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Libro El mundo no se acaba, de Hannah Ritchie (resumen)

Por: Pepe Galindo

Un libro escrito por una científica y divulgadora de la Universidad de Oxford que tiene por bandera el optimismo y los datos (Anagrama, 2025). Se aleja del catastrofismo ecologista casi tanto como del negacionismo climático; y afirma que «aceptar la derrota ante el cambio climático es una postura indefendiblemente egoísta».

Hannah Ritchie aclara que su optimismo es «condicional» (i.e., condicionado a actuar adecuadamente); que es diferente a un «optimismo ciego» que confía sin promover la acción organizada. Su objetivo es conseguir que seamos la primera generación que logre alcanzar la sostenibilidad completa en los dos sentidos que recoge la definición de la ONU: satisfacer las necesidades de las generaciones actuales; y hacerlo sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer las suyas. Con respecto al primer aspecto, Ritchie opina que falta mucho por hacer aunque, al menos, se ha avanzado una barbaridad en aspectos tales como: la mortalidad infantil y materna, la esperanza de vida, el hambre y la malnutrición, el acceso a recursos básicos (agua, energía…), la educación y la pobreza extrema.

Por supuesto, estos avances en la calidad de vida global también «han tenido un enorme coste medioambiental», lo cual ha empeorado de forma colosal el segundo requisito de la sostenibilidad. Para equilibrar la situación, el libro examina en detalle siete problemas medioambientales y sus interconexiones entre sí.

Antes de examinar esos siete problemas, Ritchie se distancia de dos soluciones típicas del ecologismo: despoblación y decrecimiento. La primera consiste en reducir el tamaño de la población y Ritchie afirma que realmente esa no es una alternativa, primero porque la población ya se está frenando a nivel mundial y, segundo, porque es muy complicado hacerlo de forma ética. Apunta a que más impacto que la superpoblación lo generan los estilos de vida (especialmente de los millonarios), lo cual podría estar afectado por la segunda solución que Ritchie rechaza, el decrecimiento, entendido como un retroceso o empobrecimiento. Para ella, la pobreza no implica mayor sostenibilidad, por supuesto, si consideramos los dos pilares de la sostenibilidad anteriormente indicados. En el libro, ella matiza que es cuestionable el crecimiento en los países ricos, pero que para acabar con la pobreza se necesita un crecimiento económico global. Para ella, no vale cualquier crecimiento y afirma —igual que cualquier decrecentista— que sería necesario crecer en algunos sectores y tecnologías y decrecer en otras. Tal vez, la promesa más impactante del libro es que dice demostrar que podemos reducir el impacto ambiental y, a la vez, mejorar la situación económica.

1. Contaminación atmosférica

Aunque no se suela decir, la contaminación atmosférica es «una de las principales causas de mortalidad en el mundo». Las cifras de fallecidos por esta causa son similares a las muertes por tabaquismo; seis o siete veces mayores que los muertos en accidentes de tráfico; y superan en cientos de veces la cifra de vidas perdidas por terrorismo o por guerras. Cada año, la mala calidad del aire suele ser quinientas veces más mortífera que todas las catástrofes «naturales» juntas.

La buena noticia es que se está reduciendo este tipo de contaminación, especialmente en las ciudades, lo cual baja las tasas de mortalidad. Es preciso tomar medidas locales y globales. Usemos como inspiración el Protocolo de Montreal para eliminar las sustancias químicas que degradaban la capa de ozono, un problema de cuya gravedad advirtió incluso Carl Sagan. En 1987 fue firmado por 43 países; y en 2009 se convirtió en el primer convenio internacional que logró la ratificación universal de todos los países del mundo. Un ejemplo que demuestra que hacer caso a la ciencia tiene resultados positivos.

A escala global, la mayor fuente de contaminación es quemar madera o carbón, incluyendo aquí las quemas agrícolas. Luego está la polución por actividades agropecuarias, principalmente por culpa de la ganadería y por los fertilizantes. Después viene la quema de combustibles fósiles para producir electricidad. Luego, diversas industrias (textiles, químicas, metalúrgicas…), seguidas del transporte de personas y mercancías.

Resumen del libro "21 lecciones para el siglo XXI" de Harari. En nuestro blog también encontrarás el resumen de su libro "Sapiens"

Lee también un resumen de este libro de Yuval N. Harari.

♦ Las soluciones propuestas pueden parecer caras, pero son muy baratas si las comparamos con los cientos de millones en gastos por no solucionar el problema:

  1. Lo más urgente es «dejar de quemar cosas» y, cuando no sea posible, capturar las partículas de la combustión.
  2. Detener las quemas agrícolas por ser una inmensa fuente de contaminación estacional fácil de evitar haciendo compost, triturando, etc.
  3. Conseguir combustibles limpios para cocinar y calentarse. La leña puede ser muy natural, pero es la forma más contaminante de conseguir calor. Provoca múltiples enfermedades por respirar el humo.
  4. Eliminar el azufre de los combustibles fósiles. Es tan simple como poner filtros en las chimeneas.
  5. Transporte más limpio. Los vehículos eléctricos contaminan menos, pero no son parte de la solución porque siguen siendo origen de multitud de emisiones. Por supuesto, la aviación es muchísimo peor.
  6. Transporte sostenible: caminar, ir en bicicleta o en transporte público.
  7. Abandonar combustibles fósiles, en favor de las renovables y de la energía nuclear. Ritchie es contraria a debatir entre renovables y nuclear porque, para ella, lo importante es que son energías con bajas emisiones de CO2. No tiene en cuenta el problema de los residuos radiactivos, ni el riesgo de atentados terroristas, ni el hecho de que las nucleares no sean rentables sin subvenciones de dinero público.

2. Cambio Climático

«Un mundo 6 ºC más caliente que el actual sería devastador», nos advierte la autora. Tras comentar algunas de las consecuencias del calentamiento global, afirma que «si cada país cumpliera realmente sus compromisos climáticos, llegaríamos a los 2,1 ºC en 2100», lo cual sería una gran noticia, aunque podría ser mejor.

Hannah Ritchie asegura que «las tecnologías bajas en carbono resultan cada vez más competitivas» y «los líderes mundiales se han vuelto más optimistas». Ahora tenemos infraestructuras mejor preparadas, podemos predecir eventos climáticos extremos, organizar evacuaciones, existen redes internacionales de apoyo, etc. En definitiva, estamos mejor preparados que en el pasado y sabemos cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono, porque hay solo dos fuentes principales: «la quema de combustibles fósiles y el cambio en el uso de la tierra» (deforestación).

La situación actual es que «las emisiones totales siguen aumentando, pero las emisiones per cápita han tocado techo». Ese dato es utilizado por la autora para ser optimista y esperar a que la contaminación empiece a declinar, al menos en los países ricos, porque dice que está demostrado que «los avances tecnológicos hacen que hoy consumamos mucha menos energía que en el pasado». Como ejemplo, afirma que en Suecia se vive con igual nivel que en Estados Unidos y, sin embargo, se emite solo una cuarta parte. Según sus datos, el crecimiento económico y la reducción de emisiones son compatibles. El problema es que mira datos de países ricos que ya son exageradamente insostenibles. En tales casos, ¿es correcto celebrar una pequeña reducción en su contaminación?

En su análisis, asegura que «las soluciones que pasan por reducir el consumo de energía a niveles muy bajos no son buenas», porque la energía es fundamental para mantener o aumentar la calidad de vida. Tampoco ve adecuado que se avergüencen los que viajan en avión, porque para ella volar es un gran invento y las ventajas son suficientes para olvidar sus serios inconvenientes. ¿Será una excusa para justificar su gusto por volar?

♦ Soluciones que propone:

  1. Transición hacia la energía renovable por todas sus ventajas. El inconveniente del espacio que requieren se resuelve buscando lugares adecuados: tejados, agrovoltaica, etc.
  2. Electrificar la demanda de energía donde sea posible y aumentar el almacenamiento (baterías…). Ritchie está convencida de que esta transición requerirá menos actividad minera que con combustibles fósiles.
  3. Replantear el transporte a larga distancia.
  4. Alimentación. Aunque sostiene que no es preciso ser veganos, deja claro que cualquier cambio a dietas más vegetales tiene una enorme influencia en el clima, como por ejemplo elegir hamburguesas de pollo en lugar de ternera (que es la carne con más huella de carbono). Con datos muy fiables confirma que «la carne con emisiones de carbono más bajas supera las de la proteína vegetal con emisiones más altas». Y no importa demasiado si son alimentos ecológicos, de proximidad o en extensivo. La autora afirma que adoptando las siguientes medidas se liberaría suficiente tierra como para compensar las emisiones del sistema alimentario resultante:
    • Comer menos carne.
    • Adoptar las mejores prácticas agrarias.
    • Reducir el consumo excesivo y el desperdicio alimentario.
  5. Reducir las emisiones por la construcción, básicamente eliminando el cemento, un material muy contaminante en su fabricación. Propone usar otros materiales y, aunque no lo cita, una opción es el cemento Sublime.
  6. Poner precio al carbono para que los productos de altas emisiones sean más caros y menos accesibles. Como todos sabemos, los precios no reflejan los costos de los productos, y mucho menos los costos ambientales. El peligro de esta medida —y Ritchie lo subraya— es que haga que las familias pobres sean aún más pobres. Para evitarlo se deben incluir ayudas y conseguir que sean los ricos los que más paguen, porque son, de hecho, los que más carbono emiten.
  7. Sacar a la población de la pobreza es otra medida para adaptarnos al cambio climático, porque son los pobres los más vulnerables.
  8. Mejorar la resiliencia de los cultivos ante los efectos del cambio climático.
  9. Adaptarnos ante el aumento de temperaturas.
  10. No caer en la trampa psicológica de la «autoconcesión moral». Esto ocurre cuando nos permitimos algo negativo porque creemos que lo compensamos con un sacrificio en otro aspecto. Por ejemplo, comernos un filete porque reciclamos el envoltorio de plástico; o caer en las trampas del greenwashing. Para ello, es importante tener muy presente qué cosas a nivel individual tienen más y menos impacto.

Un problema de la forma de comunicar de Ritchie es que quita importancia a aspectos que, aunque no sean principales, tienen suficiente peso como para no ser despreciados. Es como si olvidara el efecto sinérgico de juntar varias fuerzas. Sumar muchos pocos hace un mucho. A veces, este tipo de contradicción se hace patente en una misma explicación. Por ejemplo, cuando literalmente escribe: «Cambiar nuestra alimentación no va a resolver el cambio climático: para ello tenemos que dejar de quemar combustibles fósiles. Pero arreglar únicamente nuestros sistemas energéticos, ignorando la alimentación, tampoco nos llevará a esa meta».

3. Deforestación

La tierra ha perdido un tercio de todos sus bosques desde el final de la última glaciación. En el último siglo, también se ha perdido mucha superficie forestal, casi toda debida a la expansión de la agricultura. Las zonas incendiadas se regeneran si se las deja. Al perder bosques se emite carbono, pero Ritchie considera que eso es secundario en comparación con la pérdida de biodiversidad.

También resalta cómo la pérdida de hábitats se puede frenar con medidas políticas. Por ejemplo, «Brasil logró reducir la deforestación en un 80 % en solo siete años bajo la presidencia de Lula da Silva».

Con respecto al aceite de palma, no considera que su consumo sea preocupante, porque no se sabe con certeza la deforestación que causa de forma directa. Opina que no sería justo culpar a ciertos campos de palmeras de la deforestación de esas áreas si los bosques fueron talados con anterioridad. Es decir, no tiene en cuenta que esas zonas podrían volver a ser bosques. Además, sostiene que usar otros tipos de aceites podría ser incluso peor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que evitar el aceite de palma no obliga a optar por otro aceite, sino que se puede optar por no consumir productos con aceite de palma (bollería, alimentos ultraprocesados, etc.) sin sustituirlos por nada con otros aceites. En cualquier caso, apoya el uso de aceite de palma certificado como sostenible (RSPO) y deja claro que «el biodiésel de aceite de palma produce más emisiones de carbono que la gasolina o el gasóleo».

«La tala de bosques para dejar espacio al ganado bovino es responsable de más del 40 % de la deforestación mundial». El siguiente factor de pérdida de bosques es la palma y la soja y, en tercer lugar, la silvicultura (papel/celulosa). Así, pues, la mejor forma de frenar la deforestación es reducir el consumo de carne de cordero y de vacuno. En tercer lugar, se situaría el queso y los lácteos de vaca. Ritchie apoya esta opción, incluso aunque sean productos de ganadería extensiva en tierras no aptas para la agricultura, porque en estos casos considera que la mejor opción sería dejar que esas tierras se conviertan en bosques u otros espacios naturales.

Otras opciones que propone son: que los países ricos paguen a los más pobres por conservar sus bosques; y que se compensen las emisiones mediante reforestaciones (aunque esto tiene un peligro muy evidente).

Para acabar este apartado, Ritchie sostiene que no es buena idea volver de la ciudad a zonas rurales (revitalizar pueblos), ya que la principal causa de deforestación es cómo producimos nuestros alimentos y no dónde vivimos. Y también alerta de los que piensan que la alimentación vegana contribuye a la deforestación por los cultivos de soja. Los datos son muy evidentes: el 76 % de la soja se utiliza para alimentar animales y «solo el 7 % se destina a los productos veganos» (tofu, tempeh y leche vegetal).

4. Alimentación para no comerse el planeta

«La demanda humana de alimentos representa la mayor amenaza para los animales del globo». Así de contundente se manifiesta Hannah Ritchie. Afortunadamente, no es cierto que haya una fecha límite en los suelos agrícolas del mundo. Unos se están degradando y otros están mejorando, aunque en general, el suelo agrícola está siendo maltratado (y no solo por la erosión).

Una persona necesita entre 2.000 y 2.500 calorías diarias. Si dividimos la producción mundial de alimentos a partes iguales entre todos, cada uno de nosotros podría consumir unas 5.000 calorías diarias (más del doble de lo necesario). El hambre en el mundo no es un problema de falta de alimentos, sino de mala distribución (también lo apuntaron Nebel y Wrigth). Este dato sirve a Ritchie para confirmar que, en realidad, no somos demasiados humanos. El problema es que los millones que habitamos el planeta Tierra no nos contentamos solo con comer, sino que aspiramos a un consumo cada vez mayor (casas, teléfonos, aviones, IA…).

La superproducción agraria se debe principalmente a dos inventos: el de Fritz Haber y Carl Bosch (para convertir el nitrógeno del aire en amoníaco, fertilizante); y el de Norman Borlaug (para mejorar el cultivo de trigo en México). Estos logros para aumentar la producción han evitado muchas muertes, pero también han hecho que no podamos volver atrás. Es decir, «el planeta no puede limitarse a consumir solo alimentos ecológicos» (porque hay demasiadas personas a las que alimentar). Por tanto, a nivel colectivo dependemos de los fertilizantes para sobrevivir, y fabricarlos requiere grandes cantidades de energía, lo cual explica por qué los países pobres los usan poco, aunque tengan que utilizar mayor superficie agraria.

Vivimos en un mundo con grandes desigualdades, en el que algunos sufren de obesidad y otros de desnutrición; el alimento que podría saciar el hambre de millones de personas se dedica a alimentar ganado o a producir agrocombustibles para nuestros coches. Menos de la mitad de los cereales que se producen se dedican a la alimentación humana directa. Todo un 41 % se lo come el ganado, lo cual nos hace ver que comer animales es una forma muy ineficiente de conseguir proteínas. «Los animales más pequeños son más eficientes en términos calóricos», aunque surge el «dilema moral» de que hay que matar una mayor cantidad de animales pequeños para conseguir la misma cantidad de carne.

Ritchie pone un ejemplo que sirve para visualizar bien lo que implica comer animales muertos: «¿Se imagina que comprara una barra de pan, cortara una rebanada y tirara el resto —más del 90 %— a la basura? Pues bien: en términos de calorías, eso es más o menos lo que hacemos con la carne». El ganado también es ineficiente convirtiendo proteínas. Lo bueno es que son proteínas «completas» (incorporan aminoácidos importantes), lo cual se puede conseguir con dietas vegetales comiendo legumbres y cereales. La carne también tiene otros nutrientes importantes, pero el único que no existe en los vegetales es la vitamina B12 (asunto que ya se zanjó aquí).

Para entender la magnitud del problema, afirma que tres cuartas partes de la superficie agraria tienen como fin último criar ganado, y todo eso solo sirve para producir el 18 % de las calorías y el 37 % de las proteínas que consumimos. Debemos «reducir al máximo la cantidad de tierra que destinamos a la actividad agraria», lo cual mejoraría también otros problemas: deforestación, contaminación atmosférica, de aguas, de tierras, maltrato animal, etc.

♦ Soluciones que propone:

  1. Mejorar los rendimientos agrícolas en todo el mundo, especialmente en África.
  2. Comer menos carne, sobre todo de vacuno y cordero, las carnes con mayor impacto (en emisiones, consumo y contaminación de agua, eutroficación, uso de tierra, etc.). Ritchie expone que no funciona instar a la ciudadanía a convertirse al veganismo, sino que es mejor invitar a hacer cambios paulatinos: poner un día a la semana sin carne, reducir las dosis, aumentar el consumo de legumbres, etc. Solo eliminando la carne de ternera y la de cordero se reduciría a la mitad nuestra necesidad de tierras de cultivo en todo el globo. Debemos entender que la dieta vegana es la más ecológica, pero no es necesario ser veganos estrictos: «El ahorro en comparación con una dieta con algo de pollo, o algo de pescado y huevos, no es tan significativo», aclara la autora del libro. Ella quiere derribar el mito de que si fuésemos veganos no habría tierra para cultivar porque, como ya se ha indicado, lo que ocurriría sería todo lo contrario: una dieta vegana requiere menos tierra de cultivo.
  3. Invertir en sustitutos de la carne. Para Ritchie, es importante que las carnes vegetales cumplan cuatro requisitos: ser sabrosas, baratas, fáciles de encontrar y fáciles de incorporar a las dietas habituales. Ella afirma que ha probado multitud de productos vegetales y que hay algunos realmente asombrosos que, incluso, pueden llegar a gustar tanto o más que los productos cárnicos que imitan. Optar por estos productos no solo reduce la huella de carbono, sino que contribuye a bajar el precio para el resto de la humanidad.
  4. Las hamburguesas híbridas también reducen la huella ecológica (usar carne de pollo total o parcialmente, introducir legumbres…).
  5. Sustituir los productos lácteos por alternativas vegetales. En la UE, los productos lácteos son la causa de un mínimo de una cuarta parte de la huella de carbono. Cualquier bebida vegetal tiene una huella ecológica menor que la leche animal. Ritchie recuerda aquí también la importancia de seguir una dieta variada, para evitar carencias nutricionales.
  6. Desperdiciar menos comida. Por ejemplo, resalta la importancia de cambiar los sacos de recogida de productos agrarios por cajas rígidas que protejan de golpes. También es importante saber que si un producto supera su fecha de «consumo preferente», no indica que no se pueda consumir.
  7. No depender de la agricultura de interior. Aunque minimiza el espacio ocupado (agricultura en vertical), sus necesidades energéticas son tan inmensas que no compensan las ventajas, ni empleando solo energía renovable.
  8. No centrarse en los alimentos de proximidad. Aunque el transporte es importante, supone solo el 5 % de las emisiones de GEI de la comida. El resto se debe a los procesos de producción, empaquetado y conservación. Lo más contaminante es el transporte aéreo (50 veces más que por barco), pero apenas se usa porque es caro. Por su parte, el transporte marítimo es barato, por lo que casi toda la contaminación del transporte de alimentos se produce en la carretera. En definitiva, Ritchie quiere dejar claro que está bien comer alimentos de proximidad, pero que las frutas y verduras producidas muy lejos tienen menos huella ecológica que la carne producida muy cerca.
  9. Los alimentos ecológicos tienen menos pesticidas, pero requieren más extensión. Abonar con estiércol también puede contaminar acuíferos. Respecto al clima, no hay consenso si es mejor o peor porque depende de múltiples factores. Ritchie dice que se fija más en el contenido de los envases que en las certificaciones ecológicas.
  10. Eliminar el plástico aumentaría el desperdicio alimentario. En la huella ecológica de los alimentos solo el 4 % de las emisiones procede de los envases. Nos advierte de que en ciertos alimentos es fácil de eliminar, pero en otros no. En todo caso, aquellos alimentos en los que el plástico es importante tal vez no sean esenciales en nuestra dieta y podemos prescindir totalmente del plástico y del alimento.

5. Pérdida de biodiversidad. Proteger la vida silvestre

«No cabe duda de que muchos animales están experimentando un preocupante y acelerado declive. Pero, si profundizamos un poco más, descubrimos que también hay algunos a los que les va bien». Lo que no debemos olvidar es que nuestra vida depende de la biodiversidad, aunque «no esté claro qué especies necesitemos y cuáles no». Recomendamos aquí leer el relato de La vida del doctor Biología. Lo cierto es que a veces prestamos más atención a ciertas especies, bonitas o más visibles, y olvidamos a las realmente importantes, como los gusanos y las bacterias.

El ser humano ha atacado a las demás especies desde sus orígenes, como bien explica Yuval N. Harari en su magnífico Sapiens. Ritchie declara que «antes de la aparición de la agricultura, hace unos diez mil años, la mayor amenaza para los animales era nuestra caza directa: una vez iniciada la actividad agraria, pasó a ser la destrucción de sus hábitats» y «en la última centuria, el ritmo de disminución ha sido aún más rápido». Un dato más: «Los vertebrados se han extinguido entre cien y mil veces más rápido de lo que cabría esperar».

Actualmente, los humanos y nuestro ganado constituimos la inmensa mayoría de los mamíferos del planeta. Estos son los datos del porcentaje de la biomasa actual y en 1900:

  1. Mamíferos salvajes: 2 % (17 % en 1900).
  2. Humanos: 35 % (23 %).
  3. Ganado: 63 % (60 %).

Esta desproporción también ocurre en las aves: «la biomasa de nuestros pollos duplica la de las aves silvestres». Hay multitud de datos que llevan a poder proclamar que «nos dirigimos hacia una sexta extinción masiva». La buena noticia es que podemos frenarla.

♦ Soluciones que propone:

  1. Reducir al mínimo la superficie cultivada.
  2. Utilizar fertilizantes y pesticidas de forma más prudente y eficaz.
  3. Emplear los métodos de la UE con los que ha conseguido frenar el declive de multitud de especies: reducir el uso de tierras agrícolas, recuperar hábitats naturales, prohibición total de la caza, implementación de cuotas cinegéticas, mecanismos para detener a los cazadores furtivos, proteger zonas por ley (incluyendo también el rewilding), sistemas de compensación para reproducir determinadas especies y programas de cría y reintroducción.
  4. Comer menos carne, porque esto reduciría la cantidad de tierra destinada a la agricultura, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la deforestación.
  5. Detener la deforestación, lo cual implicaría reducir la pérdida de hábitats y las emisiones de GEI.
  6. Proteger los parajes con mayor biodiversidad. El objetivo de la ONU de proteger para 2030 el 30 % de la superficie terrestre es poco ambicioso; y no son pocas las voces que piden proteger al menos el 50 % para 2050.
  7. Frenar el cambio climático.
  8. Detener los vertidos de plásticos en el mar.

6. Plásticos marinos

«El 44 % de todo el plástico del planeta se emplea en la fabricación de envases». Es ahí donde está el núcleo del problema de los plásticos. La autora critica el documental Seaspiracy por algunos de sus datos, pero está conforme con que el 80 % del plástico de las islas oceánicas procede de la industria pesquera. Solo el 20 % restante tiene su origen en tierra. Sin embargo, si miramos el plástico en zonas costeras, los datos podrían indicar justo lo contrario.

Ritchie dice que no hay aún evidencias de los auténticos peligros de los plásticos en el cuerpo humano, y que le parece más preocupante el daño que se causa a la fauna marina (enredos, atragantamientos…).

♦ Soluciones:

  1. Dejar de utilizar envases de plástico de un solo uso.
  2. Invertir más en gestión de residuos: sistemas de recogida, centros de reciclaje, vertederos adecuados (que capturen el metano de la materia orgánica), etc. Es importante reciclar todo lo que se pueda. El problema es que no siempre se puede. El reciclado mecánico permite que los plásticos se reciclen una o dos veces. El reciclado químico es mejor, pero es «tremendamente costoso» y no compensa hacerlo en ningún caso. Tal vez sería útil un SDDR para vidrio reutilizable y, en paralelo, imponer impuestos crecientes al plástico de un solo uso.
  3. Obligar a las industrias a un diseño más inteligente, que utilice solo plásticos reciclables y permita separarlos de forma cómoda.
  4. Prohibir el comercio de plástico usado para que los países ricos no usen a otros como sus vertederos. La proporción de plástico que circula por esta vía no es elevada, pero muchas veces acaba en el mar. Hablamos de 1,6 millones de toneladas en 2020.
  5. Trabajar con la industria pesquera para que no abandone su basura en el mar (redes, anzuelos, etc.). Podría castigarse a los barcos que no traigan de vuelta los aparejos con los que salieron y/o premiarse a quienes traigan basura encontrada en el mar.
  6. Poner interceptores en los ríos. Son aparatos o líneas de burbujas que sirven para capturar los plásticos evitando que lleguen al mar. Otra solución que no contempla es poner grandes bolsas de red a la salida de los desagües pluviales o residuales de las ciudades. Dado que esas aguas arrastran multitud de basura, esas redes la capturarían.
  7. Limpiar las playas es una forma mucho más barata de reducir el plástico en los océanos que recogerlo mar adentro.

7. Sobrepesca. Poner fin al expolio de los océanos

Esto está muy relacionado con la pérdida de biodiversidad. Según Ritchie, los animales marinos son discriminados con respecto a los terrestres. De alguna forma, su sufrimiento parece importar menos a los humanos, a pesar de las evidencias que existen de que los peces son capaces de sentir sufrimiento.

El incremento en potencia y tecnología aplicada al sector pesquero ha hecho que muchas pesquerías hayan entrado en declive o en grave colapso. Ante esto, hay dos formas de actuar. La primera es proponer «capturar muy pocos peces, por no decir ninguno». La segunda es «capturar tantos peces como sea posible, año tras año, pero sin mermar más sus poblaciones». Normalmente, se opta por la segunda opción, aunque sabemos que en demasiadas ocasiones no se cumple.

Una tercera vía (con un enorme crecimiento) ha sido la cría de pescados y mariscos: acuicultura o piscicultura. Actualmente, se crían más peces y mariscos de los que se pescan en estado salvaje. Para Ritchie es una buena noticia porque, según ella, esto reduce presión sobre los peces salvajes. No obstante, reconoce que parte de la comida de los peces de piscifactoría es, precisamente, peces salvajes, pero que, para algunas especies, se ha logrado una proporción de 0,3 (es decir, que hacen falta 0,3 peces salvajes para criar uno de forma artificial). El resto de comida lo forman, por ejemplo, piensos vegetales. La autora deja claro que «las normas de bienestar animal que rigen en las piscifactorías suelen ser bastante deficientes» (léase esto para más datos). Ella no habla de otros problemas presentes en las piscifactorías, como la contaminación que producen.

Con respecto a los atúnidos, Ritchie dice que su situación es mala, aunque algunas especies están mejorando sus poblaciones. Particularmente, alerta de la situación de los atunes en el océano Índico, donde se está sobrepescando sin control (España con la famosa operación Atalanta). El libro no habla de la amenaza del mercurio en los atúnidos.

Otro problema es la muerte generalizada de los corales. La autora demuestra ser una apasionada de estos animales y no le faltan motivos. La solución urgente a este problema es frenar el calentamiento global, evitando quemar combustibles fósiles. Si quieres enamorarte de los corales, te animamos a leer el relato de Lord Howe.

♦ Soluciones:

  1. Comer menos pescado, siempre que sea posible. Tal vez unos quieran no comer nada de pescado (lo cual evita el dilema del sufrimiento animal), mientras que otros opten por reducir este tipo de alimento.
  2. Elegir bien la especie a consumir. El problema de esta opción es que requiere el esfuerzo de investigar y puede variar en el tiempo y dependiendo de la región. Escogiendo bien, podemos comer pescado con poca huella de carbono (casi todos ellos son mejores que el pollo). Ella recomienda evitar los lenguados y mariscos caros, y optar por pescados pequeños y salvajes, como arenques o sardinas.
  3. Acabar con la sobrepesca aplicando cuotas de pesca estrictas. En la UE han mejorado algunas poblaciones de peces, pero otras siguen estando mal. En general, es preferible ser estrictos y que haya pesca suficiente, que ser demasiado permisivos y provocar la crisis de todo un sector.
  4. Reglamentos estrictos para capturas incidentales y descartes. El objetivo es reducir el número de peces que se pescan sin querer y que se tiran al mar (descartes), donde siempre mueren (si no lo están ya). Algunos países han prohibido los descartes y obligan a sus barcos de pesca a desembarcar todo lo que capturen, sea comercial o no.
  5. Prohibir la pesca de arrastre. Es el arte más perjudicial: normalmente se descarta entre el 30 y el 50 % de todo lo capturado (a veces es el 10 %), a lo que hay que sumar el destrozo del fondo marino que ocasionan, entre otros inconvenientes.
  6. Las áreas marinas protegidas evitan ciertas actuaciones humanas dentro de ellas. Son una buena solución, aunque a veces lo que provocan es que el impacto se traslade a otro lugar.

Propuestas finales de Hannah Ritchie

El libro de Ritchie es un canto de optimismo lleno de datos realistas. Algunas de sus opiniones pueden ser controvertidas, pero la mayoría están basadas en evidencias. Es cierto que estamos avanzando en muchos aspectos, aunque no sea tan rápido como nos gustaría. También es cierto que las opciones sostenibles se están volviendo más baratas. Y, en muchos casos, el pueblo está despertando.

Hannah se siente una traidora cuando no usa las opciones más ecológicas, aunque sí sean las opciones con menor huella de carbono, como usar el microondas o consumir alimentos que no sean de proximidad. Pero alerta que, aunque los cambios individuales sean importantes, es necesario un «cambio sistémico», es decir, una acción política que lleve a aprobar leyes que nos hagan avanzar en todas las soluciones que se han propuesto más arriba. Para ello, es necesario «votar a líderes que favorezcan medidas sostenibles» (partidos verdes y ecofeministas) y también sugiere importantes aportaciones individuales como estas:

  1. «Votar con la cartera», que quiere decir que cuando compramos estamos enviando una señal clara de nuestros intereses al mercado (a las empresas).
  2. Donar dinero a causas ecohumanistas (proyectos, organizaciones, etc.). Ritchie —conforme con lo que propuso Peter Singer— dice que dona al menos el 10 % de sus ingresos.
  3. Dedicar más tiempo a las cosas importantes (colaborar con ONG, por ejemplo) y menos a discusiones secundarias. Es decir, aunemos esfuerzos en la dirección correcta, aunque no opinemos todos exactamente lo mismo.
  4. También es muy importante elegir una trayectoria profesional que nos llene y en la que podamos empujar en la dirección que deseemos.

♦ Información relacionada:

  1. Otros libros resumidos para captar su esencia en poco tiempo:
  2. Quemar rastrojos o leña es tóxico para la salud, además de muy contaminante.
  3. La mejor solución a los incendios forestales: educar sí; quemar biomasa no.
  4. La agricultura de hoy debería ser como la de mañana.
  5. Los científicos vuelven a avisar del colapso que vendrá si seguimos sin reaccionar.
  6. Sin comer por el clima, las macrogranjas, los combustibles fósiles…
  7. Algunos libros del editor de Blogsostenible y de Historias Incontables.
  8. Una imagen del libro de Hannah Ritchie:

blogsostenible

Resumen del libro "21 lecciones para el siglo XXI" de Harari. En nuestro blog también encontrarás el resumen de su libro "Sapiens"

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Libro El mundo no se acaba, de Hannah Ritchie (resumen)

Por: Pepe Galindo

Un libro escrito por una científica y divulgadora de la Universidad de Oxford que tiene por bandera el optimismo y los datos (Anagrama, 2025). Se aleja del catastrofismo ecologista casi tanto como del negacionismo climático; y afirma que «aceptar la derrota ante el cambio climático es una postura indefendiblemente egoísta».

Hannah Ritchie aclara que su optimismo es «condicional» (i.e., condicionado a actuar adecuadamente); que es diferente a un «optimismo ciego» que confía sin promover la acción organizada. Su objetivo es conseguir que seamos la primera generación que logre alcanzar la sostenibilidad completa en los dos sentidos que recoge la definición de la ONU: satisfacer las necesidades de las generaciones actuales; y hacerlo sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras para satisfacer las suyas. Con respecto al primer aspecto, Ritchie opina que falta mucho por hacer aunque, al menos, se ha avanzado una barbaridad en aspectos tales como: la mortalidad infantil y materna, la esperanza de vida, el hambre y la malnutrición, el acceso a recursos básicos (agua, energía…), la educación y la pobreza extrema.

Por supuesto, estos avances en la calidad de vida global también «han tenido un enorme coste medioambiental», lo cual ha empeorado de forma colosal el segundo requisito de la sostenibilidad. Para equilibrar la situación, el libro examina en detalle siete problemas medioambientales y sus interconexiones entre sí.

Antes de examinar esos siete problemas, Ritchie se distancia de dos soluciones típicas del ecologismo: despoblación y decrecimiento. La primera consiste en reducir el tamaño de la población y Ritchie afirma que realmente esa no es una alternativa, primero porque la población ya se está frenando a nivel mundial y, segundo, porque es muy complicado hacerlo de forma ética. Apunta a que más impacto que la superpoblación lo generan los estilos de vida (especialmente de los millonarios), lo cual podría estar afectado por la segunda solución que Ritchie rechaza, el decrecimiento, entendido como un retroceso o empobrecimiento. Para ella, la pobreza no implica mayor sostenibilidad, por supuesto, si consideramos los dos pilares de la sostenibilidad anteriormente indicados. En el libro, ella matiza que es cuestionable el crecimiento en los países ricos, pero que para acabar con la pobreza se necesita un crecimiento económico global. Para ella, no vale cualquier crecimiento y afirma —igual que cualquier decrecentista— que sería necesario crecer en algunos sectores y tecnologías y decrecer en otras. Tal vez, la promesa más impactante del libro es que dice demostrar que podemos reducir el impacto ambiental y, a la vez, mejorar la situación económica.

1. Contaminación atmosférica

Aunque no se suela decir, la contaminación atmosférica es «una de las principales causas de mortalidad en el mundo». Las cifras de fallecidos por esta causa son similares a las muertes por tabaquismo; seis o siete veces mayores que los muertos en accidentes de tráfico; y superan en cientos de veces la cifra de vidas perdidas por terrorismo o por guerras. Cada año, la mala calidad del aire suele ser quinientas veces más mortífera que todas las catástrofes «naturales» juntas.

La buena noticia es que se está reduciendo este tipo de contaminación, especialmente en las ciudades, lo cual baja las tasas de mortalidad. Es preciso tomar medidas locales y globales. Usemos como inspiración el Protocolo de Montreal para eliminar las sustancias químicas que degradaban la capa de ozono, un problema de cuya gravedad advirtió incluso Carl Sagan. En 1987 fue firmado por 43 países; y en 2009 se convirtió en el primer convenio internacional que logró la ratificación universal de todos los países del mundo. Un ejemplo que demuestra que hacer caso a la ciencia tiene resultados positivos.

A escala global, la mayor fuente de contaminación es quemar madera o carbón, incluyendo aquí las quemas agrícolas. Luego está la polución por actividades agropecuarias, principalmente por culpa de la ganadería y por los fertilizantes. Después viene la quema de combustibles fósiles para producir electricidad. Luego, diversas industrias (textiles, químicas, metalúrgicas…), seguidas del transporte de personas y mercancías.

Resumen del libro "21 lecciones para el siglo XXI" de Harari. En nuestro blog también encontrarás el resumen de su libro "Sapiens"
Lee también un resumen de este libro de Yuval N. Harari.

♦ Las soluciones propuestas pueden parecer caras, pero son muy baratas si las comparamos con los cientos de millones en gastos por no solucionar el problema:

  1. Lo más urgente es «dejar de quemar cosas» y, cuando no sea posible, capturar las partículas de la combustión.
  2. Detener las quemas agrícolas por ser una inmensa fuente de contaminación estacional fácil de evitar haciendo compost, triturando, etc.
  3. Conseguir combustibles limpios para cocinar y calentarse. La leña puede ser muy natural, pero es la forma más contaminante de conseguir calor. Provoca múltiples enfermedades por respirar el humo.
  4. Eliminar el azufre de los combustibles fósiles. Es tan simple como poner filtros en las chimeneas.
  5. Transporte más limpio. Los vehículos eléctricos contaminan menos, pero no son parte de la solución porque siguen siendo origen de multitud de emisiones. Por supuesto, la aviación es muchísimo peor.
  6. Transporte sostenible: caminar, ir en bicicleta o en transporte público.
  7. Abandonar combustibles fósiles, en favor de las renovables y de la energía nuclear. Ritchie es contraria a debatir entre renovables y nuclear porque, para ella, lo importante es que son energías con bajas emisiones de CO2. No tiene en cuenta el problema de los residuos radiactivos, ni el riesgo de atentados terroristas, ni el hecho de que las nucleares no sean rentables sin subvenciones de dinero público.

2. Cambio Climático

«Un mundo 6 ºC más caliente que el actual sería devastador», nos advierte la autora. Tras comentar algunas de las consecuencias del calentamiento global, afirma que «si cada país cumpliera realmente sus compromisos climáticos, llegaríamos a los 2,1 ºC en 2100», lo cual sería una gran noticia, aunque podría ser mejor.

Hannah Ritchie asegura que «las tecnologías bajas en carbono resultan cada vez más competitivas» y «los líderes mundiales se han vuelto más optimistas». Ahora tenemos infraestructuras mejor preparadas, podemos predecir eventos climáticos extremos, organizar evacuaciones, existen redes internacionales de apoyo, etc. En definitiva, estamos mejor preparados que en el pasado y sabemos cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono, porque hay solo dos fuentes principales: «la quema de combustibles fósiles y el cambio en el uso de la tierra» (deforestación).

La situación actual es que «las emisiones totales siguen aumentando, pero las emisiones per cápita han tocado techo». Ese dato es utilizado por la autora para ser optimista y esperar a que la contaminación empiece a declinar, al menos en los países ricos, porque dice que está demostrado que «los avances tecnológicos hacen que hoy consumamos mucha menos energía que en el pasado». Como ejemplo, afirma que en Suecia se vive con igual nivel que en Estados Unidos y, sin embargo, se emite solo una cuarta parte. Según sus datos, el crecimiento económico y la reducción de emisiones son compatibles. El problema es que mira datos de países ricos que ya son exageradamente insostenibles. En tales casos, ¿es correcto celebrar una pequeña reducción en su contaminación?

En su análisis, asegura que «las soluciones que pasan por reducir el consumo de energía a niveles muy bajos no son buenas», porque la energía es fundamental para mantener o aumentar la calidad de vida. Tampoco ve adecuado que se avergüencen los que viajan en avión, porque para ella volar es un gran invento y las ventajas son suficientes para olvidar sus serios inconvenientes. ¿Será una excusa para justificar su gusto por volar?

♦ Soluciones que propone:

  1. Transición hacia la energía renovable por todas sus ventajas. El inconveniente del espacio que requieren se resuelve buscando lugares adecuados: tejados, agrovoltaica, etc.
  2. Electrificar la demanda de energía donde sea posible y aumentar el almacenamiento (baterías…). Ritchie está convencida de que esta transición requerirá menos actividad minera que con combustibles fósiles.
  3. Replantear el transporte a larga distancia.
  4. Alimentación. Aunque sostiene que no es preciso ser veganos, deja claro que cualquier cambio a dietas más vegetales tiene una enorme influencia en el clima, como por ejemplo elegir hamburguesas de pollo en lugar de ternera (que es la carne con más huella de carbono). Con datos muy fiables confirma que «la carne con emisiones de carbono más bajas supera las de la proteína vegetal con emisiones más altas». Y no importa demasiado si son alimentos ecológicos, de proximidad o en extensivo. La autora afirma que adoptando las siguientes medidas se liberaría suficiente tierra como para compensar las emisiones del sistema alimentario resultante:
    • Comer menos carne.
    • Adoptar las mejores prácticas agrarias.
    • Reducir el consumo excesivo y el desperdicio alimentario.
  5. Reducir las emisiones por la construcción, básicamente eliminando el cemento, un material muy contaminante en su fabricación. Propone usar otros materiales y, aunque no lo cita, una opción es el cemento Sublime.
  6. Poner precio al carbono para que los productos de altas emisiones sean más caros y menos accesibles. Como todos sabemos, los precios no reflejan los costos de los productos, y mucho menos los costos ambientales. El peligro de esta medida —y Ritchie lo subraya— es que haga que las familias pobres sean aún más pobres. Para evitarlo se deben incluir ayudas y conseguir que sean los ricos los que más paguen, porque son, de hecho, los que más carbono emiten.
  7. Sacar a la población de la pobreza es otra medida para adaptarnos al cambio climático, porque son los pobres los más vulnerables.
  8. Mejorar la resiliencia de los cultivos ante los efectos del cambio climático.
  9. Adaptarnos ante el aumento de temperaturas.
  10. No caer en la trampa psicológica de la «autoconcesión moral». Esto ocurre cuando nos permitimos algo negativo porque creemos que lo compensamos con un sacrificio en otro aspecto. Por ejemplo, comernos un filete porque reciclamos el envoltorio de plástico; o caer en las trampas del greenwashing. Para ello, es importante tener muy presente qué cosas a nivel individual tienen más y menos impacto.

Un problema de la forma de comunicar de Ritchie es que quita importancia a aspectos que, aunque no sean principales, tienen suficiente peso como para no ser despreciados. Es como si olvidara el efecto sinérgico de juntar varias fuerzas. Sumar muchos pocos hace un mucho. A veces, este tipo de contradicción se hace patente en una misma explicación. Por ejemplo, cuando literalmente escribe: «Cambiar nuestra alimentación no va a resolver el cambio climático: para ello tenemos que dejar de quemar combustibles fósiles. Pero arreglar únicamente nuestros sistemas energéticos, ignorando la alimentación, tampoco nos llevará a esa meta».

3. Deforestación

La tierra ha perdido un tercio de todos sus bosques desde el final de la última glaciación. En el último siglo, también se ha perdido mucha superficie forestal, casi toda debida a la expansión de la agricultura. Las zonas incendiadas se regeneran si se las deja. Al perder bosques se emite carbono, pero Ritchie considera que eso es secundario en comparación con la pérdida de biodiversidad.

También resalta cómo la pérdida de hábitats se puede frenar con medidas políticas. Por ejemplo, «Brasil logró reducir la deforestación en un 80 % en solo siete años bajo la presidencia de Lula da Silva».

Con respecto al aceite de palma, no considera que su consumo sea preocupante, porque no se sabe con certeza la deforestación que causa de forma directa. Opina que no sería justo culpar a ciertos campos de palmeras de la deforestación de esas áreas si los bosques fueron talados con anterioridad. Es decir, no tiene en cuenta que esas zonas podrían volver a ser bosques. Además, sostiene que usar otros tipos de aceites podría ser incluso peor. Sin embargo, hay que tener en cuenta que evitar el aceite de palma no obliga a optar por otro aceite, sino que se puede optar por no consumir productos con aceite de palma (bollería, alimentos ultraprocesados, etc.) sin sustituirlos por nada con otros aceites. En cualquier caso, apoya el uso de aceite de palma certificado como sostenible (RSPO) y deja claro que «el biodiésel de aceite de palma produce más emisiones de carbono que la gasolina o el gasóleo».

«La tala de bosques para dejar espacio al ganado bovino es responsable de más del 40 % de la deforestación mundial». El siguiente factor de pérdida de bosques es la palma y la soja y, en tercer lugar, la silvicultura (papel/celulosa). Así, pues, la mejor forma de frenar la deforestación es reducir el consumo de carne de cordero y de vacuno. En tercer lugar, se situaría el queso y los lácteos de vaca. Ritchie apoya esta opción, incluso aunque sean productos de ganadería extensiva en tierras no aptas para la agricultura, porque en estos casos considera que la mejor opción sería dejar que esas tierras se conviertan en bosques u otros espacios naturales.

Otras opciones que propone son: que los países ricos paguen a los más pobres por conservar sus bosques; y que se compensen las emisiones mediante reforestaciones (aunque esto tiene un peligro muy evidente).

Para acabar este apartado, Ritchie sostiene que no es buena idea volver de la ciudad a zonas rurales (revitalizar pueblos), ya que la principal causa de deforestación es cómo producimos nuestros alimentos y no dónde vivimos. Y también alerta de los que piensan que la alimentación vegana contribuye a la deforestación por los cultivos de soja. Los datos son muy evidentes: el 76 % de la soja se utiliza para alimentar animales y «solo el 7 % se destina a los productos veganos» (tofu, tempeh y leche vegetal).

4. Alimentación para no comerse el planeta

«La demanda humana de alimentos representa la mayor amenaza para los animales del globo». Así de contundente se manifiesta Hannah Ritchie. Afortunadamente, no es cierto que haya una fecha límite en los suelos agrícolas del mundo. Unos se están degradando y otros están mejorando, aunque en general, el suelo agrícola está siendo maltratado (y no solo por la erosión).

Una persona necesita entre 2.000 y 2.500 calorías diarias. Si dividimos la producción mundial de alimentos a partes iguales entre todos, cada uno de nosotros podría consumir unas 5.000 calorías diarias (más del doble de lo necesario). El hambre en el mundo no es un problema de falta de alimentos, sino de mala distribución (también lo apuntaron Nebel y Wrigth). Este dato sirve a Ritchie para confirmar que, en realidad, no somos demasiados humanos. El problema es que los millones que habitamos el planeta Tierra no nos contentamos solo con comer, sino que aspiramos a un consumo cada vez mayor (casas, teléfonos, aviones, IA…).

La superproducción agraria se debe principalmente a dos inventos: el de Fritz Haber y Carl Bosch (para convertir el nitrógeno del aire en amoníaco, fertilizante); y el de Norman Borlaug (para mejorar el cultivo de trigo en México). Estos logros para aumentar la producción han evitado muchas muertes, pero también han hecho que no podamos volver atrás. Es decir, «el planeta no puede limitarse a consumir solo alimentos ecológicos» (porque hay demasiadas personas a las que alimentar). Por tanto, a nivel colectivo dependemos de los fertilizantes para sobrevivir, y fabricarlos requiere grandes cantidades de energía, lo cual explica por qué los países pobres los usan poco, aunque tengan que utilizar mayor superficie agraria.

Vivimos en un mundo con grandes desigualdades, en el que algunos sufren de obesidad y otros de desnutrición; el alimento que podría saciar el hambre de millones de personas se dedica a alimentar ganado o a producir agrocombustibles para nuestros coches. Menos de la mitad de los cereales que se producen se dedican a la alimentación humana directa. Todo un 41 % se lo come el ganado, lo cual nos hace ver que comer animales es una forma muy ineficiente de conseguir proteínas. «Los animales más pequeños son más eficientes en términos calóricos», aunque surge el «dilema moral» de que hay que matar una mayor cantidad de animales pequeños para conseguir la misma cantidad de carne.

Ritchie pone un ejemplo que sirve para visualizar bien lo que implica comer animales muertos: «¿Se imagina que comprara una barra de pan, cortara una rebanada y tirara el resto —más del 90 %— a la basura? Pues bien: en términos de calorías, eso es más o menos lo que hacemos con la carne». El ganado también es ineficiente convirtiendo proteínas. Lo bueno es que son proteínas «completas» (incorporan aminoácidos importantes), lo cual se puede conseguir con dietas vegetales comiendo legumbres y cereales. La carne también tiene otros nutrientes importantes, pero el único que no existe en los vegetales es la vitamina B12 (asunto que ya se zanjó aquí).

Para entender la magnitud del problema, afirma que tres cuartas partes de la superficie agraria tienen como fin último criar ganado, y todo eso solo sirve para producir el 18 % de las calorías y el 37 % de las proteínas que consumimos. Debemos «reducir al máximo la cantidad de tierra que destinamos a la actividad agraria», lo cual mejoraría también otros problemas: deforestación, contaminación atmosférica, de aguas, de tierras, maltrato animal, etc.

♦ Soluciones que propone:

  1. Mejorar los rendimientos agrícolas en todo el mundo, especialmente en África.
  2. Comer menos carne, sobre todo de vacuno y cordero, las carnes con mayor impacto (en emisiones, consumo y contaminación de agua, eutroficación, uso de tierra, etc.). Ritchie expone que no funciona instar a la ciudadanía a convertirse al veganismo, sino que es mejor invitar a hacer cambios paulatinos: poner un día a la semana sin carne, reducir las dosis, aumentar el consumo de legumbres, etc. Solo eliminando la carne de ternera y la de cordero se reduciría a la mitad nuestra necesidad de tierras de cultivo en todo el globo. Debemos entender que la dieta vegana es la más ecológica, pero no es necesario ser veganos estrictos: «El ahorro en comparación con una dieta con algo de pollo, o algo de pescado y huevos, no es tan significativo», aclara la autora del libro. Ella quiere derribar el mito de que si fuésemos veganos no habría tierra para cultivar porque, como ya se ha indicado, lo que ocurriría sería todo lo contrario: una dieta vegana requiere menos tierra de cultivo.
  3. Invertir en sustitutos de la carne. Para Ritchie, es importante que las carnes vegetales cumplan cuatro requisitos: ser sabrosas, baratas, fáciles de encontrar y fáciles de incorporar a las dietas habituales. Ella afirma que ha probado multitud de productos vegetales y que hay algunos realmente asombrosos que, incluso, pueden llegar a gustar tanto o más que los productos cárnicos que imitan. Optar por estos productos no solo reduce la huella de carbono, sino que contribuye a bajar el precio para el resto de la humanidad.
  4. Las hamburguesas híbridas también reducen la huella ecológica (usar carne de pollo total o parcialmente, introducir legumbres…).
  5. Sustituir los productos lácteos por alternativas vegetales. En la UE, los productos lácteos son la causa de un mínimo de una cuarta parte de la huella de carbono. Cualquier bebida vegetal tiene una huella ecológica menor que la leche animal. Ritchie recuerda aquí también la importancia de seguir una dieta variada, para evitar carencias nutricionales.
  6. Desperdiciar menos comida. Por ejemplo, resalta la importancia de cambiar los sacos de recogida de productos agrarios por cajas rígidas que protejan de golpes. También es importante saber que si un producto supera su fecha de «consumo preferente», no indica que no se pueda consumir.
  7. No depender de la agricultura de interior. Aunque minimiza el espacio ocupado (agricultura en vertical), sus necesidades energéticas son tan inmensas que no compensan las ventajas, ni empleando solo energía renovable.
  8. No centrarse en los alimentos de proximidad. Aunque el transporte es importante, supone solo el 5 % de las emisiones de GEI de la comida. El resto se debe a los procesos de producción, empaquetado y conservación. Lo más contaminante es el transporte aéreo (50 veces más que por barco), pero apenas se usa porque es caro. Por su parte, el transporte marítimo es barato, por lo que casi toda la contaminación del transporte de alimentos se produce en la carretera. En definitiva, Ritchie quiere dejar claro que está bien comer alimentos de proximidad, pero que las frutas y verduras producidas muy lejos tienen menos huella ecológica que la carne producida muy cerca.
  9. Los alimentos ecológicos tienen menos pesticidas, pero requieren más extensión. Abonar con estiércol también puede contaminar acuíferos. Respecto al clima, no hay consenso si es mejor o peor porque depende de múltiples factores. Ritchie dice que se fija más en el contenido de los envases que en las certificaciones ecológicas.
  10. Eliminar el plástico aumentaría el desperdicio alimentario. En la huella ecológica de los alimentos solo el 4 % de las emisiones procede de los envases. Nos advierte de que en ciertos alimentos es fácil de eliminar, pero en otros no. En todo caso, aquellos alimentos en los que el plástico es importante tal vez no sean esenciales en nuestra dieta y podemos prescindir totalmente del plástico y del alimento.

5. Pérdida de biodiversidad. Proteger la vida silvestre

«No cabe duda de que muchos animales están experimentando un preocupante y acelerado declive. Pero, si profundizamos un poco más, descubrimos que también hay algunos a los que les va bien». Lo que no debemos olvidar es que nuestra vida depende de la biodiversidad, aunque «no esté claro qué especies necesitemos y cuáles no». Recomendamos aquí leer el relato de La vida del doctor Biología. Lo cierto es que a veces prestamos más atención a ciertas especies, bonitas o más visibles, y olvidamos a las realmente importantes, como los gusanos y las bacterias.

El ser humano ha atacado a las demás especies desde sus orígenes, como bien explica Yuval N. Harari en su magnífico Sapiens. Ritchie declara que «antes de la aparición de la agricultura, hace unos diez mil años, la mayor amenaza para los animales era nuestra caza directa: una vez iniciada la actividad agraria, pasó a ser la destrucción de sus hábitats» y «en la última centuria, el ritmo de disminución ha sido aún más rápido». Un dato más: «Los vertebrados se han extinguido entre cien y mil veces más rápido de lo que cabría esperar».

Actualmente, los humanos y nuestro ganado constituimos la inmensa mayoría de los mamíferos del planeta. Estos son los datos del porcentaje de la biomasa actual y en 1900:

  1. Mamíferos salvajes: 2 % (17 % en 1900).
  2. Humanos: 35 % (23 %).
  3. Ganado: 63 % (60 %).

Esta desproporción también ocurre en las aves: «la biomasa de nuestros pollos duplica la de las aves silvestres». Hay multitud de datos que llevan a poder proclamar que «nos dirigimos hacia una sexta extinción masiva». La buena noticia es que podemos frenarla.

♦ Soluciones que propone:

  1. Reducir al mínimo la superficie cultivada.
  2. Utilizar fertilizantes y pesticidas de forma más prudente y eficaz.
  3. Emplear los métodos de la UE con los que ha conseguido frenar el declive de multitud de especies: reducir el uso de tierras agrícolas, recuperar hábitats naturales, prohibición total de la caza, implementación de cuotas cinegéticas, mecanismos para detener a los cazadores furtivos, proteger zonas por ley (incluyendo también el rewilding), sistemas de compensación para reproducir determinadas especies y programas de cría y reintroducción.
  4. Comer menos carne, porque esto reduciría la cantidad de tierra destinada a la agricultura, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la deforestación.
  5. Detener la deforestación, lo cual implicaría reducir la pérdida de hábitats y las emisiones de GEI.
  6. Proteger los parajes con mayor biodiversidad. El objetivo de la ONU de proteger para 2030 el 30 % de la superficie terrestre es poco ambicioso; y no son pocas las voces que piden proteger al menos el 50 % para 2050.
  7. Frenar el cambio climático.
  8. Detener los vertidos de plásticos en el mar.

6. Plásticos marinos

«El 44 % de todo el plástico del planeta se emplea en la fabricación de envases». Es ahí donde está el núcleo del problema de los plásticos. La autora critica el documental Seaspiracy por algunos de sus datos, pero está conforme con que el 80 % del plástico de las islas oceánicas procede de la industria pesquera. Solo el 20 % restante tiene su origen en tierra. Sin embargo, si miramos el plástico en zonas costeras, los datos podrían indicar justo lo contrario.

Ritchie dice que no hay aún evidencias de los auténticos peligros de los plásticos en el cuerpo humano, y que le parece más preocupante el daño que se causa a la fauna marina (enredos, atragantamientos…).

♦ Soluciones:

  1. Dejar de utilizar envases de plástico de un solo uso.
  2. Invertir más en gestión de residuos: sistemas de recogida, centros de reciclaje, vertederos adecuados (que capturen el metano de la materia orgánica), etc. Es importante reciclar todo lo que se pueda. El problema es que no siempre se puede. El reciclado mecánico permite que los plásticos se reciclen una o dos veces. El reciclado químico es mejor, pero es «tremendamente costoso» y no compensa hacerlo en ningún caso. Tal vez sería útil un SDDR para vidrio reutilizable y, en paralelo, imponer impuestos crecientes al plástico de un solo uso.
  3. Obligar a las industrias a un diseño más inteligente, que utilice solo plásticos reciclables y permita separarlos de forma cómoda.
  4. Prohibir el comercio de plástico usado para que los países ricos no usen a otros como sus vertederos. La proporción de plástico que circula por esta vía no es elevada, pero muchas veces acaba en el mar. Hablamos de 1,6 millones de toneladas en 2020.
  5. Trabajar con la industria pesquera para que no abandone su basura en el mar (redes, anzuelos, etc.). Podría castigarse a los barcos que no traigan de vuelta los aparejos con los que salieron y/o premiarse a quienes traigan basura encontrada en el mar.
  6. Poner interceptores en los ríos. Son aparatos o líneas de burbujas que sirven para capturar los plásticos evitando que lleguen al mar. Otra solución que no contempla es poner grandes bolsas de red a la salida de los desagües pluviales o residuales de las ciudades. Dado que esas aguas arrastran multitud de basura, esas redes la capturarían.
  7. Limpiar las playas es una forma mucho más barata de reducir el plástico en los océanos que recogerlo mar adentro.

7. Sobrepesca. Poner fin al expolio de los océanos

Esto está muy relacionado con la pérdida de biodiversidad. Según Ritchie, los animales marinos son discriminados con respecto a los terrestres. De alguna forma, su sufrimiento parece importar menos a los humanos, a pesar de las evidencias que existen de que los peces son capaces de sentir sufrimiento.

El incremento en potencia y tecnología aplicada al sector pesquero ha hecho que muchas pesquerías hayan entrado en declive o en grave colapso. Ante esto, hay dos formas de actuar. La primera es proponer «capturar muy pocos peces, por no decir ninguno». La segunda es «capturar tantos peces como sea posible, año tras año, pero sin mermar más sus poblaciones». Normalmente, se opta por la segunda opción, aunque sabemos que en demasiadas ocasiones no se cumple.

Una tercera vía (con un enorme crecimiento) ha sido la cría de pescados y mariscos: acuicultura o piscicultura. Actualmente, se crían más peces y mariscos de los que se pescan en estado salvaje. Para Ritchie es una buena noticia porque, según ella, esto reduce presión sobre los peces salvajes. No obstante, reconoce que parte de la comida de los peces de piscifactoría es, precisamente, peces salvajes, pero que, para algunas especies, se ha logrado una proporción de 0,3 (es decir, que hacen falta 0,3 peces salvajes para criar uno de forma artificial). El resto de comida lo forman, por ejemplo, piensos vegetales. La autora deja claro que «las normas de bienestar animal que rigen en las piscifactorías suelen ser bastante deficientes» (léase esto para más datos). Ella no habla de otros problemas presentes en las piscifactorías, como la contaminación que producen.

Con respecto a los atúnidos, Ritchie dice que su situación es mala, aunque algunas especies están mejorando sus poblaciones. Particularmente, alerta de la situación de los atunes en el océano Índico, donde se está sobrepescando sin control (España con la famosa operación Atalanta). El libro no habla de la amenaza del mercurio en los atúnidos.

Otro problema es la muerte generalizada de los corales. La autora demuestra ser una apasionada de estos animales y no le faltan motivos. La solución urgente a este problema es frenar el calentamiento global, evitando quemar combustibles fósiles. Si quieres enamorarte de los corales, te animamos a leer el relato de Lord Howe.

♦ Soluciones:

  1. Comer menos pescado, siempre que sea posible. Tal vez unos quieran no comer nada de pescado (lo cual evita el dilema del sufrimiento animal), mientras que otros opten por reducir este tipo de alimento.
  2. Elegir bien la especie a consumir. El problema de esta opción es que requiere el esfuerzo de investigar y puede variar en el tiempo y dependiendo de la región. Escogiendo bien, podemos comer pescado con poca huella de carbono (casi todos ellos son mejores que el pollo). Ella recomienda evitar los lenguados y mariscos caros, y optar por pescados pequeños y salvajes, como arenques o sardinas.
  3. Acabar con la sobrepesca aplicando cuotas de pesca estrictas. En la UE han mejorado algunas poblaciones de peces, pero otras siguen estando mal. En general, es preferible ser estrictos y que haya pesca suficiente, que ser demasiado permisivos y provocar la crisis de todo un sector.
  4. Reglamentos estrictos para capturas incidentales y descartes. El objetivo es reducir el número de peces que se pescan sin querer y que se tiran al mar (descartes), donde siempre mueren (si no lo están ya). Algunos países han prohibido los descartes y obligan a sus barcos de pesca a desembarcar todo lo que capturen, sea comercial o no.
  5. Prohibir la pesca de arrastre. Es el arte más perjudicial: normalmente se descarta entre el 30 y el 50 % de todo lo capturado (a veces es el 10 %), a lo que hay que sumar el destrozo del fondo marino que ocasionan, entre otros inconvenientes.
  6. Las áreas marinas protegidas evitan ciertas actuaciones humanas dentro de ellas. Son una buena solución, aunque a veces lo que provocan es que el impacto se traslade a otro lugar.

Propuestas finales de Hannah Ritchie

El libro de Ritchie es un canto de optimismo lleno de datos realistas. Algunas de sus opiniones pueden ser controvertidas, pero la mayoría están basadas en evidencias. Es cierto que estamos avanzando en muchos aspectos, aunque no sea tan rápido como nos gustaría. También es cierto que las opciones sostenibles se están volviendo más baratas. Y, en muchos casos, el pueblo está despertando.

Hannah se siente una traidora cuando no usa las opciones más ecológicas, aunque sí sean las opciones con menor huella de carbono, como usar el microondas o consumir alimentos que no sean de proximidad. Pero alerta que, aunque los cambios individuales sean importantes, es necesario un «cambio sistémico», es decir, una acción política que lleve a aprobar leyes que nos hagan avanzar en todas las soluciones que se han propuesto más arriba. Para ello, es necesario «votar a líderes que favorezcan medidas sostenibles» (partidos verdes y ecofeministas) y también sugiere importantes aportaciones individuales como estas:

  1. «Votar con la cartera», que quiere decir que cuando compramos estamos enviando una señal clara de nuestros intereses al mercado (a las empresas).
  2. Donar dinero a causas ecohumanistas (proyectos, organizaciones, etc.). Ritchie —conforme con lo que propuso Peter Singer— dice que dona al menos el 10 % de sus ingresos.
  3. Dedicar más tiempo a las cosas importantes (colaborar con ONG, por ejemplo) y menos a discusiones secundarias. Es decir, aunemos esfuerzos en la dirección correcta, aunque no opinemos todos exactamente lo mismo.
  4. También es muy importante elegir una trayectoria profesional que nos llene y en la que podamos empujar en la dirección que deseemos.

♦ Información relacionada:

  1. Otros libros resumidos para captar su esencia en poco tiempo:
  2. Quemar rastrojos o leña es tóxico para la salud, además de muy contaminante.
  3. La mejor solución a los incendios forestales: educar sí; quemar biomasa no.
  4. La agricultura de hoy debería ser como la de mañana.
  5. Los científicos vuelven a avisar del colapso que vendrá si seguimos sin reaccionar.
  6. Sin comer por el clima, las macrogranjas, los combustibles fósiles…
  7. Algunos libros del editor de Blogsostenible y de Historias Incontables.
  8. Una imagen del libro de Hannah Ritchie:
✇BlogSOStenible··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· – – – ··· «Otras» noticias, y «otra» forma de pensar…

Libro “Ecoanimal: Una estética plurisensorial, ecologista y animalista” de Marta Tafalla @TafallaMarta (Resumen)

Por: Pepe Galindo

Marta Tafalla, profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha investigado sobre muchos aspectos tales como la estética, la ética, el medioambiente y los derechos de los animales. Ha colaborado con Blogsostenible y es una militante activa en las redes sociales defendiendo la justicia y denunciando el maltrato animal. Su cuenta de Twitter es @TafallaMarta.

La apreciación estética

La apreciación estética es sobre todo una actividad mental. “Más allá del placer biológico que nos genera la percepción, existe un placer intelectual”, que nos evoca o inspira hacia otros destinos (arte, filosofía, espiritualidad…). A pesar de las dificultades, hay consenso en que la apreciación estética ha de ser desinteresada, en el sentido de que su fin último es deleitarnos y no obtener otros resultados “prácticos”; no es un medio para conseguir un fin, sino que es un fin en sí misma. La vida moderna, acelerada y contaminada, puede dificultar la contemplación serena. ¿Cuántos observan hoy las estrellas por el placer de verlas, sin prisas y sin más objetivos?

Según Schopenhauer, el egoísmo que guía a todos los seres vivos es más peligroso en los humanos (algo que está bien demostrado). Toda su filosofía es un intento de limitar el ego, y una de las vías es la estética porque la contemplación estética actúa como una pacificación del ser. Se supone que mientras apreciamos la belleza de algo no somos empujados por el egoísmo, de forma que la estética es una vía para construir una relación más ética y pacífica con todo, incluyendo la naturaleza.

Para M. Horkheimer y T.W. Adorno el miedo a ser dominado por la naturaleza, lleva al humano a intentar dominarla, de tal forma que el humano no pretende conocer el mundo sino dominarlo. Cuando nos relacionamos con lo exterior, demasiadas veces solo se piensa en la utilidad de todo y nos dicen que todo lo inútil no merece la pena. Adorno sostiene, en cambio, que si los seres humanos no saben apreciar la naturaleza tampoco sabrán protegerla, lo cual parece evidenciarse con cada desastre ambiental.

“La belleza o la fealdad no existen realmente” en los objetos, sino que son percepciones subjetivas. “En la estética no vamos a encontrar verdades absolutas”, pero eso no implica que sea algo sin importancia. Por ejemplo, “es más probable que los ciudadanos de un país decidan proteger un entorno que les parece singular y espectacular que otro que consideran aburrido o feo”. En cambio, “preservar la biodiversidad exige proteger todas las especies, tanto las que nos parecen bellas como las que no”. Esto es importante tenerlo en cuenta dado que “nuestras apreciaciones estéticas tienden a influir en nuestras decisiones sobre la defensa de la naturaleza”.

Kant impulsó la autonomía de la estética respecto de la ética. Es decir, un objeto feo no tiene que ser moralmente malvado, ni debe ser combatido y eliminado. Por otra parte, un objeto bello no tiene que ser moralmente bueno. Un ejemplo es la tauromaquia: aunque algunos ven belleza en la tortura de un animal, esa supuesta belleza no justifica éticamente el sufrimiento que causa.

Vivimos en una sociedad que es muy superficial en algunos aspectos. La valoración estética es un buen ejemplo, pues se ponen en valor muy pocos aspectos, sin profundizar. Por ejemplo, la fruta es evaluada solo por unos cuantos aspectos concretos (color, tamaño, uniformidad, brillo…) y se olvidan aspectos que son muy importantes (uso de pesticidas, herbicidas, abonos artificiales, trabajadores mal pagados…). Si valoramos la estética con profundidad, unas manzanas irregulares o con alguna mancha, pero de productores locales y ecológicos saldrán ganando a otras manzanas, pues “lo importante es entender que la belleza de las manzanas no depende solo de su aspecto, sino también de su historia”. Otro ejemplo son las frutas y verduras envueltas en plástico o en bandejas de porexpán: se venden demasiado a pesar de que sabemos los problemas del plástico y que, aunque se reciclen, reciclar no es suficiente.

Estética superficial: animales y personas como objetos

“Estilos estéticos superficiales reducen el objeto a un mero instrumento cuya utilidad consiste en adornar”. Algunos casos muy graves son las peceras y los pájaros enjaulados, donde los animales son reducidos a “meros adornos” (prestigiosos museos incluyen obras de arte con animales vivos encerrados). No parece influir en ello que sepamos que “los animales sienten placer y dolor” y que “todos los vertebrados, e incluso algunos invertebrados como los cefalópodos, son más inteligentes y emocionales de lo que la ciencia más mecanicista nos venía repitiendo desde los tiempos de Descartes”. Por tanto, “encerrar animales en espacios reducidos y condiciones artificiales, impedirles vivir sus vidas, robarles su libertad y separarlos de sus familias simplemente porque nos parecen bonitos implica reducir a los animales a un mero valor ornamental, y eso es precisamente lo contrario de una apreciación estética profunda”. “Los animales no son objetos: son historias, son redes de relaciones (…). Por eso las jaulas no solo encierran, sino que rompen vidas“. Así lo demuestra Braitman en un su libro “La elefanta que no sabía que era una elefanta“.

Hoy, a veces, la experiencia estética es algo simple y barato, un producto low-cost, aunque los animales paguen con su vida y su libertad y aunque el medioambiente se deteriore. Para Tafalla, “las experiencias estéticas profundas están mucho más allá de lo que ninguna empresa nos podrá vender jamás”.

Mención aparte merece lo femenino. Según Tafalla, la prensa tiende a centrarse en cómo las mujeres van vestidas o peinadas, más que en lo que hacen o dicen, independientemente de su cargo político o de si son artistas, científicas o empresarias. “Se recuerda diariamente a las mujeres que deben mostrarse jóvenes, delgadas, con piel lisa y perfecta, maquilladas”… y muchas de ellas “invierten gran cantidad de tiempo, dinero y preocupación en acercarse al ideal que se les prescribe en vez de dedicarse a cosas más interesantes”. Tafalla explica el caso de las farmacias, donde “los conceptos de salud y estética se mezclan de una forma peligrosa”. “Se dice a veces de nuestra sociedad que es muy estética, pero eso no es cierto en absoluto: lo que reina en nuestra civilización es la superficialidad”. La valoración estética debe hacerse con mayor profundidad y ello requiere al menos un pequeño esfuerzo.

Tenemos más de 5 sentidos: aceptar la pluralidad facilita superar el egoísmo

Descartes calificó a los animales como máquinas carentes de conciencia, incapaces incluso de sentir dolor. El error ha sido demostrado en multitud de ocasiones, especialmente con los hallazgos de Darwin, que nos situó a los humanos dentro de los animales, como uno más con características propias. Por otra parte, los sentidos de los humanos también se han clasificado en dos grupos, los ligados a actividades intelectuales (vista y oído) y los que no fueron aceptados para la estética (olfato, gusto y tacto), por representar los placeres corporales y acercarnos a los demás animales. Esos tres sentidos han sido minusvalorados con argumentos tales como que no puede crearse arte para ellos.

En el fondo, ese debate plantea cómo nos concebimos y cómo nos relacionamos con la naturaleza. El libro explica que esa dualidad en los sentidos, plantea también una dualidad con la naturaleza, que nos sitúa fuera de ella y amenazados por ella. Por tanto, tenemos que dominarla y explotarla. Si en vez de ello nos propusiéramos comprenderla, nuestra relación con la naturaleza sería “infinitamente más sencilla y fluida y a la vez más apasionante”.

El ecofeminismo ha sido muy explícito al comparar las distintas formas de dominio: la explotación de las mujeres, de la naturaleza y de los animales tienen muchas similitudes. La idea básica subyacente es que hay una jerarquía y que lo superior puede someter a lo inferior. Por tanto, la naturaleza existe para servir a nuestra especie, y “un caballo debe renunciar a su propia vida para convertirse en el sistema de transporte de un ser humano”, o bien, que una mujer debe renunciar a sus proyectos para servir a los de un hombre. “El problema es un orden metafísico jerárquico que justifica relaciones de poder y opresión”.

Decía Harari que “los monoteístas han tendido a ser mucho más fanáticos y misioneros que los politeístas”, porque los monoteístas ven una dualidad (o crees en su dios o no), mientras que los politeístas están más abiertos a creer en nuevos dioses. Para Tafalla, aceptar la pluralidad sensorial puede facilitar entender mejor la diversidad, en general, y respetar todo aquello que no es como nosotros: “no es el cuerpo lo que necesitamos superar, sino nuestro egoísmo”.

“Los científicos discuten cuántos sentidos tenemos y analizan cómo cada uno de ellos influye en los demás”. En pocos años, la relación de sentidos podría cambiar, pero lo que es seguro es que no hay solo cinco sentidos. Para empezar, el olfato puede dividirse en dos: olfato ortonasal (para oler los objetos fuera del cuerpo) y olfato retronasal (para oler la comida y bebida de la boca). El gusto se complementa con el sistema trigeminal con sensores repartidos por la cara (boca, nariz, ojos…) y que perciben sensaciones como lo picante o el frescor de la menta.

Otros sentidos sin duda importantes son el equilibrio (se encuentra en el oído y es útil para desplazarse), la propiocepción (que percibe la posición de nuestro cuerpo), la kinestesia (percibe el movimiento del cuerpo y podría ser el mismo sentido que la propiocepción), la interocepción (percibe el estado interno del cuerpo: digestión, hambre, sed, y otras necesidades fisiológicas), termocepción (sentir la temperatura), la nocicepción (sentir el dolor) y la cronocepción (sentir el paso del tiempo). Por supuesto, unos sentidos se complementan con otros para tener una comprensión más completa de la realidad. Pero a veces, unos sentidos confunden a otros. Por ejemplo, se ha demostrado que la música influye en el sabor en general y del vino en particular. También se ha demostrado que el color de una taza influye en el sabor de una bebida caliente, por ejemplo. ¿Es el sentido de la orientación otro sentido? ¿Y la empatía?

Los sentidos que están enfocados hacia nuestro propio cuerpo nos ayudan a disfrutar más de ciertas experiencias: sentir cómo nos mueven las olas, disfrutar de una caminata o de un tobogán… La interocepción nos permite sentir si un lugar nos estresa o nos tranquiliza. Por otra parte, se ha demostrado que el olfato tiene la capacidad de evocar recuerdos con gran viveza.

El olfato ha sido un sentido altamente despreciado. La autora es anósmica de nacimiento (sin sentido del olfato totalmente) y refleja su sorpresa al ver que los humanos que huelen no consideran importante el olfato, hasta que lo pierden. Entre el 15 y el 20% de la población tiene alguna pérdida olfativa (hiposmia) y entre el 2.5 y el 5% padece anosmia. Tafalla afirma: “Creo que la anosmia es el único problema de salud ante el cual la gente se permite hacer chistes desagradables sin ningún pudor”. Ella se sorprende de “la ambigüedad de las personas que disfrutan con los olores y al mismo tiempo te aseguran que no son necesarios”. “Todas las personas que he conocido que habían perdido el olfato de adultas estaban profundamente afectadas; su calidad de vida había disminuido y en algunos casos también su vitalidad y alegría”, llegando incluso a la depresión. “Al desaparecer el olfato, desaparecen a la vez un estímulo para comer, una buena guía para cocinar y el principal responsable del sabor de la comida”. No tener olfato es un gran problema para algunas profesiones, como las de la alimentación (cocinar, enología…), la perfumería, bomberos, trabajar con sustancias peligrosas…

Según Tafalla, “la anosmia empobrece la apreciación de la belleza y la fealdad”, además de ser un problema de salud. No poder oler un bosque, el mar, o algo en descomposición resta información y genera distinta valoración. El olfato influye en la cronocepción y sin olfato los entornos parecen más estables, porque el olfato percibe algunos cambios que otros sentidos no pueden. Pero cuando un sentido nos falla, haremos bien en centrarnos en todos los demás.

Apreciar la naturaleza

“Los elementos naturales no han sido creados por nosotros ni para nosotros”, dice Tafalla. A veces se usan palabras que esconden preocupantes realidades. Por ejemplo, el concepto de Antropoceno puede alimentar el narcisismo humano de especie superior, ocultando que el impacto sobre el planeta es muy perjudicial. También se usa la expresión sexta extinción, que recalca que hubo antes otras, pero la actual es la primera causada por el hombre y podría bien llamarse exterminio global o ecocidio, igual que el cambio climático debería llamarse catástrofe climática.

Se están descubriendo grandes cosas sobre las capacidades cognitivas de los animales, pero para Tafalla lo más sorprendente es que hayamos tardado tanto en hacer ese tipo de estudios. Lo cual resalta el antropocentrismo del ser humano. Nos cuesta retirarnos a los márgenes y asumir una actitud humilde permitiendo que la vida se desarrolle y que la diversidad se abra paso. Tenemos que “dejar de concebir la naturaleza como una fuente de recursos y redescubrirla como una red de vida” y “entender que ningún ecosistema ni ninguna especie existen para servirnos a nosotros, sino para sí mismos”. Esa actitud no implica la inactividad sino tener una actitud activa para compensar los daños que recibe la naturaleza: instalar pasos de fauna en carreteras, cajas nido, hoteles para bichos, limpiar montes, recuperar ríos, atender a animales salvajes heridos, favorecer la biodiversidad urbana, renunciar a insecticidas y herbicidas…

Resulta sorprendente que la estética de la naturaleza tenga una historia tan breve. Nació en el siglo XVIII, pero no fue hasta el siglo XX cuando Adorno y Hepburn le dieron el estatus de disciplina académica. Esto es importante porque ayuda a dar valor a la naturaleza. Si no educamos en conocer la naturaleza en su entorno, difícilmente se comprenderá la catástrofe ecológica ni se luchará para evitarla. Para apreciar un entorno no basta el aspecto visual (eso está en una simple foto), sino que hay que aprender a valorar otras cualidades sensoriales, a sentirse dentro del entorno, a olerlo y recorrerlo, entendiendo que la naturaleza no está ahí para nosotros, sino que es un lugar donde viven muchos organismos y que nosotros solo somos uno más. Si nos desconectamos de la naturaleza “nos convertimos en animales de granja”. El concepto de estética ecoanimal resalta la necesidad de prestar atención a los animales de esos entornos. Por ejemplo, los cetáceos no usan mucho la vista porque bajo el mar la luz no profundiza mucho y el oído para ellos es esencial. Se ha constatado que los focos de ruido (sónar de barcos, prospecciones…) les afectan, llegando incluso a provocar que queden varados en las playas. “Si seres inteligentes de otro planeta observaran el nuestro con el sentido del oído, no quedarían maravillados por nuestra poesía y nuestra música, sino ensordecidos por nuestra contaminación acústica“. Tantos tipos de contaminación es lo que lleva a Tafalla a concluir que “estamos arrasando el paraíso”.

“La publicidad emplea sistemáticamente paisajes naturales como decorados y animales como ornamentos para vender cualquier tipo de producto”. Por ejemplo, “tal estética superficial es uno de los factores responsables del tremendo daño que causa el turismo masivo” que, tantas veces acaba “dañando la misma naturaleza cuya imagen idílica se ofrecía como reclamo”. Tallafa se pregunta ¿qué turista mirará detrás del decorado para ver si el viaje o la estancia daña la biosfera?

Por supuesto, el lenguaje humano es más rico que el de los animales pero nuestras conversaciones son demasiadas veces absurdas: la vulgaridad y la banalidad son frecuentes y para ello basta ver la televisión, YouTube o las redes sociales. Ciertamente, muchas de nuestras conversaciones son para expresar afecto o compañía, y lo de menos es el tema del que se hable. Ante esos casos, Tafalla se pregunta ¿qué cambiaría si sustituyéramos esas charlas por sonidos como los animales?

A grandes rasgos, la gente suele estar orgullosa de lo que la humanidad ha hecho gracias a la “inteligencia”. Se dice que somos violentos, generamos guerras y cometemos genocidios, pero que nos salvamos por gente como Shakespeare, Cervantes, Miguel Ángel, Mozart o Beethoven. “No importa cuánto daño causemos, seguimos enamorados de nosotros mismos”. Para Tafalla hay tres razones por las que podemos cuestionar la capacidad artística o estética del ser humano en general:

  1. Primero, la naturaleza es arrasada, y eso demuestra que solo apreciamos lo que nosotros creamos, o bien, que no valoramos la naturaleza.
  2. En segundo lugar, el ser humano también destruye su propio arte cuando no encaja con sus gustos o cuando el arte critica a los poderosos.
  3. Por último, buena parte del arte, al igual que la filosofía o la ciencia, “ha servido para legitimar una civilización radicalmente injusta”. En todas las épocas ha habido gente que ha luchado contra las injusticias de todo tipo (esclavitud, racismo, machismo, homofobia, especismo…), pero sus obras no tuvieron la misma repercusión que las obras de los más sumisos. “Un caso paradigmático es la manera como el mundo del arte ha vetado tradicionalmente la creación artística realizada por mujeres” o por artistas de culturas no occidentales. Para Tafalla, es necesario y urgente “dejar de mirarnos tanto el ombligo de nuestras creaciones” y “practicar la humildad”. “Apreciar la belleza natural exige precisamente renunciar a dominar y poseer”. Por eso, la caza es un acto principalmente destructivo, acaba con el placer de observar el animal, se roba una vida y se reduce “la riqueza estética de ese animal” y, de hecho, de todo el planeta.

Cuando se denuncian los desastres ambientales, la gente percibe que las soluciones empeorarían su calidad de vida (dejar de viajar en avión, comer menos carne u otras soluciones que proponen científicos y ecologistas). “No se trata de ser más infelices, sino de redefinir la felicidad”. La filósofa Carmen Velayos cree que sería más motivador hacer discursos más positivos que propongan estilos de vida y de felicidad alternativas a los dominantes.

Apreciar a los demás animales

No cabe duda de que los animales han fascinado a la humanidad desde siempre. Sin embargo, Tafalla opina que “dada la superficialidad que impregna la civilización en la que vivimos, su apreciación suele ser bastante banal”. Y ella justifica su afirmación porque “no se los aprecia como aquello que son, sino como aquello que nuestra civilización desearía que fueran”, y normalmente desearían que fueran menos complejos. O sea, se simplifica a los animales y se ignoran sus capacidades cognitivas, emocionales, comunicativas, así cómo la de sentir dolor y placer, y tener memoria y deseos. En síntesis, la humanidad hace sufrir a los animales para “ser obligados a entregarnos su cuerpo, su tiempo y sus energías para servir a nuestros fines”.

Los animales son “reducidos a un valor instrumental”, como comida, como diversión, como medio de transporte, como cosas para hacer experimentos… y como “instrumentalización estética”. Por ejemplo, se encarcela a los animales porque son bonitos. Es el caso de peces en los acuarios, de pájaros enjaulados o de animales en los zoológicos. Todo eso genera también comercio ilegal de especies y se les mata para convertir a los animales, o parte de ellos, en meros adornos (cabezas de ciervo disecadas para colgarlas en la pared, manos de gorilas como ceniceros…). Aquí también entran las colecciones de mariposas u otros insectos, los abrigos de piel y los zapatos de cuero. También se abusa de la imagen simplificada de los animales, “representaciones insustanciales, que no hacen más que justificar la opresión”. Otro ejemplo: “Los toreros llevan siglos matando toros, pero son incapaces de ver al toro como lo que realmente es”.

El caballo aparece en multitud de representaciones artísticas usado exclusivamente como pedestal de un humano, como seres doblegados a hacer lo que quiera el amo. Sin duda, “ese tipo de arte contribuye a normalizar su uso, como si cargar con humanos y sus mercancías fuera la razón de ser de esta especie”. Los caballos están en sus establos encerrados, hasta que el humano los necesita para su propio beneficio. ¿No deberíamos eliminar ya la equitación como deporte, olímpico o no?

A los humanos les gustan tanto los animales que les hacen daño. Como también decía Laurel Braitman, zoos, acuarios, circos, laboratorios y granjas son cárceles que enloquecen a los animales. Según Tafalla, “mutilan la identidad de los animales para convertirlos en objetos de exhibición”. Los zoos dicen que su tarea es la conservación pero es falso, porque “la única manera de conservar realmente a las especies es conservarlas en sus ecosistemas; y por ello los zoos no pueden cumplir una función real en la conservación”. En los zoos los animales no muestran su conducta natural, y una jaula o una zona enrejada no puede educar en el valor de la libertad. Tafalla se asombra de que la gente esté dispuesta a pagar su entrada del zoo, pero luego se quejan cuando hay fauna salvaje cerca de su casa, aunque no suponga ningún peligro.

“La misma especie humana que inunda los mares de plástico” y contaminación, se queja a menudo de que las deposiciones de los pájaros sobre el asfalto ensucian. La naturaleza no ensucia cuando el hombre no la agrede. “El problema es asfaltar. Eso no significa que debamos renunciar al asfalto (…). Pero sí significa que debemos tener en cuenta los pros y contras de emplearlo”. Otro ejemplo: tenemos que diseñar nuestras carreteras sabiendo los flujos de fauna y poniendo puentes para fauna para que las carreteras no corten el paso de los animales y se eviten así accidentes. Tafalla añade que “ni siquiera nos detenemos a averiguar el daño que provocamos” (véanse aquí unos datos muy preocupantes). Se culpa a los animales de esos accidentes cuando ellos son las víctimas que más sufren.

Otro caso son los ríos, que se encauzan con hormigón, cortando su acceso a otros animales y eliminando hábitats de gran biodiversidad. Aún hay mucha gente que piensa erróneamente que el agua de los ríos se tira al mar. Los ríos, como los animales, no nos pertenecen a nosotros, sino que “son la fuente de vida de la que dependen todos los habitantes de cada ecosistema”.

A veces, se acusa a la fauna salvaje de ser demasiado numerosa (demasiadas palomas, demasiados jabalíes que se meten en las ciudades…), pero la auténtica realidad es que hay “demasiados humanos” que hemos cazado en exceso a los depredadores naturales. Una de las cosas más sensatas que podemos hacer por el bien del planeta es reducir el número de humanos (lo dice la ciencia). “El arma fundamental para lograr reducir nuestra superpoblación sería, sencillamente, que todas las niñas y mujeres del planeta tuvieran acceso a una educación pública y gratuita de calidad”. Esa es la base del “ecofeminismo“.

Tafalla nos revela las contradicciones de nuestra sociedad. Nos gustan los delfines pero los encerramos en acuarios sin interesarnos en que “la existencia de un delfín en cautividad es absolutamente miserable”. También “resulta paradójico que tanta gente salga al campo a ver fauna y que al mismo tiempo se niegue a mirar a esos millones de animales maltratados que buscan desesperadamente nuestra respuesta”.

La sociedad favorece la explotación animal

Existen multitud de estudios científicos sobre los animales de granja: cómo engordarlos, qué hacer para disminuir costes en su penosa vida, etc. En cambio, hay muy pocos estudios sobre su inteligencia, sus emociones, su memoria o sus relaciones sociales. Conocer estos últimos aspectos de los animales “va contra los intereses de la industria”. “Lo que persiguen la mayoría de los estudios no es conocer a los cerdos por sí mismos, sino saber cómo explotarlos de la manera más eficaz”. Tafalla sugiere que en los estudios universitarios se incluya formación en ética filosófica.

Los seres humanos emplean la selección artificial para convertir a los animales en máquinas que satisfagan sus deseos (pollos que crezcan más rápido aunque se les partan las patas o vacas que produzcan más leche aunque sufran dolores). Lo mismo se aplica a las razas de perros, seleccionados durante miles de años para ser dóciles y dependientes, lo cual los hace muy vulnerables y, a veces, enfermizos (ciertas razas padecen enfermedades concretas por culpa de haber propiciado ciertos caracteres propios de esa raza). Los perros son animales sin libertad: tienen que adaptarse a nuestra comida, horarios y costumbres, teniendo que controlar hasta la orina y la caca para adaptarse a los deseos del “dueño”.

Tafalla se revela contra la creencia popular de que nuestra sociedad ama a los perros. Es cierto que no los maltrata sistemáticamente como a cerdos, pollos, toros o vacas, pero si nuestra sociedad amara a los perros no habría tantas perreras y refugios llenos de perros maltratados y abandonados. La diferencia con los demás animales domésticos, es que los perros tienen el rol de acompañarnos, de darnos afecto y de ayudarnos. Y para ello tienen que renunciar a sus propias familias biológicas, a pesar de ser animales sociales. Los criadores de perros tienen hembras dedicadas a parir una camada tras otra y les impiden cuidar y mimar a sus cachorros. “La mayoría de perros no pueden crecer con sus padres y hermanos”.

Tafalla se muestra partidaria de la esterilización de perros, ante el problema del abandono masivo de animales, pero “si tenemos que esterilizar a los perros es porque la forma de vida que les hemos impuesto es irracional”. Es evidente que la relación con los perros es asimétrica: “los perros nos dan mucho más de lo que les damos a ellos”, pues son animales subyugados y sin libertad. Si a nuestra sociedad le gustan los perros es porque “nos convierten en el centro de sus vidas. Son fieles incluso si los tratamos mal”. Algo similar puede decirse de otras especies, como los caballos: admirados por su belleza, pero relegados a ser tratados como esclavos. “La mayoría de caballos no pueden formar sus propias familias, criar a sus hijos a su modo, verlos crecer y hacerse adultos”.

La autora examina también la aberración de la caza por cuanto acaba con una vida e impide que se pueda seguir admirando en libertad: “Cazar es la renuncia al diálogo para imponer el monólogo”.

Por otra parte, nuestra sociedad es muy reacia a reconocer las capacidades estéticas de los animales, aunque las ballenas jorobadas o yubartas cantan bellas melodías con gran complejidad y variabilidad. También encontramos pájaros cantores, tejedores, bailarines o alfareros que crean arte o artesanía que otros miembros de su especie son capaces de apreciar.

Los humanos que representan animales en su arte suelen hacerlo de forma simplificada, ignorando su complejidad intrínseca. Marta Tafalla resalta el trabajo de algunos artistas por su labor de denuncia contra el maltrato animal: El Roto, Paco Catalán, Ruth Montiel Arias, Verónica Perales… En particular, esta última y otros artistas han denunciado el abuso de la imagen de los animales como marcas de empresas u otras instituciones, mientras los animales reales se extinguen. La denuncia resalta que no hay interés real en los animales, sino en la simplificación que nos gustaría que fueran.

Por otra parte, en el cine se usan animales salvajes que son amaestrados y obligados a actuar, lo cual es una forma de maltrato. El colmo es cuando se hace para una película que pretende denunciar el maltrato animal. El libro estudia varios casos negativos y positivos. Entre estos últimos destacan El faro de las orcas, que usa grabaciones de orcas salvajes, o bien, orcas virtuales, y White God, una película en la que se usan muchos perros procedentes de centros de acogida a los que se les buscó adopción tras el rodaje.

La conclusión es muy evidente: “esta civilización se sostiene sobre el sufrimiento sistemático de millones de animales” y “la ganadería es una de las principales causas del exterminio global de vida salvaje, además de ser altamente contaminante y una de las causas fundamentales de la catástrofe climática”. No basta con tratar mejor a los animales, sino que lo urgente es dejar de dominarlos, “reducir nuestra población, decrecer, dejar de ocupar tanto espacio y de malgastar tantos recursos“.

Land art respetando la naturaleza

Land art es un tipo de arte con obras que se crean en medio de un entorno natural con el objetivo de llevar el arte a la naturaleza. Son obras que no pueden ser mercantilizadas. Se crean en bosques o desiertos y luego se abandonan para que la naturaleza las haga suyas. Eso no significa que los artistas sean respetuosos con la naturaleza, pues hay artistas que siguen viendo a la naturaleza como algo que está a su disposición para su arte. En cambio, hay algunas obras humildes y austeras en las que está, para Tafalla, “el germen de una actitud que no concibe a la naturaleza como un instrumento estético, sino que invita a contemplarla por sí misma”.

Sun Tunnels de Nancy Holt, Land Art en el desierto de UtahLa autora enumera y explica unas cuantas obras artísticas que invitan a apreciar la naturaleza de manera profunda y que actúan como miradores multisensoriales. Algunas de estas obras son Sun Tunnels de Nancy Holt, o la serie Silueta de Ana Mendieta.

Richard Long. A line made by walking England 1967Mención especial merece el arte efímero de Richard Long. Sus obras de arte consisten simplemente en caminar y en las huellas que deja por los lugares que recorre. Son obras que se integran tan bien en el entorno que puede costar distinguirlas. No causan daño a la naturaleza sino que invitan a observarla. No le gusta revelar el lugar exacto para no convertirlas en atracciones turísticas. “Long nos invita a situarnos en los límites del cuerpo y hallar nuestra velocidad en la rapidez de nuestros pasos”.

La obra artística de bajo impacto ambiental de Hamish FultonPor su parte, Hamish Fulton es un artista aún más radical, más ecologista y con una actitud más reverencial hacia la naturaleza. Fulton no crea ninguna obra en los entornos que recorre. Su obras son fotografías del camino o pinturas murales simples que evocan sus viajes. A veces, se acompañan de textos breves que imaginamos que tienen más poder evocador sobre el artista que sobre el observador. Invitamos al lector a pasearse por la cuenta de Instagram de Blogsostenible, donde muchas fotos siguen el estilo de Fulton. Este artista también ha fotografiado perros atropellados como medio de denuncia de la ingente cantidad de animales que mueren sin sentido por culpa del ser humano. La contradicción de Fulton estriba en que para realizar sus caminatas en lugares remotos se desplaza en avión y él mismo ha reconocido lo contaminante que es este medio.

Jardines humanos y divinos

Un jardín es un trozo de naturaleza que consideramos más seguro. Nos convertimos en cuidadores de las plantas, a cambio de belleza, comida, plantas medicinales… Un jardín no es un cultivo industrial ni es para poner la naturaleza a nuestro servicio exclusivamente. Por eso un exceso de rigidez no es recomendable. La espontaneidad de la naturaleza también debe ser aceptada porque, además, eso es fuente de profundas experiencias estéticas. Por ejemplo, no deberíamos aislar los jardines del resto del entorno, pues la fragmentación es uno de los grandes problemas que causamos a la naturaleza. Por eso, Tafalla recomienda dejar huecos en los muros de los jardines, para que los animales puedan atravesarlos y visitarnos. Los jardines deben ser lugares accesibles para todas las personas y también para la fauna libre. Hay ideas básicas para hacer nuestros parques y jardines más ecológicos. Por otra parte, Tafalla ensalza los jardines y huertos comunitarios por su contribución al diálogo entre vecinos y a crear lazos de ayuda mutua, como se está demostrando cada vez en más ciudades.

En la Biblia se habla del Jardín del Edén, el cual puede tener múltiples interpretaciones, pero Tafalla comenta dos de ellas muy curiosas. Por una parte, ese jardín puede ser una evocación de la naturaleza salvaje como nuestro verdadero hogar. Lo que nos expulsó de esa naturaleza fue haber comenzado a dominarla con la agricultura y la ganadería. Algo similar opina Harari cuando dice que la agricultura supuso el mayor fraude de la Historia. Por otra parte, el Jardín del Edén podría ser un intento de explicar los orígenes de la violencia natural. Cuando Dios crea a Adán y Eva, les ofrece como alimentos hierbas y frutos, pero no animales. El Génesis dice que todos los animales tendrán por comida los vegetales que la tierra produce (Gen. 1, 28-31). Este mito parece indicar que todas las criaturas convivían pacíficamente hasta que el humano pecó. El profeta Isaías describe un futuro idílico donde la justicia y la paz gobernarán para los humanos y para toda la naturaleza (Isaías 11, 1-9). Todo esto nos recuerda las dos interpretaciones de otro jardín, El Jardín de las Delicias de El Bosco.

En todo caso, la Biblia no muestra respeto por la naturaleza, ni en el antiguo ni en el nuevo testamento (por ejemplo, se ensalza el sacrificio de animales para adorar a Dios, en el diluvio universal Dios mató a millones de animales inocentes por culpa del pecado del hombre, Jesús secó una higuera y ahogó a unos cerdos al introducir el demonio en ellos…). Finalmente, Tafalla resalta que en el cielo cristiano habrá poca biodiversidad pues solo estarán Dios, los ángeles y algunos humanos. Por eso, el relato bíblico puede servir perfectamente de justificación para la extinción de especies, ya que ellas no estarán en el cielo (aunque la visión de El Bosco podría ser diferente). Tafalla sentencia que “la promesa del cielo cristiano es una de las ideas que más daño han hecho en la historia de la humanidad”. Ese cielo sería como un monocultivo de la moderna agricultura intensiva: eficaz pero muy destructivo. Tafalla añade que, por fortuna, “hay cristianismos marginales y contestatarios que buscan reencuentros con el mundo natural”. La encíclica Laudato Si del Papa Francisco es un paso en esa dirección.

Tafalla también reflexiona sobre las mal llamadas “malas hierbas” (plantas ruderales). Se llaman así porque estorban para algunos humanos y se las elimina con herbicidas, pero esas plantas seguramente habitaban ese terreno antes que los humanos, están bien adaptadas y mantienen complejas relaciones con otros seres vivos. Por eso y por mucho más, Tafalla concluye que “ninguna planta merece ser llamada «mala hierba» (…). Si la dejamos crecer, descubriremos que la mayoría de esas plantas son tan interesantes como preciosas”, además de aportar ventajas a la fauna local. Ante tantas agresiones ambientales, Tafalla opina que una buena compensación sería favorecer los jardines de plantas autóctonas y empezar a ver las plantas con otros ojos. Por ejemplo, no viendo las hojas como basura. Quitar las hojas del suelo “priva a los árboles de su alimento, interrumpe los ciclos naturales y supone un gasto absurdo de energía”.

El libro aprovecha para criticar el negocio de los árboles de Navidad, que reduce seres vivos a meros adornos temporales, para luego tirarlos, lo cual “no es más que desprecio por la vida y la belleza”. Tafalla se pregunta: “¿No sería más razonable adornar como árbol de Navidad una planta que podamos cuidar?”.

Para el cuidado de los jardines se propone no usar pesticidas porque “lo que llamamos «plagas» son el resultado de los desequilibrios que nosotros mismos provocamos”. También propone renunciar al uso de aparatos a motor (por el ruido y por el gasto energético). Este libro es también una protesta del maltrato a los árboles en las ciudades (podas excesivas, mala elección de especies…). Para Marta Tafalla la belleza de los árboles está en todos sus matices, hasta cuando sus raíces rompen el asfalto, pero concluye que “protestar es más fácil que observar, aprender y apreciar”.

La ética y la estética de la comida

Al final del libro, la autora detalla cómo la percepción del sabor está influida por multitud de factores (colores de la comida y de los recipientes, olores, música, entorno… y también el gusto) y sugiere que hubiera sido imposible la creación de tantas tradiciones culinarias si no tuviéramos el sentido del olfato.

Pero para apreciar la comida de forma profunda hay que valorar aspectos que nuestra sociedad suele pasar por alto, desde el empaquetado hasta la publicidad o el origen y los procesos de los ingredientes. Con respecto al empaquetado, debemos resaltar el problema de los plásticos de usar y tirar o del tetrabrik (envase que no se recicla realmente), además de cómo los colores y los mensajes ocultan lo que hay en su interior. “¿Para qué van a invertir las empresas en producir alimentos de mayor calidad si basta con mejorar el aspecto del paquete?”.

La publicidad siempre muestra fiesta, juventud, salud… pero los alimentos y bebidas a veces suponen todo lo contrario y eso, la publicidad lo esconde. “De la misma manera en que el final de una novela no se entiende sin haber leído la novela completa, tampoco se entiende esa sopa sin conocer su historia. Una experiencia estética profunda exige conocimiento y necesitamos saber cómo se ha elaborado ese alimento que nos estamos llevando a la boca”. Como hemos resaltado en este blog, es muy importante conocer el origen y destino de todo lo que usamos (tanto de los productos como de sus envases).

“La mayoría de los alimentos precocinados llevan colorantes y aromas artificiales”, por no hablar de los excesivos transportes, que contaminan el planeta “para que podamos consumir frutas fuera de temporada”.

Vivimos en una sociedad en la que las empresas engañan a los consumidores y en la que estos últimos se dejan engañar con facilidad. Un ejemplo es el salmón de piscifactoría que debido a su alimentación artificial no posee el color salmón característico. En cambio, cada piscifactoría decide el tono exacto que desea añadiendo colorantes a la alimentación de los animales. Los clientes valoran el producto por el color, pero jamás preguntan por las condiciones en las que han vivido los peces o si hay antibióticos en los músculos. ¿Deja la gente de comprar salmón cuando se enteran que están comiendo antibióticos y colorantes en animales maltratados?

“Comer animales puede generar experiencias estéticas positivas tan solo si nos mantenemos a un nivel superficial”, porque “si las personas ven cómo son criados los animales, si observan su día a día, si averiguan cómo son maltratados (…) se les despertarán dudas que les pueden conducir finalmente a asumir una dieta vegana“. Las empresas cárnicas temen eso tanto que esconden todo lo posible las condiciones reales en las que viven los animales, para tranquilizar la conciencia del ingenuo comprador que, además, suele estar deseando ser engañado en este aspecto. “El cinismo de esos empresarios encaja a la perfección con la superficialidad de un público deseoso de que le eviten plantearse problemas”.

Tras investigar el problema con profundidad, Tafalla llega a una conclusión muy clara: “No es posible comer animales sin que haya dolor”. Esta investigadora se extraña de que haya gente que convive con su perro, que lo reconoce como un sujeto individual, pero en cambio, se comen otros mamíferos “que sufren igual que sufriría su perro”. Además, “aves y peces no son tan distintos” y hasta se sabe que los pulpos o las langostas sufren. De hecho, hay países que han prohibido hacer sufrir a las langostas. La producción de lácteos y de huevos también conlleva sufrimiento (incluso aunque sean productos ecológicos). Con respecto a los lácteos, el libro comenta el caso de una pareja que intentó crear una granja de vacas de producción ecológica, hasta que descubrió que “es imposible producir leche sin dolor”.

“Reducir un animal a sabor es un caso clarísimo de estética superficial y trivial”. Pero no es solo el sufrimiento lo único preocupante de comer carne: “Una dieta basada en productos animales es ecológicamente mucho más costosa, porque requiere más tierra, más agua y más energía, que una dieta vegana”. Por tanto, comer menos carne beneficia a los animales, al planeta y a todos los seres humanos, pero el camino hacia una alimentación vegetariana o vegana es un viaje personal y, ante cualquier problema es posible que haya algo que no estemos haciendo bien y lo recomendable es consultar con un nutricionista.

“Tenemos el deber moral de intentar reducir al mínimo el daño que causamos”, por lo que aunque se decida no ser vegetariano, “lo que resulta fundamental es alejarse por completo de la producción industrial, que es extremadamente cruel con los animales y devastadora para la naturaleza”. También ayuda el cultivar algunos de nuestros alimentos, lo cual es muy sencillo y forma parte de las cinco cosas muy sencillas que están mejorando mucho el mundo.

Concluyendo

Libro Filosofía ante la crisis ecológica, de Marta Tafalla (reseña)“La apreciación estética de la naturaleza se basa en admirar aquello que nosotros no somos ni tampoco podemos crear”. Esta estética ecoanimal “es un antídoto eficaz contra el antropocentrismo, contra nuestra creencia de que somos superiores y nuestros peligrosos proyectos de dominio”.

Tafalla se pregunta si podríamos reunir en un programa de estudios lo necesario para “comprender la naturaleza y los animales y aprender a convivir con ellos”. Harían falta unir ciencias y “humanidades” pero, a estas últimas sugiere cambiarles el nombre para que no sean tan antropocéntricas. Los problemas ambientales a los que nos enfrentamos requieren un cambio de rumbo urgente. “La estética ecoanimal puede ayudarnos en ese proceso, porque, al enseñarnos a apreciar la naturaleza y los animales, nos revelará la gravedad del ecocidio.

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Ideas ecológicas para estar a gusto en casa

Por: Pepe Galindo
Asomarse por la ventana y observar no es una pérdida de tiempo.
Asomarse por la ventana y observar no es una pérdida de tiempo.

Nos han vendido que la felicidad está ahí fuera, pero no hay que ser muy inteligente para darse cuenta de que eso es un mito para que compremos más y gastemos el dinero contaminando el planeta.

Muchas veces, la forma más ecológica de hacer algo es no hacerlo. Entendiendo eso, hay cosas que bien podrían ser oxímoron: turismo sostenible, carne ecológica, joyas éticas, crecimiento verde, plástico de usar y tirar ecológico (o biodegradable)…

Parece claro que es importante estar a gusto con uno mismo en el lugar en el que esté. La crisis del coronavirus ha implicado el confinamiento doméstico de buena parte de la población mundial. Eso supone para muchos un reto importante. Si se gestiona mal se pueden generar conflictos personales, rupturas sentimentales, problemas psicológicos… o simplemente aburrimiento.

No pretendemos hacer una lista exhaustiva de las cosas que se pueden hacer sin salir de casa, sino más bien, dar algunas ideas para aprovechar el tiempo de manera agradable, especialmente pensando en mejorar como seres respetuosos con el medioambiente:

  1. Aprovechar el aceite usado para hacer jabón casero: Solo necesitas un poco de aceite usado, sosa y agua. Si eres una persona sana, seguro que no cocinas nada frito, por lo que es posible que no tengas aceite usado. En ese caso, tal vez puedas pedirlo llevando tus recipientes (a tus vecinos, a restaurantes…).
  2. Acometer una reducción en el consumo de carne y pescado, aprendiendo recetas veganas: Muchas veces no organizamos bien lo que comemos por falta de tiempo. Si pasamos más tiempo en casa, será más fácil organizar y cocinar una dieta más sana y sostenible. El flexitarianismo está ganando muchos adeptos, por muchas razones.
  3. Aprender: Leer es un clásico del entretenimiento, pero hay muchas formas de leer. Lo clásico es leer libros, pero también se pueden buscar blogs interesantes o libros resumidos (para aprender mucho leyendo solo las ideas más importantes). También se puede aprender viendo documentales, visitando los museos del mundo por Internet, escuchando audiolibros, algún podcast del tema que te guste o una radio del mundo, y viajando con Google Maps. Recomendamos dar un paseo por la Biblioteca Digital Mundial (mapas, textos, vídeos…).
  4. Activar el cuerpo físico: Hacer ejercicio es fundamental para el cuerpo físico y para la mente. Hay multitud de ejercicios que se pueden hacer en casa, en poco espacio y sin aparatos. Puedes usar pesas simples como una botella de agua o un montón de libros. Evidentemente, hay que tener cuidado y moderación para no lesionarse. Dicen que en 5 días de reposo perdemos el 9% de nuestra fuerza y el 3,5% de nuestra masa muscular.
  5. Apaciguar la mente: Intentar serenar la mente de tantas ideas que fluyen, que vienen y van, es también algo extraordinariamente útil. La meditación y el yoga llevan miles de años haciendo felices a millones de personas. Por algo será. El escritor Y.N. Harari cuenta su experiencia con la meditación y la recomienda para conocernos mejor. Simplemente estar en silencio unos minutos observando lo que pasa por nuestra mente, siendo nosotros nuestro propio objeto de estudio. Recomendamos también la experiencia de Saúl Martínez sobre cómo esas experiencias nos hacen darnos cuenta de lo poco que necesitamos y de lo fácil que es llenar el vacío que nos hace desear lo que no tenemos.
  6. Agricultura doméstica con un huerto en una ventana o en un balcón: No necesitas mucho espacio para hacer un pequeño huerto. Necesitas un poco de agua, de sol y de tierra. Si no tienes tierra, la puedes fabricar (lentamente) haciendo compost casero, lo cual es esencial en una economía circular y sostenible. Las semillas puedes sacarlas de, por ejemplo, cualquier tomate.
  7. Analizar las cosas que tenemos en casa: Cada cosa que tenemos nos aporta beneficios y perjuicios. Si algo no lo usamos o podemos fácilmente prescindir de ello, es el momento de deshacerse de ello: regalarlo o donarlo, nunca tirarlo. Dar una nueva vida a libros, ropa, zapatos, aparatos… reduce el consumo de energía y materiales del planeta. Recomendamos leer un cuento breve sobre esto de Paulo Coelho.
    • Esto también incluye la comida. No se debe almacenar comida como si fuera eterna. Las latas, además de contaminar mucho, también caducan.
    • Ordenar es también algo interesante, pero deshacerse de cosas simplifica más.
  8. Anímate con actividades artísticas o manualidades: Pintura, dibujo, costura, hacer punto o croché… son fantásticas ideas para pasar el tiempo de forma creativa y productiva. Aprender ese tipo de cosas es fácil teniendo Internet. También se puede reciclar la ropa. Por ejemplo, aquí puedes aprender a hacer bolsas con ropa usada. Otra buena forma de mantener el cerebro activo es escribir sobre el tema que te guste (poesía, relatos, ensayos…). ¿Has probado a escribir tu propio blog o a colaborar en blog ya existentes? También puedes componer música, hacer papiroflexia o hacer vídeos (musicales, teatro, cine, educativos, documental…).
  9. Atender, escuchar y entender: Tenemos la sensación de que a la gente le gusta más hablar que escuchar. Cuando escuchamos algo, ¿tenemos prisa por dar soluciones o nuestra opinión? ¿Y si probamos a escuchar activamente mordiéndonos la lengua para no opinar? Simplemente escuchar e intentar entender. Especialmente, las personas mayores atesoran un montón de conocimiento, anécdotas y experiencias que podrían perderse para siempre. Sus conocimientos pueden ser poco útiles en un mundo muy tecnológico, pero ante un más que posible colapso, esos conocimientos ancestrales podrían ser los que ayuden a subsistir.
  10. Atisbar la vida: Observar lo que ocurre fuera o dentro de nuestra casa intentando no interferir. Algunos hacen concursos para ver cuántas especies de aves ven desde su ventana. Puedes hacer nidos para pájaros o ponerles comida. También es fácil observar la fauna (y flora) dentro de casa o no muy lejos: hormigas, lepismas, arácnidos, salamanquesas…

Solo tener una casa donde cobijarnos ya es tener mucha suerte en la vida. No seamos de ese tipo de gente que se queja continuamente tanto de estar muy estresada como de aburrirse cuando no tiene nada que hacer.

A pesar de que algunas de las opciones planteadas requieren el uso de Internet, recomendamos no banalizar el uso de esta red. Mantener los ordenadores encendidos y funcionando requiere grandes cantidades de energía y materiales, por lo que reducir su uso es respetuoso con el planeta.

¿Te has fijado que todas nuestras sugerencias comienzan por la letra “A”?

Concluyendo: menos es más

“Sin salir más allá de tu puerta, puedes conocer los asuntos del mundo. (…)
Cuanto más lejos vas, menos conoces.
Así pues, el sabio conoce sin viajar, ve sin mirar, y logra sin actuar”.

Son palabras de Lao Tse en la obra esencial del taoísmo. También se afirma que la preocupación por pasarlo bien (tener dinero, honores…) impide ser feliz. Alcanzar la felicidad es dejar de buscarla: “La alegría perfecta es estar sin alegría. La alabanza perfecta es no ser alabado”. ¿Alguien lo entiende?

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Libro Siempre en pie, o cómo el estoicismo te hará feliz, de Pepe García @ElEstoicoEsp

Por: Pepe Galindo

Ser felices incluye saber afrontar nuestros proyectos, gestionar la incertidumbre, aceptar los fracasos… y, en definitiva, «vivir una vida que merezca la pena ser vivida». Este libro (Plataforma Editorial, 2022) es una gran ayuda para este propósito. Su lectura, agradable y fluida, nos convence y nos anima a ser mejores personas y aumentar la felicidad. Pepe García dice ser un «entrenador de estoicismo». ¿Quieres entrenarte? Como dijo Crisipo (otro estoico): la filosofía es una cura para el alma.

Por supuesto, hay otras filosofías útiles. Entre las antiguas, podemos encontrar el epicureísmo que busca el placer y elude el dolor, pero no a cualquier precio. De hecho, dado que no siempre esa es una buena estrategia, se recomienda «entrenarse en cómo superar el dolor». Más modernamente, hay terapias psicológicas basadas en el estoicismo, como la cognitivo-conductual o la racional emotivo-conductual.

Resumiendo, el estoicismo nos ayuda a ser mejores personas, a vivir mejor y a encajar los golpes de la vida, los cuales son inevitables. Los contratiempos, que no están bajo nuestro control, es mejor afrontarlos con serenidad, en vez de con enfado. Epicteto decía: «no son las cosas lo que nos perturba, sino los juicios que hacemos sobre esas cosas». Por supuesto, hay ocasiones en las que podemos decidir cómo actuar. En este caso, el estoicismo nos pide que nuestra intención sea virtuosa. Así, aunque el resultado no sea bueno, podemos estar tranquilos y satisfechos. Por eso, este filósofo mantenía que solo las cosas que dependen de nosotros pueden ser buenas o malas. El resto lo califica como indiferente (incluyendo la salud, la reputación, la fama, el dinero…). Puedes preferir una cosa a otra (la riqueza a la pobreza), pero no ligar tu felicidad a conseguirlo. El sabio estoico —sea rico o pobre— sabe vivir con austeridad y tiene presente que lo importante es no apegarse a lo material.

Como también proclamaba la filosofía india del karma yoga, debemos obrar para hacer del mundo un lugar mejor, pero sin esperar algo a cambio por comportarnos bien. Actuar con virtud es un fin en sí mismo. Marco Aurelio escribió: «Cuando hayas hecho un favor y otro lo haya recibido, ¿qué tercera cosa andas todavía buscando, como los necios?».

El autor explica muy bien la diferencia entre ataraxia y apatheia. Lo primero es algo parecido al nirvana o samâdhî del budismo y del hinduismo, un estado de serenidad, calma e imperturbabilidad, pase lo que pase a nuestro alrededor. Por su parte, apatheia significa estar libres de emociones negativas.

Al final de este artículo enumeramos 20 ideas clave
del estoicismo que aquí se explican.

El libro nos resume las vidas de tres estoicos famosos: Séneca, el cordobés millonario que predicó el desapego por encima del tener o no riquezas;  Epicteto, el esclavo liberado en su vejez que montó una academia de filosofía; y Marco Aurelio, «uno de los mejores líderes de toda la historia», famoso por sus Meditaciones. Puedes leer reflexiones de estos y de otros sabios en Mis citas preferidas.

Las cuatro virtudes estoicas

Pepe García nos explica de forma sencilla las virtudes estoicas que aquí resumimos:

  1. Sabiduría práctica. Consiste en distinguir lo que debemos hacer de lo que no y, sobre todo, en realizar lo primero. Esta es la virtud más importante y propone analizar nuestras situaciones personales, escribiendo lo que serían buenas y malas decisiones en cada una de ellas y cómo mejorar. Con ese ejercicio tomaremos conciencia de si avanzamos o no.
  2. Justicia. Se trata de pensar cómo cada acción afecta a los demás. Hoy, podríamos extenderlo a todo lo demás, incluyendo los animales y el medioambiente.
  3. Templanza. Es moderación en nuestros impulsos y placeres, así como disciplina para hacer lo que sabemos que debemos hacer. El mecanismo es «prestar atención» a lo que estamos viviendo en cada momento, ser conscientes de nuestros sentimientos e impulsos y, controlarlos. Epicteto nos propone el ejercicio de pensar cómo nos sentiremos después de tomar una buena decisión: pensar en el orgullo con uno mismo cuando hemos sido capaces de vencer una tentación, de haber sido capaz de rechazar algo negativo. ¿Cuándo nos hemos arrepentido de comer sano o de hacer algo que debíamos hacer?
  4. Coraje, valor, resistencia a lo incómodo. Esto nos permite superar las adversidades (resiliencia) y hacer lo correcto aunque los demás hagan otra cosa. Un ejercicio es empezar por cosas pequeñas. Ser valiente no consiste en no tener miedo, sino en controlarlo y vencerlo con acciones.

Una técnica estoica consiste en elaborar un manual (enquiridión) de máximas, frases breves, que nos permitan afrontar las adversidades recordando cómo actuar. Repitiendo y memorizando frases podemos cambiar nuestra forma de pensar y proceder. Esto ayuda a superar las creencias o enseñanzas erróneas. Te sugerimos que eches un vistazo a nuestra colección de citas donde, sin duda, encontrarás algo interesante.

Para los estoicos, «todo lo que ocurre es neutral» (ni bueno ni malo) y es nuestra interpretación —lo que nos decimos a nosotros mismos— lo que marca la diferencia. Para aprender a tomarnos bien la vida, Pepe García recomienda planificar momentos deliberados de quietud, para escuchar nuestra mente. En silencio y soledad, escucharemos todo el ruido que generamos nosotros mismos. Aunque es algo parecido, no se trata de una meditación al estilo oriental. Posteriormente, en cada situación que valoremos negativa debemos recordar las máximas, cambiar nuestra forma de pensar y afrontar los hechos como una oportunidad para entrenar nuestra paciencia y para aprender a ser mejores.

Autoevaluación y dicotomía del control

Los estoicos dedican tiempo cada día «a reflexionar sobre sus acciones». El famoso médico Galeno recomendaba, con Marco Aurelio, prepararnos mentalmente cada mañana sobre cómo serán nuestras acciones. Imaginar cómo queremos que sea nuestro día y anticiparnos a las adversidades que podamos prever es muy inteligente. Séneca recomendaba también reflexionar al final del día para evaluar nuestros aciertos y errores. Por otra parte, podemos copiar al emperador, el cual tenía un diario personal en el que apuntaba para sí mismo sus reflexiones.

García aclara: «El propósito de este ejercicio no es machacarnos ante cada error ni tampoco presumir demasiado por lo que hemos hecho bien. La finalidad, en cambio, es mejorar, estar cada día un paso más cerca del tipo de persona que queremos ser». Un ejercicio matutino que puede usarse para planificar el día es elaborar una lista con las cosas que queremos conseguir ese día, siendo realistas y sin excedernos, al menos al principio.

«Nuestra energía es limitada, y la mejor forma de administrarla no es poniendo atención en las cosas que no dependen de nosotros». Por eso, Epicteto recomendaba examinar las preocupaciones y centrarnos en lo que depende de nosotros. Pepe García nos advierte: si ponemos nuestra energía y nuestro foco en las cosas que no dependen de nosotros, estaremos garantizando nuestra falta de tranquilidad. Se llama dicotomía del control a centrarnos en diferenciar esto.

Memento mori (recuerda que morirás)

Séneca animaba a no tener miedo de la muerte. El estoicismo cree que tener presente la muerte puede ser la mejor forma de vivir una vida feliz (eudaimónica). El libro plantea varios ejercicios interesantes, como imaginar que hacemos algo por última vez.

No se trata de pensar en la muerte para angustiarnos, sino para valorar el estar vivos, para animarnos a cumplir nuestros sueños y para pensar en cómo queremos vivir y ser recordados. Otro interesante ejercicio es usar la muerte como consejera.

Atención, imaginación negativa y premeditatio malorum

«La vida ocurre en la mente. De hecho, cualquier pensamiento, idea, emoción y acción, ocurre en la mente». Por eso, si controlamos nuestra atención —nuestra mente— aumentaremos la calidad de vida. Esto es algo que sabían los estoicos (lo llamaban prosochê), pero también los místicos orientales (meditación) y los psicólogos actuales (que recomiendan hacer mindfulness). Cuesta entrenar la atención, porque los resultados no se ven de forma inmediata. Pepe García responde que meditar «sirve para entrenarnos en darnos cuenta de nuestros pensamientos y emociones». Además de meditar, cuando tengamos que hacer alguna tarea concreta, recomienda eliminar distracciones (p. ej. el teléfono) o contar las veces que nos distraemos. Epicteto tenía claro que prestando atención nada puede salir peor que estando distraídos.

No saber apreciar lo que tenemos es un problema generalizado. Además, también solemos caer en tener demasiados deseos que, cuando se satisfacen, dejamos de valorar y pasamos a desear otras cosas, una y otra vez (proceso llamado adaptación hedónica o avaricia, según en lo que nos centremos). Por último, también es frecuente tener miedo ante la incertidumbre del futuro.

El objetivo del budismo es detener los deseos. En cambio, el estoicismo pretende evitar que los deseos condicionen nuestra felicidad o integridad. Conseguir algo no depende exclusivamente de nosotros, pero actuar con virtud sí. Por eso, el estoicismo propone obrar bien, sin pretender algo a cambio (como el Karma yoga). «Si damos más importancia a lo que tenemos que a lo que deseamos, seremos más felices».

Una técnica es la imaginación negativa, que consiste en imaginar que perdemos algo que sintamos que es valioso. Esto nos hará sentir pensamientos incómodos de forma controlada, que nos harán valorar más lo que tenemos o nuestra situación actual. Por ejemplo, intenta vivir un tiempo como si fueras ciego, y verás el agradecimiento sincero al abrir los ojos.

El premeditatio malorum es un ejercicio similar. Recomendado por Séneca, consiste en imaginar que nos ocurre algo malo. El objetivo no es ser pesimistas y quejarnos, sino prepararnos mentalmente para futuras adversidades y superar nuestros miedos. Lo que nos parece un gravísimo problema, rara vez lo es realmente. Bien hecho, este ejercicio suele mostrarnos que tenemos bajo nuestro control mucho más de lo que pensamos y que, además, existen alternativas razonables ante ciertos problemas. Podemos pensar, sin duda, que ese mismo problema lo han tenido otras personas en el pasado y lo han superado sin dramatizar. Aparcar nuestro ego por un tiempo es sanador. Puede ayudar recordar algún problema del pasado y tomar conciencia de que lo superamos (una ruptura, un despido, una lesión o enfermedad, una pérdida importante, etc.).

El objetivo de estos últimos ejercicios no es ridiculizar nuestros problemas, sino evitar que nos paralicen y pasar de preocuparnos por ellos a ocuparnos de ellos. Además, tengamos en cuenta que las desgracias que más tememos rara vez ocurren. El filósofo y matemático René Descartes, ya mayor, escribió una carta en la que decía: «Mi vida estuvo llena de desgracias, muchas de las cuales jamás sucedieron».

Incomodidades voluntarias y ver los problemas como oportunidades

Este ejercicio es fundamental en el estoicismo. Se trata de privarnos voluntariamente de comodidades o lujos de los que disfrutamos o podríamos disfrutar. Ejemplos: quitarnos una comida, transportarnos andando o en bici, ducharnos con agua fría, no usar los ascensores, no usar el teléfono en varios días, dejar de comprar algo, etc. Esto «nos ayuda a comprender mejor que podemos prescindir de muchos privilegios a los que estamos acostumbrados». Otras ideas que propone el libro son: no gastar nada en varios días, hacer más ejercicio, caminar descalzo por la calle o vestir ropas ridículas, como hacía el político romano Catón el Joven para entrenarse en que le dieran igual las opiniones ajenas. Catón propiciaba burlas contra él para curtirse en ignorarlas. También fue muy desconcertante en su época, la defensa de Catón del bienestar de los pueblos conquistados. Una vez, se estaba celebrando la masacre que César había perpetrado contra una tribu gala, incluyendo mujeres y niños. Catón se levantó en el Senado para exigir que el general fuese juzgado como criminal de guerra. El estoicismo fue posiblemente la primera escuela en enseñar el respeto a todos los pueblos, una idea que después fue transmitida al cristianismo y su esencia.

En muchas ocasiones, en estos ejercicios lo que más cuesta es empezar. Superado ese trámite, hacer algo bien puede ser más fácil de lo que pensamos.

En la misma línea, los estoicos afrontaban sus problemas como una oportunidad para mejorarse: para cultivar su paciencia, para trabajar su resistencia… en definitiva, para ver las cosas de otra manera. Así, la gravedad de los problemas se diluye y nos preparamos para aguantar desgracias mayores.

Serenidad estoica

Repitamos: Epicteto decía que «no son las cosas lo que nos perturba, sino los juicios que hacemos sobre esas cosas». Por tanto, el estoico debe aprender a controlar los juicios que hacemos, a distinguir los hechos de las opiniones, a describir la realidad sin emitir juicios de valor. Las cosas no son buenas o malas, sino que depende de un montón de factores, muchos de ellos incontrolables por nosotros. Emitir valoraciones basándose en prejuicios, hacer suposiciones de cosas que no estamos seguros, solo contribuye a errores y a malgastar nuestra energía en cosas banales. Esto se parece al primero de los acuerdos que Miguel Ángel Ruiz Macías explicaba en su libro Los cuatro acuerdos (véase foto adjunta).

Ante sentimientos negativos, lo primero es detectarlos junto con los pensamientos inútiles que los acompañan y que no nos llevan a nada bueno. Notar los síntomas y ser conscientes es el primer paso para controlarlos. En segundo lugar, analizaremos por qué pensamos eso y si realmente exageramos o dramatizamos la gravedad de la situación. Retrasar la respuesta instintiva nos hace razonar y reaccionar mejor. Por último, debemos cambiar esos pensamientos por otros más objetivos y reales. En todo caso, es un proceso en el que podemos entrenarnos para mejorar día a día. Y si nos cuesta trabajo, el libro incluye ejercicios interesantes que podemos practicar.

Portada de La vida te enseña
Un libro con 101 relatos de la vida real aplicando la humildad y el estoicismo

En momentos de estrés o sentimientos negativos, Séneca nos recomienda respirar profundamente y pensar qué le diríamos a un amigo que estuviera en nuestra situación. También funciona hacer todo lentamente (movimientos lentos), hasta que la mente se calme.

Como dice Pepe García, «nuestro cerebro es presa de multitud de sesgos cognitivos y creencias». Por ejemplo, es muy típico suponer que alguien rico o elocuente es mejor persona. En cambio, es una suposición falsa. De ahí la importancia de «distanciar nuestras opiniones de los acontecimientos a los que se refieren», una técnica que la psicología moderna denomina «distanciamiento cognitivo».

En definitiva, el estoicismo invita a actuar correctamente, aunque nuestros intereses personales se vean perjudicados. No se trata de hacer lo correcto para quedar bien, sino porque es lo correcto. Para conseguirlo —sin caer en el perfeccionismo— Pepe nos propone el ejercicio de imaginar que un sabio nos está mirando cuando lo necesitemos. Este sabio puede ser alguien real o imaginado, y se puede usar para buscar consejo: «¿Qué haría él o ella si estuviera en esta situación?». También se puede pensar en genérico para ayudarnos a reflexionar: «¿Qué haría una persona calmada en esta situación?».

Por último, el libro nos da un consejo de parte de Marco Aurelio: cuando nos sintamos culpables por no haber hecho lo mejor, seamos benevolentes con nuestros errores puntuales y valoremos nuestra trayectoria general y nuestro compromiso por mejorar.

♥ Otras lecturas de interés:

  • A veces son las consecuencias las que generan las causas.
  • Marco Aurelio: pensamientos estoicos para el mundo de hoy.
  • Usar a los demás para mejorar[te/nos/los/lo].
  • Empatía hacia lo(s) demás.
  • Libros resumidos:
    1. Historia de la filosofía y de la ciencia, de Ludovico Geymonat.
    2. La vida te enseña, relatos para aprender de la vida.
    3. Filosofía ante la crisis ecológica, de Marta Tafalla.
    4. Filosofar entre rejas, de José Barrientos (ed.).
    5. Otros libros resumidos sobre ecologismo, animalismo, globalización, economía, psicología…
  • Enumeremos 20 ideas básicas del estoicismo:
    1. Epicteto decía: «no son las cosas lo que nos perturba, sino los juicios que hacemos sobre esas cosas».
    2. No hay nada bueno ni malo. Es nuestra interpretación lo que hace esa clasificación.
    3. No condicionar la felicidad a conseguir metas que no dependen de nosotros.
    4. El sabio estoico sabe vivir con austeridad y sin apegarse a lo material.
    5. Las cuatro virtudes estoicas: sabiduría práctica (distinguir lo que debemos hacer de lo que no), justicia (cada acción afecta a lo demás), templanza (moderación en nuestros impulsos y placeres) y coraje (resistencia a lo incómodo, superar las adversidades).
    6. Coleccionar frases útiles (enquiridión), como nuestras citas preferidas.
    7. Planificar momentos deliberados de quietud, en silencio y soledad. También es útil meditar.
    8. Afrontar los hechos negativos como una oportunidad para entrenar nuestra paciencia y para aprender a ser mejores.
    9. Reflexionar al principio y final de cada día. Por la mañana, prepararnos mentalmente e imaginar cómo queremos que sea nuestro día. Anticiparnos a las adversidades posibles, pensando cómo actuaremos si ocurren. Reflexionar al final del día para evaluar aciertos y errores.
    10. Dicotomía del control: pensar qué cosas dependen de nosotros y centrarnos en ellas.
    11. Memento mori.
    12. Controlar nuestra atención, nuestra mente (prosochê, meditación, mindfulness).
    13. Evitar la adaptación hedónica o avaricia.
    14. Que tus deseos no condicionen tu felicidad. Actuar para hacer del mundo un lugar mejor, sin esperar nada a cambio.
    15. Imaginación negativa, (suponer que perdemos algo valioso) y premeditatio malorum (imaginar que nos ocurre algo malo).
    16. No preocuparnos por los problemas, sino ocuparnos de ellos.
    17. Realizar incomodidades voluntarias.
    18. Ante sentimientos negativos: diferenciar hechos de opiniones, respirar y moverse despacio, pensar en qué le aconsejaríamos a un amigo.
    19. Ante una duda: imaginar lo que diría un sabio.
    20. Ante un error: seamos benevolentes con nuestros errores puntuales y valoremos nuestra trayectoria.
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El Ayuntamiento de Málaga (PP) debe Pedir Perdón (PP)

Por: Pepe Galindo

Definitivamente, Málaga es una ciudad con el encefalograma ambiental plano. El analfabetismo ambiental de los dirigentes es digno de estudio en facultades de Ciencias Ambientales, como ejemplos de lo que no se debe hacer y de un greenwashing que pretende engañar a la población y que aparentemente lo consigue. Obviamente, todo apesta más a intereses económicos que a simple ignorancia de la casta política.

El caso Arraijanal

Lo acaecido con Arraijanal debe divulgarse. Se trata de un espacio natural que el ayuntamiento cedió al jeque propietario del Málaga C.F. para construir campos de fútbol. La mayoría de los malagueños no saben nada de lo que hay detrás de la Academia de fútbol (y puede que les interese).

Primeramente, en Arraijanal el ayuntamiento expropió terrenos para protegerlos, y precisamente el propio ayuntamiento aprueba, posteriormente, destruir su valioso hábitat. ¿Es eso coherencia?

La cosa es más grave porque el objetivo original se fragmentó en varios proyectos para eludir la Evaluación Ambiental Estratégica. Talaron árboles para hacer sitio a los campos de fútbol y cuando se quedaron sin dinero, pararon las obras. En enero de 2021 las obras continuaron pero con objetivos más modestos, porque la crisis también afecta, afortunadamente, a la destrucción de ecosistemas.

Muscari parviflorum una planta en peligro que solo vive en Málaga.Las mentiras y las imágenes de destrucción, protesta y tala de árboles afectaron negativamente a la imagen del ayuntamiento. ¿Qué hicieron? Una barbaridad más. Buscaron una especie de planta en peligro que viviera en Arraijanal. Y como hay varias, escogieron a la Muscari parviflorum. Decidieron desenterrar 2.000 bulbos de estas plantas y traslocalizarlos a otra zona cercana más protegida (en la desembocadura del Guadalhorce). Al cambiar las condiciones de vida, nada garantiza que esos bulbos sobrevivan. De hecho, en la nueva zona no había ejemplares de Muscari parviflorum, a pesar de la cercanía. Por tanto, las plantas podrían morir en su nueva ubicación, o incluso generar conflictos con otras especies allí presentes. Es un caso ejemplar de greenwashing político demencial.

Pero lo importante es difundir la actuación como si fuera una acción ecologista para salvar una especie en peligro. Si ya no hay especie en peligro, se puede arrasar Arraijanal, sin problemas. Los del ayuntamiento ignoraron otras plantas y animales en peligro de extinción (como el sapo de espuelas, Pelobates cultripes), y también ignoraron que al arrasar el terreno también se perderán los bulbos que no fueron encontrados y las semillas que estaban adecuadamente diseminadas. No es solo un sapo y una flor lo que perdemos pero, aunque así fuera, ¿sabemos que los sapos y las ranas previenen enfermedades? ¿Sabemos la influencia de los árboles en nuestra salud?

Como dice el biólogo Oscar Gavira, “las traslocaciones son una práctica aliada con el capitalismo verde, por la que un ecosistema se simplifica a una o unas pocas especies que son extraídas de su entorno natural y trasladadas a otro lugar, facilitando la destrucción de su hábitat original”. Si de verdad queremos conservar una planta, lo mejor suele ser respetar su ecosistema. Las traslocaciones permiten usar espacios protegidos para destruir otros espacios que son valiosos y que deberían igualmente protegerse.

Breve resumen de un ayuntamiento contra natura

Cuando uno hace algo incorrectamente, lo primero es pedir perdón y lo segundo restaurar el daño ocasionado. El Ayuntamiento de Málaga debe hacer ambas cosas, por Arraijanal, pero no solo por Arraijanal. La lista de tropelías del PP malagueño no acaba con la Muscari parviflorum. Es, de hecho, excesivamente larga, pero podemos iniciarla:

  1. Defienden una cementera pegada a la ciudad, a colegios y a las playas, sin importarles la contaminación ni la salud de los malagueños. Esta cementera quiere destruir una cueva que podría tener gran valor geológico, biológico y arqueológico.
  2. Efectúan arboricidios constantes con burdos o nulos argumentos “técnicos” y contra el Plan Director de Arbolado de Málaga (que no es un mal plan, si se cumpliese).
  3. Las plantas alóctonas son preferidas en vez de las autóctonas. Especialmente llamativo es la gran cantidad de palmeras que se plantan, mientras desaparecen los árboles.
  4. Hacen podas excesivas, caras y fuera de temporada, sin sentido estético ni ético, incluso destruyendo nidos de aves de distintas especies (no solo cotorras como quiso defender un concejal para justificar lo injustificable; que curiosamente era el mismo concejal que ya recibió el premio Atila de Ecologistas en Acción por su propuesta de exterminar cotorras).
  5. Maltrato a caballos: Esto ocurre especialmente —pero no en exclusiva— en las carrozas para turistas y en la feria. Está ya muy demostrado que los caballos sufren cuando son empleados como herramientas al servicio de los humanos (antropocentrismo). Otras ciudades han prohibido o están en camino de prohibir las carrozas: Barcelona o Palma, por ejemplo.
  6. Se niegan a apoyar el Bosque Urbano de Málaga, a pesar de que fue aprobado con el pleno (con el voto en contra del PP, por supuesto).
  7. El ayuntamiento de Málaga no ve límites en la construcción y ya piensa ampliar la ciudad. Dicen que la ciudad se ha quedado sin sitio, pero los solares y casas deshabitadas no les interesan.
  8. Su proyecto es hacer una ciudad de cemento y rascacielos, una ciudad gris, pero en la que unos pocos hacen un buen negocio. El ministerio y el mundo de la cultura están contra el rascacielos del puerto, incluyendo a Guillermo Busutil (reciente Premio Nacional de Periodismo Cultural).
  9. El propio ayuntamiento publica un Plan del Clima, lleno de ideas bonitas y difusas, que no concreta ni realiza (más greenwashing).
  10. Una ciudad con pocos y malos carriles bici, desconectados y algunos sobre la acera (salvo algunas encomiables excepciones, ciertamente).
  11. Una ciudad con excesivas farolas y mal colocadas, sin visión práctica ni ambiental. Es frecuente encontrar farolas encendidas de día y zonas demasiado iluminadas a las 4 de la mañana.
    • Muchas farolas tienen una potencia excesiva y las LED son fácilmente regulables.
    • No hay ningún interés en la contaminación lumínica por parte de este ayuntamiento, lo que genera que comercios e instalaciones como el puerto, abusen de forma evidente.
    • Lo último es utilizar farolas solares, NO para reducir el consumo, sino para aumentar la luz incluso en zonas con construcciones ilegales. Cada farola vale 3.000 euros, sin contar la instalación.
  12. Málaga es una ciudad que se diseña para los que tienen coche, ejemplo de movilidad insostenible.
  13. Tienen un plan para tapar el río Guadalmedina y encauzar el río Campanillas (nada de renaturalizar ríos que es la tendencia y lo sensato). Se trata de gastar cemento y dinero público como si fuésemos ricos, para que el dinero acabe en manos de empresas constructoras (como el despilfarro que se hizo en las fuentes del río, que apenas se usaron). El plan de Ecologistas en Acción es el más responsable y el más barato. ¿Será por eso que no interesa a los que quieren sacar tajada?
  14. Regularmente arrasan la flora y fauna del río con la excusa de limpiarlo (como ocurre en tantos y tantos sitios, bajo el paraguas de la ignorancia). Destrozan la cubierta vegetal sin entender su utilidad en el cauce y sin escuchar a los demás. Hasta la hierba seca retiene el agua y los sedimentos, siendo útil para la biodiversidad. Lo mismo hacen en otras zonas, porque la flora silvestre no es bienvenida. Los malagueños se han unido para recoger firmas contra la destrucción de la vida del Guadalmedina.
  15. Es una ciudad donde el césped de plástico prolifera, bien abonado con ignorancia, porque sus consecuencias no interesan.
  16. El ayuntamiento firmó el Pacto de Milán pero no ha hecho nada para mejorar la alimentación urbana.
  17. El ayuntamiento usa energía de fuentes contaminantes, lo cual podría resolverlo eligiendo otra comercializadora (como han hecho otros municipios y millones de españoles). También se podrían promover las energías renovables en los edificios urbanos, especialmente los públicos.
  18. Se da el visto bueno para construir una EDAR en plena vega del Guadalhorce, destruyendo cultivos y sin el apoyo de los vecinos de Vega Mestanza.
  19. La UE amenaza a España con más sanciones por la falta de depuración en el río Guadalhorce. El agua sin depurar va al mar, donde se bañan los turistas. Han convertido el río en una cloaca con los vertidos de Cártama, Álora, Pizarra… y el ayuntamiento no se queja.
  20. Quemas descontroladas de chatarra casi diariamente: En la zona de Los Asperones estos incendios liberan sustancias tóxicas que respiran los malagueños. Los bomberos lo han denunciado (muchas veces), llegando a tener que intervenir hasta 20 veces en una semana. Son tan comunes que ni salen en los medios de comunicación. Desgraciadamente, esto ocurre en otras ciudades españolas.
  21. Tratamiento de la costa sin respeto ambiental. Por ejemplo, el Aula del Mar y Ecologistas en Acción se oponen a la playa en los Baños del Carmen, zona que podría ser reserva ecológica, para respetar las especies protegidas. El 20% del litoral de Málaga está en riesgo grave de erosión y la capital malagueña, desde Guadalmar hasta San Andrés, destaca por la alta ocupación del DPMT (Dominio Público Marítimo Terrestre).
  22. Apoyo a la falsa “regeneración de playas“, cuando lo único que hacen es enterrar la playa y a toda su biodiversidad. Para el ayuntamiento, una playa es un lugar turístico económico, y no un ecosistema. Hace no mucho, los malagueños recogían coquinas en la playa de Huelin. ¿Volverán?
  23. Jardín Botánico: Aún no tiene Plan Director. Así se puede seguir haciendo negocio sin respetar flora y fauna. Por ejemplo: quieren poner un espectáculo navideño. Llenar de luces y ruido una zona natural es un atentado ambiental. No piensan en la fauna, sino en el negocio.
  24. La iluminación navideña es insostenible, excesiva, especialmente en un contexto de crisis ambiental y climática. No solo se ilumina el centro para aumentar el consumismo, sino que se traslada a los barrios, durante demasiadas horas de sueño general. Invertir en luz, nos retrae recursos para actuaciones que serían más útiles y a más largo plazo.
  25. Contaminación con metales pesados en La Misericordia: Aunque el ayuntamiento lo niega porque sus mediciones fueron en otras zonas. Al menos dentro del perímetro de la antigua fundición Los Guindos, hay niveles de plomo cinco veces por encima de lo permitido, además de cobre, zinc, cromo, níquel, cadmio y mercurio. Las corrientes marinas pueden haber contaminado otras zonas de la costa y la bahía. Todas las piedras que se ven sobre la arena en esa zona son restos de escoria de la galena al procesarla, y la mayor concentración se da a cierta profundidad, sobre todo en las capas de arena más oscura. Los niños juegan con la arena sin que se sepa el riesgo que corren.
  26. Contaminación acústica: No hay control de ruidos, en absoluto. Las motos ruidosas circulan libremente, y los sopladores de hojas se usan a cualquier hora sin control de decibelios, a veces incluso por operarios municipales, sin que se tengan en cuenta las molestias y los riesgos de estos aparatos.
  27. Tauromaquia: Cada vez hay más ayuntamientos que dejan de financiar la tortura de mamíferos para divertir a una minoría. El ayuntamiento de Málaga, en cambio, sigue apoyando esta crueldad en contra de la economía y de la cultura de la ciudad.
  28. Bicicletas: El Ayto. liquida el sistema público de alquiler de bici y lo sustituye por uno privado 17 veces más caro: La asociación Ruedas Redondas dice que no había interés en que funcionase bien. Para una cosa que parecía bien hecha en Málaga…
  29. Basuras: El Ayuntamiento quiere construir una planta para quemar 200.000 toneladas de basura cada año. El humo tóxico sería cancerígeno y se evitaría hacer las cosas bien: reducir, compostar y reciclar. Ya lo dice el dicho: quemar basuras es de idiotas.
  30. Rechazan fondos para renaturalizar el río Guadalmedina: PP y Cs impiden que Málaga reciba ayudas del gobierno. Su plan es más caro y rebosando cemento. Sus proyectos insostenibles los pagan los ciudadanos.
  31. Málaga construye un puerto para megayates: Los barcos de recreo son muy contaminantes y tienen un alto impacto en los fondos marinos. El destrozo ambiental de los megamillonarios está arrasando nuestro planeta. Para que no se note, al proyecto le han dado un premio pintado de verde.
  32. Desarrollo turístico sin visión de futuro: Se pretende mantener una industria turística en crecimiento constante. Y no hay nada que pueda crecer constantemente. Nada. No se piensa en los problemas del turismo para fomentar un turismo sostenible.
  33. Málaga proyecta eliminar árboles del monte Gibralfaro para que se vean mejor las murallas del castillo: Proponer algo así demuestra la poca visión de un ayuntamiento sin perspectiva global. Todo para el turismo irreverente, nada para el ciudadano ni para la naturaleza.
  34. La contaminación de la ciudad de Málaga es comparable a la de Madrid o Barcelona, según el Observatorio de la Sostenibilidad.
  35. Urbanización de las Colinas del Limonar: embovedan los arroyos Toquero y Carnicero, construyen de cientos de viviendas… sin tener en cuenta los daños ambientales o el riesgo de riadas.
  36. El alcalde pretende engañar a los ciudadanos con argumentos absurdos. Dice que construir rascacielos en vez del bosque urbano ahorrarán CO2 en los desplazamientos porque irán menos trabajadores al PTA. ¿Quiere el alcalde de Málaga vaciar el PTA por motivos ambientales? ¿Para eso su solución es encementar la ciudad? ¿Está nervioso el alcalde por el contencioso judicial contra la venta de los terrenos de la asociación Bosque Urbano?
  37. Plan litoral: un disparate en un escenario de subida del nivel del mar. El plan tiene una cara buena: impulsar el transporte publico (alargar el tren de cercanías hasta Marbella, aumentar los autobuses urbanos e interurbanos, etc.). La otra cara trata de engañar, justificando como si soterrar el trafico fuera algo verde, cuando el principal efecto sería aumentar el tráfico de vehículos privados. Se pretenden hacer túneles de varias plantas entre el Paseo de los Curas y el final de Paseo del Parque, una zona ganada al mar en la que solo el mantenimiento sería extremadamente costoso por las inundaciones.
  38. La ciudad tiene jardines y medianas en las que se despilfarra agua constantemente. Por una parte hay demasiado césped y otras especies de alta demanda de agua. Por otra, se utiliza agua en exceso, despilfarrando un recurso que, sin duda, será muy escaso en la región. Los ciudadanos no cesan en denunciarlo.
  39. Playas sucias: El agua es frecuente que presente natas y espumas, posiblemente porque la depuradora no depura adecuadamente. Además, reiteradamente se han cerrado playas por contaminación con aguas fecales (Escherichia coli).
  40. Manifestaciones. El Ayuntamiento de Málaga ignora las recurrentes manifestaciones contra su gestión. Una de las más grandes tuvo lugar el 29 de junio de 2024. El objetivo central fue conseguir una ciudad habitable y poner coto al turismo masivo en general (cruceros, aviones…) y a los pisos turísticos en particular, así como a todo lo que eleva en exceso el precio de la vivienda. También hubo reivindicaciones para conseguir una ciudad más sostenible, con su bosque urbano y con más respeto a la naturaleza. Aquí puedes ver algunas fotos.
  41. El Arroyo de las Cañas es otro río encementado y muerto a su paso por la ciudad.
  42. Los vecinos de Málaga se oponen a la construcción de 285 casas en Pinares de San Antón. Esta “aberración” ya tiene luz verde del Ayuntamiento del PP. Los vecinos quieren zonas verdes y casas para los jóvenes del barrio, no chalets de lujo.
  43. El Ayuntamiento de Málaga ignora las recurrentes manifestaciones contra su gestión. Una de las más grandes tuvo lugar el 29 de junio de 2024. El objetivo central fue conseguir una ciudad habitable y poner coto al turismo masivo en general y a los pisos turísticos en particular, así como a todo lo que eleva en exceso el precio de la vivienda. También hubo reivindicaciones para conseguir una ciudad más sostenible, con su bosque urbano y con más respeto a la naturaleza. Aquí puedes ver algunas fotos. El mismo día hubo otra manifestación similar en Cádiz, y ha habido otras en multitud de ciudades.
  44. El PP de Málaga mantiene las carrozas de caballos, al menos 10 años más. Dicen que quieren acabar con esto, pero no tienen ninguna prisa en hacerlo a pesar de sus sorprendentes declaraciones: «No se pueden imaginar las quejas de turistas que llegan a diario al Ayuntamiento sobre las condiciones de los coches de caballos». Es urgente acabar con el maltrato animal y, en particular, con la hípica.
  45. La Costa del Golf no tiene límites. Avanzan los trámites para la construcción de nuevos campos en Mijas, Málaga, Nerja, Castellar de la Frontera (Cádiz)… Si llueve este año, retrasamos la crisis un poco.
  46. Otro árbol que se pierde por la mano del ayuntamiento. Los vecinos de El Palo no tuvieron tiempo de organizarse para salvarlo. Y van muchos árboles perdidos. Los del PP siguen dando pasos en el camino del despropósito. No es solo un ayuntamiento del PP. Son todos, porque su ideología neoliberal solo valora el dinero.
  47. El Ayuntamiento de Málaga consigue que la Junta de Andalucía autorice durante un año a emplear arqueros contra los jabalíes. Maltrato animal que se sabe que no soluciona el problema, porque matar descontrola las manadas y aumenta su fertilidad. Sería mejor prohibir que se alimenten artificialmente y entender las auténticas causas y las mejores soluciones.
  48. El ayuntamiento quiere construir un centro comercial en una reserva de camaleones (zona El Limonar), por los que cobró 150.000 euros de la FEMP por protegerlos. Esto se une a construcciones ya mencionadas, como la prevista en el monte San Antón, y hace que los montes se van ocupando. Así, luego los vecinos se quejan de que los jabalíes invaden sus calles, cuando la realidad es que es la ciudad la que invade el hogar de la fauna salvaje.
  49. El PP rechaza proteger la Laguna de Soliva y convertirla en zona verde. Una zona de gran valor biológico y paisajístico debe ser conservado.
  50. Málaga. La Junta y el Ayuntamiento talarán más de 300 árboles para un nuevo hospital. Sin árboles, habrá más enfermedades… “Si realmente hace falta un nuevo hospital, que lo construyan donde no haya que arrancar un pulmón verde”. Málaga sigue siendo una ciudad arboricida.
  51. …y no olvidemos que se sigue destruyendo Arraijanal.

Ciudades como Málaga están esperando a que otros resuelvan los problemas ambientales evitando asumir su responsabilidad. El objetivo es (quizás) maximizar beneficios económicos a corto plazo (para unos pocos), a costa de hipotecar a las generaciones venideras. Emplazamos a esas generaciones a quejarse a sus padres y gobernantes por permitir lo que está sucediendo.

♣ Más información sobre Málaga:

🏞Guadalmedina: el río de la ciudad de Paco Puche
🏞Los ríos urbanos deben ser puntos de unión, no cicatrices que separan las ciudades
🏞Los ríos no son canales y deben renaturalizarse, para que la biodiversidad vuelva a la ciudadhttps://t.co/BWp7AWQkaQ via @opiniondemalaga

— BlogSOStenible ツ (@blogsostenible) September 4, 2021

💦Acueducto de la Fuente del Rey: una obra absurda, inacabada y que no sirvió de nada
💦Despilfarro y corrupción en Málaga
💦Otras obras absurdas de Málaga son una estación de cercanías y la Academia de Fútbol de Arraijanal
💦¿Quieres saber algo más?https://t.co/Ka2pLR98kQ

— BlogSOStenible ツ (@blogsostenible) July 18, 2021

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Buenas noticias ambientales y animalistas en 2021 (semestre 2)

Por: Pepe Galindo
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Estas buenas noticias no son tantas, ni tan buenas, como nos gustaría. Son mejor que nada, por supuesto. Sin embargo, ante una gran hemorragia, poner una tirita no sirve para salvar la vida del paciente. ¿Queremos salvarle?

  1. El ministro Alberto Garzón enfurece al sector ganadero al incitar a comer menos carne, por salud y para proteger al planeta: Ha sido muy criticado, incluso por miembros de su gobierno, pero es un tema ineludible. Curiosamente, el propio gobierno había aprobado en su Estrategia España 2050 que España debe —literalmente— reducir “su ingesta de alimentos de origen animal” (o sea, no solo carne, sino también pescado, lácteos y huevos). La ciencia ha hablado, la OMS también y cada vez más políticos están dejando de esconder un tema conflictivo. Además, la ganadería extensiva o la carne ecológica no son la solución al problema. Alabamos la valentía de un político que no teme las críticas.La pirotecnia contamina y molesta a personas, a mascotas y a fauna salvaje. Haz clic para informarte mejor.
  1. El lobo ya es una especie protegida en España: Esta es una noticia muy esperada. Matar lobos ya no será subastado por dinero. Cazar lobos pasa a ser un delito tipificado en el art. 334 del Código Penal, con pena de prisión de seis meses a dos años y, en todo caso, inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar o pescar. Se debe propiciar la coexistencia con la ganadería y multar a los ganaderos que no cuiden bien de su ganado. Lo que algunos decían que era imposible, se consigue cuando hay presión ciudadana y voluntad política. Es de agradecer el interés de la ministra Teresa Ribera y de todos los colectivos que se han movilizado para conseguirlo. Para los que aún no sepan las ventajas de tener depredadores como el lobo, que lean esto. Algunos inconscientes han intentado derribar esta ley, pero la propia Audiencia Nacional ha dicho que la caza produce daños irreparables.
  1. El Congreso aprueba que los animales dejen de ser considerados cosas: El bienestar de ellos se antepone a los intereses humanos. Como ya ocurre con los hijos, los animales no podrán formar parte de herencias, embargos o divorcios. Sin embargo, algunos seguirán esclavizados, como los caballos, o las vacas lecheras. Y los perros seguirán atados a sus correas. Y las perras de raza seguirán siendo obligadas a parir una y otra vez. En pocos casos —tal vez en ninguno— las mascotas están justificadas.
  1. Una mujer está comprando tierras de cultivo británicas para devolverlas a la naturaleza: Este proceso se llama rewilding (resilvestrar) y se está haciendo en otras regiones. También se benefician los humedales de la zona, que dejan de recibir fertilizantes de la agricultura (evitando así la eutroficación, que es lo que pasó en el Mar Menor). Así se demuestra también, que no es un problema que los pueblos se vacíen. El problema es que se llenen sin control de macrogranjas o de centrales de energía renovable.
  1. Buenas noticias para los animales (y para todos): El trato que damos a los animales refleja nuestro amor a la naturaleza. En materia de animalismo avanzamos más que en ecologismo.
  1. El gobierno de España descarta totalmente la mina y la planta de fabricación de concentrado de uranio: El municipio salmantino de Retortillo se libra de ese foco de contaminación y destrucción de su paisaje. El Consejo de Seguridad Nuclear ya vetó el proyecto y su opinión era vinculante. Solo votó a favor el miembro propuesto por el PP (¿casualidad?). La mina también tenía el visto bueno del gobierno local (también del PP). Hay indicios para sospechar que el interés en la mina es meramente especulativo. Es decir, el objetivo principal sería estafar a inversores. Esta buena noticia llega tarde para aquellos árboles centenarios que fueron ya talados.
  1. En la temporada 2021 se ha prohibido la caza de tórtolas en España: Cientos de miles de tórtolas se han salvado en España. Tras cuatro años de avisos y tras el ultimátum de la Comisión Europea, la mayoría de comunidades pararon la caza de estas aves. Veamos la magnitud escandalosa de la masacre: desde 2015 se abaten unos 800.000 ejemplares cada año. El ser humano destroza el planeta con su ganadería y con su caza. Somos muchos humanos y nos jugamos nuestro futuro. La solución sensata es prohibir la caza deportiva, en todos los territorios y para todas las especies.
  1. La Audiencia Nacional tumba la prórroga que Rajoy le dio a Ence para seguir contaminando la Ría de Pontevedra hasta 2073: Recurrieron la decisión Greenpeace y el Ayuntamiento de Pontevedra. Por este motivo, Rajoy fue declarado persona non grata en su Pontevedra natal. Es un caso más de cómo el PP se pone siempre del lado de los que maltratan el medioambiente.
  1. Hay millones (144) para la restauración ambiental de las minas de carbón cerradas: Llevábamos años pidiendo el cierre de las minas de Asturias y León. Ahora toca reducir urgentemente los demás combustibles fósiles.
  1. Se acabó la gasolina con plomo: Es un combustible muy tóxico, prohibido en los países ricos, pero que seguía usándose en los pobres, especialmente en África. Esta es una noticia muy positiva cuyo alcance es difícil de evaluar.
  1. El Gobierno suspende la ampliación del aeropuerto de El Prat: Los 364 millones previstos se dedicarán a otra cosa, porque el Gobierno autonómico se ha quejado por los daños ambientales. Es una pena que la ministra de Transportes no haya tomado por sí misma esa decisión. Por ella, la obra se hubiera hecho a pesar del fortísimo daño ecológico que hubiera causado la ampliación, además de los daños inherentes a todos los aeropuertos. El aeropuerto de Madrid se ampliará, si nadie lo evita.
  1. China anuncia que no va a financiar más plantas de carbón en otros países: El país más contaminante del planeta no dice nada de sus propias centrales de carbón. Es una buena noticia, pero necesitamos algo más contundente para evitar lo peor del colapso.
  1. La venta de frutas y verduras en envases de plástico estará prohibida en España en 2023 (solo en algunos casos): Todos los grupos ecologistas sostienen que el Ejecutivo no va lo suficientemente deprisa en esta materia y proponen un SDDR. Curiosamente, los ecologistas no hablan de un SDDR para reutilizar, sino para reciclar, lo cual es un error importante que se alinea con el gobierno, cuyo
    objetivo es el reciclaje, más que la reutilización. Esta es una buena noticia a medias, porque es también una oportunidad perdida para hacer las cosas bien del todo.
  1. Ley para eliminar la deforestación de las cadenas de suministro de la UE: Es un buen paso de la Comisión Europea, pero tiene lagunas importantes: solo afectaría a un número limitado de materias primas y productos, y tampoco garantiza los derechos de pueblos indígenas y comunidades locales afectadas.
  1. Cádiz, primer municipio contra el Tratado de la Carta de la Energía: Instan al gobierno a abandonar ese tratado. Es un acuerdo que beneficia a las multinacionales perjudicando la soberanía de los países firmantes. Por ejemplo, Países Bajos fue demandado por activar su descarbonización. España debe abandonar ese tratado de forma urgente, para que las multinacionales no tengan más derechos que los Estados.
  1. La Comisión Europea denuncia a España por su incapacidad de proteger el agua frente a la contaminación por nitratos de la agricultura y la ganadería: El Tribunal de Justicia de la UE tendrá que dictar sentencia. La contaminación media del agua por nitratos ha aumentado un 51,5% en los últimos cuatro años. El Gobierno español ha permitido que la ganadería industrial crezca exageradamente y que los agricultores abusen sin control. Lo del Mar Menor es solo un caso grave. Nos tememos que España tendrá que pagar una buena multa, lo cual será una buena noticia solo si se aprende la lección.
  1. España tendrá opción de menú 100% vegetal en comedores escolares e instituciones públicas: Los partidos verdes están forzando políticas verdes. Esta es una noticia buena para los animales y mejor para el planeta. Y la salud también mejorará.
  1. Los países del Mediterráneo acuerdan proteger el 30% del Mediterráneo en esta década. También se ha decidido controlar el azufre pero no el nitrógeno de la contaminación de los buques. Se evitarían 4.100 muertes prematuras anuales si se redujeran ambos gases. En todo caso proteger un 30% es insignificante en la situación actual. Necesitamos proteger urgentemente un mínimo del 50% de todo el globo y un mínimo del 50% del territorio de cada país.
  1. Bruselas pide a los países una ofensiva de impuestos verdes en luz, gas, diésel, vuelos, automóviles y navieras. La Comisión Europea quiere reforzar al máximo el principio de “el que contamina paga”. Debemos acabar con las exenciones y las subvenciones. Será una negociación complicada, porque las multinacionales mandan más que los votantes.
  1. Desactivada definitivamente la central de carbón de Carboneras: Era una de las centrales térmicas más contaminantes del país que vomitaba más 6 millones de toneladas de CO2 al año. Buenas noticias, sin duda, pero más que potenciar la transición a las renovables hay que pensar cómo reducir nuestro apetito energético.
  1. Argentina prohíbe los petardos: La prohibición fue motivada por una recogida de firmas en Change por una persona particular debido a las molestias que ocasionan a los autistas. Sin embargo, las molestias no son solo a las personas con este trastorno, sino que los problemas de la pirotecnia van mucho más lejos. Molestan a un amplio rango de personas, perturba a las mascotas (especialmente a los perros) y a la fauna silvestre (especialmente a las aves). Algunos animales llegan a morir por infarto. También hay que tener en cuenta la contaminación química de esos artefactos.

No está mal esta lista, aunque podría ser mejor… Gracias por difundir nuestros artículos.

♦ Te gustará también:

  1. Buenas noticias ambientales: semestre 1 de 2021, 2020 (semestres 1 y 2), 2019 (1 y 2), 2018 (1 y 2) y la colección completa.
  2. El lanzamiento editorial del año: Libro Relatos Ecoanimalistas, de J. Galindo (reseña).
  3. Blog de relatos del mismo autor: Historias Incontables.
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Buenas noticias ambientales y animalistas en 2021 (semestre 1)

Por: Pepe Galindo
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Por supuesto. En el 2021 también va creciendo la conciencia ambiental. Vamos muy lento, pero no queremos estar todo el día quejándonos. Queremos celebrar la gran cantidad de buenas noticias para el medio ambiente, porque esto demuestra que las cosas se pueden hacer bien y, además, estas noticias dan ideas de todo lo que podemos hacer… todos. Si otros lo han hecho… se puede.

  1. Adiós a los proyectos de minería de tierras raras en Ciudad Real: El TSJ-CLM sienta jurisprudencia sobre los impactos de la minería en espacios protegidos. El proyecto había sido dividido en varias fases para que el impacto ambiental pareciera menos grave, pero la empresa minera ha quedado en evidencia y se ha quedado con las ganas de destrozar el monte.
  1. El Tribunal de Justicia de la UE determina que España ha incumplido sus obligaciones para proteger Doñana: Puede ser un pequeño alivio para el Parque Nacional. Las extracciones ilegales de agua son intolerables y España lo ha permitido durante años (igual que en Murcia). ¿Seguiremos produciendo fresas ilegalmente? ¿Cuándo se hará justicia con los ladrones de agua?
  1. El Tribunal Constitucional declara toda la Red Natura 2000 no urbanizable: Esto es nacional y las comunidades autónomas no pueden cambiarlo, lo cual supone un golpe para la Junta de Andalucía (entre otros gobiernos autonómicos aficionados a construir donde les resulta rentable).
  1. Se publica el libro Relatos Ecoanimalistas, un libro en el que hemos puesto mucho esfuerzo y mucha ilusión. Esperemos que podamos recuperar la inversión y, sobre todo, que la ilusión por la naturaleza se propague con alegría. ¿Nos ayudas a que llegue lejos? GRACIAS.
  1. Buenas noticias para los animales (y para todos): El trato que damos a los animales refleja nuestro amor a la naturaleza. En materia de animalismo avanzamos más que en ecologismo.
  1. Austria, Irlanda y Malta… prohíben las armas nucleares en su territorio: Se unen al acuerdo internacional para la abolición de estas armas (ICAN, Nobel de la Paz 2017). El resto de países de la UE deberían unirse inmediatamente. España aún no lo ha hecho.
  1. Shell, condenada por contaminar el delta del Níger tras 13 años de litigio y también condenada a reducir su contaminación mundial al 45%: La petrolera deberá indemnizar a los afectados por los derrames de petróleo en el delta del Níger (Nigeria), aunque no podrá devolver a la vida a los que fueron condenados por protestar, como Ken Saro-Wiwa. También deberá instalar sistemas de detección de fugas en sus oleoductos. Las empresas europeas deben saber que no pueden hacer lo que quieran ni dentro ni fuera de la UE.
  1. Lisboa instala compostadores comunitarios en sus calles: Colaborar con el medioambiente es opcional, pero muy fácil. La basura orgánica ya no es basura, sino que se convierte en abono. El éxito está haciendo que crezca el número de compostadores.
  1. WWF presenta un documento con ejemplos exitosos de restauración de espacios naturales en la UE: la demolición de la presa de Robledo de Chavela (Madrid), la recuperación del delta del Danubio (Rumanía), o la restauración de las turberas de Estonia, son solo algunos ejemplos. WWF pide que la UE restaure, al menos, el 15% de la superficie marina y terrestre para 2030.
  1. Ley de cambio climático en España: Era una ley urgente y necesaria, aunque todos los grupos ecologistas coinciden en que le falta ambición. Exponemos algunas de las cosas positivas y negativas.
    • Se prohíben nuevos proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos y minería de uranio en todo el territorio nacional, incluido el mar.
    • Las ciudades deberán tener zonas de bajas emisiones: A partir de 2023 será obligatorio para ciudades de más de 50.000 habitantes, lo que implica que el 52% de los españoles respirará mejor y ahorraremos gastos sanitarios. Si nos interesa la salud y/o el medioambiente lo único coherente es restringir la libertad del coche privado.
    • Se pretenden fomentar las renovables evitando los impactos negativos en la biodiversidad.
    • La contratación pública puede exigir medidas de reducción de emisiones y de huella de carbono.
    • Cosas negativas:
        • Decepciona poner un objetivo tan bajo como reducir solo en un 23% los GEI en 2030 cuando la ciencia reclama al menos un 55%.
        • El lobby del gas ha extendido su tiempo de vida, cuando es un combustible fósil muy contaminante y que retrasará la electrificación.
        • No tiene en cuenta la inherente insostenibilidad de la electrificación del transporte privado, en coche privado.
        • Se habla de alimentación sana pero no se concreta en algo realmente efectivo (como estas ideas, por ejemplo).
        • Se obliga al sector financiero a hacer informes para la descarbonización de su cartera, pero ¿cómo se va a controlar?
        • Se habla de fiscalidad verde pero no se concreta nada para hacer verdad el lema de “quién contamina paga”.
        • No se reducen las subvenciones a sectores contaminantes: combustibles fósiles, aviación, agricultura industrial… Quedan fuera de la ley la prohibición de vuelos si hay alternativas en tren de menos de dos horas y media, cosa que sí figura en otras leyes de Europa.
  1. El Gobierno ampliará las reservas naturales fluviales: Son una figura de protección que tiene como objetivo garantizar la conservación de aquellos tramos de ríos inalterados que todavía subsisten en nuestro país.
  1. Francia prohibirá los vuelos nacionales cuando haya trenes disponibles: Se prohibirán los vuelos nacionales en rutas que se puedan hacer en tren en menos de dos horas y media, como parte serie medidas climáticas y ambientales. También Francia quiere cambiar coches por bicis, mientras España apuesta más por la absurda ideal del coche eléctrico.
  1. Alemania prohibirá el glifosato en 2023, por los insectos: Defender la biodiversidad no puede postergarse.
  1. La justicia europea desestima el recurso de Bayer contra los límites en el uso de dos plaguicidas perjudiciales para las abejas: ¿Bayer quiere ser famosa por matar abejas?
  1. España rechaza la caza y la pesca en los Parques Nacionales: La propuesta de Vox ha sido rechazada por ser absurda. La incompatibilidad entre la caza deportiva y los espacios protegidos se estableció en 1918, cuando se proclamó el primer parque nacional en España. La caza ha extinguido muchas especies y no tiene como objetivo la conservación. Por tanto, lo mejor para conservar las especies es proteger espacios y prohibir la caza deportiva (de todas las especies, en todos los territorios).
  1. El Ayuntamiento de Zaragoza promueve huertos escolares y aulas al aire libre: Se consigue así mejorar la educación ambiental acorde a un escenario de crisis climática y sanitaria por la COVID-19.
  1. La OTAN discute por primera vez sobre crisis climática: Las fuerzas armadas tienen una huella ecológica colosal y es un valor que debe reducirse con urgencia. En Europa equivale a la huella de 14 millones de automóviles, o a las emisiones de los vehículos de Portugal, Grecia y Noruega.
  1. México prohibe cultivar maíz transgénico y limita el uso de glifosato, hasta su eliminación total: Habríamos ganado mucho tiempo si se hubiera escuchado a organizaciones ecologistas como Greenpeace, pero aún se siguen fomentando transgénicos y usando glifosato, hasta en parques urbanos.
  1. El Gobierno de Japón propone la semana laboral de cuatro días: Intentará convencer a las empresas, para promover los cuidados, evitar suicidios y, dice, reactivar el consumo. Es una buena noticia por distintos motivos, pero obviamente “reactivar el consumo” sin más, es algo malo para el medioambiente (todo depende de en qué se consuma). Trabajar menos puede suponer menos salario, pero no debería ser proporcional, de forma que no se pierda significativamente poder adquisitivo.
  1. Un panel de expertos publica una definición internacional de ecocidio: El objetivo es incluir el ecocidio como quinto crimen del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, junto a los crímenes de genocidio, lesa humanidad, guerra y agresión. Algunas empresas están muy preocupadas por esto: empresas energéticas, mineras, de ganadería intensiva, de alimentación plastificada…

No está mal esta lista, aunque podría ser mejor… Gracias por difundir nuestros artículos.

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  4. ¿Estamos esperando a que otros actúen para detener la crisis ambiental? — El caso de Málaga.
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Libro La recivilización, de Fernando Valladares (resumen)

Por: Pepe Galindo

Los conflictos bélicos de las últimas décadas han acabado con la vida de unas 400.000 personas cada año. En cambio, solo la contaminación atmosférica mata —actualmente y cada año— unos 9 millones de personas (22.5 veces más). Por su parte, el cambio climático se estima que mata a decenas de millones de personas anualmente. A pesar de esos datos, los humanos gastan en armamento más de cinco veces más que en abordar la crisis ambiental. Con esos impactantes datos comienza el libro de Fernando Valladares La recivilización (Planeta, 2023), un prestigioso científico español del CSIC. También habla de otro tipo de guerras absurdas y evitables (las comerciales y las de clase), de la desigualdad creciente y de los conflictos de la superpoblación y cómo se resolverían con educación y ecofeminismo.

El objetivo del libro es desmontar nuestro modelo socioeconómico. Este científico afirma que «sabemos cómo hacerlo y que, si lo conseguimos, viviremos más y mejor». Además, «contamos con la alianza de la ciencia» (esa que desoímos en demasiadas ocasiones).

Fernando Valladares nos cuenta que en nuestros parientes próximos tenemos dos ejemplos interesantes: mientras los chimpancés suelen recurrir a la violencia para resolver sus conflictos, los bonobos son mucho más pacíficos (y recurren al sexo para resolver tensiones).

Salud y producción de comida

«Érase una vez un planeta en el que vivía una especie que, produciendo el doble de la comida que necesitaba, dejaba a la décima parte de sus miembros con hambre. Una especie que tiraba un tercio de la comida en lugar de repartirla bien, mientras que muchos de sus miembros que accedían a la que sobraba enfermaban gravemente por comer en exceso. Una especie que, al producir tanta comida, ponía en riesgo el funcionamiento de todo aquel planeta. El planeta es la Tierra y la especie se llama a sí misma hombre sabio».

Sinteticemos diez datos sobre este tema:

  1. «La producción de alimentos es la actividad con la que los humanos provocan el mayor impacto sobre el medio ambiente».
  2. «Se calcula que la contaminación de las aguas por los fertilizantes excedentes es responsable de 1,36 millones de muertes evitables o prematuras cada año en el mundo».
  3. La PAC emplea dinero público que acaba generando daños a los humanos y a la biodiversidad en un modelo en el que «sobra comida». De ahí que califique a la PAC como «la forma más destructiva de usar el dinero público»; y como «un sistema completamente corrupto (…) que impide la renaturalización y la convivencia de los sistemas agrarios y ganaderos con la biodiversidad más elemental». Y así, «los subsidios van para personas y entidades ricas de Europa y de fuera de Europa»: grandes fortunas compran tierras en la UE y reciben enormes subvenciones por ellas.
  4. «Si admitimos de una vez que no hay que producir más comida, entonces la prioridad no puede estar más clara: proteger los ecosistemas afinando mucho el sistema de producción de alimentos para que no se vean afectados por él».
  5. «Una cuarta parte de lo que desechamos serviría para neutralizar la malnutrición en el mundo».
  6. Hay sectores a los que «no se sanciona por contaminar y a los que no les preocupa la mala distribución y organización del sistema alimentario global».
  7. «Solo en Europa mueren cada año más de 300 mil personas por consumir demasiada carne roja».
  8. «La agricultura y la ganadería determinan la contaminación atmosférica global causando indirectamente millones de muertes por esa vía».
  9. «Lo que comemos afecta a nuestra capacidad de concentración», y aboga por dietas vegetarianas, veganas o flexitarianas.
  10. «Conocemos muy bien los factores que aumentan los riesgos de que aparezcan enfermedades infecciosas y, como con el cambio climático, no hacemos mucho al respecto», lamenta Valladares. De seguir así, la probabilidad de pandemias aumentará cada año. Degradar ecosistemas y producir carne de forma intensiva es, en sus propias palabras, «una bomba de relojería». El COVID-19 podría ser un poco importante al lado de una pandemia realmente grave.

George Monbiot también alertó del problema del sistema alimentario, una industria en la que unos pocos inversores están ganando muchos millones mientras, en palabras de Valladares, «nos dejan sin agua, sin suelo, sin biodiversidad y sin futuro».

El medioambiente influye en nuestra salud y en nuestra esperanza de vida y, según recientes estudios, ambas se están viendo afectadas negativamente. Por primera vez, la esperanza de vida se está reduciendo a nivel global.

El problema de la energía

Para este asunto, aporta soluciones concretas, como poner placas solares en suelos ya construidos e industriales, y nunca en zonas naturales. Sin embargo, el autor critica que, con el pretexto de una transición energética, las cortes españolas hayan aprobado leyes que reducen las exigencias ambientales de centrales eólicas y solares. Y para colmo de males, la UE ha calificado como «energías verdes» el gas y la nuclear, de forma que puedan beneficiarse de todas las ventajas económicas y fiscales, como si realmente fueran renovables y sostenibles. También advierte Valladares de las falsas soluciones —como apostar por la energía de fusión nuclear o por el hidrógeno—, y nos recuerda que «el hidrógeno no es una fuente de energía primaria, sino que es un vector energético» (una forma de almacenar energía). Y aclara que «puede tener un papel interesante allí donde no es posible la electrificación», por ejemplo en el transporte, pero siempre acompañada de medidas que eviten el despilfarro. Como ejemplos, de ese consumo desmedido y fácilmente evitable, pone los alumbrados navideños. Otra tecnología que califica como innecesaria es la captura de carbono.

Para este científico, la disminución en el consumo debiera ser estratégica y consolidada, y no meramente coyuntural. La ciencia nos advierte de que ya se han disparado o están a punto de hacerlo nueve de los quince puntos de inflexión identificados (tipping points), valores del sistema ecológico que, una vez alcanzados, se vuelven incontrolables e irreversibles. Como científico, conoce las múltiples consecuencias de la crisis climática y sabe que no todas son percibidas por la población general. De hecho, es frecuente que se tomen medidas contraproducentes. Como ejemplo, subraya la retirada de la madera muerta de los bosques con el absurdo pretexto de limpiarlos. Téngase en cuenta que la madera muerta es esencial en la fertilidad del suelo, para la biodiversidad y también como almacén de carbono (léanse aquí otras medidas para evitar los incendios forestales).

Otro consejo que nos regala en nombre de la ciencia es dejar los combustibles fósiles en el subsuelo, porque son más útiles como almacenes de carbono que como combustibles. Cada décima de grado que consigamos que deje de subir la temperatura global, supone ahorrar mucho sufrimiento y cuantiosas pérdidas económicas.

Política y economía

El libro sostiene que la política se ha subordinado a la economía. Es grave porque «la solución a la crisis no es científica ni tecnológica, sino social y política». Los pocos tratados internacionales (como el Acuerdo de París o de otras COP) nunca se cumplen, porque se anteponen los beneficios económicos a la vida de las personas y las decisiones políticas no se ajustan a los límites físicos del planeta ni a las leyes de la ecología. Y no olvidemos que: «sin ecología no hay economía» (véase este interesante gráfico) y que el PIB no mide el valor de la riqueza natural. Más aún, contaminar y dañar el medioambiente es barato o incluso está subvencionado.

Resumen del libro "21 lecciones para el siglo XXI" de Harari. En nuestro blog también encontrarás el resumen de su libro "Sapiens"

Lee también un resumen de este libro de Yuval N. Harari.

Cuando pone el foco en los problemas del neoliberalismo (magistralmente explicados también por Naomi Klein), indica que el sistema no favorece la distribución de la riqueza, sino la acumulación y el aumento de la desigualdad. Todo esto ya está provocando millones de refugiados ambientales que generan tensiones difíciles de solucionar. Y advierte: «el capitalismo se está quebrando», porque el ser humano ha estado demasiados años viviendo a costa de una tecnología que se basa principalmente en el uso de energía barata no renovable (es lo que llama, Homo tecnologicus, primo del Homo oeconomicus).

El capitalismo ha reventado varios límites planetarios y «la fiesta de la riqueza y el derroche (…) no nos deja dormir, descansar, reflexionar ni tener mucho tiempo para nosotros mismos». A poco que pensemos, llegamos una y otra vez a la misma conclusión que ya alcanzaron filósofos presocráticos: ni el sobreconsumo ni el trabajar en exceso nos hace más felices.

La agnotología es el estudio de la producción y diseminación de la ignorancia, el engaño y la duda, a menudo de forma deliberada, para servir a intereses específicos, como la industria o la política. El autor resalta cómo, usando el poder de las redes sociales o de personas influyentes, se niegan conclusiones científicas o la realidad más evidente. Cuando se investiga un poco, es fácil concluir que los interesados en generar dudas e ignorancia suelen tener intereses en ello. A veces, son personas que solo buscan ser aceptadas en su grupo social y que, para ello, renuncian a su espíritu crítico o a expresar su opinión sincera. Evitar esto es complejo, entre otros motivos, por el principio de la asimetría de la estupidez que reza que se necesita más energía y más palabras para refutar una estupidez que para producirla.

Por supuesto, hay espacio en estas páginas para criticar un sistema educativo, incluyendo universidades. Estamos más interesados en formar a trabajadores sumisos que a personas críticas. En la misma línea de economistas como Georgescu-Roegen, Valladares lamenta la mala educación científica y ecológica que se imparte en las facultades de economía. Pone como ejemplo la curva de Kuznets, que se usa para hacer creer que, a mayor renta, la población es más respetuosa con el medioambiente. O sea, se intenta hacer creer que con más tecnología, se disminuye el impacto ambiental. La realidad es que ocurre justo lo contrario, y está demostrado desde los años 80 del pasado siglo.

Por fortuna, tenemos ejemplos en los que la humanidad ha sido capaz de ponerse de acuerdo para avanzar, como son la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Protocolo de Montreal o la Agenda 2030. Para Fernando Valladares, la Agenda 2030 es magnífica, pero no se está cumpliendo.

El caso de Andalucía

Para explicar lo que está pasando a nivel mundial, pone el ejemplo de Andalucía, una tierra rica y fértil, pero llena de focos de pobreza (extrema en no pocos casos). Andalucía produce multitud de materias primas que se llevan a las ciudades: a Madrid y a toda Europa. Esto supone exportar ingentes cantidades de agua desde una región seca a otras regiones con más abundancia de dinero y de agua. En resumen, la producción sucia de energía y alimentos de las regiones ricas, se realiza en regiones empobrecidas, generando problemas ambientales y sociales.

Andalucía produce alimentos con abusos e injusticia, desde Huelva a Almería. En Huelva se producen fresas y frutos rojos que dejan sin agua zonas tan valiosas como el Parque Nacional de Doñana. Esta aberración se explica por dos detalles muy sencillos: a) No se paga un precio justo por el agua ni por el desastre ecológico de su abuso. b) No se pagan salarios dignos. Las fresas de Huelva no serían rentables si los salarios fueran tan dignos como los de las personas que compran esas fresas en las metrópolis del mundo. Con este ejemplo de Andalucía, se muestra por qué y cómo los ricos siguen acumulando riqueza a costa de no pagar con justicia (ni salarios, ni daños ambientales, etc.).

Opciones posibles: decrecimiento con prosperidad

«Los científicos podemos ayudar», afirma Valladares, pero resalta que «la decisión está en manos de la gente», que el optimismo no está justificado y que hay que tomar decisiones. «Podemos apurar los recursos que aún quedan y reventar el clima planetario, o dejar el 60% del gas y el petróleo y el 90% del carbón en el subsuelo y no entrar en escenarios climáticos apocalípticos». Una vía necesaria es la que se ha llamado decrecimiento, pero aclara que debe hablarse más de prosperidad; y que esta vía es distinta a la recesión. Resumiendo, este decrecimiento debe basarse en crecer en sectores que produzcan bienestar real y general, y se basa en cinco claves (Hickel et al., Nature 2022):

  1. Reducir la producción menos necesaria: carne, lácteos, moda rápida, publicidad, automóviles, aviación
  2. Mejorar los servicios públicos.
  3. Apoyar los empleos verdes: renovables, regeneración de ecosistemas, servicios sociales…
  4. Reducir la jornada laboral y rebajar la edad de jubilación.
  5. Sociedad sostenible: cancelar deudas injustas en países pobres, frenar la desigualdad

Ante el colapso que parece inevitable, el libro aclara que hay varios tipos de colapsos (financiero, económico, político, social, ecológico, cultural) y explica las cinco fases de un gran colapso según Duane Elgin en el proyecto Choosing Earth. Podemos afirmar que, dependiendo de qué región evaluemos, la Tierra ya está en la primera o en la segunda fase. La última es la extinción de la humanidad, pero la tercera y la cuarta no son nada agradables para casi nadie. Para afrontar esto, tenemos básicamente tres opciones:

  1. No hacer nada, lo cual nos llevará a un colapso nada agradable.
  2. Aceptar gobiernos autoritarios, que podrían ser incluso peor que el colapso o parte del mismo. Algunos hablan del ecofascismo como un ecologismo muy radical que podría incluso controlar la reproducción humana para evitar la superpoblación.
  3. Transformar nuestra sociedad. Aquí tendrían cabida «comunidades modestas que buscan independencia energética, autoabastecimiento y cooperación».

Basura y propaganda

Fernando Valladares referencia al gran Félix Rodríguez de la Fuente cuando advertía —en 1972— sobre el problema de la basura: coches, bolsas, envases, venenos en la sangre… Y acababa diciendo: «No cabe duda de que la nuestra puede llamarse la civilización de la basura» (no se pierdan el vídeo).

También se destapan expresiones que esconden la realidad y que hemos denunciado múltiples veces desde Blogsostenible, tales como economía circular, desarrollo sostenible, crecimiento verde y el greenwashing

La maximización de beneficios en el ámbito empresarial tiene «graves déficits éticos» que, a pesar de ser también evidentes, no parecen importar a los culpables. La razón parece estar en que vemos como «objetos impersonales y sin derechos» a las plantas, los animales o los ecosistemas. De hecho, los comportamientos egoístas también se dan contra otros humanos. Algunos estudios arrojan que es «suficiente con no concretar mucho la identidad de los afectados». Es decir, cuando no se conoce a los que sufren es más fácil mentir y dañarlos, sin sentimiento de culpa. Y para facilitar este egoísmo, tenemos lo que Valladares califica como «la deshonestidad a escala industrial», la propaganda, una herramienta que consigue con eficacia justificar lo injustificable de cara a la opinión pública.

Desafíos

Ante la magnitud del problema, se declaran ocho familias de desafíos «que requieren hablar claro» y que resumimos a continuación:

1. Desafíos naturales: la letra pequeña del contrato con la naturaleza

En este punto se resalta la importancia de la prevención. Por ejemplo, «prevenir pandemias es mil veces más rentable que hacer frente a una sola». Sin embargo, la obsesión por las ganancias rápidas impide maximizar beneficios a largo plazo para la humanidad. Para evitar pandemias, propone tres medidas clave: 1) detener la deforestación en zonas tropicales, 2) limitar el comercio de especies, y 3) establecer una red de alerta y control temprana de pandemias. Y advierte: «Tendemos a pensar que conservar la naturaleza es un lujo costoso, un gasto superfluo propio de sociedades ricas. Deberíamos ir actualizando esta noción porque la realidad es muy diferente. De hecho, el presupuesto dedicado a conservar la naturaleza no debe ser considerado un coste, sino una inversión. Y de las más rentables: nos devuelve mil euros por cada euro que invertimos».

En el último medio siglo, la población se ha duplicado, pero la economía global se ha cuadriplicado y, como bien dijo De Jouvenel, todo crecimiento económico procede de explotar la naturaleza. Por eso, es preciso aplicar mecanismos de bioeconomía y de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), pero sin pecar de un exceso de optimismo, porque no podemos seguir despilfarrando como se ha hecho hasta ahora. El objetivo sería fabricar bienes renovables, reutilizables y reciclables para conservar los ecosistemas. Pensemos en que «las economías más grandes invierten más en biodiversidad, en magnitud bruta, pero que, si se corrigen los datos teniendo en cuenta el PIB, ¡los países más ricos invierten proporcionalmente menos que los menos ricos!». Y no olvidemos que el PIB mide el destrozo ambiental mejor que el bienestar de un país.

2. Desafíos sanitarios: sanidad pública, prevención y transparencia

En la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid hay una asignatura titulada: O cambiamos de conducta o cambiamos de planeta. Su objetivo es la educación ambiental para que los futuros médicos entiendan la relación entre medioambiente y salud. Valladares hace hincapié en la importancia de este tipo de educación y en tres aspectos clave de las políticas sanitarias de un país, aportando escandalosos datos para el caso de España:

  1. Invertir en prevención es rentable. Algunos estudios sugieren que se ahorran 7 euros por cada euro que se invierte en prevenir. España invierte muy poco en prevención.
  2. La sanidad pública de calidad es esencial. La sanidad privada intenta maximizar sus beneficios y deja, inevitablemente, a muchos enfermos sin tratar. Los países en los que predomina la sanidad privada tienen peor salud media, porque la salud de unos influye en la de los demás, lección que debimos aprender en la pandemia de COVID-19.
  3. No hay transparencia en las políticas de salud ni en el gasto farmacéutico. Las empresas farmacéuticas controlan gran parte de las políticas y consiguen engañar a pacientes y a médicos para maximizar sus beneficios.

 3. Desafíos energéticos: reducir y reconducir

Aquí se pregunta: ¿Cuánta energía necesitamos para estar sanos y felices? La respuesta es terrible porque, por ejemplo, España podría ahorrar la mitad de la energía que consume. Por su parte, Estados Unidos solo necesitaría la quinta parte. Y eso, sin empeorar ninguna métrica relevante ni de salud ni de felicidad.

En este apartado, también propone retomar el debate sobre el pico del petróleo, y avisa que el sobreconsumo de energía nos lleva a graves amenazas medioambientales y a una escasez sin precedentes. Por tanto, es urgente unir la reducción energética a la transición energética.

4. Desafíos económicos: el caso de Ibiza

Valladares se lamenta de la falta de democracia que afecta a la economía: «Las decisiones económicas las toma el 1% de la humanidad» (pero nos afectan a todos). También recuerda aquí al gran Georgescu-Roegen, y sus palabras: «el verdadero producto del proceso económico es (o debería ser) un flujo inmaterial: el placer de vivir». En cambio, sabemos que la avalancha de materialismo no hace feliz a nadie y que nos lleva a sobrepasar los límites planetarios.

Tras eso, critica la llamada economía de escala, un proceso por el que las industrias pretenden bajar los costes aumentando la producción. Cuando se logra, los precios bajan y aumenta el consumo. A cambio, el impacto ambiental se dispara. «Empresas y consumidores están demasiado ocupados con producir y consumir». Por tanto, el control debe ser por parte de la clase política. Otro ejemplo de esta economía de escala lo pone en las macrogranjas: «En España y en muchos otros países crece el número de vacas y cerdos, pero disminuye el número de granjas». La producción industrial de carne conlleva graves problemas ambientales y un enorme sufrimiento animal.

El libro trata temas como la agroecología, la economía de los cuidados, y la agricultura regenerativa; y explica cómo las industrias alimentarias presionan a los agricultores que, en muchos casos, llegan a vender «a pérdidas», es decir, por debajo del valor de producción.

Con el ejemplo de la isla de Ibiza, explica los daños a nivel planetario de vivir con enormes lujos (jets privados, campos de golf, etc.): «el lujo (…) se apoya en una idea que en el fondo es muy simple: que las externalidades (esos impactos negativos en los bienes y servicios públicos, en los recursos naturales y en el medio ambiente) las paguemos entre todos». Y añade: «Si los costes ambientales de un crucero se repercutieran en el precio, muy poca gente podría subirse a uno de estos barcos».

Este científico alaba los trabajos de dos economistas muy especiales. La primera es Kate Raworth y su economía de rosquilla, la cual analizamos junto con las propuestas del documental HOPE! de Javier Peña (muy recomendable). Ella afirma que la economía actual no funciona y que es incapaz de predecir ni de impedir las crisis financieras, ni la pobreza extrema, ni la acumulación de riqueza, ni la degradación del medioambiente. En síntesis, sugiere abandonar el crecimiento y centrarse en una economía sostenible.

La segunda economista es Mariana Mazzucato que, con propuestas simples y sensatas, podría revolucionar el planeta. Mazzucato plantea acabar con esas inversiones del Estado que enriquecen a una minoría y dejan los riesgos y los costos para una mayoría. Por ejemplo, este es el caso de la energía nuclear. El objetivo sería exigir que, para que el Estado invierta en algo, los beneficios deben repercutir en las arcas públicas. Esto es contrario a las teorías de Milton Friedman, un economista neoliberal defensor del libre mercado que ha perjudicado enormemente a diversas sociedades, particularmente en Latinoamérica.

El autor también propone aumentar el compromiso y la ambición, inspirándose en el viaje a la Luna: si fuimos capaces de ese enorme logro, deberíamos ser capaces de transformar el capitalismo ahora.

5. Desafíos políticos y jurídicos: sobre corrupción, fraudes…

«La democracia representativa no funciona», sostiene Valladares: «Los representantes no representan, y los problemas importantes quedan postergados por cuestiones urgentes y cortoplacistas». Los políticos «solo escuchan a la ciencia cuando conviene a sus intereses electorales», lo cual se suma a la corrupción que siempre se mueve por el sistema. «No podemos esperar a que la política solucione los problemas ambientales sin el apoyo decidido y amplio de la sociedad». También denuncia lo que llama obsolescencia científica, según la cual los científicos y sus conclusiones son ignorados a pesar de la buena valoración social de su trabajo.

En no pocos casos, políticos y jueces se unen para provocar fraudes de ley: legalizar pozos ilegales, falsear datos, fraccionar proyectos para que su impacto ambiental parezca menor, etc. En España eso ha pasado en demasiados casos: Marina de Valdecañas, Algarrobico, Doñana, mar Menor

Los políticos, en general, está mal formados y desinformados y, además, «para desolación de analistas, los políticos (…) son tan incompetentes que toman decisiones que ni maximizan el bien común ni tampoco su propio bien».

6. Desafíos a la democracia: ideología y religiosidad

Entre las distintas ideologías y religiones hay enormes diferencias, pero ante los problemas que nos amenazan, esta obra concluye que «resulta más práctico a estas alturas repasar lo que nos une». A veces, se rechazan propuestas solo porque proceden de otro bando, o incluso porque no interesan o son incómodas. Un ejemplo que cita el libro es la encíclica Laudato Si del papa Francisco, un auténtico manual social y ecoanimalista que los católicos han ignorado con absoluta contundencia.

Daniel Innerarity afirma que la izquierda juega en desventaja, ya que se enfrenta a una derecha que reivindica una vida más despreocupada y espontánea. Ser negacionista es más fácil que actuar con responsabilidad. Valladares sugiere que el activismo ecologista utilice «una de las emociones más mundanas y mejor valoradas»: el placer. Puede no ser fácil, especialmente en las clases más adineradas que han hecho del despilfarro su seña de identidad.

Para Johann Hari, a menor capacidad de concentración más fácil es sentirse atraídos por soluciones autoritarias y simplistas (como las de la extrema derecha). Y algunas causas para este antecedente están en el abuso de las redes sociales y de las nuevas tecnologías (smartphones, videojuegos…). Y con eso, también perdemos salud y democracia.

7. y 8. Desafíos sociales y el fracaso del sistema educativo

Valladares coincide en lo que hemos repetido (quizás aún no demasiado): queremos una educación para formar personas, no meros trabajadores; una educación que sepa sacar partido del tipo de inteligencia que tenga cada uno, tipos como los que establece Howard Gardner: visual-espacial, lógico-matemático, naturalista, creativo, colaborativo, etc. El libro echa en falta una buena educación ambiental en todo el sistema educativo, particularmente en las escuelas de Empresariales y de Económicas (algo compartido con Georgescu-Roegen y De Jouvenel como se ha apuntado más arriba).

Escrito antes del apagón de España en 2025, el libro ya advierte de esa posibilidad y lo pone como ejemplo de los casos en los que los políticos prefieren no ahondar para no alarmar. Pero como ocurre siempre, mirar hacia otro lado no disminuye ningún riesgo y, más bien, suele aumentarlos. También se muestra partidario de la protesta pacífica y la desobediencia civil por parte de toda la sociedad, pero en particular de los científicos como él, los cuales son conscientes tanto del problema ambiental como de que los otros métodos no están alertando al nivel necesario. De hecho, el autor ha participado en protestas y ha sido arrestado por ello. Así, ensalza los casos en los que los fiscales han dicho ser conscientes del desastre ambiental y, por tanto, se han negado a procesar a los activistas climáticos.

Conocemos la solución. ¿Por qué no la aplicamos?

La primera de las zancadillas que describe el libro es el negacionismo, ese cerrar los ojos a la realidad científica por ser una verdad incómoda y que, de aceptarla, requeriría cambios importantes. Los negacionistas no suelen ser muy numerosos, pero su activismo les conduce a ser más influyentes de lo que cabría esperar. Recordemos que lanzar un bulo es más fácil que desmentirlo. En Estados Unidos, los negacionistas antivacunas hicieron que ese país tuviera grandes proporciones de contagios y de muertes, en comparación a otros similares. Algunos negacionistas tienen intereses (económicos) en que la verdad no se sepa. En ese caso, Valladares recomienda denunciar para que la ley actúe.

Un tipo de negacionistas son los colapsistas (que piensan que el colapso global es inevitable). También están los tecnoptimistas (que opinan que la tecnología nos salvará). Incluso hay científicos llamados mercaderes de la duda que se encargan sencillamente de plantear dudas, incluso donde el consenso científico es enorme. Valladares advierte que muchas universidades mantienen cátedras de pseudoinvestigación financiadas por petroleras, cementeras o industrias cárnicas.

En otro lugar están los que creen en los milagros o dicen creer en ellos. Abundan entre los políticos, por ejemplo cuando prometen agua para todos o cosas contradictorias (como bajar impuestos y aumentar las prestaciones sociales, o reducir las emisiones y bajar los precios de los combustibles). En demasiadas ocasiones, la sobreexplotación de recursos produce unos daños que pasan a los habitantes y a futuras generaciones. Las empresas no tienen problemas en mudarse a otro lugar cuando ya han sacado sus beneficios. En muchos casos, los delitos prescriben cuando se intentan perseguir.

Valladares advierte de la paradoja de que «es la propia producción industrial de comida la que ha provocado y provoca malnutrición y hambre global». Por tanto, habría que reducir la producción alimentaria y distribuir mejor, para evitar tanto la sobrealimentación como el tirar un tercio de la comida que se produce.

Otra zancadilla es el egoísmo. Por ejemplo, lo vemos en el turismo, a veces camuflado como ecoturismo. Valladares comenta los casos en los que los turistas contagian enfermedades mortales a la fauna que desean ver en libertad. También influye el egoísmo en la industria de la carne, la de pesticidas, la del plástico y la petrolera, que están aplicando las mismas prácticas que en su día utilizó la industria del tabaco: mentir, ocultar informes, desinformar, presionar, pagar a políticos y a científicos, etc. Por este motivo, se están poniendo denuncias a diversas empresas.

Otro problema está en el tecnoptimismo ya comentado y en el ecomodernismo (creer que es posible el desarrollo tecnológico indefinido y reducir el impacto ambiental basándose en mejoras en eficiencia y olvidando la paradoja de Jevons o efecto rebote). Ambas tendencias no son conscientes de que es la tecnología la que ha generado el problema y que es peligroso confiar las soluciones a inventos que aún no existen.

Valladares continúa criticando la hipocresía generalizada que usan desde gobiernos (véase el Pacto de París) o desde empresas, por ejemplo con las mentiras del greenwashing, tan naturalizadas que apenas escandalizan ni cuando usan lemas descarados. Entre los pecados de esta estrategia están la omisión de información, la falta de pruebas, las etiquetas falsas, la vaguedad, la mentira, crear falsas esperanzas, planes de compensación de emisiones dudosos y, sobre todo, poner el beneficio económico por encima de personas y medioambiente. Ante la alarma general de este tipo de abusos, la Comisión Europea está trabajando para acabar con ellas, lo cual demuestra que la presión social influye en los políticos.

El investigador ahonda en varios casos de hipocresía terribles para la Historia, de los que comentaremos aquí solo tres:

  1. En la Guerra de Vietnam y durante diez años, Estados Unidos roció de Agente Naranja grandes zonas de bosques y cultivos de Vietnam, Laos y Camboya. Resultaron afectados millones de ciudadanos por varias enfermedades y malformaciones al nacer (físicas e intelectuales). El gobierno de Estados Unidos ha indemnizado a sus soldados veteranos afectados, pero las víctimas en Asia siguen sin tener, ni siquiera, el reconocimiento por parte del culpable americano.
  2. El segundo caso de hipocresía brutal está en la Unión Europea que aprovechó la crisis energética por la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso de Putin, para decir que a partir de entonces la energía nuclear y el gas serían consideradas energías limpias y poder, así, ser subvencionadas con dinero público (lo cual demuestra que no son energías muy rentables por sí mismas; y eso sin valorar los daños y costos completos de su contaminación).
  3. El tercer ejemplo de hipocresía es el caso de la empresa española Ecoembes, supuestamente dedicada al reciclaje de envases pero que, en la práctica, su tarea es blanquear las empresas que más contaminan con plásticos el planeta completo.

En el apartado de errores, Valladares incluye el hacer lo que siempre se ha hecho o la huida hacia adelante. Aquí, critica las quemas del monte que hacen los ganaderos (en Asturias en particular) o las ampliaciones de las estaciones de esquí en el contexto de crisis climática actual. En vez de prohibir el esquí alpino y otros deportes terriblemente nocivos, nuestra sociedad los fomenta. Otros ejemplos de esta huida son: regar cultivos de secano, ampliar los regadíos, construir embalses que destruyen nuestros ríos o que prestigiosos bancos, incluyendo el BCE, financien industrias tan sucias como los agronegocios que destruyen el Amazonas, por no hablar de la financiación del genocidio de Israel.

¿Qué podemos hacer?

«Debemos vivir con menos sin sentir que eso sea un retraso. Si lo sentimos como un retraso, no habremos entendido nada y, sobre todo, no avanzaremos más que a la fuerza». Fernando Valladares está conforme en esto con Linz, Riechmann y Sempere, autores del también recomendable libro Vivir (bien) con menos. Para avanzar en el cambio que se requiere, además de las ideas comentadas anteriormente y algunas que se incluyen en la Cadena Verde, nos alienta diciendo que: «es suficiente con que entre un 10 y un 20 % de la población muestre el conocimiento y la valentía necesarios para que los cambios se produzcan». Es decir, no hace falta concienciar y movilizar a una mayoría, sino que basta con una minoría bien activada. Es decir, si apenas un cuarto de la población tiene claro que hay que hacer algo, ese algo se hará. Ha sucedido con muchas cosas, tales como el matrimonio igualitario o la lucha contra el tabaco.

Ser activista, mantenerse activo, es importante porque reduce el riesgo de la ecoansiedad y de la solastalgia. También aboga por «recuperar el peso de las humanidades», dejar de instrumentalizar la naturaleza (lo cual deshumaniza a la humanidad), y por trabajar en los Objetivos de Desarrollo Interior (ODI), que son una recopilación de «cualidades basadas en la ciencia para vivir vidas con propósito, sostenibles y productivas», además de ser la base para conseguir los famosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Resumiendo mucho, los ODI se apoyan en cinco dimensiones:

  1. SER (relación con uno mismo). Cultivar lo que uno es: autoconciencia, presencia, responsabilidad, integridad, autenticidad, etc.
  2. PENSAR (habilidades cognitivas). Incluye aspectos como el pensamiento crítico, perspectiva, visión a largo plazo, etc.
  3. RELACIONARSE (cuidar de lo demás). Entender la conexión con todo, incluyendo lo que aún no ha nacido: gratitud, alegría, humildad, empatía, amabilidad, compasión…
  4. COLABORAR (habilidades sociales). Es importante la capacidad de escuchar, de defender las opiniones propias, de gestionar conflictos de forma constructiva, de fomentar la colaboración, etc.
  5. ACTUAR (mover al cambio). Para transformar la realidad son útiles cuestiones como el optimismo, evaluar las decisiones, la creatividad, la esperanza, la perseverancia, el compromiso, la paciencia, etc.

Valladares no es ajeno a la dificultad de ser ecologista responsable, pues para ello pareciera que se necesita tener multitud de conocimientos. Sin embargo, él aboga por intentarlo, preferentemente en grupo, y sugiere unir dos movimientos que ahora están demasiado separados, ecologismo y sindicalismo, porque ninguno de los dos triunfará por separado. Las asambleas ciudadanas son también un mecanismo de acción que impulsa el cambio y mejora la propia democracia. Como curiosidad, indica que los premios Global Good Awards recompensan el ingenio para mejorar el medioambiente; y añade: «Si necesitamos inspiración aquí podemos encontrar bastante. Si ya tenemos inspiración, aquí podemos canalizarla».

Otra cualidad a tener en cuenta es la amabilidad, con uno mismo y con los demás, lo cual conlleva grandes beneficios según la ciencia: menos estrés, más felicidad y autoestima, mejor salud… La gente amable suele cuidar bien de sí misma y hacer tareas de voluntariado. Además, esta herramienta es tan contagiosa como un virus. Relacionado con esto, el libro comenta los conceptos del ikigai japonés, del ubuntu sudafricano, el trastorno por déficit de naturaleza y la revolución jurídica que supone otorgar derechos a la naturaleza (ya hecho en casos como el del mar Menor en España). También, resalta la necesidad de empatía, paciencia y humor.

El libro nos explica, con ejemplos, el enorme poder de recuperación de la naturaleza, cuando se la deja. De ahí que, una de las herramientas más poderosas para revertir la degradación ambiental sea la renaturalización, el dejar espacios para que la naturaleza se autogestione y tener la humildad de reconocer que ella lo hace mejor que cualquier ingeniero por muy forestal que pretenda ser. Uno de los casos que cita está en los efectos positivos del confinamiento por el COVID-19: avances en fauna y flora; y mejoras en la calidad del agua y del aire.

Por su profesión, Valladares defiende la ciencia y sus conclusiones (particularmente las ambientales) y, aunque la ciencia pueda equivocarse, tiene mecanismos de corrección. A la vez, lamenta la difusión de información falsa o fuera de contexto que, según la agnotología, provoca una polarización que no ayuda ni para aplicar soluciones efectivas ni para fomentar la necesaria conversación.

Del pasado al futuro: ideas para la transición

Este autor habla del llamado fraude del Neolítico que magistralmente explicó Harari en su obra Sapiens. La idea básica es que nos han engañado cuando nos inculcan que los avances del Neolítico —básicamente, la agricultura, la ganadería y algunas mejoras tecnológicas— fueron un avance para la humanidad. Según algunos intelectuales, en realidad fue un retroceso, al menos por estos factores:

  1. La sedentarización solo tuvo consecuencias negativas para la salud humana, pues nuestros cuerpos han evolucionado durante cientos de miles de años para estar en movimiento. Tampoco ayudó a la salud el recibir una dieta menos variada.
  2. La domesticación de los animales (ganadería) provocó infecciones (zoonosis).
  3. La agrupación en ciudades facilitó el crecimiento de parásitos (chinches, garrapatas, pulgas, mosquitos…).
  4. Se abrieron demasiadas puertas hacia graves impactos en los ecosistemas.
  5. Los problemas psicológicos (como la depresión) son mayores hoy en día. Se sabe cómo evitarlos: aumentar el contacto con la naturaleza, mejorar los vínculos sociales, tener una dieta saludable y una infancia menos competitiva.

En cualquier caso, aunque las sociedades antiguas tuvieran ciertas ventajas, hay que aceptar que también tenían inconvenientes y, sobre todo, que los cambios son irreversibles, por lo que lo más inteligente es aprender de la historia y de la ciencia.

El colapso y la extinción de nuestra propia especie son opciones posibles, pero la obsesión no ayuda; y el perderse lo bueno que tiene el presente tampoco. Valladares nos advierte que hay distintas formas de afrontar ese colapso y que, para hacerlo bien, es importante reducir el nivel de desigualdad, algo que considera tóxico y que «mina la confianza, resta credibilidad a la democracia, erosiona el bien común y nos aleja de un relato esperanzador». Como punto positivo, añade que el análisis de las catástrofes que llevó a cabo Rutger Bregman arroja que el ser humano tiende más a cooperar que a competir, especialmente en momentos difíciles.

En cualquier caso, la insostenibilidad ecológica genera inestabilidad geopolítica y, posiblemente, violencia (guerra). Esa es solo una de las consecuencias de la crisis climática. Por tanto, los esfuerzos para mitigar el cambio climático deben también verse como una inversión en seguridad internacional. Según esto, la austeridad ecológica sería, para toda la población, un sacrificio aceptable y deseado.

En línea con el magnífico libro En la espiral de la energía, otros científicos también proclaman la necesidad de simplificar nuestras sociedades (Ted Trainer, Murray Bookchin, Jason Hickel…). Hay que entender que, por ejemplo, «las energías renovables no pueden mantener una sociedad consumista» (por muchas ventajas que en verdad tengan) y que necesitamos una economía orientada a las necesidades (y no a los caprichos) para construir una sociedad en la que la gente encuentre recompensas por el hecho de vivir de manera sencilla. El objetivo sería pasar del «hacer más con menos» (que nos lleva al colapso) al «vivir mejor con menos» (que nos lleva a una felicidad asequible en la era del decrecimiento o poscrecimiento). Así, necesitamos fomentar valores como la cooperación, la empatía, escuchar a los demás, etc. Y con ello estaremos más abiertos a reducir la desigualdad (aquí dejamos siete medidas para ello) y a vivir dentro de los límites planetarios, entendiendo que el ser humano no puede vivir de espaldas a la naturaleza como si fuera algo externo y ajeno.

Para Valladares es importante recalcar que «el colapso ecológico y la desigualdad económica se encuentran entre nuestros mayores retos globales contemporáneos, y ambas cuestiones están completamente entrelazadas». Por eso, como se ha propuesto tantas veces, es importante establecer una «tasa a los megarricos» que él sugiere que sea de entre el 1,5 y el 3% solo para las 65 mil personas más ricas (con más de 100 millones de dólares). Por supuesto, también hay que tomar medidas contundentes, como prohibir los jets privados, y educar para ir «aboliendo el consumismo y la adoración de lo superfluo».

El libro termina diciendo algo obvio: dado que somos nosotros, los humanos, los que hemos generado el problema, también nosotros tenemos el poder de modificar nuestros actos para alcanzar un futuro mejor.

♦ Información relacionada:

  1. Otros libros ECO resumidos para captar su esencia en poco tiempo. Por ejemplo:
  2. Dos grandes errores de la humanidad (el segundo aún podemos remediarlo).
  3. La agricultura de hoy debería ser como la de mañana.
  4. Los científicos vuelven a avisar del colapso que vendrá si seguimos sin reaccionar.
  5. Sin comer por el clima, las macrogranjas, los combustibles fósiles…
  6. La lista más completa de problemas y soluciones del campo español.
  7. Algunos libros del editor de Blogsostenible y de Historias Incontables.

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Resumen del libro "21 lecciones para el siglo XXI" de Harari. En nuestro blog también encontrarás el resumen de su libro "Sapiens"

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Libro La recivilización, de Fernando Valladares (resumen)

Por: Pepe Galindo

Los conflictos bélicos de las últimas décadas han acabado con la vida de unas 400.000 personas cada año. En cambio, solo la contaminación atmosférica mata —actualmente y cada año— unos 9 millones de personas (22.5 veces más). Por su parte, el cambio climático se estima que mata a decenas de millones de personas anualmente. A pesar de esos datos, los humanos gastan en armamento más de cinco veces más que en abordar la crisis ambiental. Con esos impactantes datos comienza el libro de Fernando Valladares La recivilización (Planeta, 2023), un prestigioso científico español del CSIC. También habla de otro tipo de guerras absurdas y evitables (las comerciales y las de clase), de la desigualdad creciente y de los conflictos de la superpoblación y cómo se resolverían con educación y ecofeminismo.

El objetivo del libro es desmontar nuestro modelo socioeconómico. Este científico afirma que «sabemos cómo hacerlo y que, si lo conseguimos, viviremos más y mejor». Además, «contamos con la alianza de la ciencia» (esa que desoímos en demasiadas ocasiones).

Fernando Valladares nos cuenta que en nuestros parientes próximos tenemos dos ejemplos interesantes: mientras los chimpancés suelen recurrir a la violencia para resolver sus conflictos, los bonobos son mucho más pacíficos (y recurren al sexo para resolver tensiones).

Salud y producción de comida

«Érase una vez un planeta en el que vivía una especie que, produciendo el doble de la comida que necesitaba, dejaba a la décima parte de sus miembros con hambre. Una especie que tiraba un tercio de la comida en lugar de repartirla bien, mientras que muchos de sus miembros que accedían a la que sobraba enfermaban gravemente por comer en exceso. Una especie que, al producir tanta comida, ponía en riesgo el funcionamiento de todo aquel planeta. El planeta es la Tierra y la especie se llama a sí misma hombre sabio».

Sinteticemos diez datos sobre este tema:

  1. «La producción de alimentos es la actividad con la que los humanos provocan el mayor impacto sobre el medio ambiente».
  2. «Se calcula que la contaminación de las aguas por los fertilizantes excedentes es responsable de 1,36 millones de muertes evitables o prematuras cada año en el mundo».
  3. La PAC emplea dinero público que acaba generando daños a los humanos y a la biodiversidad en un modelo en el que «sobra comida». De ahí que califique a la PAC como «la forma más destructiva de usar el dinero público»; y como «un sistema completamente corrupto (…) que impide la renaturalización y la convivencia de los sistemas agrarios y ganaderos con la biodiversidad más elemental». Y así, «los subsidios van para personas y entidades ricas de Europa y de fuera de Europa»: grandes fortunas compran tierras en la UE y reciben enormes subvenciones por ellas.
  4. «Si admitimos de una vez que no hay que producir más comida, entonces la prioridad no puede estar más clara: proteger los ecosistemas afinando mucho el sistema de producción de alimentos para que no se vean afectados por él».
  5. «Una cuarta parte de lo que desechamos serviría para neutralizar la malnutrición en el mundo».
  6. Hay sectores a los que «no se sanciona por contaminar y a los que no les preocupa la mala distribución y organización del sistema alimentario global».
  7. «Solo en Europa mueren cada año más de 300 mil personas por consumir demasiada carne roja».
  8. «La agricultura y la ganadería determinan la contaminación atmosférica global causando indirectamente millones de muertes por esa vía».
  9. «Lo que comemos afecta a nuestra capacidad de concentración», y aboga por dietas vegetarianas, veganas o flexitarianas.
  10. «Conocemos muy bien los factores que aumentan los riesgos de que aparezcan enfermedades infecciosas y, como con el cambio climático, no hacemos mucho al respecto», lamenta Valladares. De seguir así, la probabilidad de pandemias aumentará cada año. Degradar ecosistemas y producir carne de forma intensiva es, en sus propias palabras, «una bomba de relojería». El COVID-19 podría ser un poco importante al lado de una pandemia realmente grave.

George Monbiot también alertó del problema del sistema alimentario, una industria en la que unos pocos inversores están ganando muchos millones mientras, en palabras de Valladares, «nos dejan sin agua, sin suelo, sin biodiversidad y sin futuro».

El medioambiente influye en nuestra salud y en nuestra esperanza de vida y, según recientes estudios, ambas se están viendo afectadas negativamente. Por primera vez, la esperanza de vida se está reduciendo a nivel global.

El problema de la energía

Para este asunto, aporta soluciones concretas, como poner placas solares en suelos ya construidos e industriales, y nunca en zonas naturales. Sin embargo, el autor critica que, con el pretexto de una transición energética, las cortes españolas hayan aprobado leyes que reducen las exigencias ambientales de centrales eólicas y solares. Y para colmo de males, la UE ha calificado como «energías verdes» el gas y la nuclear, de forma que puedan beneficiarse de todas las ventajas económicas y fiscales, como si realmente fueran renovables y sostenibles. También advierte Valladares de las falsas soluciones —como apostar por la energía de fusión nuclear o por el hidrógeno—, y nos recuerda que «el hidrógeno no es una fuente de energía primaria, sino que es un vector energético» (una forma de almacenar energía). Y aclara que «puede tener un papel interesante allí donde no es posible la electrificación», por ejemplo en el transporte, pero siempre acompañada de medidas que eviten el despilfarro. Como ejemplos, de ese consumo desmedido y fácilmente evitable, pone los alumbrados navideños. Otra tecnología que califica como innecesaria es la captura de carbono.

Para este científico, la disminución en el consumo debiera ser estratégica y consolidada, y no meramente coyuntural. La ciencia nos advierte de que ya se han disparado o están a punto de hacerlo nueve de los quince puntos de inflexión identificados (tipping points), valores del sistema ecológico que, una vez alcanzados, se vuelven incontrolables e irreversibles. Como científico, conoce las múltiples consecuencias de la crisis climática y sabe que no todas son percibidas por la población general. De hecho, es frecuente que se tomen medidas contraproducentes. Como ejemplo, subraya la retirada de la madera muerta de los bosques con el absurdo pretexto de limpiarlos. Téngase en cuenta que la madera muerta es esencial en la fertilidad del suelo, para la biodiversidad y también como almacén de carbono (léanse aquí otras medidas para evitar los incendios forestales).

Otro consejo que nos regala en nombre de la ciencia es dejar los combustibles fósiles en el subsuelo, porque son más útiles como almacenes de carbono que como combustibles. Cada décima de grado que consigamos que deje de subir la temperatura global, supone ahorrar mucho sufrimiento y cuantiosas pérdidas económicas.

Política y economía

El libro sostiene que la política se ha subordinado a la economía. Es grave porque «la solución a la crisis no es científica ni tecnológica, sino social y política». Los pocos tratados internacionales (como el Acuerdo de París o de otras COP) nunca se cumplen, porque se anteponen los beneficios económicos a la vida de las personas y las decisiones políticas no se ajustan a los límites físicos del planeta ni a las leyes de la ecología. Y no olvidemos que: «sin ecología no hay economía» (véase este interesante gráfico) y que el PIB no mide el valor de la riqueza natural. Más aún, contaminar y dañar el medioambiente es barato o incluso está subvencionado.

Resumen del libro "21 lecciones para el siglo XXI" de Harari. En nuestro blog también encontrarás el resumen de su libro "Sapiens"
Lee también un resumen de este libro de Yuval N. Harari.

Cuando pone el foco en los problemas del neoliberalismo (magistralmente explicados también por Naomi Klein), indica que el sistema no favorece la distribución de la riqueza, sino la acumulación y el aumento de la desigualdad. Todo esto ya está provocando millones de refugiados ambientales que generan tensiones difíciles de solucionar. Y advierte: «el capitalismo se está quebrando», porque el ser humano ha estado demasiados años viviendo a costa de una tecnología que se basa principalmente en el uso de energía barata no renovable (es lo que llama, Homo tecnologicus, primo del Homo oeconomicus).

El capitalismo ha reventado varios límites planetarios y «la fiesta de la riqueza y el derroche (…) no nos deja dormir, descansar, reflexionar ni tener mucho tiempo para nosotros mismos». A poco que pensemos, llegamos una y otra vez a la misma conclusión que ya alcanzaron filósofos presocráticos: ni el sobreconsumo ni el trabajar en exceso nos hace más felices.

La agnotología es el estudio de la producción y diseminación de la ignorancia, el engaño y la duda, a menudo de forma deliberada, para servir a intereses específicos, como la industria o la política. El autor resalta cómo, usando el poder de las redes sociales o de personas influyentes, se niegan conclusiones científicas o la realidad más evidente. Cuando se investiga un poco, es fácil concluir que los interesados en generar dudas e ignorancia suelen tener intereses en ello. A veces, son personas que solo buscan ser aceptadas en su grupo social y que, para ello, renuncian a su espíritu crítico o a expresar su opinión sincera. Evitar esto es complejo, entre otros motivos, por el principio de la asimetría de la estupidez que reza que se necesita más energía y más palabras para refutar una estupidez que para producirla.

Por supuesto, hay espacio en estas páginas para criticar un sistema educativo, incluyendo universidades. Estamos más interesados en formar a trabajadores sumisos que a personas críticas. En la misma línea de economistas como Georgescu-Roegen, Valladares lamenta la mala educación científica y ecológica que se imparte en las facultades de economía. Pone como ejemplo la curva de Kuznets, que se usa para hacer creer que, a mayor renta, la población es más respetuosa con el medioambiente. O sea, se intenta hacer creer que con más tecnología, se disminuye el impacto ambiental. La realidad es que ocurre justo lo contrario, y está demostrado desde los años 80 del pasado siglo.

Por fortuna, tenemos ejemplos en los que la humanidad ha sido capaz de ponerse de acuerdo para avanzar, como son la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Protocolo de Montreal o la Agenda 2030. Para Fernando Valladares, la Agenda 2030 es magnífica, pero no se está cumpliendo.

El caso de Andalucía

Para explicar lo que está pasando a nivel mundial, pone el ejemplo de Andalucía, una tierra rica y fértil, pero llena de focos de pobreza (extrema en no pocos casos). Andalucía produce multitud de materias primas que se llevan a las ciudades: a Madrid y a toda Europa. Esto supone exportar ingentes cantidades de agua desde una región seca a otras regiones con más abundancia de dinero y de agua. En resumen, la producción sucia de energía y alimentos de las regiones ricas, se realiza en regiones empobrecidas, generando problemas ambientales y sociales.

Andalucía produce alimentos con abusos e injusticia, desde Huelva a Almería. En Huelva se producen fresas y frutos rojos que dejan sin agua zonas tan valiosas como el Parque Nacional de Doñana. Esta aberración se explica por dos detalles muy sencillos: a) No se paga un precio justo por el agua ni por el desastre ecológico de su abuso. b) No se pagan salarios dignos. Las fresas de Huelva no serían rentables si los salarios fueran tan dignos como los de las personas que compran esas fresas en las metrópolis del mundo. Con este ejemplo de Andalucía, se muestra por qué y cómo los ricos siguen acumulando riqueza a costa de no pagar con justicia (ni salarios, ni daños ambientales, etc.).

Opciones posibles: decrecimiento con prosperidad

«Los científicos podemos ayudar», afirma Valladares, pero resalta que «la decisión está en manos de la gente», que el optimismo no está justificado y que hay que tomar decisiones. «Podemos apurar los recursos que aún quedan y reventar el clima planetario, o dejar el 60% del gas y el petróleo y el 90% del carbón en el subsuelo y no entrar en escenarios climáticos apocalípticos». Una vía necesaria es la que se ha llamado decrecimiento, pero aclara que debe hablarse más de prosperidad; y que esta vía es distinta a la recesión. Resumiendo, este decrecimiento debe basarse en crecer en sectores que produzcan bienestar real y general, y se basa en cinco claves (Hickel et al., Nature 2022):

  1. Reducir la producción menos necesaria: carne, lácteos, moda rápida, publicidad, automóviles, aviación
  2. Mejorar los servicios públicos.
  3. Apoyar los empleos verdes: renovables, regeneración de ecosistemas, servicios sociales…
  4. Reducir la jornada laboral y rebajar la edad de jubilación.
  5. Sociedad sostenible: cancelar deudas injustas en países pobres, frenar la desigualdad

Ante el colapso que parece inevitable, el libro aclara que hay varios tipos de colapsos (financiero, económico, político, social, ecológico, cultural) y explica las cinco fases de un gran colapso según Duane Elgin en el proyecto Choosing Earth. Podemos afirmar que, dependiendo de qué región evaluemos, la Tierra ya está en la primera o en la segunda fase. La última es la extinción de la humanidad, pero la tercera y la cuarta no son nada agradables para casi nadie. Para afrontar esto, tenemos básicamente tres opciones:

  1. No hacer nada, lo cual nos llevará a un colapso nada agradable.
  2. Aceptar gobiernos autoritarios, que podrían ser incluso peor que el colapso o parte del mismo. Algunos hablan del ecofascismo como un ecologismo muy radical que podría incluso controlar la reproducción humana para evitar la superpoblación.
  3. Transformar nuestra sociedad. Aquí tendrían cabida «comunidades modestas que buscan independencia energética, autoabastecimiento y cooperación».

Basura y propaganda

Fernando Valladares referencia al gran Félix Rodríguez de la Fuente cuando advertía —en 1972— sobre el problema de la basura: coches, bolsas, envases, venenos en la sangre… Y acababa diciendo: «No cabe duda de que la nuestra puede llamarse la civilización de la basura» (no se pierdan el vídeo).

También se destapan expresiones que esconden la realidad y que hemos denunciado múltiples veces desde Blogsostenible, tales como economía circular, desarrollo sostenible, crecimiento verde y el greenwashing

La maximización de beneficios en el ámbito empresarial tiene «graves déficits éticos» que, a pesar de ser también evidentes, no parecen importar a los culpables. La razón parece estar en que vemos como «objetos impersonales y sin derechos» a las plantas, los animales o los ecosistemas. De hecho, los comportamientos egoístas también se dan contra otros humanos. Algunos estudios arrojan que es «suficiente con no concretar mucho la identidad de los afectados». Es decir, cuando no se conoce a los que sufren es más fácil mentir y dañarlos, sin sentimiento de culpa. Y para facilitar este egoísmo, tenemos lo que Valladares califica como «la deshonestidad a escala industrial», la propaganda, una herramienta que consigue con eficacia justificar lo injustificable de cara a la opinión pública.

Desafíos

Ante la magnitud del problema, se declaran ocho familias de desafíos «que requieren hablar claro» y que resumimos a continuación:

1. Desafíos naturales: la letra pequeña del contrato con la naturaleza

En este punto se resalta la importancia de la prevención. Por ejemplo, «prevenir pandemias es mil veces más rentable que hacer frente a una sola». Sin embargo, la obsesión por las ganancias rápidas impide maximizar beneficios a largo plazo para la humanidad. Para evitar pandemias, propone tres medidas clave: 1) detener la deforestación en zonas tropicales, 2) limitar el comercio de especies, y 3) establecer una red de alerta y control temprana de pandemias. Y advierte: «Tendemos a pensar que conservar la naturaleza es un lujo costoso, un gasto superfluo propio de sociedades ricas. Deberíamos ir actualizando esta noción porque la realidad es muy diferente. De hecho, el presupuesto dedicado a conservar la naturaleza no debe ser considerado un coste, sino una inversión. Y de las más rentables: nos devuelve mil euros por cada euro que invertimos».

En el último medio siglo, la población se ha duplicado, pero la economía global se ha cuadriplicado y, como bien dijo De Jouvenel, todo crecimiento económico procede de explotar la naturaleza. Por eso, es preciso aplicar mecanismos de bioeconomía y de Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN), pero sin pecar de un exceso de optimismo, porque no podemos seguir despilfarrando como se ha hecho hasta ahora. El objetivo sería fabricar bienes renovables, reutilizables y reciclables para conservar los ecosistemas. Pensemos en que «las economías más grandes invierten más en biodiversidad, en magnitud bruta, pero que, si se corrigen los datos teniendo en cuenta el PIB, ¡los países más ricos invierten proporcionalmente menos que los menos ricos!». Y no olvidemos que el PIB mide el destrozo ambiental mejor que el bienestar de un país.

2. Desafíos sanitarios: sanidad pública, prevención y transparencia

En la facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid hay una asignatura titulada: O cambiamos de conducta o cambiamos de planeta. Su objetivo es la educación ambiental para que los futuros médicos entiendan la relación entre medioambiente y salud. Valladares hace hincapié en la importancia de este tipo de educación y en tres aspectos clave de las políticas sanitarias de un país, aportando escandalosos datos para el caso de España:

  1. Invertir en prevención es rentable. Algunos estudios sugieren que se ahorran 7 euros por cada euro que se invierte en prevenir. España invierte muy poco en prevención.
  2. La sanidad pública de calidad es esencial. La sanidad privada intenta maximizar sus beneficios y deja, inevitablemente, a muchos enfermos sin tratar. Los países en los que predomina la sanidad privada tienen peor salud media, porque la salud de unos influye en la de los demás, lección que debimos aprender en la pandemia de COVID-19.
  3. No hay transparencia en las políticas de salud ni en el gasto farmacéutico. Las empresas farmacéuticas controlan gran parte de las políticas y consiguen engañar a pacientes y a médicos para maximizar sus beneficios.

 3. Desafíos energéticos: reducir y reconducir

Aquí se pregunta: ¿Cuánta energía necesitamos para estar sanos y felices? La respuesta es terrible porque, por ejemplo, España podría ahorrar la mitad de la energía que consume. Por su parte, Estados Unidos solo necesitaría la quinta parte. Y eso, sin empeorar ninguna métrica relevante ni de salud ni de felicidad.

En este apartado, también propone retomar el debate sobre el pico del petróleo, y avisa que el sobreconsumo de energía nos lleva a graves amenazas medioambientales y a una escasez sin precedentes. Por tanto, es urgente unir la reducción energética a la transición energética.

4. Desafíos económicos: el caso de Ibiza

Valladares se lamenta de la falta de democracia que afecta a la economía: «Las decisiones económicas las toma el 1% de la humanidad» (pero nos afectan a todos). También recuerda aquí al gran Georgescu-Roegen, y sus palabras: «el verdadero producto del proceso económico es (o debería ser) un flujo inmaterial: el placer de vivir». En cambio, sabemos que la avalancha de materialismo no hace feliz a nadie y que nos lleva a sobrepasar los límites planetarios.

Tras eso, critica la llamada economía de escala, un proceso por el que las industrias pretenden bajar los costes aumentando la producción. Cuando se logra, los precios bajan y aumenta el consumo. A cambio, el impacto ambiental se dispara. «Empresas y consumidores están demasiado ocupados con producir y consumir». Por tanto, el control debe ser por parte de la clase política. Otro ejemplo de esta economía de escala lo pone en las macrogranjas: «En España y en muchos otros países crece el número de vacas y cerdos, pero disminuye el número de granjas». La producción industrial de carne conlleva graves problemas ambientales y un enorme sufrimiento animal.

El libro trata temas como la agroecología, la economía de los cuidados, y la agricultura regenerativa; y explica cómo las industrias alimentarias presionan a los agricultores que, en muchos casos, llegan a vender «a pérdidas», es decir, por debajo del valor de producción.

Con el ejemplo de la isla de Ibiza, explica los daños a nivel planetario de vivir con enormes lujos (jets privados, campos de golf, etc.): «el lujo (…) se apoya en una idea que en el fondo es muy simple: que las externalidades (esos impactos negativos en los bienes y servicios públicos, en los recursos naturales y en el medio ambiente) las paguemos entre todos». Y añade: «Si los costes ambientales de un crucero se repercutieran en el precio, muy poca gente podría subirse a uno de estos barcos».

Este científico alaba los trabajos de dos economistas muy especiales. La primera es Kate Raworth y su economía de rosquilla, la cual analizamos junto con las propuestas del documental HOPE! de Javier Peña (muy recomendable). Ella afirma que la economía actual no funciona y que es incapaz de predecir ni de impedir las crisis financieras, ni la pobreza extrema, ni la acumulación de riqueza, ni la degradación del medioambiente. En síntesis, sugiere abandonar el crecimiento y centrarse en una economía sostenible.

La segunda economista es Mariana Mazzucato que, con propuestas simples y sensatas, podría revolucionar el planeta. Mazzucato plantea acabar con esas inversiones del Estado que enriquecen a una minoría y dejan los riesgos y los costos para una mayoría. Por ejemplo, este es el caso de la energía nuclear. El objetivo sería exigir que, para que el Estado invierta en algo, los beneficios deben repercutir en las arcas públicas. Esto es contrario a las teorías de Milton Friedman, un economista neoliberal defensor del libre mercado que ha perjudicado enormemente a diversas sociedades, particularmente en Latinoamérica.

El autor también propone aumentar el compromiso y la ambición, inspirándose en el viaje a la Luna: si fuimos capaces de ese enorme logro, deberíamos ser capaces de transformar el capitalismo ahora.

5. Desafíos políticos y jurídicos: sobre corrupción, fraudes…

«La democracia representativa no funciona», sostiene Valladares: «Los representantes no representan, y los problemas importantes quedan postergados por cuestiones urgentes y cortoplacistas». Los políticos «solo escuchan a la ciencia cuando conviene a sus intereses electorales», lo cual se suma a la corrupción que siempre se mueve por el sistema. «No podemos esperar a que la política solucione los problemas ambientales sin el apoyo decidido y amplio de la sociedad». También denuncia lo que llama obsolescencia científica, según la cual los científicos y sus conclusiones son ignorados a pesar de la buena valoración social de su trabajo.

En no pocos casos, políticos y jueces se unen para provocar fraudes de ley: legalizar pozos ilegales, falsear datos, fraccionar proyectos para que su impacto ambiental parezca menor, etc. En España eso ha pasado en demasiados casos: Marina de Valdecañas, Algarrobico, Doñana, mar Menor

Los políticos, en general, está mal formados y desinformados y, además, «para desolación de analistas, los políticos (…) son tan incompetentes que toman decisiones que ni maximizan el bien común ni tampoco su propio bien».

6. Desafíos a la democracia: ideología y religiosidad

Entre las distintas ideologías y religiones hay enormes diferencias, pero ante los problemas que nos amenazan, esta obra concluye que «resulta más práctico a estas alturas repasar lo que nos une». A veces, se rechazan propuestas solo porque proceden de otro bando, o incluso porque no interesan o son incómodas. Un ejemplo que cita el libro es la encíclica Laudato Si del papa Francisco, un auténtico manual social y ecoanimalista que los católicos han ignorado con absoluta contundencia.

Daniel Innerarity afirma que la izquierda juega en desventaja, ya que se enfrenta a una derecha que reivindica una vida más despreocupada y espontánea. Ser negacionista es más fácil que actuar con responsabilidad. Valladares sugiere que el activismo ecologista utilice «una de las emociones más mundanas y mejor valoradas»: el placer. Puede no ser fácil, especialmente en las clases más adineradas que han hecho del despilfarro su seña de identidad.

Para Johann Hari, a menor capacidad de concentración más fácil es sentirse atraídos por soluciones autoritarias y simplistas (como las de la extrema derecha). Y algunas causas para este antecedente están en el abuso de las redes sociales y de las nuevas tecnologías (smartphones, videojuegos…). Y con eso, también perdemos salud y democracia.

7. y 8. Desafíos sociales y el fracaso del sistema educativo

Valladares coincide en lo que hemos repetido (quizás aún no demasiado): queremos una educación para formar personas, no meros trabajadores; una educación que sepa sacar partido del tipo de inteligencia que tenga cada uno, tipos como los que establece Howard Gardner: visual-espacial, lógico-matemático, naturalista, creativo, colaborativo, etc. El libro echa en falta una buena educación ambiental en todo el sistema educativo, particularmente en las escuelas de Empresariales y de Económicas (algo compartido con Georgescu-Roegen y De Jouvenel como se ha apuntado más arriba).

Escrito antes del apagón de España en 2025, el libro ya advierte de esa posibilidad y lo pone como ejemplo de los casos en los que los políticos prefieren no ahondar para no alarmar. Pero como ocurre siempre, mirar hacia otro lado no disminuye ningún riesgo y, más bien, suele aumentarlos. También se muestra partidario de la protesta pacífica y la desobediencia civil por parte de toda la sociedad, pero en particular de los científicos como él, los cuales son conscientes tanto del problema ambiental como de que los otros métodos no están alertando al nivel necesario. De hecho, el autor ha participado en protestas y ha sido arrestado por ello. Así, ensalza los casos en los que los fiscales han dicho ser conscientes del desastre ambiental y, por tanto, se han negado a procesar a los activistas climáticos.

Conocemos la solución. ¿Por qué no la aplicamos?

La primera de las zancadillas que describe el libro es el negacionismo, ese cerrar los ojos a la realidad científica por ser una verdad incómoda y que, de aceptarla, requeriría cambios importantes. Los negacionistas no suelen ser muy numerosos, pero su activismo les conduce a ser más influyentes de lo que cabría esperar. Recordemos que lanzar un bulo es más fácil que desmentirlo. En Estados Unidos, los negacionistas antivacunas hicieron que ese país tuviera grandes proporciones de contagios y de muertes, en comparación a otros similares. Algunos negacionistas tienen intereses (económicos) en que la verdad no se sepa. En ese caso, Valladares recomienda denunciar para que la ley actúe.

Un tipo de negacionistas son los colapsistas (que piensan que el colapso global es inevitable). También están los tecnoptimistas (que opinan que la tecnología nos salvará). Incluso hay científicos llamados mercaderes de la duda que se encargan sencillamente de plantear dudas, incluso donde el consenso científico es enorme. Valladares advierte que muchas universidades mantienen cátedras de pseudoinvestigación financiadas por petroleras, cementeras o industrias cárnicas.

En otro lugar están los que creen en los milagros o dicen creer en ellos. Abundan entre los políticos, por ejemplo cuando prometen agua para todos o cosas contradictorias (como bajar impuestos y aumentar las prestaciones sociales, o reducir las emisiones y bajar los precios de los combustibles). En demasiadas ocasiones, la sobreexplotación de recursos produce unos daños que pasan a los habitantes y a futuras generaciones. Las empresas no tienen problemas en mudarse a otro lugar cuando ya han sacado sus beneficios. En muchos casos, los delitos prescriben cuando se intentan perseguir.

Valladares advierte de la paradoja de que «es la propia producción industrial de comida la que ha provocado y provoca malnutrición y hambre global». Por tanto, habría que reducir la producción alimentaria y distribuir mejor, para evitar tanto la sobrealimentación como el tirar un tercio de la comida que se produce.

Otra zancadilla es el egoísmo. Por ejemplo, lo vemos en el turismo, a veces camuflado como ecoturismo. Valladares comenta los casos en los que los turistas contagian enfermedades mortales a la fauna que desean ver en libertad. También influye el egoísmo en la industria de la carne, la de pesticidas, la del plástico y la petrolera, que están aplicando las mismas prácticas que en su día utilizó la industria del tabaco: mentir, ocultar informes, desinformar, presionar, pagar a políticos y a científicos, etc. Por este motivo, se están poniendo denuncias a diversas empresas.

Otro problema está en el tecnoptimismo ya comentado y en el ecomodernismo (creer que es posible el desarrollo tecnológico indefinido y reducir el impacto ambiental basándose en mejoras en eficiencia y olvidando la paradoja de Jevons o efecto rebote). Ambas tendencias no son conscientes de que es la tecnología la que ha generado el problema y que es peligroso confiar las soluciones a inventos que aún no existen.

Valladares continúa criticando la hipocresía generalizada que usan desde gobiernos (véase el Pacto de París) o desde empresas, por ejemplo con las mentiras del greenwashing, tan naturalizadas que apenas escandalizan ni cuando usan lemas descarados. Entre los pecados de esta estrategia están la omisión de información, la falta de pruebas, las etiquetas falsas, la vaguedad, la mentira, crear falsas esperanzas, planes de compensación de emisiones dudosos y, sobre todo, poner el beneficio económico por encima de personas y medioambiente. Ante la alarma general de este tipo de abusos, la Comisión Europea está trabajando para acabar con ellas, lo cual demuestra que la presión social influye en los políticos.

El investigador ahonda en varios casos de hipocresía terribles para la Historia, de los que comentaremos aquí solo tres:

  1. En la Guerra de Vietnam y durante diez años, Estados Unidos roció de Agente Naranja grandes zonas de bosques y cultivos de Vietnam, Laos y Camboya. Resultaron afectados millones de ciudadanos por varias enfermedades y malformaciones al nacer (físicas e intelectuales). El gobierno de Estados Unidos ha indemnizado a sus soldados veteranos afectados, pero las víctimas en Asia siguen sin tener, ni siquiera, el reconocimiento por parte del culpable americano.
  2. El segundo caso de hipocresía brutal está en la Unión Europea que aprovechó la crisis energética por la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso de Putin, para decir que a partir de entonces la energía nuclear y el gas serían consideradas energías limpias y poder, así, ser subvencionadas con dinero público (lo cual demuestra que no son energías muy rentables por sí mismas; y eso sin valorar los daños y costos completos de su contaminación).
  3. El tercer ejemplo de hipocresía es el caso de la empresa española Ecoembes, supuestamente dedicada al reciclaje de envases pero que, en la práctica, su tarea es blanquear las empresas que más contaminan con plásticos el planeta completo.

En el apartado de errores, Valladares incluye el hacer lo que siempre se ha hecho o la huida hacia adelante. Aquí, critica las quemas del monte que hacen los ganaderos (en Asturias en particular) o las ampliaciones de las estaciones de esquí en el contexto de crisis climática actual. En vez de prohibir el esquí alpino y otros deportes terriblemente nocivos, nuestra sociedad los fomenta. Otros ejemplos de esta huida son: regar cultivos de secano, ampliar los regadíos, construir embalses que destruyen nuestros ríos o que prestigiosos bancos, incluyendo el BCE, financien industrias tan sucias como los agronegocios que destruyen el Amazonas, por no hablar de la financiación del genocidio de Israel.

¿Qué podemos hacer?

«Debemos vivir con menos sin sentir que eso sea un retraso. Si lo sentimos como un retraso, no habremos entendido nada y, sobre todo, no avanzaremos más que a la fuerza». Fernando Valladares está conforme en esto con Linz, Riechmann y Sempere, autores del también recomendable libro Vivir (bien) con menos. Para avanzar en el cambio que se requiere, además de las ideas comentadas anteriormente y algunas que se incluyen en la Cadena Verde, nos alienta diciendo que: «es suficiente con que entre un 10 y un 20 % de la población muestre el conocimiento y la valentía necesarios para que los cambios se produzcan». Es decir, no hace falta concienciar y movilizar a una mayoría, sino que basta con una minoría bien activada. Es decir, si apenas un cuarto de la población tiene claro que hay que hacer algo, ese algo se hará. Ha sucedido con muchas cosas, tales como el matrimonio igualitario o la lucha contra el tabaco.

Ser activista, mantenerse activo, es importante porque reduce el riesgo de la ecoansiedad y de la solastalgia. También aboga por «recuperar el peso de las humanidades», dejar de instrumentalizar la naturaleza (lo cual deshumaniza a la humanidad), y por trabajar en los Objetivos de Desarrollo Interior (ODI), que son una recopilación de «cualidades basadas en la ciencia para vivir vidas con propósito, sostenibles y productivas», además de ser la base para conseguir los famosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Resumiendo mucho, los ODI se apoyan en cinco dimensiones:

  1. SER (relación con uno mismo). Cultivar lo que uno es: autoconciencia, presencia, responsabilidad, integridad, autenticidad, etc.
  2. PENSAR (habilidades cognitivas). Incluye aspectos como el pensamiento crítico, perspectiva, visión a largo plazo, etc.
  3. RELACIONARSE (cuidar de lo demás). Entender la conexión con todo, incluyendo lo que aún no ha nacido: gratitud, alegría, humildad, empatía, amabilidad, compasión…
  4. COLABORAR (habilidades sociales). Es importante la capacidad de escuchar, de defender las opiniones propias, de gestionar conflictos de forma constructiva, de fomentar la colaboración, etc.
  5. ACTUAR (mover al cambio). Para transformar la realidad son útiles cuestiones como el optimismo, evaluar las decisiones, la creatividad, la esperanza, la perseverancia, el compromiso, la paciencia, etc.

Valladares no es ajeno a la dificultad de ser ecologista responsable, pues para ello pareciera que se necesita tener multitud de conocimientos. Sin embargo, él aboga por intentarlo, preferentemente en grupo, y sugiere unir dos movimientos que ahora están demasiado separados, ecologismo y sindicalismo, porque ninguno de los dos triunfará por separado. Las asambleas ciudadanas son también un mecanismo de acción que impulsa el cambio y mejora la propia democracia. Como curiosidad, indica que los premios Global Good Awards recompensan el ingenio para mejorar el medioambiente; y añade: «Si necesitamos inspiración aquí podemos encontrar bastante. Si ya tenemos inspiración, aquí podemos canalizarla».

Otra cualidad a tener en cuenta es la amabilidad, con uno mismo y con los demás, lo cual conlleva grandes beneficios según la ciencia: menos estrés, más felicidad y autoestima, mejor salud… La gente amable suele cuidar bien de sí misma y hacer tareas de voluntariado. Además, esta herramienta es tan contagiosa como un virus. Relacionado con esto, el libro comenta los conceptos del ikigai japonés, del ubuntu sudafricano, el trastorno por déficit de naturaleza y la revolución jurídica que supone otorgar derechos a la naturaleza (ya hecho en casos como el del mar Menor en España). También, resalta la necesidad de empatía, paciencia y humor.

El libro nos explica, con ejemplos, el enorme poder de recuperación de la naturaleza, cuando se la deja. De ahí que, una de las herramientas más poderosas para revertir la degradación ambiental sea la renaturalización, el dejar espacios para que la naturaleza se autogestione y tener la humildad de reconocer que ella lo hace mejor que cualquier ingeniero por muy forestal que pretenda ser. Uno de los casos que cita está en los efectos positivos del confinamiento por el COVID-19: avances en fauna y flora; y mejoras en la calidad del agua y del aire.

Por su profesión, Valladares defiende la ciencia y sus conclusiones (particularmente las ambientales) y, aunque la ciencia pueda equivocarse, tiene mecanismos de corrección. A la vez, lamenta la difusión de información falsa o fuera de contexto que, según la agnotología, provoca una polarización que no ayuda ni para aplicar soluciones efectivas ni para fomentar la necesaria conversación.

Del pasado al futuro: ideas para la transición

Este autor habla del llamado fraude del Neolítico que magistralmente explicó Harari en su obra Sapiens. La idea básica es que nos han engañado cuando nos inculcan que los avances del Neolítico —básicamente, la agricultura, la ganadería y algunas mejoras tecnológicas— fueron un avance para la humanidad. Según algunos intelectuales, en realidad fue un retroceso, al menos por estos factores:

  1. La sedentarización solo tuvo consecuencias negativas para la salud humana, pues nuestros cuerpos han evolucionado durante cientos de miles de años para estar en movimiento. Tampoco ayudó a la salud el recibir una dieta menos variada.
  2. La domesticación de los animales (ganadería) provocó infecciones (zoonosis).
  3. La agrupación en ciudades facilitó el crecimiento de parásitos (chinches, garrapatas, pulgas, mosquitos…).
  4. Se abrieron demasiadas puertas hacia graves impactos en los ecosistemas.
  5. Los problemas psicológicos (como la depresión) son mayores hoy en día. Se sabe cómo evitarlos: aumentar el contacto con la naturaleza, mejorar los vínculos sociales, tener una dieta saludable y una infancia menos competitiva.

En cualquier caso, aunque las sociedades antiguas tuvieran ciertas ventajas, hay que aceptar que también tenían inconvenientes y, sobre todo, que los cambios son irreversibles, por lo que lo más inteligente es aprender de la historia y de la ciencia.

El colapso y la extinción de nuestra propia especie son opciones posibles, pero la obsesión no ayuda; y el perderse lo bueno que tiene el presente tampoco. Valladares nos advierte que hay distintas formas de afrontar ese colapso y que, para hacerlo bien, es importante reducir el nivel de desigualdad, algo que considera tóxico y que «mina la confianza, resta credibilidad a la democracia, erosiona el bien común y nos aleja de un relato esperanzador». Como punto positivo, añade que el análisis de las catástrofes que llevó a cabo Rutger Bregman arroja que el ser humano tiende más a cooperar que a competir, especialmente en momentos difíciles.

En cualquier caso, la insostenibilidad ecológica genera inestabilidad geopolítica y, posiblemente, violencia (guerra). Esa es solo una de las consecuencias de la crisis climática. Por tanto, los esfuerzos para mitigar el cambio climático deben también verse como una inversión en seguridad internacional. Según esto, la austeridad ecológica sería, para toda la población, un sacrificio aceptable y deseado.

En línea con el magnífico libro En la espiral de la energía, otros científicos también proclaman la necesidad de simplificar nuestras sociedades (Ted Trainer, Murray Bookchin, Jason Hickel…). Hay que entender que, por ejemplo, «las energías renovables no pueden mantener una sociedad consumista» (por muchas ventajas que en verdad tengan) y que necesitamos una economía orientada a las necesidades (y no a los caprichos) para construir una sociedad en la que la gente encuentre recompensas por el hecho de vivir de manera sencilla. El objetivo sería pasar del «hacer más con menos» (que nos lleva al colapso) al «vivir mejor con menos» (que nos lleva a una felicidad asequible en la era del decrecimiento o poscrecimiento). Así, necesitamos fomentar valores como la cooperación, la empatía, escuchar a los demás, etc. Y con ello estaremos más abiertos a reducir la desigualdad (aquí dejamos siete medidas para ello) y a vivir dentro de los límites planetarios, entendiendo que el ser humano no puede vivir de espaldas a la naturaleza como si fuera algo externo y ajeno.

Para Valladares es importante recalcar que «el colapso ecológico y la desigualdad económica se encuentran entre nuestros mayores retos globales contemporáneos, y ambas cuestiones están completamente entrelazadas». Por eso, como se ha propuesto tantas veces, es importante establecer una «tasa a los megarricos» que él sugiere que sea de entre el 1,5 y el 3% solo para las 65 mil personas más ricas (con más de 100 millones de dólares). Por supuesto, también hay que tomar medidas contundentes, como prohibir los jets privados, y educar para ir «aboliendo el consumismo y la adoración de lo superfluo».

El libro termina diciendo algo obvio: dado que somos nosotros, los humanos, los que hemos generado el problema, también nosotros tenemos el poder de modificar nuestros actos para alcanzar un futuro mejor.

♦ Información relacionada:

  1. Otros libros ECO resumidos para captar su esencia en poco tiempo. Por ejemplo:
  2. Dos grandes errores de la humanidad (el segundo aún podemos remediarlo).
  3. La agricultura de hoy debería ser como la de mañana.
  4. Los científicos vuelven a avisar del colapso que vendrá si seguimos sin reaccionar.
  5. Sin comer por el clima, las macrogranjas, los combustibles fósiles…
  6. La lista más completa de problemas y soluciones del campo español.
  7. Algunos libros del editor de Blogsostenible y de Historias Incontables.
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¿Cuánto cuesta tener principios?

Por: Pepe Galindo

Una familia plantando un árbol.Es más fácil ser negacionista —o relativista— que actuar con responsabilidad medioambiental. Ahora, la moda es apoyar medidas ecologistas, pero de forma superficial, sobre el papel, con acciones tipo greenwashing: coche eléctrico, reciclaje, una supuesta economía circular o con bonitos lemas verdes. Por ejemplo, hoy todos apoyan las renovables (no se entendería no hacerlo), pero algunos siguen defendiendo la nuclear con argumentos falaces (como que evitaría el omnipresente riesgo de apagones).

Dejémoslo claro con un caso histórico. No generó turbación ni malestar general que el presidente de un gobierno defendiera el consumo de carne diciendo que un chuletón al punto es «imbatible». Lo que sí levantó la controversia fue visibilizar el enorme problema que tenemos por conseguir carne en el modo y la cantidad que lo hacemos (a nivel global, pero también a nivel europeo o español). Y no importa que sea de ganadería extensiva. Si te atreves a decir que la carne y el pescado deberían ser más caros, te machacarán si eres importante y te ningunearán si no lo eres.

¿Tiene algo que decir la ciencia en este tipo de debates? Por supuesto que sí. Ya lo ha hecho y su conclusión es muy clara en multitud de estudios, como el de Ripple et al., el de Kozicka et al., el de Pieper et al., el de Berkhout et al., el de Wynes et al. o el manifiesto firmado por más de 15.000 científicos. Pero, ¿de qué sirve realizar estos estudios —casi siempre financiados con dinero público— si no se atienden sus conclusiones?

La sociedad prefiere seguir danzando al ritmo de la música en la cubierta del Titanic. ¿Ignorancia? ¿Comodidad? ¿Egoísmo? ¿Confianza en el más allá, en dioses, en políticos, en el tecnooptimismo…? ¿Tal vez un poco de todo?

Si cumplir con tus principios no te cuesta dinero, ni críticas ni tu comodidad —las tres cosas—, es que son principios muy flojos.

Ser coherente con tus valores necesita, para empezar, un poco de sosiego y reflexión crítica para establecer tales principios con cierta consistencia y no porque lo dice «mi cuñao» o el «líder político de mi partido» (aunque ambos sepamos que son volubles y chaqueteros). Por otra parte, podemos asegurar que todo el mundo tiene principios éticos, más o menos fundamentados, procedentes de sus vivencias y de su formación (religiosa, cultural, mediática, política, etc.). Y a pesar de todo, sostener esos principios ha de ser costoso.

Principios para mitigar el colapso

El colapso es inevitable porque la alta dependencia de la tecnología requiere de muchos materiales y energía (y las alternativas no pueden sostener la complejidad actual). Las ciudades son aún más vulnerables por su dependencia de todo tipo de recursos externos. «No hay tiempo para una transición ordenada que pueda esquivar el colapso» (cfr. Fernández et al.). La transición energética requiere décadas y, encima, no se dan las condiciones políticas ni culturales. Algunas razones para esto son: el consumismo, el individualismo, el antropocentrismo, la irracionalidad humana o la comodidad en sí misma.

Este colapso, aunque sea inevitable, puede desacelerarse. Los científicos alegan que lo peor puede evitarse con medidas tan bien conocidas y aplicables como poco empleadas.

Defender los derechos sociales (vivienda, respirar aire limpio, derecho a migrar, etc.), señalar los desmanes de los mega ricos y sus paraísos fiscales, o denunciar la desigualdad imperante no es suficiente. En la era de las redes sociales, creíamos que la libertad de expresión sería mayor. En cambio, de nuevo, los intereses económicos han vuelto a ganar la partida, maximizando su libertad de expresión (léase de manipulación). Polarizan a la sociedad para que tengamos miedos que maximicen sus ganancias (en dinero o en votos). Demasiadas veces ha pasado ya en la historia.

Para algunos, la empatía hacia el pobre, hacia el necesitado, está bien para una foto, pero no para una película de larga duración y menos, subvencionada con dinero público recortando gastos en defensa.

♦ Propuestas inquietantes:

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Una familia plantando un árbol.

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¿Cuánto cuesta tener principios?

Por: Pepe Galindo

Una familia plantando un árbol.Es más fácil ser negacionista —o relativista— que actuar con responsabilidad medioambiental. Ahora, la moda es apoyar medidas ecologistas, pero de forma superficial, sobre el papel, con acciones tipo greenwashing: coche eléctrico, reciclaje, una supuesta economía circular o con bonitos lemas verdes. Por ejemplo, hoy todos apoyan las renovables (no se entendería no hacerlo), pero algunos siguen defendiendo la nuclear con argumentos falaces (como que evitaría el omnipresente riesgo de apagones).

Dejémoslo claro con un caso histórico. No generó turbación ni malestar general que el presidente de un gobierno defendiera el consumo de carne diciendo que un chuletón al punto es «imbatible». Lo que sí levantó la controversia fue visibilizar el enorme problema que tenemos por conseguir carne en el modo y la cantidad que lo hacemos (a nivel global, pero también a nivel europeo o español). Y no importa que sea de ganadería extensiva. Si te atreves a decir que la carne y el pescado deberían ser más caros, te machacarán si eres importante y te ningunearán si no lo eres.

¿Tiene algo que decir la ciencia en este tipo de debates? Por supuesto que sí. Ya lo ha hecho y su conclusión es muy clara en multitud de estudios, como el de Ripple et al., el de Kozicka et al., el de Pieper et al., el de Berkhout et al., el de Wynes et al. o el manifiesto firmado por más de 15.000 científicos. Pero, ¿de qué sirve realizar estos estudios —casi siempre financiados con dinero público— si no se atienden sus conclusiones?

La sociedad prefiere seguir danzando al ritmo de la música en la cubierta del Titanic. ¿Ignorancia? ¿Comodidad? ¿Egoísmo? ¿Confianza en el más allá, en dioses, en políticos, en el tecnooptimismo…? ¿Tal vez un poco de todo?

Si cumplir con tus principios no te cuesta dinero, ni críticas ni tu comodidad —las tres cosas—, es que son principios muy flojos.

Ser coherente con tus valores necesita, para empezar, un poco de sosiego y reflexión crítica para establecer tales principios con cierta consistencia y no porque lo dice «mi cuñao» o el «líder político de mi partido» (aunque ambos sepamos que son volubles y chaqueteros). Por otra parte, podemos asegurar que todo el mundo tiene principios éticos, más o menos fundamentados, procedentes de sus vivencias y de su formación (religiosa, cultural, mediática, política, etc.). Y a pesar de todo, sostener esos principios ha de ser costoso.

Principios para mitigar el colapso

El colapso es inevitable porque la alta dependencia de la tecnología requiere de muchos materiales y energía (y las alternativas no pueden sostener la complejidad actual). Las ciudades son aún más vulnerables por su dependencia de todo tipo de recursos externos. «No hay tiempo para una transición ordenada que pueda esquivar el colapso» (cfr. Fernández et al.). La transición energética requiere décadas y, encima, no se dan las condiciones políticas ni culturales. Algunas razones para esto son: el consumismo, el individualismo, el antropocentrismo, la irracionalidad humana o la comodidad en sí misma.

Este colapso, aunque sea inevitable, puede desacelerarse. Los científicos alegan que lo peor puede evitarse con medidas tan bien conocidas y aplicables como poco empleadas.

Defender los derechos sociales (vivienda, respirar aire limpio, derecho a migrar, etc.), señalar los desmanes de los mega ricos y sus paraísos fiscales, o denunciar la desigualdad imperante no es suficiente. En la era de las redes sociales, creíamos que la libertad de expresión sería mayor. En cambio, de nuevo, los intereses económicos han vuelto a ganar la partida, maximizando su libertad de expresión (léase de manipulación). Polarizan a la sociedad para que tengamos miedos que maximicen sus ganancias (en dinero o en votos). Demasiadas veces ha pasado ya en la historia.

Para algunos, la empatía hacia el pobre, hacia el necesitado, está bien para una foto, pero no para una película de larga duración y menos, subvencionada con dinero público recortando gastos en defensa.

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Buenas noticias ambientales y animalistas en 2025 (semestre 1)

Por: Pepe Galindo

¡Vivan las buenas noticias! Aunque sean pequeños pasitos. Servirán para tomar carrerilla y saltar.

Te agradecemos que compartas este texto con tus amigos, familiares, en redes sociales… Es gratis y vale mucho. Son unas 50 noticias para alegrarnos.

♦ Noticias que alegran a los animales

1. Nos acercamos a una ley para los grandes simios, aunque aún no llegamos. El gobierno español se comprometió a hacer una ley para bonobos, orangutanes, chimpancés y gorilas, en el marco de su Ley de Bienestar Animal. Aún no lo ha hecho y es urgente dejar de violar sus derechos como homínidos. De ellos, algunos están en peligro de extinción. Por eso, se está recogiendo firmas y movilizando a la sociedad.

2. Malas noticias para peleteras y delfinarios, cárceles muy crueles:

3. Malas noticias para la caza deportiva. Este «deporte» no solo perjudica a los animales, los cuales son asustados, amedrentados, acosados, heridos, torturados y, por supuesto, matados; sino que también, en general, es una actividad descaradamente negativa para los ecosistemas: contamina por doquier, extingue especies, provoca desequilibrios, propicia «accidentes», fomenta la violencia, etc. Por eso, abogamos por una prohibición total de la caza deportiva: en todos los territorios y de todas las especies. Mientras eso llega, hemos propuesto unas medidas importantes para la convivencia y, por supuesto, nos alegran las malas noticias para esta actividad:

4. Malas noticias para la tauromaquia. Nos alegramos de que a la tauromaquia le vaya mal. Y no es solo por el maltrato a los animales. Diversos estudios han señalado que eventos como la tauromaquia normalizan la violencia en la sociedad y afectan a la percepción ética, lo cual influye en tener una sociedad menos respetuosa con los demás. Además, el impacto ambiental de la cría de toros de lidia es grande, como lo es cualquier actividad ganadera (uso intensivo de recursos, degradación del ecosistema, enfermedades, etc.).

5. Málaga dice adiós a los coches de caballos. El ayuntamiento decidió en primera instancia permitir esta atracción turística diez años más, pero ante la lluvia de críticas, ha decidido acabar este año con el maltrato en la vía pública: jornadas agotadoras bajo el intenso calor, condiciones de alojamiento precarias, circulación en entornos urbanos no adecuados, etc. Cada vez quedan menos ciudades que maltraten equinos, pero aun en España tenemos a estas: Palma de Mallorca, Sevilla, Córdoba, Jerez y también Mijas con sus pobrecitos burros-taxi.

6. Denuncian ante el Ministerio de Consumo a la patronal del foie gras por publicidad engañosa. La buena noticia está en que antes no había denuncias así. Para que un producto pueda llamarse foie gras y no paté, es imperativo usar la tortura de la alimentación forzada. En Europa, esta práctica cruel solo está permitida en España, Francia, Bulgaria, Bélgica y Hungría. Sorprende que el PSOE apoye este maltrato animal.

7. La industria cunícola española se desploma ante las posibles mejoras en bienestar animal. La cría de conejos para carne o por su piel se ha desplomado pese a las subvenciones que recibe desde hace años. Hay datos muy alarmantes que reflejan lo mal que se trata a los conejos: 1 de cada 5 conejos muere antes del sacrificio y el 94% vive enjaulado de por vida.

8. Europa da el primer paso para evitar la matanza de 330 millones de pollitos machos triturados por no ser rentables. La industria del huevo es una máquina de matar pollitos justo después de nacer. Las hembras serán explotadas mientras sean rentables. Y no pierdas la oportunidad de echar un vistazo general al impacto del consumo de huevos.

9. El Supremo paraliza la ampliación de una granja de cerdos en Granada, en uno de los pueblos más contaminados de España. Dado el enorme impacto ambiental de las macrogranjas (motivo que usa el tribunal), ésta también es una noticia ecologista, lo cual vuelve a demostrar lo cerca que están las luchas ecologistas y animalistas.

10. Suiza incluye la crueldad animal en el etiquetado de alimentos y en la información en los restaurantes. ¿Tú comprarías algo en cuya etiqueta ponga que para su producción se han castrado cerdos, descornado vacas o las gallinas han vivido hacinadas toda su vida?

11. El Parlamento Europeo defiende a perros y gatos. Solo 17 diputados votaron no luchar contra el comercio ilegal de perros y gatos. Así pues, queda prohibida la venta de estos animales en tiendas (porque no son cosas). También se regula la cría de animales a pequeña escala, porque criar animales no es un hobby normal, dado que afecta directamente a seres sintientes y, sin duda, se suele provocar sufrimiento innecesario, especialmente a hembras y cachorros.

♦ Noticias que alegran al ecologismo

1. Sobre la UE:

2. El manifiesto «Por un futuro más allá del crecimiento económico» es el grito fundacional de una alianza más allá del crecimiento. Lo han firmado multitud de organizaciones en búsqueda de un nuevo modelo ecosocial.

3. España, primer país europeo que ratifica el Tratado Global de los Océanos. Hace falta que, al menos, firmen 60 países para que entre en vigor el texto acordado en 2023 (van 16). El objetivo es proteger la biodiversidad en las aguas más allá de las jurisdicciones nacionales, zonas que ahora están sin ley en manos de piratas del mar. Menos del 2% están protegidas.

4. El lince ibérico conquista dos nuevos territorios en Palencia y Cuenca. Es un paso decisivo para su conservación, que se suma a las poblaciones que ya hay en Granada y Murcia (donde han nacido linces este mismo año); y que hacen que podamos ser un poco optimistas respecto al futuro de esta especie. Sin embargo, la mortandad del lince sigue siendo alta, especialmente a causa de los atropellos y la caza furtiva. Prohibir la caza deportiva es la mejor forma de acabar con el furtivismo.

5. Todos los partidos, salvo Vox, instan al Gobierno a proteger la enorme ‘guardería’ de cachalotes al norte de Menorca. Las Cortes votan a favor de una proposición no de ley para declarar un área marina protegida clave para esta especie que está en peligro en el Mediterráneo.

6. Sudáfrica prohíbe la pesca durante 10 años para proteger a los pingüinos. Se refiere a la pesca comercial en colonias que son claves para la cría. Problemas graves requieren soluciones drásticas. Y la pesca es un problema grave.

7. La nueva Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación desarrollará 45 medidas hasta 2030. La directora general de Biodiversidad, Bosques y Desertificación sostiene que «la restauración de tierras crea empleo, apoya la transición climática y la resiliencia económica y contribuye a la seguridad alimentaria».

8. Renaturalizar es maravilloso en tierra y en mar:

9. Las emisiones de los vuelos de negocios de 239 empresas globales han caído un 34% desde 2019. De las 18 empresas españolas analizadas, todas han reducido las emisiones de sus vuelos corporativos, salvo Acciona, Iberdrola y CaixaBank, que los han incrementado. Los vuelos en avión deben ser drásticamente reducidos por su enorme impacto ambiental. Y a veces, es muy sencillo.

10. Las renovables y un menor consumo de gas redujeron la contaminación atmosférica en España. En 2024, hubo una reducción significativa de los niveles de partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico. Aun así, la contaminación en las ciudades sigue siendo, excesiva. Para aprender más sobre el sistema eléctrico español, te recomendamos esta miniserie.

11. Barcelona prohíbe las estufas de combustión de gas en terrazas. Es otra ciudad que se une a resaltar la estupidez que supone calentar la calle sin evaluar el terrible impacto ambiental. Seguirán autorizadas las estufas eléctricas con un límite de potencia de 150 W/m2. Desgraciadamente, no se pide que la electricidad contratada del negocio sea de fuentes 100% renovables.

12. Defender la salud humana es también defender la del planeta y viceversa:

13. Noticias sobre el avance del reconocimiento del ecocidio como crimen.

  • Crece la lista de personas y empresas que firman el manifiesto de Stop Ecocidio. Puedes firmar como particular o empresa en la web de Stop Ecocidio.
  • La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), órgano deliberante de la principal organización europea de derechos humanos, ha adoptado una resolución que respalda el Proyecto de Convenio sobre la Protección del Medio Ambiente por medio del Derecho Penal. Si los Estados miembros la aprueban y ratifican, se convertirá en el primer tratado internacional jurídicamente vinculante que tipifique como delito la destrucción grave y a gran escala del medio ambiente (ecocidio).
  • En Nigeria, Voke Ighorodje, del Centro REED, defendió enérgicamente la legislación sobre ecocidio, calificándola de «paso vital hacia la justicia y un futuro en el que Nigeria ayude a perfilar los límites legales y morales».
  • En Argentina, la Diputada Margarita Stolbizerr presentó un Proyecto de Ley dedicado a los delitos ambientales, que incluye un Capítulo sobre el delito de ecocidio. Algo similar ocurrió en Turquía y Perú.
  • En Alemania, el partido Verde incluye la Ley del Ecocidio en su programa electoral.
  • El Consejo de Europa ha adoptado el Convenio sobre la Protección del Medioambiente mediante el Derecho Penal, que define y tipifica una amplia gama de delitos ambientales y establece un marco jurídico para que los Estados persigan las conductas intencionadas que provoquen desastres ambientales “equiparables al ecocidio”. Jojo Mehta, Cofundadora y Directora Ejecutiva de Stop Ecocidio Internacional, considera esto un momento histórico.

14. En España, el Mar de las Calmas será Parque Nacional. 24.000 hectáreas marinas al sur de El Hierro. Será el primer parque nacional íntegramente marino de España y el decimoséptimo del país.

15. Cada dos días nace en España una comunidad energética. La transición energética avanza hacia un modelo más participativo y descentralizado que contribuirá a la soberanía energética de España. Estas comunidades no solo se benefician de los mejores precios, sino que empoderan a la ciudadanía frente a las grandes compañías contaminantes.

16. Luchas populares exitosas:

17. Miranda de Ebro (Burgos) aprueba los ‘Alcorques vivos’ como un refugio de la biodiversidad. La idea es simple: en el hueco de cada árbol se respetará lo que la naturaleza quiera plantar. Las plantas ruderales son baratas, bonitas y atraen a fauna urbana muy beneficiosa.

18. El banco ético Triodos Bank abandona NZBA. La NZBA (Net Zero Banking Alliance) es una iniciativa de la ONU para descarbonizar las entidades financieras para 2050. Sin embargo, recientemente han reducido su ambición climática para poner requisitos menos estrictos a sus inversiones. Ante esto, la buena noticia es que el banco Triodos ha abandonado la NZBA para protestar por esa medida y para seguir la senda inicial.

19. Plantarán casi medio millón de árboles para «enfriar» Formentera entre 1 y 3 grados. Han hecho cálculos y han visto que, además de ecológico e inteligente, es rentable. Esperemos que usen solo especies autóctonas. Esto debería hacerse con gran urgencia en todo el arco mediterráneo, pero en algunas ciudades (véase en Málaga con su futuro BUM) van en dirección contraria. Luego, los ciudadanos se quejarán del calor sin saber que es, en gran parte, culpa suya por votar mal.

20. El Congreso rechaza la moción del PP para prorrogar la vida útil de las centrales nuclearesEl PP pensaba que podría conseguir votos gracias a sus bulos sobre el apagón nacional que hubo en España el pasado 28 de abril.

21. Menos emisiones de azufre de los buques en el Mediterráneo. Desde el 1 de mayo está vigente esta decisión de la Organización Marítima Internacional (OMI) y exige a los buques que operen con combustible con un contenido de azufre no superior al 0,10%. Según estudios de la ONU, esta medida evitará unas 1.100 muertes prematuras y 2.300 casos de asma infantil al año. El mar Mediterráneo se ha convertido en la quinta Zona de Control de Emisiones (ECA) del mundo para óxidos de azufre. Las otras son la zona del Mar Báltico; la zona del Mar del Norte; la de América del Norte (costas frente a Estados Unidos y Canadá); y la ZCE del Mar Caribe de Estados Unidos.

22. Tres jóvenes españoles ganan un premio europeo por su etiqueta inteligente que evita el desperdicio alimentario. La etiqueta cambia de color en base a la actividad de las bacterias descomponedoras. Deberíamos también comprar menos y ser más responsables.

23. La deforestación en Brasil se desploma. Cae un 30% en un año y por primera vez en todos los biomas. La expulsión del gobierno del ultraderechista Bolsonaro ha sido un factor crucial para esta buena noticia.

24. Mejora la red europea de trenes nocturnos. En la era del flygskam (palabra sueca para referirse al sentimiento de culpa por viajar en avión), la creciente oferta de rutas nocturnas del continente pretende competir con los vuelos cortos, en costo, comodidad e impacto climático. Ahora bien, en algunas cosas parece que España no es Europa.

25. En España, la futura Ley de Consumo Sostenible esperamos que sea algo más que greenwashing. Por ejemplo, prevé que los fabricantes paguen parte de las reparaciones de productos tras vencer la garantía. ¿Hay mejor forma de evitar la obsolescencia programada en lavadoras, secadoras, lavavajillas, frigoríficos, aspiradoras, tablets, teléfonos móviles, bicicletas eléctricas, etc.? Si los lobbys no presionan y la ciudadanía se defiende, el borrador facilita las reparaciones, amplía el tiempo de la garantía, creará un listado de talleres fiables y, además, se limita la publicidad de combustibles fósiles y el ecopostureo.

26. Más de cien organizaciones presentan la ‘Declaración de Belém’ para impulsar las dietas vegetales en la COP30 (noviembre 2025). «Las dietas basadas en plantas no solo desempeñan un papel enorme en la mitigación de la crisis climática, sino que también son saludables para las personas, apoyan la seguridad alimentaria y pueden generar oportunidades de empleo a gran escala». A eso, hay que sumar la violación sistemática de los derechos de otros animales, víctimas directas de la explotación de las industrias alimentarias (especismo). Los alimentos de origen vegetal provocan la mitad de emisiones de gases de efecto invernadero, requieren menos tierra, menos agua, y no contribuyen al uso de antibióticos ni al riesgo de pandemias.

27. Litigios climáticos. Se han presentado más de 2.600 denuncias contra empresas y gobiernos por inacción climática. La mayoría siguen pendientes de resolución definitiva. Aunque los fallos no serán, presumiblemente, tan favorables como deberían, dar la batalla en los tribunales es de justicia climática. Ganar en estos casos es importante porque sientan bases legales para que entidades y activistas exijan políticas de recorte de emisiones y el cese de proyectos de extracción de combustibles fósiles. Miremos estos dos casos:

  • El tribunal penal de Le Havre (Francia) ha absuelto a 16 activistas que bloquearon una esclusa de un puerto para protestar contra una terminal de gas. El juez entiende que lo hicieron para salvaguardar un interés superior: la protección del planeta. Otras sentencias anteriores también han utilizado la misma figura jurídica.
  • La Justicia alemana tumbó la demanda de un agricultor peruano contra la energética RWE por el deshielo en los Andes, pero un tribunal superior europeo dictaminó que los grandes emisores pueden ser considerados responsables de los efectos climáticos. En tal caso, cada empresa culpable debería asumir los costos en el porcentaje adecuado. La empresa germana no tiene que pagar nada por el efecto climático en los Andes al considerarse el riesgo de inundación “demasiado bajo”. Pero, ¿y si el riesgo hubiera sido mayor (como el terrible caso del pueblo suizo de Batten)? De ahí que la abogada especialista en derecho ambiental, Roda Verheyen, estuviera satisfecha con la sentencia, porque “demuestra que los grandes emisores pueden ser considerados responsables”. En su opinión, esta sentencia servirá para “abrir la puerta” a otras demandas climáticas y para impulsar las más de 50 que ya están en marcha contra empresas de combustibles fósiles.

28. Es evidente que algunas redes sociales están ocultando cierto tipo de información que, al parecer, molesta a ciertas «élites». En Facebook, X (Twitter) e Instagram, el ecologismo tiene cada vez menos relevancia. Los algoritmos no nos quieren porque no pagamos y porque somos molestos a gente poderosa. Para luchar contra esto, tenemos buenas noticias:

  1. Estamos ya en el fediverso de la red Mastodon y ahí crecemos a buen ritmo: ¡Síguenos!
  2. Nuestro canal de Telegram va subiendo de forma regular. Ya somos más de 800.
  3. También en Telegram, hemos abierto un espacio de debate libre sobre ecoanimalismo. En el grupo llamado Eco-debate Blogsostenible podrás plantear tus dudas y tus opiniones. Únete para ser más fuertes.
  4. Nos estamos planteando no solo reducir su uso, sino dejar totalmente las redes sociales controladas por empresas. Muchas cuentas se han ido a Bluesky. El problema de esta red social es que es otra empresa y podría ser comprada y manipulada igual que las demás. Por eso, Blogsostenible está en Mastodon.

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Resumen de las propuestas del documental HOPE! de Javier Peña

Por: Pepe Galindo

Javier Peña, divulgador ecologista famoso por sus vídeos del canal Hope!, presenta una serie documental que está teniendo mucho éxito: Hope! Estamos a tiempo (Jaime Bartolomé y Álvaro Ron, 2025).

Con una visión renovada y esperanzadora del futuro, la docuserie explica que la crisis climática es una oportunidad para dar un paso hacia el mundo que necesitamos. Un planeta más justo, habitable y lleno de oportunidades para todos está en camino (si lo hacemos posible). Seis capítulos, decenas de soluciones y mucha motivación es lo que encontramos en esta serie que puedes ver en España en la web de RTVE Play. Hay más información en la web oficial: hopelaserie.com (datos, herramientas…) y gran parte de la misma se basa en los proyectos Drawdown y Regeneration.org de Paul Hawken.

Aquí vamos a enumerar las principales soluciones que se proponen en esta joya del ecologismo en la que participan algunas de las voces científicas más autorizadas. No todas estas propuestas son aplicables por todo el mundo, pero sí todo el mundo podrá aplicar parte de estas ideas, o bien, exigir a sus gobiernos que las pongan en marcha.

El lema de esta obra es que «la mayor amenaza para el futuro de la humanidad es la pérdida de la esperanza» (que en inglés es hope). El objetivo no es solo ralentizar la crisis climática; es evitar un desastre global, frenar la sexta gran extinción masiva de especies, y conseguir un mundo más limpio y más justo, con menos desigualdad, con más bosques y con más belleza.

Capítulo 1. La gran oportunidad

El tema central de este capítulo podríamos decir que es la importancia de la renaturalización. Se muestran varios ecosistemas degradadados y cómo con voluntad se consiguió restaurarlos, lo cual trajo también prosperidad a la comunidad humana.

  1. Áreas marinas protegidas y prohibir la pesca de arrastre. En una zona de México donde había desaparecido la pesca, proclamaron el Parque Nacional de Cabo Pulmo. Tras un gran debate, los pescadores renunciaron a pescar. Los primeros años fueron muy duros: tenían que faenar más lejos, hubo protestas, etc. En pocos años, vieron que cada vez había más pesca en todo el mar (no solo en el área protegida). También se atrajo turismo, buceadores, etc. Ahora luchan para evitar el turismo masivo.
  2. Agricultura regenerativa y restauración de ecosistemas. En la meseta de Loess (China) se consiguió cambiar una enorme área seca, degradada y pobre en una zona verde, llena de vida y de huertas, que generan riqueza para la población. ¿Cómo hicieron el cambio? Reforestaron, crearon terrazas para evitar que el agua erosionara la tierra y aplicaron agricultura regenerativa. Esto permitió mantener la humedad y enriquecer el suelo. Ahora se está aplicando esta metodología de restauración por todo el planeta. Son los hechos los que convencen a los agricultores que se mostraban escépticos. Un ejemplo está en la Asociación Alvelal, que está restaurando un enorme territorio entre las provincias de Granada, Almería y Murcia (España).
  3. Cemento cero emisiones. El cemento tradicional es responsable del 8% de las emisiones globales de CO2, lo cual mete a las cementeras en la lista de industrias más contaminantes. Hay una metodología que ahorra esta contaminación: el cemento Sublime de Leah Ellis.

Un científico del documental afirma que «es posible rehabilitar ecosistemas dañados a gran escala». Y para conseguirlo hace falta muy poca gente que se active y que movilice a unos cuantos más. Y también, no bajar la guardia. Cerca de Cabo Pulmo quisieron construir un complejo turístico (hoteles, campos de golf…). Se consiguió detener porque las personas no pensaron en ellos ni en las ganancias inmediatas, sino que antepusieron la naturaleza y los derechos de las siguientes generaciones.

Capítulo 2. El poder de dos palabras

Las soluciones que aporta este capítulo son las siguientes:

  1. Ciudades o aldeas en transición (movimiento inspirado por Rob Hopkins). Son lugares donde una comunidad se une para responder a la emergencia climática y se pregunta qué hacer a nivel local. Las acciones pueden incluir: fomentar la agricultura local y sostenible, proyectos energéticos, reducir la basura, compostaje, aplicar las llamadas ciudades de 15 minutos, mejorar el transporte público, etc. Si la comunidad consigue motivar al ayuntamiento, la colaboración se vuelve muy poderosa. Y hay ejemplos:
    • En la ciudad de Lieja han conseguido grandes logros. Por ejemplo, tienen un sistema de cooperativas que reparte comida ecológica y sana a los colegios. A media mañana los niños reciben una crema de verduras que sustituye los snacks azucarados que consumían antes.
    • También tenemos buenos ejemplos en las supermanzanas de Barcelona, los barrios sin coches de Friburgo y París, la infraestructura ciclista de Ámsterdam y de Utrecht, los edificios verdes de Singapur o la vegetación urbana de Medellín.
  2. Reducir los coches de las ciudades. Ámsterdam o Pontevedra han podido hacerlo. Por tanto, lo puede hacer cualquier otra ciudad. Cuando los coches pierden espacio, lo gana toda la ciudadanía con enormes ventajas: más zonas para pasear, para jugar, para vivir… Y todo con más seguridad y más salud. El objetivo es tan simple como eliminar los privilegios que tienen los coches.
  3. Aplicar la agricultura regenerativa también tiene enormes virtudes. Algunas ideas son:
    • Reemplazar los fertilizantes (responsables del 4% de las emisiones) por compost.
    • Plantar flores y poner hoteles de bichos, para atraer polinizadores que también controlan las plagas.
    • Eliminar pesticidas que matan también la fauna positiva y enferman a los humanos.
    • Mantener la fertilidad y la salud del suelo. Y para ello, es fundamental no arar la tierra y respetar su vida, por ejemplo usando cubiertas vegetales y conservando los hongos. Toby Kiers, bióloga evolutiva y cofundadora de Spun, ha comprobado que los hongos viven bajo el suelo en relación simbiótica con las raíces de las plantas: a través de la fotosíntesis las plantas capturan carbono y una parte lo pasan a los hongos. A cambio, los hongos facilitan a las plantas nutrientes (fósforo, nitrógeno, etc.). Esto está en la base de la vida y no se basa en competir, sino en colaborar. Y es una colaboración entre especies distintas. También nos lo enseñó Lynn Margulis. Esta forma de enterrar carbono mejora la fertilidad y reduce el efecto invernadero.

Capítulo 3. Metamorfosis

Las ideas que se exponen en este capítulo son:

  1. El nuevo modelo económico de Kate Raworth. Es importante saber que el crecimiento económico solo mide el dinero y que —cuando se hace así— hay muchas pérdidas que no se restan. Es el error de usar el PIB. Ella propone que las actividades humanas no deben sobrepasar el techo ecológico (ecological ceiling) de los límites planetarios y, además, que ninguna persona o sociedad debe vivir sin los recursos mínimos para tener una vida digna (límite inferior: social foundation). Compárese la imagen adjunta de la Economía de rosquilla con la con los niveles de acercamiento o superación del techo ecológico.

    Imagen clásica de la economía de rosquilla; desarrollado por la economista de la Universidad de Oxford, Kate Raworth, en su artículo de Oxfam Un espacio seguro y justo para la humanidad (2012). La flecha hacia el centro señala problemas por déficit (shortfall) y, la otra, problemas de sobreconsumo (overshoot).Fuente: Wikipedia, entrada de Economía de rosquilla (es.wikipedia.org).

    Imagen clásica de la economía de rosquilla; desarrollada por Kate Raworth, economista de la Universidad de Oxford en su artículo de Oxfam Un espacio seguro y justo para la humanidad (2012). La flecha hacia el centro señala problemas por déficit (shortfall) y, la otra, problemas de sobreconsumo (overshoot). Fuente: Wikipedia, entrada de Economía de rosquilla (es.wikipedia.org).

  2. Añadir compost a los suelos agrícolas. Además de mejorar la fertilidad, esto tiene grandes efectos positivos: reduce las emisiones GEI y, a la vez, retira CO2 de la atmósfera.
  3. La misma problemática de la ganadería industrial la encontramos en las piscifactorías: antibióticos, pesticidas, exceso de heces, contaminación del entorno, etc. Esto hay que pararlo, no solo cortando las subvenciones y prohibiendo nuevas granjas, sino aplicando políticas para cerrar las que existen, de forma paulatina.
  4. Los acuerdos internacionales, incluso aunque no hayan sido perfectos o no hayan sido respetados completamente, son fundamentales para avanzar y educar.
  5. Potenciar el consumo de algas marinas, como un recurso barato y sostenible, sano y con proteínas, vegano y sin pesticidas. Esto es como una reforestación marina que produce alimentos sin ocupar tierra y fomentando ecosistemas que capturan carbono, fortalecen la biodiversidad y crean empleo. Las algas también se pueden usar para fabricar un sustituto del plástico que tiene menos impacto al ser biodegradable.

Capítulo 4. Lo invisible

Este episodio se centra en lo siguiente:

  1. Cerrar las fugas de metano que detecta el grupo de la científica Itziar Irakulis a través de imágenes de satélite. El metano es un GEI que resulta 84 veces más potente que el CO2. El 40% del metano del mundo procede de las fugas de las instalaciones de petróleo, carbón y gas. Son fugas involuntarias e invisibles que están provocando el mismo efecto invernadero que todos los coches del mundo. Las petroleras se están ahorrando costes, pero los gobiernos pueden obligarles a cerrar estas fugas.
  2. Aplicar a nivel global el método SRI (System of Rice Intensification, Sistema de Intensificación del Arroz), un método para producir más arroz con menos recursos, como el agua. Esta nueva metodología surgió en Madagascar y elimina el arado para regenerar la fertilidad del suelo, separa más las plantas y no inunda los campos constantemente. En el cultivo tradicional, los campos están inundados y la materia orgánica se pudre generando una buena parte de las emisiones de metano del mundo. El SRI reduce hasta un 70% del metano y —unido a la agricultura orgánica— está provocando un cambio importante: menos pesticidas, menos gastos y también mayor producción que en los campos de agricultura industrial. Los expertos se han quedado sorprendidos de que un cultivo tan milenario pudiera tener tanto margen de mejora.
  3. Permitir que los depredadores (como el lobo) regeneren los ecosistemas. Se ha demostrado que la sobreabundancia de herbívoros provoca ecosistemas degradados. En cambio, cuando hay depredadores, no solo los herbívoros están más controlados, sino que el miedo hace que se vean obligados a moverse más y, por tanto, permiten mayor regeneración del suelo y de las plantas. Se llama ecología del miedo y hace que especies clave puedan desarrollarse y permitir que la naturaleza se controle.
  4. Reducir el consumo de carne y lácteos porque, como dice Javier Peña, «no hay planeta suficiente para sostener la dieta de 8.000 millones de grandes carnívoros». El documental también resalta, a través de las palabras de la primatóloga Jane Goodall, que para obtener carne se obliga a los animales a vivir en condiciones indignas y se deforestan grandes extensiones de tierra solo para producir su comida. Como efecto secundario, se emiten en estos procesos grandes cantidades de metano. Además, la ganadería aporta el 18% de las calorías que consumimos los humanos y un tercio de las proteínas y, a cambio, ocupa el 83% de la superficie agraria. Mantener animales controlados por los humanos contamina más que todo el transporte del mundo y utiliza un sistema muy ineficiente de producir alimento. Reduciendo el consumo de carne, se podrían devolver a la naturaleza miles de millones de hectáreas, lo cual sería una forma de reducir enormes cantidades de contaminación y aumentar los bosques, auténticos sumideros de carbono.
  5. La ganadería regenerativa es más respetuosa porque mantiene el ganado moviéndose por zonas y evitando el sobrepastoreo. Esto permite utilizar menos piensos y más pastos, lo que reduce el costo. Sin embargo, sigue cosificando a los animales y suponiendo que tenemos derecho a esclavizarlos para el beneficio de los humanos. También requiere más espacio que las macrogranjas, por lo que, ni unas ni otras son alternativas viables a gran escala.
  6. La fermentación de precisión de Raffael Wohlgensinger es un mecanismo para producir queso sin lácteos. No solo ahorra la cría y el maltrato de animales mamíferos, sino también sus emisiones y la enorme cantidad de fármacos que utiliza la ganadería (antibióticos, pastillas de B12, etc.). Este mecanismo requiere bacterias y, en teoría, también puede producir proteínas, grasas y azúcares, lo cual podría evitar, por ejemplo, la producción de aceite de palma, evitando los inconvenientes que este aceite tiene para el planeta.
  7. Reducir el desperdicio alimentario. En la actualidad se tira a la basura el 40 % de la comida que se produce. Acabar con esto puede mitigar los problemas climáticos y también multitud de problemas sociales. Todos los países tienen un porcentaje nada despreciable de pobreza y, a la vez, se está tirando comida en buen estado. Una forma es promover que en los campos de cultivo no queden alimentos sin recolectar, permitiendo que los recojan grupos interesados.
  8. Mejorar el rendimiento térmico de las viviendas para reducir los gastos en climatización. El objetivo es bajar la demanda energética y que la energía que se requiera sea lo más local y sostenible posible. Por ejemplo, se propone aislar fachadas y cubiertas, cambiar ventanas, utilizar paneles solares y bombas de calor, etc. La inversión en eficiencia energética se recupera en poco tiempo.

Capítulo 5. La gran transformación

El tema central de este episodio es la energía. Estas son las propuestas:

  1. Hacer una transición a un mundo 100% renovable. Esto no solo es posible, sino urgente. Los combustibles fósiles son el principal motor del cambio climático y de la devastación ecológica. Eliminar esta contaminación salvaría millones de vidas solo por la contaminación; y evitaría un calentamiento del planeta que sería fatal para la humanidad en su conjunto. Las energías limpias (principalmente eólica, solar e hidráulica) tienen un enorme potencial que choca con intereses económicos. Sus ventajas son inmensas: reducen la contaminación, evitan la dependencia exterior, tienen menores riesgos… Todas estas ventajas, al final, quedan despreciadas ante una: las energías renovables se están fomentando principalmente por su menor precio. Sin embargo, algunas empresas se están ahorrando costes de instalación, lo cual, hecho de forma masiva, aumenta la probabilidad de apagones en el sistema eléctrico.
  2. Electrificar el transporte para evitar las enormes emisiones de este sector. Sin embargo, el impacto de los coches eléctricos a otros niveles (no solo el energético durante su uso) sigue siendo muy elevado (construcción, minería, reciclaje, baterías…). Así, es fundamental mejorar las redes de transporte colectivo.
  3. Las cooperativas de energías renovables están poniendo el poder en manos de las personas particulares, las cuales están haciendo la competencia a enormes empresas energéticas. Además de cambiar el mundo, consiguen pagar menos por su electricidad.
  4. Pequeñas instalaciones solares en microrredes se extienden y llevan electricidad donde antes no podían pagarla. Se trata de entender que cada individuo puede ser consumidor y generador de energía. En algunas comunidades de África, donde antes se cocinaba con leña, ahora se cocina con electricidad, que no provoca enfermedades respiratorias ni requiere recolectar madera de árboles y arbustos.
  5. Thomas Crowther, biólogo y fundador de Restor, añade que el mayor reto que tenemos es la desigual distribución de la riqueza. Unos pocos tienen mucho, mientras millones de personas viven con muy poco o directamente en la pobreza. La desigualdad es un problema global que nos atañe a todos.
  6. La conducción automática puede ahorrar vidas y hacerla más eficiente, pero también puede tener efectos colaterales indeseados, como incrementar los kilómetros globales recorridos, aumentar la venta de vehículos, problemas de seguridad por ciberataques, etc. Además, también provocan cuestiones éticas. Por ejemplo, ¿frenan los coches autónomos para no atropellar a una ardilla o a una serpiente?
  7. Plantar flores y especies autóctonas en todos los rincones de una ciudad: medianas, alcorques, parques, rotondas… Esto no solo embellece los barrios, sino que mejora la biodiversidad, por ejemplo para los polinizadores de los que depende nuestra agricultura.
  8. Reforestar o renaturalizar todas las tierras degradadas y abandonadas que fueron bosques. Se podrían secuestrar así 200.000 millones de toneladas de carbono. El objetivo no sería plantar grandes cultivos de árboles, sino compatibilizar los procesos naturales con la agricultura humana.

Capítulo 6. El ingrediente secreto

Este es un episodio para los indígenas y para el ecofeminismo:

  1. Proteger los pueblos indígenas. Está demostrado que cuidan bien de los bosques en los que viven. Han aprendido a convivir con la naturaleza y su modo de vida es auténticamente sostenible. Debemos enseñarles poco y aprender mucho de ellos. Los pueblos indígenas son tan importantes para los ecosistemas como las abejas, las ballenas, los lobos o los tiburones. Javier Peña nos explica que la alianza Ceibo la conforman pueblos indígenas de cuatro nacionalidades de la Amazonía ecuatoriana que decidieron juntarse para trabajar por sus territorios, su selva, su cultura y su vida.
  2. Mejorar la estructura del suelo agrícola para albergar más carbono, mayor biodiversidad y mayor fertilidad. Esto puede hacerse usando Biochar o biocarbón, nombre que recibe el carbón vegetal añadido al suelo (biomasa procesada por medio de una quema parcial).
  3. Plantar manglares en las costas tropicales permite proteger la costa frente a grandes vientos, además de mejorar la pesca y la biodiversidad, reducir la erosión, secuestrar carbono y, como colofón, bajar la temperatura de la Tierra. En el Mediterráneo, la posidonia juega un papel ecológico muy similar. Recordemos que los barcos arrastreros y las anclas de las embarcaciones que fondean, erosionan el fondo marino donde estas praderas se asientan.
  4. Sacar todas las explotaciones petroleras del Amazonas. Y de paso, también la minería sin control y sin medidas para evitar la contaminación de los ríos. La explotación en masa de ciertos bosques ha sido posible gracias a la apertura de carreteras, ocupando en no pocas ocasiones territorios indígenas. La victoria legal del Yasuní en Ecuador demostró que esta lucha puede ser exitosa si las comunidades se movilizan y se mantienen unidas.
  5. Empoderar a las mujeres no solo es una cuestión básica de justicia, sino que genera grandes beneficios ecosociales. Para ello, es fundamental la educación. Como dice Jane Goodall: «a medida que mejora la educación de las mujeres, el tamaño de la familia disminuye; y esto es muy importante». Así, su fundación educa en la planificación familiar y concede microfinanciación a mujeres para que puedan poner en marcha nuevos negocios. Resaltamos unos cuantos datos más:
    • En algunas culturas, las mujeres siguen sin tener los mismos derechos que los hombres. En tales situaciones, las mujeres abandonan los estudios antes, se casan antes (a veces a la fuerza), se dedican a la crianza y se les impide avanzar en la escala social.
    • También las mujeres son las más discriminadas ante desastres climáticos como tifones, inundaciones, etc.
    • Para revertir esta discriminación, en la región de Rajastán (India), por cada niña que nace se plantan 111 árboles. Las familias se comprometen a garantizar su educación y a no permitir su matrimonio temprano. La comunidad crea un fondo para cuando la niña alcance la mayoría de edad. Los árboles son como hermanos para las niñas. Los pájaros han vuelto, el aire es más limpio y hay más agua.

De todas estas propuestas… ¿cuáles puedes tú poner en marcha o promoverlas?

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Imagen clásica de la economía de rosquilla; desarrollado por la economista de la Universidad de Oxford, Kate Raworth, en su artículo de Oxfam Un espacio seguro y justo para la humanidad (2012). La flecha hacia el centro señala problemas por déficit (shortfall) y, la otra, problemas de sobreconsumo (overshoot).Fuente: Wikipedia, entrada de Economía de rosquilla (es.wikipedia.org).

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Siempre habrá apagones (y siempre se podrá hacer mejor)

Por: Pepe Galindo

Gestionar un sistema eléctrico no es tarea sencilla. Si además hablamos de un sistema como el de la España peninsular, la cuestión es bastante más compleja de lo que la mayoría de la gente supone.

Pensemos que la energía hay que verterla en la red eléctrica justo en el mismo instante en el que se consume. Es decir, cuando enciendes una bombilla, alguna central sube su producción ligeramente para satisfacer tu demanda (salvo que alguien apague algo…). Cada segundo de cada día, hay que mirar (varias veces) si la producción y la demanda son exactamente iguales.

No vamos a dar excesivos detalles técnicos, pero para hacernos una idea de cómo se controla esto, diremos que la electricidad en toda Europa está fijada a 50 Hz (hercios). Esto significa que la corriente alterna cambia de dirección 50 veces por segundo o, dicho de otra forma, las turbinas que generan electricidad deben girar exactamente a 50 vueltas por segundo. Y la precisión es tal que se controla hasta el tercer decimal. Es decir, si se detecta que la electricidad está alternando a 50,001 Hz, significa que se está produciendo más de lo que se consume y, por tanto, será necesario reducir la generación. Por otro lado, un valor de 49,999 Hz (o menos), es señal de que se está consumiendo más de lo que se está generando. El nivel de alerta se decreta si la variación afecta al segundo decimal.

El complejo sistema de la España peninsular

En el caso de España, todo esto hay que gestionarlo para multitud de nodos que generan y consumen energía, y sabiendo que cada consumidor enciende o apaga sus aparatos cuando quiere. Por fortuna, a nivel nacional, los consumos suelen ser (más o menos) predecibles, dado que (en masa) tenemos costumbres de consumo bastante repetitivas. Si no fuera así, los apagones serían más habituales. Saber esto nos da una idea de que averiguar exactamente las causas de un apagón nacional (como el que España sufrió el 28 de abril de 2025), puede requerir meses para analizar cientos de millones de datos correspondientes solo a unos cuantos segundos antes del apagón.

Veamos algunas de las características más relevantes del sistema eléctrico peninsular español:

  1. España tiene multitud de tipos de generación, tanto renovables (hidroeléctrica, distintos tipos de energía solar, eólica…), como no renovables (nuclear, gas metano…). Además, hay más de 60.000 centrales y más de 6.000 puntos de control solo en la red principal de transporte.
  2. España tiene gran penetración de sistemas no gestionables (que no se pueden encender y apagar a voluntad), como son la solar fotovoltaica, la eólica o la nuclear. Este tipo de energía complica la gestión y puede hacer que el sistema sea más vulnerable a apagones siempre que —y esto es importante— no se invierta adecuadamente para evitarlo.
  3. España y Portugal forman casi una isla energética, porque no tienen muchas conexiones con los países de su entorno, particularmente con el resto de Europa a través de Francia. Esto aumenta la vulnerabilidad. Dinamarca tiene más energía renovable que España, pero también más líneas con el exterior. Por otra parte, no olvidemos que estas interconexiones son a través de líneas eléctricas que pueden tener un enorme impacto ambiental, además de un coste no pequeño.
  4. La gestión está preparada para afrontar todos los fallos simples (regla N-1). Si se produce un fallo (la caída de una central, por ejemplo), el sistema responderá bien y, como mucho, habrá un apagón local, pero no nacional. Pensemos que este tipo de fallos simples los hay a diario y con frecuencia. Por tanto, un apagón nacional siempre se debe a un fallo múltiple, i.e., varios fallos simples que sucedan a la vez. Sin duda, la probabilidad de que esto ocurra es muy baja y, pudiera ser que no fuera rentable invertir en bajarla aún más.
  5. Reponer un sistema tras un apagón global no puede ser instantáneo, porque depende de los tiempos de arranque de cada tecnología. Las centrales hidroeléctricas arrancan en cuestión de minutos. En cambio, las centrales de gas necesitan en torno a 5 horas y las nucleares tardan más de 24 horas. Para levantar el sistema hay que gestionar la producción de cada central —según su tecnología— y la conexión a las redes que las conectan con los puntos de consumo. Este es un problema nada sencillo que España supo resolver en un tiempo bastante razonable (en menos de 18 horas se había recuperado la demanda casi al 100%).
  6. Si quieres conocer mejor el sistema eléctrico español, te recomendamos esta mini serie documental con diez vídeos muy didácticos.

¿Las nucleares y las renovables ayudan o no?

Los defensores de la energía nuclear —a veces con más interés político que conocimientos técnicos— han aprovechado el apagón para demandar más nucleares o alargar la vida de las viejas centrales actuales. Es innegable que la energía nuclear tiene algunas ventajas que, sin embargo, no consiguen que nos olvidemos ni de los costos ni de los riesgos.

Algunos pronucleares afirman, con razón, que cuanto mayor sea la potencia firme instalada (su inercia), más difícil es que haya caídas del sistema. Eso es cierto, pero es solo la mitad de la verdad. La realidad es que las centrales solares y eólicas instaladas en España tienen desde 2016 un protocolo llamado «simulación de inercia», con el cual se consigue algo similar. Es decir, si se cumple el protocolo, esa hipotética ventaja de las nucleares respecto a las renovables no es real. Por ejemplo, para conseguir esa inercia, existen los llamados volantes de inercia, que en la actualidad se emplean en algunos parques eólicos.

Gestionar un sistema solo con renovables no es fácil, igual que no lo es gestionar un sistema solo con nucleares. Ahora bien, no es imposible y, además, un sistema 100% renovable es mucho más barato y seguro que otro con energías sucias (sobre todo, si se monetizan todos los riesgos, costos, enfermedades, etc.). Por supuesto, son importantes los mecanismos de almacenamiento de energía, tales como las centrales solares térmicas (con sales fundidas), las hidroeléctricas reversibles o las baterías. Este última tecnología ha demostrado ser algo necesario para sacar el máximo partido a las renovables y que, además, consigue abaratar los costes. Véase el caso de Corea del Sur.

Por supuesto, los defensores de cualquier energía sucia (no renovable) alegan que ellos también defienden las renovables. Y es que, hoy es imposible negar las enormes ventajas de estas energías.

No olvidemos que la energía nuclear necesita uranio, que España no tiene, y lugares donde almacenar la basura radiactiva, cementerios nucleares, también llamados ATC. Construir un ATC nuevo es más arriesgado y complejo que utilizar como almacenes las centrales existentes que ya cuentan (en teoría) con la seguridad necesaria para manejar material radiactivo de alta peligrosidad. Por cierto, ATC significa Almacén Temporal Centralizado, ya que el plan es almacenarlos temporalmente (60 años) aunque la realidad es que los residuos nucleares son peligrosos durante millones de años. Esto da una idea de la visión tan cortoplacista de los que defienden la opción nuclear.

Algunas cosas están claras…

Solo los necios aprovechan el apagón en España para culpar a las renovables o pedir más nucleares. Ninguna empresa mundial quiere invertir en nucleares sin ayuda económica de dinero público. Las renovables son baratas y las empresas eléctricas están ganando mucho invirtiendo lo mínimo. Y lo más importante: no existe ningún plan nacional para reducir el consumo energético (ni eléctrico ni no eléctrico). Y hacer esto es lo más urgente e inteligente.

Es innegable que las renovables no se están expandiendo de forma justa, razonable ni cumpliendo las siete normas mínimas de sensatez ecosocial. Así, por ejemplo, voces como las de Juan Bordera o Antonio Turiel han denunciado que en España grandes corporaciones energéticas están implantando renovables “sin planificación” y “en busca del máximo beneficio”. Al parecer, para ahorrar costes no se han implementado los mecanismos para asegurar la estabilidad de la red. Los apagones podrían estar propiciados por la escasa presencia de sistemas de amortiguación de las oscilaciones de potencia que puedan surgir (POD, Power Oscillation Damping).

También se propone como algo urgente “recuperar las concesiones de las licencias caducadas de las hidroeléctricas y que habría que comprar como mínimo el 51% de Red Eléctrica” (empresa esencial que privatizó el PP en un 80%). Recordemos que la electricidad de las hidroeléctricas es muy barata, pero la estamos pagando al precio más caro.

Para terminar, debemos agradecer que, en España, el sistema eléctrico exista y funcione con calidad razonable, pero también deberíamos exigir que tienda a ser 100% renovable, que esté bien controlado y que sea suficientemente fiable, aunque no lo sea de forma absoluta (lo cual sería exageradamente caro). Es decir, soportar apagones es incómodo pero, tal vez, son necesarios para evitar pagar costes muy elevados. Y con más motivos en un futuro con crisis climática y en el que la energía y los materiales podrían ser más escasos. Esto implica que deberíamos tener en casa una radio a pilas, pero también pensar dos veces cosas como almacenar mucha comida congelada o si queremos vivir en pisos demasiado altos.

  • Nota: para más información recomendamos la entrevista a Jorge Morales de Labra y Alfredo García en Poner luz al apagón, programa de Objetivo Planeta de RTVE, presentado por Lorenzo Milá y emitido el 9/5/2025.

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Tropecientos hechos para mostrar que el Partido Popular es un peligro para el medioambiente (incluso tras Rajoy)

Por: Pepe Galindo

Campaña de Greenpeace para exigir respeto ambiental a M. RajoyEs de sobra conocido que el Partido Popular (PP) es un partido sin el más mínimo respeto por lo ambiental. Las noticias sobre esto son tan numerosas que cuesta hacer una selección de algunas de las más relevantes. Nosotros lo hemos intentado con el objetivo de hacerles ver sus errores, en dos periodos históricos:

  1. Presidencia de M. Rajoy (2011-2018). Hechos de la política a nivel nacional.
  2. Época tras M. Rajoy (2018-). En este punto incluimos ejemplos a todos los niveles políticos: europeo, nacional, autonómico y local.

La crisis del PP es debida principalmente a su escandalosa corrupción, pero también se debe a que cada vez hay más gente que exige un respeto ambiental que no encuentra en este partido. Si el PP no mejora, desaparecerá, porque a mucha gente nos interesa lo ambiental: ser ecologista no es algo opcional, si queremos un planeta justo y habitable para todos.

Seguiremos añadiendo noticias, pero no todas las posibles…

1. Política nacional bajo la presidencia de M. Rajoy (2011-2018) – Datos recientes más abajo

  1. Desde 2011 a 2015 el PP contaba con una mayoría absoluta en ambas cámaras legislativas. Según Ecologistas en Acción, aprovecharon para desmantelar “buena parte de la legislación ambiental existente”. De esta negra etapa destacamos:
    • La reforma de la Ley de Costas, que fue muy contestada pues supuso la desprotección y privatización de una buena parte del litoral.
    • En energía, el ministro Soria protagonizó numerosos escándalos, entre los que destacan su famoso impuesto al sol, el parón de las renovables, la realización de prospecciones petrolíferas y su apoyo al fracking.
    • En el fraude de los coches diésel Volkswagen y otras marcas, España fue el único país que no emprendió ninguna acción legal contra los fabricantes y el PP defendió en Europa las posiciones más tolerantes con los culpables.
  1. Energía y cambio climático:
    • El PP no fue capaz de elaborar ni un borrador de la Ley de Transición Energética y Cambio Climático a pesar de las múltiples promesas de hacerlo. Si algo dejó claro este partido es que apuesta por seguir quemando carbón y por alargar la vida de las centrales nucleares, es decir, la energía menos responsable.
    • El presupuesto en materia de “prevención del Cambio Climático” se recortó un 20% en los últimos presupuestos aprobados por el PP (mayo de 2018) a pesar de que las emisiones aumentaron en España un 7,4%.
    • El autoconsumo solar sigue bloqueado por una burocracia excesiva e innecesaria y por un impuesto al sol por el que el PP hizo el ridículo en Europa, quedándose solo en el Parlamento Europeo. Aunque no se está aplicando, este impuesto desanima a los que más CO2 podrían evitar. Recordemos que las pequeñas instalaciones domésticas son rentables y no tienen impuesto al sol (cuando se apruebe el balance neto serán aún más rentables).
    • Los dos ministros de Energía nombrados por Rajoy demostraron no merecer la confianza de España. Por una parte, el ex ministro José Manuel Soria cuyo currículum está lleno de escándalos de todo tipo, pero que finalmente tuvo que dimitir por los “papeles de Panamá”, es decir, por evadir dinero usando paraísos fiscales. Por otra parte, Álvaro Nadal con una lista de desvaríos aún más larga, resaltando su obsesión por más carbón y nuclear, justo lo contrario de lo que dicta el interés económico (y por supuesto el ecológico).La corrupción por puertas giratorias en el PP es escandalosa.
    • Puertas giratorias: El ataque del PP a las renovables se entiende mejor teniendo en cuenta que muchos de sus políticos han acabado trabajando para compañías energéticas sucias. Estos casos son escandalosos en España y salpican a otros partidos (PSOE, PNV…) y también se dan en Europa: al menos 88 políticos han sido fichados por las compañías eléctricas y petroleras. Las energías renovables tienen muchas ventajas, pero tal vez la independencia energética es lo que más molesta a los que se lucran contaminando el planeta.
    • El gobierno del PP esquivó la nacionalización de las hidroeléctricas tras la caducidad de muchas de las concesiones  (véase la foto con los datos de las 6 centrales que caducaron en 2017). Esta nacionalización traería consigo bajadas de precios y frenar la especulación usando un recurso público valioso, como es el agua. Téngase en cuenta que las hidroeléctricas cobran hasta un 600% más que sus costes usando nuestros ríos. El PP no supo aprovechar la oportunidad de contar con la caducidad de tantas hidroeléctricas y se opuso a las comunidades autónomas y a los demás partidos, que tienen otros planes.
    • Rajoy concedió 1.300 millones de euros a la empresa del almacén de gas Castor (mayoritariamente ACS) por un desastroso proyecto que aún están pagando principalmente los que tengan gas contratado. Si tienes gas, tal vez quieras dejar de tenerlo por la campaña #ApagaGasNatural.La ex ministra Tejerina haciendo el ridículo con sus promesas pobres estando en un cargo tan importante.
  1. Isabel García Tejerina, modelo de inoperancia como ministra de medioambiente:
    • Según Greenpeace, fue “un ejemplo de libro de la extendida política de puertas giratorias que permiten entrar y salir de los ministerios a las grandes multinacionales y viceversa“. Ella procede de la empresa Fertiberia, “el mayor productor nacional de fertilizantes y responsable de uno de los mayores atentados ambientales de nuestro país, las cancerígenas balsas de fosfoyesos que asfixian la ciudad de Huelva“.
    • Ella fue la que autorizó la extracción de coral rojo en las Costa Brava a pesar de oponerse setenta organizaciones ambientales, científicas, deportivas y universitarias.
    • Los recursos pesqueros están en un estado preocupante, pero lejos de efectuar un control eficiente, este gobierno siguió financiando la operación Atalanta para que los barcos españoles puedan ir a pescar lejos, tras esquilmar los caladeros españoles.
    • La política de envases y reciclaje en España es pésima y ni siquiera hay planes de cambiarla, a pesar de los inmensos problemas que genera el plástico. Aunque se aprobó una ley contra las bolsas de plástico, se trata de una ley absurda e inútil que no pretende eliminar objetos de un solo uso, sino sustituirlos por materiales teóricamente “biodegradables“, cuando ni siquiera la propia ministra sabía bien el significado de ese término. La solución pasa por: a) SDDR para envases retornables; b) aprobar impuestos crecientes a los envases de un solo uso; y c) la prohibición total de ciertos productos (toallitas húmedas, bastoncillos de los oídos, pajitas de plástico…).
  1. Fauna:
    • El gobierno del PP fomentó la caza de lobos, a pesar de que un informe constata que la política de matar lobos para proteger rebaños no sirve para nada.
    • Más aún, el PP fue el único partido que no votó a favor de hacer un paso de fauna en la A-1, en Somosierra (Madrid), para evitar atropellos de lobos y de otros animales. No es solo cuestión de proteger la fauna, sino también de evitar accidentes de tráfico.
    • Para el PP, los intereses lúdicos o económicos que generan las especies exóticas invasoras están por encima de los ambientales y, por eso, no tuvo en cuenta los daños a la biodiversidad, ni las posibles sanciones de tribunales europeos, ignorando sistemáticamente a las ONG ambientales. Así, el PP aprobó una Ley de Biodiversidad que permite hacer negocio con las especies invasoras, lo cual (evidentemente) las fomenta. El PSOE reconoció que el PP “no es de fiar en el cuidado del medio ambiente“, pero votó a favor (igual que el PNV y Foro Asturias, típicos socios del PP). Por su parte, científicos, ONG y partidos ecologistas se situaron en contra. El PP fue acusado de defender solo los intereses de cazadores y pescadores deportivos, igual que cuando defendió cortar la cola a los perros.
  1. Agua: Hay que gestionar mejor su demanda y no aumentar la explotación de acuíferos a costa de la naturaleza.
    • La pésima gestión del agua lleva a permitir durante años más de un millón de pozos ilegales (según Greenpeace). Estos pozos roban agua de acuíferos públicos a todos los españoles para aumentar los beneficios de intereses privados. Las peores consecuencias se las llevan espacios naturales tan emblemáticos como Doñana en Huelva o el mar Menor en Murcia. En esto, parece que el PSOE andaluz tampoco quiere poner orden.
    • Doñana y Tablas de Daimiel son, según la Convención Ramsar, humedales de importancia internacional. Según SEO/BirdLife están en peligro y son “un claro ejemplo de la pasividad del gobierno” del PP (cfr. revista Aves y Naturaleza 26, 2018).
    • El PP favoreció el crecimiento irresponsable de regadíos a pesar de que el caudal decrece por el cambio climático. La situación en Murcia ha sido denunciada por WWF y ANSE.
    • También autorizó trasvases desde el río Tajo al Segura a pesar de la oposición de los ecologistas y de las malas condiciones hídricas y ambientales del Tajo. Respecto a los ríos, tenemos que decir como acción positiva la creación de un importante número de reservas naturales fluviales.
    • El congreso votó una PNL para mejorar la gestión de los sedimentos en la cuenca del Ebro, a petición de más de 30 entidades entre las que estaba SEO/BirdLife. Todos los grupos estuvieron a favor, salvo el PP que votó en contra.
  1. La venta de armas españolas a Arabia fue muy criticada por la violación de los derechos humanos en ese país y en la guerra que mantiene contra Yemen.La fauna ibérica muere por la mala gestión de las infraestructuras.
  1. La apuesta por un Tren de Alta Velocidad (AVE) sería una gran noticia si no tuviera gravísimos problemas ambientales (fractura de ecosistemas, atropellos de fauna, pérdida de acuíferos…) a un costo económico realmente exorbitado.
  1. El PP (no España) ve bien seguir destruyendo la selva para producir aceite de palma. Cada vez más, los ciudadanos somos conscientes de los problemas de consumir aceite de palma, pero sin un gobierno que defienda los intereses colectivos, no avanzamos.
  1. El desastre de la minería: La minería en España es un desastre generalizado. Sorprende que la ley de Minas en España data de 1973 (época franquista) y ni PP ni PSOE han visto razonable actualizarla, a pesar de que multitud de colectivos lo han pedido. La anticuada ley no protege adecuadamente los intereses de la mayoría y permite proyectos mineros en espacios protegidos. Las empresas lo saben y se aprovechan de ello. Citemos unos pocos casos con graves consecuencias ambientales:
  1. El presidente M. Rajoy prolongó 60 años la concesión a la papelera ENCE para seguir contaminando en Pontevedra. Además de la contaminación que produce también ha sido relacionada con incendios forestales y acusada de tener en su plantilla a gente del PP. La papelera contamina la ría y destruye uno de los lugares de pesca y marisqueo que podrían ser de los mejores de Galicia. Esta decisión hizo que Rajoy fuera nombrado persona non grata por su ciudad natal, hecho que disgustó al ex presidente.
  1. Infracciones ambientales: La UE abrió a España en 2017 treinta procedimientos por infracción medioambiental, cuatro más que en 2016, lo que hace de España el país más sancionado por temas ambientales.
  1. Otros temas, no menos importantes, para los que este partido se equivocó:
    • No mostró interés por fomentar una agricultura y ganadería más sostenible, sino más bien, por fomentar las macrogranjas, que son muy contaminantes.
    • El gobierno del PP se negó a hacer una reforma del mercado eléctrico (o una auditoría), con lo cual los precios de la electricidad siguen elevados a pesar de que las tecnologías renovables podrían bajarlos considerablemente.
    • Tampoco hubo interés por aprobar una fiscalidad ambiental que permitiera impulsar el cambio de modelo de desarrollo.
    • La economía circular no fue objeto de debate en este partido. Las tasas de reciclaje, o la contaminación por plásticos, no interesaron de forma sustancial.
    • Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 son temas sin interés para el PP.
    • En España se permite la caza de aves salvajes (silvestrismo) a pesar de la prohibición europea: La directiva 2009/147/CE prohíbe “matar o capturar de forma intencionada, sea cual fuera el método empleado, todas las especies de aves que viven normalmente en estado salvaje”. Pero España, en cambio, celebra campeonatos de silvestrismo.
    • Rajoy frenó dos años la construcción de fragatas para adaptarlas a los misiles de la empresa de Morenés, amigo de Rajoy. No les importa España ni los españoles… solo ganar dinero.

Paco Segura de Ecologistas en Acción puntuapplizó: “A todo esto hay que sumar la clamorosa ausencia de una auténtica fiscalidad ambiental, las trabas para el acceso a la justicia (tasas) y las medidas aprobadas para limitar o evitar la movilización ciudadana (leyes mordaza), que se han utilizado profusamente para reprimir protestas ecologistas y de todo tipo de movimientos sociales”.

Respecto a temas tan humanos como el problema de los refugiados, ya hablamos en Blogsostenible de la nefasta política de Rajoy. En una entrevista en la Cadena COPE a principios de 2017, Rajoy dejó claro su concepto de solidaridad diciendo:una cosa es ser solidario, y otra cosa es ser solidario a cambio de nada.

Hablando de Rajoy no podemos evitar la risa recordando sus numerosos lapsus mentales y meteduras de pata, entre los que están los “hilitos con aspecto de plastilina” intentado minimizar el vertido del Prestige o su menosprecio a la igualdad salarial de las mujeres.

Ataque ambiental también en la política local y autonómica

Unos cuantos datos como ejemplo de lo que está pasando por toda la geografía donde gobierna este partido:

  1. PP y Cs se niegan a prohibir el tiro pichón en Madrid (2016).
  2. Construir en las zonas ecológicamente valiosas, como es el caso de Arraijanal, en Málaga, a pesar de estar en contra todas las principales ONG ambientales.
  3. La situación del mar Menor (Murcia) es crítica, y el gobierno autonómico del PP ha sido acusado de solo hacer propaganda, en vez de tomarse las cosas en serio. Aquí tienes un resumen de los problemas del mar Menor y de la demagogia subyacente.
  4. La Junta de Galicia, gobernada por el PP, tiene problemas serios de respeto ambiental:
  5. El alcalde de Salamanca construyó un aparcamiento talando cientos de chopos (usó la misma excusa que el alcalde de Málaga: decir que todos los árboles estaban enfermos).
  6. El PP de Madrid quiere eliminar las políticas anticontaminación llamadas Madrid Central que aprobó la alcaldesa Carmena. La UE podría multar a España, mientras la salud de la población parece no importar mucho a algunos.

2. Tras Rajoy, el PP sigue su línea antiecologista en todos los niveles de poder

  1. En Septiembre 2018, todo el Congreso, salvo el PP, votó para pedir leyes para reducir los plásticos,  exigir su reciclaje al 100% en 2030, e impulsar la reutilización de envases. El PP dejó claro su malestar ante propuestas ambientales del líder del partido Equo.
  2. En Madrid, el PP se queja de que los viajeros del Metro han aumentado «más de lo normal». En vez de solicitar más trenes, su queja se dirige a intentar facilitar el tráfico a los que van en coche, justo lo contrario que exige el Acuerdo de París.
  3. PP y Cs piden en la Asamblea paralizar Madrid Central: Absurda postura ya que la Asamblea no tiene tales competencias y, además, la propia Unión Europea apoya las medidas anticontaminación que ha aprobado el Ayuntamiento de Madrid, dado que es algo esencial para cumplir con el Acuerdo de París, además de para mejorar la salud de los madrileños.
  4. El PP se queda solo y pierde al votar en contra de evaluar la polución en las rías gallegas: Al PP no le importa saber si España tiene o no contaminación… tal vez porque sabe que hay contaminación y que ellos son los culpables.
  5. El PP desentierra el trasvase del Ebro: El insostenible plan de llevar agua del Ebro a Andalucía no es viable económica ni ecológicamente. Hay que ser muy ignorante para no saber que el agua de los ríos es necesaria para la vida del mar. Más tarde, en 2019 El Supremo anula el Plan Hidrológico del Tajo aprobado por Rajoy y abre la esperanza al fin del trasvase, poniendo en entredicho lo que aprobaron los gobiernos del PP.
  6. PP y Ciudadanos favorecen la destrucción del medio rural por las empresas mineras: Alentar una “burbuja minera” no es nunca algo sostenible para una región, y menos para el planeta.
  7. El Ayuntamiento de Granada tala sus árboles, a pesar de tener muy poco arbolado urbano.
  8. La llegada del PP a la Junta revive la autovía fantasma que destrozaría Doñana para acercar Huelva y Cádiz 15 minutos. Recogida de firmas AQUÍ (2019).
  9. Ávila: Bonilla de la Sierra está amenazado por la minería a cielo abierto con el voto favorable del PP, a pesar de ser uno de los pueblos más bonitos de España.
  10. Málaga:
  11. Elecciones 2019: El PP propone más travases, que vuelvan los toros a TVE, promete no suprimir el diésel y dar ayudas para comprar más coches y contaminar en su fabricación y uso.
  12. Un niño enseña a Pablo Casado que la biodiversidad es más importante que la caza.
  13. Parque eólico Mouriños: Así permite el PP un gran desastre ambiental sin precedentes en la Costa da Morte coruñesa. Responsables: Feijóo y Naturgy. Por eso, en Twitter está perenne el HT #ApagaNaturgy.
  14. El PP llega a acuerdos con Vox, un partido que niega el cambio climático.
  15. Denuncian al PP de Galicia porque el patrimonio natural gallego ha sufrido un deterioro continuado y sistemático: No es un fallo aislado, sino una colección de fallos imperdonables contra la naturaleza (contra las especies amenazadas, contra la Red Natura 2000…).
  16. Andalucía bajo el PP: Estos son los primeros hechos, pero más abajo hay más.
  17. PP y Cs quitan las ayudas de libros a familias desfavorecidas para subvencionar los toros en Villarrobledo (Albacete): 200 familias necesitadas pierden para que unos pocos puedan torturar animales. Hay irregularidades denunciadas por el PSOE.
  18. El PP pide declarar el Parque Nacional Picos de Europa como «zona libre de lobo» (2019): La legislación sobre Parques Nacionales y sobre biodiversidad no le importa a este partido, anclado aún en el cuento de Caperucita Roja.
  19. Aznar el negacionista: “No se puede estar amenazando con el apocalipsis todos los días a cuenta del cambio climático” (2019). La pérdida de cosechas, la subida del nivel del mar o la pérdida de biodiversidad no son graves para Aznar. Que los pobres sufran más riesgos es algo que seguramente lo sabe muy bien…
  20. Castilla y León autoriza la caza de 339 lobos frente a las protestas de los grupos ecologistas: El PP antepone matar lobos al negocio de observar lobos vivos. Hoy, solo se pueden matar lobos al Norte del Duero. La excusa son los conflictos que genera el lobo, pero los datos hablan y cazar lobos NO reduce conflictos.
  21. El PP critica a Greta Thunberg (2019): Lo ha hecho Aznar y Álvarez de Toledo, quien ha dicho que “nadie ha hecho más daño al cambio climático que los padres de Thunberg”. La dirigente del PP, además, vincula el cambio climático con la “superstición”.
  22. Murcia:
    • Tras años de inacción, el mar Menor ha colapsado y han muerto millones de peces, cangrejos y todo tipo de fauna.
    • La quema de rastrojos (y otros residuos) asfixia la ciudad a pesar de ser una actividad prohibida.
  23. Madrid se auto proclama en Green Capital de forma falsa. Ese título lo concede solo la Comisión Europea y en España solo lo tiene la ciudad de Vitoria. Es el colmo del esperpento y del greenwashing protagonizado por el ayuntamiento de Madrid (PP+Cs) días antes de la COP25 y justo cuando nos enteramos que Madrid Central (el sistema para reducir las emisiones del anterior ayuntamiento y contra el que el actual equipo de gobierno luchó con uñas y dientes) es de los más eficientes de Europa. El alcalde que prometió eliminar Madrid Central, reconoció que funcionaba muy bien para no hacer el ridículo en la cumbre climática COP25.
  24. La presidenta de la comunidad de Madrid dice que no hay emergencia climática (2019): Díaz Ayuso (PP) afirma que “algún día conoceremos qué hay detrás de las emergencias climáticas”.
  25. Díaz Ayuso niega que muera gente por la contaminación (2020): Es ese tipo de pensamiento (analfabetismo ambiental) el que hace que muera la gente. El ministro y astronauta Pedro Duque y el CSIC les han corregido. El CSIC ha emitido tuits con datos del enorme daño de la contaminación.
  26. La guardería será gratis a partir del segundo hijo en Galicia: El medioambiente se hunde, pero el PP quiere fomentar la natalidad (el peor problema ambiental).Deberíamos ayudar a los que necesiten ayudas y no a los que tengan muchos hijos.
  27. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid no quiere restringir los vuelos porque dice que no contaminan: Ante la propuesta de la alcaldesa de Barcelona de reducir los vuelos Madrid-Barcelona para fomentar más el tren, este señor cree que se trata de una “ocurrencia más” de Colau.
  28. El PP quiere que la Diputación de Málaga vuelva a pagar los costes de la Escuela Taurina: Ya se aprobó que la empresa adjudicataria de la plaza asumiría “el coste íntegro”. Dedicar dinero público para tauromaquia es poco ético y solo contenta a una minoría.
  29. La UE aprueba invertir 29.000 millones a infraestructuras gasistas: Con el voto a favor del PP, se demuestra que la UE no ha entendido lo que implica una crisis climática. Hay que decir que votaron a favor también los socialistas, los liberales (Cs) y los conservadores (Vox).
  30. El Supremo tumba la exención de licencia a las explotaciones ganaderas intensivas en Castilla y León: Cientos de granjas intensivas de bovino, ovino, porcino o aves no podrán ubicarse en los pueblos de Castilla y León sin que sus vecinos lo sepan, que era lo que pretendía la Junta. Este varapalo judicial se une a otros en materias como la participación ambiental, la caza, la conservación del lobo, la quema de rastrojos, la contaminación atmosférica. La justicia, a veces, nos da buenas noticias.
  31. Murcia hace la vista gorda con la ley regional que prohíbe las quemas agrícolas: El gobierno regional permite que la ciudad se llene de humo afectando incluso a colegios. Esto se une al desastre del mar Menor y a la pésima gestión del agua en la comunidad (pozos ilegales, sobreexplotación…).
  32. Andalucía (2020): Todos los ecologistas critican el “retroceso histórico” de la desregulación de la Junta de Andalucía: PP, Cs y Vox se unen para desproteger el medioambiente sin transparencia y aprovechando la conmoción por el coronavirus. Se están cargando años de leyes de protección ambiental.
  33. Andalucía (2020): El ayto. de Nerja (Málaga) quiere destrozar la mejor zona natural de la costa malagueña (campo de golf, viviendas…). Algunos políticos están aprovechando la crisis del coronavirus para aprobar sus sucios proyectos. Ecologistas en Acción está recogiendo firmas para evitarlo.
  34. Madrid (2020): Autorizan cazar en el 60 % de la región, en época de cría y confinamiento rindiéndose el gobierno del PP a los cazadores. Si hay superpoblación de alguna especie es de humanos.
  35. Galicia (2020): Escándalo de puertas giratorias con la empresa Renova Generación (antigua Greenalia).
  36. Murcia (2020): La ex consejera de Medio Ambiente del PP procesada por construir de una tubería en el Mar Menor sin “procedimiento de valoración ambiental”. Resultado: 1,7 millones tirados a la basura. Todo para alimentar regadíos ilegales sin control. El desastre ambiental se aumenta al aprovechar el gobierno autonómico del PP la crisis del coronavirus para rebajar las leyes ambientales.
  37. Murcia (2020): ONG ecologistas denuncian que el Gobierno de la Región de Murcia desprotege el medio ambiente escudado en la COVID-19. Han aprobado dos decretos leyes que permiten aumentar la contaminación/residuos y los crecimientos urbanísticos. El artículo también comenta acciones similares en Madrid, Andalucía, Galicia…
  38. Madrid (2020): Los ecologistas otorgan el premio Atila a Ayuso y a Almeida por la “destrucción” del medioambiente. La presidenta de la comunidad y el alcalde acumulan diversos motivos que los hacen merecedores de tan deshonroso premio (menús escolares basura, intentar quitar Madrid Central, promocionar la burbuja inmobiliaria…). El PP sigue acumulando premios, pero los votantes se van dando cuenta de la importancia que tiene el medioambiente (el COVID-19 lo ha dejado claro).
  39. Murcia (2020): Bruselas admite a trámite una denuncia contra los 4 últimos presidentes de la Región de Murcia por la destrucción del Mar Menor. Todos son del PP y también hay irregularidades en la desaladora de Escombreras. ¿Quién se ha llevado las ayudas para el mar Menor?
  40. El PP de Murcia se opone a dar derechos propios al mar Menor (2020), algo que sería muy efectivo para conservar este ecosistema único.
  41. Puertas giratorias y corruPPción con Iberdrola (2020): Esta empresa incorpora a las exministras del PP Báñez y Tejerina como consejeras de dos filiales. El PP legisló a favor de la empresa y los favores hay que pagarlos.
  42. El líder del PP de Almería alteró un convenio urbanístico en beneficio del promotor (2020).
  43. Madrid aprueba, en plena pandemia, la reforma de la Ley del Suelo para facilitar las  licencias urbanísticas (2020): La consejera de Medio Ambiente dice que el control administrativo será “posterior”, o sea, cuando ya esté el daño hecho. El objetivo es facilitar el trabajo a los que destruyen el medioambiente.
  44. Rincón de la Victoria (Málaga, 2020): Más de 500 personas protestan contra la tala de árboles en La Cala del Moral, pero el ayuntamiento del PP desoyó a sus vecinos.
  45. Madrid: PSOE y PP pactan la celebración de toros embolados y engosados (2020).
  46. Andalucía: Organizaciones sociales, ecologistas y ciudadanas valoran negativamente los premios Andalucía Medio Ambiente 2020. El gobierno del PP premia a empresas como Hidralia o a la Autoridad Portuaria de Sevilla a pesar de años sin respeto ambiental, usando un tribunal muy poco objetivo.
  47. En plena pandemia, la Junta de Andalucía autoriza a los cazadores a moverse libremente. Hay más libertad para MATAR que para disfrutar de la Naturaleza respetándola. Hay que prohibir la caza, como han hecho otros países. Comunidades como Castilla la Mancha también han tomado la misma decisión.
  48. Asturias: El PP quiere evitar que aumente la protección del lobo. El PP sigue sin evolucionar para satisfacer a sus amigos cazadores. La caza se debe prohibir totalmente, como están haciendo cada vez más países. El lobo es necesario en ecosistemas sanos y la caza solo hace retroceder a estas especies tan amenazadas.
  49. El Senado español rechaza una moción del PP para fomentar y reconocer el valor de la tauromaquia (2020): Pretenden que el maltrato animal se valores como cualquier otra expresión artística y eso es inaceptable, excepto para los líderes del PP y de Vox.
  50. Málaga: Luis Medina-Montoya Hellgren recibe el Premio Atila de Ecologistas en Acción (2020). El director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Málaga ha propuesto exterminar cotorras a tiros. Lo de las cotorras es un argumento más, pero este individuo trabaja poco y mal por el medioambiente de la ciudad de Málaga, una ciudad insostenible con un plan del clima que no se cumple, arboricidios constantes, carriles bici fracasados, su cementera tóxica, sus farolas vergonzosas, fomentando el transporte insostenible y los semáforos…
  51. Europa confirma la ‘ilegalidad’ de la caza de la tórtola europea: La Comisión Europea deja en evidencia a España y refuerza la denuncia contra 2 consejeros de la Región de Murcia presentada por los grupos ecologistas.
  52. Madrid, ciudad europea con más mortalidad por contaminación de coches (2021): Casi más grave es que el alcalde Almeida se aferra a que no solo los coches contaminan cuando los propios datos del Ayuntamiento constatan que el 77% de los niveles de dióxido de nitrógeno registrados por las estaciones de medición emanan del tráfico rodado. Al PP, la salud le importa menos que el tráfico motorizado.
  53. Málaga: El ayuntamiento no quiere renaturalizar el río como propone Ecologistas en Acción (sistema usado en ríos como el de Madrid, que tan bien ha funcionado). Su propuesta es una obra faraónica, donde clásicamente anida la corrupción. Su idea es dejar espacio a los coches y embovedar el río para que no se vea. Queremos árboles, no cemento. Queremos ver el río, no taparlo.
  54. Galicia: La Xunta autoriza una tala masiva de árboles centenarios próximos a una zona natural protegida.
  55. Málaga quiere dinero de Europa para aumentar sus gastos absurdos: Aunque proponen algunas ideas que pueden ser buenas (si se hacen bien), el grueso del dinero va para obras poco sostenibles: un túnel para incrementar el tráfico, embovedar el río Guadalmedina, mucho cemento, pocos parques, nada del Bosque Urbano, rascacielos,  encauzamiento del río Campanillas (no renaturalización, sino llenarlo de cemento y “limpiar el cauce“)…
  56. El PP presenta una moción para paralizar la protección del lobo en toda España: El senado la ha rechazado, porque ya se va entendiendo en España la importancia de los depredadores como el lobo.
  57. El PP tumba una moción de censura en Murcia metiendo en el Gobierno a tres tránsfugas de Ciudadanos. “La dignidad de algunos vale 76.000 euros al año y un chófer”. El PP incumple su pacto antitránsfugas para perpetuarse en el poder y mantener en Murcia la contaminación en el mar Menor, la agricultura intensiva, el abuso del agua, pozos ilegales, quemas agrícolas ilegales…
  58. El PP apoya a los camelleros: Cualquiera que gane dinero maltratando animales tendrá el apoyo del PP. Usa caballos o camellos para transporte es maltrato animal y tenemos que evolucionar, a pesar de que algunos partidos parecen querer vivir aún en el franquismo.
  59. Galicia: El gobierno del PP pasa por encima de los ayuntamientos gallegos para imponer parques eólicos, sin tener en cuenta en impacto ambiental y paisajístico.
  60. Andalucía (2021): El PP andaluz quiere volver al ‘caduco’ modelo de golf y ladrillo. Quieren que la Ley del Suelo agilice plazos para facilitar la destrucción de la naturaleza, que se haga un uso laxo de suelos rústicos y privatizaciones indirectas del patrimonio público. Si les sale bien lo de Barbate, seguirán destrozando Andalucía y dando dinero a sus amiguetes.
  61. A pesar de la opinión del PP, el Consejo de Seguridad Nuclear veta el proyecto de la mina de uranio de Salamanca: Con este pronunciamiento, el ministerio no puede conceder el permiso, pues la opinión del CSN es vinculante. Lo más destacable es que solo ha votado a favor el miembro que propuso el PP. La mina tenía también el visto bueno del gobierno local (también del PP). Es decir, los datos científicos no importan para el PP cuando hay interés político, a pesar de los claros indicios para sospechar que el interés en la mina es meramente especulativo: el objetivo principal sería estafar a inversores.
  62. En el Mar Menor (Murcia) siguen muriendo peces (2021): Los retiran rápido para que no se huela la muerte, pero no ponen ninguna solución. Haber llevado agua (por el trasvase Tajo-Segura) ha supuesto la conversión a regadío de campos de secano y el vertido de aguas tóxicas al mar. Consentido por el gobierno del PP, despreciando el sector pesquero y el turístico.
  63. El PP no asume su culpa en los altos precios de la electricidad: Aunque el PSOE tampoco parece querer resolver el problema, el PP con las políticas de Aznar-Rajoy está en el núcleo del problema. Es un problema complejo, que tiene varias soluciones simples.
  64. Alianza Verde denuncia los planes del Gobierno de Andalucía (PP) de incluir la caza dentro de la formación reglada de las niñas y niños andaluces: El partido ecologista le acusa de “estar cautivo de la ultraderecha”, mientras se sigue sin querer ver la verdad de la caza.
  65. Murcia: El PP autorizó sin evaluación ambiental un dragado de arena con metales pesados en el Mar Menor. Sabían que había cadmio, plomo y zinc a niveles muy por encima de los aceptables. Al remover la arena los contaminantes se liberan y circulan libremente.
  66. Málaga: La lista de barbaridades ambientales en esta ciudad crece. Esperamos que no siga creciendo, porque 25 barbaridades son muchas.
  67. Congreso nacional del PP de octubre 2021: El gran líder Pablo Casado afirmó que todos los que apoyan que el lobo no sea especie cinegética son comunistas. Demuestra una ignorancia grave, o bien, una influencia del lobby ganadero-cárnico-lácteo. Entre otras lindezas, también arremetió contra los que comen quinoa, porque viene en barco contaminando (suponemos que por criticar el veganismo, una postura ética que no perjudica a nadie). Mucho más ineficiente es traer soja para alimentar ganado, pero eso seguramente no quiere entenderlo (o no puede).
  68. El PP recibe el apoyo de Vargas Llosa en su congreso nacional y al día siguiente sabemos que está implicado en los papeles de Pandora, una trama de fraude en paraísos fiscales.
  69. El congreso aprueba una ley de defensa de los animales, con el voto en contra de PP y Vox (octubre 2021): Si ellos consideran a los animales como objetos, se entiende que no vean el sufrimiento de la tauromaquia o de la caza, por ejemplo.
  70. López Miras (presidente de la Región de Murcia) se atreve a decir: “Nadie nos ha informado de que hay 8.500 hectáreas de regadíos ilegales en el Mar Menor“. Los pozos ilegales han salido en prensa, televisión, documentales e informes, pero él no sabía nada. El gobierno murciano es el encargado de controlar y de dar permisos y no han querido actuar responsablemente. Si toleramos la muerte del mar Menor, una mentira tan despiadada no es para tanto.
  71. El PP quiere seguir cazando lobos en España: Hablan de volver al “consenso”, cuando antes tampoco había consenso. Quieren subvencionar a los ganaderos, cuando habría que multarlos. De las ventajas del lobo no hablan. Todo, al revés.
  72. Murcia: Sancionan a Medio Ambiente por vertidos contaminantes a un cauce natural.
  73. Galicia: El alcalde del PP fomentó la construcción de una guardería y un centro de tercera edad en terrenos contaminados de la mina de Touro.
  74. El PP quiere llevar más agua a Murcia y Almería. Son insaciables y quieren contaminar más aún, pero en esta ocasión el congreso lo ha impedido.
  75. Madrid: Indignación en España por el plan del PP de disparar a las cotorras. El culpable es el humano y no es justo provocar sufrimiento a seres inocentes, cuando hay métodos éticos. La solución más barata y cómoda no es la mejor.
  76. Madrid: El PP se lanza a una batalla para defender unas pistas de esquí sin licencia. Defienden la ocupación de un monte de utilidad pública por parte de la estación de Navacerrada cuya concesión expiró en abril y que Parques Nacionales pretende incorporar al parque de Guadarrama.
  77. Andalucía: Carmen Crespo (consejera del PP) dice: “El 50% menos de flota de arrastre es una ruina“. Pescar menos es una necesidad ecológica y la opción es comer menos pescado (y no comprar a otros países, como ella propone). La pesca de arrastre es tan sumamente destructiva que debería prohibirse totalmente.
  78. Almeida y Ayuso se vuelcan con los toros. Se destinan a actividades taurinas la mayoría de una partida dedicada a becas.
  79. Málaga (2022): El Ayuntamiento quiere construir una planta para quemar 200.000 toneladas de basura cada año. El humo tóxico sería cancerígeno y se evitaría hacer las cosas bien: reducir, compostar y reciclar.
  80. Murcia: El presidente murciano (del PP) lleva años promoviendo la agricultura contaminante y sin poner freno a los pozos ilegales. Pues bien, además, tiene la desfachatez de denunciar a la UE el vertido al Mar Menor de 183 litros por segundo de agua contaminada. Ellos han ocasionado el problema y ahora piden ayuda a la UE y al gobierno central, para que ellos no pierdan los votos inconscientes de un puñado de agricultores insensibles.
  81. La incoherencia del PP: El PP se manifestaba y arremetía contra las macrogranjas hasta que el ministro Garzón también las criticó. Entonces, el PP montó sus bulos, cambió su discurso y llegó a decir una de sus mayores mentiras: que “no existen las macrogranjas”. De vergüenza ajena. Si aún no has vomitado, no leas esto.
  82. Madrid, la región con más ayudas a la tauromaquia: Se gasta un 33% más que Andalucía, por ejemplo, teniendo tres veces menos explotaciones taurinas. Madrid tiene hasta una escuela de tauromaquia financiada con dinero público.
  83. Macrogranjas: El PP quiere defender las macrogranjas, pero no se atreve a ir a sacarse fotos en ellas. Y va a granjas de extensivo para mentir asegurando que las granjas intensivas no contaminan y no maltratan a los animales.
  84. Málaga: PP y Cs impiden que Málaga opte a las ayudas del gobierno para la renaturalización del río Guadalmedina. Su plan es más caro y más cemento. Sus proyectos insostenibles lo pagan los ciudadanos.
  85. Andalucía: Greenpeace el visto bueno del gobierno andaluz (del PP) al polémico hotel de Cabo de Gata: en un Parque Natural. Otro atentado a la naturaleza en Almería, cuando sigue sin resolverse el problema del hotel ilegal de El Algarrobico. Obviamente, la Autorización Ambiental Unificada (AAU) se ha hecho a medida de las empresas interesadas en el proyecto.
  86. Galicia: Feijóo dio su visto bueno a una macroganja que ahora la Justicia frena por ser un peligro para el medio ambiente y la salud. La empresa Coren ya ha tenido otros escándalos anteriores por contaminación. Los jueces afirman que la Xunta vulneró el derecho a la salud y que la ampliación de la explotación “comporta graves riesgos por las emisiones de polvo, partículas, olores y ruidos de la actividad, emisiones de amoniaco y enfermedades zoonóticas transmisibles a los humanos”. Los magistrados advierten de que la Xunta concedió la licencia a pesar de que “la descripción de los aspectos medioambientales que pueden verse afectados por el proyecto y la evaluación de sus efectos carece de rigor, es insuficiente, parcial, incompleta y vaga”.
  87. Málaga construye un puerto para megayates: Los barcos de recreo son muy contaminantes y tienen un alto impacto en los fondos marinos. El destrozo ambiental de los megamillonarios está arrasando nuestro planeta. Para que no se note, al proyecto le han dado un premio pintado de verde.
  88. Andalucía: El PP quiere amnistiar a los agricultores ilegales en el entorno de Doñana y su propuesta tiene el apoyo de Ciudadanos y de Vox. Sorprendentemente, el PSOE se abstuvo, como si le diera igual todo. La reforma provocaría un descrédito brutal ante la comunidad internacional y agrava el riesgo de que España sufra más sanciones internacionales por su desprotección ambiental. Están dispuestos a arriesgar Doñana por un puñado de votos. La sociedad está en contra y los agricultores legales también. La Comisión Europea, la Unesco y el Gobierno de España han pedido que no avance.
  89. Luz verde a seguir destruyendo la costa de Málaga: Marbella y la Junta de Andalucía aceleran los trámites para que no haya tiempo para quejarse. Por supuesto, dicen que todo será muy ecológico. Las dunas de Artola estarán aún más acosadas.
  90. Extremadura: La alcaldesa de El Gordo (del PP) se une al PSOE para criticar la sentencia judicial contra la urbanización ilegal construida en espacios protegidos. La alcaldesa no hay dicho nada de la residencia de ancianos que debería haberse estrenado hace una década.
  91. Málaga proyecta eliminar árboles del monte Gibralfaro para que se vean mejor las murallas del castillo. Proponer algo así demuestra la poca visión de un ayuntamiento sin perspectiva global. Todo para el turismo irreverente, nada para el ciudadano ni para la naturaleza.
  92. Orense: La Diputación en manos del PP tala más de cien árboles solo para llevar turistas a un monasterio. Además, no espera ni tres días para que la justicia aclare si es legal. Ecologistas y expertos en el monumento protestaron sin éxito.
  93. PP y PSOE pactan no prohibir el bisfenol A y los ftalatos en los envases. Son sustancias muy tóxicas (disruptores endocrinos) pero la industria quiere seguir usándolas. Otro punto controvertido de la ley radica en si las empresas deben pagar por los gastos públicos que provocan sus productos.
  94. Andalucía: El gobierno ha anulado la prohibición de futuros proyectos de extracción y almacenamiento de gas en Doñana. Los riesgos son muchos y graves: contaminación, explosiones, incendios, terremotos…
  95. Feijoo acusa al gobierno de forrarse con la subida del precio de la energía. El líder del PP no tiene en cuenta que el dinero de los impuestos va para todos (pensiones, sanidad, educación…) y no dice nada de algunas de las soluciones más importantes.
  96. Murcia: El Gobierno de Murcia pide al Ministerio la retirada de los mapas de zonas inundables. Los tacha de “deficientes” porque han supuesto la paralización de las licencias de obras y actividad. Las inundaciones se pueden prevenir, pero no de esta forma. Cuando vengan las avenidas, ¿asumirá el PP los daños ocasionados por esa enorme irresponsabilidad?
  97. Santander: El “Minizoo” de la ciudad incumple la ley, según informe del propio Ayuntamiento. Los animales están en mal estado: les falta enriquecimiento ambiental y el agua está putrefacta. Los animales se deben llevar a otros lugares. El ayuntamiento lleva años sin resolver el problema.
  98. Murcia: El PP pide declarar persona ‘non grata’ a la alcaldesa de Toledo por pedir el fin del trasvase de agua del Tajo al Segura. Algunos siguen sin entender que el agua no es solo un recurso para repartirse. Los trasvases son atentados ambientales.
  99. El PP insulta con el adjetivo ecofeminista: Es algo sin importancia. Solo demuestra la ignorancia absoluta que tienen del diccionario de la RAE, de feminismo y de ecologismo. Si tuvieran un mínimo de educación ambiental, no dirían tantas sandeces, y se harían ecofeministas (si sus intereses se lo permitieran).
  100. El PP vota en contra de una Proposición no de Ley para la protección de Doñana: Además, propone llevar más agua a los agricultores de Doñana. Apagar el fuego con gasolina. En teoría puede ser buena idea, pero deberíamos empezar por cumplir las leyes, cosa que en el PP no parecen estar acostumbrados.
  101. España aprueba que el ecocidio sea delito internacional a pesar de los votos de PP, Cs y Vox: Cuando se consiga, la Corte Penal Internacional (CPI) podrá juzgar el ecocidio, junto con los delitos actuales. ¿Qué interés tienen esos tres partidos políticos en que el ecocidio no sea juzgado?
  102. El PP fracasa en su intento en el Congreso de recuperar la caza del lobo: Obsesionados con argumentos falsos o acientíficos, su único objetivo es defender el puñado de votos de sus cazadores. Recordemos que tener lobos es muy ventajoso para los ganaderos, incluso aunque ellos no lo acepten.
  103. Eurodiputados españoles se pliegan ante los intereses de la pesca de arrastre: Esta práctica destroza la biodiversidad de nuestros mares. En tierra, no se nos ocurre cuestionar si deforestar o no los parques nacionales. Al PP no le sirve de excusa que casi todos los políticos votaran en contra de defender el fondo del mar, independientemente de su afiliación política e incluso saltándose las recomendaciones de voto de sus grupos en Europa. Esto es una prueba de la influencia de los lobbies de la industria pesquera en España.
  104. Madrid: Ayuso considera que el cambio climático es adoctrinamiento. Lo más grave es que quiere quitar este tema de los libros de educación (al igual que otros asuntos, como la igualdad entre hombres y mujeres).
  105. Andalucía: El PP promete infraestructuras insostenibles. Autopistas entre Marbella y Ronda, entre Málaga y Ronda, entre Ronda y Campillos, entre La Axarquía y el Oeste de la provincia… También prometen la llamada “autovía del agua” desde la Costa del Sol occidental hasta la Axarquía, como si sobrara agua en la Costa del Sol. Y todo para que puedan seguir regando campos de secano (aguacates y mangos). Otros proyectos insostenibles del PP son el trasvase del pantano de Iznájar (para lo mismo), trasvases y presas en los ríos Genal y Guadalhorce, la presa de Gibralmedina en el Campo de Gibraltar para abastecer a la Costa del Sol y, como no, nuevas desaladoras.
  106. Otro del PP que no se entera, en absoluto, de qué va esto de la emergencia climática. El portavoz de Ayuso (Madrid), dijo sobre la intensa ola de calor: “Que en junio haga calor es de lo más natural”. Es como si una mutación cerebral les impidiera a los del PP entender la gravedad del problema que se nos viene encima. Los datos dicen que el incremento de temperaturas en Córdoba y Jaén son muy preocupantes y falta poco para ver refugiados climáticos en esas regiones. En Madrid no falta mucho más.
  107. Rechazada en el Senado una propuesta de Vox para abrir golas del Mar Menor. El PP también votó a favor de hacer lo contrario de lo que dicen los científicos.
  108. PP y Vox también se han quedado solos en el Senado en su propuesta de ampliar el calendario de cierre de las centrales nucleares.
  109. Castilla y León: El PP dijo que mantener el operativo de incendios todo el año era ‘absurdo y un despilfarro‘. En junio de 2022, solo un incendio calcinaba más de 30.000 hectáreas en la Sierra de la Culebra, uno de los bosques más valiosos para especies tan emblemáticas como el lobo. El incendio más grave en España en este siglo. No es un desastre aislado. El año anterior en Ávila se quemaban 22.000 hectáreas.
  110. Murcia: Sigue el despilfarro de agua y el desprecio a las zonas naturales. Se venden cientos de viviendas junto al Mar Menor con una playa artificial en un área suministrada por el Trasvase Tajo-Segura. Es decir, usan el agua del trasvase para lujos absurdos, mientras el río Tajo muere de contaminación y sequía.
  111. Castilla y León: PP y Vox rechazan mejorar el dispositivo contraincendios a pesar de que esa comunidad está teniendo un verano nefasto de incendios forestales.
  112. Ante la ola de calor y los incendios de julio 2022, el consejero de Presidencia de Madrid, Enrique López, criticó al presidente del gobierno: “Decir que el cambio climático mata no es digno de un presidente”. También ha añadido que hay que limpiar los bosques, lo cual viniendo de un militante del PP tal vez signifique construir chalets.
  113. El Consejero de Castilla y León culpa a los ecologistas de los incendios: En una ridícula maniobra para desviar su responsabilidad, aseguró que la falta de mantenimiento de los bosques se debe a los ecologistas, los cuales, no tienen ninguna responsabilidad sobre ello, mientras que el PP lleva gobernando esa comunidad varias décadas.
  114. “El PP rechaza la reclasificación de suelos protegidos, no por su manifiesta ilegalidad, sino por temor a un recurso de los ecologistas”: La Junta desiste en su intención de urbanizar terrenos del PN Sierra de Grazalema en Ubrique. Los espacios incluidos en la Red Natura 2000 deben quedar preservados de su transformación urbanística y deben ser clasificados como Suelo No Urbanizable (SNU) de Especial Protección. Ecologistas en Acción avisan que estarán atentos para recurrirlo ante la Justicia, tal y como hemos hecho exitosamente con planes urbanísticos de otros municipios de la provincia de Cádiz.
  115. El Supremo tumba la demanda de Murcia de más agua del Tajo: El PP no quería las nuevas reglas del trasvase Tajo-Segura recortando el agua que llega a Murcia. Este trasvase ha permitido el abuso de la agricultura y, de ahí, la contaminación del Mar Menor.
  116. Madrid: El PP no frena la crisis climática ni pone remedio a sus problemas. Se niega a crear refugios climáticos para mitigar los efectos de las altas temperaturas. Barcelona está creando estos espacios desde 2019 y otras ciudades también se han sumado a esta medida que salva vidas.
  117. El PP critica (al menos en Madrid) la ley para ahorrar energía y, además, anuncia que la va a incumplir. Obviamente, si entendieran bien el problema criticarían la ley por ser insuficiente (justo lo contrario).
  118. Murcia: El ministerio se queja de que la administración murciana no cumple la Ley para la Recuperación del Mar Menor. El PP no agiliza los trámites y parece no estar interesado en que el Mar Menor sobreviva.
  119. N-ésimo despropósito en el Mar Menor: Polémico macrobotellón de cientos de barcos, contaminando y destrozando el fondo marino, con la participación de miembros del PP. Incluso cuando esos barcos fondean en días distintos, el destrozo del fondo marino es el mismo, por lo que hay que restringir los barcos (además de la agricultura, que es lo más impactante, especialmente la que usa agua del trasvase Tajo-Segura).
  120. Con el voto en contra del PP, Sueca prohíbe la celebración de actos taurinos: El alcalde de la localidad valenciana reivindica que “la sociedad evoluciona”. Este es solo un detalle de las cientos de votaciones en las que el PP se pone en contra del respeto animal.
  121. Playas sucias en Málaga: El agua presenta constantemente natas y espumas, tal vez porque la depuradora no depura adecuadamente. Además, reiteradamente se han cerrado playas por contaminación con aguas fecales (Escherichia coli).
  122. Feijóo ataca a las renovables contradiciendo los datos reales: Dice que hay “cientos de noches” sin producción de “energía renovable”. El PP insiste en su defensa de las centrales nucleares y térmicas, y acusa ahora a las renovables de no funcionar durante todo el día. El líder del PP ignora que hay centrales solares que funcionan de noche porque guardan el calor del sol.
  123. La Junta de Castilla y León va a autorizar una incineradora de residuos tóxicos en la ‘España vaciada’: El PP ha encontrado utilidad a la mal llamada ‘España vaciada’, pero no vale cualquier excusa para hacer negocio. En otros pueblos están poniendo macrogranjas, parques de renovables arrancando olivos y viñas
  124. El PP niega la ciencia ambiental otra vez, y niega que la causa principal de la contaminación del mar Menor sea la agricultura intensiva y de regadío. A pesar de esa estupidez, este partido no ha tenido valor para votar en contra de que el mar Menor sea el primer ecosistema de Europa con derechos propios.
  125. Feijóo se queja de que España no defiende el vino, y un tuitero le contesta que lo que más amenaza al vino es el cambio climático, y que su partido está haciendo y defendiendo todo lo contrario que habría que hacer.
  126. Feijóo contrario a prohibir la pesca de arrastre: Dice que encarecerá la cesta de la compra. Y tiene razón: encarecerá productos que ya son caros (merluza de pincho, rape, gallo, cigalas, gambas blancas…) y, además, no dice que son animales que se encarecerán aún más cuando los problemas de la sobrepesca ya no tengan solución. La pesca de arrastre produce un impacto ambiental brutal.
  127. Andalucía: El presidente andaluz pide al Gobierno de España mil millones de euros para, según dice, combatir la sequía. Aquí es preciso hacer dos consideraciones. Uno, si realmente cree que va a combatir la sequía con su plan de aumentar los regadíos legales. Absurdo. Y dos, si necesita dinero, ¿por qué renunciar a 900 millones en impuestos propios? ¿Quiere combatir la sequía o solo beneficiar a sus amigos?
  128. Madrid: La presidenta de la comunidad tiene un lío tremendo con el cambio climático. No se atreve a negarlo, pero hace todo lo posible por ignorarlo y se atreve a decir que en la “Tierra siempre ha habido cambio climático” y lo asocia al comunismo. Es decir, el 100% de los científicos son comunistas, según ella.
  129. Feijóo quiere eliminar los coches de más de diez años: El líder del PP demuestra claramente estar al servicio de la industria automovilística. Y encima pretende venderlo como una medida ecologista. Le ha salido mal, porque ha recibido críticas de todos los sectores, incluyendo sus socios de ultraderecha (por supuesto, la industria automovilística no lo ha criticado). Lo que hay que hacer es dejar de vender coches contaminantes nuevos (incluyendo los eléctricos), pero eso no da apoyos de la industria de coches…
  130. Galicia (enero 2023): Se celebran 7 campeonatos de caza del zorro con la temporada ya terminada. Se han recogido más de 75.000 firmas contra esto, gracias a la Fundación Franz Weber. Nos repugna ver fotos como la tuiteamos.
  131. El PP exige eliminar el impuesto al plástico y ampliar la bonificación del combustible. Sencillamente demencial. Si ya la Ley de Residuos del PSOE se puede calificar de desastrosa, lo que propone el PP es caminar más deprisa en la dirección incorrecta.
  132. Andalucía (febrero 2023): El presidente andaluz cae en el típico mantra fake de decir que el agua de los ríos se tira al mar. Aquí su tuit y nuestra respuesta con una lectura recomendada para él y para todos.
  133. El PP andaluz destaca el compromiso del Gobierno andaluz con la tauromaquia. Subió la partida de los toros un 15% y se la bajó un 44% a la investigación científica y un 15% al apoyo de las familias. También creó una ayuda de cuatro millones de euros para los ganaderos de toro bravo.
  134. Murcia: El presidente de Murcia quiere meter miedo a la población con el tema del agua. Pero no es la guerra del agua, es la guerra del relato. Usaron un lema estúpido, y tuvo éxito: “Agua para todos”. Y ahora quieren relanzar el tema. El PP miente, como con los aeropuertos, que ahora vemos que no tienen todas las ventajas que prometieron. Es posible que quieran resucitar el absurdo trasvase del Ebro, pero será solo para crear división, controversia y confusión.
  135. Madrid: Los vecinos de Madrid ‘apadrinan’ los árboles que Ayuso talará. Acabar con 200 árboles por el Metro es un error garrafal intolerable. Solo van a trasplantar los más pequeños, los que menos aire limpian, los que menos sombra dan, los que menos oxígeno nos regalan.
  136. Galicia: ENCE continuará contaminando la ría de Pontevedra (por culpa de un tal M. Rajoy). El presidente de la Asociación pola Defensa da Ría de Pontevedra, Antón Masa dice que «el Tribunal Supremo ha cedido a las presiones de ENCE» y que es «una puñalada al futuro de la comarca». Varios directivos de ENCE fueron condenados por delito ecológico. ¿Es seguro comer mariscos de la zona?
  137. Según Feijóo, hay que pescar merluzas para que no muerdan a la gente en las playas. Aunque te sorprenda, esa es su opinión y prometió decirlo en Bruselas. El Sr. Feijoo parece querer adelantar a Rajoy en estupideces sin sentido. Tal vez, ya lo ha conseguido.
  138. Andalucía: Tres ex directores de Doñana rechazan la ampliación del cultivo de fresas. Avisan del peligro que supone legalizar pozos y cultivos que ahora son ilegales. Y otro peligro: la reapertura de la mina de Aznalcóllar.
  139. Andalucía: El Gobierno central clausura 220 pozos ilegales en Doñana en esta legislatura, pero muchas fincas se siguen regando abriendo nuevos pozos ilegales debido a que el PP propone reiteradamente legalizar regadíos que son ilegales.
  140. Andalucía: La demarcación del Tinto, Odiel y Piedras es de los pocos puntos de Europa en los que se va a duplicar el regadío sin haber agua. El PP quiere hacer costosos embalses y trasvases en una zona seca y contaminada. Sería invertir en un proyecto imposible que, además, significaría la muerte de Doñana.
  141. Feijóo propone potenciar la construcción para abaratar las viviendas (abril 2023). Esa política ya se llevó a cabo hace años en España y no funciona. Produjo daños sociales y ambientales, en lo que acabó llamándose Españistán con la crisis de la burbuja inmobiliaria.
  142. Ayuso y la candidata del PP a la alcaldía de Rivas prometen cerrar el carril bici de la localidad. Sorprende que les moleste tanto una infraestructura que fomenta el transporte del futuro.
  143. El PP asegura que las fuentes públicas “atraen a indigentes“. Para el neoliberalismo, lo que no es negocio es molesto. No es un lapsus. En el ADN del partido está el facilitar el negocio, sin importar si genera plástico o destruye Doñana o el Mar Menor. Quitar fuentes y bancos de las ciudades, facilita el negocio de bares y supermercados, pero estamos renunciando a que lo más esencial de la vida sea gratis, como debe ser. Ahí no acaba la criminalización de la pobreza que hace el PP: el Ayuntamiento de Zaragoza (entre otros) multará con hasta 1.500 euros a quien rebusque en la basura. Luego, defienden el cristianismo sin tener ni idea de lo que Jesús decía de la pobreza.
  144. El PP no dice la verdad sobre Doñana (abril 2023). Bruselas cree que el plan puede “degradar” el Parque Nacional y dice que las medidas tomadas por la Junta “no son suficientes” y que van “en sentido contrario” a sus directrices”. El PP tiene que mentir, para que su discurso tenga sentido para sus votantes.
  145. Castilla-La Mancha. El líder del PP manchego quiere regularizar los pozos ilegales. Paco Núñez dice que quiere beneficiar a los agricultores. Las Tablas de Daimiel se están secando, como Doñana, por el abuso de los agricultores. De hidrología o ecología no habla, porque no tiene ni idea (analfabetismo ambiental).
  146. Andalucía. Moreno Bonilla se inventa un artículo y un número de folios de la proposición de Ley que pone en riesgo el futuro de Doñana. Un fallo lo tiene cualquiera, pero en el vídeo se ve claramente la prepotencia del presidente de Andalucía, encarándose con una joven periodista, preguntándole por un artículo de la ley que no existe. El dirigente le reprochaba a la periodista no haber leído la ley cuando precisamente es él quién no se la ha leído y actúa como si entendiera de todo. Estamos, muy posiblemente, ante un acto machista, dado que seguramente el Sr. Moreno no hubiera actuado así ante un periodista varón. El vídeo sería “gracioso” si no fuera porque es muy importante el tema.
  147. Manipulación informativa en la TV pública de Andalucía. La Junta Electoral saca los colores a Moreno Bonilla y le apercibe por las mentiras de Canal Sur sobre Doñana. La situación de Doñana y lo que habría hacer con los regadíos ilegales no es solo una cuestión política, sino científica. Los profesionales de Canal Sur han protestado por la manipulación que el gobierno del PP les obliga a hacer.
  148. El PP de Málaga pinta de verde las medianas, de cara a las elecciones. En vez de plantar árboles o dejar plantas ruderales, el alcalde prefiere la pintura. Eso sí, de color verde clorofila, aunque hablar del Bosque Urbano le produzca ardor de estómago.
  149. El PP europeo la rechaza la ley de biodiversidad, mientras todos los ministros de la UE dan su visto bueno (junio 2023).
  150. Elimina las consejerías de Medioambiente y de Igualdad el nuevo gobierno de Baleares (PP y Vox).
  151. El Partido Popular Europeo vota en contra de la Ley de Restauración de la Naturaleza. La ley salió gracias a los votos de otros grupos políticos. Es una ley polémica porque el objetivo es rehabilitar al menos el 20% de los ecosistemas degradados de Europa hasta el año 2030. Para algunos, restaurar ecosistemas es una mala opción, mientras que lo ideal es degradarlos aún más…
  152. El PP quiere que vuelva en Valencia el maltrato animal del “bou embolat”. Afirman explícitamente el “respeto del PP por las tradiciones taurinas”.
  153. Rotundo apoyo del PP al mundo de la caza (sin considerar el terrible daño a la biodiversidad y al medioambiente). El Partido Popular y Vox han firmado el ‘Compromiso Político con la Actividad Cinegética 2023/27‘, propuesto por la Real Federación Española de Caza y apoyado por la Oficina Nacional de la Caza.
  154. Rajoy dice que “la ley de bienestar animal y los transexuales” son “temas que a nadie le importa” (y la crisis climática, tampoco, por supuesto…). Obviamente, la frase es falsa. La duda es si es cierta entre todos los votantes del PP.
  155. PP y Vox avalan crear un ‘observatorio de violencia animalista’ contra cazadores mientras borran la machista de sus pactos. Niegan o minimizan la violencia contra las mujeres y se inventan la “violencia” contra los cazadores, mientras que no se dan cuenta que la caza es un acto inherentemente violento. Y si es por placer, es, además, inherentemente sin ética.
  156. El PP extremeño asume el discurso de Vox y anuncia que la protección del medio ambiente en Extremadura “dejará de ser un lastre”. María Guardiola fue esa mujer que pacto con Vox una semana después de criminalizar rotúndamente a ese partido y afirmar que jamás pactaría con ellos por racistas, xenófobos, machistas y no sé cuantas cosas más.
  157. El PP propone preservar la tauromaquia como una expresión cultural de todos los españoles. Solo buscan excusas para crear chiringuitos taurinos y seguir dedicando dinero público a una actividad que avergüenza a la mayoría de los españoles.
  158. El PP de Extremadura elimina la consejería de Igualdad. Alguna vez nos han espetado con retintín, que hablamos de cosas alejadas del medioambiente, pero no. La economía, el bienestar animal, o la igualdad son temas íntimamente relacionadas con el ecologismo. Se ha acuñado el término ecofeminismo, que proponemos que sustituya tanto al de ecologismo como al de feminismo, porque pensamos que no se puede defender uno y marginar el otro.
  159. PP y Vox intentan revivir a la tauromaquia regándola con dinero público (julio 2023). ¿Cómo se explica que baje el número de espectáculos taurinos y suba el de matadores? A pesar de las argucias legales utilizadas, ya no se celebran toros en Asturias, Catalunya Canarias y Ceuta. La mayor caída ha sido en la provincia de Málaga: en 2011 era la tercera provincia con más corridas de toros (25), pero en 2022 se ha quedado en 8.
  160. Murcia. PP y Vox se alían en Murcia para tumbar la prohibición de construir en el Mar Menor. Su política de “progreso” es más ladrillazo. Es decir, no han aprendido nada de las crisis anteriores y, por supuesto, nada de medioambiente y respeto al ser humano y a las demás especies.
  161. Andalucía. Desastrosa gestión tras un grave incendio forestal. Un año después del incendio de la Sierra de Mijas, se sabe que fue provocado, pero no hay culpables. Las tareas de restauración se centran en sacar dinero, por ejemplo con las 30.000 toneladas de madera por valor de 270.000 euros, cuando todos los expertos aconsejan dejar la madera quemada porque ayuda a abonar la tierra del monte. Además, el PP quiere un plan de caza que aumente las poblaciones de especies cinegéticas. La naturaleza no vale nada para ellos, si no pueden sacar dinero, independientemente de los daños que producen los cazadores.
  162. Castilla-La Mancha. PP y Vox intentan compensar el desinterés de la sociedad por la tauromaquia impulsando la participación de niños y niñas, iniciativas que contradicen las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
  163. PP en Castellón quiere abrir una escuela de ‘parany’, un método de caza prohibido. Es como proponer una escuela para “robar bancos” con la diferencia de que los bancos hacen más daño que los pajarillos. El PP también plantea crear una “cátedra científica” para fomentar ese método de caza, que es ilegal.
  164. PP y Vox comienzan a desmantelar carriles bici en Elche (Alicante).
  165. Desaparecen carriles bici en Logroño (La Rioja).
  166. Valladolid, Palma y Gijón también sufren recortes en sus carriles bici.
  167. La Guardia Civil denuncia a un edil del PP en un pueblo de A Coruña que regaba su finca de eucaliptos pese a la sequía.
  168. La Rioja pide excluir al lobo del listado de especies protegidas. Otro ataque del PP contra la biodiversidad y también contra la ganadería, pues el PP desconoce todos los efectos positivos de los depredadores como el lobo.
  169. La Unesco exige “cerrar urgentemente” los pozos ilegales en Doñana y critica el plan de legalización. El plan de la Junta de Andalucía (del PP) de legalizar los robos de agua es tan aberrante que asombra a la comunidad internacional. Cuando no haya agua ni para Doñana ni para los agricultores legales, será tarde para lamentos y para cambiar el voto.
  170. Menorca. El PP autorizó un imponente parque acuático en una zona protegida. Se hizo con informes en contra y ahora la Justicia reconoce que no puede ser considerado de interés general, truco que pretenden emplear para que no se devuelva la zona a su estado anterior.
  171. Andalucía. El gobierno autonómico (PP) facilita el embovedado del Guadalmedina a su paso por Málaga, como quiere el alcalde (PP). Embovedar un río, aunque sea parcialmente, es despreciar su potencial. Compara las dos propuestas que hay hechas para este río.
  172. Madrid. Isabel Díaz Ayuso está convencida de que los libros de texto tienen material sectario, saberes ideológicos o ingeniería social. Lo más grave es que lo diga una persona negacionista del cambio climático y también de los efectos negativos de la contaminación atmosférica (cfr. unos puntos más arriba). La sospecha es evidente. ¿Será ella la que realmente quiere meter su material sectario en los libros? Lo tiene complicado, aunque nada es imposible.
  173. Galicia. La Xunta autoriza la caza “sin límite” de jabalís en 248 ayuntamientos de Galicia, durante cinco meses. Hasta el fin de la temporada de caza, no habrá control sobre los cazadores. Se basa en concepciones erróneas y en una falta de sensibilidad hacia el medioambiente y hacia los animales. Por ejemplo, dicen que quieren evitar accidentes, pero los accidentes por animales se dan más en temporada de caza, cuando los animales huyen. Lo más sensato es prohibir la caza en todos los territorios, de todas las especies, dado que la ciencia aporta otros mecanismos para controlar las poblaciones, sin hiciese falta.
  174. Andalucía. Nueva mortandad de peces en el estero Domingo Rubio. Hace menos de un año, perecieron 200 toneladas de peces. Los vertidos llegan desde las fincas que lo rodean y la Junta de Andalucía, responsable del Espacio Natural Protegido, no hace nada.
  175. Extremadura. El gobierno regional autoriza la caza en el Parque Nacional de Monfragüe, algo que va en contra del propio Plan Rector de Uso y Gestión, por ser una actividad incompatible.
  176. Menorca. Cesan a la alto cargo del PP que se saltó la ley para celebrar el cumpleaños de su hija en un recinto protegido.
  177. Alberto Núñez Feijóo llama dictadores a los ecologistas, en su discurso de intento de investidura: «No voy a perder ni un segundo en discutir sobre el cambio climático […] Transición ecológica: sí. Dictadura activista: en ningún caso». Es una forma cutre de decir, que no niega la evidencia científica, pero que va a hacer lo que le dicten las grandes corporaciones energéticas.
  178. Málaga. El Ayuntamiento pide nada menos que un año de moratoria para instalar su zona de bajas emisiones. Si la salud o el medioambiente les importara, la ZBE estaría aprobada hace años.
  179. Badalona se suma a los municipios gobernados por PP (con o sin Vox) que quieren eliminar carriles bici.
  180. Pamplona frena un proyecto de carril bici y pierde 4,7 millones de los fondos europeos.
  181. El Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (en manos del PP de Madrid) no protege los árboles de Montegancedo. Miles de firmas se van sumando para pedir que se proteja este bosque de las promotoras y de los políticos sin escrúpulos. El proyecto amenaza especies protegidas.
  182. Elche. PP y Vox suspenden las licencias de obra para proyectos fotovoltaicos. No se trata de que quieran hacer nuevas evaluaciones de impacto ambiental o que quieran que las renovables se expandan cumpliendo las condiciones básicas de ética y sostenibilidad, sino que todo apunta a que quieren una nueva ordenación urbanística. Es decir, quieren construir para lucrarse a costa de la destrucción. Esperemos que sea otra cosa…
  183. Murcia: un nuevo embalse sin autorización en el Parque Regional de Carrascoy. Intereses agrícolas y urbanísticos amenazan con degradar un área de gran valor. Esto se suma a la lista de desastres ambientales de la Región de Murcia (aquí un resumen).
  184. El Partido Popular sigue empeñado en desproteger al lobo. Basa su posición en bulos y datos falsos. Uno de los más graves errores es vincular la presencia de lobos con la desaparición de la ganadería. La realidad es que el lobo beneficia a la ganadería y, por otra parte, los ganaderos deben ser responsables con su ganado y no dejarlo desprotegido, lo cual no implica aumentar los costes. Los ataques de lobos al ganado son muy pocos y, menos aún, si se quitan los ataques de perros asilvestrados y los fraudes por parte de algunos ganaderos.
  185. Valladolid quita carriles bus y carriles bici, aprobado por PP y Vox y criticado por toda la oposición y también por todos los informes técnicos.
  186. PP y Vox recortan los presupuestos destinados a Medio Ambiente donde gobiernan. No solo suprimen carriles bici y ZBE. También eliminan consejerías de Medio Ambiente, o reducen sus presupuestos. Colectivos sociales denuncian que se están fomentando intereses privados por encima de lo público, y dedicando dinero de todos para fomentar caza y toros.
  187. El Ayuntamiento de Valdemorillo desafía al Defensor del Pueblo y persiste en no facilitar información ambiental. Diversos colectivos muestran su preocupación por el desprecio a la legalidad de PP y Vox.
  188. Andalucía. Una sociedad de cazadores asume por primera vez la custodia de los montes públicos de un parque natural. El espacio gaditano de La Breña está en manos de personas sin formación y con ganas de matar animales, todo tras un acuerdo con los ayuntamientos de Barbate y Vejer con el impulso del Gobierno andaluz.
  189. Galicia. El PP aprueba nuevas centrales eólicas sin consideraciones humanas ni ambientales.
  190. Madrid. Numerosas organizaciones denuncian los graves retrocesos y la falta de avances en movilidad sostenible en Madrid.
  191. Madrid. Oposición radical de los ciudadanos a las talas de arbolado asociadas a la construcción de la línea 11 de metro (véase punto anterior) y a las irregularidades en el proyecto.
  192. Málaga. Una nueva depuradora destrozará la zona de Vega Mestanza y habrá que talar 20.000 árboles cítricos. Los vecinos piden que se coloque en otro lugar.
  193. El gobierno de La Rioja miente conscientemente sobre la situación del lobo. El PP exagera las poblaciones y los daños para justificar cazar. La caza no será ética independientemente de esos datos que, además, son mentira.
  194. Málaga. El PP insiste un año más en llenar de luces el Jardín Botánico-Histórico de La Concepción.
  195. Málaga. La mayoría del PP impone su criterio contra el medioambiente y el estilo de vida de la ciudad al aprobar el plan del rascacielos del Puerto, un edificio insostenible y en una zona de alto riesgo ante la crisis climática que el PP niega cada día con sus actos.
  196. Aragón. Ángel Samper, consejero de Agricultura del Gobierno de Aragón dice, literalmente, que “allí donde hay un lince, los ganaderos tienen un problema grande“. ¿Ignorancia o mala fe? Está claro.
  197. Madrid. El gobierno regional (PP) ha negociado llevar a Madrid un premio de Fórmula 1. Estos deportes son terriblemente perjudiciales para el 99,99% de la población mundial. Aquí unas cuantas razones para abolir todo tipo de deportes criminales.
  198. Madrid del PP, ciudad arboricida. No lo dicen los ecologistas, sino decenas de profesionales del urbanismo a propósito de una de las talas que más oposición vecinal ha recibido, la de Madrid Río.
  199. Málaga. El ayuntamiento expropia unos terrenos a precio de oro. Pasará de zona verde a centro comercial. Otro ejemplo de cómo se privatiza dinero público, pisoteando el medioambiente en el camino.
  200. Logroño. El alcalde del PP destruye la rotonda holandesa de Murrieta, un nuevo ataque a la movilidad sostenible y a un proyecto NextGen ya finalizado sobre el que hay una cláusula de no reversión de 5 años.
  201. Andalucía. Doñana se ha convertida en la primera reserva natural en ser excluida de la lista verde del mayor organismo ambiental del mundo (la UICN). HA SIDO POR LA MALA GESTIÓN (no por la sequía). La Junta de Andalucía (del PP) dice que no saben nada.
  202. Valencia. La Diputación aumentará un 30% el presupuesto para los toros. Pensemos que estamos en la comunidad española que más dinero PÚBLICO dedica a la tauromaquia y, por otra parte, el despropósito de las diputaciones.
  203. Galicia (2024). La Xunta del PP usa fondos Next Generation (europeos) para financiar un campeonato de caza.
  204. Galicia. La Xunta ocultó la información del vertido de microplásticos durante días a instituciones y al sector pesquero. Se trata de un vertido de extraordinaria gravedad.
  205. Madrid. El ayuntamiento tala 28 árboles de la Plaza de Santa Ana para beneficiar a un parking privatizado del que las arcas públicas no ganarán nada.
  206. Huelva. La Junta propone a autorizar más vertidos contaminantes a la Cuenca del Odiel.
  207. Málaga. El ayuntamiento sigue ampliando carriles para coches cuando ya es sabido que eso no reduce la congestión sino que aumenta los vehículos y todo se vuelve a congestionar. La solución ya se ha probado en multitud de ciudades y es reducir la libertad de los vehículos privados.
  208. Galicia. La Xunta rectifica un mes después del vertido de pellets de plástico y eleva a 2 el nivel de alerta para recibir apoyo del Gobierno central. ¿Por qué le ha costado tanto? ¿Qué ganan en el PP haciendo daño a la naturaleza?
  209. Valencia. La política de movilidad del PP y de Vox en capital verde europea aumenta el tráfico en el centro hasta un 48%.
  210. Extremadura. Luz verde a la caza con perros en Monfragüe, en fincas públicas y posiblemente también privadas. PP y Vox dejan la puerta abierta a que también se permitan monterías con perros sueltos en el Parque Nacional.
  211. Andalucía. La Junta organiza un programa formativo sobre el cultivo de mango y aguacate en plena crisis por la sequía. El PP sigue sin entender que el agua es un bien escaso. Para un kilo de estos productos subtropicales son necesarios alrededor de 2.000 litros de agua mientras que para el tomate basta con 200. En diversas zonas de Andalucía, como en la Axarquía malagueña, se están produciendo cortes de agua por culpa de esos cultivos (legales e ilegales).
  212. Andalucía. El Constitucional tumba la ley andaluza que permite construir casas en suelo rústico, como quería el PP. En otro artículo de la ley, el PP equiparaba la consideración de una mina con la de un cultivo.
  213. Andalucía. Denuncian un “río de sangre” en Benaoján (Málaga), por culpa del matadero. El alcalde del PP, Guillermo Becerra, dice que no contamina. La ignorancia e insensibilidad del PP se supera cada día.
  214. Madrid. El gobierno local estudia construir una nueva carretera que afectaría al Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama y se superpondría a varias vías pecuarias. Cualquier cosa que potencie el vehículo privado, no es una buena medida.
  215. Madrid. El alcalde organiza una mascletá pirotécnica en la zona natural del río, con la oposición de ecologistas, animalistas y el resto de partidos del consistorio. Los problemas de los fuegos artificiales son poco conocidos por el PP.
  216. Andalucía. El pacto de Doñana se tambalea tras ‘colar’ el Gobierno andaluz una reforma de la ley forestal en un macrodecreto.
  217. El PP hace frente común con Vox en favor de la energía nuclear y contra el cierre de las centrales.
  218. Málaga. Las promotoras ponen sus ojos en el único gran proyecto por encima de la ronda este. Política de ladrillazo y pelotazo ocupando más y más territorios naturales.
  219. Extremadura autoriza la caza del meloncillo. Es un animal que ha estado protegido en España desde tiempos franquistas.
  220. Con el voto en contra de PP y Vox, España suprimirá los vuelos con alternativa en tren de dos horas y media sin conexión internacional. Si de verdad queremos mitigar la crisis climática deberíamos quintuplicar los precios de viajar en avión y ampliar esta medida a las 4 horas. Incluir la ruta Madrid-Barcelona (que aún no está claro) será clave para conseguir una reducción significativa de las emisiones derivadas de la aviación.
  221. Madrid. Operación Chamartín, un libro recoge el atropello que supone este plan urbanístico. Otro caso más de usar recursos públicos para intereses privados, sin atender a la ciudadanía ni a la sostenibilidad.
  222. Málaga. Otro caso más, igual que el anterior. Este aún se puede evitar. Los vecinos de Málaga se oponen a la construcción de 285 casas en Pinares de San Antón. Esta “aberración” ya tiene luz verde del Ayuntamiento del PP. Los vecinos quieren zonas verdes y casas para los jóvenes del barrio, no chalets de lujo.
  223. Madrid. El Partido Popular pretende recalificar un espacio natural protegido para seguir ampliando el vertedero de Pinto.
  224. El PP reformula su viejo proyecto de trasvases para hacer frente a la sequía. En el PP siguen sin entender el ciclo del agua y sin querer solucionar el problema de la crisis hídrica a la que se enfrenta España.
  225. Madrid. La ‘ciudad de los ancianos’ reclasificará un paraje protegido para construir un gran geriátrico, una plaza de toros y 220 nuevas viviendas en el municipio de Guadarrama, gobiernado por PP y Vox.
  226. Avanza la propuesta del PP contra el lobo, basada en «bulos y mentiras» (según WWF).
  227. Pozuelo de Alarcón talará parte de un encinar centenario para construir 1.050 pisos de lujo. Lo de Montegancedo es otro atentado ambiental.
  228. Andalucía. La Junta pretende volver a los tiempos de las campañas de extinción de “alimañas”, un atentado histórico contra la biodiversidad. Quiere autorizar la caza y captura de zorros, meloncillos, tejones, ginetas y garduñas.
  229. Madrid. Después de lanzar petardos en el río hace unos meses, el PP propone iluminar el Manzanares, sin tener en cuenta los daños de la contaminación lumínica en fauna y flora.
  230. El PP desafía a Cultura y utilizará el Senado para crear un nuevo premio de tauromaquia.
  231. Murcia. PP y Vox aprueban un pacto de impulso a la caza con extraescolares para los niños.
  232. Baleares. Amnistía urbanística y más ladrillo. Un decreto modifica más de 50 leyes que, según los ecologistas, provocará “consecuencias graves para la protección de los recursos naturales y del suelo”.
  233. La candidata del PP de La Rioja a las europeas metiendo miedo con bulos sobre el lobo: “Hay dos pueblos de Cantabria sitiados por el lobo, los niños no pueden salir a la calle”.
  234. PP y Vox, los partidos peor situados con respecto a su compromiso con los animales. AnimaNaturalis ha hecho una tabla fácil de entender de cara a las elecciones europeas. También están muy mal situados Junts (extrema derecha catalana) y CEUS (coalición del PNV y otros).
  235. Valencia. La ley de ordenación de la costa de PP y Vox condena a muerte el Pativel y merma la protección del territorio valenciano. La nueva norma rebajará de 1.000 metros a 500 la protección del litoral y permitirá la construcción de hoteles a 200 metros de la línea de mar, zona de alto riesgo por la crisis climática.
  236. Mijas (Málaga). El municipio malagueño de Mijas modifica su PGOU para colar otro campo de golf, declarado de interés estratégico por la Junta de Andalucía. También contará con 350 apartamentos turísticos y un hotel de lujo. Andalucía recalifica otras 100 hectáreas de suelo no urbanizable para superar los 60 campos de golf en la Costa del Sol. La crisis hídrica no existe (para el PP).
  237. Andalucía. Ante la ambigüedad de la Junta, más de 80 organizaciones rechazan el vertido tóxico de la minera Los frailes al Guadalquivir. Esta contaminación directa en el río es intolerable.
  238. Canarias. El PP arrincona el plan climático del gobierno anterior. No habrá por ahora renovables para los más vulnerables ni una transición justa.
  239. Málaga. Vecinos de Guadalmar plantean una campaña contra la “tala indiscriminada” de árboles por las obras de la Academia del Málaga. “Nos quedamos sin árboles, ni grandes ni pequeños”, denuncian. Lo expusimos por aquí hace años… El PP en Málaga sigue aumentando sus arboricidios.
  240. Almería. El CSIC denuncia la muerte de gacelas en peligro de extinción por un festival que la alcaldesa del PP no quiso reubicar. Los conciertos se celebraron junto a una reserva pese a que los científicos pidieron su traslado por el estrés que provocan en los animales.
  241. Málaga/Cádiz. El Ayuntamiento de Málaga ignora las recurrentes manifestaciones contra su gestión. Una de las más grandes tuvo lugar el 29 de junio de 2024. El objetivo central fue conseguir una ciudad habitable y poner coto al turismo masivo en general y a los pisos turísticos en particular, así como a todo lo que eleva en exceso el precio de la vivienda. También hubo reivindicaciones para conseguir una ciudad más sostenible, con su bosque urbano y con más respeto a la naturaleza. Aquí puedes ver algunas fotos. El mismo día hubo otra manifestación similar en Cádiz, y ha habido otras en multitud de ciudades.
  242. Comunidad Valenciana. Gandía lucha contra la ley de costas de la Generalitat para preservar l’Auir, el único tramo virgen que tienen y un espacio de alto valor natural. La nueva normativa del PP permitirá desproteger el suelo para urbanizar.
  243. Madrid. El colmo es presumir de apostar por la construcción masiva, sin ver los graves perjuicios que conlleva.
  244. La Comunidad Valenciana reduce de 500 a 100 metros la posibilidad de construir hoteles en primera línea de playa. Esta modificación legal se ha colado en el llamado Plan Simplifica, concebido para reducir burocracia para abrir de empresas.
  245. Sevilla. Ecologistas en Acción denuncia la tala de 600 árboles (sanos, adultos y de buen porte) por las obras de la línea 3 del metro.
  246. Castilla y León. Se abre la puerta al lavado verde de la ganadería industrial usando biogás, la nueva apuesta del capitalismo verde. Ya hay casi 40 proyectos de biogás y biometano, muchas cerca de macrogranjas y con fuerte rechazo social. Convertir los residuos orgánicos en energía puede ser una buena idea (si cumple ciertos requisitos).
  247. Madrid. El alcalde de Arganda del Rey (PP) se niega a cumplir la ley: “No vamos a implantar una zona de bajas emisiones”.
  248. Andalucía. La Junta aprueba la autorización ambiental para la apertura de la mina de Aznalcóllar (Sevilla). Los vertidos contaminarán el río Guadalquivir.
  249. Málaga. El PP de Málaga mantiene las carrozas de caballos, al menos 10 años más. Dicen que quieren acabar con esto, pero no tienen ninguna prisa en hacerlo a pesar de sus sorprendentes declaraciones: «No se pueden imaginar las quejas de turistas que llegan a diario al Ayuntamiento sobre las condiciones de los coches de caballos». Es urgente acabar con el maltrato animal y, en particular, con la hípica.
  250. Madrid. El PP cambia la ley que protege los árboles: podrán ser talados a cambio de dinero y no de replantaciones. Lo hace en mitad del verano, cambiando la Ley de Protección y Fomento del arbolado urbano.
  251. España. PP y PSOE están de acuerdo en fomentar el greenwashing para los viajes en avión. El congreso da luz verde a la promoción de combustibles pseudo-sostenibles para la aviación. Ignoran que es imposible que la aviación sea “sostenible” (hoy por hoy).
  252. Galicia. La empresa Altri, avalada por el PP, se llevará 46 millones de litros diarios de agua y contaminará varios ríos. Dinero para unos pocos, destrucción para decenas de generaciones. No hay tejidos sostenibles si no se produce ecológicamente. Es la sed insaciable de la fast fashion.
  253. Andalucía. La Junta ha autorizado un vertido minero al estuario del Guadalquivir sin garantías de que no va a contaminarlo gravemente. La mina de Aznalcóllar avalada por el PP, ignorando aspectos científicos claves.
  254. Madrid. El PP insiste en destrozar la naturaleza, hasta que un juez lo impide. Un juez suspende por motivos ecológicos las obras de una urbanización de lujo en Pozuelo de Alarcón.
  255. Madrid. Con prisas y en pleno verano, así quiere mutilar la Comunidad de Madrid su ley de protección animal. Incluida en una ‘ley ómnibus’, tramitada por la vía de urgencia y en pleno mes de julio. Algo similar también se hizo en La Rioja. Otra vez, los más perjudicados son los perros de caza, tratados como perros de segunda clase y, por ejemplo, podrán cortarles las orejas y el rabo. Pero la lista de retrocesos es larga, para contentar a los cazadores.
  256. Tomelloso (Ciudad Real). El ayuntamiento patrocina un ‘Burger Fest’ con dinero público. Ecologistas en Acción pide a este consistorio gobernado por el PP que no incentive el consumo de carne. ¿Y si se hace un ‘Vegan Burger Fest’?
  257. Madrid. El PP de Pozuelo de Alarcón multa con solo 263.000 euros a la inmobiliaria que taló 214 árboles, algunos de ellos centenarios. El PP pone de oferta aniquilar la naturaleza y le ofrece a la empresa varios descuentos extra.
  258. Andalucía. La Costa del Golf no tiene límites. Avanzan los trámites para la construcción de nuevos campos en Mijas, Málaga, Nerja, Castellar de la Frontera (Cádiz)… Si llueve este año, retrasamos la crisis un poco.
  259. El tándem PP-Vox aleja a España del modelo de ciudad de los 15 minutos. Consistorios como Logroño, Valladolid o Gijón han desmantelado los carriles bici en tramos clave. Madrid continúan arrasando los árboles de la capital para facilitar pelotazos urbanísticos.
  260. Murcia. La Comunidad da carpetazo a la investigación sobre la fiesta en la isla del Ciervo. Es más cómodo archivar la causa que sancionar a los culpables (que son fáciles de identificar). El medioambiente es el primero en salir perdiendo (pero no el último).
  261. Málaga. Otro árbol que se pierde por la mano del ayuntamiento. Los vecinos de El Palo no tuvieron tiempo de organizarse para salvarlo. Y van muchos árboles perdidos. Los del PP siguen dando pasos en el camino del despropósito. No es solo un ayuntamiento del PP. Son todos, porque su ideología neoliberal solo valora el dinero.
  262. Andalucía. La Junta de Andalucía declara “estratégico” un proyecto de los Franco para construir un complejo de ocio sobre el acuífero de Coín. El PP de la Junta arriesga el agua de Monda y de Coín, así como dos especies protegidas que viven allí. Y quiere acelerar el papeleo para que haya menos protestas.
  263. Madrid. El PP se ha empeñado en llevar la Fórmula 1 a la capital, a pesar de ser uno de los deportes que habría que prohibir por su alto nivel de contaminación. Como ocurrió en Valencia, el PP prometió que no costaría nada de dinero público y ya sabemos que es mentira. La Fórmula 1 causará al menos dos años de pérdidas en Ifema. Ayuntamiento y Comunidad de Madrid buscan fórmulas para incorporar un inversor privado al proyecto después de que el concurso, que mantienen oculto, haya quedado desierto. Otro ridículo del PP que pagamos entre todos.
  264. San Sebastián de los Reyes (Madrid), desvía dinero destinado a educación para financiar la tauromaquia.
  265. Andalucía. La Junta de Andalucía autoriza durante un año al Ayuntamiento de Málaga a emplear arqueros contra los jabalíes. Maltrato animal que se sabe que no soluciona el problema, porque matar descontrola las manadas y aumenta su fertilidad. Sería mejor prohibir que se alimenten artificialmente y entender las auténticas causas y las mejores soluciones.
  266. Andalucía. La Junta declara bien de interés etnológico la CAZA de perdices con reclamo. La caza solo provoca daños. El gran Félix Rodríguez de la Fuente se dio cuenta de ello y se mostró partidario de prohibirla totalmente (véase este vídeo). Para saber más sobre lo que hacen estos cazadores lee y mira las fotos de este hilo de X.
  267. Andalucía. La Junta se apunta al exterminio de los depredadores naturales. Pretende aprobar una Orden que dará cobertura legal a la figura el controlador de depredadores.
  268. Málaga. El ayuntamiento quiere construir un centro comercial en una reserva de camaleones (zona El Limonar), por los que cobró 150.000 euros de la FEMP por protegerlos. Esto se une a construcciones ya mencionadas, como la prevista en el monte San Antón, y hace que los montes se van ocupando. Así, luego los vecinos se quejan de que los jabalíes invaden sus calles, cuando la realidad es que es la ciudad la que invade el hogar de la fauna salvaje.
  269. Galicia. As Fragas do Eume, otro bosque autóctono gallego amenazado por la invasión de eucaliptos. Un estudio del CSIC alerta de que la desidia de la Xunta del PP y la presión de la industria papelera están provocando la desaparición de especies nativas.
  270. Valencia. Un diputado del PP agradece a Mazón las quemas masivas de paja de arroz que afectaron a 700 alumnos de El Saler. Ignacio Aleixandre se alegra de unas quemas por las que la Comisión Europea abrió un expediente a la Generalitat Valenciana en 2018. Otro caso más de cómo el PP carece de la más mínima sensibilidad ambiental o humana. Alguien debería explicarles con paciencia el daño que hacen las quemas agrícolas.
  271. Andalucía. La Junta mantiene la bonificación de licencias de caza. Su objetivo es mantener contento al sector, dado que el resto de la sociedad está dormida ante el desastre ecológico que provoca directamente esta actividad. Algunas licencias se han dado gratis.
  272. Andalucía. La Junta de Andalucía del PP concede 2,5 millones a un medio taurino a través de fondos europeos para el desarrollo (FEDER). La cadena es privada y se encuentra a punto de la quiebra. El dinero no servirá para reflotar semejante ruina económica y moral.
  273. Andalucía. Un alto cargo de la Junta de Andalucía autoriza la balsa de residuos tóxicos de la minera en la que trabaja su hermano. Huelva es una zona de sacrificio del desarrollo insostenible.
  274. Valencia. Mazón (PP) y VOX, como buenos negacionistas, recortaron la Unidad Valenciana de Emergencia y mostraron su ignorancia ante el cambio climático. Ambos partidos votaron EN CONTRA de una proposición para atajar y prevenir catástrofes como la DANA que ha provocado la mayor tragedia climática en España. El dinero se lo llevó la tauromaquia. Este es el precio mortal de ignorar la emergencia climática. Además, las rebajas fiscales a las grandes fortunas promovidas por el PP valenciano (que dejan 230 millones de euros menos) agravan la situación económica. No te pierdas este hilo de X-Twitter.
  275. Burgos. PP y Vox regalan 50.000 euros para una novillada y recortan 119.000 a ONG que ayudan a migrantes (salvo a Cáritas que es la ONG de la Iglesia).
  276. Málaga. Privatización de un espacio público para beneficios privados en actividades de alto impacto ambiental. Cierran parte de un parque para un negocio privado de lucecitas navideñas. Esto se une a la terrible estupidez de poner luces en el jardín botánico.
  277. España. El PP pide en el Congreso extender la vida útil de las centrales nucleares y que puedan abrirse nuevas.
  278. Europa. El Parlamento Europeo aprueba retrasar un año y recortar la regulación para proteger los bosques. Es un paso atrás gigante para impedir la destrucción de ecosistemas únicos. El Partido Popular genera inseguridad jurídica a las empresas que invierten para cumplir la ley.
  279. Valencia. Nuria Montes (del PP valenciano) veía el cambio climático como una “oportunidad” para el turismo, ignorando los desastres y las pérdidas en vidas humanas que ocasiona. El PP debería ser consciente de todo lo negativo de la crisis climática, especialmente para los más pobres (les voten a ellos o no).
  280. España. FACUA denuncia la irresponsabilidad de los ayuntamientos de ampliar y adelantar los alumbrados navideños. Se reclama al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que regule el uso de los alumbrados festivos por parte de las administraciones locales. Aunque este error no es solo del PP no es aventurado afirmar que esta formación política nunca ha mostrado sensibilidad al respecto y, en casos extremos como en Málaga, el PP no solo aumenta la iluminación de forma exagerada sino que incluso la planta en el jardín botánico de la ciudad.
  281. Valencia. El PP y Vox mantienen su acuerdo para construir hoteles a 200 metros de la costa a pesar de la tragedia de la DANA. No quieren aprender de sus errores ni evitar males futuros. Luego, cuando ocurra otra desgracia, será el dinero público el que pague parte de las consecuencias…
  282. Alicante. El ayuntamiento del PP aprueba de forma “urgente” un aumento de presupuesto para la Escuela Taurina Municipal. Los 105.754,90€ serían más útiles en la basura.
  283. Valencia. La Diputación se gasta un 1,2 millones para la iluminación de su coso.
  284. Madrid. Ayuso levanta el veto y permitirá que se le corten las orejas y el rabo a los perros de caza.
  285. Castilla y León. El PP quiere que se vuelvan a cazar lobos, aunque los datos desmienten sus argumentos. en 12 años las manadas de lobo de las provincias donde se dejó de cazar sólo crecieron el 3 %.
  286. Castellón. PP y Vox incrementan una burrada las partidas taurinas. En concreto, un 35% más para la Escuela Taurina de la Diputación de Castellón (que hacen un total de 355.701,15 euros), y la organización de los festejos se sube hasta los 178.000 euros.
  287. Madrid. Ayuso recorta la financiación del Museo del Prado, el Thyssen y el Reina Sofía mientras riega con 4,5 millones los toros. Solo la partida para el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid se incrementa un 5,9%. Pensemos que el torero que dirige ese chiringuito, Miguel Abellán, cobra 75.000 euros anuales. Hay que sumar los 1,7 millones de euros para la Fundación Toro de Lidia y el Premio de Tauromaquia que Ayuso anunció tras la decisión del Ministerio de Cultura, liderado por Ernest Urtasun, de eliminar el galardón nacional.
  288. Málaga. El Ayuntamiento pone más luces navideñas que nunca antes. Los precios de la electricidad no importan, porque paga el contribuyente. El despilfarro es inmenso y se pone al servicio del negocio privado.
  289. Baleares. El mandato del PP retrotrae la legislación balear a décadas anteriores en materia medioambiental. También se retrocede en igualdad e identidad de género en la educación. ¿En serio es un error?
  290. Galicia. Incansables y sin miedo al ridículo, los del PP de la Xunta y el Parlamento de Galicia demandan al Gobierno central que rectifique la inclusión del lobo en lista de especies amenazadas. Los pobres del PP no entienden que la ciencia no va a seguir criterios políticos de sus amigos cazadores.
  291. Valencia. PP y Vox pactan que los circos con animales puedan volver a la Comunitat. Esta gente no solo frena el avance, sino que se empeña en retroceder.
  292. Madrid. Madrid eliminará la prohibición expresa del toro embolado pero dice que seguirá sin permitirlo. La Sra. Ayuso quiere ayudar a la tauromafia, pero sin disgustas a sus votantes. Soplar y sorber.
  293. Extremadura. La Junta elimina la prohibición de cazar con perros en Monfragüe.
  294. España. El PP acuerda con Junts suspender el impuesto sobre la producción de energía eléctrica. Estos partidos, junto con Vox y PNV, apoyan a las grandes corporaciones energéticas, por encima del interés general del país.
  295. Málaga. La Diputación intentó contratar visitas al Festival de las Linternas con merienda incluida. Hubiera sido una forma de regalar 14.999 euros a una empresa privada que ya está abusando por usar un parque público para sus negocios privados, con el visto bueno del Ayuntamiento de Málaga. Esto es continuación del punto 276.
  296. Europa. El Comité Permanente del Convenio de Berna ha votado a favor de rebajar el estatus de protección del lobo, una decisión sin base científica criticada por expertos y organizaciones conservacionistas. Esto abre la puerta a la matanza de lobos como sistema de gestión. Este error no afecta a España, donde el lobo seguirá a salvo de la caza. Este tipo de políticos son peligrosos porque ignoran lo que dice la ciencia y no tienen ni idea de las ventajas de tener lobos (aunque en realidad deberíamos proteger a los lobos aunque no nos regalaran nada a cambio).
  297. Madrid. El proyecto del intercambiador implica la tala de más de 120 árboles en Matadero, algunos de ellos árboles singulares.
  298. Europa. El PP europeo presiona para flexibilizar los objetivos de emisiones de coches. Quieren evitar que se dejen de vender automóviles que emitan dióxido de carbono a partir de 2035. No entienden, en toda su magnitud, los graves problemas del transporte por tierra.
  299. Málaga. La Diputación quiere camuflar su apoyo al maltrato animal con el disfraz de la tecnología y presenta su Centro de Experiencias Inmersivas de la Tauromaquia. Para los animalistas es un factor más para normalizar el maltrato animal y captar afición a una tradición cruel que está condenada a desaparecer.
  300. Europa. La propuesta de prohibición total de los PFAS no gusta al Partido Popular europeo. La industria química lleva 70 años de engaños, ocultando que provocan multitud de enfermedades como cáncer, infertilidad, deformaciones, menos efecto de vacunas… En España hay miles de municipios con presencia de PFAS en el agua del grifo. Y por todo el mundo hay casos de contaminación y enfermedades masivas a ganado, personas, cultivos… Además, detectar y eliminar los PFAS en el agua es caro y lo pagaremos los ciudadanos por igual, una injusticia que debe también acabar.
  301. España. PP y Junts tumban el decreto de la subida de las pensiones y las ayudas al transporte (enero 2025). Los precios son importantes para que no se dispare el consumo de combustible.
  302. España. PNV y Junts se unen a PP y Vox para acabar con el impuesto a los beneficios extraordinarios de las energéticas. Queda claro que hay partidos que gobiernan para ciertas empresas a las que deben favores. Los ciudadanos no son importantes.
  303. La Rioja. El PP de La Rioja fomenta el uso de plaguicidas como el glifosato en los parques, juegos infantiles, áreas escolares, etc. Un dato: más de un tercio de los ríos de España se encuentran contaminados por glifosato, un herbicida muy tóxico.
  304. La Rioja. El PP tiene una deriva peligrosa: derogó la ley de protección de los animales, empeora la ley de biodiversidad, miente y oculta datos relativos al lobo ibérico (pretendiendo su exterminio e ignorando las ventajas de tener lobos) y también sabotea las políticas sobre cambio climático.
  305. Región de Murcia. PP y Vox legalizan la práctica del tiro al pichón en la Región de Murcia. Caminar hacia atrás.
  306. Galicia. La pareja del líder del PP, el Sr. Feijóo, ha construido muros en torno a su casa en una zona pública. La Constitución dice que todos podemos acceder a la costa, incluida la de ese chalet.
  307. Málaga. La Diputación en manos del PP destina 769.000 euros para la gestión de la Escuela Taurina Provincial de Málaga, “para la formación de profesionales taurinos y el fomento del conocimiento de la fiesta de los toros”.
  308. Extremadura. La consejera extremeña de Agricultura tendrá que cerrar su pozo ilegal. Se enfrenta a una multa de solo máximo 10.000 euros.
  309. Extremadura. Mercedes Morán, la consereja con un pozo ilegal, no quiere que se cierre la central nuclear de Almaraz. Le da igual el riesgo y el precio.
  310. España. El PP quiere rescatar el negocio nuclear (prueba de su incapacidad para poder competir con las energías renovables). El sector nuclear, caro, rígido y contaminante pudo competir el siglo pasado, pero el futuro sin lugar a dudas es más democrático, descentralizado, flexible, barato y sostenible. La energía nuclear la energía nuclear tiene costes entre 3 y 4 veces superiores a las renovables. “Si las centrales nucleares las pudiéramos apagar y encender fácilmente, a día de hoy estarían permanentemente apagadas”.0
  311. Murcia. La petición de Murcia al Gobierno para “retirar los mapas de zonas inundables” es una solicitud real que se hizo en 2022. Al PP le molesta que sepamos en qué zonas no se debe construir por peligro de inundación.
  312. Galicia. La Xunta aprueba el permiso a la macrocelulosa de Altri y el pueblo se manifiesta en masa otra vez.
  313. Valencia. El líder del PP valenciano, el Sr. Mazón critica el Pacto Verde, a pesar de que el PP europeo lo respaldó. Este personaje es el mismo que ha mentido a la población y que por su terrible gestión en la DANA valenciana se produjeron 215 muertes en su comunidad.
  314. España. Vuelve a ser legal cazar lobos en España por los votos de los partidos de derechas: PP, Vox, Junts y PNV. Retrocedemos cuatro años y los lobos al norte del Duero otra vez sufrirán la ira de los cazadores. No es para defender la ganadería y no se basa en argumentos científicos. La ciencia ha hablado muy claro sobre las ventajas de tener lobos, también para los ganaderos.
  315. Euskadi. PNV, PSE-EE, PP y Vox cambian la ley vasca de caza para permitir que los menores participen en las batidas. Promover la caza entre los niños es lo único que puede mantener la caza en el futuro, porque si uno no se desensibiliza de pequeño, luego es más difícil.
  316. Valencia. Mazón incrementa en un 33% la dotación de la caja del presidente: cuatro millones a repartir a dedo entre asociaciones. El PP quiso eliminar esta partida cuando estaba en la oposición, pero luego no; y regala 300.000 euros a la Fundación Toro de Lidia.
  317. Madrid. Ayuso lleva al límite su predilección por la tauromaquia invirtiendo más de 40 millones en Las Ventas. Los fondos dedicados a los museos del Prado, Thyssen y Reina Sofía van para torturar toros. La sanidad y la educación en Madrid recibe muchas quejas que no son atendidas (pero no será por falta de dinero, sino por falta de buena gestión, lógicamente).
  318. La Rioja. El PP tiene prisa por matar lobos, sin tener en cuenta el periodo de reproducción de la especie (cuya caza está prohibida) ni el censo que se ha contratado con dinero público. El PP ignora que el 90 % de la población en La Rioja es contraria a cazar lobos y quieren que se haga compatible la existencia del lobo con la ganadería extensiva, cosa que es posible y fácil.
  319. Galicia. Luz verde a la construcción de una granja de pulpos en Moaña (Pontevedra). Sufrimiento animal y contaminación del mar.
  320. Por toda España, el Partido Popular recorta Servicios Sociales, Cultura, Emergencia y ONGs, pero aumenta las ayudas a la tauromaquia. No es algo puntual, sino la norma cuando gobierna este partido.
  321. Castilla y León. La Junta impulsa una macroincineradora de basuras más grande que la de Madrid. Capacidad mínima de la incineradora: 350.000 toneladas anuales de residuos domésticos. Quemar basuras es de idiotas.
  322. Madrid. Almeida prepara el terreno para legalizar más de 15.000 pisos turísticos ilegales usando un estudio a medida. El problema de la vivienda es tan grave por políticas como estas, aplicadas durante años. Pero tenemos las soluciones.
  323. Málaga. El PP rechaza proteger la Laguna de Soliva y convertirla en zona verde. Una zona de gran valor biológico y paisajístico debe ser conservado.
  324. Andalucía. La reapertura de la mina de Aznalcóllar tiene riesgos ambientales denunciados por multitud de grupos.
  325. España. El Congreso rechaza la moción del PP para prorrogar la vida útil de las centrales nucleares. El PP pensaba que podría conseguir votos gracias a sus bulos sobre el apagón nacional que hubo en España 28 de abril. El PP no evoluciona ni revisa los datos reales sobre esta fuente energética.
  326. Cantabria ejecuta 9 lobos. PACMA llama a la movilización social ante el Congreso para pedir su protección.
  327. España. La mayoría del Congreso apoya el embargo de armas a Israel pese al ‘no’ de PP y Vox. Todas las barbaridades cometidas por Israel este año (por no mirar más atrás). ¿En serio cuentan con el aplauso del PP?
  328. Extremadura: Nueva maniobra de la Junta de Extremadura (PP) para evitar el derribo de la urbanización ilegal de Marina de Valdecañas (de la que ya hablamos aquí). Quieren modificar los límites de once ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves).
  329. Andalucía. El Gobierno andaluz sostiene que los niños adquieren en los toros y con la caza “conciencia ecológica y de empatía” con los animales, así como “una actitud totalmente contraria a la violencia y de admiración a los animales”, por lo que no prohibirá la entrada de los menores en las plazas, contraviniendo las directrices de la ONU.
  330. Andalucía. La mina de Aznalcóllar tiene la alfombra puesta por el PP para reabrir. Los vertidos irán al Guadalquivir (no en el Guadiamar), un truco para eludir responsabilidades… Esta mina hubiera sido imposible abrirla poco después del desastre de 1998. ¿Ya se nos ha olvidado?
  331. España. El PP quiere garantizar el funcionamiento nuclear socializando costes, para que los paguemos entre todos, para beneficio de las empresas propietarias. Su propuesta no tiene base científica. Lo dice la Fundación Renovables.
  332. España. El PP culpó a las renovables del apagón energético nacional y lo usó para defender la energía nuclear. Meses después supimos que la culpa del apagón la tuvieron las centrales de gas natural (que funcionan quemando metano). Iberdrola, Naturgy y Endesa son las tres compañías con más megavatios de gas.
  333. Valencia. Mazón (el irresponsable de la DANA) dedica 500.000 euros para “asuntos taurinos” aunque aún falte mucho por reconstruir del desastre que, en parte, provocó su gestión.
  334. Madrid. Almeida gasta 30.000 euros para celebrar el primer Congreso de Tauromaquia de Madrid. Dicen que es por “interés público y social” porque les da vergüenza admitir que disfrutan torturando animales hasta la muerte.
  335. Andalucía. La Junta adoctrina a menores para crear a la siguiente generación de aficionados a la tauromaquia. El PP piensa que ir a los toros es como ir a un museo, palabras del presidente Moreno Bonilla que pasarán a la historia como las del alcalde de Tordesillas (este era del PSOE y siguen dando tanta risa como pena). En 2024, la Junta del PP destinó más de UN MILLÓN de euros a la promoción de la tauromaquia. Se está financiando un negocio en quiebra, mientras la sanidad pública va quebrando.
  336. España. Millones de euros públicos subvencionan la tauromaquia a través de las televisiones autonómicas, cantidad que ha aumentado especialmente en las Comunidades Autónomas gobernadas por PP y Vox. AnimaNaturalis desvela el coste oculto de esta financiación pública de las corridas de toros.
  337. Guadalajara. Los gastos en tauromaquia de esta ciudad son excesivos.
  338. Galicia. Existe y se permite una isla privada ilegal, convertida en una urbanización de lujo que impide el ingreso a los no residentes. Es ilegal, pero se hace. La isla se llama Toralla y está gestionada por Toralla S.A., una empresa que tiene una concesión pública que incumple la Ley de Costas desde que se aprobó. ¿Para quiénes se aprueban las leyes?
  339. Andalucía. El Parlamento Andaluz rechaza mejorar los comedores escolares (julio 2025). Con el voto en contra del PP, no fue aprobada la propuesta que hubiera sido buena para fomentar la economía local o poner cocinas en los propios centros, lo cual facilitaría ofrecer menús ricos, sostenibles y más nutritivos.
  340. Andalucía. Ver agonizar un toro no genera empatía en los menores: expertos tumban la tesis de Moreno Bonilla.
  341. Castilla y León. La gestión de los incendios forestales provoca manifestaciones en contra de la gestión del PP y pidiendo la dimisión de Alfonso Fernández Mañueco (presidente) y de Juan Carlos Suárez-Quiñones (consejero de Medio Ambiente).
  342. Baleares. Las políticas de crecimiento del PP dejarán Ibiza “sin una gota de agua”.
  343. España. Críticas al PP por su gestión forestal y el aumento de superficie quemada en España.
  344. Castilla y León. La Junta mantuvo parados recursos del Gobierno antiincendios mientras Mañueco pedía más medios al presidente de España. Se ha disculpado por inutilizar ayuda estatal.
  345. Galicia. La Xunta ocultó 447 incendios. Se registraron 492 incendios solo en agosto 2025, pero su departamento solo difundió información de 45. Tras la llegada de Feijóo a la Xunta, el Gobierno gallego solo informa de aquellos fuegos que superan las 20 hectáreas o de los que afectan a espacios protegidos o poblados. ¿Esta es su forma de reducir los incendios provocados por los ganaderos en Galicia?
  346. Galicia. La Xunta retira a varios efectivos de bomberos de todo Galicia en plena ola de incendios, pero reclama más medios.
  347. España. El PP desdeña el pacto propuesto por el gobierno ante la crisis climática.
  348. Galicia. La Xunta pide motobombas al Gobierno mientras las suyas pasan turnos enteros aparcadas por falta de personal.
  349. España. Comunidades del PP retiraron medios o los mantienen inoperativos mientras culpan al Gobierno central de no aportar más. Esto, en un contexto de graves incendios en el oeste de España, y entre manifestaciones pidiendo dimisiones.
  350. Castilla y León. El PP da el visto bueno ambiental a extraer 342.000 toneladas de cuarcita en Oencia, territorio incendiado.
  351. Cádiz. Movimientos vecinales protestan por los abusos institucionales: “El ladrillo no es progreso”. Pedanías sin agua corriente, falta de vivienda, talas de árboles indiscriminadas y muchos proyectos urbanísticos pensados para el turismo.
  352. España. Se demuestra que el PP mintió en el caso de la DANA Valenciana.
  353. Málaga. Corrupción sistémica con la EDAR. Ocultaron la existencia de un documento técnico que establecía técnicamente como mejor opción una ubicación diferente a la decidida arbitrariamente por la Junta de Andalucía en Vega de Mestanza.
  354. España. El PP rechaza comisiones de investigación sobre los incendios en todas las comunidades afectadas. Si no se investiga, no habrá responsables ni podremos aprender para prevenirlos…
  355. Extremadura. Mucho dinero para los cotos de caza.
  356. Extremadura. Tercera rebaja “urgente” de impuestos en Extremadura: caza gratis y bonificaciones para los cotos.
  357. Galicia. La primera respuesta de la Xunta tras los incendios: ayudas para los cotos de caza.
  358. Castilla y León. El Gobierno aprueba más compensaciones económicas para cotos de caza afectados por los incendios. La cosa es más dramática si tenemos en cuenta que muchos incendios han sido provocados por intereses de la caza.
  359. Extremadura. Lo mismo que antes: El Gobierno aprueba dinerito para cotos de caza afectados por los incendios, cuando ya está confirmado que los intereses cinegéticos están detrás de algunos de ellos.
  360. Castilla y León. El PP no prohíbe la caza de media veda pese a la alarma extrema de incendios.
  361. Galicia. La conselleira de Medio Ambiente tras los fuegos en Galicia: lo primero es anunciar ayudas a los cazadores.
  362. Galicia. La Xunta prohíbe, tarde y mal, la caza en Orense, porque el desastre es monumental, pero en el resto de Galicia se podrá seguir aniquilando la biosfera.
  363. Extremadura. No hay respuesta oficial a la petición de Ecologistas en Acción para suspender la media veda y medidas excepcionales en las zonas incendiadas.
  364. Andalucía. La perdiz con reclamo, declarada Bien de Interés Cultural de Andalucía. Es el único lugar en hacer algo así de macabro.
  365. Andalucía. La Junta incluye la categoría “Caza Sostenible” dentro de los Premios Andalucía de Medio Ambiente. El PP andaluz reconoce así de forma práctica que la caza normal es insostenible, cosa que se sostiene en argumentos evidentes. Por supuesto, puede existir de forma teórica el concepto de caza sostenible. Lo que no puede la caza deportiva es superar el más mínimo examen ético.
  366. España. Todo el PP, no solo muestra un apoyo obsceno a la política discriminatoria de Israel, sino que niega el genocidio en Gaza y Cisjordania, mientras las imágenes nos horrorizan desde 1948. Hay decenas de noticias sobre esto, pero indicaremos solo dos que causan vergüenza ajena: de la negación de que haya un genocidio del alcalde de Madrid a la tibieza del líder nacional. No alcanzaremos la sostenibilidad en un mundo insolidario. La existencia de genocidio está avalada por la ONU y por la CPI quien ha solicitado que Netanyahu y su gobierno sean juzgados por esos crímenes contra la humanidad. Por supuesto, también condenamos el terrorismo de Hamás, grupo que, por cierto, fue financiado por Israel.
  367. Valencia. Los agentes medioambientales denuncian la retirada de sus competencias de control sobre la caza mayor. Todo indica que lo que se pretende es ocultar el número final de animales abatidos.
  368. Europa. PP y Vox, en el top de los partidos europeos que más han votado contra las políticas verdes de Bruselas.
  369. España. PP y Vox rechazan el Pacto Verde.
  370. La Rioja. Aprobada una Ley de Biodiversidad descafeinada «que solo persigue un fin: Eliminar al lobo del listado del LESPRE».
  371. Valencia. El PP pide la ampliación de los aeropuertos valencianos. ¿Hay mejor forma de negar la crisis climática?
  372. España. El hijo de Aznar se alía con varias fortunas catalanas para crear una socimi de pisos turísticos. Está claro que les interesa el problema de la vivienda, para desahuciar y sacar tajada. Si crees que esto no es un problema ambiental, lee esto. Si crees que esto no es un tema del PP, lee esto.
  373. Andalucía. La Casa de Alba recibe el permiso oficial para regularizar sus nueve pozos ilegales junto a Doñana. Aunque la decisión también depende del Ministerio para la Transición Ecológica, el gobierno andaluz del PP debería haberse opuesto con firmeza, si su prioridad fuera la defensa de Doñana. Esto facilitará que, al final, los ladrones de agua queden impunes en Andalucía.
  374. Castilla y León. El PP promueve una incineradora de residuos municipales que generaría emisiones y cenizas tóxicas; y bloquearía la reducción y el reciclado de los residuos.
  375. Extremadura. La Junta busca legalizar la urbanización ilegal de Valdecañas con cambios en los límites de once zonas de especial protección para las aves (ZEPA). Sobre este tema comentamos algo en Redefender el territorio: defender lo que ya está defendido, porque los enemigos de la Naturaleza son poderosos.
  376. Cantabria. El gobierno de Cantabria —y también el de Asturias, donde gobierna el PSOE— hablan de “extraer” lobos. No usan las expresiones matar o cazar lobos porque les da vergüenza hacerlo en un país en el que el lobo es amado por una inmensa mayoría desde Félix Rodríguez de la Fuente.
  377. Málaga. La Junta y el Ayuntamiento talarán más de 300 árboles para un nuevo hospital. Sin árboles, habrá más enfermedades… “Si realmente hace falta un nuevo hospital, que lo construyan donde no haya que arrancar un pulmón verde”. Málaga sigue siendo una ciudad arboricida.
  378. España. España aprueba, con el voto en contra del PP, su Ley de Movilidad Sostenible. Es un paso insuficiente, pero hacia adelante para mitigar los impactos del sector más contaminante de la economía española. Se pretende alcanzar la neutralidad climática del transporte en 2050, lo cual supone, por primera vez, tener el objetivo de descarbonizar completamente un sector económico. Entre otras cuestiones, también se lucha contra la pobreza de transporte, se revisará el sistema de etiquetado ambiental de la DGT, se eliminan los vuelos domésticos con alternativa ferroviaria de hasta 2,5 horas, se recuperan los trenes nocturnos y se dará un impulso a la bicicleta.
  379. Castilla y León. La macrovaquería de Noviercas recibe el varapalo judicial definitivo. En Soria, no serán esclavizadas 23.500 vacas lecheras. Para Ecologistas en Acción, esto debe avergonzar a los dirigentes provinciales del PSOE y del PP.
  380. Valencia. Los colegios valencianos promocionarán la caza como una extraescolar más.
  381. España. El PSOE se alinea con las derechas y deja sin debate la ILP ‘No Es Mi Cultura’ en su paso por el Congreso. Derogar la Ley 18/2013 —que blinda la tauromaquia como patrimonio— tendrá que esperar, porque fue rechazada con 169 votos en contra, 57 a favor y 118 abstenciones; la abstención socialista resultó decisiva.
  382. Europa. El PP vota en la Eurocámara contra el objetivo de emisiones de 2040. La renuncia al pacto verde es una de las condiciones de Vox para negociar la investidura del nuevo presidente valenciano.
  383. España. El PP fracasa en su intento de suprimir el calendario de cierre de las nucleares por la abstención de Junts.
  384. Aragón. El plan de caza pretende dar prioridad a los cazadores y prohibir el paso a los que quieran pasear.
  385. Europa. Las ONG ecologistas europeas acusan a las derechas de intentar desacreditarlas. En vez de buscar pruebas, el PP europeo hace acusaciones para desacreditar al resto en vez de mirar su corazón.
  386. Valencia. El nuevo presidente de la Generalitat se pliega a todas las exigencias de Vox, en materia ambiental, migratoria, etc.
  387. La Rioja. El Gobierno compra tres coches de alta gama por casi 220.000 euros para sus consejeros. Ni en los detalles cuidan ni del medioambiente ni del dinero público.
  388. Madrid. La justicia anula un convenio de 1,4 millones entre la Comunidad de Madrid y la Fundación Toro de Lidia por considerarlo una subvención a dedo. La Administración pública gestionada por el PP otorgó el dinero sin concurso para organizar festejos taurinos entre 2023 y 2024.
  389. Valencia, Aragón y otras comunidades autónomas. El gobierno dará 40 € por cada jabalí cazado para reducir la población. Ante la peste porcina, en vez de gestionar mejor la cabaña ganadera, se aplica la técnica de masacrar aún más la naturaleza salvaje.
  390. Castilla y León. El «desprecio» a los agentes medioambientales: sin vestuarios, sin cubrir plazas y nóminas atrasadas. El PP desprecia la naturaleza y, por tanto, también desprecia a quienes la cuidan.

Algunos afirman que los votantes que quedan en el PP son aquellos que seguirán votándolos hagan lo que hagan. Otros pensamos que no es así y que aún hay margen para la concienciación ecológica, tanto a los políticos como a los votantes de cualquier partido. ¿Nos ayudas a conseguirlo difundiendo las noticias ambientales?

¿Crees que falta algo por decir? Mándanos un comentario y estudiaremos su inclusión.

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