabajo, su familia, su casa, para trasladarse a una selva en la no cuentan con luz eléctrica ilimitada o agua potable, de hecho, Santa Clara de Ojeal es un lugar catalogado por el gobierno como de “extrema pobreza”.

Fátima abandonó Madrid para impulsar su proyecto social en una comunidad amazónica: Amazondas.

Se trata de una radio comunitaria en plena selva de Perú.#EspañolesEnConflictoshttps://t.co/fjR9kCSp5V pic.twitter.com/d3V6N5xgCg

— RTVE (@rtve) May 17, 2023

Educación y comunicación se dan la mano en esta inciativa que nació tras un año de reflexión y análisis: «en ese año decido bajar a tierra esta idea y crear un proyecto capaz de generar un impacto social en una comunidad desfavorecida, pero decido hacerlo con cabeza que sea algo posible. Estudio las condiciones tecnicas, y me decido a lanzar un crowdfunding«.

La iniciativa es un éxito y en poco tiempo consiguen reunir el dinero necesario para convertir este sueño en realidad: «Utilizamos el dinero para la reforma de un espacio comunitario en el que realizamos cursos de formación, talleres de radio y comunicación. Una vez creada la infraestructura necesaria y que hayamos comprobado su funcionamiento, el objetivo es que la radio pase a manos de sus habitantes«.

Su experiencia previa como periodista le sirvió para conocer las herramientas y el funcionamiento básico de un medio, aunque señala, esta iniciativa tenga como objetivo mejorar la calidad de vida de sus habitantes a largo plazo:

«AmazOndas es un proyecto de empoderamiento comunitario que busca que las propias personas puedan adquirir el conocimiento necesario para usar ellos mismos las herramientas que les permitan alzar su voz».

«Queremos conseguir que esta herramienta de comunicación empodere al pueblo, dé valor a la palabra en sus diferentes ámbitos, potencie la comunicación y consiga convertirse en un instrumento integrado en esta comunidad. Queremos contribuir en la conservación de los saberes populares, pero también en la cohesión del pueblo, en la educación, en el refuerzo de la cultura social y en el intercambio de conocimiento creando espacios de escucha y aprendizaje».

https://twitter.com/deesono_podcast/status/1701670865203568772

Hasta el momento, han lanzado una primera temporada de reportajes sonoros que puedes encontrar en YouTube, Spotify y Apple Podcast como “Los podcast de Amazondas”. Piezas sonoras que nos trasladan realidades individuales y colectivas de la selva peruana, en donde no solo imparten talleres de radio, sino que trabajan: «desde la creatividad, potenciamos el aprender a preguntar, aprender a hacernos preguntas también, para darnos cuenta de que hay historias alrededor que no son escuchadas y estas historias están por todas partes».

Fátima nos habla de reportajes como «Prefiero luz«, un documento sonoro que no solo se hizo de manera comunitaria, si no que acompañaron a sus protagonistas durante toda la marcha realizada para reivindicar mejoras en las condiciones de vida de esta pueblo: «entramos al edificio del gobierno regional, hubo unanimidad a la hora de hacer declaraciones, y después de esa reunión, les seguimos acompañando». Experiencias como esta han servido también para «sacar a otras comunidades de su propio aislamiento, que puedan hablar y aconsejarse entre ellas, y que las comunidades alrededor sepan también que tienen estos derechos».

La educación, el respeto, la humildad y la dignidad de una protesta comunitaria que exige un derecho básico: luz en sus casas. Nada más y nada menos.

Este es un viaje sonoro a una reflexión interna. Cada uno la suya. Quizás, si la ponemos en común, coincidimos. https://t.co/WcLm9WqHWH pic.twitter.com/4OdLOECKlc

— Fátima Glez. Donado (@fgdonado) April 9, 2023

Sobre lo aprendido durante este tiempo, destaca la forma en la que, desde el primer momento, «jóvenes y adultos empezaron a reconocer su propia voz y olvidaron el miedo a hablar», además de la especial soltura de los jóvenes para proponer temáticas, ideas, nos dice: «tienen una sensiblidad especial con la camara, las fotos que hacen… Son capaces de hablar con un lenguaje innato».

Gracias al primer crowdfunding, hace casi 5 años, han logrado reformar un espacio cedido por el pueblo pero necesitan seguir adelante, por eso han abierto un segundo, para reparar los aparatos electrónicos, así como el sistema de energía solar, pero también para «becar a los jóvenes que han demostrado verdadero talento con la comunicación», además de otras iniciativas más a largo plazo como la grabación de un documental y que esta sea una radio que pueda escuharse en el interior de cada hogar.

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