
Centro del Albaicín. Patrimonio de la humanidad
- Ecologistas en Acción opina que se debe mejorar mucho antes de solicitar dicho reconocimiento.
Ante el aluvión de adhesiones al proyecto de capitalidad cultural que se van añadiendo día a día, pensamos que hay muchos ciudadanos y entidades que no ven tan claro el apoyo a este proyecto. Nos preguntamos, acogiéndonos al derecho a discrepar de la mayoría, si merece Granada ser Capital de la Cultura Europea.
Podemos ver que la situación cultural de esta ciudad no ofrece ningún atractivo. No está ni se le espera.
Vayamos por partes. Una ciudad que se ofrece a Europa como referente cultural lo menos que puede hacer es intentar aparecer como agradable para los visitantes.
Aquellos que nos visiten podrán disfrutar del aire más contaminado de España y sin que las medidas anunciadas a bombo y platillo, como la ZBE, funcionen ni ahora, ni para 2031. La vida sigue igual.
Mientras pasean estos visitantes (habrá que aconsejarles al menos una mascarilla por cuestión de salud) podrá observar -entre coches, ruidos y aglomeraciones- el río más bonito de España (o eso dicen del Darro) y, a continuación, el sarcófago de hormigón que supone el Genil, al que no nos atrevemos a llamar río.
Si la visita es en verano, los forasteros (y autóctonos también) podrán achicharrarse por las calles sin sombra, que es lo habitual en esta ciudad, donde los árboles parecen enemigos, se talan, se olvidan y como mucho se sustituyen unos frondosos por otros de juguete. Eso sí, en el centro hay maceteros y toldos inteligentes, que cada metro cuadrado equivale a un árbol en cuanto a absorción de CO2. Casi nada, estamos a la vanguardia del catetismo.
Hay que advertir que no pierdan de vista el suelo, no vayan a pisar las numerosas “catalinas” de perro que junto a miles de colillas alfombran las calles, dando muestra del civismo granadino que se pretende exportar al mundo.
Habrá que pasear por los barrios históricos, Patrimonio de la Humanidad, ¡casi ná!
El Albaicín es un puro aparcamiento hasta en los rincones más recónditos y un albergue de mil estrellas para muchos de nuestros asiduos, que disponen de todo el barrio como “toilet”. El silencio hace tiempo que se perdió en este barrio donde cruzan las motos rugiendo y perfumando el ambiente. Aunque los ruidos no sólo se disfrutan en el Albaicín sino que son una seña de identidad de esta ciudad.
Eso sí, parece que hay restricciones de acceso, solo para residentes, desde hace años, con la ZAR (zona de acceso restringido) y con la ZBE (zonas de bajas emisiones).
El resultado salta a la vista.
La opción de subir al Albaicín en los microbuses de transporte público será una experiencia única, sobre todo cuando deseen bajar y no encuentren el botón de parada o cuando se tenga que desalojar medio autobús para permitir la bajada de los pasajeros del fondo.
Como estamos hablando de cultura, vamos a ver las excelencias de esta ciudad.
Museo Arqueológico, un marco excelente pero diminuto. Es tal la cantidad de material digno de exposición que la Junta busca naves para guardar los fondos. No se les ocurre acondicionar edificios en Granada -que haberlos haylos- para albergar un museo digno de esta ciudad. Debe ser muy caro y, claro, en la tierra del chavico … ya se sabe.
Aquí se esconden los restos romanos, como si nos diera vergüenza. Hay yacimientos que llevan años esperando su reconocimiento y puesta en valor, como Los Mondragones o la Villa de Zaidín Vergeles y se corre un velo intencionado sobre los descubrimientos en la zona del antiguo foro romano del Albaicín.
Pero ni siquiera los restos de la época musulmana, la niña de nuestros ojos, se reconocen, aparte de los de siempre, y baños medievales, como los de la calle del Agua y los de San Andrés en la calle Elvira, ambos del siglo XII, están en ruinas o con unos proyectos de restauración que llevan décadas ante el desinterés de las administraciones. La mismas que quieren vender a Europa la capitalidad cultural.
Lo último es la sumisión de la cultura al interés urbanístico y por arte de magia se cambia un proyecto de Espacio Escénico de la Ópera o gran Teatro de Granada para edificios administrativos, y zonas deportivas, para viviendas, que son más rentables.
Con este breve repaso al panorama actual no comprendemos cómo se puede ofrecer al mundo la realidad cultural de la ciudad sin sentir vergüenza. Eso sí, también se añade a la oferta una corrida de toros ligada al nombre de nuestro poeta más universal: la corrida lorquiana. Seguro que eso atraerá a millones de europeos que quieren disfrutar del espectáculo.
Así nos va.
La entrada ¿Merece nuestra ciudad ser capital de la cultura europea? aparece primero en Ecologistas en Acción.
Que una modalidad tradicional de caza pueda dar lugar a prácticas que sean estudiadas en el tiempo es una cosa, pero, que haya existido o se siga manteniendo, no implica que deba continuar si incumple como es el caso, los estándares mínimos exigibles de bienestar animal, etología y ecología animal de la especie. Si no, de esta manera se intentaría proteger todas las técnicas crueles de caza o actuaciones humanas que han existido y existen desde el inicio de los tiempos.























Del mismo modo, durante los años 2020 y 2025 se realizaron plantaciones en el núcleo urbano de Montilla, en la barriada de las doscientas viviendas y en el parque contiguo a la calle Guillermo Núñez de Prado, respectivamente. Ha sido en la presente campaña donde se han saltado los límites del término municipal, ya que la necesidad de arbolado, y de sus beneficios, es genérica a todos los municipios de la campiña, y gracias a la disposición del Ayuntamiento de Montalbán que recibieron con acogida la propuesta, se ha podido desarrollar de forma muy satisfactoria una jornada de reforestación.
El cinco de diciembre de 2025, tuvimos conocimiento de la decisión del Ayuntamiento de Granada de considerar desestimado el proyecto para la instalación de una planta fotovoltaica en el barrio de El Fargue, después de que la empresa promotora, Stadium Plus, no atendiera el requerimiento municipal para subsanar las deficiencias detectadas en su propuesta.
Y por último, a los vecinos y vecinas de El Fargue, ya que gracias y a su apoyo y movilización se consiguieron presentar más de 1500 alegaciones.



