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✇Linux Adictos

Cinnamon 6.6 refuerza el escritorio clásico de Linux Mint con mejoras visuales y de rendimiento

Por: Pablinux

Cinnamon 6.6

Linux Mint se ha ganado a pulso su fama como una de las distribuciones GNU/Linux más recomendables para el día a día, sobre todo para quienes vienen de Windows y buscan un entorno familiar. Con la llegada de las nuevas versiones de la distro y de Cinnamon 6.6 como entorno de escritorio estrella, el proyecto está dando pasos muy calculados hacia la modernización del sistema sin tirar por la borda su filosofía de estabilidad y sencillez.

En este contexto, Linux Mint 22.x y las versiones recientes de Cinnamon marcan una etapa clave: rediseño del menú de aplicaciones, avances en Wayland, renovación de herramientas de gestión de paquetes y una experiencia más pulida a nivel visual y de rendimiento. Todo ello mantiene el espíritu clásico del escritorio, pero lo adapta a lo que espera hoy cualquier usuario de Linux de escritorio.

Novedades de Cinnamon 6.6 y su papel en Linux Mint

El desarrollo de Cinnamon no se entiende sin Linux Mint: es el escritorio creado y mimado por el propio equipo del proyecto, y sobre él pivota la propuesta principal de la distro. Con la versión 6.6, Cinnamon refuerza su enfoque en un escritorio tradicional, configurable y muy cómodo, que sigue respetando la metáfora clásica de ventanas, panel y menú de inicio, alejándose de experimentos más radicales como GNOME Shell.

A nivel general, Cinnamon 6.6 continúa la línea marcada por versiones anteriores como Cinnamon 6.4, que introdujeron mejoras en gestión de energía, un tema predeterminado con mayor contraste y bordes redondeados, cuadros de diálogo más cuidados y una integración algo más avanzada con Wayland. Esta iteración sigue afinando esa experiencia, ofreciendo un escritorio moderno, pero que se siente muy reconocible para cualquiera que haya usado Linux Mint en los últimos años.

Una de las claves de Cinnamon es que ha ido separándose progresivamente del ecosistema GNOME. Nació como una bifurcación de GNOME 3 adaptada a las necesidades de Mint, pero con el tiempo el proyecto terminó aislando y reescribiendo componentes hasta convertirlo en un entorno propio. Desde Cinnamon 2.0, los applets, extensiones y desklets diseñados para Cinnamon dejaron de ser compatibles con GNOME Shell, consolidando así un ecosistema independiente, optimizado específicamente para este escritorio.

Un menú de aplicaciones más moderno en Cinnamon

Si hay un elemento que los usuarios asocian de inmediato a Linux Mint con Cinnamon es su menú de aplicaciones clásico: rápido, directo y sin florituras. Con las últimas iteraciones del escritorio y de la distro, ese menú sufre un rediseño pensado para modernizar la experiencia sin romper la costumbre, manteniendo la misma filosofía, pero poniéndose al día frente a lo que ofrecen otros entornos.

Los cambios se centran en una mejor organización de categorías, accesos directos y resultados de búsqueda, haciendo que sea más fácil encontrar aplicaciones, herramientas del sistema y archivos recientes. El objetivo es que los usuarios nuevos se orienten con mayor rapidez y que los veteranos mantengan su agilidad diaria a la hora de abrir programas.

Además, el nuevo enfoque del menú también favorece la usabilidad en pantallas de diferentes tamaños, desde portátiles hasta monitores grandes. Se han revisado elementos como el tamaño de las listas, el espaciado entre entradas y la disposición de las áreas principales (búsqueda, categorías, aplicaciones frecuentes), sin caer en diseños excesivamente minimalistas que sacrifiquen información.

Wayland en Cinnamon: transición cuidadosa pero firme

Wayland lleva años sonando como el relevo natural de X11 en el mundo Linux, pero no todas las distribuciones han tomado el mismo camino. En el caso de Mint, el equipo ha optado tradicionalmente por una estrategia conservadora, priorizando la estabilidad y la compatibilidad por encima de adoptar lo último por el simple hecho de hacerlo.

Con las nuevas versiones de Linux Mint 22.x y de Cinnamon, el soporte para Wayland comienza a ser más sólido y utilizable en el día a día. Se han corregido muchos de los problemas de compatibilidad iniciales, se mejora el rendimiento gráfico en determinadas configuraciones y se sientan las bases de un escritorio que pueda vivir cómodamente tanto con X11 como con Wayland durante un tiempo.

No se trata aún de una ruptura radical: X11 sigue presente como opción principal o de respaldo, especialmente para quienes dependen de aplicaciones o flujos de trabajo que aún se llevan mejor con el servidor gráfico tradicional. Sin embargo, el mensaje es claro: Mint se está preparando para un futuro en el que Wayland sea la norma, pero lo hace a su propio ritmo, intentando que el usuario note el cambio lo menos posible en forma de errores o regresiones.

Modernización de la gestión de paquetes: Aptkit y Captain

Uno de los cambios más interesantes «bajo el capó» en Linux Mint 22.1 y sucesivas es la renovación del ecosistema de herramientas vinculadas a APT. Durante años, tanto Ubuntu como Debian y Mint han arrastrado componentes como Synaptic, GDebi, apturl, aptdaemon o packagekit, muchos de ellos con un diseño envejecido y un mantenimiento limitado.

Para afrontar este problema, el proyecto ha dado el salto a Aptkit como sustituto del servicio aptdaemon, y ha creado Captain, una nueva utilidad que unifica lo que antes hacían GDebi y apturl por separado. Estas dos piezas traen mejoras en la gestión de dependencias, en la coherencia de las operaciones de instalación y en el rendimiento general a la hora de manejar paquetes.

Además, la modernización de estas herramientas se ha pensado también con la vista puesta en Wayland, de modo que los gestores gráficos de paquetes y las utilidades que lanzan instalaciones se integren mejor en sesiones no basadas en X11. Aunque muchas de estas mejoras están diseñadas para “pasar desapercibidas”, su impacto se nota en una experiencia más limpia, más consistente y menos dada a diálogos de error crípticos.

En cuanto a formatos de distribución de aplicaciones, la postura sigue siendo clara: Linux Mint favorece el uso de Flatpak y el repositorio Flathub, manteniendo su distancia con Snap. Esto da al usuario un catálogo muy amplio de software actualizado, pero sin atarse al ecosistema de paquetes de Canonical.

Cinnamon como entorno: tecnología y ecosistema de aplicaciones

Técnicamente, Cinnamon es un entorno de escritorio libre, de código abierto y basado en GTK, desarrollado principalmente en C, JavaScript y Python. Su interfaz se apoya en las bibliotecas GTK y mantiene compatibilidad con muchas aplicaciones diseñadas originalmente para otros escritorios derivados de GNOME.

El proyecto ofrece además un ecosistema de extensiones muy rico: applets, extensiones, desklets y temas personalizados. Estos elementos permiten añadir indicadores al panel, modificar el comportamiento del escritorio, colocar widgets en el fondo de pantalla o cambiar radicalmente la apariencia general del sistema. Todo ello se gestiona de forma bastante sencilla desde las herramientas propias de Cinnamon.

Actualmente, la versión estable disponible de Cinnamon se sitúa en la rama 6.6, con fecha de lanzamiento a finales de 2025. Cada nueva entrega no solo pule el funcionamiento del escritorio, sino que a menudo incorpora pequeños cambios visuales, mejoras de rendimiento, una integración más coherente con Wayland y ajustes pensados para que el escritorio siga resultando familiar, pero no se quede anclado en el pasado.

El proyecto X-Apps y su integración en Cinnamon

Para completar la experiencia de escritorio, Linux Mint mantiene desde hace años el proyecto X-Apps, un conjunto de aplicaciones «tradicionales» orientadas a diversos entornos GTK. La idea es ofrecer programas con interfaces coherentes que funcionen bien en Cinnamon, MATE, Xfce y otros escritorios similares, evitando depender de las decisiones de diseño más radicales de GNOME.

Muchas de estas X-Apps son en realidad bifurcaciones de aplicaciones clásicas del ecosistema GNOME. Por ejemplo, Xed es un editor de texto basado en Pluma, Xviewer deriva de Eye of GNOME para ver imágenes, Xreader procede de Atril como visor de documentos, Xplayer se inspira en GNOME Videos (Totem) para la reproducción multimedia, y Pix nace como una versión adaptada de gThumb para organizar fotografías.

Además, Timeshift se ha convertido en una pieza clave para la restauración del sistema, permitiendo crear instantáneas con BTRFS o rsync y deshacer cambios problemáticos con relativa facilidad. Blueberry proporciona una interfaz gráfica simple para gestionar Bluetooth apoyándose en la biblioteca gnome-bluetooth, y gnome-online-accounts-gtk actúa como gestor de cuentas en línea para entornos GTK que no quieren depender de la versión orientada exclusivamente a GNOME y a GTK4.

Para facilitar que todas estas herramientas funcionen bien en distintos escritorios, el proyecto mantiene libxapp, una biblioteca en C y Python que aporta los recursos comunes necesarios. Con el tiempo, Linux Mint ha ido separando gradualmente el desarrollo de X-Apps del ciclo principal de la distro para convertirlas en un proyecto más independiente, lo que favorece su uso también en otros sistemas.

Cinnamon 6.6 ya disponible

La combinación de Cinnamon 6.6, la base sólida de Linux Mint 22.x, las mejoras en Wayland y la modernización de herramientas como Aptkit, Captain y las X-Apps dibuja un panorama muy atractivo para quienes buscan un escritorio clásico, pero bien afinado para los tiempos que corren. Mint sigue apostando por la estabilidad, por una curva de aprendizaje suave para usuarios que vienen de Windows y por una experiencia que no obliga a pelear con el sistema a cada paso, al tiempo que va preparando con calma la transición hacia las tecnologías gráficas del futuro y un ecosistema de aplicaciones más coherente y mantenible.

Cinnamon 6.6 ya está disponible en GitHub, y será el escritorio que usará el Linux Mint 22.3 que llegará dentro de pocas semanas.

✇Conciertos en Albacete

‘Suenen Guitarras y Panderetas’ en Albacete

Por: Discos Ruidosos

 

Suenen Guitarras y Panderetas’ 

Jueves 11 de diciembre, 18:30 h

Auditorio Municipal de Albacete  

Entrada: libre (desde 1h antes, hasta completar aforo)

 


Suenen Guitarras y Panderetas’, folklore navideño en el Auditorio Municipal, interpretado por la Asociación Cultural Coros y Danzas El Trillo.


✇Conciertos en Albacete

Zambomba Flamenca Pureza en Albacete

Por: Discos Ruidosos

 

Zambomba Flamenca Pureza

Miércoles 10 de diciembre, 20:30 h

Auditorio Municipal de Albacete

Entradas: anticipada: 12€ / general (día del evento): 14€

 


El Auditorio Municipal acogerá la Zambomba Flamenca Pureza, dirigida por la cantaora Ana Alba. Al compás de guitarras, percusión, bajo, flauta travesera y voces flamencas, interpretarán tangos, bulerías, tanguillos y villancicos populares al más puro estilo jerezano.

 

✇pikara magazine

No es coacción, es rezar por amor

Por: Zuriñe Rodriguez

Las 21 personas que estaban siendo juzgadas por hostigar y amenazar a mujeres que iban a abortar en Vitoria-Gasteiz han sido absueltas. Escondernos para abortar es lo que promueve de forma fáctica la sentencia.

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✇Radio Almaina

Aniversario de dos años de A un paso del Abismo

Por: Radio Almaina
Alohaaa superviviente celebra dos años en el abismo bailando con tus demonios!! Aviso para padres Black Tapes: A un paso del segundo cumple dos añitos contigo, cuuumpleaños feliz en el abismo. Esta noche de luna llena invocaremos a todos los… Leer más

Radio Almaina - Aniversario de dos años de A un paso del Abismo

✇Todo Por Hacer

Franco murió, pero no el franquismo. Cincuenta años de una Transición orquestada por el fascismo español

Por: Todo Por Hacer

El régimen franquista fue el proyecto de la burguesía nacional apoyada por el capitalismo internacional que, en distintas fases, protegió sus intereses económicos consolidando una dictadura en torno a la figura de Franco como garante de ese orden sangriento. La muerte de Franco marcaba el punto de inflexión de un proceso ya iniciado años atrás. Se estaba pactando una clausura idílica del Franquismo desde, al menos, el año 1968, escondiendo posteriormente un proceso complejo de continuidad reformada. Mismos perros, pero también mismos collares.

Bajo el relato oficial, presentado como una proeza de consenso y moderación democrática, se ocultó una gran lógica política de fondo: la necesidad de las élites económicas, políticas y militares consolidadas tras 1939 de reorganizar su hegemonía ante un contexto internacional y social que hacía inviable la continuidad de una dictadura que había cumplido ya su papel como garante de sus privilegios. El fascismo español había hecho ya su función, pero ni se bajaría el telón, ni se marcharía de la escena, se le otorgaba un papel protagonista como consolidante y fuerza de choque hasta la actualidad.

Si podemos encontrar una cuestión común a lo largo del siglo XX español, desde la monarquía de Alfonso XIII, la dictadura de Miguel Primo de Rivera, la Segunda República española, el Franquismo, y el régimen monárquico actual; es el poder económico detentado en manos de prácticamente las mismas familias y fuerzas vivas del capitalismo patrio. La Transición española debe entenderse no como una ruptura, sino como una recomposición del poder, donde buena parte de las élites franquistas y los intereses económicos dominantes conservaron posiciones clave remodelando el sistema institucional.

Cuarenta años de Franquismo, el fascismo marca España

El régimen franquista nacía directamente del poder otorgado por el golpe militar de julio de 1936, y ampliado a todo el territorio mediante una guerra de exterminio contra la clase trabajadora y las fuerzas populares. Fue, desde el inicio, un proyecto con un objetivo antirrevolucionario al servicio de las élites económicas y militares de la España oligárquica, adelantándose al potencial de triunfo si el movimiento obrero organizado hubiese pasado a la ofensiva total de construir un poder popular de clase. No fue una tragedia histórica, sino la apuesta consciente y planificada de terratenientes, grandes industriales, jerarquía eclesiástica y mandos del ejército para aplastar una posible victoria de las fuerzas populares revolucionarias, que ponían en contundente riesgo la estructura de poder construida durante siglos. El golpe militar no fue contra el gobierno republicano, sino que la violencia se dirigía hacia la clase obrera, y ese es el primer punto que debemos tener claro en una visión revolucionaria. No existían dos Españas, sino dos clases sociales antagónicas, la dominante, y la explotada.

El proyecto previo de la burguesía española fue construir un gobierno político republicano y socialdemócrata como apagafuegos al crecimiento del movimiento obrero. Ese republicanismo interclasista habría sido el particular terreno de preparación y desarrollo del fascismo español. La victoria franquista en 1939 reeditaba un Estado autoritario, militarizado y de terror psicológico, y físico, basado en la represión sistemática, la censura, el control social y la destrucción de cualquier forma de organización obrera. El aparato estatal —desde la Iglesia Católica a la Guardia Civil, desde el Movimiento Nacional a los tribunales militares— funcionó como un engranaje perfectamente coordinado para garantizar la restauración brutal del orden capitalista más reaccionario tras la revolución social del pueblo.

En la primera fase el Franquismo extendió el exterminio de decenas de miles de integrantes de la clase trabajadora, y su proyecto estaba alineado férreamente con el fascismo italiano y el nazismo alemán; que tomaron la iniciativa de ofensiva hasta 1943 en el conflicto mundial. Durante los años cuarenta el régimen fue virando para distanciarse de la Alemania nazi, y sobrevivir al nuevo reordenamiento global de las potencias vencedoras. El Franquismo fue tolerado, y tomado como baluarte político en Europa contra el marxismo, y así evitar concesiones sociales y políticas que, el capitalismo imperialista tuvo que hacer mientras desarrollaba las nuevas estrategias de aplastamiento de los movimientos obreros nacidos de la lucha en el conflicto mundial contra los fascismos.

Esos años cuarenta y los primeros cincuenta, estuvieron marcados por el modelo económico autárquico que impuso el Franquismo y, que proyectaba a los grupos empresariales afines al régimen, hundiendo al país en el hambre y la miseria mientras consolidaba un capitalismo oligárquico protegido por el Estado. La represión de posguerra, con cientos de miles de encarcelados, deportados, fusilados y depurados, no fue un «exceso», sino el pilar sobre el que se edificó la estabilidad del régimen y, en cierta medida, el retorno a las estructuras políticas normalizadas por el capitalismo. La clase trabajadora quedó sometida a un sindicalismo vertical obligatorio, diseñado para neutralizar cualquier capacidad de conflicto y asegurarse la subordinación al régimen.

La Guerra Fría permitió a la dictadura un lavado internacional: el anticomunismo se había convertido en el salvoconducto. Estados Unidos y las potencias occidentales integraron a España como pieza funcional del bloque capitalista, abriendo la puerta a la tecnocracia, al desarrollismo y a una «modernización» controlada que jamás cuestionó las bases del poder. El Plan de Estabilización de 1959 coincidía con la visita del presidente estadounidense Eisenhower, y el crecimiento económico de los años 60 no fue en absoluto un despegue neutral: consolidaron a nuevas facciones de la burguesía, reforzaron desigualdades y utilizaron la emigración masiva a Europa como válvula de escape social. La represión se volvió más selectiva, pero no menos efectiva.

A lo largo de esas cuatro décadas, el Franquismo mutó, pero no cambió jamás su naturaleza: fue siempre un régimen militarista y ultracatólico, que defendía los intereses de clase burgueses y aseguraba la continuidad de la explotación económica y política de las élites empresariales. Las luchas obreras, estudiantiles y vecinales que surgieron, fueron respondidas con una violencia perfectamente calculada parta no permitir erosionar su legitimidad. Las leyes represivas, el Tribunal de Orden Público, la Guardia Civil y la Brigada Político-Social de la policía, actuaban como aparato principal del control y el castigo.

La Transición: un pacto de silencio y reforma de la oligarquía desde arriba

Muy lejos de suponer ninguna ruptura impulsada desde la base, la Transición fue el resultado de un pacto de la élite oligárquica española. Una parte de la vieja guardia franquista entendió que sostener el régimen tal cual era se hacía incompatible con su integración en los mercados europeos y con el control de una clase trabajadora altamente movilizada desde 1968. Por eso, optaron por dirigir ellos mismos la evolución del régimen. Debían preservarse las estructuras del aparato estatal nacido de 1939, se mantendría intacta la jerarquía judicial y policial; además de garantizarse la continuidad monárquica designada por Franco en quien sería coronado como Juan Carlos I. No se desmontaba el armazón autoritario que se heredaba, solo se le otorgaba un cambio de look, para adaptarlo a las normativas represivas y de control social constituidas por las democracias imperialistas occidentales.

El movimiento estudiantil eclosionado en 1968, se había aliado con las demandas de la clase trabajadora, y funcionaba como catalizador de un cuestionamiento profundo al régimen franquista. Las asambleas y huelgas universitarias se solidarizaban con las luchas obreras. Mientras tanto se intensifica la preocupación por la insurgencia política y armada representada por organizaciones como ETA, FRAP, y más tarde MIL que, si bien no representan una amenaza real al poder estatal, sí que son un desafío simbólico a su capacidad de control total. Se abren grietas en la narrativa legitimadora del Franquismo, lo cual conduce a un repunte en la represión y a su sofisticación; comenzando a idear un plan de reformas pactadas desde arriba.

La muerte de Carrero Blanco en diciembre de 1973 fue el golpe simbólico al régimen franquista que se necesitaba para poner en marcha toda la Transición que ya se venía fraguando desde el inicio de esa década. A los sectores más reacios a la reforma pactada desde arriba había que domesticarlos, no se destruiría su estructura, solo se liquidaba el plan de un franquismo sin Franco pero con franquistas puros. Las élites económicas y políticas asumen una recomposición en el bloque de poder, y se arma una transición que neutralice al movimiento de clase trabajadora. Las luchas obreras estaban viviendo un crecimiento explosivo, decenas de miles de trabajadores desbordan el sindicalismo vertical, y se genera un potencial contrapoder social de coordinadoras y comisiones, huelgas y asambleas masivas en barrios obreros. Por lo que esa Transición debía abordar como objetivo principal la desactivación de ese sujeto político que estaba construyendo al margen de los canales del régimen.

En este contexto, el papel internacional también pesa mucho; y los Estados Unidos, a través de la CIA, busca garantizar un aliado estable en la OTAN y fiel a los intereses imperialistas. De ahí la operación de «reciclaje» del socialismo parlamentario en el Congreso de Suresnes (1974), desde el que emerge un PSOE rejuvenecido, moderado y funcional al nuevo proyecto. El PSOE, a través de Felipe González, es seleccionado como el actor ideal para ofrecer una salida controlada, capaz de seducir a sectores jóvenes y urbanos sin poner en riesgo la estructura económica del franquismo sociológico. De esta manera se evitaba una escalada como la Revolución de los Claveles portuguesa, donde se tuvo que actuar de manera más decisiva para evitar una ruptura que desestabilizara los intereses capitalistas.

Los aparatos franquistas no se depuraron, y la represión seguiría activa, siendo asesinados en ese periodo centenares de trabajadores. En 1975, cuando Franco murió, el franquismo no estaba agonizando, tan solo cumplió su funcional ciclo histórico. La dictadura que nació como proyecto antirrevolucionario, dejaba tras de sí una matriz que se ha mantenido intacta hasta la actualidad, porque Franco murió, pero no el Franquismo.

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✇Portal Libertario OACA

El primer cristianismo era completamente hostil al Estado

Por: Kiko Pavonic
Capítulo "El Acocalipsis" del libro "Anarquía y cristianismo" de Jacques Ellul (1991).

Tratemos de determinar cuál podía ser la actitud de los cristianos de las dos primeras generaciones hacia el poder. Tomemos el Apocalipsis porque es uno de los textos (escrito entre 100 y 130 después de Cristo) más violentos, que se inscribe en la línea de las palabras de Jesús, pero más duro [32]. Es un texto que se dirige evidentemente a Roma (pero no sólo a la presencia de los romanos en Judea: se trata del poder central, imperial, de Roma misma). En todo el conjunto del libro hay una oposición radical entre la Majestad de Dios y todas las potencias y poderes de la tierra (de ahí el considerable error de quienes dicen que hay continuidad entre el poder divino y los poderes terrestres o, también, como sucedió bajo la monarquía, que a un Dios único, todo poderoso, que reina en el cielo, debe corresponder en la tierra un Rey único, igualmente todo poderoso; el Apocalipsis dice exactamente lo contrario).

En todo el conjunto de ese libro hay un cuestionamiento del poder político. Sólo retendré de él dos grandes imágenes: la primera es la de las “dos bestias” –que retoma una imagen de los últimos profetas– que, en efecto, representa los poderes políticos de su tiempo como bestias. La primera es “la bestia que sube del mar” (probablemente Roma, cuyas tropas llegaban por mar). Ella tiene un “trono” que le es dado por el Dragón (caps. 12 y 13) (el Dragón representa al anti-Dios), quien le atribuyó “toda autoridad a la Bestia”. Los hombres la adoran y declaran: “¿Quién puede combatir contra ella?” Le fue dada “toda autoridad y poder sobre toda tribu, todo pueblo, toda lengua y toda nación”. Creo que no se puede ser más explícito para designar al poder político que tiene autoridad, fuerza militar y que exige la adoración (en consecuencia, la obediencia absoluta). A esta Bestia la crea el Dragón (misma relación que ya encontramos entre el poder político y el diabolos). Lo que confirma la idea de que la Bestia es el Estado, que al final del Apocalipsis aparece como la Gran Babilonia (Roma) que es destruida (cap. 28).

Luego viene el combate en donde la Bestia reúne a todos los reyes de la tierra para hacer la guerra contra Dios, y a la Bestia se le aplasta y se le condena después del aplastamiento y condenación de su principal representante. En cuanto a la segunda Bestia, que sube de la tierra, mi interpretación pareció completamente absurda a los especialistas, pero la sostengo: cómo se caracteriza a esta Bestia, “hace que todos los habitantes de la tierra adoren a la primera bestia”; “seduce a los habitantes de la tierra”, “les pide hacer una estatua a la primera bestia”. “Anima la imagen de la bestia y habla en su nombre”. “Hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, reciban una señal sobre la mano derecha o sobre la frente, y que nadie pueda comprar ni vender sin que tenga la señal de la bestia”. En lo que a mí respecta veo la descripción muy exacta de la Propaganda asociada con la Policía. Ella, efectivamente, tiene discursos que llevan a la gente a obedecer al Estado, a adorarlo; da “señales” que permiten vivir en esta sociedad. Por último, a quienes no obedecen a la primera Bestia se les matará. Creo que la designación es clara, sobre todo si se toma en cuenta que uno de los principales medios de la propaganda era el establecimiento de un culto de Roma y del Emperador con altares, templos, etcétera, y que los reyes judíos de la época obedecían a ello perfectamente. Por ello, el texto habla de una Bestia que sube de la tierra, pues las autoridades locales de las provincias de Oriente eran las más entusiastas para que se desarrollara el culto de Roma. Es, por lo tanto, un poder que actúa sobre la inteligencia o la credulidad y que obtenía la obediencia voluntaria de la primera Bestia. Pero, recordemos que para los judíos que escribían ese texto, el Estado y su propaganda son dos poderes que vienen del Mal.

Finalmente, el último texto a considerar es el famoso capítulo 18 sobre la caída de la Gran Babilonia. Todo el mundo está de acuerdo en considerar que bajo ese nombre se visualiza a Roma. Pero es muy claro que en ese texto Roma se identifica con el poder político supremo. Todas las naciones han bebido el vino del furor de sus vicios (primer carácter interesante, el del furor, el de la violencia en el mal). Todos los reyes de la tierra se han abandonado con ella al adulterio (se trata del poder político en su cumbre, pues todos los reyes se han acostado con ella). Los mercaderes de la tierra se han enriquecido por el poder de su lujo (esto no tiene comentario: el Estado es un medio de concentración de la riqueza, enriquece a sus clientes. Hoy en día sucede lo mismo con las empresas “de grandes trabajos” y la fabricación de armamento. Conjugación del poder político y del poder del dinero). Cuando se hunda, “todos los reyes de la tierra se lamentarán, se desesperarán. Los capitalistas lloran…” Sigue una larga enumeración de todo lo que se vendió y se compró en Roma, pero lo más interesante es que al final de esta enumeración encontramos lo siguiente: la Gran Babilonia compra y vende “cuerpos y almas de hombres”. Si hubiera solamente cuerpos se podría pensar que se trata de esclavos. Pero está también la palabra alma. No es el comercio de esclavos lo que se cuestiona. Es el hecho de que el poder político detenta todo el poder sobre el hombre. Y lo que se promete es la pura y simple destrucción de ese régimen político. Sin duda alguna, Roma, pero no solamente ella, sino también todo lo que es el poder y cualquier supremacía que se muestran específicamente como enemigos de Dios. Dios juzga este poder político que es llamado la gran Prostituta. No hay ninguna justicia, ninguna verdad, ningún bien que podamos esperar de él; el único resultado es la destrucción. Estamos muy lejos de la eventual rebelión de Jesús contra la colonización romana. Dicho de otra manera, conforme los cristianos se volvían más numerosos y su pensamiento evolucionaba, se endurecía contra el poder político.

Sólo un pensamiento reduccionista puede pretender limitar exclusivamente ese texto a Roma. Quizás ese endurecimiento se debe a que las persecuciones comenzaban, cosa que el texto deja ver, ya que dice que la Gran Prostituta estaba “ebria de sangre de los santos y de la sangre de los testigos de Jesús”. “Encontramos en la gran ciudad la sangre de los profetas, y de todos los que han sido degollados sobre la tierra” (se trata no sólo de la masacre de los primeros cristianos, sino de todos los hombres justos).

Se nos enseña en ese texto que a quienes asesinaron a causa de su pertenencia cristiana eran decapitados (cap. 20, 4). No se trata todavía del espectáculo del circo, de los leones, etcétera. De esa manera el Poder no sólo mata a los cristianos, sino a todos los “justos”. Es verdad que esta experiencia aumentó la certeza de la condena al poder político. Creo que no hay en las primeras generaciones cristianas ninguna otra posición global. El cristianismo es en ese momento completamente hostil al Estado.

Jacques Ellul
Fuente: https://www.solidaridadobrera.org/ateneo_nacho/libros/Jacques%20Ellul%20-%20Anarquia%20y%20cristianismo.pdf

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La amistad mística más allá de la muerte

Por: Diana Eguía

Durante la Baja Edad Media, cientos de mujeres en Europa, también en los países catalanes, crearon comunidades espirituales autogestionadas donde la amistad, el cuidado y la libertad femenina florecieron a contracorriente de su tiempo: los beguinatos.

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La respuesta marroquí al activismo saharaui: cárcel y represión

Por: Guillermo Martínez

Este reportaje forma parte del dossier dedicado al Sáhara Occidental publicado en #LaMarea108. Puedes descargarte gratuitamente la revista aquí o suscribirte para recibir los próximos números y seguir apoyando el periodismo independiente.

La última semana de septiembre de 2024, los periódicos amanecieron con el titular de que el Ministerio del Interior había denegado la solicitud de asilo internacional a los 10 activistas saharauis que la habían solicitado en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Poco después, todos ellos fueron devueltos a Marruecos. Si son detenidos allí, encontrarán aislamiento, torturas y un abuso continuo de su dignidad, según denuncian diversas organizaciones en defensa de los derechos humanos, a quienes, por otra parte, se les niega el acceso al país.

Hassanna Abba Moulay es el responsable de Relaciones Exteriores de la organización independiente Liga para la Protección de los Presos Saharauis en las Cárceles Marroquíes (LPPS), donde tienen contabilizados a 32 presos políticos saharauis. El detenido que lleva más tiempo encarcelado es Salek El Aseriy, en prisión desde 2004. Moulay habla desde El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental ocupado. Él mismo se encarga de tramitar las denuncias de vulneración de derechos ante las Naciones Unidas. «La situación de los presos saharauis es grave y se deteriora constantemente a pesar de las resoluciones emitidas. El Estado marroquí las ignora sistemáticamente», relata.

Este defensor de los derechos humanos afirma que las prácticas de represalia se han intensificado en los últimos años. Entre estas prácticas, recalca, está la denegación de tratamiento médico y asistencia sanitaria, el confinamiento en régimen de aislamiento prolongado (incluso durante años), la restricción o denegación de visitas familiares y el traslado de los presos a cárceles remotas lejos de sus allegados.

Resistencia civil no violenta

Moulay señala que la principal razón para el encarcelamiento de civiles saharauis es «su activismo pacífico en apoyo de la autodeterminación y su rechazo a la ocupación marroquí del Sáhara Occidental». Él mismo recuerda que desde el inicio de la Intifada por la Independencia en 2005, el pueblo saharaui ha adoptado la resistencia civil no violenta como forma de lucha. Sin embargo, Marruecos ha respondido con «una represión brutal», apuntilla.

Esta represión se ha materializado en la detención de defensores de derechos humanos y periodistas, el enjuiciamiento militar de civiles, montajes policiales y el uso de confesiones obtenidas bajo tortura como prueba en los tribunales, así como la persecución de todos aquellos que documentan las violaciones o denuncian el saqueo de los recursos naturales en el territorio ocupado. Según denuncia, «Marruecos utiliza su sistema judicial como herramienta política para silenciar las voces disidentes y suprimir la libertad de expresión».

Quebrar el espíritu de lucha

Los presos saharauis son objeto de un trato racista y discriminatorio en comparación con los presos marroquíes, además de estar expuestos a la tortura física y psicológica, «especialmente en respuesta a cualquier reivindicación de sus derechos», explica Moulay. Este activista también incide en que se les confiscan libros y correspondencia personal, y se les deniega el acceso a medios de comunicación.

Además, el Estado marroquí «incita a los presos comunes contra ellos, creando un ambiente de amenazas y violencia constantes». Todas estas acciones, defiende el propio Moulay, «no son meramente punitivas, sino que están diseñadas para quebrantar su espíritu y disuadirles de continuar su lucha pacífica dentro de la prisión».

En los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) está Mahfud Bechri, colaborador de Novact, una organización catalana en defensa de los derechos humanos, e integrante de Western Sahara is Not for Sale: «Los únicos contactos que tenemos con los presos son a través de sus familias, que de forma directa e indirecta también sufren la detención de sus seres queridos». Este activista subraya que la prisión más cercana con presos saharauis está a casi 1.000 kilómetros de El Aaiún.

Bechri critica que Marruecos niega la condición de presos políticos a los 60 saharauis encarcelados que asegura tener localizados en la actualidad. Esta realidad crea un caldo de cultivo condimentado con un miedo enorme que sufre el pueblo saharaui a la hora de reivindicar su derecho de autodeterminación, amparado por la ONU. «Muchos activistas me han dicho que prefieren dar un paso atrás por el daño que el Estado marroquí puede hacer a sus familias, a quienes estrangulan económicamente o les allanan la casa», comenta.

Marruecos es impenetrable

En este sentido, Moulay enfatiza que el papel de las organizaciones internacionales es «crucial» a la hora de supervisar las violaciones cometidas contra los presos saharauis. Alfonso López, coordinador de la estrategia de trabajo para el norte de África en Amnistía Internacional (AI), denuncia que no se les permite el paso a Marruecos para poder investigar lo que sucede en sus cárceles. «Y mucho menos ir al Sáhara Occidental», detalla.

Este miembro de AI destaca que «los presos saharauis están sometidos a un hostigamiento continuo» mientras que «Marruecos actúa sin ningún tipo de oposición por parte de ninguna autoridad que pueda vigilar si se respetan los derechos humanos en su territorio».

Así, se suceden las violaciones de derechos por parte de un Marruecos que no se somete a ningún control internacional. Mientras tanto, los integrantes de la LPPS siguen poniendo en riesgo incluso su vida para reclamar la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos saharauis; el reconocimiento de que sus juicios fueron ilegales, basados en pruebas obtenidas bajo tortura o falsificadas; la apertura de una investigación internacional independiente sobre las circunstancias de su detención, encarcelamiento y juicio; y una mejora de las condiciones carcelarias hasta su liberación.

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✇Conciertos en Albacete

Concierto de la Banda Sinfónica Conservatorio Superior de Música de CLM

Por: Discos Ruidosos

 

Banda Sinfónica Conservatorio Superior de Música de CLM

Martes 2 de diciembre, 19:30 h

Teatro Circo de Albacete

Entrada: libre hasta completar aforo

 


La Banda Sinfónica del Conservatorio Superior de Música de Castilla-La Mancha presenta "Los colores del viento", un viaje sonoro que evoca paisajes, emociones y culturas a través de una cuidada selección de obras sinfónicas. Un concierto que celebra la fuerza expresiva del viento como elemento natural y como metáfora de la música en movimiento, interpretado por una joven generación de músicos con talento y pasión.

 

✇Linux Adictos

GNOME 49.2 refuerza la estabilidad con numerosas correcciones en GNOME Shell, Mutter, GDM, Nautilus y Orca

Por: Pablinux

GNOME 49.2

La llegada de GNOME 49.2 marca un punto importante dentro del ciclo de la rama 49 «Brescia», no solo por ser una actualización de mantenimiento, sino porque introduce correcciones muy esperadas tanto en Wayland como en X11, mejora la experiencia con varios monitores y pule detalles que afectan al día a día en el escritorio. Es una de esas versiones que, aunque no presume de grandes cambios visuales, se nota desde el primer uso.

En paralelo, el proyecto también ha publicado GNOME 48.7 como actualización de la rama anterior, junto con un montón de actividad en torno al ecosistema GNOME: discusiones en foros sobre memoria, multimonitor, problemas con teclas de brillo o night light, así como el calendario de publicación de tarballs y la vista puesta ya en GNOME 50. Todo ello dibuja un contexto en el que GNOME 49.2 encaja como una pieza clave de transición hacia un escritorio más pulido y preparado para el futuro.

Contexto de GNOME 49.2 y la serie «Brescia»

La versión GNOME 49.2 es la segunda actualización puntual de la serie 49 «Brescia» y llega aproximadamente mes y medio después de GNOME 49.1. Estas versiones intermedias no introducen grandes cambios de diseño, pero sí se centran en pulir errores, mejorar la estabilidad y ajustar el comportamiento de componentes críticos como GNOME Shell, Mutter, GDM, Nautilus o GNOME Software. Es el tipo de lanzamiento que muchas distribuciones integran rápidamente en sus repos estables.

Según el anuncio oficial, la idea es consolidar todo el trabajo realizado desde el lanzamiento inicial de GNOME 49, atendiendo a problemas reales reportados por usuarios, optimizando el uso de memoria en operaciones habituales como la gestión de miniaturas y corrigiendo bugs molestos en áreas sensibles como bloqueo de sesión, gestos táctiles, accesibilidad y atajos de teclado.

GNOME 49.2 introduce mejoras en teclado, accesibilidad y sticky keys

Uno de los puntos más destacados de GNOME 49.2 es la mejora en la gestión de teclas persistentes (sticky keys). Varios usuarios habían reportado regresiones, especialmente en aplicaciones bajo XWayland, donde las teclas modificadoras podían quedarse «atascadas» o comportarse de manera errática. Con esta versión se han corregido estos comportamientos, reduciendo los casos en los que una tecla modificadora seguía activa cuando no debía.

Además de las sticky keys, se ha trabajado en el tratamiento de modificadores ignorados al capturar teclas y botones en X11. Esto es relevante para aplicaciones que dependen de atajos complejos o que necesitan distinguir entre diferentes combinaciones de teclas. GNOME 49.2 introduce un soporte mejorado para gestionar estos modificadores, lo que se traduce en un comportamiento más coherente de los atajos de teclado en sesiones X11 tradicionales.

En la parte de accesibilidad también hay cambios importantes en el lector de pantalla Orca. Se corrige una regresión relacionada con la navegación por tablas cuando, dentro de una cuadrícula, la navegación cambiaba a modo de enfoque (focus mode) de forma inesperada. Esta corrección es especialmente relevante para personas que dependen de Orca en entornos profesionales o educativos, donde la interacción con tablas complejas es habitual.

Soporte mejorado para teclados en pantalla y nuevos layouts

GNOME 49.2 amplía el soporte del teclado en pantalla, un componente esencial tanto para dispositivos táctiles como para usuarios con necesidades de accesibilidad. En esta versión se añaden distribuciones extendidas (extended layouts) para usuarios de Alemania y Austria, lo que permite acceder a más caracteres especiales sin necesidad de trucos adicionales o configuraciones complicadas.

Esta ampliación de layouts responde a la demanda de usuarios germanohablantes que necesitaban teclas adicionales y un mapa de teclado más completo para escribir cómodamente en su idioma. Supone un paso más hacia una internacionalización real, donde el teclado en pantalla deje de ser una solución de compromiso y pase a ser una alternativa funcional para el día a día.

Gestión de monitores en GNOME 49.2: pantallas en mosaico y multimonitor

Uno de los frentes donde GNOME 49.2 pone especial atención es en el manejo de monitores en mosaico (tiled monitors) y la configuración multimonitor. Se han realizado mejoras para que la disposición de pantallas que forman un mosaico se gestione de manera más coherente, tanto en la forma en que se presenta el escritorio como en la manera en que se mueven ventanas y se aplica el tiling.

En este contexto también cobra relevancia el trabajo paralelo que se está haciendo en Mutter y XWayland, especialmente en lo referente a restricciones del cursor y comportamiento en juegos a pantalla completa. De hecho, usuarios que llevaban tiempo sufriendo el problema de que el puntero del ratón se salía de la ventana del juego en configuraciones con múltiples monitores bajo GNOME han celebrado que, por fin, se hayan introducido cambios que ponen fin a esta molestia.

En concreto, se ha anunciado que el 24 de noviembre se levantan las restricciones de XWayland relacionadas con este comportamiento del cursor en escenarios multimonitor, algo que permitiría que el puntero quede correctamente contenido dentro de la ventana de juego cuando estamos en pantalla completa. A falta de que las mejoras lleguen en una nueva versión de Mutter, muchos usuarios ya hablan de esto como una «buena noticia» largamente esperada.

Arreglos en XWayland y comportamiento de atajos globales

GNOME 49.2 también aborda problemas específicos en ventanas XWayland, donde algunos atajos de teclado globales podían quedarse bloqueados. Este comportamiento resultaba especialmente molesto en juegos y aplicaciones heredadas que siguen usando X11 sobre Wayland. La nueva versión corrige estas situaciones en las que un atajo se quedaba «pegado» tras ser utilizado en una ventana XWayland.

Además, la mejora en el manejo de modificadores ignorados al capturar teclas y botones en X11 contribuye a un entorno más consistente para aplicaciones mixtas, donde Wayland y XWayland conviven. Todo ello ayuda a aligerar la transición hacia un futuro en el que Wayland será el estándar para la mayoría de escritorios Linux, pero sin dejar totalmente de lado a las aplicaciones que todavía dependen de X11.

GNOME 49.2 introduce mejoras visuales y de uso en GNOME Shell y GDM

La experiencia de inicio de sesión también recibe algunos retoques con GNOME 49.2. En concreto, se incorpora la posibilidad de ordenar la lista de sesiones en la pantalla de login por nombre de visualización. Esto resulta útil en sistemas con múltiples entornos o sesiones personalizadas, donde el listado podía resultar confuso o poco intuitivo.

Otra corrección clave afecta a GDM (GNOME Display Manager). Se soluciona un bug que impedía que se activara el fallback a X11 cuando fallaba el inicio de sesión automático (autologin). En la práctica, esto significaba que algunos usuarios podían quedarse sin una sesión funcional si algo iba mal con Wayland en el arranque. Con este arreglo, GDM recupera la capacidad de ofrecer una sesión X11 como respaldo cuando la sesión principal no se puede iniciar correctamente.

GNOME 49.2 también se encarga de detalles visuales en el Shell, como un separador mal colocado en el dock (dash) tras desanclar una aplicación en ejecución. Aunque parezca un detalle menor, este tipo de pulidos contribuyen a que el entorno se perciba más cohesionado y sin elementos fuera de lugar.

Correcciones en notificaciones, red y bloqueo de pantalla

Entre las correcciones más prácticas para el día a día encontramos un arreglo a un bug en el ajuste de notificaciones de la pantalla de bloqueo para clientes MPRIS (como reproductores multimedia). Este fallo podía provocar comportamientos inconsistentes en cómo y cuándo se mostraban notificaciones relacionadas con reproducción de audio y vídeo mientras la pantalla estaba bloqueada.

También se corrige la aparición de un icono de red incorrecto cuando se perdía la conectividad, algo que generaba confusión al no representar fielmente el estado real de la conexión. Aunque pueda parecer un detalle menor, en escenarios de trabajo remoto o conexiones inestables es importante que el indicador de red sea fiable.

Otro punto relevante es la solución a un problema que generaba procesos zombi en el helper de autenticación VPN. Este tipo de procesos huérfanos consumen recursos y pueden provocar comportamientos extraños con el tiempo. Con GNOME 49.2 se ha revisado el cierre correcto de estos procesos auxiliares.

Gestos táctiles, locales RTL y lista de resultados

GNOME 49.2 también se ocupa de pulir el comportamiento de los gestos de deslizamiento (swipe) en entornos donde la interfaz se muestra en idiomas de derecha a izquierda (RTL, Right-to-Left), como el árabe o el hebreo. Antes de esta versión, algunos gestos podían comportarse de forma errónea en estos locales, generando una experiencia inconsistente en comparación con idiomas LTR.

Otro ajuste fino se centra en una pequeña anomalía en los resultados de búsqueda, donde podía aparecer un glitch o comportamiento visual extraño al listar resultados. Aunque no se trata de un error crítico, sí afecta a la sensación de fluidez general del Shell, por lo que se ha corregido para ofrecer un desplazamiento y una presentación de resultados más limpia.

Además, se corrige un problema con un congelamiento (freeze) al usar un atajo de cambio de disposición de teclado basado solo en modificadores. En algunos casos, el uso de este tipo de combinación podía colgar la interfaz, algo muy molesto para quienes cambian constantemente de layout de teclado.

Optimización de memoria y mejoras en Nautilus

En el apartado de rendimiento, GNOME 49.2 introduce cambios pensados para reducir el uso de memoria asociado a las miniaturas de archivos. El sistema de thumbnails es indispensable para previsualizar imágenes, vídeos y documentos, pero también puede convertirse en una fuente de consumo excesivo de RAM si no se gestiona bien.

El gestor de archivos Nautilus también recibe varias mejoras: por un lado, se corrige la ordenación de dispositivos de loopback para que aparezcan de forma lógica en la lista, evitando confusiones con otros dispositivos; por otro, se resuelven problemas con el manejo de directorios XDG sin definir, algo que podía generar rutas raras o comportamientos extraños cuando ciertas variables de entorno no estaban bien configuradas.

Zoom y visualización de imágenes en Loupe

El visor de imágenes Loupe, cada vez más integrado como visualizador por defecto en GNOME, ajusta uno de sus atajos de teclado más importantes. En GNOME 49.2 se ha actualizado el atajo para el zoom al 300% (Ctrl + 3, 3) para que realmente amplíe la imagen al 300% en lugar del 200%, que era el comportamiento previo por error.

Este tipo de detalles demuestra la atención que se está poniendo en alinear la interfaz con las expectativas de los usuarios, especialmente aquellos que trabajan con imágenes con frecuencia y necesitan zooms precisos y bien definidos. Tener un atajo que promete un 300% y realmente ofrece ese nivel de zoom es algo básico, pero fundamental para la confianza en la herramienta.

GNOME Web (Epiphany) y navegación más consistente

El navegador GNOME Web (Epiphany) también se ve beneficiado en esta actualización. A partir de GNOME 49.2, el navegador muestra siempre la barra de acciones al pasar a modo estrecho, es decir, cuando se reduce el ancho de la ventana o se usa en dispositivos con pantallas pequeñas. Esto evita situaciones en las que determinadas acciones quedaban poco accesibles o escondidas.

Además, Epiphany ahora se asegura de decodificar las URLs de forma consistente antes de mostrarlas en la interfaz de usuario. Esto significa que los enlaces se ven de forma más legible, sin tanto carácter codificado, lo que mejora tanto la claridad como la verificación de la dirección real de una página web.

GNOME Software, Flatpak y gestión de actualizaciones

Otro error corregido en GNOME Software está relacionado con las actualizaciones offline. Un bug impedía que GNOME Shell convirtiera de forma adecuada un apagado en reinicio para aplicar dichas actualizaciones, lo que podía interrumpir el flujo pensado para instalar cambios importantes al reiniciar el sistema.

También se ha ajustado el comportamiento de GNOME Boxes para que las descargas temporales se escriban en /var/tmp en lugar de /tmp. Este cambio puede parecer menor, pero está relacionado con cómo se manejan los archivos temporales de mayor tamaño y su persistencia entre reinicios, algo relevante en escenarios de máquinas virtuales y descargas voluminosas.

Ajustes en GNOME Settings y código QR de redes Wi‑Fi

Dentro del panel de Configuración de GNOME (GNOME Settings) también hay novedades. Se ha mejorado el diálogo de código QR para redes Wi‑Fi, una función que permite compartir fácilmente el acceso a una red inalámbrica escaneando un código con el móvil u otro dispositivo.

Con GNOME 49.2, este cuadro de diálogo resulta más claro y usable, facilitando la conexión rápida de invitados o dispositivos adicionales sin tener que teclear contraseñas largas. Es un detalle práctico que se agradece tanto a nivel doméstico como en pequeñas oficinas.

GNOME 49.2 se presenta como una actualización cargada de detalles pulidos, correcciones muy concretas y pequeños refinamientos que, sumados, dan como resultado un escritorio más estable, cómodo y consistente tanto en Wayland como en X11. No rompe nada, no revoluciona la interfaz, pero sí soluciona irritaciones antiguas como el puntero escapándose de los juegos en multimonitor, los procesos zombi de la VPN, los glitches en los resultados de búsqueda o los problemas con sticky keys y atajos globales en XWayland, consolidando así la madurez de la serie 49 «Brescia» y dejando el terreno bien preparado para los siguientes pasos del proyecto GNOME.

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“No se ha hecho una política de memoria, y de las mujeres todavía menos”

Por: Eva Máñez

Una ruta, organizada por la Asamblea feminista de València, ha recorrido varios espacios en los que operó el Patronato de Protección a la Mujer en la ciudad.

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Radio Coctelera: Presentación de Poética de la Autodestrucción de Juarma. Conversatorio entre Juarma y Jorge B. Ortiz

Por: Radio Almaina
Esta semana te traemos la presentación del libro Poética de la Autodestrucción de Juarma. Se trata de un conversatorio entre Juarma y Jorge B. Ortiz que tuvo lugar el pasado 20 de noviembre en la Biblioteca de Andalucía. Nacido en… Leer más

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Un ‘Frankenstein’ sin sombras

Por: Manuel Ligero

Hay algo terriblemente incómodo en la reciente versión de Frankenstein dirigida por Guillermo del Toro, y no es precisamente el hecho que tanto ha dado que hablar: que el monstruo sea guapo y tenga las facciones de Jacob Elordi. Eso, podría decirse, es una legítima apuesta artística que, bien mirada, tiene incluso algo de sugestivo. No, no es eso. Lo que molesta en la versión de Del Toro es el hecho de haber renunciado a las sombras. Pero vamos a explicarnos.

En el cine actual todo se ve estupendamente. Cada detalle del decorado (o del fondo generado por ordenador) está perfectamente iluminado y contrastado. Todo brilla, a veces con una intensidad cegadora, lo que propicia que todas las películas acaben pareciéndose a un videojuego. Ya no se filma en aquel viejo y delicado celuloide que había que manejar con manos expertas para no quemarlo ni dejarlo en penumbras. Iluminar bien, en su justa medida, contribuyendo al espíritu de la historia que se quería contar, era un arte delicadísimo que fue desarrollado durante siglos por los maestros de la pintura y que heredaron los pioneros de la fotografía y del cine.

El manejo de la luz, tan sutil entonces, tan difícil en el cine por tratarse éste, esencialmente, de un proceso químico, es bastante grosero hoy en día. Grosero por su abundancia y, sobre todo, por su uniformidad: todas las iluminaciones pasan por los mismos procesos informáticos para ser corregidas e igualadas. Todas las luces son idénticas, sobre todo en las grandes producciones. Son iguales en cantidad (siempre demasiada) y en calidad (ya no hay matices). Todo tiene que ser perfecto, entendiendo por perfección esa nitidez extrema que los malos fotógrafos buscan siempre en sus fotos, confiando en el mejor objetivo y en el mejor sensor electrónico de la mejor cámara del mercado. ¿Resultado? Una ordinariez. Superdefinida, pero ordinariez al fin y al cabo. Ya lo dijo Henri Cartier-Bresson: «La nitidez es un concepto burgués».

No le pedimos al Frankenstein de Guillermo del Toro una iluminación como la de Barry Lyndon –porque eso sería como pedirle a cualquiera que agarrara un boli que escribiera Guerra y paz–, pero sí un poco más de naturalidad y un poco menos de esa perfección mal entendida, y también un poco menos de convencionalismo. En la actualidad hay un etalonaje, convencional hasta la náusea, que consiste en iluminar con tonos naranjas los interiores y con tonos azules los exteriores para contraponer la calidez del hogar a la frialdad de la intemperie. Y todo con ese brilli-brilli digital que, por repetitivo y anodino, se ha vuelto absolutamente insoportable. Esta ramplonería recorre el Frankenstein de Del Toro de principio a fin. Y aun así, no es lo peor de la película. Lo peor, repetimos, es que ha renunciado a las sombras.

¿Se imaginan a alguien diciéndole a Caravaggio: «Miguel Ángel, coño, mete un foco ahí detrás, que no se ve»? Pues eso, que era el gran defecto de la televisión en sus primeros años, y que no era voluntario sino que estaba motivado por limitaciones técnicas, es lo que ahora se ve habitualmente en las producciones de Hollywood. Ese hecho de querer iluminarlo todo tiene en este Frankenstein una vocación jactanciosa. Es como poner un neón parpadeante que diga: «No te pierdas ni un detalle de este gótico y fastuoso diseño de producción». Un subrayado (vulgar, como todos los subrayados en el cine) que afecta directamente al corazón narrativo de esta historia: la falta de sombras elimina cualquier posibilidad de terror, incluso de misterio.

Frankenstein
Oscar Isaac interpreta al doctor Victor Frankenstein en la versión de Guillermo del Toro. KEN WORONER / NETFLIX

Como ya se explicaba en Cautivos del mal (1952), si el monstruo no se ve da más miedo. Todo el mundo conoce la anécdota de Tiburón (1975): un fallo mecánico hizo imposible que hubiera planos demasiado explícitos del escualo, lo que contribuyó a que fuera más aterrador. Si apartas la cámara en el momento álgido de una escena especialmente violenta –como hace Tarantino en el célebre rebanamiento de oreja de Reservoir dogs (1992)–, el impacto sobre la audiencia se multiplica, porque lo que pueda poner ahí la imaginación del espectador será siempre muchísimo peor que lo que pueda ser percibido por el ojo. Una vez visto, el terror queda acotado y empieza a ser manejable. Ejemplos hay muchos, pero, en este caso, ninguno más oportuno que el que nos brinda la propia Mary Shelley en la novela original: allí apenas hay descripciones del monstruo. «Es tan verdaderamente espantoso, es tan horrible —como explicaba el catedrático Antonio Ballesteros González— que no tiene descripción posible». Por eso «los contemporáneos de Shelley leyeron esta obra con profundo terror, y así lo demuestran las reseñas que se hicieron en aquel tiempo». Como dice el Tao Te Ching, «lo visible construye la forma, pero lo invisible le otorga el valor».

Pero hablamos de una película, claro, y la criatura de Frankenstein tiene que verse en algún momento. Con los rasgos rectilíneos y expresionistas de Boris Karloff o con los más viscosos y repulsivos de Christopher Lee, el monstruo, forzosamente, tiene que verse. Y aquí es donde Del Toro toma por primera vez una decisión artística audaz: convertir a ese engendro remendado en un Adonis con cicatrices. Y no sólo eso, además lo dota de superpoderes. Físicamente es Superman; psicológicamente, por el maltrato al que lo somete su creador, es El hombre elefante (1980). En cuanto a estética, es como si a uno de los estudios anatómicos de Leonardo da Vinci le colocara la cabeza de un busto frenológico. Recuerda poderosamente al imponente doctor Manhattan de Watchmen (2009), más incluso que al cómic de Bernie Wrightson en el que Del Toro confiesa que se ha inspirado. ¿Traiciona el original de Shelley? Absolutamente, pero al menos se aparta del trilladísimo camino formal que transita durante todo el filme.

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La apolínea criatura concebida por Del Toro para su Frankenstein. KEN WORONER / NETFLIX

De hecho, podría decirse que la traición más penosa no la comete ahí sino cuando simplifica el relato original, como si el público no fuera lo suficientemente inteligente para entender su complejidad. Los personajes de la novela son buenos y malos a la vez. Son inocentes y culpables al mismo tiempo. Una vez más, las luces y las sombras. «He asesinado a seres encantadores e indefensos; he estrangulado a inocentes criaturas mientras dormían, y he apretado la garganta de quien no me había hecho daño a mí ni a ser humano alguno», confiesa el monstruo de Shelley. El de Del Toro, en cambio, es un ser de luz, más bueno que el pan (en fondo y forma). Y Victor Frankenstein, el atormentado científico de la novela, el hombre que juega a ser Dios y que acarrea el peso insoportable de la culpa, en esta película no es más que un cretino, sin cambios ni arco narrativo. No hay matices. Hay buenos y hay malos, y ambos están perfectamente delimitados. La alta definición, ay, llega hasta ahí. Todo está clarísimo. Todo se ve. Pues vale. ¿Y?


‘Frankenstein’, de Guillermo del Toro, se estrenó en salas el pasado 20 de octubre y también está disponible en la plataforma de Netflix.

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Recital de piano a cargo de Albert Attenelle

Por: Discos Ruidosos

 

Del Romanticismo al Modernismo – Recital de piano a cargo de Albert Attenelle

Lunes 24 de noviembre, 20:00 h

Auditorio Municipal de Albacete

Entradas: general: 9€ / Socios: 6€ / Menores de 14 años: 1€ / Personas con discapacidad: 1€

 


Albert Attenelle, galardonado con la Medalla de Oro en las Bellas Artes, llega a Albacete para ofrecer un recital de piano.

 

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La denuncia de asociaciones memorialistas desde Cuelgamuros: “Llevamos 50 años sin Franco y 50 años de impunidad”

Por: Guillermo Martínez

CUELGAMUROS (Madrid) | “Es imposible la resignificación mientras este lugar siga sacralizado, con los monjes benedictinos en su interior y con la mayor cruz cristiana de Europa”. Así se ha pronunciado Miguel Ángel Muga, presidente del Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, en la protesta que ha tenido lugar esta mañana a las puertas del Valle de Cuelgamuros. Como vienen repitiendo desde hace 20 años, cuando el Foro Social de la Sierra de Guadarrama inauguró esta movilización, los colectivos han reclamado una verdadera política de memoria al Gobierno presidido por Pedro Sánchez, y han criticado el proyecto que en teoría resignificará uno de los espacios convertidos en epicentro de la apología franquista.

Los convocantes -los foros mencionados y la Comuna de Expresos y Represaliados del Franquismo, con el apoyo de la Coordinadora Antifascista de Madrid- han cifrado el seguimiento de la concentración en 120 personas, que han llegado de diversos puntos de la región. La movilización, que ha comenzado a las 12.00 horas, ha estado salpicada por gritos de “arriba España” y “viva Cristo Rey” que procedían de varios coches que pasaban por la zona; también por vivas a la república y gritos de “abajo el fascismo” proferidos por conductores de otros vehículos.

“Han aprobado dos leyes de Memoria pero la ligazón entre política e Iglesia sigue vigente con las negociaciones que ha mantenido el Gobierno con la Iglesia Católica para mantener la cruz y a los benedictinos”, ha expresado Muga a La Marea mientras los presentes, ubicados en una cuneta a unos 50 metros de la entrada al Valle, agradecían los rayos de sol que competían con el viento frío de la sierra. La concentración, liderada por una pancarta con el lema “Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo”, ha estado en todo momento flanqueada por varios coches de la Guardia Civil, y se ha situado a la entrada de una finca privada que advierte del “ganado bravo” que hay en su interior.

El presidente del Foro por la Memoria ha criticado que el proyecto La Base y la Cruz, firmado por Pereda Pérez Arquitectos y Lignum, y al que el Ejecutivo de coalición dedicará 31 millones de euros, “no es un proyecto de resignificación, sino meramente arquitectónico y de una parte del valle”. Ha basado su postura en factores como que el concurso de ideas haya sido liderado por el Ministerio de Vivienda, y no por el de Memoria Democrática.

Mientras se escuchaban cánticos como “sin memoria no hay democracia” y “los benedictinos protegen a asesinos”, Muga ha resaltado que “desde el punto de vista democrático, no existe resignificación posible si las víctimas no obtenemos justicia, verdad y reparación”. En este sentido, también ha denunciado que desde el Gobierno no se han escuchado las reivindicaciones de ninguna asociación memorialista a la hora de plantear la pretendida resignificación.

Desde el Foro por la Memoria consideran insuficientes gestos como la salida de los cuerpos de Franco y Primo de Rivera de la basílica, así como el cambio de nomenclatura, de Valle de los Caídos a Valle de Cuelgamuros, aunque muchas de las señales de tráfico en las inmediaciones que conducen al enclave todavía no han sido renovadas. “Un espacio de memoria es lo que hay en la Escuela de Mecánica de la Armada en Buenos Aires, un lugar horroroso donde se torturaba y asesinaba a opositores al régimen, no lo que quieren hacer aquí”, ha comparado el mismo Muga.

Alianza que perdura

Entre las principales críticas de las tres asociaciones convocantes está el mantenimiento de la gran cruz de más de 152 metros que el dictador mandó construir para coronar el enclave. “Tenemos el mayor símbolo cristiano por encima de miles de republicanos asesinados por la dictadura en crímenes de lesa humanidad, y ahora dejan que la misma orden que Franco puso en el lugar, y a la que encomendó su salvaguarda, siga en él”, ha desarrollado el activista por la memoria.

La alianza entre Iglesia y Estado, tan explotada por el franquismo y, más tarde, mantenida por diversos gobiernos de la democracia española, es otra de las cuestiones más criticadas por estas asociaciones. En palabras del mismo Muga, “un lugar sacralizado no puede ser un espacio de memoria si atendemos a la función que tuvo la Iglesia, que apoyó el golpe de Estado de 1936 y la dictadura durante casi 40 años”.

Primero verdad, luego justicia

Juan Carlos Pérez, portavoz de La Comuna de presos y presas y represaliados y represaliadas por la dictadura franquista, ha añadido que se movilizan para reivindicar “que haya justicia, aunque para eso tiene que haber una recuperación de la verdad, y la verdad es lo más oculto que hay en Cuelgamuros”. Este memorialista ha recordado que la basílica y la gran cruz fueron construidas con trabajo esclavo de presos republicanos y que muchos de ellos fallecieron durante el proceso.

El propio Pérez, más conocido como Hereje, ha tildado de “timorata” la operación que ha realizado el Gobierno central: “Parece que tienen miedo a Franco. Eso prueba que el dictador murió, pero el franquismo sigue vivo”. La Comuna lleva una década asistiendo los sábados más cercanos a cada 20-N a este lugar para expresar sus reclamaciones, aunque la movilización existe desde hace 20 años, cuando comenzaron a repetirla desde el Foro Social de la Sierra de Guadarrama.

Resignificación equivale a conservación

La idea de resignificar este tipo de espacios no es nueva. Daniel Palacios González, autor de ¿Quién tiene derecho al monumento? (Katakrak, 2025) junto a José María Durán Pedraño, comenta que “todo lo que se ha venido llamando resignificación no es otra cosa más que una excusa para la conservación”. Este historiador del arte sostiene que la resignificación es “una manera muy oportunista de un grupo de personas en la élite que quieren convencernos de que esa es la solución para un monumento que representa tal agravio como el Valle”.

El también investigador de la UNED defiende que “la idea de la resignificación para los colectivos de víctimas es una farsa”. Asimismo, incide en el agravio comparativo que supone el destino de más de 30 millones de euros públicos a este proyecto “mientras en el cementerio de Paterna, con uno de los conjuntos de fosas más grandes del Estado, no se puede completar su memorial porque está desfinanciado”.

Palacios afirma tajante que “si continúa existiendo la cruz y la basílica no es solo porque sobrevivan los monumentos al fascismo español, sino porque también lo hacen aquellos conglomerados económicos, jurídicos y políticos heredados de la dictadura”.

Un franquismo vivo con Franco muerto

En torno a las 13.00 horas, los presentes a las puertas del Valle de Cuelgamuros han escuchado con atención las palabras que cada asociación memorialista ha preparado para la ocasión y en las que se destilaban sus principales exigencias al Ejecutivo. Miguel Montanya, integrante del Foro Social de la Sierra de Guadarrama, ha reivindicado que “no se necesita construir sobre lo ya construido, sino una destrucción de forma selectiva”. Tras las intervenciones, los concentrados han levantado el puño para entonar La Internacional.

La gente empezaba a irse del lugar cuando Muga, el presidente del Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid, ha declarado: “Llevamos 50 años sin Franco y 50 años de impunidad en los que algunos siguen ejerciendo ese trabajo para ir en contra de la democracia y de la gente de izquierdas, y en los que ni uno de los perpetradores franquistas ha terminado condenado por la justicia”. Un año más, en el mismo lugar de siempre, tan solo quedaba un único eco: “Somos la memoria de vuestros crímenes”.

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DANDO LA VUELTA (4×05) – Tres mujeres con liderazgo en tiempos pasados.

Por: Radio Topo

Pues sí, en algunas sociedades del pasado que parecían hechas por hombres y para hombres, surgieron mujeres que hoy nos asombran por su capacidad para influir en el entorno en el que vivieron y por dejar memoria imperecedera de sus hazañas. Algunas de estas mujeres llegaron a una edad avanzada y murieron apaciblemente. Sin embargo, […]

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Las víctimas saharauis del franquismo

Por: La Marea

No todos los afectados por el franquismo están en España. El dolor y el recuerdo han sido el hilo conductor de la jornada Contra el olvido. Víctimas del franquismo y Sáhara Occidental, un acto diseñado por el Instituto Hegoa (EHU) para arrojar luz sobre los crímenes cometidos durante este periodo contra el pueblo saharaui, así como avanzar en su reconocimiento como víctimas amparándose en la Ley de Memoria Democrática 20/2022.

La periodista y escritora Ebbaba Hameida, autora de Flores de papel, fue la conductora del acto, que contó con Abdeslam Aomar Lahsen, presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA); la escritora Laura Casielles (Arena en los ojos, 2024); Carlos M. Beristain, doctor en Psicología e investigador de derechos humanos; y Gemma Arbesú, abogada y observadora internacional. Estos dos últimos ponentes destacaron las dificultades para acceder a documentación de este periodo: papeles quemados, ocultados, etc. “Es necesario investigar y acceder a estos archivos, expuso Carlos M. Beristain, afirmando que  “la memoria empieza con un acto de desobediencia de las víctimas” ante todas estas dificultades.

La periodista y escritora Ebbaba Hameida unto a Abdeslam Aomar Lahsen, presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA).
La periodista Ebbaba Hameida junto a Abdeslam Aomar Lahsen, presidente de AFAPREDESA. Foto: Miguel Ángel Herrera.

“No podemos quedarnos sólo en el camino de la justicia, porque no está en nuestras manos y nos hace creer que no hay nada que hacer. Hay que explorar otras vías”, subrayó Nerea Martínez, de Martxoak 3 Elkartea. La representante de esta organización -que trabaja para preservar la memoria de la masacre de 1976 en Vitoria-Gasteiz- formó parte de una mesa redonda con víctimas saharauis y vascas del franquismo. Judeig Ahmed Lemadel, de AFAPREDESA; Elmami Bahim Ahmed Salen, de la Asociación de Familiares y Amigos de Basiri (AFAB); y Josu Ibargutxi, de la Plataforma Vasca para la Querella contra los Crímenes del Franquismo; y Nerea Martínez.

El acto también guardó un espacio para hablar de la responsabilidad política hacia las víctimas saharauis del franquismo. Para ello, reunió a tres partidos con representación en el Parlamento Vasco: EH Bildu (Diana Urrea), PNV (Mikel Arruabarrena) y Sumar (Alba García).

En paralelo a las charlas, se presentó el memorial Rastros, una instalación de arte digital diseñada por Lab-Elemental y Forward Films, que se inspira en la realidad cambiante del desierto para, mediante un juego con espejos, arena, luces y sonido, intentar que grabemos en nuestra mente una frase del antropólogo y filósofo francés Paul Ricoeur: “La memoria es frágil porque puede ser acallada. Hay silencios que no son olvido, sino violencia sobre el recuerdo”.

La jornada Contra el olvido forma parte de una línea de trabajo que el Instituto Hegoa lleva varios años desarrollando gracias al apoyo de Euskal Fondoa. En esta ocasión, han contado también con la colaboración de la Delegación Saharaui en Euskadi y con el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao.

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