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Conversación con Albino Prada, autor de “El regreso de China. La globalización imposible”

Por: Nuria

Rosa Pascual, Albino Prada y Emilio Zunzunegui

Fotografía: Rosa Pascual, Albino Prada y Emilio Zunzunegui

Artículo original publicado en sinpermiso.info

Con motivo de la presentación del libro El regreso de China. La globalización imposible la (Universidade de Vigo, 2025, y distribuido por el Consorcio Editorial Galego), Rosa Pascual y Emilio Zunzunegui —miembros del Ateneo Atlántico de Vigo— mantuvieron a finales del pasado mes de octubre una conversación —en gallego— con su autor, que aquí transcribimos. 

¿Por qué elaboraste este ensayo y por qué lo titulas así?

En un momento dado reparé en que en mis cuatro ensayos precedentes, escritos y publicados entre 2020 y 2023, China aparecía más de doscientas veces, y muchas menos Estados Unidos. Por eso creí que debía abordar el tema de China en un ensayo específico, y hacerlo de forma crítica, ni sinofóbica, ni sinófila. Porque además no observé mucho donde elegir en las bibliotecas o librerías.

En cuanto al título, en la primera parte del ensayo recuerdo que China fue la primera potencia mundial en el siglo XV y luego decidió aislarse del mundo exterior, mientras que hoy vuelve a ser una potencia mundial, pero necesita del mundo exterior; de ahí El regreso de China. El subtítulo Globalización Imposible se debe a que su objetivo principal desde la revolución de la década de 1950 —la soberanía nacional— es ahora más que nunca imposible sin definir cuestiones clave que no estén subordinadas a Estados Unidos, como explico en la tercera parte. En otras palabras, hoy en día el vínculo entre la tecnología (digital, IA, big data, etc.) y la soberanía nacional ocupa un lugar central a nivel mundial y está provocando una globalización —un mundo plano— ya imposible.

¿Podrías describir a grandes rasgos las etapas de China desde la revolución?, en la actualidad, ¿representa Xi un cambio importante de rumbo?

En el ensayo distingo una primera etapa (entre 1950 y 1975) de Mao, con un punto de inflexión en la Revolución Cultural. Antes de él, Li Dazhao tomó nota de la experiencia bolchevique e inspirará a Mao para apostar por una revuelta rural contra el neocolonialismo y el fracaso burgués (consolidando el EPL y el PCCh). Se abrirá así una línea de desafíos para la independencia, primero de Japón (1938), luego de la URSS (1963) y ahora de Estados Unidos (desde 2008). Fue aquella una primera larga etapa de desarrollo de las fuerzas productivas, de mejora de la cobertura de las necesidades básicas (educación y salud) y control demográfico.

La segunda etapa (1978-1997) de Deng será igualmente decisiva y tendrá su momento crítico en la revuelta de Tiananmén. Implica una apertura rotunda, pero controlada, al exterior, la incorporación de tecnología y capital productivo (como predijo Ernest Mandel en 1979), una enorme dotación de infraestructura empresarial y urbana. Y como resultado, la recuperación del PIB per cápita, pasando de ser de una quinta parte a alcanzar la mitad de la media mundial.

Ya en la tercera y actual etapa (2000-2024), terminamos con el liderazgo de Xi, que experimenta un momento de inflexión global durante la pandemia de la COVID-19. Con una vertiginosa homologación con la media mundial en PIB por habitante (aun así, por debajo del 30% del de Estados Unidos y del 40% del de España). Pero también llegando a ser mucho más que la fábrica del mundo. Pasan a tener autonomía y liderazgo tecnológico, a gestionar la dependencia energética y alimentaria del exterior, y a afrontar la simbiosis galopante entre tecnología y soberanía nacional.

Desde Hu Jintao (2002-2012), en esta tercera etapa, se enfrentan a la contradicción entre el “crecimiento cuantitativo” y el “desarrollo armonioso” (en materia ambiental, de desigualdad y de bienestar social), lo que yo llamo una sociedad decente. Porque en la China actual, la desigualdad social ha alcanzado su máximo, como diagnostica Piketty (el 10% más rico y el 50% más pobre partían de un mismo 25% en 1980, y alcanzan el 40% y el 15%, respectivamente en 2017), algo en cualquier caso compatible con una disminución radical del porcentaje de la población en situación de pobreza extrema.

China está acelerando el desarrollo económico pareciera que con la idea de que antes de redistribuir la riqueza, esta debe generarse, ¿estamos ante un sistema económico socialista, un capitalismo de Estado o, más bien, un sistema híbrido?

En mi análisis, existen diferencias sustanciales entre el capitalismo financiero de EE. UU. (o el nuestro, donde las finanzas controlan al Estado y se maximizan los ingresos no salariales) y el capitalismo de Estado de China (donde el partido-Estado controla las finanzas y se destina a la formación y acumulación de capital un máximo de riqueza). Lo llamo capitalismo de Estado como Samir Amin en 2014 (lo que en 2020 Branco Milanovic denomina capitalismo político).

En el primer caso, tenemos a un Obama obligado a rescatar a Wall Street en 2008 (y hoy tenemos a un Trump que no puede subordinar la Reserva Federal), y mucho menos a Blackrock o Vanguard. En la UE el actual canciller alemán proviene de Blackrock y en España cambiamos la Constitución en 24 horas. Hablo de capitalismo porque en ambos casos el sector privado empresarial ocupa a más del 70% de los trabajadores en China (en España alcanza el 80% según la EPA del INE), con lo que tenemos un 30% de empleo público en China y un 20% en España. En ambos casos, el poder legislativo-ejecutivo está muy condicionado (por las finanzas o por el Partido-Estado), y siempre con la absoluta subordinación de los trabajadores. Ni siquiera en el sector público de estos capitalismos (ya sea financiero o estatal), un sector que no es de mercado, con trabajadores asalariados y la lógica gerencial del capital, nos encontramos ante un sector socialista.

No obstante, mientras, por ejemplo, el coste de la deuda en España representaba en 2023 tanto como el esfuerzo en I+D e infraestructuras (un 3% del PIB) y se destinaba a los acreedores financieros, en China en ausencia de esos extractores pueden duplicar el esfuerzo en estos gastos.
Actualmente, con la irrupción de la IA, el big data y la tecnología digital, este capitalismo de Estado puede considerarse más disruptivo (y no menos invasivo de la privacidad) que el capitalismo financiero, ya que en él estos no compiten entre sí (por ejemplo, en el sector tecnológico —IA— o la banca).

¿Crees que permite el modelo chino una mayor autonomía para construir democracias igualitarias y sociedades decentes?

Para contestar a tu pregunta debemos enfrentamos a la diferencia entre crecimiento económico y desarrollo social (“sociedad armoniosa” en el argot chino, y “sociedad decente” para mí). Como acabo de decir el objetivo central del crecimiento económico, mediante el fomento de las fuerzas productivas en el capitalismo de Estado chino, se traduce (además de la reducción de su brecha en PIB per cápita con respecto al promedio mundial) en una formación bruta de capital fijo (privado y público) muy superior a los niveles de las economías capitalistas occidentales de escala similar (EE.UU. o la UE).

Hablamos de porcentajes anuales que representan más del 40 % del PIB en un caso y el 20 % en el otro. El doble en el modelo chino. Esto explicaría por qué allí los ingresos más altos se concentran en los sectores que controlan este capital creciente (público o privado), en detrimento de los ingresos de los muchos que dependen del consumo público (servicios públicos) o privado. Con lo que a la postre en los dos modelos de capitalismo (estatal o financiero), una cosa (el crecimiento) no garantiza la otra (el desarrollo social). Porque o bien una buena parte del PIB se destina al uno por ciento, o bien a la acelerada acumulación de capital.

Así pues, los salarios directos se gestionan a la baja (con una alta desigualdad personal y una territorial aún mayor), los salarios indirectos están controlados y limitados por el Estado (salud, educación, dependencia, vivienda), los salarios diferidos (sistema público de pensiones) también son escasos y los derechos de las generaciones futuras están infravalorados (medio ambiente, endeudamiento). En ambos casos se impulsan desigualdades crecientes que impiden la existencia de una democracia efectiva basada en la igualdad (ni dentro ni fuera de la empresa).

Además, en sus relaciones comerciales con el mundo exterior (con subordinación militar en un caso y subordinación blanda en el otro), ambos modelos impulsan una igualación global a la baja en derechos que nos aleja del avance hacia una sociedad decente a escala global.

¿Cuál es tu opinión sobre la sostenibilidad ambiental en estos dos modelos de capitalismo…?

En el dilema entre el negacionismo climático trumpista de un imperio en decadencia y el crecentismo de China, creo que debemos apostar por un menor crecimiento con un mayor desarrollo (también ambiental) en ambos casos. Pero sin nunca olvidar que, en las emisiones totales acumuladas por habitante entre 1850 y 2024 (que son las que causan el colapso climático actual), las de Estados Unidos son cinco veces mayores que las de China.

Esto, como criterio de gestión, obligaría a una disminución de la huella ecológica en el Norte (y de su consumismo) convergiendo por ejemplo hacia la media de Portugal, como ya se decía en el informe Meadows de los años 70, y por tanto descartando la media actual del Norte como posible para el Sur global. Tampoco para China, cuyo principal vector de consumo actual y a medio plazo sigue siendo los hidrocarburos, muchos de ellos importados. Por eso, el modelo de movilidad chino (automóvil, aéreo, marítimo, etc.) no puede imitar al occidental, ya que colapsaría los mercados de hidrocarburos y de materiales críticos (para baterías y energía fotovoltaica), lo que aceleraría aún más la crisis climática… o implicaría un enorme crecimiento del parque nuclear, con los consiguientes riesgos ambientales que heredarían las generaciones futuras.

¿Cómo opera la circulación de capital en estos dos modelos?

En cuanto a la circulación de capital (entradas o salidas), lo primero que hay que destacar es que China cuenta con una capacidad de ahorro que le permite no tener que financiar su deuda pública con recurso al exterior, mientras que es un crucial comprador de deuda estadounidense. En el caso de las inversiones en compras o acciones de empresas hasta el año 2000, eran principalmente receptores. Pero en sectores no estratégicos, en operaciones controladas, casi siempre con condiciones diseñadas (empresas conjuntas, transferencias de tecnología, etc.) para obtener capital industrial. Porque su Comisión Estatal de Supervisión y Gestión de Activos establece siete sectores estratégicos en los que el Estado debe tener control absoluto: armamento, carbón, petróleo, generación y distribución de energía, navegación, aviación y telecomunicaciones.

Es cierto que en los últimos veinte años ha aumentado el número de salidas de capital chino que, en ocasiones, han encontrado barreras de entrada en sectores estratégicos (UNOCAL o Rio Tinto en EE. UU. Aixtron en Alemania o recientemente en Nexperia en Países Bajos). No en sectores alimentarios o industriales no estratégicos. Pero siempre en el capitalismo de Estado chino la circulación de capital es controlada (especialmente las entradas a corto plazo e inestables), cosa que no sucede en nuestro modelo.

China suele ser muy celosa de su no dependencia del mundo exterior, y cuando no le queda más remedio que aceptarla (en energía, alimentación, etc.), intenta asegurarla con inversiones en infraestructuras en los países proveedores (de ahí la Iniciativa de la Franja y la Ruta), o bien atarla con el argumento de ser un cliente gigantesco y buen pagador.

¿Cuál es el grado de dependencia y competencia entre ambos modelos de capitalismo?

En mi libro recuerdo los cinco ejes que definen la dependencia o subordinación entre países según analizó en su día Samir Amin: la tecnología, las finanzas, los recursos naturales, las comunicaciones y las armas de destrucción masiva. Dentro de este marco de análisis, y como ya Ernest Mandel predijo en la década de 1970, lo más probable es desembocar en una “competencia Inter imperialista entre unas pocas superpotencias”. Algo que para Mandel sería más probable en la medida en que los sistemas financieros de esas dos superpotencias —como es el caso hoy entre Estados Unidos y China— fueran independientes.

Sabemos que China nunca ha renunciado al control estatal de las finanzas ni de los recursos naturales, mientras ha estado construyendo su no dependencia en tecnología y comunicaciones, áreas que hoy son inseparables de las armas de destrucción masiva (con un arsenal nuclear disuasorio) y de la IA, en relación al imperio estadounidense/OTAN.

En el caso de los financieros, como anota Dani Rodrik, China practica la “intervención en el mercado cambiario y en los flujos de capital a corto plazo”, lo que le permite mantener un tipo de cambio estable del yuan frente al dólar (algo que no estamos logrando en la eurozona). Por lo tanto, no asumen una devaluación competitiva del dólar como pretende Trump, y como está sucediendo con la UE. También evitan la dependencia de ser gigantescos tenedores de bonos norteamericanos (con creciente riesgo de impago o depreciación) al deshacerse de buena parte de ellos en los últimos años (siendo el sistema financiero de la eurozona el que los está reemplazando).

Y en el sector de las TIC, la IA, el big data, etc., su independencia pasa por barreras de seguridad en el software y evitar las aplicaciones GAFAM, e incluso últimamente (en el caso de Nvidia-Intel-EE. UU.) por no adquirir hardware que pudiera ponerlos en riesgo de vulnerabilidad estratégica (industrial o de seguridad).

En resumen, que si a Estados Unidos no le sirve otro papel mundial que el de ser única superpotencia hegemónica, la China actual es demasiado grande, competitiva y celosa de su autonomía para dejarse subordinar. Podríamos decir que Estados Unidos querría hacer de China otro Japón subordinado, algo que es imposible.

En este escenario, ¿sería posible que la Unión Europea se posicionase como tercer agente global?

Frente a la globalización proteccionista de Trump, China practica una globalización de libre comercio que le permite seguir creciendo con la oferta y la demanda externa (sin importarle las políticas internas de sus socios). Porque su demanda interna (salarios directos y sociales) sigue bloqueada por la enorme contribución a la FBCF. Creo que este es un eje claro en la actual competencia Inter imperialista.

Es cierto que la UE tiene una dimensión suficiente para ser un tercer agente global, pero su lógica confederal y no federal le impide actuar como tal. Y los conflictos en Ucrania-Rusia o Israel-Gaza-Irán vemos que constatan el pobre papel que la UE actual desempeña, más allá del ámbito comercial en un mundo bipolar. Y porque —aún en lo comercial— las dos globalizaciones del Pacífico no priorizan ni el medio ambiente, ni el trabajo decente, ni los servicios públicos o el salario social en el diseño de un sistema arancelario decente. Para así impedir la igualación a la baja que favorecen a las dos globalizaciones mencionadas. Además, en esta parte del mundo, abandonamos los servicios (digitales, IA) al control absoluto de las GAFAM.

En consecuencia, en la última cumbre de la OTAN y en los acuerdos comerciales UE/EE. UU. no se dibuja una Unión Federal Europea soberana en el mundo con un Parlamento sólido. Apenas el mantenimiento de una confederación posdemocrática al servicio de los grupos financieros globales de esta parte del mundo. En los cinco ejes de Samir Amin (militar, digital, energético, financiero, armas, recursos) fracasamos. Porque no asumimos ser un tercer polo en el contexto de la actual bipolaridad entre EE. UU. y China. Nos sumamos como un apéndice subordinado al capitalismo financiero global (Vanguard Group, Blackrock, GAFAM) y a la sociedad de mercado pilotada por Estados Unidos.

A lo largo de tu libro se comprueba la lejanía de esos dos capitalismos respecto a la construcción de una sociedad decente; si una sociedad socialista es imposible sin democracia y pluralismo político ¿es posible que China avance hacia esos dos horizontes?

De entrada, reitero que el sector público del capitalismo (ya sea financiero o estatal) (que puede ser decente y no mercantil, pero siempre con trabajadores asalariados y la lógica del capital) no tiene nada que ver con un sector socialista.

Sobra con decir que la transición de una sociedad decente (con necesidades preferentes no cubiertas a través del mercado) a una sociedad socialista implicaría una reducción radical de la jornada laboral y una renta básica universal que desalarice el trabajo, además de una socialización cooperativa del capital en la línea de las propuestas de John Rawls o de Thomas Piketty.
En otras palabras, mientras que una sociedad decente implica modificar la distribución de la riqueza y los límites del mercado, una sociedad socialista supone cambiar la producción de riqueza y que el trabajo deje de ser una mercancía más. Sobre todo, esto incluí en mi libro un apéndice final titulado Capitalismo, socialismo, democracia.

Por eso los líderes chinos asumen la necesidad de una etapa muy larga (quizás cien años) antes de lo que sería la etapa socialista; para Mao ya en 1963, el socialismo sería imposible durante décadas e incluso siglos”, y para Deng, la etapa primaria previa (sociedad harmoniosa) sería muy prolongada y podría durar cien años. Deng llegó a decir que “alcanzaremos el socialismo dando un largo rodeo a través del capitalismo”. Aunque creo que con un creciente deterioro democrático y de la igualdad social se puede perder fácilmente ese norte.

¿El acelerado proceso de crecimiento económico chino sugiere alguna lección para el caso de España o la Unión Europea?

Como afirmó en 2018 Dani Rodrick, un autor nada sospechoso de marxismo o izquierdismo:, “China lo ha hecho extremadamente bien con una heterodoxa combinación entre las fuerzas de mercado y el dirigismo estatal. Han reformado la gestión de su economía, pero siempre a su ritmo. Creo que el resto del mundo no tiene mucho que enseñar a los chinos sobre cómo deben gestionar su economía. Y tampoco hay razones por las cuales los líderes chinos deberían escuchar esos ‘consejos’”.

Por eso creo que España, o el conjunto de la Unión Europea, debiéramos tomar buena nota de la conveniencia de, al menos, tener un control público sobre las finanzas y sobre los recursos energéticos. Y no dejarlos en manos de corporaciones privadas. Para no ser una sociedad desorientada y en decadencia.

Sin embargo, para avanzar hacia una sociedad decente creo que debieran ser ellos los que tomasen nota de nuestra actual cobertura —aunque sea insuficiente en muchos casos— de las necesidades básicas: educativas, sanitarias, dependencia, vivienda, desempleo, jubilación.

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Qué países están haciendo negocio con la guerra de Sudán

Por: Patricia Simón

El pasado martes, el secretario de Estado estadounidense, Mario Rubio, declaró saber “quiénes son las partes implicadas” en Sudán el apoyo a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF por sus siglas en inglés) y les instó a “cortar” el envío de armas, combustible y cualquier tipo de ayuda. No explicitó a quién se refería porque se trata de uno de sus más destacados aliados en Oriente Próximo: Emiratos Árabes Unidos. 

Desde que en abril de 2023, Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como Hemedti, líder de las paramilitares Fuerzas de Rápido Apoyo (RSF, por sus siglas en inglés) declarase la guerra a Abel Fattah al-Burhan, jefe de la Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF, por sus siglas en inglés) más de 12 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y aldeas, casi 30 millones necesitan ayuda de manera inmediata para sobrevivir y entre 40.000 y 150.000 personas podrían haber perdido la vida, según las cifras aportadas por la Organización Mundial de la Salud y el Departamento de Estado de Estados Unidos, respectivamente. Se trata de la mayor crisis humanitaria del mundo y, también, un conflicto que, en palabras del embajador de Sudán en el Reino Unido, Babikir Elamin, “se acerca a una guerra regional, con la intervención directa, apenas disimulada, de los Emiratos Árabes”. Y aunque Abu Dabi es, sin duda, el actor clave en este conflicto, no es el único que se está lucrando y pugnando por sus intereses geoestratégicos en este conflicto.

Emiratos Árabes Unidos y su apoyo a las RSF

Se trata del principal suministrador de armas, combustible y apoyo logístico a los paramilitares de las RSF. Abu Dabi realiza los envíos a través de sus aliados en la zona: Chad, Uganda, Somalia y la Libia oriental. De hecho, el régimen libio del comandante Hafter se ha convertido en el principal surtidor de petróleo a las RSF, siguiendo instrucciones emiratíes, hasta el punto de que le estaría costando un déficit de ingresos de 5.700 millones de euros anuales, según un informe del think tank estadounidense The Sentry

Entre las armas que le está suministrando Abu Dabi a los paramilitares de Hemedti se encuentran, según ha identificado Amnistía Internacional, misiles teledirigidos y obuses de artillería fabricados por la empresa estatal china Norinco. Esta ONG y la cadena estadounidense CBS News también han encontrado vehículos blindados de producción emiratí y equipados con el sistema defensivo francés Galix.

Un reporte de la agencia de noticias Reuters ha identificado el uso de drones chinos, y el proyecto Sudan Transparency también sostiene que Emiratos Árabes Unidos ha entregado drones suicidas al grupo paramilitar. Una investigación de Middle East Eye, basada en imágenes de satélite, testimonios y el registro de vuelos señala que Emiratos cuenta con una base en el aeropuerto de Bosaso, en la región independentista somalí de Puntlandia, para la llegada de aviones de carga con contenedores de armas y mercenarios de países como Níger, Malí, Chad y Libia. Entre ellos destacan los más de 350 colombianos que, según The Africa Report, llevarían a cabo labores de combate y de entrenamiento de los paramilitares sudaneses. 

Según distintas fuentes como Africa Initiative, las empresas emiratíes Global Security Service Group (GSSG) y A4SI serían las responsables de estas contrataciones y traslados. 

En contrapartida, la exportación de oro desde que comenzó la guerra en Sudán ha aumentado. Según datos de Chatham House, un think tank británico, la producción en zonas controladas por los paramilitares superó las 60 toneladas en 2024 y, añade, que es probable que el principal destinatario sea Emiratos Árabes. Abu Dabi se ha convertido en uno de los principales refinadores y comercializadores de oro de todo el mundo desde que comenzó la estrategia de diversificación económica para no depender exclusivamente del petróleo. 

Según Swissaid, una ONG dedicada a fiscalizar el comercio de minerales, más de mitad del oro que sale de Sudán lo hace por vías ilegales. Y parte del oro importado por Abu Dabi procede de las minas de la familia de Hemedti, con lo que financia en parte a su milicia que contaba al inicio de la guerra con 100.000 hombres frente a los 200.000 soldados de las Fuerzas Armadas Sudanesas.  

Hay más razones para la persistencia del apoyo emiratí a las RSF pese a las presiones que está recibiendo por las evidencias que apuntan que se estaría cometiendo un genocidio en Darfur. Sudán es una de las potencias africanas en cuanto a tierras fértiles y agrícolas, precisamente lo que necesita el Golfo para garantizarse el alimento. De hecho, los grupos empresariales emiratíes International Hilding Company y Jenin Investment Group ya poseen más de 50.000 hectáreas de tierras cultivables en Sudán. Además, en 2022, Dubai firmó un acuerdo con el Gobierno sudanés para construir un puerto con salida al Mar Rojo, un proyecto suspendido por la guerra, pero en el que sigue teniendo un gran interés -se trata del tercer cruce de contenedores más importante del mundo–. 

EAU ha conseguido frenar parte de las críticas que recibe por su apoyo a las RSF presionando a algunos de sus aliados más importantes, como Reino Unido. En abril de 2024, la nación del Golfo canceló una reunión con ministros británicos después de que Downing Street no defendiese a los Emiratos en el Consejo de Seguridad de la ONU dedicado a la guerra de Sudán.

Dos meses después, según informó The Guardian, Londres prohibió a sus diplomáticos en África mencionar el papel que está jugando Emiratos en Sudán. Incluso su ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, evitó responder a las preguntas de la prensa sobre la implicación emiratí en la guerra sudanesa tras una visita a la frontera de Chad en la que se limitó a hablar de la “mayor catástrofe humanitaria del planeta”. Entre las armas entregadas por Emiratos a las RSF, se han encontrado algunas de fabricación británica, según un informe del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Abu Dabi también ejerció su influencia en la conferencia internacional dedicada a la crisis sudanesa celebrada en Londres en abril de 2025 en la que sí participaron sus representantes pero no el Gobierno sudanés, que se sustenta en el Ejército y el comandante Al-Burhan. Mientras se celebraba la reunión, las RSF llevaron a cabo una ofensiva contra El-Fasher y declararon un gobierno paralelo. 

Por ello, estos días todos los ojos están puestos en la Casa Blanca. Esta semana el príncipe heredero saudí, Moohammed Bin Salman, se reunirá con el presidente Donald Trump, a quien le pedirá que presione a Emiratos Árabes Unidos para que deje de apoyar a los paramilitares, según ha publicado Middle East Eye. Según este medio, fuentes cercanas le han asegurado que el príncipe saudí le hizo recientemente esta promesa al general sudanés Al-Burhan. 

En cualquier caso, los grandes temas a tratar en el encuentro serán, según se ha anunciado, los nuevos acuerdos sobre acuerdos de armas, energía nuclear e inteligencia artificial entre Washington y Riad.

Rusia y los paramilitares de Wagner

Moscú era uno de los grandes socios de la dictadura de Al-Bashir, a la que proveyó de armamento, servicios de seguridad y apoyo diplomático para rebajar las sanciones por el genocidio de Darfur en el Consejo de Seguridad de la ONU y de la condena dictada por la Corte Penal Internacional. Con el inicio de la guerra civil en 2023, la participación rusa en el conflicto comenzó a través del apoyo brindado por el grupo paramilitar Wagner a las RSF. El objetivo era mantener la exportación de oro a Rusia a niveles parecidos a los de la dictadura, además de materializar el proyecto de construir una base naval con acceso al Mar Rojo. Sin embargo, tras la muerte del líder de Wagner, Yevgueni Prigozhin, el Kremlin amplió su apoyo al ejército de Sudán.

Desde entonces, Moscú se ha convertido en un proveedor militar clave para los dos bandos enfrentados, probablemente con el afán de cumplir sus objetivos sea cual sea la resolución del conflicto, además de preservar su relevancia en el Cuerno de África y contrarrestar el creciente peso de los países del Golfo, así como de algunas potencias africanas y Occidente. 

Según informes de Amnistía Internacional, Transparency Sudan y Armed groups and International Law, entre otras fuentes, el grupo paramilitar Wagner habría entregado a las RSF fusiles de asalto, sistemas de defensa antiaérea portátiles y misiles tierra-aire. Por su parte, Moscú surtiría a las Fuerzas Armadas de Sudán no solo armamento, sino también de militares para labores de formación y asesoría.

Además, Rusia sigue usando su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU  para impedir que salgan adelante resoluciones pidiendo el alto el fuego en Sudán.

Irán y sus drones

Teherán apoya al Ejército sudanés con drones y armamento, además de formación técnica e inteligencia, según medios afines como The Washington Post  y agencias como Reuters. A cambio, como la mayoría de los países implicados, Irán persigue garantizarse una ruta marítima por el Mar Rojo.

China y sus industria armamentística

Aunque oficialmente se presenta como un actor neutral dispuesto a mediar entre los dos grupos armados, China es un actor relevante. Según Amnistía Internacional, tanto las RSF como el ejército sudanés usan armamento producido en este país, aunque lo consiguen a través de terceros. Pekín mantiene una relación estrecha con el gobierno de Sudán que permite a sus empresas seguir operando exportando oro y minerales clave para la industria global como el cobre y el cromo, además de mármol. China alcanzó acuerdos comerciales con el dictador Al-Bashir y con Al-Burhan para desarrollar infraestructuras a cambio de ventajosos acuerdos comerciales. 

Egipto y su dependencia de la estabilidad sudanesa 

El Cairo es el principal aliado de las Fuerzas Armadas Sudanesas. Según han denunciado las RSF, el régimen de Al-Sisi habría entregado al ejército sudanés aviones de guerra y misiles. Además, ha instalado sistemas de alerta temprana en torno a sus fronteras para alertar de los movimientos de los paramilitares. La seguridad hídrica de Egipto depende de Sudán, por donde también transcurre el Nilo, una cuestión de relevancia geopolítica desde hace años por el proyecto de la Gran Presa del Renacimiento Etíope.  

Turquía, un actor cada vez más relevante

Turquía también es un apoyo crucial para el ejército sudanés. Según documentos filtrados por The Washington Post, Ankara ha entregado drones, estaciones de control terrestre -para manejarlos- y munición a las tropas de Al-Burhan. Además, ha enviado a instructores para formar y dirigir el uso el uso de los drones. 

Al mismo tiempo, según informaciones de Foreign Policy y el think tank Fundación para la Defensa de las Democracias, la empresa turca Arca Defense ha mantenido conversaciones para la venta de armamento a las RSF. De hecho, Amnistía Internacional ha identificado fusiles y escopetas de producción turca entre las filas de las RSF. 

Con su participación en la guerra de Sudán, Erdogan pretende reforzar su protagonismo como mediador en las crisis regionales, pero sobre todo afianzarse como un actor clave en el Cuerno de África y el Mar Rojo frente a enemigos declarados como Emiratos Árabes Unidos. Es más, en las últimas semanas hemos asistido a una escalada de la tensión entre ambos. En mayo, drones operados supuestamente por turcos que luchaban junto al ejército derribaron un avión de carga militar que se encontraba en el aeropuerto de Nyala, en Sudán del Sur, según informaba Middle East Eye. Y agencias como la española EFE han informado sobre cómo Emiratos Árabes Unidos está usando este enclave para enviar armas, drones suicidas, munición, sistemas de radar militar y mercenarios a los paramilitares de las RSF. 

La represalia a esta acción llegó menos de 24 horas después y se prolongó durante diez días contra Puerto Sudán, la capital del Gobierno sudanés desde el comienzo de la guerra. Las RSF bombardearon con drones suicidas -de fabricación china, según diversas informaciones- el aeropuerto internacional y la terminal sur del puerto -destacados accesos para la ayuda humanitaria internacional–, una central eléctrica y depósitos de combustible. El Gobierno sudanés rompió relaciones diplomáticas con Emiratos Árabes Unidos tras este ataque y le acusó de «Estado agresor». 

El enfrentamiento entre Abu Dabi y Ankara no es nuevo. En Libia también mantienen posiciones enfrentadas. Mientras Turquía apoya al Gobierno de Unidad Nacional dirigido por el primer ministro Abdul Hamid Dbeibeh -reconocido por la ONU-, Emiratos Árabes Unidos está aliado con el gobierno del comandante Jalifa Hafter.

Libia, un corredor crucial para las RSF 

La relación entre el comandante del Ejército Nacional libio, Jalifa Hafter, y el líder paramilitar Hemedti es estrecha desde hace años y cooperan hasta, según el SAF, haber llevado a cabo operaciones militares conjuntas. Asimismo, según un informe de la Global Initiative against Transnational Organized Crime, hay libios procedentes de la región fronteriza de Fezzan que estarían combatiendo junto a las RSF.  

La Libia oriental es un corredor crucial para el suministro del contrabando que surte las filas de las RSF con combustible, armas y el acceso a las minas.

Sudán también emplea el hambre como arma de guerra

Tras la masacre de El Fasher, cuyo rastro de sangre hemos visto gracias a imágenes de satélite, representantes de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido se mostraron dispuestas a aceptar la tregua humanitaria de tres meses propuesta por el llamado Cuarteto: Estados Unidos, Arabia Saudí, Egipto y Turquía. Por su parte, las Fuerzas Armadas Sudanesas exigen que sus oponentes se retiren de las zonas civiles para comenzar las negociaciones. 

Mientras, la región de El-Fasher y la ciudad de Kadugli sufren ya una hambruna, según la Clasifiicación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIFS), un organismo mundial de monitoreo del hambre. “Debemos confirmar que la principal causa de esta hambruna está provocada por el ser humano. No está provocada por desastres naturales, sino por el conflicto armado, la inseguridad, la falta de acceso a los alimentos y la ausencia de corredores humanitarios que garanticen que las personas más necesitadas reciban alimentos”, ha declarado AbdulHakim Elwaer, su portavoz en Oriente Próximo y África del Norte.

Origen de la guerra de Sudán 

Abel Fattah Al-Burhan, comandante del Ejército de Sudán, fue la mano derecha durante años de Omar Al-Bashir, uno de los dictadores más sangrientos del último siglo. El sátrapa llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1989, estableciendo un régimen represivo de terror y de corrupción sistémica con la que se enriqueció su círculo más estrecho. En 2003, ante una revuelta de poblaciones negras de Darfur por la discriminación y la pobreza a la que les sometía el régimen, Al-Bashir dio la orden de aplastar a las milicias supremacistas árabes Janjaweed. Más de 300.000 personas fueron asesinadas de las formas más atroces en los siguientes dos años. Varios de los líderes paramilitares y el propio Al-Bashir fueron condenados por la Corte Penal Internacional por genocidio sin que se pudiese ejecutar la orden de detención. 

Uno de los cabecillas de los Janjaweed era Hemedti, quien destacó en medio de las carnicerías por su crueldad. Ello le valió la validación de Al-Bashir, que lo premió con varias minas de oro en Darfur, y su ascenso hasta convertirse en el general de la milicia. Posteriormente, también pasó a ser el proveedor de miles de mercenarios para la guerra lanzada por Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí en Yemen. La suma de todo ello lo convirtió en uno de los hombres más ricos de Sudán con un patrimonio estimado en más de 6.000 millones de euros, según datos de BTL Research. 

En 2018, comenzaron una serie de protestas multitudinarias contra la subida del precio del pan y la crisis económica que rápidamente se convirtieron en un movimiento contra el régimen. En 2019, el propio Ejército arrestó a Al Bashir, y Al-Burhan y Hemedti se aliaron para adoptar un rol protagonista en el Consejo militar de transición que, prometieron, debía desembocar en un régimen democrático. En abril de 2023, tras un golpe de Estado conjunto y varias negociaciones incumplidas para transferir el poder a un gobierno civil, se declararon la guerra, sepultando el esfuerzo titánico de la sociedad sudanesa por un futuro de libertad y paz.

Según Iván Navarro, investigador de la Escola de Cultura de Pau de la Universitat Autònoma de Barcelona, y especialista en este conflicto, “cualquier proceso de paz que se inicie o retome sobre Sudán debería considerar la participación no solo de los actores militares, sino también de la sociedad civil. Tendría que incorporar a muchas más voces para buscar una solución inclusiva y que relance la hoja de ruta acordada tras la caída del régimen de Al-Bashir y que implicaba que el consejo de Transición diese el poder a los civiles, que es lo que tenía que haber ocurrido en abril de 2023, cuando comenzó la guerra civil”.

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¡Las naciones de Occidente deben cooperar con el Nuevo Orden Económico Mundial!

Por: Nuria

nuevo orden mundialnuevo orden mundial

Artículo del Instituto Schiller

La siguiente declaración la emitió el Instituto Schiller para su difusión inmediata a nivel internacional. Fue redactada como un llamado a la acción durante este período de cambios y agitación, e invitamos a todos a que la suscriban y la circulen.

6 de septiembre de 2025 — En la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, con la representación de alrededor del 42% de la población del mundo, surgió un nuevo orden mundial, independiente de Occidente, fundamentado en los principios de soberanía, no interferencia, una cooperación económica mutuamente beneficiosa y de colaboración pacífica. En un acontecimiento de trascendencia histórica mundial, China e India, los dos países más poblados, que ya representan el 35% de la población mundial, han comenzado a cooperar estrechamente entre sí y con Rusia. Los países que se congregaron en la cumbre de la OCS, junto con las varias organizaciones interconectadas como el BRICS, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), la Unión Económica Eurasiática (UEEA), la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), y la Unión Africana (UA), representan colectivamente el 85% de la humanidad.

El surgimiento de este nuevo orden es una respuesta a los intentos del Occidente colectivo, al terminar la Guerra Fría, de establecer un orden mundial unipolar bajo el dominio angloestadounidense, caracterizado por interminables guerras intervencionistas, sanciones e intentos de cambio de régimen, lo cual en última instancia le ha salido el tiro por la culata. Las naciones de la Mayoría Global están superando ahora una era de 500 años de colonialismo y están haciendo valer su derecho al desarrollo económico independiente. Esto es posible sobre todo gracias al ascenso sin precedentes de China, que ofrece a los países del Sur Global un modelo y la cooperación que Occidente les negó durante siglos.

Por consiguiente, el mundo ha llegado a un absoluto punto de inflexión. Podemos continuar con la confrontación geopolítica contra Rusia y China, corriendo el riesgo de una tercera guerra mundial, y esta vez definitiva; o bien, podemos optar por cooperar con este nuevo sistema económico emergente. El Presidente Xi Jinping ha propuesto la visión de una “Comunidad con un futuro compartido para la Humanidad”, lo cual puso de relieve en su discurso del 3 de septiembre en la conmemoración del 80º aniversario de la derrota de Japón: “¡La humanidad se hundirá junta, o se elevará junta!”¡

Es del interés fundamental de las naciones del Occidente colectivo, que ya no están verdaderamente unidas, que cooperen con los Estados de la Mayoría Global y que aborden de manera conjunta los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad: superar la pobreza y el subdesarrollo; garantizar una paz mundial duradera; y garantizar el derecho de todas las personas de este planeta a desarrollar plenamente su potencial.

¡Por la realización de una comunidad compartida para el futuro de la humanidad!

Añade tu firma y comparte esta declaración mediante el enlace: https://tinyurl.com/Decla-06092025

Para más información, escríbenos a preguntas@schillerinstitute.org

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China y la globalización imposible

Por: Nuria

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Artículo original publicado en sinpermiso.info por Albino Prada

En este artículo resumo algunos pasajes de mi reciente libro “El regreso de China. La globalización imposible” (Universidade de Vigo, 2025), https://consorcioeditorial.com/gl/articles/35702 en el que figuran las referencias bibliográficas completas de estas notas.

China se habría integrado -con su particular globalización de finales del siglo XX- en la economía de mercado sin realizar privatizaciones indiscriminadas, sin des regulaciones masivas, ni tipos de cambio flotantes, ni libre movilidad de capitales, ni apertura total. Según Dani Rodrick porque “un mundo complicado requiere políticas de zorro”; este analista algunos años después añadiría lo que sigue1«China lo ha hecho extremadamente bien con una heterodoxa combinación entre las fuerzas de mercado y el dirigismo estatal. Han reformado la gestión de su economía, pero siempre a su ritmo. Creo que el resto del mundo no tiene mucho que enseñar a los chinos sobre cómo deben gestionar su economía. Y tampoco hay razones por las cuales los líderes chinos deberían escuchar esos «consejos»».

Esta estrategia les permitirá sacar partido del horizonte globalista de Chimérica hasta la crisis de las economías más ricas del mundo en 2008, aunque se verán forzados a maniobrar hacia un horizonte de rivalidad y bipolaridad ante el giro proteccionista y radicalmente hegemonista de Estados Unidos. Se cerrará así el circulo de una absoluta globalización (capitalismo multinacional y trans nacional) ya imposible, al asociarse a graves contradicciones en lo relativo a la seguridad interna o a la soberanía nacional (defensiva, sanitaria, alimentaria, digital, energética, …).

Se entiende así que Wang Hui al analizar el bien documentado vínculo de los emprendedores de Silicon Valley con el Pentágono2, sostenga que en la disputa Huawei – Google deba sobre entenderse una tensión de fondo centrada en la soberanía nacional. Pues para unos Estados Unidos cada vez más deslocalizados y post-industriales sería posible que China bloquease su economía…y viceversa. Con lo que aquella Chimérica económica cosmopolita -hasta los inicios del siglo XXI- se vería obligada a regresar a disputas y contradicciones derivadas de los viejos espacios de soberanía nacional heredados del siglo XX.

¿Socialismo en China?

En este contexto, y de considerar como criterio para dilucidar si el socialismo ha perdido o no la partida en China el de si “los productores directos han perdido el control sobre los medios de producción”, resultaría que ya en 2005 tal premisa sería indudablemente cierta (al trabajar en empresas privadas) para nada menos que cuatro quintas partes de los trabajadores no agrarios (unos 255 millones de trabajadores), y de rebote para dos tercios de la producción nacional. En cualquier caso para 2017 la, en este asunto poco sospechosa, Oficina Nacional de Estadísticas de China (INECh) considera que ya solo un tercio de los trabajadores urbanos lo son en empresas con participación estatal, colectiva o de cooperativas3.

Muy difícil se me hace considerar esa predominancia socialista cuando, no solo para la mayoría de los trabajadores asalariados chinos la propiedad capitalista de su empresa impediría cualquier tipo de control sobre sus medios de producción, sino porque en todas las empresas chinas (ya privadas, ya de propiedad estatal) no existen garantías de libertad de sindicación, negociación colectiva, cualquier tipo de cogestión o una cobertura de servicios públicos universal, a tenor de los resultados de un índice internacional que resume casi cien indicadores4. Se entiende así que un sindicalista español5 de visita en la China del año 2023 reclame “un salario mínimo decente, con unos efectivos pagos a la seguridad Social y con una jornada laboral que no exceda lo establecido en los Convenios de la OIT, así como unas formas eficaces de representación sindical desde los centros de trabajo”.

Estamos, por tanto, ante el debilitamiento de dos vectores clave que alejarían a China no ya del socialismo, sino incluso del tránsito hacia una sociedad decente (o sociedad armoniosa – héxié shèhui– en sus documentos oficiales desde 2004), y que la abocan a ser una pura y dura sociedad de mercado. Una economía en la que el mercado a cada paso ocupa más y más áreas en detrimento de formas públicas o asociativas. Y, en consecuencia, a pesar de numerosos eufemismos (socialismo con economía de mercado, socialismo de características chinas, sistema mixto de actividades públicas y privadas, economía de mercado con características chinas, economía de mercado socialista, etapa primaria del socialismo o proceso de transición socialista …) habría que concluir que estaríamos más bien hablando de una sociedad de mercado con características chinas6.

Mucho crecimiento, pero menos desarrollo

Porque la otra cara de la moneda -de su aceleración inversora y de crecimiento del PIB- será que se sustraen a la ciudadanía los beneficios inmediatos del crecimiento. Por una doble vía. Por un lado porque la inversión empresarial descansa en unos beneficios extraordinarios asociados a unas remuneraciones y derechos laborales defectivos; y, por otro, erosionado por un intenso ahorro público que detrae recursos de programas de protección social en favor de programas de inversión o de infraestructuras. Erosión de los salarios directos y del salario social.

Cierto que, una vez pagado ese alto precio, China consigue unas tasas de crecimiento del PIB espectaculares. Logra en suma mucho crecimiento, aunque no tanto desarrollo social. Siendo así que el muy acelerado crecimiento chino (orientado a la dotación de capital, al impulso tecnológico y a las exportaciones) condiciona tanto su política externa como interna.

Y será así que en los veinticinco años que van desde el año 1990 al 2015 China se ha ido alejando del nivel de desigualdad de la Unión Europea y acercándose al –mucho más elevado- de Estados Unidos. Pues si en el año 1980 el 10% más rico acaparaba en China la misma cuota de ingresos (el 25%) que el 50% más pobre, en la actualidad los primeros ya se quedan con el 40% y los segundos solo con el 15%. Una desigualdad galopante que dice bien poco a favor de la transformación de crecimiento económico en desarrollo social en aquel país. China y los Estados Unidos -hoy en un mundo a cada paso más bipolar- comparten un problema de desigualdad social creciente, y un crecimiento económico con escasos dividendos para el consumo público y la redistribución fiscal.

China debe enfrentar en suma gigantescos retos sociales internos: deterioro ambiental, corrupción, desigualdades personales y territoriales, bolsas de pobreza y riesgos de desempleo, envejecimiento o déficits de cobertura de servicios sociales preferentes. De manera que en este terreno, como bien resumía ya en 2010 un alto responsable de su Ministerio de Asuntos Exteriores7, “los problemas económicos y sociales con los que nos encontramos puede decirse que son los más importantes y espinosos del mundo; de ahí que no estemos en posición de mostrarnos arrogantes y presuntuosos”.

Ante tal desafío la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) incluye en lo que denomina nivel de desarrollo social, para una «sociedad armoniosa», aspectos relativos al nivel educativo (gasto educativo, cuota de estudios superiores y medios, alfabetización) y al nivel sanitario (gasto sanitario per cápita, número de personas por médico). Sociedad Armoniosa que ya en el año 2005 tanto el presidente Hu Jintao como su primer ministro Wen Jiabao focalizaban y priorizaban en la protección de los menos favorecidos para así reducir las crecientes desigualdades sociales.

Aunque más allá de declaraciones y buenas intenciones en la hoja de ruta de una sociedad de mercado por la que actualmente transita China, a la hora de la verdad, serán los costes y la competencia global los que dictaminen que esas garantías y protecciones obstaculizan la sacrosanta productividad y el potencial de crecimiento futuro8. Todo lo anterior explica que en la China actual el esfuerzo en protección social para necesidades básicas (desempleo, jubilación, maternidad, salud pública, …) tenga un nivel muy reducido como porcentaje de su riqueza nacional9 (en China un 6,3 % PIB en 2015, mientras en EE.UU. llegaba a un 19 %, y en España o Alemania al 25 %).

O que, abundando algo más en esta dimensión, según un Índice sobre la distribución equitativa de los recursos educativos y sanitarios10 (por países y a escala mundial), mientras Estados Unidos cae de la posición 11ª que ocupa por nivel de ingresos por habitante a la 78ª en tal distribución equitativa (con un descenso de 67 posiciones), China pase de la 77ª a la 120ª (cae 43 posiciones). Descensos que confirman una senda convergente hacia la devaluación de tales necesidades preferentes en esas dos gigantescas sociedades de mercado. Provocando, de rebote, su devaluación en el resto del mundo.

No sorprende entonces que, en un tal ecosistema institucional, multinacionales como Yahoo, Microsoft o Google hayan sido denunciadas por Amnistía Internacional por despreciar los derechos humanos en sus negocios en China. Comprobándose una vez más que los derechos sociales conviven mal con la penetración neoliberal de ambos países, pues en ambos se estaría forzando un dumping laboral, social, fiscal y ambiental a escala global, bajo el ideologema de la competitividad y los costes11. Según la lógica y cobertura de una Organización Mundial de Comercio (OMC) a la que China se incorporaría en el año 2001. Siendo así que ya en las negociaciones previas al ingreso en dicha OMC se omitió cualquier referencia a las llamadas cláusulas sociales, es decir, a aquellas normas que reglamentan los derechos económicos, laborales y sociales vigentes en los mercados nacionales y también las referidas a cuestiones ambientales y de sustentabilidad. Y por eso en un acuerdo (RCEP) de China con Japón, Corea del Sur y otros catorce países asiáticos no figura ningún capítulo sobre exigencias medioambientales o de derechos laborales; un acuerdo que supone englobar el 30% del PIB mundial12. Aunque se nos diga que estamos ante una “globalización inclusiva” en palabras de Xi Jinping13.

De «otra globalización es posible» a la globalización imposible

Pero lo cierto es que, con estos precedentes, en los últimos años estaría tomando carta de naturaleza la previsión de Fairbank (1986) según la cual China pasaría, de ser influenciada desde el exterior, a influir de forma determinante en el resto del mundo. Teniendo muy presente que China es, en términos económicos y tecnológicos, mucho más influyente y está hoy más integrada en la economía mundial de lo que nunca lo estuvo la URSS en su etapa de confrontación con los Estados Unidos.

Aquella globalización chiméricana (no proteccionista) devendría un imposible si China quiere evitar una letal vulnerabilidad tecnológica y de aprovisionamientos, que ponga patas arriba sus logros económicos, su soberanía nacional y su control político por un único partido. Se entiende así el impulso del sistema propio de navegación global (BEIDOU) con 35 satélites, o del buscador global BAIDU en conflicto con Google, o que ambicione liderar la Inteligencia Artificial, y que ya lidere la inversión mundial en computación cuántica.

La crisis financiera de 2008 y la pandémica de 2019 no hicieron sino reforzar aún más estas prioridades. Por un lado al aflorar las fragilidades relativas a la relocalización de cadenas globales de valor para evitar dependencias (vulnerabilidad) de aprovisionamientos críticos. También al hacer visible una vulnerabilidad occidental extrema en antibióticos, vacunas, mascarillas, equipos de protección (de China-India) o en tierras raras, así como la de China en los gigantescos recursos energéticos o alimentarios que necesita importar.

Y así poco a poco la frontera entre lo comercial, lo tecnológico y la seguridad nacional (base de fondo de una creciente desconfianza) se habría vuelto paulatinamente más y más borrosa en lo relativo al mundo digital (5G, IA, big data, sistemas operativos). Porque con estas tecnologías se puede poner en serio peligro la seguridad militar, de abastecimientos, logística, etc. de un país. Se puede poner patas arriba la soberanía nacional que los cosmopolitas de la globalización daban por superada en la fase chimericana de abducción neoliberal no proteccionista. Mientras la lista de estas tecnologías “sensibles” se hace a cada paso más larga: IA, internet de las cosas (IOT), redes 5G, Big Data, robótica, computación cuántica, e-cloud, blockchain, nanotecnologías, vehículos autónomos y movidos por electricidad, energías renovables no convencionales y biociencias.

Pues en la actualidad el problema mayor no será ya para Estados Unidos su abultado déficit comercial con China, sino la emergencia de una superpotencia tecnológica en ámbitos singularmente decisivos para la seguridad, la resiliencia y la defensa. Habría resultado inviable la hipótesis del “mundo plano” chimericano, de una hiperglobalización cosmopolita que desembocase en “una economía mundial capitalista homogeneizada con un solo Estado capitalista mundial”. Inviable una China que apenas fuese un gigantesco -y subordinado- Japón para Estados Unidos.

Y transitamos así en medio de la competencia interimperialista entre dos gigantescas superpotencias14. Pues si a Estados Unidos no le sirve otro papel mundial que el de ser única superpotencia hegemónica, la China actual es ya demasiado grande, competitiva y celosa de su autonomía para dejarse subordinar.

P.D. Sobre la improbable existencia de democracia en sistemas de capitalismo financiero o de capitalismo de Estado este ensayo incluye un apéndice titulado “Capitalismo, socialismo, democracia” (p. 159 y ss.)

1     Rodrik (2011:170 y ss.) y entrevista a Dani Rodrik en El Confidencial el 3.12.2018
2    Wang Hui (2008: 136-137), también Mazzucato (2014: 153 y ss.); sobre Huawey y el EPL, Frankopan (2018: 585)
3    Tabla 4-3 del China Statistical Yearbook de 2018
4    ITUC (2018: 10); en China está prohibido organizar sindicatos libres, Meisner (1999: 515); Mandel (1990) no reconoce una planificación socialista sin democracia y pluralismo político, imposible con un único Partido.
5     Propuestas de Garrido (2024: 26)
6    Amin (2014: 290) enfatiza el carácter público del sistema financiero chino como particularidad de su capitalismo de Estado, así como del control de su moneda y de los movimientos de capital. Siendo este un factor clave para poder hablar de competencia interimperialista -Mandel (1979: 328) (un autor que cito en mi ensayo -por su solvencia teórica y prospectiva- en más de treinta ocasiones).
7    Dai Bingguo, citado por Kissinger (2012: 525)
8    “En ausencia de un tribunal internacional que juzgue si un país es culpable de este tipo de prácticas” (Stiglitz 2006: 133)
9     ILO (2017: 400), se excluye el vector sanitario
10    V-Dem (2019: 66-67)
11    Rodrik usa el termino “hiperglobalización” (2011: 184 y 206), que podría homologarse a la hegemonía imperial global del capital en Hardt, M. y Negri, A. (2002: 26, 173, 199).
12    Zamora (2022: 38)
13    Muñoz (2018: 187 para la referencia a Xi Jinping)
14    Mandel (1979: 71, 326) frente a Friedman (2006: 149 y 433)

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Tierra de barrenaus 8×13 Cronicas mosicals y literarias

Por: Radio Topo

S’ubren las salas de conciertos y de camín s’implen de conteniu. De man de Rubén y Carlos y rechirando por las webs mosicals, charramos d’os conciertos de Crim, China chana y Fongo qui estioron en Zaragoza y Uesca presentando las suyas propuestas mosicals.En la parte literaria tos recomiendo bell par de libros bien basicos y […]

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Actualidad, historia, disturbios en Hong Kong y el resto del mundo

Por: Radio Topo

Hoy hablamos con Ruben Ruiz, profesor y gran conocedor de Eurasia, China y sus asuntos, sobre la relación entre las recientes protestas en Hong Kong y Estados unidos, el tratamiento que les ha dado la prensa y la opinion general en el mundo, las relaciones de China con la Union Europea y otros muchos asuntos.

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Condenan por segunda vez a Zhang Zhan, la periodista ciudadana que informó sobre el brote de COVID en Wuhan

Por: Paula Gonzalo
Imagen RSF

La exabogada y periodista ciudadana Zhang Zhan ha sido nuevamente sentenciada a cuatro años de prisión en China, según ha informado Reporteros Sin Fronteras (RSF). Esta condena se suma a la pena anterior, por documentar las fases iniciales del brote de COVID-19 en Wuhan, el epicentro de la pandemia.

Zhang Zhan, de 42 años, fue condenada por el mismo cargo que la llevó a prisión en 2020: «provocar disputas y problemas». Este cargo es comúnmente utilizado por las autoridades chinas para silenciar a disidentes y activistas. Su primera detención se produjo después de meses de publicar vídeos y relatos que mostraban una realidad mucho más cruda que la versión oficial del gobierno, con hospitales abarrotados y calles desiertas.

Después de ser liberada en mayo de 2024, fue detenida nuevamente solo tres meses después. Los nuevos cargos se basan en sus informes sobre violaciones de los derechos humanos y comentarios en sitios web extranjeros. Según su exabogado, Ren Quanniu, estas acusaciones carecen de fundamento.

Organizaciones como Amnistía Internacional y Reporteros Sin Fronteras condenan enérgicamente la nueva sentencia por cargos falsos, e insta a la comunidad internacional a intensificar la presión sobre Pekín para garantizar su seguridad y exigir su liberación inmediata.

Aleksandra Bielakowska, directora de defensa de RSF en Asia-Pacífico, ha declarado que Zhang debería ser vista como una «heroína de la información» y no sufrir las brutales condiciones carcelarias a las que ha sido sometida, incluyendo la alimentación forzada durante una huelga de hambre.

Beh Lih Yi, director para Asia-Pacífico del CPJ, ha instado a las autoridades chinas a liberar a Zhang de inmediato y retirar todos los cargos, calificando su detención de «arbitraria» y de un «flagrante acto de persecución por su trabajo periodístico».

En mayo, el CPJ instó a las autoridades chinas a liberar a Zhang de inmediato y retirar todos los cargos. 58 organizaciones se han unido para emitir una declaración conjunta exigiendo la liberación inmediata de Zhang y condenando al gobierno chino por esta nueva detención.

En la actualidad China es el país con mayor número de periodistas encarcelados del mundo, con 52 encarcelados al 1 de diciembre de 2024, según la investigación del CPJ.

A pesar de que China aprobó recientemente una ley para permitir que los ciudadanos informen de emergencias de salud pública de manera más directa, el caso de Zhang Zhan demuestra que aquellos que se atreven a cuestionar la narrativa oficial siguen enfrentando duras consecuencias.

¿Qué opinas sobre el caso de Zhang Zhan y la persecución contra periodistas ciudadanos en China? Comparte tu opinión en los comentarios.

(Puedes ver aquí todas las noticias publicadas sobre el tema en PC).

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✇BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…

Buenas noticias ambientales y animalistas en 2021 (semestre 2)

Por: Pepe Galindo
Si quieres ver buenas noticias ecoanimalistas recientes, haz click en la imagen.
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Estas buenas noticias no son tantas, ni tan buenas, como nos gustaría. Son mejor que nada, por supuesto. Sin embargo, ante una gran hemorragia, poner una tirita no sirve para salvar la vida del paciente. ¿Queremos salvarle?

  1. El ministro Alberto Garzón enfurece al sector ganadero al incitar a comer menos carne, por salud y para proteger al planeta: Ha sido muy criticado, incluso por miembros de su gobierno, pero es un tema ineludible. Curiosamente, el propio gobierno había aprobado en su Estrategia España 2050 que España debe —literalmente— reducir “su ingesta de alimentos de origen animal” (o sea, no solo carne, sino también pescado, lácteos y huevos). La ciencia ha hablado, la OMS también y cada vez más políticos están dejando de esconder un tema conflictivo. Además, la ganadería extensiva o la carne ecológica no son la solución al problema. Alabamos la valentía de un político que no teme las críticas.La pirotecnia contamina y molesta a personas, a mascotas y a fauna salvaje. Haz clic para informarte mejor.
  1. El lobo ya es una especie protegida en España: Esta es una noticia muy esperada. Matar lobos ya no será subastado por dinero. Cazar lobos pasa a ser un delito tipificado en el art. 334 del Código Penal, con pena de prisión de seis meses a dos años y, en todo caso, inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar. Se debe propiciar la coexistencia con la ganadería y multar a los ganaderos que no cuiden bien de su ganado. Lo que algunos decían que era imposible, se consigue cuando hay presión ciudadana y voluntad política. Es de agradecer el interés de la ministra Teresa Ribera y de todos los colectivos que se han movilizado para conseguirlo. Para los que aún no sepan las ventajas de tener depredadores como el lobo, que lean esto. Algunos inconscientes han intentado derribar esta ley, pero la propia Audiencia Nacional ha dicho que la caza produce daños irreparables.
  1. El Congreso aprueba que los animales dejen de ser considerados cosas: El bienestar de ellos se antepone a los intereses humanos. Como ya ocurre con los hijos, los animales no podrán formar parte de herencias, embargos o divorcios. Sin embargo, algunos seguirán esclavizados, como los caballos, o las vacas lecheras. Y los perros seguirán atados a sus correas. Y las perras de raza seguirán siendo obligadas a parir una y otra vez. En pocos casos —tal vez en ninguno— las mascotas están justificadas.
  1. Una mujer está comprando tierras de cultivo británicas para devolverlas a la naturaleza: Este proceso se llama rewilding (resilvestrar) y se está haciendo en otras regiones. También se benefician los humedales de la zona, que dejan de recibir fertilizantes de la agricultura (evitando así la eutroficación, que es lo que pasó en el Mar Menor). Así se demuestra también, que no es un problema que los pueblos se vacíen. El problema es que se llenen sin control de macrogranjas o de centrales de energía renovable.
  1. Buenas noticias para los animales (y para todos): El trato que damos a los animales refleja nuestro amor a la naturaleza. En materia de animalismo avanzamos más que en ecologismo.
  1. El gobierno de España descarta totalmente la mina y la planta de fabricación de concentrado de uranio: El municipio salmantino de Retortillo se libra de ese foco de contaminación y destrucción de su paisaje. El Consejo de Seguridad Nuclear ya vetó el proyecto y su opinión era vinculante. Solo votó a favor el miembro propuesto por el PP (¿casualidad?). La mina también tenía el visto bueno del gobierno local (también del PP). Hay indicios para sospechar que el interés en la mina es meramente especulativo. Es decir, el objetivo principal sería estafar a inversores. Esta buena noticia llega tarde para aquellos árboles centenarios que fueron ya talados.
  1. En la temporada 2021 se ha prohibido la caza de tórtolas en España: Cientos de miles de tórtolas se han salvado en España. Tras cuatro años de avisos y tras el ultimátum de la Comisión Europea, la mayoría de comunidades pararon la caza de estas aves. Veamos la magnitud escandalosa de la masacre: desde 2015 se abaten unos 800.000 ejemplares cada año. El ser humano destroza el planeta con su ganadería y con su caza. Somos muchos humanos y nos jugamos nuestro futuro. La solución sensata es prohibir la caza deportiva, en todos los territorios y para todas las especies.
  1. La Audiencia Nacional tumba la prórroga que Rajoy le dio a Ence para seguir contaminando la Ría de Pontevedra hasta 2073: Recurrieron la decisión Greenpeace y el Ayuntamiento de Pontevedra. Por este motivo, Rajoy fue declarado persona non grata en su Pontevedra natal. Es un caso más de cómo el PP se pone siempre del lado de los que maltratan el medioambiente.
  1. Hay millones (144) para la restauración ambiental de las minas de carbón cerradas: Llevábamos años pidiendo el cierre de las minas de Asturias y León. Ahora toca reducir urgentemente los demás combustibles fósiles.
  1. Se acabó la gasolina con plomo: Es un combustible muy tóxico, prohibido en los países ricos, pero que seguía usándose en los pobres, especialmente en África. Esta es una noticia muy positiva cuyo alcance es difícil de evaluar.
  1. El Gobierno suspende la ampliación del aeropuerto de El Prat: Los 364 millones previstos se dedicarán a otra cosa, porque el Gobierno autonómico se ha quejado por los daños ambientales. Es una pena que la ministra de Transportes no haya tomado por sí misma esa decisión. Por ella, la obra se hubiera hecho a pesar del fortísimo daño ecológico que hubiera causado la ampliación, además de los daños inherentes a todos los aeropuertos. El aeropuerto de Madrid se ampliará, si nadie lo evita.
  1. China anuncia que no va a financiar más plantas de carbón en otros países: El país más contaminante del planeta no dice nada de sus propias centrales de carbón. Es una buena noticia, pero necesitamos algo más contundente para evitar lo peor del colapso.
  1. La venta de frutas y verduras en envases de plástico estará prohibida en España en 2023 (solo en algunos casos): Todos los grupos ecologistas sostienen que el Ejecutivo no va lo suficientemente deprisa en esta materia y proponen un SDDR. Curiosamente, los ecologistas no hablan de un SDDR para reutilizar, sino para reciclar, lo cual es un error importante que se alinea con el gobierno, cuyo
    objetivo es el reciclaje, más que la reutilización. Esta es una buena noticia a medias, porque es también una oportunidad perdida para hacer las cosas bien del todo.
  1. Ley para eliminar la deforestación de las cadenas de suministro de la UE: Es un buen paso de la Comisión Europea, pero tiene lagunas importantes: solo afectaría a un número limitado de materias primas y productos, y tampoco garantiza los derechos de pueblos indígenas y comunidades locales afectadas.
  1. Cádiz, primer municipio contra el Tratado de la Carta de la Energía: Instan al gobierno a abandonar ese tratado. Es un acuerdo que beneficia a las multinacionales perjudicando la soberanía de los países firmantes. Por ejemplo, Países Bajos fue demandado por activar su descarbonización. España debe abandonar ese tratado de forma urgente, para que las multinacionales no tengan más derechos que los Estados.
  1. La Comisión Europea denuncia a España por su incapacidad de proteger el agua frente a la contaminación por nitratos de la agricultura y la ganadería: El Tribunal de Justicia de la UE tendrá que dictar sentencia. La contaminación media del agua por nitratos ha aumentado un 51,5% en los últimos cuatro años. El Gobierno español ha permitido que la ganadería industrial crezca exageradamente y que los agricultores abusen sin control. Lo del Mar Menor es solo un caso grave. Nos tememos que España tendrá que pagar una buena multa, lo cual será una buena noticia solo si se aprende la lección.
  1. España tendrá opción de menú 100% vegetal en comedores escolares e instituciones públicas: Los partidos verdes están forzando políticas verdes. Esta es una noticia buena para los animales y mejor para el planeta. Y la salud también mejorará.
  1. Los países del Mediterráneo acuerdan proteger el 30% del Mediterráneo en esta década. También se ha decidido controlar el azufre pero no el nitrógeno de la contaminación de los buques. Se evitarían 4.100 muertes prematuras anuales si se redujeran ambos gases. En todo caso proteger un 30% es insignificante en la situación actual. Necesitamos proteger urgentemente un mínimo del 50% de todo el globo y un mínimo del 50% del territorio de cada país.
  1. Bruselas pide a los países una ofensiva de impuestos verdes en luz, gas, diésel, vuelos, automóviles y navieras. La Comisión Europea quiere reforzar al máximo el principio de “el que contamina paga”. Debemos acabar con las exenciones y las subvenciones. Será una negociación complicada, porque las multinacionales mandan más que los votantes.
  1. Desactivada definitivamente la central de carbón de Carboneras: Era una de las centrales térmicas más contaminantes del país que vomitaba más 6 millones de toneladas de CO2 al año. Buenas noticias, sin duda, pero más que potenciar la transición a las renovables hay que pensar cómo reducir nuestro apetito energético.
  1. Argentina prohíbe los petardos: La prohibición fue motivada por una recogida de firmas en Change por una persona particular debido a las molestias que ocasionan a los autistas. Sin embargo, las molestias no son solo a las personas con este trastorno, sino que los problemas de la pirotecnia van mucho más lejos. Molestan a un amplio rango de personas, perturba a las mascotas (especialmente a los perros) y a la fauna silvestre (especialmente a las aves). Algunos animales llegan a morir por infarto. También hay que tener en cuenta la contaminación química de esos artefactos.

No está mal esta lista, aunque podría ser mejor… Gracias por difundir nuestros artículos.

♦ Te gustará también:

  1. Buenas noticias ambientales: semestre 1 de 2021, 2020 (semestres 1 y 2), 2019 (1 y 2), 2018 (1 y 2) y la colección completa.
  2. El lanzamiento editorial del año: Libro Relatos Ecoanimalistas, de J. Galindo (reseña).
  3. Blog de relatos del mismo autor: Historias Incontables.
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✇Rebelion

Tiananmen: de eso no se habla

Por: JDF

El 4 de junio de 1989 Concluye la represión a los manifestantes que protestaban en la Plaza de Tiananmén, en Pekín. Estudiantes chinos habían comenzado allí sus reclamos tras la muerte del reformista Hu Yaobang, el 15 de abril. El movimiento exigió reformas políticas y libertad de prensa. Una marcha de 100.000 personas puso en alerta al aparato del Partido Comunista, mientras se realizaban huelgas de hambre. El 20 de mayo se declara la ley marcial y comienza la represión. Los manifestantes instalan barricadas y resisten hasta el 4 de junio, cuando la Plaza de Tiananmén queda vacía. La imagen más fuerte de la protesta se dio al día siguiente, cuando un hombre se paró frente a una fila de tanques e impidió su avance durante unos minutos. Se calcula que pudieron haber muerto hasta 10.000 personas.

La plaza de Tiananmen, en Pekín, ha amanecido rodeada de fuertes medidas de seguridad. También se han amordazado las redes sociales, borrando cualquier referencia al 4 de junio. 

En Hong Kong, el parque Victoria ha sido cerrado al público. Las fuerzas policiales desplegadas han impedido acercarse y las autoridades han advertido a la población sobre los riesgos de intentar manifestarse en el lugar.  

En este parque, hasta hace solo dos años, decenas de miles de personas acudían con velas para celebrar una vigilia en recuerdo de las víctimas de la matanza. Algo ahora impensable.  

Hasta las misas católicas conmemorativas, una de las últimas formas en que los hongkoneses podían reunirse para recordar, han sido canceladas. 

Una matanza que no existe en los libros de historia ni en los manuales escolares, ocurrió el 4 de junio de 1989, cuando el Gobierno chino envió tropas y tanques contra los manifestantes pacíficos que reclamaban desde hacía semanas un cambio político y el fin de la corrupción. 

La represión fue brutal. Murieron cientos de personas, miles según algunas estimaciones. Las imágenes dieron la vuelta al mundo. 

En estas tres últimas décadas, China ha hecho todo lo posible para borrar la matanza de la memoria colectiva, eliminando cualquier alusión de los libros de historia, los manuales escolares o las redes sociales. 

El Gobierno chino justificó aquella matanza con el argumento de que trajo la estabilidad social que necesitaba la economía para crecer y disparar el bienestar de todos los chinos. 

Aunque entre sus demandas no figuraban explícitamente una democracia al estilo occidental o el fin del PCCh, las autori­dades vieron en el movimiento una amenaza que era necesaria aplacar. Tras días de ne­gociaciones, Ley marcial y di­vergencias en la cúpula política y militar, el ala dura del Partido se impuso. El resultado: el Ejército tomó la ca­pital, desalojó a base de porrazos, tiros y tanques las calles y quedó claro que las autoridades permitirían el desarrollo económico, pero sin libertad política.
Hubo mucha gente que protestó en las calles durante esos días, tanto estudiantes universitarios como gente de otras categorías sociales. 

Sin embargo, se sabe mucho menos de las historias de la gente que murió -trescientas personas, de acuerdo con las cifras del Partido Comunista, muchas más, que se cuentan por miles, de acuerdo con activistas, familiares de las víctimas y una serie de organizaciones humanitarias-, o acerca de los miles de detenidos -el último en ser liberado, que era en aquel entonces trabajador de una fábrica, salió de prisión en 2016. 

El Partido estaba cambiando de un modelo de “gestión política” del país a un modelo de “gestión económica”. Este proceso causó una serie de problemas y una generalización de la corrupción, lo cual fue una de las muchas razones de las protestas durante ese período.  

La secuencia básica de los acontecimientos sigue siendo la matanza cometida contra estudiantes, trabajadores y ciudadanos corrientes de Beijing; la dramática decisión del Partido Comunista de proceder a medidas represivas, al final de una lucha interna que marcaría para siempre el rumbo del PCCh; y en el trasfondo de todo ello, la “primavera china”, que había sido resultado de un período de intensa y vivaz actividad cultural y política durante los 80. 

El año 1989 constituye un parteaguas en la reciente historia de China, pues fue ese el año en que el contrato social entre el pueblo chino y el Partido Comunista se vio efectivamente transformado, poniendo al país en la senda de crecimiento económico que le ha llevado a su estatus como poder global de envergadura hoy en día.  

George Black y Robin Munro escriben en Black Hands of Beijing: Lives of Defiance in China’s Democracy Movement, “lo que tuvo lugar fue una matanza, no de estudiantes sino de trabajadores y residentes corrientes, precisamente el objetivo pretendido por el gobierno chino”.  

El hecho de que los que resultaran muertos fueran en su mayoría trabajadores nos permite comprender mejor de qué modo filtró el Partido Comunista la información que le llegaba del mundo exterior, no tanto y no sólo de la misma Plaza de Tiananmen.

En 1989, el PCCh ya llevaba trabajando dos años para dejar al margen la influencia política de Hu Yaobang. Se trataba de un reformista al que se juzgaba demasiado indulgente con las protestas que se habían convertido en un rasgo recurrente en China desde 1986. 

Hu murió el 15 de abril de 1989 de un ataque al corazón sufrido durante una reunión del Partido, y el luto por su muerte se convirtió en el acontecimiento que desencadenó las protestas a gran escala de los estudiantes, que ocuparon ese día la Plaza de Tiananmen. 

Deng Xiaoping había decidido que debería purgarse a Hu, aunque este último había sido escogido por Deng mismo como sucesor suyo.  

La casa del anciano Deng sería escenario de la reunión más importante durante esos frenéticos días de junio de 1989. Deng, veterano político y consumado estratega, captó de inmediato la naturaleza del problema: si las protestas estudiantiles se extendían a los trabajadores, la situación se volvería desastrosa para el PCCh. 

Deng recalcó repetidamente que deberían hacerse reformas, pero que era necesario tener orden para que eso pasara: la población debería estar trabajando, no protestando.  

Pensó que había logrado arreglar la situación marginando a Hu Yaobang, pero su substituto, Zhao Ziyang, se sentía predispuesto a las reformas, y esto pronto se convirtió en un problema. 

1989 fue el punto culminante de un período enormemente notable a finales de los 80: “el país se encontraba en medio de una agitación social, política y cultural”, “un mundo ebrio de posibilidades: revistas y periódicos eran más interesantes, con largos artículos de investigación publicados en nuevos medios de noticias, los llamados Baogao Wenxue (“Reportajes literarios”).

En 1988 “se estaba produciendo una profunda reflexión sobre la historia china”, y se planteaban nuevas preguntas sobre lo que de verdad significaban la identidad y la cultura chinas.  

Perry Link, el especialista académico de la Universidad de Princeton que trabajó en los Tiananmen Paper señaló: “en todos los campos todos los intelectuales suscitaban estas grandes cuestiones. Las posibilidades parecían infinitas. En los campus “los tablones de anuncios ofrecían clases de idiomas y de baile, así como foros de debate que permitían hablar con bastante libertad a los estudiantes acerca de una amplia variedad de temas”. 

Al mismo tiempo, el mundo del trabajo se encontraba en plena turbulencia.

Desde un punto de vista económico, el período de reformas había creado dos tendencias claras: la proletarización de enormes masas de la población y el surgimiento de una nueva clase de capitalistas. 

El proceso de proletarización se produjo, en términos generales, como resultado de tres factores: la emigración forzosa del campo a las ciudades, el derrumbe de las empresas de gestión estatal en las ciudades y la disolución de los negocios locales en las aldeas. El desplazamiento rural a las ciudades constituyó una tarea inmensa, que implicó a cerca de 120 millones de personas desde 1980, en algo que puede sostenerse que haya sido la mayor migración de la historia humana. 

Las SPE (empresas de propiedad estatal) habían sido el núcleo de la industrialización maoísta, y contabilizaban cuatro quintas partes de la producción no agrícola del país. La mayoría de estos gigantes se ubicaba en las ciudades, donde empleaban a cerca de 70 millones de personas en 1980. Las primeras etapas del desmantelamiento se iniciaron en 1988, y el proceso prosiguió a un ritmo rápido tras la conmoción de 1989, momento en que se aplicaron drásticas medidas en el contexto de una economía recalentada marcada por una elevada inflación. 

Se llevaron a cabo otras reformas durante la década siguiente, confirmando el significado de lo que había ocurrido en 1989. En 1994 se alentó una mayor eficiencia mediante recortes en la mano de obra. Esta nueva dirección de la gestión condujo a despidos masivos a finales de los 90, cuando el capitalismo chino experimentó su primera crisis de sobreproducción, la cual marcó una brusca transición de la vieja economía de escasez a una nueva economía de plusvalía.

El resultado fue espectacular: el empleo en las empresas de propiedad estatal había quedado reducida a la mitad, a medida que 40 millones de personas se encontraron sin el tradicional “tazón de arroz de hierro”, símbolo y garantía de seguridad en el empleo en las viejas empresas del Estado. 

Para este grupo de individuos, la mayoría de edad mediana, se avizoraba la perspectiva de convertirse en una suerte de “infra clase urbana”. 

En China, en lugar de la creciente opulencia, el aumento del nivel educativo y el aburguesamiento de una gran parte de la clase trabajadora, que se ha producido en muchas sociedades junto al desarrollo económico -y de manera muy señalada entre los vecinos de China en el Este de Asia, como Corea del Sur, Japón y Taiwán- esta informalización de la economía urbana representa una regresión, no un ascenso para una parte bastante numerosa de la población urbana. 

Estos procesos, que llegaron a su punto álgido en los 90, fueron el resultado directo de lo que había sucedido en China a finales de los 80. En octubre de 1983, el Diario del Pueblo escribía que los trabajadores no tenían de qué quejarse: la recesión que se había adueñado del mundo capitalista a principios de los 80 ofreció la oportunidad a las autoridades chinas de recordar a los trabajadores del país que estaban mejor de lo que habían estado alguna vez, señalando el elevado desempleo de Occidente como prueba de “la superioridad del socialismo”. 

La dirección china consideró éste el momento de pregonar sus éxitos: tal como escribe Jackie Sheehan en Chinese Workers: A New History (Londres, Nueva York, 1998), se trataba de una situación en la que “algunos trabajadores ya estaban advirtiendo los beneficios del aumento salarial y de las bonificaciones, de acuerdo con las reformas, y todos esperaban beneficiarse en un próximo futuro”. 

Pero estas expectativas acabaron desmentidas por la realidad, porque estaban empezando a aparecer signos de patente injusticia: “Había muy escasa aceptación entre los trabajadores de la idea de Deng Xiaoping de que todo iría bien si ‘unos cuantos se hacen ricos primero’; esto lo consideraban sencillamente como una injusticia distributiva”. Por añadidura, “muchos trabajadores se sentían hondamente agraviados hasta por diferencias salariales que no se considerarían muy grandes de acuerdo con criterios occidentales ahí donde se advertían, sin embargo, como injustas […]. Un resentimiento especialmente agudo fue el que provocó la brecha cada vez mayor entre las bonificaciones pagadas a los trabajadores y las que recibían los gestores superiores de las empresas, que en algunos casos podían ser de veinte a treinta veces mayores que el pago equivalente a los trabajadores”. 

Sin embargo, el efecto negativo de las reformas sobre las relaciones entre los trabajadores y la gerencia pronto se extendería “más allá de las disputas sobre el aumento de la desigualdad de renta, por seria que ésta fuera”.  

En una época en la que se exigía más y más eficiencia a los trabajadores, durante las frenéticas horas de mayo y junio de 1989, “las deficiencias de gestión se convirtieron en significativa manzana de la discordia de un modo como nunca antes había sucedido”. 

En este contexto, la presencia de los estudiantes en la Plaza de Tiananmen comenzó a ser causa de gran preocupación para el Partido Comunista, temeroso de volver al período de dominio de las multitudes durante los días de la Revolución Cultural. 

Deng mismo expresó la creciente sensación de irritación, afirmando en una reunión del Partido a finales de abril que “no se trata de un movimiento estudiantil corriente. Se trata de agitación”. 

Al mismo término se recurriría en el artículo de opinión del Diario del Pueblo publicado el 26 de abril, que condenaba las protestas estudiantiles con toda nitidez. Fue éste el momento en que se deterioró sin remedio la relación entre el Partido Comunista y quienes protestaban. 

Desde ese momento, Deng trabajaría junto al Comité Permanente hasta la dramática votación sobre la declaración del estado de sitio (que se revocaría sólo en 1990).

En su crónica desde China, con fecha del 20 de julio de 1989, publicada en The New York Review of Books, Roderick MacFarquhar, escribió: “Dividido en la cúspide, el Partido Comunista Chino ya no podía habérselas con las múltiples presiones que sufría y se agrietó. Mientras que el primer ministro, Li Peng, actuó como líder severo a modo de testaferro, está claro que las decisiones no las tomó en última instancia su Consejo de Estado, o el Politburó, ni siquiera los cinco hombres del Comité Permanente sino el duunvirato a cargo de la Comisión de Asuntos Militares, Deng Xiaoping y el presidente Yang Shangkun, jaleados por un grupo de añosos revolucionarios virulentos”. 

El voto para declarar la Ley marcial supuso un ejemplo claro del funcionamiento del mecanismo que se había establecido: en esencia, Zhao Ziyang era el único a favor de escuchar a los estudiantes, incluso de apoyar algo así como una “retractación” del artículo del 26 de abril (una idea que fue rechazada de forma clamorosa por parte de Bo Yibo, uno de los “ocho inmortales” y padre de Bo Xilai, de más reciente fama). 

Entre el 26 y el 27 de abril, el Comité Permanente del Politburó se reunió para votar la propuesta de declarar el estado de sitio. 

Los cuatro miembros votaron del modo siguiente: Li Peng y Yao Yilin votaron a favor, Zhao Ziyang votó en contra y Qiao Shi se abstuvo. En ese momento, la iniciativa pasó a los ocho inmortales: ya no había vuelta atrás.

Tal como se afirma en The  Tiananmen Papers: “En la mañana del 18 de mayo, los ocho ancianos -Deng Xiaoping, Chen Yun, Li Xiannian, Peng Zhen, Deng Yingchao, Yang Shangkun, Bo Yibo y Wang Zhen- se reunieron con los miembros del Comité Permanente del Politburó Li Peng, Qiao Shi, Hu Qili y Yao Yilin, y con los miembros de la Comisión de Asuntos Militares, el general Hong Xuezhi, Liu Huaqing y el general Qin Jiwei, y acordaron formalmente declarar el estado de sitio en Beijing”. 

El Secretario General Zhao no asistió a este encuentro y poco después se le expulsó de su puesto. Antes de que se le pusiera bajo arresto domiciliario, situación en la que permanecería hasta su muerte en 2005. El 19 de mayo, a las cuatro de la mañana, Zhao acudió a la plaza y se mezcló entre los estudiantes. Acompañado por el Director de la Oficina General del Partido, Wen Jiabao (que se desempeñaría más tarde como primer ministro de la República Popular China entre 2002 y 2012), Zhao les dijo a los estudiantes: “Hemos llegado demasiado tarde”. 

Antes, el 18 de mayo “Li Peng y otros funcionarios del gobierno se encontraron en el Gran Salón del Pueblo con Wang Dan, Wuerkaixi, y otros representantes estudiantiles. Li afirmó que nadie había declarado nunca que la mayoría de los estudiantes se hubiera visto envuelta en agitaciones, pero que, con excesiva frecuencia, gente sin intención de crear agitación lo que de hecho había conseguido era provocarla. Se mantuvo firme respecto a la redacción del editorial del 26 de abril y afirmó que el momento actual no era apropiado para debatir las dos demandas de los estudiantes. Wang Dan había declarado que la única manera de sacar a los estudiantes de Tiananmen consistía en reclasificar el movimiento estudiantil como patriótico y retransmitir en directo el diálogo entre los estudiantes y la dirección en la televisión”. 

No había más espacio para el compromiso: la decisión de “desalojar la plaza” vino directamente de Deng Xiaoping y la “matanza de Beijing” tuvo lugar durante la noche del 3 al 4 de junio. 

Fue un momento en el que se cazaba literalmente a la gente por las calles de China. Mientras tanto, en la trastienda del Partido Comunista tomaba forma una idea clara: no se debía permitir que lo que acababa de pasar volviera a suceder. 

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BYD, China y el nuevo orden mundial

Por: Caty R

Los aranceles se suelen aplicar en dos momentos cruciales del desarrollo de una economía: bien en la fase inicial de la industrialización, cuando los Estados intentan promover a los jóvenes líderes del mercado nacional, bien en épocas de debilidad, cuando las élites de un país quieren frenar el declive inminente. La caótica guerra comercial de Donald Trump es un ejemplo de esto último. En medio del declive de la hegemonía estadounidense, está surgiendo un orden geoeconómico y geopolítico alternativo: una globalización económica basada principalmente en las baterías, con un claro sello chino. En otras palabras: en este nuevo orden, China asumirá el papel de líder y las tecnologías verdes serán el motor más importante. Esto se refleja más claramente en la enorme expansión internacional de la industria china de vehículos eléctricos.

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Rumbo y tiempo en el proceso chino

Por: JDF

Esto es especialmente crucial en un momento como el actual en que el proceso chino encara retos mayúsculos en todos los planos y cuya resolución efectiva es clave para lograr la modernización no solo en el plano material sino también en el orden de la gobernanza y de la ideología. El PCCh está habilitando una nueva legitimidad, alejada tanto del hecho revolucionario como del éxito económico.

Y ello en el marco de crecientes tensiones externas azuzadas por los temores que suscita en poderosos actores internacionales esa otra doble perspectiva: el cambio de rumbo en la sociedad internacional y la imparable evolución hacia otro modelo de gobernanza global estimulado por el auge de China, con fuerte impacto internacional, en lo que parece ser solo cuestión de tiempo.

La cuestión del rumbo

Respecto al rumbo general del proceso chino, el hecho circunstancial de realzar la importancia del avance tecnológico o la nueva ola de reformas en curso con la mirada puesta en facilitar una mayor vertebración del mercado o de procurar un mayor espacio a la iniciativa privada, no debiera inducir al error de considerar que ello implica un cambio sustancial en los fundamentos ideológicos y sistémicos.

Es precisamente en ese contexto que, en paralelo, se multiplican las invectivas internas respecto al liderazgo del PCCh y a fortalecer su raíz ideológica. El xiísmo, en este sentido, ha sabido “caminar con las dos piernas”, de forma que los impulsos de apertura en ámbitos cruciales han coexistido de forma plausible y deliberada con una atención muy pronunciada al cultivo teórico en una perspectiva que está bien lejos de desentenderse del marco ideológico fundacional. Pero los principios básicos, alejados de cualquier dogmatismo, no devienen en impedimentos.

Esto no quiere decir que no enfrente resistencias y contradicciones que deben ser resueltas en una perspectiva nueva y original, que preserve la estabilidad y la armonía, pero también que persevere en la inalterabilidad sustancial del modelo. Esto es especialmente exigible en aquellos ámbitos que refuerzan el sentido social del proyecto. No basta con cantar alabanzas a la erradicación de la pobreza extrema, por muy trascendental que haya sido este logro, sino también multiplicar las políticas públicas para amortiguar los aun muy altos índices de desigualdad. Por fortuna, es este un principio asumido para elevar con urgencia los niveles de inmunidad sistémica frente a la presión exterior.

Esta actitud vigilante del PCCh que atiende al trazo grueso del proceso de reforma en curso tanto postula la eficacia a la hora de resolver los desafíos como también apela al mantenimiento del sentido general de una transición cuyos fundamentos solo pueden ser salvaguardados por un mandarinato muy sólidamente asentado en aquel ideario inspirador llamado a blindar las soluciones propias. Estas, muy comprometidas con una modernización que excluye la sumisión dependiente, tanto deben atender a las peculiaridades ideológicas sin renuncias como a los factores culturales y civilizatorios, muy efectivos, quizá más, a la hora de blindar el proceso chino.

El factor tiempo

Pero todo ello suscita subprocesos (deterioro ambiental, desigualdades sociales, etc.) que a menudo afean el sentido general del trazo grueso; no obstante, encararlos sin voluntarismos requiere de tiempo e ingenio, más aun en un país de la escala de China. Dar forma social a la prosperidad compartida y a la vez asegurar el avance de las reformas diferenciando la jerarquía de objetivos que provea del poder global necesario para multiplicar la influencia del país es una ecuación nada fácil de cuadrar. Las autoridades chinas así lo reconocen; en Occidente se problematiza aun más apelando incluso a las cíclicas teorías del colapso, o también exhibiendo el dedo acusatorio sobre un cambio de tendencia que robustecería la impronta capitalista y hasta imperialista.

A medida que el proceso avance, la cuestión del rumbo puede complicarse. No es que el modelo liberal exhiba su mejor momento y poco apetecible puede resultar cualquier emulación, pero no siempre será fácil en China establecer los límites infranqueables para perseverar en el mantenimiento de la naturaleza sistémica. Lo que China está demostrando es que su modelo es, cuando menos, equiparable en capacidad transformadora al occidental. Distinguir lo que se debe actualizar y lo que no en un contexto de cambio tan pronunciado y de aceleración de las transformaciones internas y globales no será tarea baladí y exigirá también un esfuerzo reflexivo y teórico de alto nivel.

Lo demorado del proceso cuya finitud no asoma ni mucho menos en el horizonte frente a la consistencia sistémica del modelo liberal aun con altibajos políticos, económicos y sociales bien conocidos, sugiere que el efectismo de los éxitos de China en su desarrollo no deben ser considerados ni definitivos ni irreversibles. Al contrario, exige seguir tirando del carro habilitando los amplios consensos que aseguren la vigencia del trazo grueso. En 2049 se culminará, según lo planeado, la modernización pero nadie puede afirmar que entonces se habrá culminado aquello que Deng Xiaoping imaginaba como la “etapa primaria” y que exigiría, al menos, cien años.

Pensar en horizontes temporales tan dilatados puede sonar a subterfugio. Y quizá lo acabe siendo. En la China Antigua, la medición del tiempo ocupaba una posición secundaria con respecto a otros menesteres -como la observación astronómica- en los que logró alcanzar un refinamiento y precisión instrumental sin parangón. Aplicada hoy al sistema, esa actitud se antoja la garantía de acierto en una gestión que necesita combinar lo acupuntural y lo contextual.

Lo que sabemos a día de hoy es que los intentos de acelerar el paso ofrecen un balance trágico. Por tanto, ni hay plazos ni tampoco modelos acabados ni universales. Ese rumbo y ese tiempo, teóricamente establecido e incluso fundamentado en experiencias anteriores, si algo ha enseñado es que no es el camino. Por el momento, la única certeza es que la reforma en China debe seguir, persistiendo en las cohabitaciones estratégicas que, en paralelo, no afecten a las claves motivacionales profundas aunque sí pueda hacerlo a las pragmáticas superficiales para abrir paso no a un modelo concebido para dominar el mundo sino para configurar y transformar el modelo desde dentro de forma que pueda servir de referencia global.

Xulio Ríos es asesor emérito del Observatorio de la Política China. Acaba de publicar “Marx&China. La sinización del marxismo” (Akal).

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Las 10 Noticias Más Destacadas del 2023 en Participación y Contenido Generado por el Usuario

Por: Paula Gonzalo

Como cada año, ofrecemos un repaso por las diez noticias más significativas en el ámbito de la participación y el contenido generado por el usuario en este 2023:

1. Index Index Advierte del Retroceso de la Libertad de Expresión en el Reino Unido: El año comenzó con la publicación del Index Index , un proyecto del Index on Censorship, (@IndexCensorship), que reveló un retroceso en la libertad de expresión en el Reino Unido. Este índice global de censura mapea el panorama de la libertad de expresión en todo el mundo. El análisis destacaba la caída del Reino Unido clasificado como «parcialmente abierto» tras aprobar el proyecto de ley de seguridad en línea del gobierno.

2. Mapathon de OpenStreetMap para Ayudar en el Rescate Tras el Terremoto en Turquía:  Open Street Map LATAM, (@OSMLatam), una organización humanitaria de mapeo participativo y datos abiertos, puso en marcha un Mapathon para contribuir en las labores de rescate y emergencia tras el terremoto que asoló Turquía gracias a la colaboración ciudadana. El Equipo Humanitario de OpenStreetMap (HOT) movilizó a más de 1,640 voluntarios para contribuir en las labores de rescate. Esta iniciativa demostró el poder del mapeo participativo y los datos abiertos en la respuesta humanitaria.

3. Geochicas: Mapeadoras Trabajando en Favor del Empoderamiento Femenino: Descubrimos el trabajo de Geochicas, (@GeochicasOSM) es un colectivo de mujeres mapeadoras en al menos 3 continentes, que trabajan en favor del empoderamiento femenino y  la reducción de la brecha de género en las comunidades hispanohablantes de #OpenStreetMap y en otras asociadas al mundo del software libre y los datos abiertos. Entrevistas con las coordinadoras, Celine Jacquin y Selene Yang, resaltaron la importancia de la perspectiva de género en el ámbito de datos y software libre.

4. Desinformación y Fakenews: La desinformación fue un tema destacado del año. Raúl Magallón, (@raulmagallon ), periodista, escritor y profesor de periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, abordó este problema en su libro UPDATING NEWS: Información y democracia. Magallón exploró la fatiga informativa, el papel de las redes sociales y la normalización de la desinformación en la sociedad actual. En entrevista con el autor señalaba: «Más información no ha traído un mundo donde nos sintamos mejor informados, pero tampoco un mundo donde más información sea sinónimo de un mundo más democrático«.

5. Radio Free Asia se hacía eco de la situación de Fang Bi, uno de los activistas chino encarcelado en secreto tras grabar y hacer públicos vídeos de los cadáveres apilados en Wuhan en los primeros días de la pandemia a principios de 2020. Fang Bi fue «sentenciado en secreto por el Tribunal Popular del Distrito de Jiang’an a más de tres años de prisión». Fang Bin se hacía eco de la posible liberación del activista, uno de los primeros periodistas ciudadanos represaliados por el gobierno chino por informar de la dimensión real de la pandemia.

6. Radio Rozana: Periodismo Profesional y Ciudadano en Siria : Radio Rozana, un canal de radio independiente nacido en los primeros días de la revolución en Siria, destacó por su valioso trabajo en medio del acoso informativo en el país. Fundada por Lina Chawaf, la emisora se trasladó a Turquía para garantizar la seguridad de sus periodistas. Además, capacitó a periodistas ciudadanos para informar sobre conflictos y emergencias, demostrando la importancia del periodismo independiente.

7. La justicia ambiental continúa ampliando territorio frente a la emergencia climática. Witness y su Guía para la Defensa Medioambiental nos acercaron un ejemplo práctico de cómo esta organización internacional de defensa de derechos humanos, continúa trabajando en la defensa medioambiental. Esta guía, bajo licencia CC, proporciona información efectiva sobre cómo utilizar vídeos ciudadanos como evidencia jurídica para la defensa de los derechos medioambientales, contribuyendo al activismo y la rendición de cuentas.

8. El desvastador Terremoto de Marruecos registrado gracias a los Vídeos Ciudadanos: Después del devastador terremoto en Marruecos, más de 2,900 muertos y 5,500 heridos, la ciudadanía compartió videos impactantes que ilustraban la magnitud de la catástrofe. Estos vídeos, generados por usuarios, no solo sirvieron para informar en tiempo real, sino también para concienciar sobre la importancia del contenido generado por el usuario en situaciones de emergencia.

9. Twitter se convierte en X ante las numerosas críticas internacionales por la Gestión de Elon Musk: El periódico Los Angeles Times cuestionó abiertamente la efectividad de la red social X (anteriormente Twitter) bajo la dirección de Elon Musk. Críticas surgieron en torno a la veracidad de la información compartida en la plataforma, y se expresó preocupación sobre la disminución de la fiabilidad de las fuentes verificadas desde que Musk asumió un papel más prominente en la toma de decisiones.

10. Nuevos tiempos piden nuevos proyectos informativos basados en el periodismo social. AmazOndas: Radio Comunitaria en la Selva Peruana: AmazOndas (@amazondas), un proyecto de radio comunitaria en la selva peruana, se destaca por promover el diálogo y la integración. Dirigido por Fátima González Donado, este proyecto nace con el objetivo de convertir la radio en un instrumento en favor del diálogo y la integración en Santa Clara del Ojeal, un pequeño pueblo en la selva peruana.

Puedes consusltar aquí las noticias más destacadas de 2022.

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✇Periodismo Ciudadano

Fang Bin, El activista chino represaliado por informar de la COVID 19 podría ser liberado tras tres años de encierro

Por: Paula Gonzalo

Radio Free Asia se hace eco de la posible liberación del activista chino, encarcelado en secreto a principios de 2020, el próximo 30 de abril. Fang Bi fue «sentenciado en secreto por el Tribunal Popular del Distrito de Jiang’an a más de tres años de prisión». La familia parece haber sido informada a través de un comunicado pero, señalan, «no han recibido ningún documento legal ni una copia de la sentencia… y no conocen la naturaleza de los cargos».

Fang Bin, encarcelado tras grabar y hacer públicos vídeos de los cadáveres apilados en Wuhan en los primeros días de la pandemia, fue uno de los primeros periodistas ciudadanos represaliados por el gobierno chino por informar de la dimensión real de la pandemia. Su detención se sumó a la de otros muchos activistas que sufrieron una represión similar como el periodista ciudadano, Chen Qiushi, que había estado entrevistando a personas en los alrededores del hospital. (Puedes consultar más información sobre dichos activistas aquí)

La Comisión Ejecutiva del Congreso de EE. UU. sobre China pidió la liberación de Fang en su informe anual en noviembre pasado, junto con todos los detenidos por informar sobre la pandemia en China.

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✇Asociación Artística y Cultural

tag:blogger.com,1999:blog-8440963687458521412.post-1159239760552539103

Por: thakhiruna

C U L T U R A   V I V A  !

Experiencias de interculturalidad y derechos humanos".

 


 

Pintura, música, danza y charlas de interculturalidad.

 

¿DE QUÉ SE TRATA?
Es una propuesta cultural concebida por Thakhi-runa, en la que de manera lúdica y práctica, nos aproximamos

a expresiones culturales de China, Latinoamérica y África Occidental.
Territorios origen, de personas que han migrado y construido arraigo en el territorio balear.

 

¿CUÁNTAS SESIONES?

Tres.

La primera sesión, " La cultura china de Mallorca, a partir de su pintura tradicional",

en la que, de la mano de un maestro en el oficio y una narradora china, nos permitirán conocer el significado filosófico

y cultural de su pintura tradicional.
Podremos hacer nuestros propios "trabajos pictóricos" guiados por él y ella.

 

La segunda sesión, “La cultura latinoamericana de Mallorca a partir de la experiencia corporal y musical de la cumbia contemporánea”,

en esta jornada, de la mano de una antropóloga y una folclorista colombiana, dejaremos llevar nuestros cuerpos por los sonidos,

el ritmo y la cadencia de esta embriagadora música. Conoceremos también, el significado sociocultural, sus orígenes y evolución contemporánea.

Una experiencia para el cuerpo, la mente y los sentidos.

 

La tercera sesión, “La cultura  afro-occidental de Mallorca a partir de la danza popular”, en esta jornada podremos adentrarnos

en la magia de los ritmos de este territorio del África Occidental que nos conectará con esa música y esos bailes con los que se construye resiliencia y vitalidad cultural.

 

Las tres experiencias culturales estarán complementadas con sesiones y dinámicas de reflexión y debate sobre el significado e impacto social

de las migraciones humanas, la tragedia social que representa la estigmatización cultural y la necesidad de encontrar dinámicas sociales

que enriquezcan la convivencia intercultural en Mallorca, un territorio con una riqueza en su diversidad cultural enorme.

 

 

CUANTO CUESTA?

Es gratuito, es parte de un proyecto que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Cooperación de las Illes Balears.

 

DÍAS Y HORARIOS

Próxima edición:

Sábados 23, 30 de octubre, y 6 de noviembre. De 11:00 a 13:00 h.

 

En la biblioteca pública Can Sales de Palma


 

Debido al aforo limitado tienen prioridad las personas que se inscriban como mínimo a 2 sesiones, preferiblemente a las 3.

El material necesario para todas las actividades lo suministramos desde Thakhi-runa.


No se requiere conocimiento previo.


¿DÓNDE PUEDO INSCRIBIRME?

Llamando al teléfono 971 176 030

de la biblioteca pública Can Sales de Palma


 

Os dejamos nuestro contacto por si se requiere cualquier consulta adicional.
617543544
info@thakhi-runa.com
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