Salam aleikum.
Hoy nos hacemos eco del discurso del jefe del Estado Mayor de los Ejército francés, General Mandon (no podía ser menos, claro). Muchos son los aspectos que se pueden criticar del discurso del General Mandon pero, sobre todo, son tres las características de su conferencia: la parcialidad con la que juzga las ansias imperialistas, violentas y depredadoras de los demás países enemigos y no las ve en los propios comportamientos de Francia; y el interés por fomentar el miedo entre la población asegurando que el enemigo nos rodea con, cada vez, más aviesas intenciones y mayor preparación militar; y la prédica de la resignación: quiso terminar afirmando «que estamos aquí para ustedes, que estamos aquí para todos los franceses, para garantizar su defensa, que no tengo ninguna duda sobre la solidez de las Fuerzas Armadas francesas», también estimó que el país debería estar «dispuesto a aceptar perder a sus hijos».
En el fondo, el discurso de Mandon es el mismo que el de Trump (solo que éste no tiene tanta facilidad de palabra y sus vulgaridades y espíritu chulesco no le dejan articular ideas complejas con soltura), que el de Putin, que el del jefe del Estado Mayor del Ejército español, etc.
Por que en Europa y en el mundo entero ahora estamos fabricando la próxima gran guerra. La anterior idea puede parecer una apuesta arriesgada, una opción fácil por el pesimismo, pero en una entrada anterior de este blog documentábamos que crece el miedo a la guerra y hace más de un año publicamos un artículo de gran interés para los tiempos actuales titulado: Así se fabrica una guerra en el que se desmenuzaba cómo Estados Unidos pasó de no querer intervenir en la 2ª Guerra Mundial a, en unos meses, ser un acérrimo defensor de entrar en la guerra. En ese proceso estamos.
Pero concentrémonos en el discurso de Mandon:
Critica el ansia depredadora en economía de China, pero no parece percatarse de las mismas prácticas utilizadas por Francia en el otro lado del mundo con «posesiones» que considera propias como Polinesia y Nueva Caledonia.
Fomenta el miedo a una gran guerra internacional por el enfrentamiento, supuestamente, en 2027 entre China y Estados Unidos por Taiwan. No nos olvidemos que fomentar el miedo a una gran guerra próxima es la forma de supervivencia y de, incluso, crecimiento del gasto militar y del poder del militarismo. Anuncia pues, posibles catástrofes internacionales para asegurar el futuro de los ejércitos franceses y su despliegue por el mundo.
Anuncia que no se ve el final de la guerra en nuestro continente recordando las agresiones rusas a Georgia (2008), Crimea (2014) y Ucrania (2022 hasta la fecha). De la actitud expansionista de la OTAN, no se acuerda. Es decir, fomenta el victimismo y genera miedo al enemigo al que demoniza.
Hace poco más de un año publicaba dos entradas: Análisis y discusión del proceso de genocidio desde la perspectiva antimilitarista y Genocidio (y también en Palestina) en las que reflexionaba sobre los genocidios y me preguntaba si no es un genocidio cualquier guerra, o al menos su práctica fomenta llegar al genocidio. Para recordar este importante trabajo, os reproduzco abajo una tabla sobre los procesos del genocidio.
Vaticina que Rusia se enfrentará a «nuestros países» en 2030. Dice que ya se están preparando. Como si la OTAN y el resto de «nuestros países» no estuvieran haciendo lo propio desde hace décadas.
El flanco sur europeo también se ve amenazado, nos informa de que los líderes terroristas que antes tenían su base en el Levante, Medio Oriente y Afganistán, se encuentran en África. Curiosamente, se olvida también del colonialismo francés, inglés, español, europeo en definitiva que ha hecho de África su «patio trasero».
El general es Mandon, pero parece que también es «olvidon» porque en el párrafo dedicado a Oriente Medio se olvida de condenar el genocidio israelí sobre los palestinos pero sí recuerda condenar el ataque de Hamás el 7 de Octubre.
Oriente Próximo y Medio. La situación tampoco es buena. Lamentablemente, todos ustedes han sido testigos del terrible ataque del 7 de octubre contra Israel. Barbarie en estado puro, la barbarie más absoluta. Y a continuación se produjo un combate que se extendió progresivamente desde Gaza a toda la región, con bombardeos y lanzamientos de misiles entre Irán e Israel. Grupos terroristas en Yemen que amenazan la circulación del flujo económico mundial en el Mar Rojo, donde nuestras fragatas intervienen, donde nuestros aviones intervienen para proteger la circulación del tráfico comercial.
También en esta zona, Oriente Próximo y Medio, Francia, que no es una superpotencia, tiene efectivos e intervenciones militares.
En las siguientes ideas, Mandon opta por el cinismo más puro esperando no ser descubierto dado que los medios de comunicación no se hacen eco de que Francia, los países de la OTAN y los países desarrollados, en general, son los que continuamente están favoreciendo escenarios de guerra a lo largo y ancho del mundo, mediante la violencia estructural y cultural que generan en el Tercer Mundo y que certifican con las ventas de armas que hunden en la pobreza y en los conflictos violentos a los países pobres. Nos dice: Bueno, evidentemente este panorama es muy sombrío y lo siento, pero creo que hay que decirlo. Porque tenemos la suerte de haber crecido y de vivir en un mundo en paz. En nuestras sociedades, que han vivido la atrocidad de dos guerras mundiales y que llevan décadas viviendo en un entorno pacificado, pensando que la paz estaba definitivamente asegurada. Lamentablemente, todo lo que sucede a nuestro alrededor nos muestra que algunos han optado por la fuerza. Pobrecita Francia, pobrecita Europa, tan pacíficos, tan buenos, pero que, sin embargo, de manera escondida se enriquecen con las guerras de los demás.
En un momento de verdadero realismo, Mandon reconoce que somos más fuertes que Rusia: Sin embargo, y aquí es donde me gustaría transmitirles todo el optimismo que hay que tener, somos fuertes. Somos fundamentalmente fuertes. Somos fundamentalmente más fuertes que Rusia. Ante el oscurísimo panorama que ha pintado alrededor de Francia, siente el deseo de dar algo de confianza y esperanza. Pero rápidamente, en la siguiente frase, se arrepiente y vuelve a la carga: Pero hay que aceptar que vivimos en un mundo en peligro y que puede que tengamos que utilizar la fuerza para proteger lo que somos. Y, luego: El principal riesgo hoy en día es el riesgo de mostrar debilidad frente a una Rusia que no tiene complejos a la hora de utilizar la fuerza y que aprovechará su ventaja si percibe que seguimos siendo débiles. Claro, claro. Hemos de hacer sentir débil a Francia para poder pedir, exigir, sería más adecuado, más millones de gasto militar y más soldados dispuestos a morir.
Pero hay que aceptar que vivimos en un mundo en peligro y que puede que tengamos que utilizar la fuerza para proteger lo que somos. Es algo que había desaparecido por completo de nuestras conversaciones familiares, creo. Imagino que en sus municipios es raro que nuestros conciudadanos hablen espontáneamente del peligro que representa Rusia. Y aquí se equivoca Mandon, como reflejábamos en el último artículo: Crece el miedo a la guerra.
Al inicio del conflicto en 2022, Rusia contaba con menos de un millón de hombres y mujeres uniformados. Hoy en día, son 1,3 millones. Su proyección para 2030 no está lejos de los 2 millones. El 40 % de su economía se destina a la industria de defensa. Hoy en día, Rusia produce más equipamiento de defensa del que consume en el frente. Está claramente preparándose para algo más. Siendo sinceros y poniéndonos en el pellejo de Rusia, por un momento, ¿qué pensarán ellos de los notabilísimos esfuerzos de la OTAN para llegar al mínimo del 4 % de gasto militar? ¿Se sentirán amenazados?
Tenemos todo el conocimiento, toda la fuerza económica y demográfica para disuadir al régimen de Moscú de intentar ir más allá. Lo que nos falta, y aquí es donde ustedes tienen un papel importante, es la fuerza de voluntad para aceptar sufrir a fin de proteger lo que somos. Y es que, quizá no falta fuerza de voluntad al pueblo francés o español, quizá lo que pasa es que una gran parte de la población toma una postura política diferente, una postura que opina que las guerras y la violencia no resuelven nunca los conflictos internacionales, sino que los ahondan y cronifican. Pero hay que actuar como si esa opinión no existiera para poder ser la única opinión políticamente publicable.
Mandon asevera: Los ejércitos son un extracto de la nación. Y no es cierto. Son un extracto de una parte políticamente comprometida y con intereses económicos personales con la violencia de la nación. No son toda la nación, ni representan a toda la nación. La parte noviolenta, dialogante, que afronta los conflictos sin guerras no está representada en los ejércitos, sino que son contrarias a los mismos.
Si nuestro país flaquea, porque no está dispuesto a aceptar perder a sus hijos, porque hay que decir las cosas como son, a sufrir económicamente porque las prioridades se centrarán en la producción de defensa, por ejemplo. Si no estamos preparados para eso, entonces estamos en peligro. Esto sería así si no hubiese alternativa. Pero las alternativas pacíficas y de diálogo existen, pero el jefe del Estado Mayor del Ejército francés vuelve a ser parcial y sólo presenta una posibilidad, con ello genera un pensamiento único que nos conduce inexorablemente a la la guerra.
Mandon hace gala de una forma de razonar muy partidista, muy militarista y violenta: La mecánica no consiste en que los tanques rusos desembarquen en Alsacia. La mecánica es una mecánica de solidaridad. Es una mecánica de solidaridad con los países que hoy se encuentran en el flanco este de la OTAN, que podrían ser atacados y a los que iremos a proteger por solidaridad. Y desde el momento en que nos comprometemos en solidaridad, en ese momento, comprometemos a las jóvenes y a los jóvenes que han elegido servir con el uniforme. Nuevamente Mandon tergiversa los términos, nos vende como solidaridad lo que no es sino expansionismo de la OTAN hacia el Este de Europa. ¿Por qué no comprometerse económica e intelectualmente con el codesarrollo de los países del Este de Europa y con Rusia para lograr paz y prosperidad común?
Más allá de estos 200.000 militares, hay reservistas y vamos a duplicar el volumen de nuestras reservas en los próximos años. Vamos a llegar a los 80.000 reservistas. Mandon solicita colaboración a los municipios para poder duplicar el número de reservistas. Ya no es sólo sacrificar a los jóvenes y militarizar la economía sacrificando la economía socialmente útil, también se van a tener que sacrificar los mayores. Poco a poco la cuenta aumenta y el final no se ve.
Y en un discurso tan largo, era de esperar que en algo diésemos las razón a Mandon: Creo que ustedes tienen un papel fundamental. Una vez más, creo firmemente en el trabajo en equipo. Podemos hablar de defensa en París, es fundamental. Se reflexiona aquí, se concibe aquí. Pero es necesario que nuestros conciudadanos puedan intercambiar opiniones con ustedes y que ustedes puedan explicar lo que han percibido de los retos de la defensa. Porque nuestra defensa se construye a nivel local. La conciencia es local y ustedes son los mejores transmisores. Son ustedes quienes tienen el valor en su mandato y están en contacto con nuestros conciudadanos. Por lo tanto, necesito que compartan esta visión. Cierto, la defensa se discute en París, se reflexiona y decide entre las élites. Pero necesitan la ayuda de los municipios, de los cargos electos municipales, de las personas que viven lejos de París para poder difundir lo que deciden las élites. Pero, no les da a los municipios opción democrática de discutir las decisiones, de modelarlas, incluso de rechazarlas. La política de guerra y de recortes sociales para preparar la guerra ya está decidida y nadie puede objetar nada. Así, la guerra no es un deporte en equipo como el rugby, se parece más al deporte de los gladiadores romanos, es un deporte de esclavos condenados a una muerte más o menos próxima, de meros ciudadanos sirvientes de los que no se espera opinión sino obediencia ciega. ¿Cuál sería la opinión de la ciudadanía si la dejasen participar con información verdadera y con libertad en el debate de la defensa, optarían por medios noviolentos? ¿Estarían de acuerdo con la exigencia de manchar de sangre la política internacional de Francia?
En la práctica, son los impuestos los que permiten reforzar nuestra defensa. Breve alusión a los impuestos. Hablar más sobre ellos llevaría a Mandon a debates que no quiere tener: ¿son éticos los impuestos que manchan de sangre la política internacional de un país?, ¿van a conseguir financiar un rearme por el cual los demás países consideren a Francia como un enemigo expansionista. Lo que ya es? Y, por otro lado, ¿qué va a pasar con la parte de los impuestos dedicada a fines sociales, a luchar contra lo que realmente interesa para hacer feliz la vida de l@s frances@s: sanidad, educación, vivienda, medio ambiente, trabajo digno, combatir las desigualdades, …?
Creo que a nuestros conciudadanos no les resulta espontáneo saber que el esfuerzo en la defensa francesa se traduce en puestos de trabajo. Otra falsedad más. Hace poco nos hacíamos eco del trabajo de Jordi Calvo titulado: La falacia del empleo de la industria militar, en él se demuestra que muchas de las necesidades sociales podrían solventarse con la conversión a social del gasto militar.
Ustedes también son, y pienso en particular en nuestro ejército de tierra, actores clave para permitir un buen entrenamiento de nuestras fuerzas. Imagino que a algunos de ustedes se les solicita que permitan actividades en las que nuestras fuerzas armadas atraviesan sus regiones, sus municipios, en grandes maniobras. Mandon, continúa deslizando exigencias de los ejércitos: los jóvenes, la militarización de la economía, el sacrificio de la economía socialmente productiva, los mayores, la indignidad de realizar una política internacional llena de sangre, ahora se une el territorio de los municipios, su contaminación por las maniobras militares.
Y hoy en día no tendría sentido detener lo que generaciones anteriores han hecho por nosotros. Por eso creo que el papel de la memoria es hoy fundamental y sé lo mucho que se esfuerzan ustedes por mantenerla en sus municipios. Para mí, es uno de los elementos que conforman la fibra profunda de la resistencia francesa. Mandon no habla de mantener una memoria cualquiera. Habla de mantener la memoria de la guerra, del odio, del racismo, del genocidio, de las invasiones, de las muertes propias y ajenas (aunque, ¿qué muerte es ajena a un ser humano?). Vuelve a ser parcial, por qué no habla de las resistencias civiles noviolentas que se han dado a lo largo de la historia de Francia, por qué no habla de los esfuerzos de paz, de verdadera solidaridad, de compromiso, de diálogo, de consensos de Francia con el resto del mundo? Quizá porque, ni siquiera, los conoce. Quizá porque su ética basada en el militarismo y la violencia no se lo permiten. Quizá porque no quiere perder sus prebendas y su sensación de líder que quiere salvar a l@s frances@s de sufrir la violencia que, paradójicamente, él mismo potencia.
Acaba Mandon su discurso con la siguiente afirmación: Quisiera decirles que estamos aquí para ustedes, que estamos aquí para todos los franceses. Y es mentira. La realidad de la que nos intentan distraer con apremio una vez más es que la población está aquí para las élites militares, para financiar que jueguen con la vida de las personas por intereses que no son éticos.
Si quieres la paz, prepara la paz.
Aleikum salam.
Fuente: https://www.politicanoviolenta.org/...