- El ácido trifluoroacético, un tóxico para la reproducción muy persistente, contamina más del 80% de los alimentos de cereal analizados por PAN Europe y Ecologistas en Acción.
- En España, el TFA contamina el pan y una conocida marca de galletas.
- Las concentraciones detectadas son elevadas, unas 100 veces superiores a las del agua del grifo, lo que demuestra que la dieta es una vía importante de exposición humana.
Un estudio de la Red de Acción contra los Plaguicidas y Ecologistas en Acción analiza la contaminación por ácido trifluoroacético (TFA), un PFAS tóxico para la reproducción y muy persistente, en 65 alimentos de cereal de consumo cotidiano, como galletas y pan, de 16 países europeos.
El ácido trifluoroacético, TFA por sus siglas en inglés, es un producto de degradación de los pesticidas PFAS y de los gases fluorados. Es extremadamente persistente, móvil y tóxico para la reproducción. Los estudios de la industria también lo relacionan con efectos adversos en la tiroides, el hígado, las funciones inmunitarias y la reducción de la calidad del esperma. Soluble en agua, el TFA se acumula en el agua y el suelo, de donde es absorbido por las plantas. Los estudios indican que el trigo puede ser especialmente eficaz a la hora de acumularlo, lo que podría explicar su elevada contaminación de productos como el pan, la pasta y las galletas.
Este es el primer estudio de alimentos cereales a nivel de la UE y complementa estudios anteriores que mostraban los altos niveles de TFA en los vinos europeos y la contaminación generalizada del agua del grifo.
Principales resultados del estudio:
- La contaminación por TFA en alimentos de cereal es generalizada en toda Europa: se detecta en el 81,8 % de las muestras (54 de 66).• La contaminación, además, es elevada: la concentración media de TFA es de 78,9 μg/kg (microgramos por kilo), 102 veces superior a la concentración media de TFA en el agua del grifo, y con valores máximos de hasta 360 μg/kg, por lo que la dieta es la principal vía de exposición al TFA.
- En España se ha detectado TFA en tres de las cuatro muestras tomadas de pan y galletas de trigo. En el caso del pan de rebanadas, la cantidad de TFA es de 120 µg/kg.
- Todas las muestras contaminadas superan el límite máximo de residuo permitido por defecto aplicable en la UE a sustancias reprotóxicas 1B como el TFA, de 10 µg/kg.
“La solución no es dejar de comer pan, sino prohibir los plaguicidas PFAS, apoyando a la agricultura para que trabaje sin tóxicos”, afirma Kistiñe García, coordinadora de Tóxicos de Ecologistas en Acción. “La Unión Europea debe cambiar su rumbo actual de desregulación y fortalecer, en lugar de debilitar, las normas europeas de seguridad alimentaria”, ha concluido García.
PAN Europe y Ecologistas en Acción exigen a la Comisión Europea y al Gobierno español la prohibición inmediata de los plaguicidas PFAS, principal fuente de TFA en los alimentos, apoyando a la agricultura hacia una transición a métodos agroecológicos y no químicos de protección de los cultivos. Con el objetivo de proteger a la población, instan a la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria a establecer un valor de seguridad protector para el TFA y la supervisión a escala europea del TFA en los alimentos y en el agua.
Antecedentes
El 26 de mayo de 2025, la Agencia Europea de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA) publicó una propuesta para clasificar el TFA como ‘tóxico para la reproducción, categoría 1B’, con las indicaciones de peligro H360Df: ‘Puede dañar al feto. Puede perjudicar la fertilidad’. Además, los estudios de la industria han señalado sistemáticamente los efectos del TFA en el desarrollo fetal, la producción de esperma, la función tiroidea y la salud del hígado y del sistema inmunológico.
A raíz de las nuevas pruebas sobre la toxicidad del TFA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) está reevaluando su toxicidad con el fin de establecer un nivel de exposición seguro denominado ingesta diaria admisible (IDA). La IDA es la cantidad de TFA que una persona puede ingerir cada día, sin esperar efectos adversos para la salud, durante un largo periodo de tiempo. A principios de este año, la EFSA propuso una IDA de 30 μg/kg de peso corporal/día. Esto significa 1800 μg al día para una persona adulta que pesa 60 kg y 300 μg para un bebé de 1 año que pesa 10 kg.
La EFSA ha sido criticada por varias ONG por no tener en cuenta importantes lagunas en los datos al establecer este valor y por ignorar las pruebas de los efectos adversos para la salud del TFA procedentes del único estudio a largo plazo disponible. Un informe anterior, Manufacturing Doubt, reveló cómo las empresas productoras y comercializadoras de TFA minimizaron las pruebas de sus efectos nocivos, lo que llevó a la EFSA a adoptar en 2014 una IDA provisional de 50 μg/kg de peso corporal/día, un valor injustificadamente alto derivado de un conjunto de datos muy limitado.
Mientras tanto, varios Estados miembros han desarrollado valores orientativos basados en la salud mucho más bajos, que oscilan entre 0,32 μg/kg de peso corporal/día (Países Bajos) y 18 μg/kg de peso corporal/día (Alemania). La nueva IDA propuesta por la EFSA tiene por objeto armonizar este mosaico de valores nacionales en toda la UE, pero su capacidad para proteger adecuadamente a los consumidores dependerá de la exhaustividad con que los reguladores tengan en cuenta las pruebas científicas disponibles sobre los efectos tóxicos del TFA, así como las incertidumbres existentes.
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