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Homenajes sin fecha

20 Noviembre 2025 at 00:01

No fue un gran acto –al menos, no fue lo que acostumbra a ser denominado como un gran acto– el día en que Antonio sintió que alguien escuchaba su historia, que podía contar que a su padre y a su madre los mataron cuando él era un niño de tres años, que no recordaba sus rostros, pero que quería, con todo su corazón, saber dónde estaban sus restos. Por eso, aquella mañana sin prensa, sin focos, sin políticos, como casi todos los últimos sábados de mes, Antonio, con una vieja foto pegada al pecho como única prueba física de la desaparición de quienes lo habían traído a este mundo, pedía, junto a otras víctimas del franquismo en la sevillana Plaza de la Gavidia, que alguien lo ayudara a buscar sus huesos.

No fue tampoco lo que se conoce como un gran acto el día en que Paqui y su amiga Isabel –con la misma determinación y alegría de una Thelma y una Louise que aceleran aun sabiendo que van a despeñarse– arrancaron el coche camino de un juzgado de Aracena a poner una denuncia por el hallazgo de una fosa. En menos de tres minutos fueron despachadas. Pero ellas hicieron lo que creían que tenían que hacer. 

Tampoco se considera un homenaje, en los términos habituales, el empeño de Manuel por honrar a sus bisabuelos Luisa y Antonio, y el amor inquebrantable que se profesaban y que un cura intentó separar cuando ya eran ancianos, en los últimos años de sus vidas. 

Cecilio Gordillo porta una fotografía de su familiar. RMHSA
Cecilio Gordillo porta una fotografía de su familiar. RMHSA

Por supuesto, no fueron grandes actos aquellas conferencias que, cualquier día de la semana, en cualquier pueblo, sin sillas con cartel de reservado, con frío, con calor, en cualquier aula, en la plaza más inesperada, dieron José María o José Luis o Pura o Ángel o Emilio o Susana. O Cecilio, siempre Cecilio. Puede que por no haber no hubiera ni mucha gente. Porque en estos actos, además, casi todo el mundo se conoce de esos mismos actos, ajenos a aniversarios y conmemoraciones protocolarias, que, por otro lado, no está mal que las haya. Todo lo contrario. 

Durante muchos años, las víctimas del franquismo, en estos formatos caseros, voluntariosos, altruistas, en los que muchas veces Lucía puso –y sigue poniendo– su música y su voz, han pedido ser reconocidas en público por el Estado, que durante esos mismos años –muchos años– ha mirado para otros lugares. 

Se han aprobado leyes, es cierto. Hay quien opina que se ha avanzado, también. Pero no es menos cierto que sola estaba Paqui cuando los restos de Queipo salieron de la Basílica de la Macarena. Solo estuvo José cuando, delante de la tumba de su padre en un pueblito de Portugal al que tuvo que exiliarse toda la familia, le dijo que por fin, después de tanto miedo y silencio, había adquirido la nacionalidad española. 

Solas han estado durante demasiado tiempo las víctimas del franquismo, también las de la Transición, que continúan –todas ellas– observando perplejas cómo se siguen celebrando actos fascistas de manera impune, cómo continúan sin juzgarse en este país unos crímenes de lesa humanidad o cómo las encuestas dan cada vez más apoyo a la ultraderecha entre los más jóvenes.   

Puede que los de este año, cuando se cumple medio siglo de la muerte del dictador Franco, ese número redondo que siempre invita a celebración, sean los que todo el mundo conoce como los grandes actos. Pero han sido todos esos pequeños eventos juntos, sin fecha, los que han permitido tejer la memoria de este país en los últimos tiempos, la de niños como Antonio, la primera persona mencionada en este artículo, que no logró encontrar a sus padres y que ya no vive para seguir buscándolos. En estos momentos de fastos, conviene no olvidarlo.  

La entrada Homenajes sin fecha se publicó primero en lamarea.com.

La farsa judicial de la dictadura contra Rodney Álvarez ya no puede ser más grotesca

José Rivas (Correo del Caroní)
 
El abogado defensor del ferrominero Rodney Álvarez, Luis Aguilera, no pudo entrar a la audiencia de juicio de este martes 13 de marzo, luego que le impidieran el acceso al Palacio de Justicia por órdenes del presidente del Circuito Judicial Penal del área metropolitana de Caracas.

Armando Guerra, uno de los activistas que ha denunciado el caso de Álvarez, denuncia que la medida busca que el ferrominero acepte un defensor público que lo inste a admitir los delitos por los que se le acusa.

El ferrominero Rodney Álvarez está preso desde hace casi 10 años, luego de ser acusado de asesinar con arma de fuego al obrero Renny Rojas, en el momento que trabajadores realizaban una asamblea en los portones de Ferrominera Orinoco.

Desde el incidente, trabajadores presentes ese día han señalado a Héctor Maicán, representante de la Federación Bolivariana de Trabajadores (FBT) y cercano, para aquél entonces, al exgobernador de Bolívar, Francisco Rangel Gómez, como el autor de los disparos. Sin embargo y aunque durante los más de 9 años de juicio no han podido comprobar la culpabilidad de Álvarez, el afectado sigue preso.

En este tiempo Álvarez ha sufrido retardos procesales, cambios de jueces en etapas finales de juicios y nulas garantías de un proceso verdaderamente justo. “Vemos reiterada la conducta del sistema de injusticia de maltratar a Rodney”, recriminó Guerra.

En noviembre de 2020 el juicio fue detenido luego de que cambiaran la jueza cuando estaban cercanos de declarar la decisión del caso y se reinició el 4 de febrero de 2021, desde cero y por novena vez el juicio.

Señaló que esta medida solo busca desgastar física y anímicamente al trabajador y es una forma de retaliación ante las denuncias planteadas sobre el caso del ferrominero en instancias internacionales.
Siguen desconociendo a la OIT

En 2019, la Comisión de Encuestas, el órgano de investigación más importante, de la Organización Internacional del Trabajo recomendó que el ferrominero fuera liberado, acción que todavía no ha sido cumplida por el gobierno.

Rubén González, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Ferrominera Orinoco y uno de los primeros trabajadores que culpó a Maicán por el asesinato, señaló que el régimen no quiere cumplir las recomendaciones de la OIT, donde se pide la liberación de Álvarez.

Asimismo insistió que el gobierno ha intervenido en cualquier decisión que pudiese tomar algún juez para la liberación de Álvarez y con esta medida “lo que quieren es poner un defensor público para que se culpe”.

En un audio difundido por redes sociales, el abogado Luis Aguilera señaló que, al no poder ingresar al Palacio de Justicia, desconocía si se había hecho la audiencia y para cuándo quedaría pautada la otra sesión. Resaltó que se busca coaccionar a Álvarez para que acepte una defensa pública y los cargos.

“Quiero denunciar que esta es una nueva táctica dilatoria del Gobierno nacional para continuar retardando el proceso judicial (…) pero también es un acto de retaliación contra mi persona por cuanto he venido denunciando sistemáticamente la violación de derechos humanos de Rodney ante la Comisión Interamericana”, sostuvo Aguilera.

En dicho audio insistió que continuará asistiendo al Palacio de Justicia, pidiendo que se le deje entrar al tribunal y que escribirá una carta para entregarla en la OIT.

[Tomado de https://www.correodelcaroni.com/laboral-economia/nuevas-trabas-judiciales-vulneran-derecho-a-la-defensa-del-ferrominero-rodney-alvarez/.]

 

 

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